Restaurando el Cristianismo original—¡para hoy!
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Julio 17, 2013
Queridos hermanos,
Con todo lo que está pasando hoy en el mundo, deberíamos mantener en mente esta gran verdad espiritual: La máxima causa de todos los problemas humanos es que la humanidad como un conjunto ha dejado el camino de Dios de amor y verdad para ir en su propio camino bajo la influencia y engaño de Satanás el diablo. Los problemas de este mundo nunca pueden ser resueltos por esfuerzos humanos—no por política, economía, tecnología o “religión”—porque son de naturaleza espiritual. Juan escribe que “el mundo entero se encuentra en poder del maligno” (I Juan 5:19). Solo Jesucristo puede destruir la garra de hierro de Satanás sobre la humanidad—lo cual Él hará a Su regreso: “Y [Cristo] destruirá… la cara de la cubierta la cual cubre a toda la gente y el velo que está tejido sobre todas las naciones” (Isaías 25:7).
Durante el tiempo del profeta Jeremías, Dios llamó arrepentimiento y volver a Él al pueblo de Israel. ““Si se vuelven, Oh Israel,” dice el SEÑOR, “Regresen a Mí. Y si apartan sus abominaciones fuera de Mi vista, entonces no serán removidos, y juraré, ‘Como el SEÑOR vive,’ en verdad, en juicio, y en justicia; entonces las naciones se bendecirán a sí mismas en Él, y en Él se glorificarán.”” (Jeremías 4:1-2).
Dios repetidamente habló a Israel y Judá por Sus profetas, implorándoles arrepentirse y volver a Él. Pero rechazaron porque no podían ver que sus problemas eran espirituales—enraizados en abandonar a Dios. Es lo mismo hoy en día. La gente quiere bendiciones de Dios, quieren que las cosas les salgan bien—mientras continúan viviendo en sus pecados.
Pero Dios no puede, no bendecirá a la gente—o naciones—¡bajo tales circunstancias!
Dios advirtió a Israel, justo como Él nos advierte hoy: “Ay de ellos, porque ¡han huido de Mí! Destrucción hacia ellos—porque han pecado contra Mí. Aunque los He redimido, sin embargo han hablado mentiras contra Mí. Y no Me han suplicado con sus corazones, cuando daban alaridos sobre sus camas; se reúnen por grano y vino, y se rebelan contra Mí. Aunque He atado y fortalecido sus brazos, aun piensan mal contra Mí. Se vuelven pero no al Altísimo” (Oseas 7:13-16).
Como aquellos de la Jerusalén antigua, clamamos que somos el pueblo de Dios, esperando Sus bendiciones. Sin embargo corremos al mal, multiplicamos el pecado y exaltamos la perversión. Dios les advirtió, y Él nos advierte: “Como una fuente mantiene frescas sus aguas, así ella mantiene fresca su maldad; violencia y despojo es escuchado en ella; continuamente ante Mí hay dolor y heridas. Oh Jerusalén, toma la advertencia, no sea que Mi alma se aparte de ti; no sea que te haga desolada, una tierra sin pueblo.” Así dice el SEÑOR de ejércitos, “Ellos completamente espigarán al remanente de Israel como una vid; pasa nuevamente tu mano como un recogedor de uva sobre las ramas.” “¿A quienes hablaré, y daré advertencia, para que puedan oír? He aquí, sus oídos no son circuncidados, y no pueden oír. He aquí, la Palabra del SEÑOR es para ellos un reproche, no tienen deleite en ella” (Jeremías 6:7-10).
A pesar de los problemas que enfrenta la humanidad, hoy en día la mayoría no escuchará. No obstante, somos mandados por Dios para advertirles: “Grita duro, no te refrenes, levanta tu voz como cuerno de carnero y muéstrale a Mi pueblo su transgresión, y a la casa de Jacob sus pecados.” (Isaías 58:1). Todo esto es parte de predicar el Evangelio al mundo. Debemos advertir a la gente de sus pecados e instruirlos para buscar a Dios mientras Él puede ser encontrado—mientras aun hay tiempo para arrepentirse. Aquí está el mensaje que debemos predicar, sea que escuchen y se arrepientan o no: “Busquen al SEÑOR mientras pueda ser encontrado; invóquenlo mientras esta cerca. El impío abandone su camino, y el hombre injusto sus pensamientos; y vuelva al SEÑOR, y Él tendrá misericordia de él; y a nuestro Dios, porque Él perdonará abundantemente. “Porque Mis pensamientos no son sus pensamientos, ni sus caminos Mis caminos,” dice el SEÑOR. “Porque como los cielos son mas altos que la tierra, así son Mis caminos mas altos que sus caminos, y Mis pensamientos que sus pensamientos. Porque como la lluvia cae, y la nieve de los cielos, y no regresa allá, sino riega la tierra, y la hace dar a luz y brotar, y da semilla al sembrador y pan al que come; así será Mi Palabra, la cual sale de Mi boca; no regresará a Mi vacía, sino que logrará lo que quiero, y ciertamente hará lo que Yo la envié a hacer” (Isaías 55:6-11).
