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Fred R. Coulter

Ministro

Mayo 16, 2012

 

Queridos hermanos,

 

          Para cuando reciban esta carta, ya deberían haber recibido el nuevo libro, Los tiempos señalados de Jesús el Mesías. Este libro combina 7 claves que desbloquean las profecías difíciles de entender de las “cosas profundas” de Dios—ocultas en épocas pasadas. Esto trae percepción agregada y completa, pruebas verificables de los “tiempos señalados” del Mesías, las cuales involucran directamente la Pascua y los Días Santos. El significado profético de estos “tiempos señalados” está contenido en las Santas Escrituras. Pero para el mundo, la verdad de estos “tiempos” está cerrado—porque rechazan amar y obedecer a Dios de acuerdo a la Escritura.

          La primera clave para entender es que Dios estableció estos tiempos como Sus “temporadas señaladas” o “fiestas” en el cuarto día de la creación (Génesis 1:14-19). La segunda clave es el Sábado semanal y la semana de 7 días, combinado con los “tiempos señalados” de la Pascua y los Días Santos anuales (Levítico 23). La tercera clave es que los “tiempos señalados” aplican directamente a los Pactos con Abraham; las naciones de Israel y Judá; la primera venida de Jesús el Mesías; el Nuevo Pacto y la Iglesia del Nuevo Testamento; las naciones del mundo; y el regreso de Jesús. La cuarta clave es que las profecías pertenecientes al tiempo final son solo para ser entendidas en el tiempo del fin.

          La quinta clave es el entendimiento de como la profecía de las 70 semanas de Daniel 9 desbloquea los “tiempos señalados” del Mesías. Gracias a la extensiva investigación de Carl D. Franklin—la cual detalla las cronologías de los reyes antiguos de Asiria, Babilonia y Medo-Persia—puede ser determinado exactamente cuando el “decreto para construir Jerusalén” fue dado, y por cual rey. En verdad, Carl ha ordenado las cronologías entrelazadas de los libros de Esdras y Nehemías y los reyes de Persia. Cuando todos estos factores claves son combinados correctamente, las fechas exactas del cumplimiento de la profecía de las 70 semanas llevando al Mesías pueden ser precisamente determinadas. La sexta clave es que la profecía de la semana 70 debe ser también combinada con el Calendario hebreo calculado, el Reposo de la tierra del séptimo año y el Jubileo al año 50.

          La séptima clave es que debemos ser guiados por el Espíritu Santo de Dios para entender estas “cosas profundas” de Dios, como escribe el apóstol Pablo: Pero de acuerdo a como está escrito, “El ojo no ha visto, ni el oído ha oído, ni han entrado al corazón del hombre, las cosas que Dios ha preparado para aquellos que Lo aman.” Pero Dios nos las ha revelado por Su Espíritu, porque el Espíritu examina todas las cosas—incluso las cosas profundas de Dios. Porque ¿Quién entre los hombres entiende las cosas del hombre excepto por el espíritu del hombre el cual está en él? En la misma manera también, nadie entiende las cosas de Dios excepto por el Espíritu de Dios.

          “Entonces no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para que pudiéramos saber las cosas graciablemente dadas a nosotros por Dios, Tales cosas también hablamos, no en palabras enseñadas por sabiduría humana, sino en palabras enseñadas por el Espíritu Santo para comunicar cosas espirituales por medios espirituales. Pero el hombre natural no recibe las cosas del Espíritu de Dios; porque son tonterías para él, y no puede entenderlas porque son discernidas espiritualmente.” (I Corintios 2:9-14).

          Virtualmente todos los aspectos del plan profético de Dios están conectados por la estructura del Sábado de Dios y los Días Santos—Sus “tiempos señalados.” Con estas 7 claves, los “tiempos señalados” rodeando la primera venida de Jesús pueden ser determinados: el año y día de Su nacimiento; el comienzo de Su ministerio, Su muerte por crucifixión; y Su resurrección y ascensión a Dios en el cielo para ser aceptado como el sacrificio perfecto por los pecados del mundo—el Cordero de Dios “muerto desde la fundación del mundo.”

