Restaurando el Cristianismo  Original—¡para hoy!

Iglesia de Dios Cristiana y Bíblica

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Fred R. Coulter

Ministro

Febrero 15, 2012

 

Queridos Hermanos,

 

          Hace casi 2500 años, Dios predijo a través del profeta Daniel de la alta y acelerada tecnología del mundo, en un solo verso. Este es uno que ha conocido y escuchado citado por años concerniente al tiempo del fin: “Pero tú, Oh Daniel, calla las palabras y sella el libro, hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y el conocimiento será incrementado.” (Daniel 12:4).

La frase sencilla “Muchos correrán de aquí para allá, y el conocimiento será incrementado” es una declaración amplia de cómo sería el mundo en el tiempo del fin. El pasaje no coloca límite a este “correr de aquí para allá” e “incremento del conocimiento,” ni conlleva la escala o magnitud de su cumplimiento. Pero hoy esta frase no es difícil de entender. Mientras inspeccionamos el mundo, podemos ver fácilmente que 7 billones de personas están activamente cumpliendo este verso millones, sino billones, de veces cada día. (Esto muestra que Dios nunca cumple mínimamente Sus profecías; Él siempre las cumple al máximo.)

Cuando Daniel quiso saber el significado de las profecías que le habían sido dadas, el ángel le dijo, “Sigue tu camino, Daniel, porque las palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. Muchos serán purificados, y emblanquecidos, y refinados. Pero el malvado hará malvadamente; y ninguno de los malvados entenderá, pero el sabio entenderá.” (versos 9-10).

          ¿Por qué es esto? Dios le dio a Daniel solo la primera mitad de estas profecías intricadas en el siglo sexto aC. Él dio la segunda mitad de estas profecías al apóstol Juan más de 600 años después, en el 96-98 dC, las cuales están registradas en el libro de Apocalipsis. Pero como el libro de Daniel, el libro de Apocalipsis fue escrito en tal manera que este no sería—no podría—ser entendido sino hasta el tiempo de fin. Las “dos mitades” son mutualmente dependientes; se necesita una para entender la otra. Pero, de nuevo, tal entendimiento sería otorgado sólo en el tiempo del fin. Cuando murió Juan y Jesús no volvió, el pueblo de Dios no tenía idea que serían otros 1900 años hasta los eventos profetizados en Daniel y Apocalipsis fueran cumplidos.

Desde antes del diluvio de Noe, el tiempo en el cual estamos viviendo ahora es el único tiempo en la historia que ha experimentado tal rápido incremento en el conocimiento y el transporte. Hay comunicación mundial de audio y video instantáneo; noticias mundiales al instante; sistema digital financiero mundial con comercio entre todas las naciones. Mas aun, hoy es posible por primera vez, tener un sistema de gobierno global para gobernar todas las naciones, como es profetizado en el libro de Apocalipsis.

          Fiel a las promesas dadas a Daniel, en el tiempo final el pueblo de Dios—aquellos que son sabios—entenderán. Dios ha revelado este conocimiento a través de Sus Escrituras a la mas grande Iglesia de Dios dispersa en muchas naciones—porque aman a Dios y guardan Sus mandamientos.

Mientras eventos proféticos continúan ocurriendo, mas y mas personas están llegando a ser conscientes que nuestro mundo esta cambiando dramáticamente. Algunos en realidad están empezando a ver una conexión entre los eventos actuales y la profecía bíblica. El Canal de Historia presentó recientemente una serie analizando los eventos proféticos del libro de Apocalipsis. Estos programas fueron sorprendentemente precisos porque siguieron cercanamente la secuencia escritural. Tales programas podrían bastante bien agitar el interés en Dios y las Escrituras, y podrían inspirar a algunos a descubrir personalmente estas cosas en la Biblia. Ciertamente esperamos eso. Después de todo, billones de Biblias en el mundo hoy, juegan parte vital en predicar el evangelio. Jesús dijo, “Y el Evangelio debe primero ser publicado entre todas las naciones.Y este evangelio del reino será proclamado en todo el mundo para testimonio a todas las naciones; y luego vendrá el fin.” (Marcos 13:10; Mateo 24:14).

