Restaurando el cristianismo original—¡para hoy!

Iglesia de Dios Cristiana y Biblica

P.O. Box 1442

Hollister, California 95024-1442

(831) 637-1875

theoriginalbiblerestored.org

afaithfulversion.org

churchathome.org

cbcg.org

idcb.org

Fred R. Coulter

Ministro

 

Marzo 16, 2016

 

          Acabamos de completar un nuevo folleto acerca del Calendario Hebreo Calculado (CHC), el Calendario Sagrado de Dios—¿Cuál es el verdadero Calendario de Dios? Este es un folleto fácil de entender que balancea acertadamente la profundidad del material que tenemos. Si le gustaría tener una copia, por favor contáctenos. El folleto es también descargable desde cbcg.org.

          Además del CHC, este folleto direcciona el así llamado calendario del “Sábado lunar,” mostrando como está completamente mal. Este esquema de calendario ideado por los hombres pierde de uno a tres días cada mes, porque aquellos días nunca son contados. Rechaza completamente el conteo perpetuo semanal de siete días de Dios y el verdadero Sábado del séptimo día.

          Dios ha creado todas las cosas—los cielos y la tierra, las plantas y los animales, y ¡la familia humana! Él creó el tiempo y ha diseñado el CHC de modo que cada día es contado. Así, todo tiempo señalado o día santo obra en armonía con el ciclo perpetuo de siete días. ¡Este ciclo semanal nunca ha cambiado desde la fundación de la tierra!

          El mana dado a Israel demuestra que Dios nunca ha cambiado el ciclo semanal. Por los cuarenta años que los hijos de Israel vagaron en el lugar desolado del Sinaí, Dios llovió mana del cielo como comida—este era en realidad comida de ángeles (Salmo 78:25). Debían recogerlo por los primeros seis días de la semana, pero Dios nunca envió mana alguno en el séptimo día, el Sábado. No debían intentar reunir mana en el Sábado, porque el Sábado es un día santo desde la creación. Note las instrucciones de Dios dadas por Moisés concerniente al mana y al día Sábado. “Y Moisés dijo, “Cómanlo hoy, porque hoy es un Sábado al SEÑOR. Hoy no lo encontrarán en el campo. Seis días lo reunirán, pero en el séptimo día, el Sábado, en el no habrá nada.”

          “Y sucedió que alguna de la gente salió en el séptimo día para reunir, pero no encontró nada. Y el SEÑOR dijo a Moisés, “¿Cuánto tiempo más rechazan guardar Mis mandamientos y Mis leyes? Miren, porque el SEÑOR les ha dado el Sábado, por tanto Él les da el pan de dos días en el sexto día. Cada uno permanezca en su lugar. Nadie salga de su lugar en el séptimo día.” Entonces el pueblo descansó en el séptimo día. Y la casa de Israel llamó el nombre de eso Maná. Y era como semilla de cilantro, blanco. Y el sabor de eso era como oblea con miel.Y los hijos de Israel comieron maná cuarenta años hasta que llegaron a una tierra habitable. Comieron maná hasta que entraron a las fronteras de la tierra de Canaán.” (Éxodo 16: 25-31, 35).

          De este registro podemos concluir que por cuarenta años Dios envió mana para Israel seis días a la semana, con una porción doble en el sexto día para ser usada en el Sábado. Pero Dios nunca envió mana en el Sábado del séptimo día. Esto significa que cada día era contado; ningún día era dejado por fuera, como lo hace el calendario del “Sábado lunar.” Si incluso un solo día no es contado, el ciclo perpetuo de siete días establecido por Dios es completamente interrumpido. Así, el calendario del “Sábado lunar” en realidad cambia el verdadero Sábado semanal, haciéndolo caer en cualquier día de la semana. El resultado es que el “Sábado” cambia a días diferentes de la semana ¡cada mes! Esto tal vez es peor que guardar el domingo—lo cual es absolutamente malo, pero por lo menos mantiene el ciclo semanal.

