Restaurando el Cristianismo original—¡para hoy!

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Fred R. Coulter

Ministro

Diciembre 16, 2014

 

Queridos hermanos,

 

          Hoy en día, tenemos comunicación instantánea trayéndonos múltiples eventos ocurriendo en tiempo real. Está disponible cada hora de cada día vía radio, televisión e internet. Estos pueden ser reportes y análisis acerca de eventos locales, nacionales o mundiales. Podemos ver y escuchar acerca de ellos en los programas de noticias, o leer el cubrimiento después en varias publicaciones. Muchas veces pueden ser inquietantes para nosotros mentalmente, emocionalmente y espiritualmente. Esto es especialmente cierto cuando estas cosas nos llegan como un diluvio. Además, cuando adicionamos nuestros propios problemas a la mezcla, puede ser fácil que seamos abrumados. Como resultado, algunas veces podemos sentirnos desanimados y abatidos mentalmente y espiritualmente.

          Es por eso que necesitamos recordar que Dios siempre esta allí para ayudarnos, para intervenir por nosotros y confortarnos. Cualquiera que sea la circunstancia, todo lo que tenemos que hacer es invocar a Dios en oración. Dios el Padre y Jesucristo responderán y nos ayudarán porque Ellos nos han llamado y nos aman. Más aun, Ellos nos han dado el Espíritu Santo. Por tanto, en nuestros tiempos de dificultad y necesidad, deberíamos ir a Dios en oración y reclamar estas promesas y recibir ánimo. El rey David escribió en el Salmo 20: “Que el SEÑOR te responda en el día de dificultad, el nombre del Dios de Jacob te ponga en alto, que Él te envíe ayuda desde el santuario, y te fortalezca desde Zion. Que Él recuerde todas tus ofrendas…. Que Él te conceda de acuerdo a tu corazón y cumpla tus planes. Nosotros gritaremos de gozo en tu victoria, y en el nombre de nuestro Dios nosotros alzaremos estandartes; que el SEÑOR cumpla todas tus oraciones” (versos 1-5).

          Podemos reclamar las promesas confortantes de Dios de ánimo. Siempre recuerde que Dios escucha nuestras oraciones. Él se deleita en nuestras oraciones. Él quiere cumplir todas nuestras oraciones, y como Él ha prometido con Su Palabra: “La oración del recto es Su deleite.oye la oración de los justos” (Proverbios 15:8, 29).

          Profetizado hace miles de años, el Salmo 2 es una descripción perfecta del mundo turbulento de hoy en día. Este revela porque el mundo está en tanto problema. Revela la causa verdadera: La gente está tratando de resolver sus problemas mientras ¡rechazan a Dios! ¡Qué dicotomía! Cierto a este Salmo, el mundo, en todos sus problemas, está iracundo en contra de Dios y Su Ungido—¡Jesucristo! Note: “¿Por qué las naciones se enfurecen y los pueblos conspiran en vano? Los reyes de la tierra se colocan a sí mismos, y los gobernadores toman consejo juntamente contra el SEÑOR y contra Su Cristo, diciendo, “Rompamos Sus bandas en pedazos y desechemos Sus cuerdas de nosotros.” Quien se sienta en los cielos se ríe; el SEÑOR se burla de ellos. Entonces Él les hablará en Su ira, y en Su furia los aterrorizará” (versos 1-5).

          El hecho de que la gente y sus gobernadores rechacen a Dios hace que Él en realidad obre en contra de ellos. Esta es una ley viva—si van en contra de Dios, no pueden resolver sus problemas. Note: “El SEÑOR trae el consejo de las naciones a nada; Él frustra los planes de la gente” (Salmo 33:10).

