Restaurando el cristianismo original—¡para hoy!
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Enero 14, 2016
Queridos hermanos,
Aún estamos trabajando para terminar el libro nuevo, ¿Por qué nació usted?—De un puntico de polvo a un hijo de Dios. Le tomó más de un mes al artista para tener el arte final para la caratula nuestra. Como verán, será un libro inspirador y maravilloso, conteniendo 12 capítulos, 6 apéndices y 24 páginas de fotos a todo color. Además, vamos a incluir un audio completo del libro. Ya terminé de leer todo hasta el capítulo 11 y 3 de los apéndices. Aunque la edición del audio está en progreso, va en el capítulo 5, esto tomará cierto tiempo para terminar. Para hacer la presentación aún más completa, vamos a incluir dos DVDs con los 12 segmentos de videos de Iglesia en Casa de la serie ¿Por qué nació usted?—De un puntico de polvo a un hijo de Dios. A causa de las demoras, sin embargo, probablemente no seremos capaces de tener el libro para ustedes sino hasta mediados de marzo. Pero ¡vale la pena la espera! Va a ser en verdad un libro ¡fabuloso!
¿Mejorarán las cosas en el 2016? Mientras todos esperan mejores condiciones en el 2016, no parece que habrá mucha mejora, si es que hay alguna. A través del año pasado vimos un tumulto y caos—una epidemia de terrorismo islámico; inmigración masiva a Europa y USA; peligrosos problemas económicos mundiales; guerras, asesinatos, crímenes; un incremento en el uso legal e ilegal de drogas con un aumento en adicción; así como desastres, inundaciones, sequias, hambre, males y enfermedades. Sume a esto las familias disfuncionales, la gente joven no estudiada y desilusionada, desempleo masivo, gobiernos opresores corruptos—¡todo exactamente como Jesús lo profetizó!
Ningún hombre tiene el poder para resolver significativamente estas extensas condiciones. Cuando Jesús describió los eventos mundiales del tiempo del fin a Sus discípulos, Él dejó claro que las cosas continuarían escalando en intensidad: “Y oirán de guerras y rumores de guerras. Miren que no dejen que estas cosas los perturben. Porque es necesario que todas estas cosas tengan lugar, pero el fin no es aún Porque nación se levantará contra nación, y reino contra reino; y habrá hambres y pestilencias y terremotos en diferentes lugares Ahora, todas estas cosas son el comienzo de dolores Entonces los entregarán a aflicción, y los matarán; y serán odiados por todas las naciones por amor a Mi nombre.
“Y entonces muchos serán dirigidos al pecado, y se traicionarán unos a otros, y se odiarán unos a otros; u muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y porque la ilegalidad será multiplicada, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:6-12).
La única forma que podría haber un cambio significativo para bien—pero aun sin una cura duradera—es si nuestro pueblo comenzara a arrepentirse. Dios siempre reconoce el arrepentimiento genuino y otorga perdón, y Él otorga alivio de las maldiciones del pecado. Lo que es necesario en realidad es arrepentimiento masivo de los descendientes modernos de las 12 tribus de Israel—un ¡volverse de su rebelión e ilegalidad contra Dios! Hoy, los pueblos anglo americanos están sufriendo grandemente por los juicios de Dios—exactamente como Él lo advirtió en Su Palabra. Pero Israel ha siempre pedido a Dios que los bendiga mientras se adhieren a sus pecados—luego se preguntan porque están tan oprimidos con ¡tantos problemas!
Dependiendo en si Israel obedecía o desobedecía, Dios prometió darles bendiciones o maldiciones—las cuales se extienden aun a nuestros tiempos modernos “Y estarán [las bendiciones y maldiciones] sobre ustedes por señal y por maravilla, y sobre su semilla para siempre.” (Deuteronomio 28:46).
Viendo nuestra historia, podemos ver las tremendas bendiciones que Dios le ha dado a Gran Bretaña por más de 400 años y a USA por más de 200 años. Estas bendiciones son el resultado de las promesas divinas para los tiempos del fin. Estas bendiciones han venido sobre nuestros pueblos a causa de las promesas de Dios a Abraham, Isaac y Jacob. (Por favor solicite nuestro libro, USA & Gran Bretaña—Su origen Bíblico y destino profético.)