          El pacto perpetuo del Sábado santo: Dios en realidad estableció un pacto perpetuo del Sábado, el cual muestra que el ciclo de siete días no puede ser cambiado. Recuerde, ¡ningún hombre tiene la autoridad alguna ley de Dios! Lo que Dios ordenó, solo Él puede cambiarlo. Y cuando Él hace cambia una ley, esa ley siempre es elevada de la letra al estándar más alto del espíritu de la ley (Romanos 7:6). Eso es lo que Dios hizo con las leyes de sacrificios y las leyes del sacerdocio. En vez de sacrificios animales en un templo terrenal, tenemos la sangre de Jesús derramada como nuestro sacrificio espiritual por el perdón de nuestros pecados (Hebreos 10). Más aun, Dios levantó a Jesús de los muertos para ser nuestro eterno Sumo Sacerdote espiritual en el templo celestial, a la mano derecha de Dios el Padre, para hacer intercesión por nosotros (Hebreos 7).

          Concerniente a la Ley de Dios, vemos que Jesús cumplió esta profecía de Isaías: “El SEÑOR está bien complacido por amor a Su justicia; Él magnificará la Ley y la hará gloriosa” (Isaías 42:21). Temprano en Su ministerio, Jesús comenzó enseñando el significado de obedecer las leyes y mandamientos de Dios en el “espíritu de la ley” (Mateo 5). Él enseñó que el odio llegaba a ser asesinato en el corazón, y que la lujuria sexual llegaba a ser adulterio en el corazón (versos 21-22, 27-28). Así, las leyes y mandamientos de Dios han sido elevados a un nivel espiritual más alto de obediencia, más que tan solo la letra de la ley bajo el Antiguo Pacto. La Ley es ahora aplicable no solo a nuestras acciones, sino también a ¡nuestros pensamientos! Así es como Jesús magnificó, cumplió e hizo la Ley de Dios ¡completa! En verdad, lejos de abolir la Ley y los Profetas—como los protestantes le harían creer—Jesús hizo las leyes y mandamientos de Dios mucho más obligantes, porque Él las elevó a un nivel más alto espiritual

          Esto también aplica al Sábado semanal, los días santos anuales, y las Fiestas de Dios. De hecho, es a través de guardar el Sábado y los días santos que Dios revela ¡Su plan para la humanidad! Así, los mandamientos de Dios para el Sábado llegan a ser aún más importantes—en vez de ser disminuidos o eliminados como clama el cristianismo ortodoxo. Sin embargo, este conocimiento vital solo puede ser entendido mientras amamos a Dios el Padre y a Jesucristo en obediencia humilde al guardar continuamente el Sábado semanal y los días santos anuales. ¡Solo entonces podemos crecer en gracia y conocimiento!

          Considerando todo lo que acabamos de ver, es absolutamente claro que Dios nunca ha cambiado el Sábado semanal o Sus tiempos señalados de los días santos anuales. De hecho, el Sábado de Dios y los días santos están en realidad atados por un pacto especial—ser guardados perpetuamente. Así, ¡NUNCA PUEDEN SER ABOLIDOS! Note la orden de Dios a Moisés: “Y el SEÑOR habló a Moisés diciendo, “Habla también a los hijos de Israel, diciendo, ‘Verdaderamente ustedes guardarán Mis Sábados [no son de los judíos, le pertenecen a Dios], porque esto [el guardar los Sábados de Dios] es una señal entre ustedes y Yo a través de sus generaciones para que sepan que Yo soy el SEÑOR Quien los santifica” (Éxodo 31:12-13).

          La frase “Mis Sábadosincluye todos los días santos anuales, porque todos los días santos de Dios son también Sábados; por lo tanto, todas las fiestas de Dios están incluidas. Más aun, la observancia de los Sábados de Dios es una señal entre Dios y Su pueblo que Él es Quien nos santifica. ¡Estas son palabras poderosas! Si no guardamos los Sábados de Dios, ¡no somos santificados por Dios! Más aun, aquellos que guardan cualquier otro día están pecando contra Dios—ya que “pecado es la transgresión de la ley” (I Juan 3:4, RV) y “pecado es ilegalidad” (VF). Esto incluye domingo y los festivos de este mundo. (Si no tiene nuestro libro Festivos ocultos o Días Santos de Dios—¿cuáles?, necesita pedirlo. Este libro es un estudio profundo—utilizando ambos el Antiguo y Nuevo Testamentos e investigación histórica—de los orígenes satánicos de la observancia del domingo y de los festivos populares de este mundo. El libro también examina las enseñanzas de la Escritura sobre el Sábado y los días santos de Dios.)