          Poco entiende la gente que Dios guarda registro del comportamiento de los individuos, así como de las naciones—los rectos y los injustos. Si los líderes de las naciones se volvieran a Dios en arrepentimiento y obediencia para buscar Su ayuda, Él les revelaría como resolver sus problemas. Vea como serían las cosas si las naciones obedecieran a Dios: “El consejo del SEÑOR permanece por siempre, los pensamientos de Su corazón para todas las generaciones. Bendita es la nación cuyo Dios es el SEÑOR, y el pueblo que Él ha escogido por Su propia herencia. El SEÑOR observa desde el cielo; Él considera a todos los hijos de los hombres. Desde Su lugar de morada Él observa intensamente sobre todos los habitantes de la tierra. Juntamente Él forma sus corazones del mismo modo; Él considera todas sus obras. El rey no es salvado por un gran ejército; un hombre poderoso no es salvado por mucha fuerza. Un caballo es algo vano para seguridad; ni salvará a alguno por su gran fuerza” (versos 11-17).

          Es lo mismo con el pueblo de Dios. Él siempre está allí para bendecir, proteger y ayudarnos porque Lo amamos y esperamos en Su salvación. “He aquí, el ojo del SEÑOR está sobre aquellos quienes Le temen, sobre aquellos quienes esperan en Su misericordia, para salvar sus almas de muerte y mantenerlos vivos en hambre. Nuestra alma espera por el SEÑOR; Él es nuestra ayuda y nuestro escudo, porque nuestro corazón se regocijará en Él porque hemos confiado en Su Santo nombre. Tu misericordia, Oh SEÑOR, sea sobre nosotros, de acuerdo a como esperamos en Ti” (versos 18-22).

          Al confiar y esperar en Dios, en amor y fe, podemos siempre mantener una perspectiva adecuada de las cosas que tienen lugar en el mundo y en nuestras vidas—de modo que no llegaremos a estar desanimados. La clave es mantener nuestras mentes en el plan de Dios para nosotros—en Su promesa de vida eterna y gobierno bajo Cristo en el mundo por venir. Así, Jesús nos amonesta “Pero busquen [primero] el Reino de Dios, y todas estas cosas [todas las promesas de Dios] les serán añadidas. No tengan miedo [a causa de todos los problemas y tumulto en el mundo], rebaño pequeño, porque su Padre se deleita en darles el reino” (Lucas 12:31-32).

          Aquí esta como debemos buscar a Dios y Su reino: “Confía en el SEÑOR, y haz el bien;y ama fidelidad. Deléitate en el SEÑOR, y Él te dará los deseos de tu corazón. Encomienda tu camino al SEÑOR; confía también en Él, y Él lo hará suceder. Y Él dará a luz  tu justicia como la luz, y tu juicio como el mediodía. Descansa en el SEÑOR, y espéralo pacientemente;…. Cesa la ira, y abandona la cólera; no te corroas a ti mismo [a causa de la maldad en el mundo], eso lleva solo a maldad, porque los malvados serán cortados, pero aquellos quienes esperan en el SEÑOR, ellos heredarán la tierra” (Salmo 37:3-9).

          Cuando estamos haciendo estas cosas día a día, usando el Espíritu Santo que Dios nos ha dado, nuestras mentes están siendo transformadas y convertidas. Pablo llama esto nuestro “servicio espiritual,” el cual renueva nuestras mentes: “Los exhorto por tanto, hermanos, por las misericordias de Dios, a presentar sus cuerpos como un sacrificio vivo, santo y bien agradable a Dios, el cual es su servicio espiritual. No se conformen ustedes mismos a este mundo, sino sean transformados por la renovación de sus mentes para que puedan probar lo que es bien agradable y bueno, y la perfecta voluntad de Dios” (Romanos 12:1-2).

          Por esta renovación de nuestras mentes, Dios el Padre—a través del poder de Su Espíritu en nosotros, emparejado con la Palabra de Dios—está realmente creando en nosotros Su carácter santo y recto. Este proceso requiere también nuestro amor y obediencia a las enseñanzas de Dios. Pablo escribe: “Si ciertamente Lo han escuchado [a Dios el Padre] y han sido enseñados en Él, de acuerdo a la verdad en Jesús: que concerniente a su antigua conducta, ustedes se quiten el viejo hombre, el cual es corrupto de acuerdo a la lujuria engañosa; y que sean renovados en el espíritu de su mente; y que se pongan el nuevo hombre, el cual es creado [dentro de nosotros] en justicia y santidad de la verdad” (Efesios 4:21-24). Pablo agrega que Dios está creando en nosotros la misma mente de Cristo (Filipenses 2:5).