Hace aproximadamente 500 años, Dios empezó a cumplir Sus promesas a Gran Bretaña (la tribu de Efraín), y luego a USA (la tribu de Manases), primero asegurándose que tendríamos Su Palabra—la Santa Biblia completa. En 1516 dC, Dios comenzó a levantar a William Tyndale para traducir la Biblia completa al inglés del hebreo y griego original. Mientras estaba en prisión en Antwerp, Bélgica, Tyndale terminó la traducción del Antiguo Testamento, completando así toda la Biblia. Pronto después él fue quemado en la estaca por las autoridades católicas—el 6 de octubre de 1536 dC (el último día de la Fiesta de Tabernáculos). Mientras estaba atado a la estaca, listo para ser quemado por el “crimen” de traducir la Biblia al inglés, Tyndale clamó sus últimas palabras—una oración a Dios: “Señor, abre los ojos del ¡Rey de Inglaterra!” Como resultado, menos de 2 años después el Rey Henry VIII rechazó el gobierno de la iglesia de Roma y estableció la iglesia de Inglaterra, una iglesia protestante de la reforma.
Al rechazar la iglesia católica, Henry VIII autorizó la publicación de la Biblia en inglés. Fue la Biblia Thomas Matthew—esencialmente la Biblia de Tyndale, finalizada por John Rogers, asistente de Tyndale. Así, para este tiempo, el pueblo británico tenía la Palabra de Dios disponible para ellos en su propio idioma, traducida directamente del hebreo y griego original. La iglesia católica usó solamente Latin Vulgate—y los servicios eran llevados en latín, el cual pocos podían entender. Pero a causa de la Biblia de Tyndale, los británicos fueron capaces de leer y escuchar la Palabra de Dios en inglés—¡un cambio increíble de eventos! Además, si una persona no podía leer, el rey ordenó que un lector fuera provisto a todas las iglesias. (Para aprender más, por favor solicite nuestro folleto gratuito Un tributo a William Tyndale.)
Durante este tiempo en Inglaterra, hubo un amplio volver a Dios, pero infortunadamente no fue nunca completado. Pero fue suficiente para Dios para bendecir a Gran Bretaña y empezar a cumplir las promesas de grandeza nacional que Él le había dado a Abraham, Isaac y Jacob. En verdad, en menos de 75 años, Gran Bretaña se levantó de ser una oscura nación isleña a llegar a ser un poder líder en Europa y el mundo—y eventualmente creció en el Imperio Británico, otra promesa cumplida por Dios.
Después de declarar su independencia de Gran Bretaña—y ganar la Guerra de la Revolución—la colonia Nueva Inglaterra llegó a ser Estados Unidos de América. Desde el comienzo, el pueblo y líderes eran fervientes al usar la Biblia como su guía para el gobierno y religión, como es claramente evidenciado por sus documentos fundadores. A causa de su dedicación a Dios, los americanos progresaron aún más que los británicos en adherirse a la Palabra de Dios como el estándar para el diario vivir y la adoración de Dios.
Las Iglesias de Inglaterra y USA nunca completaron la reforma, y así retuvieron la adoración en el domingo y, eventualmente, los principales festivos de la iglesia católica de Roma. Sin embargo, en USA, la verdadera Iglesia de Dios se desarrolló alrededor del Sábado y los Días Santos (vea “Historia de la Iglesia de Dios” por Richard Nickels en sabbathassociation.org). Nuevamente, Dios cumplió Su promesa de bendecir a USA—¡como a ninguna otra nación en el mundo! Y desde USA el Evangelio ha sido, y continúa siendo predicado al mundo con poder.
Si USA y Gran Bretaña hubieran permanecido fieles a Dios y vivido por Su Palabra, Él habría otorgado aun bendiciones más grandes sobre nuestras naciones. Pero hoy sufrimos por los juicios y maldiciones de Dios—todo a causa de nuestros pecados personales y nacionales. Si hubiéramos verdaderamente obedecido a Dios, Él en vez estaría trayendo tales juicios y maldiciones sobre nuestros enemigos. Note esta promesa especial: “Y el SEÑOR su Dios pondrá todas estas maldiciones sobre sus enemigos, y sobre aquellos que los odian, quienes los persiguieron. Y ustedes regresarán y obedecerán la voz del SEÑOR, y harán todos Sus mandamientos los cuales les ordeno hoy. Y el SEÑOR su Dios los hará abundantemente prósperos en toda obra de sus manos, y en el fruto de su cuerpo, y en el fruto de su ganado, y en el fruto de su tierra, para bien, porque el SEÑOR se regocijará de nuevo sobre ustedes para bien así como se regocijó sobre sus padres” (Deuteronomio 30:7-9).