          Continuando en Éxodo 31, Dios da mayores instrucciones concernientes al Sábado del séptimo día: “Guardarán el Sábado por tanto, porque es santo para ustedes. Todo aquel que lo profane ciertamente será condenado a muerte [“la paga del pecado es muerte”—Romanos 6:23], porque quien quiera que haga algún trabajo en este día, aquella alma será cortada de entre su pueblo. Seis días puede el trabajo ser hecho, pero en el séptimo día es el Sábado de descanso, santo para el SEÑOR. Quien quiera que haga algún trabajo en el día Sábado, ciertamente será condenado a muerte. Por tanto los hijos de Israel guardarán el Sábado, para observar el Sábado a través de sus generaciones como un pacto perpetuo. Esta es una señal entre los hijos de Israel y Yo para siempre [también aplica al pueblo de Dios hoy en día, porque somos “Israel espiritual”]; porque en seis días el SEÑOR hizo los cielos y la tierra y en el séptimo día descansó, y fue refrescado.’ ”” (versos 14-17).

          Perpetuo significa ¡que nunca termina! El Sábado no cesó porque Jesús vino, como clama el cristianismo ortodoxo. El Nuevo Testamento claramente muestra que Jesús y Sus apóstoles, incluyendo Pablo, enseñaron y guardaron el Sábado del séptimo día y los días santos anuales de Dios. Jesús claramente enseñó a los apóstoles de la Ley, los Profetas y los Salmos: “Y les dijo, “Estas son las palabras que les hablé cuando estaba aun con ustedes, que todas las cosas que fueron escritas concerniente a Mí en la Ley de Moisés y en los Profetas y en los Salmos deben ser cumplidas.” Entonces les abrió sus mentes para entender las Escrituras” (Lucas 24:44-45).

          Contrario a las enseñanzas del cristianismo corriente, Jesús no enseñó que Él vino a “acabar con” la Ley o los Profetas. La verdad es, al comienzo de Su ministerio Él dejó absolutamente claro que eso nunca pasaría: “No piensen que he venido a abolir la Ley o los Profetas; no vine a abolir, sino a cumplir. Porque verdaderamente les digo, hasta que el cielo y la tierra pasen, una jota o una tilde en ninguna forma pasará de la Ley hasta que todo haya sido cumplido. Por tanto, cualquiera que rompa uno de estos mandamientos menores, y enseñe a los hombres así, será llamado menor en el reino del cielo; pero cualquiera que los practique y enseñe, éste será llamado grande en el reino del cielo” (Mateo 5:17-19).

          El significado en el griego es aún más profundo y enfático porque estas palabras son enfatizadas con dos partículas negativas poderosas. La primera es me, la cual es la negación de desear o pensar. Como tal, niega una idea y conlleva el siguiente significado: “ni siquiera deje que ese pensamiento entre en su mente”—y es traducido “No piensen.” El segundo es ouk (algunas veces escrito ou) y es la negación de, una proposición o hecho, lo cual significa que nunca habrá la realidad de tal evento. Aquí esta traducido “No vine a abolir” (verso 17)—i.e., ese evento ¡nunca tendrá lugar!

          Después de declarar los cielos y la tierra como testigos perpetuos de la veracidad de Sus palabras, lo cual han hecho desde la creación, Jesús dijo “una jota o una tilde en ninguna forma pasará.” Aquí Jesús usa ambas partículas negativas juntas, lo cual es la doble negación ou me, traducida “en ninguna forma.” Cuando son usadas juntas para énfasis expresan el significado de “la imposibilidad absoluta de que pase alguna vez”—incluso en ¡las eras de la eternidad!

          Los 27 libros del Nuevo Testamento, combinados con el Antiguo Testamento, completan la Palabra de Dios (Colosenses 1:25). Por tanto, los cristianos verdaderos estarán guardando el Sábado semanal de Dios y los días santos anuales—de acuerdo con el calendario sagrado de Dios.