Más aun, hay muchos programas “Cristianos” en video, radio e internet acerca de la profecía del tiempo final, con variados grados de verdad y entendimiento. Sin embargo, mientras claman creer en Jesucristo, permanece el hecho de que la mayoría del mundo “Cristiano” no sigue Sus enseñanzas. A pesar de este interés en la profecía del tiempo final, hay poca evidencia que la gente esté genuinamente arrepintiéndose y volviéndose a Dios. ¿Por qué? Ellos son ciegos espiritualmente en varios grados porque se adhieren a tradiciones religiosas de hombres y a los festivos ocultos.

De otro lado, el pueblo verdadero de Dios tiene un entendimiento mas completo porque aman a Dios, Le creen a Dios y fielmente guardan Sus mandamientos—particularmente los mandamientos del Sábado y los Días Santos. Ellos son descritos como aquellos que “guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.Aquí esta la paciencia de los santos; aquí están aquellos que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.” (Apocalipsis 12:17, 14:12).

La Palabra de Dios promete: “El temor del SEÑOR es el comienzo de la sabiduría; un buen entendimiento tienen todos aquellos que hacen Sus mandamientos, Su alabanza permanece para siempre.” (Salmo 111:10). El Rey David oró a Dios, “Dame entendimiento, para que pueda guardar Tu ley y observarla con todo mi corazón.” (Salmo 119:34).

          Jesús confirmó las palabras de las profecías de Daniel cuando dijo, “Te alabo, Oh Padre, Señor del cielo y la tierra, que has escondido estas cosas de los sabios e inteligentes [la elite del mundo], y las has revelado a bebés.” (Mateo 11:25).

En Su ultima Pascua, Jesús reveló como podemos recibir el conocimiento espiritual de como vivir y como entender las cosas por venir. Primero, Él dio esta condición: “SI Me aman, guarden los mandamientos—a saber, Mis mandamientos.” (Juan 14:15). Las palabras de Cristo concuerdan con el Salmo 111:10. Aquí está la clave fundamental: Aquellos que verdaderamente aman y obedecen a Dios entienden que Él es el único Quien revela el significado de Sus profecías. Él lo hace así a través de Su Palabra, Su amor por nosotros, y nuestro amor de regreso hacia Él—y a través de Su Santo Espíritu, exactamente como Jesús lo prometió: “Y Yo pediré al Padre, y Él les dará otro Consolador, para que eso pueda estar con ustedes a través de los siglos: El Espíritu de la verdad, el cual el mundo no puede recibir porque no lo percibe, ni lo conoce; pero ustedes lo conocen porque vive con ustedes, y estará dentro de ustedes.Aquel que tiene Mis mandamientos, y los está guardando, ese es quien Me ama; y quien Me ama será amado por Mi Padre, y Yo lo amaré, y Me manifestaré Yo mismo a él.Pero cuando el Consolador haya venido, el cual les enviaré del Padre, el Espíritu de la verdad, el cual procede del Padre, ese dará testimonio de Mí.Sin embargo, cuando ese haya venido, el Espíritu de la verdad, los guiará a toda verdad porque no hablará de si mismo, sino cualquier cosa que oiga, hablará. Y les revelará las cosas por venir.” (Juan 14:16-17, 21; 15:26; 16:13).

          Así es como Dios nos da entendimiento de Su Palabra y de Sus profecías—el cual el mundo no puede recibir. Todo viene de Dios el Padre, a través de Jesucristo. Mientras estamos hambrientos y sedientos de verdad y justicia, Él nos imparte más y más de Su amor—y, entendimiento. Mientras estudiamos, debemos ser cuidadosos de “dividir correctamente la Palabra de Verdad” (II Timoteo 2:15). Si somos descuidados con la Palabra de Dios, podemos llegar a ser ciegos y la verdad llega a ser confusa. Esto le pasa a la gente que profesa una creencia en Jesús, pero no creen lo que Él enseñó. Así, no Le obedecen.

