CAPÍTULO CINCO

(Tomado del libro “La pascua Cristiana”)

 

DETERMINANDO EL SIGNIFICADO ESCRITURAL DE BEN HA ARBAYIM

 

Por

Fred Coulter

www.laverdaddedios.org

 

          ¿Cuál es el verdadero significado de la frase hebrea ben ha arbayim? La interpretación judía tradicional lo define como el tiempo brevemente después del mediodía hasta el ocaso. El rabino Aryeh Kaplan ha traducido por consiguiente ben ha arbayim como “tarde” en el mandato de la Pascua en Éxodo 12:6. Él ha hecho lo mismo en Éxodo 16:12: “He oído las murmuraciones de los hijos de Israel. Háblales, diciendo, ‘En la tarde comerán carne, y en la mañana serán llenos con pan…Y sucedió, al ocaso, que las codornices subieron y cubrieron el campamento” (Éxodo 16:12-13, La Tora Viviente).

          ¿Transmite acertadamente esta traducción de Kaplan el verdadero significado de ben ha arbayim como es usado por Dios en las Escrituras? O ¿Presenta una falsa perspectiva de ben ha arbayim que no viene de la Palabra de Dios sino de las tradiciones de rabinos antiguos? Jesús condenó a los líderes religiosos en Su día por reemplazar los mandamientos con sus propias tradiciones: “Entonces les dijo, “Muy bien rechazan el mandamiento de Dios, para poder guardar su propia tradición” (Marcos 7:9).

          No necesitamos confiar en las tradiciones de rabinos y en eruditos que los siguen. Hay una manera concluyente, válida, basada en la Biblia y cronológicamente sana para determinar el verdadero significado de ben ha arbayim. Dios ha preservado este conocimiento para nosotros en Éxodo 16. Al examinar el contexto y el orden cronológico de los eventos que están registrados en Éxodo 16, podremos determinar el punto exacto en el tiempo en el comienza ben ha arbayim.

          La definición Escritural de ben ha arbayim está ahí para ser encontrada. Cada cristiano puede descubrir el verdadero significado de ben ha arbayim por sí mismo, si él o ella está dispuesto a escudriñar las Escrituras con una mente abierta, como lo hicieron los Bereanos. En el libro de Hechos, los Bereanos fueron elogiados por su celo en buscar la verdad Escritural: “Ahora, estos eran más nobles que aquellos en Tesalónica, porque recibieron la Palabra con toda disposición de mente y examinaron las Escrituras diariamente para ver si estas cosas eran así” (Hechos 17:11).

          Sigamos el ejemplo de los Bereanos. Examinemos las Escrituras con disposición de mente y busquemos el conocimiento que Dios ha preservado para nosotros.

Éxodo 16 desbloquea el significado de BEN HA ARBAYIM

          Los eventos que están registrados en Éxodo 16 nos dan una clave Escritural que nos ayudará a desbloquear el verdadero significado de ben ha arbayim. Empecemos nuestro estudio de estos eventos al examinar el contexto en el que ocurrieron. El capítulo comienza con la llegada de los hijos de Israel al lugar desolado de Sin: “Y ellos tomaron su viaje desde Elim, y toda la congregación de los hijos de Israel vino al lugar desolado de Sin, el cual está entre Elim y Sinaí. Y en el quinceavo día del segundo mes después de su salida de la tierra de Egipto” (Éxodo 16:1).

          Este capítulo continúa el registro cronológico del Éxodo de Egipto. El primer verso es importante para nuestro estudio porque muestra el ambiente del tiempo en que ocurrieron los eventos que siguen. Iban sólo 30 días después de que comenzó el Éxodo que sucedieron estos eventos, y solamente 45 días después de las instrucciones de Dios a Moisés para observar la Pascua (Éxodo 12:1-2). Eso es menos de 7 semanas. No estamos tratando con un largo periodo de tiempo, como años, décadas o siglos, en los cuales cambios en el lenguaje podrían resultar en cambios en las definiciones de las palabras. Cuando Dios usó el término ben ha arbayim en el mandato de la Pascua en Éxodo 12 y 45 días después usó ben ha arbayim de nuevo, como está registrado en Éxodo 16, transmitía el mismo significado en ambas instancias. ¡No puede haber duda sobre ello!

          Los eventos que están registrados en Éxodo 16 nos permitirán determinar el verdadero significado Escritural y tiempo de ben ha arbayim. Mientras estudiamos los siguientes eventos en Éxodo 16, veremos que nos dan un claro marco cronológico que revela el tiempo del día exacto en el cual comienza ben ha arbayim. El registro de estos eventos muestra que el día 15 del segundo mes era en realidad un Sábado semanal. El capítulo cubre una semana entera—desde ese Sábado hasta el siguiente Sábado. Mientras leemos el registro, veremos que en la mañana del siguiente día—el 16—el maná apareció por primera vez y continuó apareciendo cada mañana por un total de 6 días. No aparecía maná en el séptimo día porque era el Sábado santo de Dios. Contando hacia atrás desde ese Sábado, podemos determinar que el día en que fue prometido el maná, el día 15 del segundo mes también fue un Sábado semanal.

          Algunos alegan que el día 15 no podía ser un Sábado semanal porque Israel llegó al lugar desolado de Sin “en el quinceavo día.” Ellos argumentan que esta frase indica que Israel seguía en travesía después de que había comenzado el 15 al ocaso. ¿Es esta una interpretación correcta del registro Escritural? Examinemos la frase “en el quinceavo día” en el texto hebreo.