          En la creación, Dios estableció Sus tiempos señalados en el cuarto día de la semana (Gen. 1:14-19). Le pertenecen a Él, y Él los estableció para que Su pueblo los guarde—Antiguo y Nuevo Testamento: “Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo, “Habla a los hijos de Israel y diles, ‘Con respecto a las fiestas designadas del SEÑOR, las cuales proclamarán ser santas convocaciones, incluso estas son Mis fiestas designadas. Seis días el trabajo será hecho, pero el séptimo día es el Sábado de descanso, una santa convocación. No harán ningún trabajo. Es un Sábado para el SEÑOR en todas sus viviendas.” (Levítico 23:1-3).

          Note que Dios declara el Sábado semanal del séptimo día como Su primer tiempo señalado. Él declara que estas son las “fiestas designadas del Señor.” Le pertenecen. Él las creó y Le pertenecen. Esto significa que ningún hombre tiene el poder o autoridad para cambiarlas o proclamar que han sido abolidas. Clamar eso es una inmensa ¡mentira satánica!

          Los hombres roban los tiempos señalados de Dios al rechazarlos y hacer sus propios placeres y negocios en Sus días santos. Así mismo, roban de Dios cuando sustituyen el verdadero Sábado por domingo y remplazan los días santos y fiestas anuales de Dios por sus festivos.

          Continuando en Levítico 23, Dios entonces reveló Sus fiestas anuales señaladas: “Estas son las fiestas designadas del SEÑOR, santas convocaciones las cuales proclamarán en sus temporadas designadas (verso 4). A través del resto de Levítico 23, Dios da detalles sobre los varios días santos designados, incluyendo sus nombres y cuando deben ser observados. (Vea el resumen de los días santos anuales al final de esta carta.)

          Estas fiestas y días santos anuales son la estructura que perfila el plan de Dios de salvación para la humanidad. Comenzando con la Pascua, cada fiesta y día santo revela aspectos variados del plan de Dios. Pablo escribe, “Incluso el misterio que ha estado escondido desde siglos y desde generaciones, pero que ha sido revelado ahora a Sus santos” (Colosenses 1:26). (Si no tiene nuestro libro El Plan de Dios para la humanidad revelado por Su Sábado y Días Santos, puede solicitarlo y se lo enviaremos sin costo alguno.) El significado verdadero de estos tiempos designados de Dios es ¡absolutamente fantástico! Es solo a través de la observancia de estos días santos que somos capaces de entender el plan de Dios para la humanidad. Sin embargo este entendimiento permanece oculto del mundo—¡porque no reconocen ni guardan los días santos designados por Dios!

 

La importancia primaria de la Pascua

 

          Pascua del Antiguo Testamento: En el Antiguo Testamento, los origines reales de la Pascua comenzaron con el pacto de Dios con Abraham. Más de 400 años después, cuando Dios estaba listo para sacar a los hijos de Israel de su esclavitud en Egipto, Él utilizó la noche de la Pascua—el día 14 del primer mes, de acuerdo al CHC—para traer Su última plaga en contra del primogénito egipcio, de hombre y bestia. Pero Él “pasó encima” de las casas de los hijos de Israel, librando sus primogénitos, de hombre y bestia. Así, este día de fiesta es llamada la “Pascua.” En la noche siguiente, el 15, después que los israelitas se habían reunido en Ramesés, Dios comenzó su éxodo fuera de Egipto, hacia Monte Sinaí, donde Él les dio los Diez Mandamientos y otras leyes.

          Dios ordenó a los hijos de Israel observar la Pascua como una fiesta especial para conmemorar que Él libró al primogénito. (Dado que es fuera del alcance de esta carta explicar plenamente los detalles de la Pascua, puede solicitar nuestro libro La Pascua Cristiana. Es un estudio exhaustivo de la Pascua en el Antiguo y Nuevo Testamentos—en contra de las tradiciones y mitos de los judíos. Es un libro esencial para el crecimiento Cristiano. Se lo enviaremos sin costo alguno.)

          Pascua del Nuevo Testamento: Desde los días de Cristo y los apóstoles, la salvación para el cristiano verdadero comienza con la Pascua. Es  esencial entender que no puede haber salvación sin Jesucristo, el verdadero Cordero de Pascua de Dios.