Cuando Jesús estaba enseñando en el templo, muchos judíos creían brevemente en Él. Sin embargo, creer simplemente en Jesús no hace a alguien automáticamente Su discípulo—ni significa que sea convertido o que haya recibido el regalo de salvación, como muchos asumen. En vez, la obediencia es evidencia de la creencia verdadera. “Por tanto, Jesús le dijo a los judíos que habían creído en Él, “Si continúan en Mi Palabra, son verdaderamente Mis discípulos. Y conocerán la verdad, y la verdad los liberará.” Ellos le respondieron, “Somos semilla de Abraham, y nunca hemos estado en servidumbre de nadie. ¿Que quieres decir con, ‘Llegarán a ser libres’?” Jesús les respondió, “Verdaderamente, verdaderamente les digo, todo el que practica pecado es siervo del pecado.” (Juan 8:31-34). Porque creían y practicaban pecado, eran esclavos de Satanás el diablo. “Aquel que practica pecado es del diablo porque el diablo ha estado pecando desde el principio.… [y] el mundo entero se encuentra en poder del maligno.” (I Juan 3:8, 5:19).

          Esta confrontación particular en el templo se intensificó, con Jesús retando a los judíos: “¿Por qué no entienden mi discurso? Porque no pueden soportar oír Mis palabras. Ustedes son de su padre el diablo, y la lujuria de su padre desean practicar. Él fue un asesino desde el principio, y no se ha estado en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla una mentira, está hablando de sí mismo; porque es un mentiroso, y el padre de ellas.

Y porque Yo hablo la verdad, ustedes no Me creen [aunque profesaban creer en Él]. ¿Quien de ustedes puede acusarme de pecado? Pero si hablo la verdad, ¿Porque no Me creen? Aquel que es de Dios oye las palabras de Dios. Por esta razón no oyen, porque no son de Dios.”” (Juan 8:43-47).

Palabras poderosas de Jesús, en verdad. Pero ¿no eran estos judíos religiosos? ¿No estaban en el templo de Dios en Jerusalén donde Él había puesto Su nombre? Seguramente Dios reconocería eso, ¿cierto? ¡Absolutamente no! Jesús claramente les dijo a esos hipócritas piadosos que ellos eran de su padre el diablo—no de Dios, aunque profesaban una creencia en Él.

          Estas Escrituras dejan muy claro que: No importa quien es usted o en donde está, cualquiera que sea un siervo de pecado—practicando pecado, viviendo en pecado—nunca entenderá la Palabra de Dios o creerá verdaderamente en Jesucristo. ¿Por qué? Porque están cegados por Satanás el diablo, el autor de pecado, justo como escribe el apóstol Pablo: “Pero si nuestro evangelio es escondido, es escondido para aquellos que están pereciendo [no tienen salvación como creen]; en quienes el dios de este mundo ha cegado las mentes de aquellos que no creen…” (II Corintios 4:3-4). Como Dios dijo a Daniel, “Ninguno de los malvados entenderá.”

          Sin importar cuan inteligentes o sabios del mundo puedan ser algunos, nunca entenderán la Palabra de Dios o las profecías de la Biblia porque continúan viviendo una vida de pecado—la cual en la superficie les parece buena y recta (Proverbios 14:12; 16:25). ¿Por qué es esto? Porque han rechazado la Palabra de Dios y la revelación de Él mismo a través de Su creación. Pablo escribe: “Ciertamente, la ira de Dios es revelada desde el cielo sobre toda impiedad e injusticia de los hombres que suprimen la verdad en injusticia; porque eso que puede ser conocido de Dios es manifiesto entre ellos, porque Dios se los ha manifestado; porque las cosas invisibles de Él son percibidas desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que fueron hechas—Su eterno poder y Divinidad—de modo que no tienen excusa; porque cuando conocieron a Dios, no Lo glorificaron como Dios, ni fueron agradecidos; sino que se hicieron vanos en sus propios razonamientos, y sus tontos corazones fueron oscurecidos. Mientras profesaban a si mismos ser los sabios [la elite intelectual del mundo], se hicieron tontos [los ateos del mundo, Salmos 14 y 53]. Y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en la semejanza de una imagen de hombre corruptible, y de aves, y criaturas de cuatro patas, y cosas rastreras.” (Romanos 1:18-23).