Note las condiciones que Dios dio a Israel en conexión con las promesas de bendiciones. Estas palabras son una profecía para todo Israel a través de todas las eras, incluso hasta nosotros en estos últimos días—a USA, Gran Bretaña, Canada, Australia, Nueva Zelanda, el noroccidente de Europa y el estado de Israel. Como el Israel antiguo, nosotros también debemos escoger amar y servir a Dios para continuar en Su bendición: “Si obedecieran la voz del SEÑOR su Dios para guardar Sus mandamientos y Sus estatutos… y si se vuelven al SEÑOR su Dios con todo su corazón y con toda su alma; Porque este mandamiento el cual les ordeno hoy no está oculto de ustedes, ni está lejos.
“No está en el cielo que debieran decir, ‘¿Quién subirá al cielo por nosotros, y lo traerá para nosotros, de modo que podamos escucharlo y hacerlo?’ Ni está más allá del mar que debieran decir, ‘¿Quién irá sobre el mar por nosotros para traerlo a nosotros, de modo que podamos escucharlo y hacerlo?’ Sino la palabra está muy cerca de ustedes, en su boca y en su corazón, de modo que puedan hacerla [porque Dios la hizo ser publicada en un idioma que podemos entender].
“He aquí, he colocado delante de ustedes en este día vida y bien, y muerte y mal, en que les mando en este día amar al SEÑOR su Dios, caminar en Sus caminos, y guardar Sus mandamientos y Sus estatutos y Sus juicios para que puedan vivir y multiplicarse. Y el SEÑOR su Dios los bendecirá en la tierra donde van a poseerla.
“Pero si su corazón se aparta, de modo que no escuchen, sino sean arrastrados y adoren otros dioses y los sirvan, Yo les denuncio en éste día que ciertamente morirán; no prolongarán sus días sobre la tierra a donde pasan sobre el Jordán para ir a poseerla [también incluye las tierras en las que vivimos hoy].
“Yo llamo al cielo y a la tierra para registrar este día contra ustedes que he colocado delante de ustedes vida y muerte, bendición y maldición. Por lo tanto, escojan vida, para que ustedes y su semilla puedan vivir, para que puedan amar al SEÑOR su Dios, y puedan obedecer Su voz, y puedan unirse a Él; porque Él es su vida y la longitud de sus días, para que puedan vivir en la tierra la cual el SEÑOR juró a sus padres—a Abraham, a Isaac, y a Jacob—dárselas.” (Deuteronomio 30:10-20).
Si nuestras naciones hubieran permanecido fieles a Dios, habríamos continuado en Sus bendiciones como se resumen en la primera parte de Levítico 26. Nuevamente, note las condiciones: “No harán ídolos para ustedes mismos; y no levantarán para ustedes mismos imágenes grabadas, o un pilar de pie. Y no levantarán ninguna imagen de piedra en su tierra para inclinarse a ella, porque Yo soy el SEÑOR su Dios.
“Guardarán Mis sábados [semanal y Días Santos anuales] y reverenciarán Mi santuario. Yo soy el SEÑOR. Si caminan en Mis estatutos y guardan Mis mandamientos y los hacen, Entonces les daré lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá su incremento, y los árboles del campo rendirán su fruto. Y su trilla alcanzará a la vendimia, y la vendimia alcanzará al tiempo de siembra. Y comerán su pan hasta saciarse y habitarán en su tierra seguramente.
“Y Yo daré paz en la tierra, y ustedes se acostarán y ninguno los hará temer. Y haré que las bestias malignas cesen de la tierra; tampoco la espada pasará por su tierra. Y ustedes perseguirán a sus enemigos, y ellos caerán ante ustedes por la espada. Y cinco de ustedes perseguirán a cien, y cien de ustedes pondrán a diez mil a huir. Y sus enemigos caerán por la espada en frente de ustedes, porque Yo tendré respeto por ustedes, y los haré fructíferos, y los multiplicaré, y estableceré Mi pacto con ustedes. Y comerán de la vieja provisión, y quitarán la vieja a causa de la nueva. Y Yo estableceré Mi tabernáculo entre ustedes, y Mi alma no los aborrecerá. Y caminaré entre ustedes y seré su Dios, y ustedes serán Mi pueblo. Yo soy el SEÑOR su Dios Quien los sacó de la tierra de Egipto, de ser sus siervos [estos son nuestros ancestros antiguos—pero también la Palabra de Dios aplica a nosotros hoy]. Y he roto las cadenas de su yugo, y los hice andar erguidos” (Levítico 26:1-13).