          El apóstol Pedro revela que el perdón de pecados y redención solo pueden venir a través de la sangre derramada de Cristo. Él escribe: “Sabiendo que no fueron redimidos por cosas corruptibles, por plata u oro, de su frívola forma de vivir, heredada por tradición de sus antepasados; sino por la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin defecto y sin mancha; Quien verdaderamente fue conocido de antemano antes de la fundación del mundo, pero fue manifestado en estos últimos tiempos por amor a ustedes; incluso por ustedes quienes a través de Él creen en Dios, Quien lo levantó de los muertos y le dio gloria, para que su fe y esperanza pudieran estar en Dios.” (I Pedro 1:18-21).

          El apóstol Pablo claramente declara que “Cristo nuestra Pascua fue sacrificado por nosotros” (I Corintios 5:7). ¿Por qué él escribió que Jesús fue sacrificado “por nosotros”? ¿Quiénes son los “nosotros”? Son quienes han respondido el llamado de Dios y se han arrepentido de sus pecados—y les han sido perdonados sus pecados a través de la sangre derramada de Jesús. Además, han sido bautizados por inmersión total en agua y han recibido el Espíritu Santo. Esto es lo que Dios requiere para que una persona entre en una relación de Nuevo Pacto con Dios el Padre y Jesús (Hechos 2:38; Romanos 6:1-7; 8:9-16).

          En las ceremonias falsificadas de los católicos “el sacrificio de la misa” o los protestantes “la cena del Señor,” cualquiera quien entre puede participar. Pero no es así con la Pascua. Aquellos que no están en esta relación de Nuevo Pacto no pueden participar de la verdadera ceremonia de la Pascua Cristiana. (Esto está plenamente explicado en nuestro folleto Bautismo de agua y nuestro libro El día que Jesús el Cristo murió. Escriba por su copia gratuita.)

          Jesús instituyó la Pascua del Nuevo Pacto: Jesucristo es nuestra Pascua. Él es llamado nuestra Pascua porque Él fue crucificado en el día de la Pascua. Este día fue el 14 del primer mes del CHC, el cual fue Abril 5, 30 dC. En el calendario romano, el día de Pascua cae en marzo o abril. Dios cuenta cada día de ocaso a ocaso. Por tanto, en la noche de Abril 4, después del ocaso, el cual comenzó el día de la Pascua—la noche del día 14 del primer mes, mientras estaba oscureciendo—Jesús se reunió con Sus apóstoles para observar la Pascua. Esta fue la noche en que Jesús instituyó la ceremonia de la Pascua del Nuevo Pacto.

          Hay tres partes para observar la verdadera Pascua del Nuevo Pacto.

          Primera parte—El lavado de pies: Al inicio de la última Pascua de Jesús, Él lavó los pies de los apóstoles. Cuando Él había terminado y sentado nuevamente, les dijo, “¿Saben lo que les he hecho? Ustedes me llaman el Maestro y el Señor, y dicen correctamente, porque lo Soy. Por tanto, si Yo, el Señor y el Maestro, he lavado sus pies, ustedes también están obligados a lavarse los pies los unos a los otros; porque les he dado un ejemplo, para mostrarles que también deberían hacer exactamente como Yo les he hecho.

          “Verdaderamente, verdaderamente les digo, un siervo no es más grande que su señor, ni un mensajero más grande que el que lo envió. Si saben estas cosas, benditos son si las hacen” (Juan 13:12-17).

          Segunda parte—Comer del pan sin levadura: Para la Ceremonia de la Pascua, Jesús declaró que el pan sin levadura roto era símbolo de Su cuerpo roto, el cual iba a ser roto por flagelación y crucifixión. “Y tomó pan; y después de dar gracias, lo rompió y lo dio a ellos, diciendo, “Este es Mi cuerpo, el cual es dado por ustedes. Esto háganlo en memoria de Mí”” (Lucas 22:19).

          Pablo también instruyó a los cristianos gentiles en Corinto en como observar la Pascua. Él escribe: “Porque yo recibí del Señor lo que también entregué a ustedes, que el Señor Jesús en la noche en la cual fue traicionado tomó pan; Y después de dar gracias, lo rompió y dijo: “Tomen, coman; este es Mi cuerpo, el cual está siendo roto por ustedes. Esto háganlo en memoria de Mí”” (I Corintios 11:23-24).