          Lo que Dios está haciendo dentro de nosotros es un proceso de toda la vida. A través del poder del Espíritu Santo habitando dentro de nosotros, debemos crecer espiritualmente en gracia y conocimiento para vencer la carne—los jalones de la naturaleza humana. Note como Pablo describe esta batalla espiritual: “Sin embargo, ustedes no están en la carne, sino en el Espíritu, si el Espíritu de Dios está ciertamente viviendo dentro de ustedes. Pero si cualquiera no tiene el Espíritu de Cristo, no pertenece a Él. Pero si Cristo está dentro de ustedes, el cuerpo ciertamente está muerto por causa del pecado; sin embargo, el Espíritu es vida por causa de justicia.

          “Entonces si el Espíritu de Quien levantó a Jesús de los muertos [Dios el Padre] está viviendo dentro de ustedes, Quien levantó a Cristo de los muertos también resucitará sus cuerpos mortales por causa de Su Espíritu que vive dentro de ustedes. Entonces, hermanos, no somos deudores a la carne, para vivir de acuerdo a la carne; Porque si están viviendo de acuerdo a la carne, morirán; pero si por el Espíritu están condenando a muerte los hechos del cuerpo, vivirán. Porque tantos como son guiados por el Espíritu de Dios, esos son los hijos de Dios. Ahora ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud otra vez hacia temor, sino han recibido el Espíritu de filiación, por el cual gritamos, “Abba, Padre.” El Espíritu mismo da testimonio conjuntamente con nuestro propio espíritu, testificando que somos hijos de Dios. Entonces si somos hijos, somos también herederos—verdaderamente, herederos de Dios y coherederos con Cristo—si ciertamente sufrimos junto con Él, para que podamos también ser glorificados junto con Él” (Romanos 8:9-17).

          Pablo escribe que los “sagrados escritos” del Antiguo Testamento “son capaces de hacerte sabio hacia salvación a través de fe, la cual es en Cristo Jesús” (II Timoteo 3:15). ¡Este hecho es esencial que lo entendamos! En verdad, con el Espíritu Santo de Dios en nosotros, podemos aprender a partir de estos escritos inspirados como conducir nuestras vidas. También nos dan una perspectiva de como Dios trata con el malvado del mundo. Note, por ejemplo, cuanta instrucción espiritual para los cristianos está contenida en el Salmo 37—y lo que Dios dice acerca del impío: “Apártate del mal y haz el bien; y vive por siempre. Porque el SEÑOR ama justicia y no abandona a Sus santos; ellos son preservados por siempre, pero la semilla del impío será cortada. Los rectos heredarán la tierra y habitarán en ella por siempre. La boca de los rectos habla sabiduría, y su lengua habla de justicia. La ley de su Dios está en su corazón; ninguno de sus pasos resbalará.

          “El malvado mira al justo y busca matarlo. El SEÑOR no lo dejará en su mano, ni lo condenará cuando sea juzgado. Espera en el SEÑOR y guarda Su camino, y Él te exaltará para heredar la tierra; cuando los malvados sean cortados, tú lo verás.

          “He visto al impío despiadado en gran poder y extendiéndose a sí mismo como un árbol exuberante en su suelo nativo. Sin embargo él murió, y he aquí, no fue más; y lo busqué, pero no pudo ser encontrado. Marca al hombre inocente y considera al recto, porque el fin de este hombre es paz. Pero los pecadores serán destruidos juntamente; la prosperidad del impío será cortada.

          “Pero la salvación de los rectos es del SEÑOR; Él es su fortaleza en el tiempo de problema. Y el SEÑOR los ayudará y salvará; los librará del malvado, y los salvará porque ellos toman refugio en Él” (versos 27-40).