          ¡Esto es automático! Cuando la gente rechaza a Dios, sus corazones y mentes son oscurecidos; llegan a ser tan engañados que creen en realidad que son sabios, como dioses. Sí, el corazón humano es engañoso y desesperadamente malo por encima de todas las cosas (Jeremías 17:9).

          La misma ceguera u oscuridad espiritual llega sobre las personas cuando escuchan la Palabra de Dios pero no creen—rechazando obedecer. Esta es una ley viva—automáticamente traen ceguera espiritual sobre sí mismos. Por eso es que Jesús habló a las multitudes en parábolas: “Y Sus discípulos vinieron a Él y preguntaron, “¿Por qué les hablas en parábolas?” Y Él respondió y les dijo, “Porque ha sido dado a ustedes el saber los misterios del reino de los cielos, pero esto no ha sido dado a ellos. Porque quienquiera que tenga entendimiento, a él más será dado, y tendrá abundancia; pero quienquiera que no tenga entendimiento, incluso lo que tiene le será quitado.

Por esta razón les hablo a ellos en parábolas, porque viendo, ellos no ven; y oyendo, ellos no oyen; ni entienden. Y en ellos es cumplida la profecía de Isaías, la cual dice, ‘Oyendo ustedes oirán y en ninguna forma entenderán y viendo verán, y en ninguna forma percibirán; porque el corazón de esta gente se ha engordado, y sus oídos son sordos para oír, y sus ojos han cerrado; no sea que ellos vean con sus ojos, y oigan con sus oídos, y entiendan con sus corazones, y sean convertidos, y Yo los sane.’

Pero benditos son sus ojos, porque ven; y sus oídos, porque oyen. Porque verdaderamente les digo, muchos profetas y hombres justos han deseado ver lo que ustedes ven, y no han visto; y oír lo que ustedes oyen, y no han oído.” (Mateo 13:10-17).

¡Piense acerca de cuan bendecidos somos hoy! Los profetas del antiguo ni siquiera tuvieron todos los libros del Antiguo Testamento disponibles para su uso. Los apóstoles de Jesús solo tuvieron el Antiguo Testamento completo cuando comenzaron sus ministerios—aun tenían que escribir lo que llegaría a ser el Nuevo Testamento. Pero nosotros somos bendecidos de tener toda la Biblia—Antiguo y Nuevo Testamentos. Vivimos en el tiempo del fin. Y fiel a la promesa de Dios a Daniel, ¡Él nos ha dado gran entendimiento!

 

Esto significa que somos responsables:

·                                              Debemos amar a Dios el Padre y continuar amándolo.

·                                              Debemos amar a Jesucristo y continuar amándolo.

·                                              Debemos creer y continuar creyendo.

·                                              Debemos permanecer en la gracia de Dios y continuar allí.

·                                              Debemos caminar en fe y continuar caminando

·                                              Debemos creer en esperanza y continuar en esperanza.

·                                              Debemos vivir en el amor de Dios y continuar viviendo en el.

·                                              Debemos pedir y continuar pidiendo.

·                                              Debemos buscar y continuar buscando.

·                                              Debemos golpear y continuar golpeando.

·                                              Debemos trabajar y continuar trabajando.

·                                              Debemos vigilar y continuar vigilando.

·                                              Debemos predicar el Evangelio y continuar predicándolo.

·                                              Debemos alimentar el Rebaño de Dios y continuar alimentándolo.