          Tercera parte—Beber del vino: Después que habían terminado de comer el pan roto, Jesús les dio vino, el cual era símbolo de Su sangre que Él derramaría cuando fuera flagelado y crucificado. “Y tomó la copa; y después de dar gracias, la dio a ellos, diciendo, “Todos ustedes beban de ella; porque esto es Mi sangre, la sangre del Nuevo Pacto, la cual es derramada por muchos para la remisión de pecados” (Mateo 26:27-28).

          Pablo también da estas mismas instrucciones a los corintios: “En la misma manera, también tomó la copa después que había cenado, diciendo, “Esta es la copa del nuevo pacto en Mi sangre. Esto háganlo, tan a menudo como la beban, en memoria de Mí.” Porque tan a menudo como coman este pan y beban esta copa, solemnemente proclaman la muerte del Señor hasta que Él venga” (I Corintios 11:25-26). La frase “tan a menudo” ha causado cierta confusión, pero en realidad significa una vez al año en la Pascua, hasta que Jesús regrese.

          Jesús hizo absolutamente obligatorio que los verdaderos cristianos deban guardar la Pascua Cristiana del Nuevo Pacto. Si alguien en una verdadera relación de pacto con Dios el Padre y Jesucristo no guarda la Pascua—con el pan, símbolo de Su carne, y participa del vino, símbolo de Su sangre derramada—aquella persona no tiene vida eterna: “Yo soy el pan de vida. Sus padres comieron maná en el desierto, pero murieron. Este es el pan el cual desciende del cielo para que cualquiera pueda comer de el y no morir.

          “Yo soy el pan vivo, el cual bajó del cielo, si cualquiera come de este pan, vivirá por siempre; y el pan que daré es incluso Mi carne, la cual daré por la vida del mundo.” Por esto, los judíos estaban discutiendo uno al otro, diciendo, “¿Cómo es Él capaz de darnos Su carne para comer?”

          “Por tanto, Jesús les dijo, “Verdaderamente, verdaderamente les digo, a menos que coman la carne del Hijo de hombre, y beban Su sangre, no tienen vida en sí mismos. Aquel que come Mi carne y bebe Mi sangre tiene vida eterna, y Yo lo levantaré en el último día.

          Porque Mi carne es verdadera comida, y Mi sangre es verdadera bebida. Aquel que come Mi carne y bebe Mi sangre está viviendo en , y Yo en él. Como el Padre vivo Me ha enviado, y Yo vivo por el Padre; así también aquel que Me come vivirá por Mí (Juan 6:48-57).

          En sus instrucciones sobre guardar la Pascua, Pablo nos amonesta a examinarnos nosotros mismos delante de Dios (I Corintios 11:26-32). Mientras todos tenemos pecados de los que nos arrepentimos a través del año, no debemos estar viviendo en pecado o practicando pecado. Si este es el caso, necesitamos arrepentirnos de tales actitudes o condiciones y acercarnos a Dios en oración y arrepentimiento. Más aun, necesitamos entender que todo merito viene de Dios el Padre y Jesucristo por el poder del Espíritu Santo.

          Abajo hay un breve resumen de las fiestas asignadas y días santos de Dios, así como las fechas para este año. La Pascua este año, debe ser observada comenzando tarde en la noche del jueves, abril 21.

          Hermanos, los amamos y continuamos orando por ustedes diariamente que Dios los bendiga, los sane, los inspire y les de fortaleza para enfrentar sus pruebas. Oramos que amen a Dios el Padre y a Jesucristo con todo su corazón, mente, espíritu y ser. Gracias por su amor, oraciones y apoyo fiel con sus diezmos y ofrendas. Que Dios continúe bendiciéndolos a ustedes y los suyos en todo.

 

Con amor en Cristo Jesús,

 

 

 

Fred R. Coulter

FRC

 

 

Fiestas anuales y Días Santos de Dios

         

          Las Escrituras enseñan que hay siete fiestas anuales y días santos los cuales son ordenados por Dios para ser observados como convocaciones especiales ordenadas. Estas fiestas y días santos representan el plan de salvación de Dios para la humanidad. La observancia de estas santas convocaciones es una señal entre Dios y Su pueblo. Las fiestas anuales y días santos de Dios fueron observadas por Su pueblo durante los tiempos del Antiguo Testamento. En el Nuevo Testamento, encontramos que todo el ministerio de Jesucristo estuvo centrado alrededor del significado espiritual de estos días santos. La iglesia apostólica del Nuevo Testamento fielmente observó estas fiestas anuales y días santos. Las Escrituras revelan que serán observadas por toda la humanidad después del regreso de Jesucristo.

