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Junio 13, 2013
Queridos hermanos,
El envío de este mes incluye el folleto, Esto es guerra espiritual. Escribí primero este folleto en 1993 cuando la Iglesia de Dios más grande de ese tiempo fue subvertida desde adentro por falsos ministros introduciendo falsas doctrinas. Ellos comenzaron con “nuevas enseñanzas” sobre la naturaleza de Dios—las cuales, en realidad, eran una versión astutamente disfrazada de la doctrina católica de la trinidad. El ataque continuó al cambiar la observancia anual de la Pascua por un servicio de comunión semanal. Finalmente, abandonaron el Sábado y los días santos en favor de la observancia del domingo y los festivos mundanos. Ahora, 20 años después, esa organización corporativa no existe más. A través de todo esto, Dios separó aquellos quienes fueron fieles a la verdad al permitirles reagruparse en diversas organizaciones Iglesia de Dios. No obstante, hoy en día, debemos ser mas vigilantes porque el “dios de este mundo,” Satanás el diablo, nunca cesa en su intento de socavar la fe de los ministros y hermanos de Dios el Padre y Jesucristo.
La información en este folleto nos ayudará a pararnos por la verdad—mientras aun estamos en guerra espiritual. Necesitamos tener cuidado de los mecanismos que emplea Satanás en sus intentos de subvertir nuestra fe. Como dijo Jesús: “Estén alerta no sea que cualquiera los engañe. Porque muchos vendrán en Mi nombre, diciendo, ‘Yo soy el Cristo’; y engañarán a muchos” (Marcos 13:5-6).
Si estamos amando a Dios el Padre y Jesucristo, podemos permanecer fieles y vencer a Satanás y sus tácticas astutas. El apóstol Pedro escribe: “Sean humildes por tanto bajo la mano poderosa de Dios para que Él pueda exaltarlos en el debido tiempo; echando todas sus preocupaciones sobre Él, porque Él cuida de ustedes.
“¡Sean sobrios! ¡Sean vigilantes! Porque su adversario el diablo está merodeando como un león rugiente, buscando a cualquiera que pueda devorar. A quien resisten, firmes en la fe, sabiendo que las mismas aflicciones están siendo cumplidas entre sus hermanos que están en el mundo. Ahora pueda el Dios de toda gracia, Quien nos ha llamado a Su gloria eterna en Cristo Jesús, después de que hayan sufrido un poco, Él mismo perfeccionarlos, establecerlos, fortalecerlos, y asentarlos” (I Pedro 5:6-10).
En un tiempo que tuvo muchos paralelos a hoy en día—engañadores subvirtiendo las iglesias y el colapso de la sociedad por medio del pecado, la corrupción y la guerra—el apóstol Juan advirtió a los hermanos sobre engañadores que estaban tratando de subvertir su fe. “Gracia, misericordia, y paz estará con nosotros de Dios el Padre, y del Señor Jesucristo, el Hijo del Padre, en verdad y amor. Me alegro sobremanera de que he encontrado entre sus hijos aquellos que están caminando en verdad, exactamente como recibimos mandamiento del Padre. Y ahora le ruego, señora, no como si le estuviera escribiendo un nuevo mandamiento, sino eso que hemos observado desde el principio, que nos amemos unos a otros. Y este es el amor de Dios: que caminemos de acuerdo a Sus mandamientos. Este es el mandamiento, exactamente como lo escuchó desde el principio, para que pudiera caminar en el. Porque muchos engañadores han entrado en el mundo—aquellos que no confiesan que Jesucristo ha venido en la carne. Este es el espíritu del engañador y el anticristo. Cuídense a sí mismos para que no podamos perder las cosas que hemos logrado, sino que podamos recibir una recompensa completa” (II Juan 3-8).
Jesús da esta promesa a aquellos que venzan: “Pero retengan lo que tienen hasta que venga. Y a aquel que venza, y guarde Mis obras hasta el fin, Yo le daré autoridad sobre las naciones; y él las pastoreará con vara de hierro, como las vasijas de cerámica son rotas en pedazos; como Yo también he recibido de Mi Padre” (Apocalipsis 2:25-27).
¿Dónde estamos hoy en día? Lo que ocurre en la Iglesia de Dios, a menudo tiene lugar en el mundo. En verdad, es exactamente como dijo Jesús que sería en el tiempo del fin: falsos profetas, guerras, convulsiones, revoluciones, opresión por gobiernos. Examinemos una profecía clave que será cumplida desde ahora y hasta el regreso de Jesús—el engaño global.