          La frase que es traducida “en el quinceavo día” empieza con la preposición hebrea ba, la misma preposición que es usada para formar la frase ba erev. La preposición ba es usada para denotar “un tiempo real en, al o cuando” (Waltke, Una Introducción a la sintaxis hebrea Bíblica, pp. 196). Ba también podría ser traducido como “en,” como lo es en la frase “en el quinceavo día” de Éxodo 16:1. ¿Muestra esta frase que Israel estaba viajando en el quinceavo día?

          En la traducción de King James de Éxodo 16:1 parece que los hijos de Israel llegaron al lugar desolado de Sin después de que había comenzado el quinceavo día. Sin embargo, el texto hebreo no conecta su llegada con el quinceavo día. En el texto hebreo, la frase “en el quinceavo día” está conectada con las quejas de los hijos de Israel—no con su llegada. Consecuentemente, esta frase no debería ser interpretada como mostrando que los hijos de Israel estaban viajando por un periodo de tiempo en el quinceavo día. Para una exégesis detallado de Éxodo 16:1, ver Apéndice G.

          Aquí está la traducción correcta y la secuencia de eventos: “Y ellos tomaron su viaje desde Elim, y toda la congregación de los hijos de Israel vino al lugar desolado de Sin, el cual está entre Elim y Sinaí. Y en el quinceavo día del segundo mes después de su salida de la tierra de Egipto” (Éxodo 16:1).

          La frase “en [ba] el quinceavo” debe ser interpretada en el contexto del capítulo entero. Es insensato usar esta frase para argumentar que el quinceavo día del segundo mes no fue un Sábado semanal cuando los eventos que están registrados en Éxodo 16 ofrecen evidencia concluyente de que lo fue. El registro que se nos da en este capítulo nos permite determinar el día exacto de la semana en el cual cayó el quinceavo—y ese día fue efectivamente el séptimo de la semana.

          Teniendo en mente este ambiente cronológico, continuemos nuestra revisión del registro en Éxodo 16. Los versos 2 y 3 registran que después de llegar al lugar desolado de Sin, los hijos de Israel se quejaron y murmuraron contra Moisés y Aarón sobre la falta de comida y carne para comer, diciendo que habrían deseado morir en la tierra de Egipto (versos 2-3).

          Estas murmuraciones tomaron lugar en el día 15. Después de escuchar sus quejas, esto es lo que el Señor le dijo a Moisés: “Entonces el SEÑOR dijo a Moisés, “He aquí, lloveré pan desde los cielos para ustedes. Y el pueblo saldrá y recogerá una cierta cantidad todos los días, para que Yo pueda probarlos, si caminarán en Mi ley o no.

          ‘Y sucederá que en el sexto día, ellos prepararán lo que recojan. Y será el doble de lo que recogen día a día.” Y Moisés y Aarón dijeron a todos los hijos de Israel, “AL OCASO [hebreo ba erev, terminando el día 15, un Sábado semanal], entonces sabrán que el SEÑOR los ha sacado de la tierra de Egipto. Y al alba [hebreo boqer], verán la gloria del SEÑOR, porque Él oye sus murmuraciones contra el SEÑOR. ¿Y qué somos nosotros que ustedes murmuran contra nosotros?”

          “Y Moisés dijo, “Verán cuando el SEÑOR les dará carne para comer al ocaso [hebreo ba erev, terminando ese día Sábado] y pan al máximo al alba, porque el SEÑOR oye sus murmuraciones las cuales ustedes murmuran contra Él. ¿Y qué somos nosotros? Sus murmuraciones no son contra nosotros, SINO CONTRA EL SEÑOR”” (Éxodo 16:4-8).

          Estos versos tienen una lección para nosotros en la actualidad porque la naturaleza humana no ha cambiado. Las personas se siguen quejando de Dios. Pero Dios sigue siendo misericordioso y paciente, incluso como lo fue con los hijos de Israel en el lugar desolado. Dios no castigó al pueblo incluso cuando ellos murmuraron contra Él, sino que les mandó maná del cielo para comer y el maná continuó por 40 años sin falla (Éxodo 16:35; Josué 5:12).

          ¡El maná ciertamente fue un milagro! Dios lo envió de forma supernatural. Él proveyó para Su pueblo en uno de los lugares desolados más solitarios del mundo: “…Y al alba [hebreo boqer, alba del siguiente día, el primer día de la semana] el rocío tendido por todo el campamento. Y cuando la capa de rocío se había ido, he aquí, había una pequeña cosa redonda sobre la faz del lugar desolado, pequeña como la escarcha sobre la tierra. Y cuando los hijos de Israel la vieron, dijeron uno al otro, “¿Qué es esto?” Porque no sabían que era. Y Moisés les dijo, “Este es el pan el cual el SEÑOR les ha dado para comer. Esta es la cosa la cual el SEÑOR ha ordenado. ‘Cada hombre reúna de ello de acuerdo a su comer, un omer por cada uno, de acuerdo al número de sus personas. Cada uno tomará para aquellos que están en su carpa’ ”” (Éxodo 16:13-16).

LECCIONES DEL MANÁ

          El milagro del maná es una notable ilustración de la misericordia de Dios. También fue una lección poderosa en la importancia de descansar en el séptimo día, el cual Dios ha señalado y santificado como el Sábado semanal.

          Cada mañana durante 6 días seguidos, Dios enviaba el maná para que el pueblo comiera. En los días 1 hasta el 5, Él les ordenó que recogieran solamente lo que podían comer cada día. No debían guardar nada de maná hasta la siguiente mañana (versos 19-20). Obviamente, algunos desobedecieron a Dios y lo guardaron hasta la siguiente mañana y crió gusanos y se pudrió.