          Como los días santos son Sábados anuales, pueden caer en cualquier día de la semana (excepto Pentecostés, el cual siempre cae un domingo). Cuando un día santo cae en un Sábado semanal, la observancia especial del día santo anual tiene precedencia. Las fiestas y días santos de Dios deben ser observadas de ocaso a ocaso de acuerdo con el Calendario Hebreo Calculado como fue preservado por los judíos levíticos. Las siete fiestas anuales y días santos de Dios son:

 

Lista de todos los días santos y Fiestas de Dios ordenadas

 

Fiesta/Día Santo

Fecha de observación ordenado por la Escritura

Plan para la Humanidad: Antiguo Testamento (AT) y Nuevo Testamento (NT)

1) Pascua

Día 14 del primer mes

(Nisan, también llamado Abib)

* No es un día santo

* Observado la noche anterior

AT: Promesas de Dios y pacto con Abraham. Dios libró al primogénito de Israel y juzgó los dioses de Egipto. NT: El amor de Dios revelado. Jesucristo, el único Hijo engendrado de Dios el Padre, murió por los pecados del mundo. Remisión de pecados a través de Su sangre—Su muerte por la nuestra. El Nuevo Pacto a través del cuerpo y sangre de Jesús—vida eterna.

2) Panes sin Levadura (7 días)

15 al 21del primer mes (el 15 y 21 son días santos)

AT: Dios ratificó Su pacto con Abraham. Dios sacó a los hijos de Israel de Egipto hacia la tierra prometida. NT: Cristianos están sin levadura en Cristo, vencen el pecado por el poder del Espíritu Santo y caminan en novedad de vida—guardando los mandamiento de Dios. Son la semilla espiritual de Abraham.

3) Pentecostés

Contado anualmente

* 50 días son contados, comenzando con el primer día de la semana durante los días de Panes sin Levadura. La fiesta es observada en el día 50, el cual siempre cae en el primer día de la semana.

AT: Israel recibió la Ley en Monte Sinaí. La cosecha de las primicias de la cebada y el trigo. NT: La iglesia recibió el Espíritu Santo. Los cristianos son los primeros frutos hacia Dios—en la primera resurrección.

4) Trompetas

Primer día del séptimo mes

AT: Memorial de trompetas; Dios poniendo Su presencia en el templo. NT: Triunfo de Dios sobre Satanás el diablo. Cristo y los santos regresan a la tierra desde el Mar de Vidrio.

5) Expiación

Día 10 del séptimo mes

AT: Con sacrificios animales especiales el Sumo Sacerdote expiaba los pecados de Israel. NT: Satanás removido y encadenado; el sacrificio de Jesucristo aplicado a toda la gente del mundo. Los santos son seres espirituales y uno con Dios el Padre y Jesucristo

6) Tabernáculos

(7 días)

15 al 21 del séptimo mes (el 15 es un día santo)

AT: Memorial de Israel vagando en el lugar desolado. Descanso de Israel en el tiempo de Salomón. NT: Jesucristo—Dios en la carne—habitando con la humanidad. Cristo por el Espíritu de Dios habitando en los santos. Los santos esperando por cuerpos espirituales—cuerpos físicos temporales. Reinado de 1000 años de Cristo y los santos.

7) Ultimo Gran Día

Día 22 del séptimo mes (es un día santo)

AT: La recompensa de las bendiciones de Dios a Israel. NT: 1) Segunda resurrección: Fase 1—oportunidad para salvación; Fase 2—juicio final del malvado echado en el lago de fuego. 2) Nuevo cielo y tierra. 3) Nueva Jerusalén llega a la tierra. 4) Plan de Dios comienza por el resto de la eternidad.

 

 

 

Días Santos anuales de Dios para el 2016

 

Primer día del año sagrado

Pascua

Fiesta de Panes sin Levadura

Pentecostés

Abril 9

Abril 22*

Abril 23-29

Junio 12

Fiesta de Trompetas

Día de Expiación

Fiesta de Tabernáculos

Ultimo Gran Día

Octubre 3

Octubre 12

Octubre 17-23

Octubre 24

* La Pascua es observada en la noche anterior.