Esto es lo que todos quieren: libertad y todas las bendiciones de Dios—¡sin obedecer realmente Sus leyes y mandamientos! Pero Dios no opera de esa forma. La verdad es, ninguna persona o grupo de personas, o nación puede vivir en pecado—pecado vil—¡y esperar recibir las bendiciones de Dios! El pecado trae maldiciones automáticas—la corrección y juicios de Dios—¡no bendiciones!
Cuando los hijos de Israel dieron sus espaldas a Dios y adoptaron los caminos y las prácticas religiosas de las naciones alrededor de ellos, Dios tuvo que corregirlos con Sus juicios: “La ira de Dios vino sobre ellos y mató lo más fuerte de ellos, y golpeó a los hombres escogidos de Israel. Por todo esto ellos todavía pecaron y no creyeron en Sus obras maravillosas. Por tanto Él terminó sus días en vanidad y sus años en terror.
“Cuando los mató, entonces ellos lo buscaron; y se volvieron y buscaron a Dios fervorosamente. Y recordaron que Dios era su Roca, y que el Dios Altísimo era su Redentor. Sin embargo ellos lo halagaron con sus bocas, y le mintieron con sus lenguas [como hicimos después de los ataques terroristas del 11 de septiembre], porque su corazón no era recto con Él; ni fueron fieles en Su pacto.
“Pero Él, estando lleno de compasión, perdonó su iniquidad y no los destruyó; sí, muchas veces Él apartó Su enojo y no avivó toda Su ira, porque recordó que eran solo carne, un viento que pasa y no viene otra vez” (Salmo 78:31-39).
Esta ha sido la historia de las 12 tribus de Israel a través de las eras, y continúa con nuestras naciones hasta este día. Sí, cuando llega el problema rápidamente damos un show de volver a Dios y lo halagan con palabras de remordimiento. Muchos corren a las iglesias en domingo, por lo menos por unas pocas semanas. Pero no volvemos completamente a Dios—regresamos a nuestros mismos caminos pecaminosos. Sí, siempre queremos Su bendiciones, pero nunca Su corrección y juicios. Sin duda, la gente de nuestras naciones halaga a Dios cuando llega el problema y pretendemos que somos piadosos. Con nuestros labios profesamos ser “cristianos,” pero pronto se cambian y continuamos viviendo en nuestros pecados.
SI nuestros pueblos hubieran en verdad obedecido a Dios como Él ordenó, que destino diferente estaríamos enfrentando hoy. Agradecidamente, aun cuando Dios nos corrige con Sus juicios, Él permite una medida de tiempo para el arrepentimiento. Las advertencias y amonestaciones de Dios son siempre condicionadas a nuestras elecciones. Entonces, esta es la pregunta hoy: ¿Escogerán nuestras naciones amar y obedecer a Dios, o continuar rechazar escuchar Sus advertencias como están contenidas en Su Palabra? Cuando sufrimos bajo Su corrección, ¿prestaremos atención y cambiaremos nuestros caminos?
La elección depende de la gente—colectivamente e individualmente. Unos pocos escucharán y se arrepentirán, y muchos halagarán a Dios por un tiempo. Pero, infortunadamente, la mayoría continuará de largo en la terquedad de sus caminos, aun cuando Dios les da una medida de tiempo para cambiar y arrepentirse antes que Él inflija corrección adicional (y más severa). La advertencia de Dios para Israel, junto con Sus subsecuentes castigos nacionales, aplican a nuestras naciones hoy. ¡Esto es lo que estamos experimentando justo ahora! ¿Pero quien está escuchando—los políticos? ¿Los jueces? ¿Los ministros y líderes que profesan ser “cristianos”?—unos pocos hasta cierto grado. ¿Los educadores? ¿Los líderes de negocios? ¿La gente? Sí, hay unos pocos gritando las duras advertencias de nuestro inminente colapso. Pero ¿QUIEN ESTA ESCUCHANDO? Por mucho, ¡solo unos pocos!