 

          La segunda venida de Jesús: Concerniente a los “tiempos señalados” de la segunda venida del Mesías, no podemos identificar el “día o la hora” exacta, tal como dijo Jesús (Mateo 24:36). Sin embargo, podemos combinar las profecías de 1) el libro de Apocalipsis, 2) la última semana de la profecía de las 70 semanas, 3) los Días Santos de otoño, y 4) otras profecías del Antiguo Testamento, y podemos llegar a un entendimiento preciso de la secuencia de eventos como son proyectados a desenvolverse. Dos capítulos en el libro—“El tiempo señalado del regreso de Jesús” (Partes I & II)—tratan con este tema. Más aun, los apéndices del libro contienen información detallada y pruebas adicionales verificando la precisión de los “tiempos señalados” que Dios ha usado para cumplir Su Palabra. Este libro adicionará grandemente a su entendimiento de la Biblia, particularmente concerniente a la primera y segunda venida de Jesús el Mesías. Este libro probará ser una excelente y emocionante lectura. (Como anexo, puede ordenar la serie de profecía de Daniel y Apocalipsis, la cual contiene el flujo coordinado de todas las profecías del tiempo final.)

          Viajes durante la Fiesta de Panes sin Levadura: Durante la Fiesta de primavera viajé alrededor de 10,000 kilómetros por avión hasta Orlando, Florida, Manchester, New Hampshire, y Atlanta, Georgia. A pesar de los altos precios de la gasolina, tuvimos una gran concurrencia en cada ubicación. Fue grandioso reunirse y tener compañerismo con todos los hermanos. En cada estudio hablé del significado del Pan sin Levadura y los “tiempos señalados” de Jesús el Mesías. El Espíritu de Dios fue evidente en el amor y gozo de los hermanos y en la inspiración de los mensajes. Ya les hemos enviados los sermones grabados de mi viaje. Fue un gran viaje y muy gratificante—pero también agotador.

          El apóstol Pablo escribió acerca del pleno significado espiritual de la Pascua y de la Fiesta de Panes sin Levadura—venciendo el pecado, a sí mismo y a Satanás, para que podamos crecer en Cristo Jesús. Esto se ajusta con los mandamientos de Dios y el propósito de sacar la vieja levadura y entrar el “pan sin levadura” de Jesucristo. Así es como Dios está creando Su carácter espiritual en nosotros: “Sino manteniendo la verdad en amor, podamos crecer en todas las cosas en Quien es la Cabeza, Cristo de Quien todo el cuerpo, adecuadamente estructurado y compactado por eso que cada coyuntura suple, de acuerdo a su trabajo interno en la medida de cada parte individual, está haciendo el incremento del cuerpo hacia la edificación del mismo en amor.

          “Así entonces, declaro y testifico esto en el Señor que ustedes ya no deben caminar incluso como el resto de los gentiles están caminando, en la vanidad de sus mentes, teniendo su entendimiento oscurecido, siendo alienados de la vida de Dios a través de la ignorancia que está en ellos, por la dureza de sus corazones. Ellos han desechado todos los sentimientos, y se han rendido a sí mismos a libertinaje, a obrar cada impureza con deseo insaciable. Pero ustedes no han aprendido así a Cristo; si ciertamente Lo han escuchado y han sido enseñados en Él, de acuerdo a la verdad en Jesús: que concerniente a su antigua conducta, ustedes se quiten el viejo hombre, el cual es corrupto de acuerdo a la lujuria engañosa; y que sean renovados en el espíritu de su mente; y que se pongan el nuevo hombre, el cual es creado en justicia y santidad de la verdad de acuerdo a Dios.

          “Por tanto, cada uno deseche las mentiras y hable la verdad con su prójimo porque somos miembros unos de otros. Cuando lleguen a tener ira, no pequen. No dejen que el sol se oculte sobre su ira; ni den lugar al diablo. Aquel que robó, no robe más; sino, trabaje con sus manos, trabajando en lo que es bueno, para que pueda impartir algo a aquel que tiene necesidad. No dejen que ninguna comunicación corrupta salga de su boca, sino eso que es bueno y necesario para la edificación que pueda dar gracia a aquellos que oyen. Y no aflijan al Espíritu Santo de Dios por el cual han sido sellados para el día de redención. Dejen que toda amargura, e indignación, e ira, y clamor, y mal hablar sea removido de ustedes, junto con toda malicia;...