          Note como Jesús instruyó a Sus discípulos en estas mismas cosas. A través de Su Palabra Él nos amonesta, promete y advierte para que no lleguemos a ser flojos y tibios. Siempre debemos estar vigilando y listos;

Pero busquen el Reino de Dios, y todas estas cosas les serán añadidas. No tengan miedo, rebaño pequeño, porque su Padre se deleita en darles el reino.Sus lomos estén ceñidos y sus lámparas ardiendo, y ustedes mismos sean como hombres quienes están esperando por su señor, cuando sea que él regresare de la fiesta de bodas; para que cuando él llegue y golpee, ellos puedan abrirle inmediatamente. Benditos son aquellos siervos a quien el señor, cuando venga, encontrare vigilando. Verdaderamente Les digo, él se ceñirá, y les hará sentarse, y vendrá y les servirá. Y si viene en la segunda vigilia, o viene en la tercera vigilia, y los encuentra vigilando, benditos son aquellos siervos.

Pero sepan esto, que si el maestro de la causa hubiera sabido en que hora el ladrón vendría, el habría vigilado, y no habría permitido su casa ser forzada. Ahora ustedes, por tanto, estén listos; porque el Hijo de hombre esta viniendo en una hora que ustedes no piensan.”

Entonces Pedro Le dijo, “Señor, ¿estás hablando esta parábola para nosotros solamente, o también para todos?” Y el Señor dijo, “¿Quién entonces es el mayordomo sabio y fiel, a quien el señor pondrá a cargo de su casa, para dar a cada uno la porción de comida en la temporada? Bendito es aquel siervo a quien el señor, cuando venga, encontrare haciendo así. De verdad, les digo, él lo colocará sobre todas sus posesiones.

Pero si aquel siervo dijera en su corazón, ‘Mi señor demora su venida,’ y comenzare a golpear a los siervos y siervas, y a ser glotón y llegar a ser borracho, el señor de aquel siervo vendrá en un día que él no espera, y en una hora que él no sabe, y lo cortará en pedazos, y nombrará su porción con los incrédulos. Y aquel siervo quien sabía la voluntad de su señor, pero no se preparó, ni hizo acorde a su voluntad, será golpeado con muchos azotes; pero el que no sabía, e hizo cosas merecedoras de azotes, será golpeado con pocos. Porque a quien quiera que mucho ha sido dado, de él mucho será requerido; y a quien mucho ha sido encomendado, de él demandarán lo más.” (Lucas 12:31-32, 35-48).

          Pablo era implacable al predicar el Evangelio y servir a los hermanos. Él continuamente los animaba en sus persecuciones y luchas—incluso cuando enfrenta sus propias pruebas severas. Él siempre les señalaba el Reino de Dios. Necesitamos constantemente tener la misma actitud: “Si por cualquier medio puedo alcanzar hasta la resurrección de los muertos; no como si lo hubiera ya recibido, o si ya hubiera sido perfeccionado; sino estoy luchando, para poder también agarrarme de eso por lo cual también fui agarrado por Cristo Jesús. Hermanos, no me cuento a mí mismo como habiéndolo alcanzado; pero esta única cosa hago—olvidando las cosas que están atrás, y extendiéndome a las cosas que están adelante, yo presiono hacia la meta por el premio del alto llamado de Dios en Cristo Jesús. Así entonces, tantos como sean perfectos sean de esta mente. Y si en cualquier cosa ustedes son de otra mentalidad, Dios les revelará incluso esto.” (Filipenses 3:11-15).

          En Apocalipsis 3, Jesús nos anima continuamente a amarlo y siempre ser fieles sin importar las circunstancias. Sabemos que somos débiles y pocos en numero, pero Dios es poderoso. Dado que Él está por nosotros, ¡nada puede estar contra nosotros! Aquí esta Su mensaje personal a la iglesia de Filadelfia: “Conozco sus obras. He aquí, Yo he puesto delante de ustedes una puerta abierta, y nadie tiene el poder de cerrarla porque ustedes tienen poca fuerza, y han guardado Mi palabra, y no han negado Mi nombre. He aquí, Yo haré de aquellos de la sinagoga de Satanás, quienes se proclaman así mismos ser judíos y no lo son, sino que mienten—he aquí, Yo los haré venir y adorar delante de sus pies, y les haré saber que Yo los he amado.