Mientras la mayoría no escuchará, hay algunos que prestan atención a la advertencia y vuelven a Dios.
Justo antes que Él ascendiera al cielo, Jesús dio a Sus discípulos este mandamiento: “Vayan a todo el mundo y prediquen el evangelio a la creación entera. Aquel que crea y sea bautizado será salvo, pero aquel que no crea será condenado” (Marcos 16:15-16).
Mateo da este registro, mostrando que el pueblo de Dios debe continuar predicando el Evangelio hasta el fin de la era: “Y Jesús vino y les habló, diciendo, ‘Toda autoridad en el cielo y sobre la tierra Me ha sido dada. Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones, bautizándolos dentro del nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles a observar todas las cosas que les he mandado. Y he aquí, Yo estoy con ustedes siempre, incluso hasta la terminación de los siglos” (Mateo 28:18-20)
Lucas aun mas define la predicación del Evangelio al mundo: “Y les dijo, “Estas son las palabras que les hablé cuando estaba aun con ustedes, que todas las cosas que fueron escritas concerniente a Mí en la Ley de Moisés y en los Profetas y en los Salmos deben ser cumplidas.” Entonces les abrió sus mentes para entender las Escrituras, Y les dijo, “De acuerdo a como esta escrito, era necesario para el Cristo sufrir, y resucitar de los muertos al tercer día. Y en Su nombre, arrepentimiento y remisión de pecados deberían ser predicados a todas las naciones, comenzando en Jerusalén.… Pero ustedes mismos recibirán poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre ustedes, y serán Mis testigos, en Jerusalén y en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”” (Lucas 24:44-47; Hechos 1:8).
El mandato de Jesús de predicar el Evangelio es también para la Iglesia de Dios hoy en día. Aunque vivimos en los tiempos finales, no sabemos cuanto tiempo queda hasta el regreso de Cristo. Podemos tener muchos años mas, porque hay numerosas profecías que aun tienen que ser cumplidas. Sin importar, todas las iglesias de Dios—donde sea que estén ubicadas, en la nación que sea—deben continuar predicando el Evangelio como una advertencia al mundo. Jesús dijo, “Y este evangelio del reino será proclamado en todo el mundo para testimonio a todas las naciones; y luego vendrá el fin” (Mateo 24:14). Marcos escribe, “Y el Evangelio debe primero ser publicado entre todas las naciones” (Marcos 13:10). La Iglesia debe también alimentar el rebaño—prepararlo para el regreso de Cristo y el Reino de Dios.
Hoy en día, con el avance de la tecnología, Dios ha hecho posible predicar el Evangelio a todo el mundo a través de una variedad de canales. Para comenzar, hay 6.8 billones de Biblias en el mundo, cubriendo todo idioma mayor; luego hay una infinidad de libros y folletos que, a un grado u otro, enseñan el Evangelio. Súmele a eso todos los medios digitales para la predicación del Evangelio—audio, video, Biblias, libros, folletos digitales. Dios ha llenado literalmente este mundo con Su Palabra—sin embargo la humanidad continua en pecado y maldad.
Además de la radio y televisión convencional, el medio más efectivo de predicar el Evangelio hoy en día es a través del internet. Porque este puede alcanzar potencialmente todo lugar en el mundo 24/7, todas las organizaciones iglesia de Dios lo usan. Mas aun, casi que todo el cristianismo moderno usa el internet para predicar y enseñar su versión de “Cristianismo.” La situación de hoy en día es algo comparable con las circunstancias que Pablo escribió cuando estaba en prisión en Roma: “Hermanos, quiero que sepan que las cosas ocurriéndome han resultado hacia el avance del evangelio; de modo que mis cadenas en Cristo han llegado a ser manifiestas en todo el palacio, y a todos los otros; y la mayoría de los hermanos, confiando en el Señor, han sido inspirados por mis cadenas para hablar la Palabra más abundantemente sin temor.