          En el sexto día de esa semana recogían el doble de lo que recogían en los primeros 5 días. Aquí están las instrucciones de Dios por medio de Moisés para el sexto día, en preparación para el Sábado semanal: ““Esto es eso lo cual el SEÑOR ha dicho, “Mañana es el descanso del SANTO SÁBADO AL SEÑOR. Horneen lo que hornearán hoy, y hiervan lo que hervirán hoy. Y eso que quede [las porciones extra de maná para el Sábado], acumúlenlo para sí mismos para ser guardado hasta la mañana siguiente.’ ” Y ellos lo acumularon hasta la mañana siguiente como dijo Moisés. Y NO APESTÓ; NI HUBO NINGÚN GUSANO en ello” (Éxodo 16:23-24).

          Aquí hay otro milagro del maná: Si el maná se guardaba por más de un día durante los 5 días laborales de la semana, criaba gusanos y se pudría. Pero en el sexto día podían recoger el doble y guardar la mitad del maná para el día Sábado, y no criaba gusanos ni se echaba a perder (verso 24).

          ¡Que simple e inequívoco! Por estos milagros diarios y semanales del maná, los hijos de Israel siempre sabían cual día era el Sábado. Recuerden que el maná continuó viniendo 6 días a la semana durante 40 años, pero ni una vez apareció en el séptimo día. Dios usó los milagros del maná para grabar en Su pueblo la importancia de guardar el séptimo día como el Sábado semanal.

          Sólo 22 días después de enviar el maná por primera vez, Dios dio los Diez mandamientos. El cuarto mandamiento es el mandato de descansar en el séptimo día, el Sábado semanal. La importancia de guardar el cuarto mandamiento es magnificado cuando entendemos plenamente los milagros del maná:

          “Recuerden el día Sábado para guardarlo santo. Seis días trabajarán y harán todo su trabajo. Pero el séptimo día es el Sábado del SEÑOR su Dios. En el no harán ningún trabajo, usted, ni su hijo, ni su hija; ni su siervo, ni su sierva, ni su ganado, ni el extranjero dentro de sus puertas; porque en seis días el SEÑOR hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que está en ellos, y descansó el séptimo día. Por tanto el SEÑOR bendijo el día Sábado y lo santificó” (Éxodo 20:8-11).

 

          Dios creó el Sábado semanal al santificar el séptimo día como un día de descanso para el resto de la humanidad. Dios mismo descansó en el primer día Sábado, lo bendijo y lo apartó como tiempo santo desde la creación de este mundo (Génesis 2:1-4; ver Apéndice B). El Sábado fue dado a la humanidad para que todos descansaran de sus labores y buscaran comunión con Dios. ¡El Sábado no debe usarse para la labor de ganarnos el pan diario! Esta es la lección de los milagros del maná.

          La mayoría de la humanidad a través de las eras no ha aprendido esta lección. Hace mucho, las naciones de este mundo se rebelaron contra Dios y rechazaron el Sábado del séptimo día. Muchos en el mundo del cristianismo profesante guardan el primer día de la semana—domingo. En su auto-justicia equivocada, declaran que el domingo es el día del Señor. Pero el Señor no santificó el domingo y ¡en ningún lugar de la Escritura es el primer día de la semana llamado santo! Las Escrituras muestran que Dios santificó el séptimo día de la semana desde el principio y Él dejó inequívocamente claro a Su pueblo que solamente el séptimo día es santo.

          Algunos alegan que no hace diferencia cual día guardan. Se han olvidado de la lección del maná. ¡Han rechazado el Sábado santo de Dios! Las personas en la actualidad no querrían continuar rechazando el Sábado santo por mucho tiempo si su comida criara gusanos y se pudriera, ¿cierto?

          Aquí está el mensaje de Moisés en el siguiente séptimo día, el segundo Sábado semanal de Éxodo 16: “…Cómanlo hoy, porque hoy es un Sábado al SEÑOR. Hoy no lo encontrarán en el campo. Seis días lo reunirán, pero en el séptimo día, el Sábado, en el no habrá nada.” Y sucedió que alguna de la gente salió en el séptimo día para reunir, pero no encontró nada” (versos 25-27).

          ¿Qué lección importante nos enseña este registro acerca de Dios y del Sábado? ¡DIOS HONRA SU PROPIO SÁBADO! El Señor Dios no enviaba maná en el séptimo día. ¡Era Su santo Sábado! Dios le estaba enseñando al pueblo a no quebrantar Sus mandamientos y Sus leyes. Él puso el ejemplo para el pueblo al honrar Su propio Sábado. Él se afligió cuando algunos necios trataron de recoger maná en el séptimo día:

          “Y el SEÑOR dijo a Moisés, “¿Cuánto tiempo más rechazan [aquellos que salieron a recoger maná en el Sábado] guardar Mis mandamientos y Mis leyes? Miren, porque el SEÑOR les ha dado el Sábado, por tanto Él les da el pan de dos días en el sexto día. Cada uno permanezca en su lugar. Nadie salga de su lugar en el séptimo día.” Entonces el pueblo descansó en el séptimo día. Y la casa de Israel llamó el nombre de eso Maná.…” (Éxodo 16:28-31).