Las profecías concernientes a los tiempos del fin están siendo cumplidas paso a paso. Y para las que todavía permanecen, el fundamento de su cumplimiento ha sido echado. En verdad, las condiciones del mundo—en religión, gobierno y economía—están empeorando y empeorando. Muy pocos están luchando contra la ola poderosa de engaño, corrupción y escándalos. Y, a tiempo, perderán la batalla—porque la poderosa elite de este mundo, quienes sirven a Satanás el diablo, son capaces de frustrar y derrotar sus esfuerzos.
Mientras hay muchos que comprenden que Satanás es la fuente de todo mal, hay muy pocos para realmente hacer retroceder la ola de mal que está llegando sobre el mundo. Como es profetizado concerniente a estos últimos días (Apocalipsis 13), el mundo está incrementadamente llegando bajo el poder de Satanás—sumergido por pecado y opresión. Cuando la mayoría de la gente rechaza a Dios y Su Palabra, terminarán ultimadamente adorando a Satanás (Apocalipsis 13; II Tesalonicenses. 2:1-12). Por lo tanto, Satanás está realmente engañando al mundo entero (Apocalipsis 12:9). Él retiene un poderoso agarre sobre toda la humanidad—con la excepción de los elegidos, quienes pertenecen a Dios el Padre y Jesucristo (I Juan 5:19).
Durante la tentación de Satanás a Jesús, el diablo Le ofreció poder y gobierno sobre todos los reinos del mundo: “Entonces el diablo lo llevó a una montaña alta y le mostró todos los reinos del mundo en un momento de tiempo. Y el diablo le dijo, “Te daré toda esta autoridad, y la gloria de todos ellos; porque me ha sido dada a mi, y yo la doy a quien desee. Por tanto, si Tú me adoras en mi presencia, todas las cosas serán tuyas.” Pero Jesús respondió y le dijo, “Ponte detrás de Mi, Satanás; porque esta escrito, ‘Adorarás al Señor tu Dios, y a Él solamente servirás.’ ”” (Lucas 4:5-8).
En primer lugar, ¿cómo fue dada toda esta autoridad y poder a Satanás? Esto comenzó con Adán y Eva cuando comieron del “Árbol del conocimiento del bien y del mal.” Satanás los llevó a creer que por comer de ese árbol serían como Dios—capaces de decidir por sí mismos lo que es bueno y malo. En verdad, cuando rechazaron las instrucciones de Dios se transfirieron a sí mismos de estar bajo la autoridad de Dios a estar bajo la autoridad de Satanás el diablo.
Desde aquel tiempo hasta ahora—con la excepción de aquellos a quienes Dios está llamando directamente—toda la humanidad ha sido dejada para desarrollar sus propias religiones, gobiernos y sistemas económicos. Así, mientras las naciones e imperios pueden levantarse a un gran poder, ultimadamente todos ellos caerán porque han rechazado al verdadero Dios e inconscientemente siguieron a Satanás.
De la Palabra de Dios sabemos que Satanás, en el tiempo del fin, llegará a ser tan poderoso que solo el regreso de Cristo traerá un fin a su gobierno engañoso. Cuando Jesús regrese, Él removerá primero esta ceguera espiritual: “Y destruirá en esta montaña la cara de la cubierta la cual cubre a toda la gente y el velo que está tejido sobre todas las naciones” (Isaías 25:7).
Hoy en día, podemos ver que todo el mundo está siendo seducido y traído bajo el poder de Satanás mientras teje su vasta decepción, el cual, como un velo o cobertura, ciega a la humanidad para su sistema. El resultado es que la mayoría de la gente hoy en día están dejando a un lado la Palabra de Dios por los placeres del pecado: “Pero hombres malvados e impostores llegarán a ser peor y peor, engañando a otros y siendo engañados ellos mismos” (II Timoteo 3:13). Así, el pecado y la trasgresión en contra de Dios está multiplicándose, y la ilegalidad abunda mientras todos hacen lo que es correcto en sus propios ojos. El pecado es aceptado como normal. La perversión es abrazada como un comportamiento ilustre. Consecuentemente, las sociedades están hundiéndose más y mas hondo en el vértice del mal y la maldad, mientras son descarriados por Satanás y sus demonios. Pablo escribe: “Ahora el Espíritu nos dice explícitamente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, y seguirán espíritus engañadores y doctrinas de demonios; hablando mentiras en hipocresía, sus conciencias habiendo sido cauterizadas con un hierro caliente” (I Timoteo 4:1-2).