“En verdad, algunos están proclamando a Cristo de envidia y contienda, pero algunos con buenas intenciones. Por un lado, aquellos que están predicando de un espíritu contencioso, y no puramente, están pensando agregar dolor a mis cadenas. Pero por otro lado, aquellos que están predicando de amor saben que soy colocado para la defensa del evangelio. ¿Qué diré entonces? No obstante, en toda manera, sea en pretexto o en verdad, Cristo está siendo proclamado: y me regocijo en esto, sí, y también continuaré el regocijar” (Filipenses 1:12-18).
Hoy, con todas las Biblias y herramientas de estudio disponibles—combinado con la vastedad de recursos en el internet—cualquiera buscando la verdad de Dios puede encontrarla. Probar la verdad, como lo hicieron los Bereanos, es ahora mucho mas fácil: “...recibieron la Palabra con toda disposición de mente y examinaron las Escrituras diariamente para ver si estas cosas eran así” (Hechos 17:11).
Además de Biblias, libros, folletos y artículos, CBCG tiene cuatro sitios web de mayor actividad: 1) cbcg.org. Con tópicos cubriendo casi todo aspecto de la Biblia, este sitio contiene casi 1500 sermones y estudios Bíblicos, incluyendo muchos series de estudios profundos. 2) churchathome.org. Este sitio de video en línea inició hace 2 años y medio y contiene mas de 325 videos de media hora diseñados para la gente nueva que busca la verdad. 3) IglesiaDeDiosCristianayBiblica.org el cual es el sitio web en español de CBCG. 4) cbcgvideo.org. El cual tiene casi 500 videos de sermones con uno nuevo colocado cada semana.
Nuestras oficinas en el exterior tienen ahora su propio sitio web—Canadá, Australia, Nueva Zelanda, el Reino Unido y, pronto, Sur África.
Nuestra lista de envíos en Hollister ha crecido a 3,200. Las oficinas en el exterior tienen sus propias listas de correos. Canadá y Australia tienen cada una aproximadamente 200 en sus listas de correos, y el combinado total de todas las 5 oficinas de de aproximadamente 550.
Todas estas compones las herramientas digitales y convencionales que usamos para predicar el Evangelio al mundo y para alimentar el rebaño de Dios.
Actualmente estamos desarrollando un sitio web que ofrecerá La Santa Biblia en su orden original para ser descargada en archivos de texto y audio. En este momento, voy por mitad de la grabación del Nuevo Testamento y espero tener este proyecto listo para edición para la Fiesta de Tabernáculos. Una vez editado, cada libro será colocado en internet. El año pasado grabé Salmos, Proverbios y Job. Les enviaremos estos en el envío del próximo mes.
En este envío estamos enviando un sermón especial en DVD llamado: Dios, Creación y Arena. Estará impresionado de ver cuan hermoso es incluso un diminuto grano de arena cuando es ampliado ¡250 veces! En verdad, esto revela ¡cuan grande y cuan impresionante es nuestro Dios! Recuerde la promesa de Dios a Abraham después que él había ofrecido a su hijo, Isaac, como sacrificio: “Y el ángel del SEÑOR llamó a Abraham desde el cielo la segunda vez, y dijo, “ ‘Por Mí mismo he jurado,’ dice el SEÑOR, ‘porque has hecho esta cosa, y no has retenido a tu hijo, tu único hijo; que en bendición Yo te bendeciré, y en multiplicación Yo multiplicaré tu simiente como las estrellas de los cielos, y como la arena la cual esta sobre la orilla del mar” (Génesis 22:15-17). Mantenga esto en mente mientras ve este DVD—¡disfrútelo!
Nuevamente, hermanos, les agradecemos por su amor y oraciones. Mi esposa, Dolores, esta casi de vuelta a la normalidad. Gracias por sus oraciones por ella. Nosotros oramos diariamente por ustedes—por su crecimiento espiritual en amor y fe, y por su salud física y sanidad. Agradecemos su apoyo continuo a traes de sus diezmos y ofrendas. Como ve, Dios nos ha bendecido en verdad de modo que en conjunto estamos predicando el Evangelio al mundo y alimentando el rebaño—todo a través del poder del Espíritu Santo de Dios.
Con amor en Cristo Jesús,
Fred R. Coulter
FRC