          Hoy en día, la gente debería hacerse a sí mismos esta pregunta: “¿Estoy afligiendo a Dios al RECHAZAR GUARDAR SUS MANDAMIENTOS?” La lección del maná enseña que Dios proveerá para nosotros en todo tiempo cuando honramos el séptimo día, el Sábado semanal de Dios. Pero si nos rebelamos y rechazamos obedecer a Dios, Sus bendiciones cesan ¡y estamos sujetos a Su ira!

          Los milagros del maná—y todos los eventos que están registrados en Éxodo 16—ilustran el alto valor que Dios pone en Su santo Sábado. Es imperativo que entendamos los eventos de Éxodo 16 en este contexto. Con este entendimiento, seremos capaces de determinar el verdadero significado de ben ha arbayim como es usado por Dios en Su Palabra inspirada.

          Volvamos en el registro al primer Sábado, antes de que se diera el maná. En este Sábado—el quinceavo día del mes—Dios dijo que Él proveería pan y carne del cielo para que el pueblo comiera. Sabemos que Dios les envió maná del cielo el siguiente día temprano por la mañana. Pero ¿Cuándo les envió Dios carne del cielo?

BA EREV—Un tiempo clave en la secuencia de eventos

          Así como Dios había dispuesto un tiempo específico del día para enviar el maná, así también eligió un tiempo específico para enviarle al pueblo carne del cielo. Ese tiempo está revelado en el mensaje que Moisés le entregó al pueblo durante su primer Sábado en el lugar desolado de Sin: “Y Moisés y Aarón dijeron a todos los hijos de Israel, “Al ocaso [hebreo ba erev, terminando el Sábado], entonces sabrán que el SEÑOR los ha sacado de la tierra de Egipto.Y Moisés dijo, “Verán cuando el SEÑOR les dará carne para comer al ocaso [hebreo ba erev] y pan al máximo al alba,…” (Éxodo 16:6-8).

          Noten que la SPJA ha traducido ba erev como ambos “al ocaso” y “en la noche.” La traducción de Fox transmite el significado preciso del texto hebreo: “Moshe [Moisés] y Aharon [Aarón] le dijeron a los hijos de Israel: Al ocaso [hebreo ba erev] sabrán que es YHWH quien los sacó de la tierra de Egipto…Moshe [Moisés] dijo: Ya que YHWH les da carne para comer al ocaso [hebreo ba erev], y al alba, pan para satisfacerse (a sí mismos)…” (Éxodo 16:6-8, BS). Para una exégesis técnica de este pasaje, ver Apéndice H.

          “Y Moisés y Aarón dijeron a todos los hijos de Israel, “Al ocaso, entonces sabrán que el SEÑOR los ha sacado de la tierra de Egipto. Y al alba, verán la gloria del SEÑOR, porque Él oye sus murmuraciones contra el SEÑOR. ¿Y qué somos nosotros que ustedes murmuran contra nosotros?” Y Moisés dijo, “Verán cuando el SEÑOR les dará carne para comer al ocaso y pan al máximo al alba, porque el SEÑOR oye sus murmuraciones las cuales ustedes murmuran contra Él. ¿Y qué somos nosotros? Sus murmuraciones no son contra nosotros, sino contra el SEÑOR”” (Éxodo 16:6-8).

          El registro en Éxodo 16 nos dice explícitamente que Dios prometió proveer carne para el pueblo al ocaso. En el verso 13 leemos que Dios cumplió Su promesa en ese momento exacto: “Y sucedió, AL OCASO [hebreo ba erev, el ocaso terminando ese Sábado], que las codornices subieron y cubrieron el campamento.…”

          El registro Escritural no deja espacio para discutir o debatir el momento de este evento. La traducción de Fox identifica el tiempo específico del día que está designado en el texto hebreo: “Y sucedió, AL OCASO [hebreo ba erev] que una horda de codornices subieron y cubrieron el campamento…” (Éxodo 16:13, BS).

          Nuestro estudio de Levítico 23 ha confirmado que el día termina “al ocaso,” o ba erev. Y nuestro estudio del registro en Éxodo 16 ha demostrado que el quinceavo día del segundo mes fue el Sábado semanal. La razón por la que las codornices no fueron enviadas hasta que el día había terminado al ocaso, o ba erev, es que Dios le estaba enseñando al pueblo a descansar en el Sábado. Dios no quería que el pueblo transgrediera el día Sábado al recoger las codornices. Él tampoco quería que ellos hicieran el trabajo de matar, limpiar y asar las codornices en el Sábado.

          Si Dios hubiera enviado las codornices ANTES del ocaso—ANTES que hubiera terminado el Sábado—y hubiera permitido que el pueblo recogiera, limpiara y asara las codornices en el día Sábado, ¿por qué habría condenado a algunos del pueblo el siguiente Sábado cuando salieron a buscar maná? Eso sería contradecirse a Sí mismo, ¿no es así? ¡Dios no es de doble mente ni hipócrita! Con Dios NO HAY VARIACIÓN, ni sombra de inflexión (Santiago 1:17). Le es imposible a Dios mentir (Hebreos 6:18).

          EL REGISTRO DE LOS EVENTOS EN ÉXODO 16 DEJA ABSOLUTAMENTE CLARO QUE LAS CODORNICES NO VINIERON ANTES DE QUE TERMINARA EL DÍA SÁBADO AL OCASO, O BA EREV.

          Y ¿cuándo comenzó el pueblo a comer las codornices? El tiempo en que comieron está claramente registrado en el registro Escritural: “Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo, ‘He oído las murmuraciones de los hijos de Israel. Háblales, diciendo, ‘AL ANOCHECER [hebreo ben ha arbayim, “entre las dos noches”] COMERÁN CARNE, y en la mañana serán llenados con pan. Y sabrán que Yo soy el SEÑOR su Dios’” (Éxodo 16:11-12, SPJA).