          “...y sean amables y compasivos unos a otros, perdonándose unos a otros, incluso como Dios también los ha perdonado en Cristo. Por tanto, sean imitadores de Dios, como hijos amados; y caminen en amor, incluso como Cristo también nos amó, y Se dio a Si mismo por nosotros como una ofrenda y un sacrificio de aroma perfumado a Dios.” (Efesios 4:15-32; 5:1-2).

          Este es el modelo de como debemos “crecer en la gracia y conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (II Pedro 3:18) en preparación para la primera resurrección, como es representado por la Fiesta de Pentecostés. Ya que ha habido mucha confusión concerniente a como contar a Pentecostés, tenemos un folleto llamado Cuenta a Pentecostés—¿desde cual Sábado? También tenemos sermones en audio y video explicando como contar correctamente las siete semanas completas (49 días), mas un día, para un total de 50 días. Para el 2012, la Fiesta de Pentecostés cae en Mayo 27.

          La Fiesta de los Primeros frutosPentecostés para la nación de Israel: Después que Israel cruzó el Mar Rojo, ellos viajaron seis semanas mas en el lugar desolado hasta que llegaron al Monte Sinaí—tres días antes que Dios hablara los 10 Mandamientos. Fue allí que Dios reveló a Moisés Su maravilloso propósito para la nación de Israel—ellos debían representarlo ante todas las naciones del mundo. “Y Moisés subió a Dios, y el SEÑOR lo hizo salir de la montaña, diciendo, “Así dirás a la casa de Jacob y dirás a los hijos de Israel,si por cierto obedecen Mi voz y guardan Mi pacto, entonces serán un tesoro especial para Mí sobre todas las gentes; porque toda la tierra es Mía. Y serán para Mi un reino de sacerdotes y una nación santa.’ Estas son las palabras las cuales hablarás a los hijos de Israel.”” (Éxodo 19:3-6).

          De Su pueblo, Dios dijo: “Israel fue santidad para el SEÑOR, y los primeros frutos de Su incremento.…” (Jeremías 2:3). Como los primeros frutos de las naciones del mundo, era apropiado que recibieran los 10 Mandamientos, hablados por Dios Mismo, en la Fiesta de los Primeros Frutos—el Día de Pentecostés. En Deuteronomio, Moisés reiteró el propósito de Israel como la nación primogénita, escogida por Dios para representarlo a las naciones del mundo: “He aquí, les he enseñado estatutos y juicios, incluso como el SEÑOR mi Dios me ordenó, así que ustedes deberían hacer así en la tierra donde van a poseerla. Y los guardarán y harán, porque esta es su sabiduría y su entendimiento a la vista de las naciones, las cuales oirán todos estos estatutos y dirán, ‘Seguramente esta gran nación es un pueblo sabio y entendido.’ Porque ¿qué nación es tan grande cuyo Dios está tan cerca de ellos, como el SEÑOR nuestro Dios está, siempre que nosotros Lo invocamos? Y ¿qué gran nación tiene estatutos y juicios que son tan justos como toda esta ley la cual coloco delante de ustedes hoy?” (Deuteronomio 4:5-8). Después que los hijos de Israel se establecieron en la tierra prometida, Pentecostés conmemoraba la finalización de las cosechas de trigo y cebada después de 7 semanas completas de cosecha.

          Desafortunadamente, la única vez que Israel incluso parcialmente cumplió su propósito como nación primogénita representante de Dios fue durante la primera mitad del reinado de Salomón. “Y el Rey Salomón fue más grande que todos los reyes de la tierra en riquezas y sabiduría. Y todos los reyes de la tierra buscaban la presencia de Salomón para oír su sabiduría que Dios había puesto en su corazón.” (II Crónicas 9:22-23). Después que Salomón y el pueblo apostataron y comenzaron a servir a dioses falsos, Israel cesó de representar a Dios como un reino de sacerdotes para el mundo.

