CAPÍTULO CUATRO

(Tomado del libro “La pascua Cristiana”)

 

ENTENDIENDO EL TÉRMINO HEBREO BA EREV

 

Por

Fred Coulter

www.laverdaddedios.org

 

          En el capítulo anterior, aprendimos que el tiempo ordenado para matar los corderos de la Pascua era ben ha arbayim—“entre las dos noches,” o “entre los tiempos de puesta.” La matanza de los corderos era la primera de 9 ordenanzas que debían cumplirse en el día de la Pascua. Cuando examinamos la interpretación de ben ha arbayim dada por rabinos y eruditos, vimos que ellos definen “entre las dos noches” como el periodo desde un poco después del mediodía hasta el ocaso. Para apoyar su definición, ellos apuntan hacia el ejemplo histórico del sacrificio del templo de los corderos de la Pascua, el cual ocurría en la tarde del día 14 del primer mes.

          Es evidente que los rabinos y eruditos están confiando en las tradiciones judías para interpretar el significado de ben ha arbayim en lugar de las Escrituras. Pero no tenemos que depender de las tradiciones de hombres para entender el significado de esta frase hebrea. Dios nos ha dado una secuencia cronológica fácil de entender de eventos en Su Palabra que revela el verdadero significado de ben ha arbayim. Cuando examinamos el uso Escritural de esta frase hebrea, veremos que la Biblia no apoya la interpretación tradicional judía de “entre las dos noches” como la tarde del día.

          Para poder entender el uso Escritural de ben ha arbayim, primero debemos entender el significado de la frase hebrea ba erev, la cual es usada varias veces en el Antiguo Testamento para denotar tiempo. La definición Escritural de ba erev es la clave que abre el verdadero significado de ben ha arbayim. Cuando entendemos el significado Escritural de estos dos términos hebreos, seremos capaces de determinar el tiempo preciso en que debía guardarse la Pascua, empezando con la matanza de los corderos.

Levítico 23 define BA EREV

          El capítulo 23 de Levítico nos ayudará a entender la definición Escritural de ba erev. Este capítulo lista todos los días que Dios apartó para que Su pueblo se congregara ante Él—incluyendo el Sábado semanal, la Pascua y los 7 días santos anuales de Dios. Cada una de estas convocaciones ordenadas tiene un significado especial, pero son los mandatos de Dios para el Día de Expiación de particular importancia para nuestro entendimiento de ba erev. Examinemos Sus mandatos:

          ““También, en el décimo día de este séptimo mes, es el Día de Expiación. Será una santa convocación para ustedes. Y afligirán sus almas [al ayunar sin comida o agua; ver Salmo 35:13, Esdras 10:6] y ofrecerán una ofrenda hecha por fuego al SEÑOR.

          “Y no harán NINGÚN TRABAJO en ese mismo día, porque es el Día de Expiación, para hacer expiación por ustedes delante del SEÑOR su Dios, porque cualquiera que no esté afligido [ayunar sin comida ni agua] en ese mismo día, será cortado de entre su pueblo.

          “Y cualquiera que haga cualquier trabajo en ese mismo día, a él mismo YO LO DESTRUIRÉ de entre su pueblo. No harán TRABAJO EN NINGUNA MANERA. Será un estatuto para siempre a través de sus generaciones en todas sus viviendas” (Levítico 23:27-31).

          ¡Noten lo importante que es el Día de Expiación! NADA DE COMIDA O AGUA PODÍA SER CONSUMIDA Y ¡NO SE PODÍA HACER TRABAJO DE NINGÚN TIPO EN ABSOLUTO! LA MUERTE Y LA DESTRUCCIÓN GOLPEARÍA A AQUELLOS QUE NO AYUNARAN Y AFLIGIERAN SUS ALMAS, O A QUIEN HICIERA CUALQUIER TIPO DE TRABAJO EN EL DÍA DE EXPIACIÓN.