Mientras continuamos en Levítico 26, veremos que Dios, en Su amor, nos da advertencias claras. Pero Él deja la elección real a nosotros—como es aparente a causa de las condiciones:
“Y si despreciaran Mis estatutos, o si su alma odia Mis juicios de modo que no harán todos Mis mandamientos, de modo que rompan Mi pacto” (versos 14-15). Note que Dios da una medida de tiempo para el arrepentimiento, como es indicado por los “SI” condicionales.
Dios declara que SI, después de un tiempo, no nos arrepentimos, ENTONCES “Yo también les haré esto a ustedes: incluso asignaré sobre ustedes terror, consunción, y fiebre ardiente, consumiendo los ojos y causando pena de corazón. Y sembrarán su semilla en vano, porque sus enemigos la comerán. Y pondré Mi rostro contra ustedes, y serán muertos ante sus enemigos. Aquellos que los odian reinarán sobre ustedes. Y ustedes huirán cuando nadie los persiga” (versos 16-17).
Cuando no hay arrepentimiento, Dios da advertencias adicionales de juicios mayores por venir, con consecuencias más severas: “Y si aún por todas estas cosas no me escuchan, entonces los castigaré siete veces más por sus pecados. Y quebraré el orgullo de su poder, y haré su cielo como hierro y su tierra como bronce. Y su fuerza será consumida en vano, porque su tierra no rendirá su incremento, ni los árboles del campo rendirán sus frutos.
“Y si caminan contrariamente a Mí y no Me escuchan, traeré siete veces más plagas sobre ustedes según sus pecados. También enviaré bestias salvajes entre ustedes, las cuales los desolarán. Y destruiré su ganado, y los haré pocos. Y sus autopistas serán desiertas. Y si después de estas cosas no son reformados por Mí, sino todavía caminan contrariamente a Mí, entonces caminaré contrariamente a ustedes y los castigaré siete veces más por sus pecados. Y traeré una espada sobre ustedes que ejecutará la venganza del pacto. Y cuando estén reunidos dentro de sus ciudades, enviaré la plaga entre ustedes. Y serán entregados en la mano del enemigo” (versos 18-25).
¡La Palabra de Dios es absolutamente verdadera! Cuando Dios finalizó Su pacto con Abraham, Él juró por Sí Mismo—por Su propia existencia eterna—cumplir Sus promesas ¡inquebrantables! Él declara: “Y dijo, “ ‘Por Mí mismo he jurado,’ dice el SEÑOR, ‘porque has hecho esta cosa, y no has retenido a tu hijo, tu único hijo; que en bendición Yo te bendeciré, y en multiplicación Yo multiplicaré tu semilla como las estrellas de los cielos, y como la arena la cual está sobre la orilla del mar. Y tu semilla poseerá la puerta de sus enemigos. Y en tu semilla serán benditas todas las naciones de la tierra, porque has obedecido Mi voz’ ”” (Génesis 22:16-18).
¡Dios no puede mentir! Sus promesas del pacto son ¡absolutamente seguras! Jurar “por Sí Mismo” significa que Dios personalmente ejecutará Sus promesas del pacto. Y Él no cambiará Sus promesas. De hecho, nada puede cambiarlas—ningún hombre o angel ¡puede cambiarlas!
Después que Abraham murió, Dios pasó las promesas del pacto a su hijo Isaac, a causa del amor de Abraham por Dios y obediencia a Él: “Y el SEÑOR se le apareció y dijo, “No desciendas a Egipto. Vive en la tierra la cual Yo te diré. Permanece en esta tierra, y estaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tu descendencia, daré todas estas tierras; y estableceré el juramento el cual juré a Abraham tu padre. Y multiplicaré tu descendencia como las estrellas de los cielos y daré a tu descendencia todas estas tierras. Y en tu descendencia serán benditas todas las naciones de la tierra, porque Abraham obedeció Mi voz y guardó Mi encargo, Mis mandamientos, Mis estatutos y Mis leyes” (Génesis 26:2-5). Estos versos, y otros que aun cubriremos, son algunos de los versos más importantes de la Biblia. De hecho, la Biblia entera está basada en estas promesas absolutas de Dios a Abraham (Gálatas 3:26-29).