          Pentecostés en el Nuevo Testamento: Típicamente, Dios usa Sus Fiestas y Días Santos como puntos de referencia mientras Él cumple Su voluntad y propósito, a menudo involucrando eventos históricos poderosos—como también espirituales. Como hemos visto, Dios habló personalmente los 10 Mandamientos a los hijos de Israel en una increíble muestra de poder y gloria en el Día de Pentecostés (Éxodo 20:1-17). Para comenzar la era del Nuevo Testamento, Dios usó nuevamente el Día de Pentecostés con una increíble demostración de poder mientras Él otorgaba el Espíritu Santo a Su Iglesia.

          En el Día de Pentecostés, en la mañana, cuando los apóstoles y discípulos estaban reunidos juntamente en un salón en el área del Templo, Dios envió al Espíritu Santo sobre ellos en una demostración única de poder espiritual. “Y cuando el día de Pentecostés, el cincuentavo día, estaba siendo cumplido, todos ellos estaban de común acuerdo en el mismo lugar. Y de repente vino desde el cielo un sonido como el ímpetu de un poderoso viento, y llenó la casa entera donde estaban sentados. Y allí les aparecieron lenguas divididas como de fuego, y se sentaron sobre cada uno de ellos. Y todos ellos fueron llenos con el Espíritu Santo; y comenzaron a hablar en otros idiomas como el Espíritu les daba las palabras para proclamar.

          “Entonces habían muchos judíos quienes estaban peregrinando en Jerusalén, hombres devotos de cada nación bajo el cielo. Y cuando la palabra de esto salió, la multitud se reunió y estaba confundida,  porque cada uno los oía hablar en su propio idioma.Y estaban todos asombrados y grandemente perplejos, diciéndose el uno al otro, “¿Que significa esto?”” (Hechos 2:1-6, 12). Por el poder de Su Santo Espíritu, Dios milagrosamente hizo que los apóstoles hablaran simultáneamente en una multitud de idiomas. Miles de judíos y prosélitos de todo el mundo escucharon a los apóstoles predicar poderosamente el mensaje de Dios acerca de la crucifixión y la resurrección de Jesucristo—cada uno en su propio idioma.

          Dado que Dios había colocado Su nombre y presencia en el Templo en Jerusalén, así mismo Él comenzó la Iglesia allí. Esta fue la razón por la que Él envió el Espíritu Santo en la forma en que lo hizo en este Día Santo particular. Si hubiera sido hecho en cualquier otro lugar, nadie habría creído que esto fue un acto de Dios. Sin embargo, la manera en la cual Dios derramó Su Espíritu—en la presencia de miles de judíos y prosélitos reunidos en el Templo observando Pentecostés—no dejó duda que esto era un acto poderoso de Dios. Fue claramente Su intervención divina y personal—no la obra de hombres. Esta demostración asombrosa del poder de Dios también proveyó el sello espiritual de autoridad confirmando a los apóstoles como Sus testigos llamados y escogidos.

          Tras callar a unos pocos detractores, Pedro se puso de pie para predicar un mensaje dinámico acerca de la crucifixión y resurrección de Cristo. Después de condenar a su audiencia en conciencia, él los llamó al arrepentimiento hacia Dios porque sus pecados llevaron a la muerte del Mesías: “Por tanto, toda la casa de Israel sepa con plena seguridad que Dios ha hecho a este mismo Jesús, a Quien ustedes crucificaron, ambos Señor y Cristo. Entonces después de oír esto, ellos fueron compungidos del corazón; y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles, “Hombres y hermanos, ¿Qué haremos?” Entonces Pedro les dijo, ‘Arrepiéntanse y sean bautizados cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para la remisión de pecados, y ustedes mismos recibirán el regalo del Espíritu Santo.” (Hechos 2:36-38). Como resultado, tres mil fueron bautizados y adicionados a la Iglesia en aquel día de Pentecostés en el 30 dC—el día que comenzó la verdadera Iglesia de Dios.

          El significado de Pentecostés: El uso único de Dios del Día de Pentecostés en el pasado ha magnificado y adicionado a su significado en el Antiguo y Nuevo Testamentos:

          1) Dios dio los 10 Mandamientos a Israel (Éxodo 20:1-17; Deuteronomio 5:7-21).

          2) Israel celebraba la finalización de la cosecha de los primeros frutos del trigo y la cebada (Éxodo 23:16).