          Libro de ApocalipsisCD de audio especial: En este envío, estamos enviando un CD de audio especial de la lectura del libro completo de Apocalipsis. Este es la “Piedra Angular” de toda la Palabra de Dios, la séptima división de la Biblia. Como el libro que describe los eventos mayores del tiempo del fin por venir al mundo, este contiene algunos de los más poderosos pasajes en el Nuevo Testamento. Randy Vild y yo pasamos mucho tiempo en oración, pidiéndole a Dios inspirar nuestro trabajo de modo que sería una bendición para quien lo escuche y traiga gloria a Dios el Padre y Jesucristo.

          Primero, hice la lectura de Apocalipsis de La Santa Biblia en Su orden original. Randy luego seleccionó la música especial de fondo y los efectos de sonido para mejorar las variadas secciones y pasajes de la lectura grabada. La música y los efectos especiales ayudan a visualizar las acciones descritas en el libro, y siente como si estuviera justo allí con el apóstol Juan mientras veía estos profundos eventos desenvolviéndose y oía las palabras de Cristo.

          En los versos de apertura de Apocalipsis, Cristo promete una bendición para aquellos que lean y oigan las palabras de este libro: “La revelación de Jesucristo, la cual Dios le dio a Él, para mostrar a Sus siervos las cosas que están ordenadas a suceder prontamente; y Él la hizo conocido, habiéndola enviado por Su ángel a Su siervo Juan; quien dio testimonio de la Palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo, y todas las cosas que él vio. Bendito es el que lee, y aquellos que escuchan las palabras de esta profecía y quienes guardan las cosas que están escritas en ella; porque el tiempo está a la mano” (Apocalipsis 1:1-3).

          Al final del libro, Jesús nuevamente pronuncia una bendición—así como una advertencia. Dado que estas son las últimas palabras de la Biblia, son entendidas de aplicarse a la totalidad de la Palabra de Dios: “Y he aquí, Yo vengo prontamente; y Mi recompensa está Conmigo, para hacer a cada uno de acuerdo a como será su obra. Yo soy Alfa y Omega, el Principio y el Fin, el Primero y el Último. Benditos son aquellos que guardan Sus mandamientos, para poder tener el derecho a comer del árbol de vida, y poder entrar por las puertas a la ciudad. Pero excluidos son los perros, y hechiceros, y fornicarios, y asesinos, e idolatras, y todo aquel que ame e idee una mentira.

          “Yo, Jesús, envío Mi ángel para testificar estas cosas a ustedes en las iglesias. Yo soy la raíz y el descendiente de David, la estrella brillante de la mañana.” Y el Espíritu y la novia dicen, “Ven.” Y aquel que oiga diga, “Ven.” Y aquel que tenga sed venga; y aquel que desee participe del agua de vida libremente. Porque Yo conjuntamente testifico a todo el que oiga las palabras de la profecía de este libro, que si cualquiera añade a estas cosas, Dios le añadirá las plagas que están escritas en este libro. Y si cualquiera quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro. Quien testifica estas cosas dice, “Sin duda, Yo vengo prontamente.” Amén.” (versos 12-21).

          Espero que encuentren esta edición especial de audio del libro de Apocalipsis absolutamente inspiradora. ¡Disfrútenla! Estoy seguro que la escucharán una y otra vez. (También tenemos una versión de video de esta edición especial del libro de Apocalipsis. Esta muestra cada pasaje en la pantalla mientras es leído, en la misma forma que es hecho en Iglesia en Casa. Por favor contáctenos si le gustaría una copia.)

          Hermanos, permanezcan cerca de Dios el Padre y Jesucristo a través de la oración diaria y el estudio diario de la Biblia. Oramos por ustedes cada día, pidiéndole a Dios velar por ustedes, protegerlos, sanarlos y bendecirlos en toda manera. Nuevamente, agradecemos su amor y oraciones, y sus diezmos y ofrendas, las cuales son siempre usadas en predicar el Evangelio y alimentar el rebaño de Dios. Que la gracia y bendiciones de Dios estén con ustedes en todas las cosas.

 

Con amor en Cristo Jesús,

 

 

 

Fred R. Coulter

FRC