La Biblia repetidamente profetiza la caída de naciones porque ellas sabiéndolo rechazan a Dios y Su Palabra. Mientras continúan endureciendo sus corazones y se deleitan en su rebelión voluntaria—abandonando completamente a Dios—Él los abandona a revolcarse en sus pecados. Dado que Dios no será burlado, esta es una medida necesaria que Él toma con la esperanza de que se arrepientan. Si no se arrepienten, el juicio justo de Dios es ejecutado totalmente sobre ellos.
Aunque se ha repetido muchas veces en la historia, lo que Pablo fue inspirado a escribir en Romanos capitulo 1 está en plena fuerza hoy en día—mundialmente. “Ciertamente, la ira de Dios es revelada desde el cielo sobre toda impiedad e injusticia de los hombres que suprimen la verdad en injusticia; porque eso que puede ser conocido de Dios es manifiesto entre ellos, porque Dios se los ha manifestado; porque las cosas invisibles de Él son percibidas desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que fueron hechas—Su eterno poder y Divinidad—de modo que no tienen excusa;
“Porque cuando conocieron a Dios, no Lo glorificaron como Dios, ni fueron agradecidos; sino que se hicieron vanos en sus propios razonamientos, y sus tontos corazones fueron oscurecidos. Mientras profesaban a sí mismos ser los sabios, se hicieron tontos. Y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en la semejanza de una imagen de hombre corruptible, y de aves, y criaturas de cuatro patas, y cosas rastreras.
“Por esta causa, Dios también los abandonó a la inmundicia a través de la lujuria de sus corazones, para deshonrar sus propios cuerpos entre ellos mismos, quienes intercambiaron la verdad de Dios por la mentira; y adoraron y sirvieron a las cosas creadas más que Aquel que es el Creador, Quien es bendito por los siglos. Amen.
“Por esta causa, Dios los abandonó a pasiones vergonzosas; porque incluso sus mujeres cambiaron el uso natural del sexo a eso que es contrario a la naturaleza; y en la misma manera también los hombres, habiendo dejado el uso natural del sexo con la mujer, fueron encendidos en sus pasiones lujuriosas el uno al otro—hombres con hombres cometiendo actos obscenos sin vergüenza, y recibiendo de regreso dentro de si mismos un castigo apropiado por su error.
“Y en la proporción exacta como ellos no consintieron tener a Dios en su conocimiento, Dios los abandonó a una mente reprobada, para practicar aquellas cosas que son inmorales; siendo llenos con toda injusticia, inmoralidad sexual, maldad, codicia, malicia; llenos de envidia, asesinatos, guerras, engaños, malas disposiciones; chismosos, calumniadores, odiadores de Dios, insolentes, orgullosos, altivos, inventores de cosas malas; desobedientes a los padres, nulos de entendimiento, rompedores del pacto, sin afecto natural, implacables e inmisericordes; quienes, sabiendo el juicio justo de Dios, que aquellos que cometen tales cosas son dignos de muerte, no solamente practican estas cosas ellos mismos, sino que también aprueban a aquellos que las cometen” (Romanos 1:18-32).
Cuando el anticristo de Apocalipsis 13 entre en escena, el engaño será completo. Así, el escenario será colocado para el inicio de la Gran Tribulación—cuando a la bestia le es dado poder total y autoridad sobre todo el mundo. Este será el final imperio global satánico. Después que la herida mortal de la bestia es sanada, él será adorado como Dios: “Y vi una de sus cabezas como si estuviera herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y la tierra entera estuvo asombrada y siguió a la bestia. Y adoraron al dragón, quien dio su autoridad a la bestia. Y adoraron a la bestia, diciendo, “¿Quién es como la bestia? ¿Quién tiene el poder de hacer guerra contra él?”
“Y una boca hablando grandes cosas y blasfemias le fue dada; y autoridad le fue dada para continuar por cuarenta y dos meses. Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar Su nombre, y Su tabernáculo, y a aquellos que viven en el cielo. Y le fue dado poder para hacer guerra contra los santos, y vencerlos; y le fue dada autoridad sobre toda tribu e idioma y nación. Y todos los que viven sobre la tierra lo adorarán, cuyos nombres no han sido escritos en el libro de vida del Cordero muerto desde la fundación del mundo. Si alguno tiene oído, oiga” (Apocalipsis 13:3-9).
Hoy en día, el mundo está lleno de caos y confusión, guerras y desastres, plagas y peligros financieros—todo lo cual está poniendo el camino para este final sistema de la bestia. Cuando llegue, el mundo será abrumado por gran engaño. En ese tiempo, el poder de Satanás habrá alcanzado su pico. Pablo advierte a los cristianos de no ser engañados por la bestia que viene y su sistema satánico mundial: “Ahora les suplicamos, hermanos, concerniente a la venida de nuestro Señor Jesucristo y nuestra reunión con Él, que no sean prontamente sacudidas sus mentes, ni estén angustiados—ni por espíritu, ni por palabra, ni por epístola, como si fuera nuestra, diciendo que el día de Cristo esta presente.