          3) Dios envió el Espíritu Santo para comenzar Su Iglesia.

          4) Después de nuestro arrepentimiento y conversión, con el Espíritu Santo habitando en nosotros, Dios comienza a escribir Sus leyes y mandamientos en nuestros corazones y mentes (Hebreos 10:16).

          5) La predicación milagrosa de los apóstoles en muchos idiomas cumplió, en parte, el mandato de Jesús que el Evangelio sea predicado a todas las naciones (Mateo 28:18-20; Lucas 24:44-47).

          6) Al enviar el Espíritu Santo, Dios señaló que Él iba a rechazar y ultimadamente destruir el Templo y su sistema de adoración (Isaías 66:1-5; Mateo 22:1-7; Hechos 7:44-50).

          7) Todo quien desee adorar a Dios el Padre podría ahora hacerlo en espíritu y verdad—desde cualquier ubicación, no tan solo en el Templo en Jerusalén (Juan 4:20-24; Hebreos 10:16-22).

          Pentecostés y la primera resurrección: Hay también un aspecto profético tremendo para la Fiesta de Pentecostés. Dios usará nuevamente esta Fiesta para cumplir Su voluntad y propósito en la segunda venida de Jesús. Los cristianos son llamados “primeros frutos” espirituales (Santiago 1:18), y la cosecha de los primeros frutos espirituales es al final de esta era (Mateo 13:18-43; Apocalipsis 14:14-16). Esta cosecha espiritual, como es representada por Pentecostés, será una resurrección a vida eterna para todos los que son llamados y escogidos. Esta es la primera resurrección al regreso de Jesús (I Corintios 15:20-23; Apocalipsis 20:6).

          Pablo traza una comparación especial entre la entrega de los 10 Mandamientos en Monte Sinaí y la reunión de los santos resucitados mientras se reúnen con Jesucristo. Él enfatiza cuanto mayor será este evento comparado a lo que los hijos de Israel habían experimentado: “Porque no han venido [la Iglesia] al monte [Sinaí] que podía ser tocado y que quemaba con fuego, ni a penumbra, y temible oscuridad, y el torbellino; y el sonido de la trompeta, y a la voz de las palabras, las cuales aquellos que oyeron, rogaron que la palabra no fuera hablada directamente a ellos. (Porque no pudieron soportar lo que estaba siendo ordenado: “Y si incluso un animal toca la montaña, será apedreado, o atravesado con una flecha”; Y tan espantosa fue la visión que Moisés dijo, “Estoy grandemente asustado y temblando”.)

          “Sino han venido [la Iglesia] al Monte Sión [espiritual], y a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial; y a una innumerable compañía de ángeles; a la reunión festiva gozosa [la resurrección en Pentecostés]; y a la iglesia de los primogénitos [los primeros frutos de Dios], registrada en el libro de vida en el cielo; y a Dios, el Juez de todos; y a los espíritus de los justos que han sido perfeccionados; y a Jesús, el Mediador del Nuevo Pacto; y a la aspersión de la sangre de ratificación, proclamando cosas superiores que esas de Abel.” (Hebreos 12:18-24).

          El significado profético del sonido de trompeta en Pentecostés es que representa la “última trompeta”—tocada en el tiempo de la resurrección de los santos. Jesús Mismo predijo esto: “Pero inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol será oscurecido, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo, y los poderes de los cielos serán sacudidos. Y luego aparecerá la señal del Hijo de hombre en el cielo; y entonces todas las tribus de la tierra lamentarán, y verán al Hijo de hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria. Y Él enviará a Sus ángeles con el gran sonido de una trompeta, y ellos reunirán a Sus elegidos desde los cuatro vientos, desde un fin del cielo hasta el otro.” (Mateo 24:29-31).

          Pablo también declaró que la primera resurrección para vida eterna ocurriría en la ultima trompeta: “Y como hemos llevado la imagen de aquel hecho de polvo, también llevaremos la imagen de aquel celestial. Entonces digo esto, hermanos, que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda incorrupción. He aquí, les muestro un misterio: no todos dormiremos, sino que todos seremos cambiados, en un instante, en el parpadeo de un ojo, a la última trompeta; porque la trompeta sonará, y los muertos serán levantados incorruptibles, y nosotros seremos cambiados. Porque esto corruptible debe vestirse de incorruptibilidad, y esto mortal debe vestirse de inmortalidad. Entonces cuando esto corruptible se haya vestido de incorruptibilidad, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces sucederá el dicho que esta escrito: “La muerte es tragada en victoria.”” (I Corintios 15:49-54).