          Las palabras “al anochecer” son traducidas de la frase hebrea ben ha arbayim—la misma frase que es usada en el mandato de la Pascua en Éxodo 12. Como en Éxodo 12, la traducción de Fox de nuevo muestra el significado literal de esta frase: “YHWH habló a Moshe [Moisés], diciendo: He escuchado las quejas de los hijos de Israel—háblales y di: Entre los tiempos de puesta [hebreo ben ha arbayim] comerán carne, y al amanecer estarán satisfechos con pan, y sabrán que Yo soy YHWH su Dios” (Éxodo 16:11-12 BS).

          “Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo, “He oído las murmuraciones de los hijos de Israel. Háblales, diciendo, ‘Entre las dos noches comerán carne, y en la mañana serán llenados con pan. Y sabrán que Yo soy el SEÑOR su Dios’ ”” (Éxodo 16:11-12).

          La secuencia de eventos en el milagro de las codornices es la clave que devela el significado Escritural de ben ha arbayim—“entre las dos noches,” o “entre los tiempos de puesta.” Cuando Dios prometió proveer carne para los hijos de Israel, Él dijo que ellos serían capaces de comer la carne “al anochecer” o ben ha arbayim. Ya que los hijos de Israel no podían comer la carne de las codornices antes de que llegaran y ya que Dios no envió las codornices hasta que había terminado el Sábado al ocaso, o ba erev, sabemos que comieron las codornices DESPUÉS DEL OCASO. Y ya que Dios mismo dijo que ellos comerían carne durante el tiempo conocido como ben ha arbayim—“entre las dos noches,” o “entre los tiempos de puesta”—sabemos sin duda que ben ha arbayim ES EL PERIODO DE TIEMPO QUE SIGUE INMEDIATAMENTE DESPUÉS DEL OCASO.

          El registro Escritural deja absolutamente claro que las codornices llegaron en ba erev, o al ocaso. Entonces las codornices cubrieron el campamento; eso es, fueron enviadas por Dios al campamento de Israel, no afuera del campamento. Este evento fue otro milagro de Dios. Para cumplir Su promesa, Dios instantáneamente creó las codornices e hizo que cayeran en el campamento. Aparentemente, cuando vinieron las codornices, cayeron literalmente del cielo a las tierras del campamento y sobre las tiendas, lo cual facilitó la tarea de recogerlas. Ya que el sol se había puesto, Dios no quería que el pueblo deambulara hacia el lugar desolado buscando codornices y que los sobrepasara la oscuridad de la noche. El milagro de las codornices es otro ejemplo de la bondad y misericordia de Dios hacia los hijos de Israel.

          Hay tres factores clave en el tiempo de este milagro:

1.     La promesa de las codornices fue dada en el quinceavo día del segundo mes. Este contexto revela que este día era un Sábado semanal.

2.     Dios dijo que el pueblo comenzaría a COMER las codornices durante ben ha arbayim—“entre las dos noches,” o “entre los tiempos de puesta.”

3.     Dios no envió las codornices sino hasta que había terminado el día Sábado “al ocaso,” o ba erev.

Estos hechos cronológicos están claramente documentados en el registro Escritural. ¡No puede haber duda de su precisión!

La definición tradicional de BEN HA ARBAYIM no se ajusta con los hechos Escriturales

          El registro Escritural del milagro de las codornices no deja espacio para situar ben ha arbayim antes del ocaso. Los hijos de Israel no podían comer las codornices antes de que llegaran en el ocaso, o ba erev. Sería absurdo siquiera sugerir que podría suceder. Sin embargo, muchas personas parecen creer que sí sucedió. Insisten en definir ben ha arbayim como las horas de la tarde antes del ocaso. Recuerden la traducción del rabino Kaplan del registro, la cual fue citada al principio de este capítulo: “…Háblales y di, en la TARDE [traducido de ben ha arbayim], comerán carne… esa NOCHE [traducido de ba erev] una parvada de codornices vino y cubrió el campamento” (Éxodo 16:12-13, La Tora Viviente, énfasis agregado).

          La traducción del rabino Kaplan de ben ha arbayim y ba erev se mantiene en firme oposición al uso Escritural de estas frases. El uso de ba erev en Levítico 23 y muchos otros pasajes claramente demuestran que esta frase no se refiere a un periodo de tiempo extendido—así como la palabra “tarde”—sino a la puesta de sol al final del día. Es una gran distorsión de la Escritura expandir el significado de ba erev para que incluya las últimas horas del día.

          Solamente al reconocer el significado Escritural de ba erev—“al ocaso”—podemos develar el verdadero significado de ben ha arbayim. El uso de ba erev en la secuencia de eventos en Éxodo 16, deja absolutamente claro que ben ha arbayim no ocurre en la tarde, o entre el mediodía y el ocaso— ¡ES IMPOSIBLE! BEN HA ARBAYIM, COMO ESTÁ DEFINIDO EN LAS ESCRITURAS Y COMO ES USADO POR DIOS MISMO, ¡NO COMIENZA HASTA QUE EL SOL SE HAYA PUESTO!