Luego, Jacob, el hijo de Isaac, heredó estas mismas promesas: “Y pueda Dios darte del rocío del cielo, y de la grosura de la tierra, y plenitud de grano y vino. Que pueblos te sirvan, y naciones se inclinen a ti. Sé señor sobre tus hermanos, y que los hijos de tu madre se inclinen a ti. Malditos sean todos los que te maldigan, y bendito sea el que te bendiga.… “Entonces Isaac llamó a Jacob y lo bendijo, y le ordenó. Y él dijo,… Levántate, ve a Padan-aram, a la casa de Betuel padre de tu madre. Y toma una esposa de allí de las hijas de Labán hermano de tu madre. Y pueda Dios Todopoderoso bendecirte, y hacerte fructífero, y multiplicarte, para que puedas ser una multitud de pueblos. Y pueda Él darte la bendición de Abraham, a ti y a tu simiente contigo, para que puedas heredar la tierra en la cual eres un extraño, la cual Dios dio a Abraham.” Así Isaac envió a Jacob.…” (Génesis 27:28-29; 28:1-5).
Continuando: “Y Jacob salió de Beerseba y fue hacia Harán. Y llegó a un cierto lugar, y permaneció allí toda la noche porque el sol se había colocado. Y él tomó una de las piedras de aquel lugar y la ubicó en su cabeza. Y se acostó en aquel lugar para dormir.
“Y él soñó. Y he aquí, ¡una escalera fue establecida sobre la tierra, y la cima de ella alcanzaba el cielo! Y he aquí, ¡los ángeles de Dios estaban ascendiendo y descendiendo sobre ella! Y he aquí, el SEÑOR se paró sobre ella, y dijo, “Yo soy el SEÑOR, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac. La tierra sobre la cual te acuestas te la daré a ti y a tu semilla. Y tu semilla será como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente y al oriente y al norte y al sur. Y en ti y en tu semilla todas las familias de la tierra serán benditas. Y, he aquí, Yo estoy contigo, y te guardaré en todo lugar donde vas, y te traeré de nuevo a esta tierra, porque no te dejaré hasta que haya hecho esto de lo cual Yo te he hablado” (versos 10-15).
Aquí vemos que Dios expande la promesa de la tierra para incluir los “cuatro puntos del de la brújula.” Esta es en realidad una profecía de las tierras que Israel heredaría en el tiempo del fin. En verdad, las promesas del pacto de bendiciones y maldiciones que Dios dio a Israel ¡están aún en efecto!
Es por eso que nuestras naciones están sufriendo bajo el peso de tantos problemas sin solución; hemos dado nuestras espaldas a Dios y así somos malditos. Solo un completo volver a Dios con arrepentimiento sentido de corazón levantará la mano de Su corrección en contra de nosotros. Si hay un pequeño volver a Dios, será solo temporal, así como lo fue en los días del Rey Josías (II Crónicas 34-35).
Un juez pelea en contra del matrimonio del mismo sexo: Dios también ha dicho que Él honraría la justicia de un solo hombre, si aquel individuo se pararía en la brecha en contra de la prevaleciente ola de maldad barriendo la tierra. Él le dijo a Jeremías, “Corre de aquí para allá por las calles de Jerusalén, y mira ahora, y conoce, y busca en sus lugares abiertos, si puedes encontrar un hombre, si hay uno que haga justicia, quien busque la verdad; y Yo la perdonaré. Y aunque ellos dicen, ‘Como vive el SEÑOR;’ seguramente ellos juran falsamente” (Jeremías 5:1-2).
Jeremías respondió a Dios, diciendo, “Oh SEÑOR, ¿No están Tus ojos en la verdad? Los has azotado, pero no se han apenado; los has destruido, pero han rechazado recibir corrección; han hecho sus caras más duras que roca; han rechazado volver. Por tanto dije, “Ciertamente estos son pobres; son tontos; porque no conocen el camino del SEÑOR, ni el juicio de su Dios. Subiré por mí mismo a los hombres grandes, y les hablaré; porque ellos han conocido el camino del SEÑOR y el juicio de su Dios.” ¡Pero [averigüé que] estos habían quebrado del todo el yugo y habían arrancado los lazos [en ilegalidad contra Dios]!” (versos 3-5).
Hoy, hay un hombre quien se está parando en la brecha: El juez Roy Moore, Jefe de justicia de Alabama, apoyado por otros jueces en la Corte Suprema de Alabama. Como muchos recordarán, “En el 2003, Moore, sirviendo su primer término como Jefe de justicia del estado, rechazó una orden del Juez de distrito de USA Myron Thompson de remover un monumento de los 10 Mandamientos del edificio judicial de Alabama. El desafío de Moore llevó a su remoción como Jefe de justicia luego en aquel año.”