          En la primera epístola de Pablo a los Tesalonicenses, escribió que la primera resurrección tiene lugar en la ultima trompeta: “Pero no deseo que sean ignorantes, hermanos, concerniente a aquellos que han dormido, para que no estén afligidos, incluso como otros, que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó otra vez, exactamente en la misma forma también, aquellos que han dormido en Jesús Dios traerá con Él. Porque esto les decimos por la Palabra del Señor, que quienes estemos vivos y permanezcamos hasta la venida del Señor en ninguna manera precederemos a aquellos que han dormido. Porque el Señor mismo descenderá del cielo con un grito de mando, con la voz de un arcángel y con la trompeta de Dios; y los muertos en Cristo resucitarán primero; luego nosotros quienes estamos vivos y permanecemos seremos atrapados junto con ellos en las nubes para la reunión con el Señor en el aire; y así siempre estaremos con el Señor.” (I Tesalonicenses 4:13-17).

          El libro de Apocalipsis confirma que la ultima trompeta es la séptima trompeta—cuando tiene lugar la primera resurrección: “Entonces el séptimo ángel tocó su trompeta; y hubo grandes voces en el cielo diciendo, “Los reinos de este mundo han llegado a ser los reinos de nuestro Señor y Su Cristo, y Él reinará en los siglos de eternidad.” Y los veinticuatro ancianos, quienes se sientan delante de Dios sobre sus tronos, cayeron sobre sus caras y adoraron a Dios, diciendo, “Te damos gracias, Oh Señor Dios Todopoderoso, Quien es, y Quien era, y Quien está por venir; porque has tomado para Ti mismo Tu gran poder, y has reinado. Porque las naciones estaban furiosas, y Tu ira ha venido, y el tiempo de los muertos para ser juzgados, y dar la recompensa a Tus siervos los profetas, y a los santos, y a todos aquellos que temen Tu nombre, los pequeños y los grandes; y para destruir a aquellos que destruyen la tierra.”” (Apocalipsis 11:15-18).

          En la primera resurrección, los angeles cargarán a los santos a un inmenso mar de vidrio en las nubes sobre Jerusalén para reunirse con Cristo. “Y vi un mar de vidrio mezclado con fuego, y aquellos que habían obtenido la victoria sobre la bestia, y sobre su imagen, y sobre su marca, y sobre el número de su nombre, de pie sobre el mar de vidrio, teniendo las liras de Dios. Y estaban cantando la canción de Moisés, el siervo de Dios, y la canción del Cordero, diciendo, “Grandes y asombrosas son Tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son Tus caminos, Rey de los santos. ¿Quién no Te temerá, Oh Señor, y glorificará Tu nombre? Porque solo eres santo; y todas las naciones vendrán y adorarán delante de Ti, porque Tus juicios han sido revelados.”” (Apocalipsis 15:2-4).

          Siete cosas tendrán lugar en el mar de vidrio antes que Cristo y los santos regresen a la tierra a establecer el Reino de Dios:

          1) Los santos recibirán sus nuevos nombres (Apocalipsis 2:17).

          2) A los santos les serán dadas sus recompensas (I Corintios 3:8; Apocalipsis 11:18; 22:12; II Juan 8).

          3) Los santos recibirán sus asignaciones como reyes o sacerdotes (Apocalipsis 20:6).

          4) El matrimonio del Cordero y Su novia tendrá lugar (Apocalipsis 19:6-8).

          5) La cena matrimonial tendrá lugar (Apocalipsis 19:9; Mateo 22:1-13).

          6) Los santos serán testigos del derramamiento de las ultimas 7 plagas—la venganza de Dios (Apocalipsis 15:5-8; 16:1-21; Salmo 149:4-9). La séptima plaga es la Batalla de Armagedon.