          Los eventos cronológicos que están registrados en Éxodo 16 claramente definen ben ha arbayim—“entre las dos noches,” o “entre los tiempos de puesta”—como el periodo de tiempo que SIGUE inmediatamente al ocaso, o ba erev. Ben ha arbayim no comienza sino HASTA QUE EL SOL SE HA COLOCADO DEBAJO DEL HORIZONTE. Es el periodo de tiempo que comienza el nuevo día—¡no la porción tarde del día desde el mediodía hasta el ocaso! Cualquier otra interpretación, judía o cualquier otra se opone a la Palabra de Dios inspirada. Aquellos que insisten que ben ha arbayim—“entre las dos noches,” o “entre los tiempos de puesta”—es el periodo de tiempo entre el mediodía y el ocaso se basan en las tradiciones de los hombres, ¡en lugar de la Palabra de Dios!

La definición Escritural de BEN HA ARBAYIM afirmada por algunos eruditos

          A diferencia de Kuhn, Grabbe y el rabino Kaplan, quienes se adhieren a la definición que no es Escritural de los rabinos, hay algunos eruditos que reconocen que ben ha arbayim es el principio de la porción del día: “Por consiguiente, en las noches de la luna nueva la duración del crepúsculo desde el momento de la aparición del cuarto creciente está dividido en dos partes desiguales, las cuales los judíos llamaron ‘las dos noches,’ o en el hebreo arbayim. La primera noche formaba un intervalo de alrededor de media hora, durante la cual al estar aun suficientemente claro para ser considerado como una continuación del día previo, se podían atender las ocupaciones comunes del día; ese intervalo de hecho, llamamos el ‘crepúsculo del día civil.’ La segunda noche duraba casi una hora…En el pentateuco encontramos usada varias veces la expresión ben ha arbayim (‘entre las dos noches’) para indicar el momento que separaba los dos periodos descritos antes, y marcaba para los judíos el principio del día civil y religioso” (G. Schiaparelli, Astronomía en el Antiguo Testamento, pp. 93, énfasis agregado).

          La Enciclopedia de la Biblia Estándar Internacional confirma que ben ha arbayim originalmente era definida como el periodo de tiempo desde el ocaso hasta la oscuridad: “Ya que no habían medidas definidas del tiempo del día [no habían artefactos para el tiempo como relojes], los varios periodos eran indicados por los cambios naturales del día; así ‘mediodía’ era el tiempo del día cuando el sol subía su máximo, cohorayim; tarde era la parte del día en que el sol declinaba, ntothhayom; y noche era el tiempo de la caída del sol, erev. ‘Entre las noches,’ ben ha arbayim era el intervalo entre el ocaso y la oscuridad. El día no era dividido en horas sino hasta un periodo más tarde” (s.v. “Day and Night,” edición 1956, pp. 798, énfasis agregado).

          En la misma enciclopedia, bajo “tarde, noche y anochecer,” las siguientes definiciones son dadas para ba erev y ben ha arbayim: “Las palabras son usadas en significados un poco distintos: (1) el tiempo del ocaso, el principio del día hebreo, como en Levítico 15, donde las instrucciones son dadas para la remoción de impureza, lo cual tomaba lugar al ocaso [ba erev]. (2) Crepúsculo, el tiempo aproximándose a la oscuridad cuando las lámparas [en el templo] son encendidas [ben ha arbayim]; Éxodo 30:8 (lit. ‘entre las dos noches’); Jeremías 6:4 (‘las sombras de la noche’). (3) La parte temprana de la noche (Proverbios 7:9; Ezequiel 12:7)” (Ibíd., pp. 1041). Para una exegesis técnica de Jeremías 6:4-5, ver Apéndice Q.

          La referencia anterior de Levítico 15 es un buen ejemplo del uso Escritural de ba erev. En Levítico 15, ba erev es usado en el contexto de aquellos que están ceremonialmente impuros, quienes tenían que esperar hasta que terminara el día antes de que pudieran volverse limpios. No podían estar limpios ceremonialmente en medio de la tarde, sino que tenían que esperar hasta el ocaso, cuando podían bañarse y entrar al campamento. El ocaso terminaba el día de su impureza y empezaba un nuevo día en un estado de pureza.

          El uso de ben ha arbayim en Éxodo 30:8 en el contexto de iluminar las lámparas del templo ayuda a aclarar el tiempo del día que está designando esta frase. Es obvio que los sacerdotes no encendían las lámparas en medio de la tarde, antes del ocaso. Como declara el artículo, las lámparas eran encendidas al “crepúsculo, el tiempo aproximándose a la oscuridad…” Esta definición es apoyada por el uso Escritural de ben ha arbayim como el periodo de tiempo que sigue al ocaso.

          Las definiciones Escriturales de ba erev y ben ha arbayim también son apoyadas en El nuevo léxico de Hebreo-Arameo Brown-Driver-Briggs-Gesenio, el cual declara lo siguiente: “erev, ocaso, noche; 1. a. noche, originalmente ocaso, y por lo tanto quizás en el tiempo del ocasoen la noche Génesis 19:1, 29:23, Éxodo 12:18, Deuteronomio 16:4…como marcar la duración de la impureza…como el Día de Expiación, ba erev. Ben ha arbayim, entre las dos noches…entre el ocaso y la oscuridad.”

          Estas obras autoritarias por eruditos respetables afirman que ben ha arbayim—“entre los tiempos de puesta”—como definida en la Escritura, es el periodo de tiempo entre el ocaso y la oscuridad.

¿Qué tan largo es BEN HA ARBAYIM?