“No permitan que ninguno los engañe por ningún medio porque ese día no vendrá a menos que la apostasía [el completo rechazo del mundo a Dios el Padre y Jesucristo] venga primero, y el hombre de pecado sea revelado—el hijo de perdición, aquel que se opone y exalta a sí mismo sobre todo lo que es llamado Dios, o que es objeto de adoración; que entra al templo de Dios y se sienta como Dios, proclamando que él mismo es Dios.
“¿No recuerdan que cuando aun estaba con ustedes, les dije estas cosas? Y ahora entienden qué lo esta reteniendo para ser revelado en su propio tiempo establecido. Porque el misterio de ilegalidad está ya trabajando; solamente que hay uno Quien lo esta restringiendo al tiempo presente hasta que surja de en medio. Y entonces el ilegal será revelado (a quien el Señor consumirá con el aliento de Su boca, y destruirá con el brillo de Su venida); aquel cuya venida esta de acuerdo al trabajo interno de Satanás, con todo poder y señales y maravillas mentirosas, Y con todo engaño de injusticia en aquellos que están pereciendo porque no recibieron el amor de la verdad, para que pudieran ser salvos” (II Tesalonicenses 2:1-10).
Note que cuando la gente rechaza la verdad de Dios y llega a ser atrapada en pecado—adorando en realidad este anticristo poseído por Satanás—Dios responde en especie. “Y por esta razón, Dios enviará sobre ellos un engaño poderoso que les hará creer la mentira, para que puedan ser juzgados todos los que no creyeron la verdad, sino se complacieron en la injusticia” (versos 11-12).
La alentadora carta de Pablo a los Tesalonicenses es también para nosotros hoy en día, de modo que podamos así mismo permanecer fieles—a pesar de lo que está teniendo lugar en el mundo: “Entonces estamos obligados a dar gracias a Dios siempre concerniente a ustedes, hermanos, quienes son amados por el Señor, porque Dios desde el comienzo los ha llamado hacia salvación a través de la santificación del Espíritu y creencia de la verdad hacia la cual Él los llamó por nuestro evangelio para la obtención de la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así entonces, hermanos, manténganse firmes, y aférrense a las ordenanzas [las verdaderas enseñanzas de Jesucristo] que les fueron enseñadas, sea por palabra o por nuestra epístola. Entonces pueda nuestro Señor Jesucristo mismo, y Dios—incluso nuestro Padre, Quien nos amó y nos dio ánimo eterno y buena esperanza a través de la gracia—animar sus corazones y establecerlos en cada buena palabra y obra” (versos 13-17).
Siempre recordemos, dado que el Señor está por nosotros, nada puede pararse contra nosotros. El Rey David escribió: “El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿A quien temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿De quien estaré asustado? Cuando el malo, mis enemigos y mis perseguidores, vinieron sobre mí para comer mi carne, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejercito acampe contra mi, mi corazón no estará asustado; aunque guerra se levante contra mi, aun entonces estaré confiado. Una cosa he deseado del SEÑOR, que buscaré: que pueda vivir en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para observar la belleza del SEÑOR y para preguntar en Su templo, porque en el tiempo del problema Él me esconderá en Su pabellón, en el lugar secreto de Su tabernáculo Él me esconderá; Él me pondrá sobre una roca” (Salmo 27:1-5).
Hermanos, cada día necesitamos acercarnos a Dios en oración sentida y estudio para que podamos continuar creciendo en gracia y conocimiento y siempre estar venciendo. Continuamente le damos gracias a Dios el Padre y Jesucristo por Su bondad y misericordia. Les agradecemos su firme amor y fidelidad a Dios y uno al otro. Agradecemos sus oraciones por nosotros y por todos los hermanos—y por su fidelidad en diezmos y ofrendas. Oramos que Dios continúe bendiciéndolos y guardándolos en todo. Continuamos orando por ustedes, por su salud, su sanidad y que el amor y gracia de Dios estén sobre ustedes en toda circunstancia.
Con amor en Cristo Jesús,
Fred R. Coulter
FRC
P.S.: Mi esposa, Dolores, se está recuperando de su ataque de neumonía. Ella agradece enormemente sus oraciones y les da gracias por sus tarjetas, bondad y atenciones.