          7) Los santos serán reunidos en el ejercito de Dios para pelear junto con Cristo y regresar a establecer el Reino de Dios en la tierra (Apocalipsis 19:11-21; Zacarías 14:1-9).

          Tomará tiempo para que todos estos eventos proféticos ocurran, extendiéndose indudablemente desde el día de Pentecostés hasta la Fiesta de Trompetas, cerca de 4 meses y medio.

          Entonces, la Palabra de Dios revela que justo como Dios comenzó la Iglesia en Pentecostés al enviar el Espíritu Santo, Él completará la cosecha de Su Iglesia—los primeros frutos espirituales—en Pentecostés. En aquel día, Dios resucitará de la muerte a todos los santos justos—desde Abel, el primer mártir, hasta los dos testigos, los mártires finales. En la resurrección todos serán cambiados en el parpadeo de un ojo y dados cuerpos inmortales, gloriosos como los hijos e hijas espirituales de Dios el Padre. “...donde también estamos esperando al Salvador, el Señor Jesucristo; Quien transformará nuestros viles cuerpos, para que puedan ser conformados a Su glorioso cuerpo, de acuerdo al trabajo interno de Su propio poder, por el cual Él es capaz de someter todas las cosas a Sí mismo.” (Filipenses 3:20-21). Como seres espirituales glorificados, brillarán como las estrellas del cielo (Daniel 12:1-3; Mateo 13:43).

          Los santos compartirán la misma existencia eterna y gloria que Jesucristo: “El Espíritu mismo da testimonio conjuntamente con nuestro propio espíritu, testificando que somos hijos de Dios. Entonces si somos hijos, somos también herederos—verdaderamente, herederos de Dios y coherederos con Cristo—si ciertamente sufrimos junto con Él, para que podamos también ser glorificados junto con Él.” (Romanos 8:16-17). Por esto es que Pablo llama la primera resurrección una resurrección superior (Hebreos 11:35). Finalmente, Juan escribe: “¡He aquí! ¡Que glorioso amor nos ha dado el Padre, que deberíamos ser llamados los hijos de Dios!sabemos que cuando Él sea manifestado, seremos como Él, porque Lo veremos exactamente como Él es.” (I Juan 3:1-2).

          El libro de Apocalipsis proclama: “Bendito y santo es aquel que tiene parte en la primera resurrección; sobre este la segunda muerte no tiene poder.” (Apocalipsis 20:6). Como es representado por la Fiesta de Pentecostés, los cristianos esperan recibir vida y gloria eterna en la primera resurrección (Romanos 8:14-18; I Juan 3:1-3).

 

          Conferencia de Ancianos: Este año, la Conferencia de Ancianos será mantenida nuevamente en Florence, Kentucky, en el Hilton del Aeropuerto, Mayo 16-19. Tendremos servicios especiales a las 10:30 AM y 2 PM. Ancianos, hombres líderes y hermanos de muchos estados estarán atendiendo.

          A pesar de vivir en tiempos de problemas y pruebas, debemos siempre permanecer cerca de Dios el Padre y Jesucristo a través de la oración y el estudio Bíblico—y ser guiados por el Espíritu Santo. Esta es la única forma en que podemos continuar venciendo nuestra propia naturaleza humana y resistir los jalones del mundo y de Satanás el diablo. Sin importar las circunstancias, siempre recuerde: ¡DIOS EL PADRE Y JESUCRISTO LO AMAN! Tiene la promesa personal de Jesús de estar siempre con usted, aun en los tiempos de problemas: “...porque Él ha dicho, “En ninguna forma los dejaré; no—nunca los abandonaré en ninguna forma.” Así entonces, digamos valientemente, “El Señor es mi ayudante, y no tendré temor, ¿Qué puede el hombre hacerme?” (Hebreos 13:5-6).

          Hermanos, los apreciamos y agradecemos por sus oraciones continuas. Sin ellas no podríamos alcanzar lo que Dios quiere que hagamos. Oramos por ustedes cada día, rogándole a Dios el Padre y a Jesucristo para estar con ustedes, sanarlos y bendecirlos en todo. Apreciamos grandemente su firme apoyo a través de sus diezmos y ofrendas.

 

Con amor en Cristo Jesús,

 

 

 

Fred R. Coulter

FRC