Ahora, re-elegido como el Jefe de justicia de la Corte Suprema de Alabama, “Roy Moore [emitió] una orden para que los jueces paren de distribuir licencias [de matrimonio] del mismo sexo antes que la Corte Suprema de Alabama haga una decisión sobre como la decisión del 2015 de la Corte Suprema Federal sobre el matrimonio del mismo sexo [afecta la ley del estado]. En una decisión en marzo, la Corte Suprema de Alabama mantuvo que esta tenía el mismo derecho de interpretar la Constitución de USA como una corte federal distrital. La Corte Suprema de Alabama entonces decretó que las prohibiciones del estado del matrimonio del mismo sexo no violaban los derechos de la igual protección de las parejas gay y lesbianas y al debido proceso. ‘Las leyes tradicionales del matrimonio no discriminan basado en género: Todos los hombres y todas las mujeres tienen igual derecho de entrar en la institución del matrimonio,’ escribieron los jueces. ‘Solo por redefinir el término “matrimonio” para significar algo que no es (y en el proceso asumir una respuesta como parte de la pregunta), puede esta declaración ser cuestionada. Poner las leyes del matrimonio tradicionales negativas no discriminan sobre la base de genero porque todos los hombres y todas las mujeres están igualmente restringidos al matrimonio entre sexos opuestos.’
“Moore no participó en el caso de marzo, aunque la opinión hizo eco de muchos argumentos que él había hecho del tema. El miércoles él dijo que él no comentaría sobre los méritos de la decisión de Obergefell [caso de la Corte Suprema Federal] o el caso API, diciendo que él estaba solo señalando el proceso. ‘(La Corte Suprema de Alabama) decretó antes de Obergefell, y [por tanto la decisión de] Obergefell no fue un precedente a aquella decisión,’ dijo Moore. ‘En esa decisión, expidieron un mandato final, una orden permanente de no expedir licencias de matrimonio contradictorias al Acuerdo de la Santidad del Matrimonio [del estado de Alabama], y el Acta de Protección del Matrimonio. Esta orden aun esta en efecto. Esta aun en efecto de acuerdo a la Corte Suprema de Alabama [la cual] pidió a las partes direccionar el efecto de Obergefell sobre ordenes existentes de la Corte Suprema [de Alabama].’
“La orden de Moore continua al citar casos en Nebraska y Kansas donde jueces parecieron decidir que la decisión de Obergefell solo aplicaba al estado en donde residían los demandantes.
“Los casos anteriores reflejan un principio elemental de jurisdicción federal: un juicio solamente obliga a las partes al caso delante de la corte”, escribió Moore.
“Moore también dijo que ni la Corte Suprema de USA ni la Corte Suprema de Alabama habían decidido la constitucionalidad de la prohibición del matrimonio del mismo sexo en Alabama. El Jefe de justicia no ha declarado directamente si él cree que una decisión de la alta corte de la nación autorizando el matrimonio del mismo sexo estaría obligando al estado” (Brian Lyman, Montgomery Advertiser, 2-9-15 y 1-6-16).
De hecho, lo que el Juez Moore está sacando a luz es el hecho que la Corte Suprema de USA solo puede hacer juicios en cuanto la constitucionalidad de las leyes—pero no pueden legislar ley. Solo el Congreso de USA y de los varios estados pueden legislar ley. La Corte Suprema inconstitucionalmente e ilegalmente legisló el “matrimonio” del mismo sexo como una ley de la tierra (como hicieron con el aborto en 1973). Este es el problema real concerniente a la decisión de Obergefell por la Corte Suprema.
Inmigración masiva a Europa y USA: Por años, hemos visto el problema de inmigración—legal e ilegal—crecer en Europa y USA. Esta ha alcanzado ahora un punto donde el problema está contribuyendo grandemente al decline rápido de nuestras naciones. Pero esto también fue profetizado por Dios: “El extraño viviendo entre ustedes se levantará por encima de ustedes muy alto, y ustedes bajarán muy bajo. Él les prestará, y ustedes no le prestarán. Él será la cabeza, y ustedes serán la cola. Y todas estas maldiciones vendrán sobre ustedes, y los perseguirán y alcanzarán, hasta que sean destruidos porque no obedecieron la voz del SEÑOR su Dios para guardar Sus mandamientos y Sus estatutos los cuales Él les ordenó. Y estarán sobre ustedes por señal y por maravilla, y sobre su semilla para siempre. Porque no sirvieron al SEÑOR su Dios con alegría y con regocijo de corazón por la abundancia de todas las cosas, por tanto servirán a sus enemigos los cuales el SEÑOR enviará contra ustedes en hambre, y en sed, y en desnudez, y en la carencia de todas las cosas. Y pondrá un yugo de hierro sobre sus cuellos hasta que los haya destruido” (Deuteronomio 28:43-48).