          Hemos examinado la evidencia Escritural y hemos encontrado pruebas irrefutables de que ben ha arbayim—“entre las dos noches” o “entre los tiempos de puesta”—comienza inmediatamente después de que el día ha terminado al ocaso, o ba erev. Ben ha arbayim es el periodo de tiempo que comienza el nuevo día. Ese es el tiempo que Dios designó para que fueran matados los corderos de la Pascua y ese es el tiempo que Dios eligió enviar las codornices al campamento de Israel.

          El registro del milagro de las codornices revela que los hijos de Israel empezaron a comer la carne de las codornices durante ben ha arbayim. Sin embargo, antes de que pudieran empezar a comer la carne, tenían que limpiar y asar las codornices. Estos hechos han llevado a preguntas acerca de la duración de tiempo que está incluido en ben ha arbayim.

          Ben ha arbayim es un periodo de tiempo relativamente corto. Comienza cuando desaparece el sol debajo del horizonte y termina cuando ha llegado la oscuridad de la noche. El periodo de tiempo varía dependiendo de la temporada del año. En el invierno, ben ha arbayim es aproximadamente de 30-40 minutos. En la primavera o el otoño, ben ha arbayim es aproximadamente una hora a una hora y quince minutos. En medio verano, ben ha arbayim puede durar aproximadamente una hora y treinta minutos. Otros factores, tales como cubiertas de nubes o fases de la luna pueden tanto acelerar como demorar la venida de la oscuridad, así acortando o alargando el tiempo usualmente designado para ben ha arbayim.

          En la primavera, que es la temporada para guardar la Pascua, ben ha arbayim es generalmente una hora. Sin embargo, en el tiempo de la luna llena el periodo de luz es más largo porque la luna se está elevando mientras el sol se está metiendo. Ya que los eventos en Éxodo 12 y Éxodo 16 tomaron lugar a mitad de mes, cuando la luna estaba llena, es posible que ben ha arbayim fuera considerablemente más largo, durando hasta una hora y media.

          El periodo de tiempo exacto de ba erev y ben ha arbayim puede ser verificado por observación desde un punto con vista despejada. Durante una visita a San Antonio, Texas, durante la primera semana de junio de 1996, el autor fue capaz de observar el tiempo de ba erev y toda la duración de ben ha arbayim desde un restaurante en la cima de la torre de San Antonio a 150 metros de altura, y que tenía una vista de 360 grados, haciéndola una plataforma perfecta de observación. El autor observó el tiempo de ba erev o el ocaso desde el punto cuando el sol parecía tocar el horizonte hasta que caía debajo del horizonte. La duración exacta de su puesta fue 2 minutos y 48 segundos. Cuando se había metido por completo, el autor comenzó a tomar el tiempo de la duración de ben ha arbayim. El tiempo total de este periodo de crepúsculo fue 1 hora y 8 minutos. La observación del autor verifica que la longitud de ben ha arbayim puede variar desde aproximadamente una hora a hora y media.

          Éxodo 16 nos dice que Dios envió las codornices tan pronto como se había puesto el sol. Ya que ben ha arbayim fue de aproximadamente hora y media, habrían tenido suficiente tiempo para tomar, matar, limpiar y asar la carne. Dado que las codornices son aves pequeñas, solamente tomaría un corto periodo de tiempo el asarlas sobre las fogatas. Es posible que la primera carne estaba lista para comer en tan solo 30 minutos después de haber sido atrapadas. Como ha dicho Dios, “…ENTRE LAS DOS NOCHES [hebreo ben ha arbayim, entre el ocaso y la oscuridad] COMERÁN CARNE” (Éxodo 16:12).

          Algunos rechazan la definición Escritural de ben ha arbayim e insisten que habría requerido un periodo de tiempo mucho más largo para que los hijos de Israel se comieran las codornices. Ellos alegan que era imposible que se comieran una bandada de codornices tan grande entre el ocaso y la oscuridad. Pero las Escrituras no declaran que las codornices fueron consumidas por completo durante ben ha arbayim. El registro simplemente declara la promesa de Dios de que el pueblo estaría comiendo codornices durante este tiempo.

          Otros argumentos son presentados para apoyar la afirmación de que ben ha arbayim se extiende a través de la noche, o incluso a través del día. Algunos interpretan el término ben ha arbayim como “entre los dos ocasos.” Ellos basan su interpretación en Números 9:11, que ellos ven como un mandato de que los corderos de la Pascua no solamente sean matados sino que también sean comidos durante ben ha arbayim. Ver Apéndice J y Apéndice K para una exégesis técnica de los mandatos de la Pascua en Números 9:11.

          Esto no es lo que Dios ordenó en Éxodo 12. Los mandatos en Éxodo 12 para observar la Pascua requerían que solamente los corderos fueran matados durante ben ha arbayim. Aunque los corderos fueran matados en este tiempo, no podían ser comidos durante ben ha arbayim porque toma varias horas asar un pequeño cordero de hasta un año de vida.

          Everett Fox, una autoridad notable en el hebreo Bíblico, se adhiere firmemente a la definición de ben ha arbayim como el tiempo entre el ocaso y la oscuridad. Aquí está la traducción de Fox del mandato de Dios en Levítico 23:5 acerca de la Pascua: En el decimocuarto día del primer mes, entre los tiempos de puesta [hebreo ben ha arbayim] (es) la Pascua de YHWH” (BS).

          La Biblia Schocken ofrece el siguiente pie de página para aclarar este verso: “Entre los tiempos de puesta: Entre el tiempo que el sol está debajo del horizonte, ya no visible y completa oscuridad. Una traducción idiomática sería ‘al crepúsculo’ (página 618, énfasis agregado).