Porque han guardado la palabra de Mi paciencia, Yo también los guardaré de la hora de tentación la cual esta a punto de venir sobre el mundo entero para probar a aquellos que viven en la tierra. He aquí, Yo vengo rápidamente; retengan eso que tienen para que nadie pueda quitarles su corona. Aquel que venza lo haré un pilar en el templo de Mi Dios, y él no saldrá más; y escribiré sobre él el nombre de Mi Dios, y el nombre de la ciudad de Mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual descenderá del cielo de Mi Dios; y escribiré sobre él Mi nuevo nombre. Aquel que tenga oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.” (Apocalipsis 3:8-13).

Si vivimos nuestras vidas en este manera, escucharemos, en la resurrección, a Jesús decirnos, “¡Bien hecho, buen siervo y fiel! Porque fuiste fiel sobre unas cuantas cosas, yo te pondré sobre muchas cosas. Entra en la alegría de tu señor.Vengan, ustedes que son benditos de Mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo.” (Mateo 25:21, 34).

Los tiempos señalados de Jesús el Mesías: Mientras tomó un poco mas de lo anticipado, finalmente hemos terminado el nuevo libro, Los tiempos señalados de Jesús el Mesías. Notará que algunos materiales concernientes al nacimiento, muerte y resurrección de Jesús ya han sido publicados previamente en nuestros otros libros, pero hemos actualizado la información para esta nueva publicación.

Este libro es único en que es la única publicación existente que empareja precisamente todos los “tiempos señalados” del Mesías con la profecía de la semana 70 de Daniel 9. Por ejemplo, un capitulo prueba bíblicamente e históricamente—hasta el día preciso—cuando Jesús comenzó Su ministerio. Dos capítulos traen nuevo material sobre la crucifixión de Jesús, y dos capítulos detallan los “tiempos señalados” de Su regreso para establecer el Reino de Dios y el nuevo cielo y tierra. Estos son todos aspectos de la profecía de las 70 semanas que nunca han sido entendidas correctamente.

Para cuando reciban esta carta, Thomson-Shore Printers en Dexter, Michigan, estará imprimiendo el libro. Como hemos hecho con nuestros otros libros, usted recibirá una copia directamente a través de Unit Packaging, una compañía de envíos en Ann Arbor, Michigan.

Tarjetas promocionales de Iglesia en Casa: Dada la sorprendente demanda, estamos totalmente agotados de tarjetas promocionales de Iglesia en Casa. Hemos ordenado otras 45,000 tarjetas—20,000 para USA y 5,000 para cada una de nuestras oficinas internacionales—con un costo total de $600. Deberíamos recibirlas en Hollister prontamente después que reciba esta carta. Las tarjetas pueden probar ser una de las mejores formas de promocionar Iglesia en Casa, como los hermanos alrededor de todo el mundo han estado entusiasmadamente dándolas a las personas, colocándolas en áreas comunitarias, dejándolas en espacios públicos, etc. Podemos enviarle tantas como pueda usar—entonces cuando se le acaben, por favor ordene mas.

Hermanos, su amor y fidelidad a Dios el Padre y Jesucristo es evidente en sus comunicaciones—cartas, correos electrónicos y llamadas. Oramos cada día para que las bendiciones de Dios sean sobre ustedes en toda área de su vida—que Él los ayude, sustente y guíe con Su Santo Espíritu. Sin importar las circunstancias, recuerde que “…todas las cosas trabajan juntas para el bien de aquellos que aman a Dios, para aquellos que son llamados de acuerdo a Su propósito.” (Romanos 8:28). Lo apreciamos y le agradecemos por su constante apoyo a través de sus diezmos y ofrendas. Gracias por su continuar alcanzando a los hermanos que están preocupados por las cosas que están teniendo lugar en las Iglesias que atienden. Finalmente, recuerde siempre permanecer en gracia, caminar en fe, creer en esperanza y vivir en amor.

 

Con amor en Cristo Jesús,

 

 

 

Fred R. Coulter

FRC