Esta es la razón para la invasión de “refugio” musulmana a Europa. Hay dos aspectos de esta invasión: Primero, esto es el castigo de Dios en contra de las tribus del Israel moderno en el área noroccidental de Europa—el Reino Unido, Noruega, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Bélgica, Holanda y Francia (Suiza puede verse algo afectada). Sin duda, esta invasión es a causa del horrendo y desenfrenado pecado del aborto que está teniendo lugar en cada una de estas naciones. ¿Está Dios enviando un inmigrante por cada aborto? Cuando mira los números, ¡hay un paralelo!
Segundo, la presión del refugio es mucho más grande en Alemania, y algo en Austria, aunque ellos no son de las tribus de Israel (más bien, son descendientes modernos de Asiria). Con toda probabilidad esto también es castigo de Dios por el pecado del aborto. Sin embargo, una razón mayor necesita ser considerada. En la noche de año nuevo, Alemania fue golpeada con una ola brutal de crímenes cubriendo muchas de sus ciudades. Pandillas musulmanas cometieron lo que parece ser una serie bien planeada de ataques que incluye vandalismo, robo, violaciones, asesinatos y asaltos. ¿Cómo responderá Alemania? Recuerde, el poder de la “bestia” debe salir de Alemania—esto es, el líder poderoso final, el “pequeño cuerno” de Daniel. ¡Y eso podría bien pasar como un resultado directo de esta invasión de inmigrantes y la violencia que esto ha producido!
Mientras tanto, los franceses están cerrando 160 mezquitas a través de Francia. Las autoridades han descubierto inmensas cantidades de armas y municiones en algunas de esas instalaciones, claramente mostrando que tales lugares de “adoración” están en realidad siendo usadas para organizar ataques terroristas islámicos.
Europa está en tumulto. Es ahora aparente que el influjo actual de “refugiados” es en realidad un esfuerzo bien planeado para infiltrar Europa y ultimadamente forzar la ley sharia en el occidente. En Islam esto es llamado hijrah—“jihad por inmigración.” Históricamente, grupos musulmanes y naciones han usado esta táctica para arrollar otros pueblos. Ahora, el islam tiene a ¡Europa en su vista! No se confunda, los musulmanes planean hacer de Europa ¡“EurArabia”!
La invasión de “refugiados” a Europa solo escalará, llegando a ser incrementalmente peligroso como un choque de civilizaciones. Sin duda el público europeo pronto será arrollado por musulmanes. Podemos incluso oír declaraciones tales como: “Hitler estuvo en lo correcto, pero esta vez ¡son los musulmanes!” Tales sentimientos al parecer florecerán bajo variados slogans. Ultimadamente, habrá una demanda del pueblo alemán para enviar a cada musulmán de regreso. Esto creará un gran tumulto en Alemania, y eventualmente llevará al levantamiento del poder de la bestia final—¡quien llegará como el salvador de Europa!
En verdad, esto podría darle a Alemania una oportunidad de redimirse a sí misma de su pasado Nazi—ya que esta vez estarán salvando a la civilización occidental y a Europa de ¡multitudes musulmanas!
¡Parece como que la profecía está lista para un surgir en el 2016!
Mientras tanto, todos nosotros necesitamos estar en los negocios de nuestro Padre, creciendo en gracia y conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Cada día necesitamos fe y coraje de Dios el Padre de modo que no lleguemos a estar abrumados cuando vemos los eventos proféticos desenvolviéndose. Recuerde, “Si Dios es por nosotros [porque estamos del lado de Dios], ¿quién puede estar contra nosotros?” (Romanos 8:31).
Hermanos, gracias por todo su amor y oraciones. Estamos orando por ustedes cada día, de modo que “amarán al Señor su Dios con todo su corazón, con toda su mente y con toda su fortaleza.” Y amarnos unos a otros como Jesús nos ha amado. Nuevamente, gracias por su fidelidad dando sus diezmos y ofrendas de modo que, juntos, podemos alimentar espiritualmente a los hermanos y predicar el Evangelio al mundo.
Con amor en Cristo Jesús,
Fred R. Coulter
FRC