          Al traducir ben ha arbayim como “entre los tiempos de puesta,” Fox especifica que esta expresión se refiere al crepúsculo del día. Su traducción precisa y aclaración adicional de la frase ben ha arbayim muestra que él entiende plenamente el significado Escritural de este término. No hay ni un trazo de evidencia de que ben ha arbayim sea usado en las Escrituras para designar ningún otro tiempo más que el crepúsculo, el cual comienza cuando sol se ha puesto.

Varias traducciones de términos hebreos

          Al leer diferentes traducciones de la Biblia, se entiende por qué ha existido tanta confusión acerca del significado de ben ha arbayim y su relación con ba erev. En la Versión King James ambas frases hebreas son traducidas similarmente, “al atardecer,” o “en la tarde.” La única distinción que se hace entre los dos términos es que ben ha arbayim tiene un pie de página con una lectura en el margen de “entre las dos noches.”

          La Versión Estándar Revisada traduce ben ha arbayim en Éxodo 12:6 como “noche” y en Éxodo 16:12 como “crepúsculo.” Cuando ben ha arbayim es traducida como “en la noche,” tiene un pie de página que dice “entre las dos noches.” Ba erev es constantemente traducida como “noche.”

          La traducción de Moffat de ben ha arbayim en Éxodo 12:6 y Éxodo 16:12 es “entre el ocaso y la oscuridad.” En casi todos los demás casos él lo traduce como “en la tarde” o “noche.”

          La New English Bible traduce el término ben ha arbayim como “entre el ocaso y la oscuridad” en Éxodo 12:6 y en Éxodo 16:12. En todas las demás ocasiones se deja igual. El término ba erev es constantemente traducido como “al atardecer” o “noche.”

          La Sociedad de Publicaciones Judías de América, en Las Santas Escrituras de acuerdo al Texto Masorético, traduce ben ha arbayim consistentemente como “anochecer” y ba erev como “atardecer” o “en la tarde.”

          La nueva edición por la Sociedad de Publicaciones Judías, TANAKH—Las Santas Escrituras, traduce ben ha arbayim en Éxodo 12:6, Levítico 23:5 y Números 9:5 como “al crepúsculo,” y en Éxodo 16:12 como “en la noche.”

          La Biblia Jerusalén, en el texto inglés por Harold Fisch traduce ben ha arbayim en Éxodo 12:6 y Levítico 23:5 como “hacia la noche,” la cual es la misma que las traducciones interlineales de Migil y Rashi. En Éxodo 16:12, está traducido como “en la noche.” Migil agrega el pie de página “entre las dos noches,” pero Rashi no lo agregó.

          La New American Standard Bible traduce ben ha arbayim en Éxodo 12:6, Éxodo 16:12, Levítico 23:5 y Números 9:5 como “al crepúsculo.” Ba erev es consistentemente traducido como “noche.”

          Las Escrituras sencillamente enseñan que ben ha arbayim es el periodo de tiempo entre el ocaso y la oscuridad. Comienza cuando el día ha terminado al ocaso, o ba erev. Ese es el tiempo específicamente escogido por Dios para la matanza de los corderos de la Pascua. En la Pascua en Egipto, los corderos fueron matados inmediatamente después del ocaso terminando el día 13 del primer mes—al principio del día 14, no en la tarde del 14.

¿Qué nos dice Números 28?

          A pesar de las claras declaraciones de la Escritura, hay algunos que interpretan Números 28:16 como mostrando que la Pascua fue observada al final del día 14, en lugar de al principio del 14. Examinemos Números 28:16 para ver si hay algún fundamento para su declaración:

          “Y en el primer mes, en el catorceavo día del mes, es la Pascua del SEÑOR” (SPJA).

          Este verso simplemente declara que la Pascua es el en día 14 del mes. Este verso no dice absolutamente nada acerca del tiempo específico del día. Si asumimos que la Pascua debería guardarse al final del 14, entonces se debe aplicar la misma premisa al siguiente verso, el cual contiene redacción idéntica de hebreo e inglés, con la excepción del número del día:

          “Y en el quinceavo día de este mes será una fiesta…” (verso 17).

          Si “en el catorceavo día” significa al final del 14, entonces por la misma lógica, “en el quinceavo día” también debe referirse al final del 15. La línea de razonamiento retrasaría la Fiesta de Panes sin Levadura hasta el principio del día 16 del primer mes. No es difícil ver el error en esta interpretación. Las Escrituras claramente enseñan que la Fiesta de Panes sin Levadura empieza en el día 15 del mes—no el 16.

          ¿Por qué los rabinos y algunos eruditos que profesan ser cristianos insisten que el mandato de Dios de guardar la Pascua “en el catorceavo día” significa al final del 14? ¿Por qué se aferran a esta interpretación fallida de la Escritura? La respuesta es obvia: ¡NO ESTÁN BUSCANDO EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA PALABRA DE DIOS! Más bien, se apoyan en el tradicional sacrificio de la tarde de la Pascua en el templo, el cual comenzó aproximadamente 800 años después de la Pascua en Egipto.

          Un estudio detallado de la primera Pascua de Israel como está registrada en Éxodo 12 mostrará que no hay justificación Escritural para una observancia tardía de Pascua en la tarde. Emprenderemos un estudio de verso a verso de Éxodo 12 en el siguiente capítulo.

 

Ben Ha Arbayim

“Entre las dos noches:

“Entre los tiempos de puesta”

“Entre el tiempo que el sol está debajo del horizonte, ya no visible, y total oscuridad.”

Duración aproximadamente de 1 hora a 1 hora y media