          A causa del castigo severo por violar el Día de Expiación, ¡Dios no quería que los hijos de Israel tuvieran duda alguna sobre cuando comenzaba el día y cuando terminaba! Que tragedia habría sido si algunos hubieran alegado que el Día de Expiación comenzaba tarde en la tarde, antes del ocaso y otros hubieran alegado que el Día de Expiación comenzaba cuando una persona podía ver las estrellas en la noche, después del ocaso. Habría habido tanto como 6 horas de diferencia en la observancia del Día de Expiación, si estuviera basado en estas distintas interpretaciones y opiniones de los rabinos. ¡Qué confusión habría creado! Aquellas pobres almas que siguieran la opinión equivocada habrían quebrantado el Día de Expiación, ¡Lo cual les habría costado sus vidas!

          Ya que el castigo por quebrantar el Día de Expiación era la MUERTE, Dios no dejó ningún espacio para la duda en cuanto a la hora exacta del comienzo y el término del día. Es por esta misma razón que Dios emitió un mandato especifico detallando el comienzo y el final del Día de Expiación. Aquí está como Dios define el día:

          “Será para ustedes un Sábado anual de descanso, y se afligirán a sí mismos. EN EL NOVENO DÍA DEL MES AL OCASO, DESDE EL OCASO HASTA EL OCASO, guardarán su Sábado anual” (Levítico 23:32).

          Las palabras “al ocaso” en este verso son traducidas de la frase hebrea ba erev, que significa “al ocaso.” Esta frase hebrea es formada de la preposición ba y el sustantivo erev. El sustantivo hebreo erev literalmente significa “la entrada.” Su significado especifico depende del contexto en el cual es usado y la forma en la que aparece en el texto. Cuando se usa con la preposición ba, erev específicamente se refiere al ocaso. Esta definición es establecida por su uso en varios pasajes del Antiguo Testamento y tradicionalmente ha sido reconocida en la observancia judía del Día de Expiación.

          La Biblia Schocken refleja el significado preciso de ba erev en Levítico 23:32: “Es un Sábado, un Sábado de cesar para ustedes, deben afligirse a sí mismos; en el noveno (día) después de la Luna Nueva, al ocaso [hebreo ba erev], de ocaso a ocaso, ¡Deben cesar de su cesar!” (BS).

          “Al ocaso” o ba erev es un periodo de tiempo muy corto. Empieza cuando el sol parece tocar el horizonte y termina cuando el sol cae debajo del horizonte. La duración completa de su puesta no es más de 3-5 minutos. ¡El termino ba erev es muy específico! Por eso es que Dios ordenó que el Día de Expiación se observara desde ba erev hasta ba erev. El uso de la preposición ba con el sustantivo erev elimina cualquier duda o confusión sobre el tiempo en que comienza y termina el día: “…En el noveno día del mes al ocaso [hebreo ba erev, empezando al ocaso], desde el ocaso [hebreo mn erev, desde el ocaso] hasta el ocaso [hebreo ad erev, hasta el ocaso], guardarán su Sábado anual.” (Levítico 23:32). El uso de la preposición ba con el sustantivo hebreo erev elimina cualquier duda o confusión sobre el tiempo en que comienza y termina el día.

          Que cada día comienza y termina al ocaso está claramente establecido en Levítico 23. En el verso 27 encontramos un mandato especifico que el Día de Expiación sea observado en el décimo día del mes. En el verso 32, ba erev en el noveno día del mes está claramente designado como el comienzo del Día de Expiación. Estos dos mandatos Escriturales dejan absolutamente claro que ba erev marca el final del noveno día y el comienzo del décimo día. El décimo día del séptimo mes es desde el ocaso, o mn erev, del noveno día, hasta el ocaso o ad erev del décimo día. No hay espacio para otra interpretación de Levítico 23:32. El comienzo y el final del Día de Expiación está firmemente establecido por el registro Escritural del mandato de Dios.

          De acuerdo al método Escritural para calcular el tiempo, cada día se extiende de ocaso a ocaso. Este principio se aplica al Sábado semanal. La Biblia claramente enseña que el SÉPTIMO DÍA es el Sábado del Señor. Desde el ocaso del sexto día hasta el ocaso del séptimo día es el Sábado semanal. Esta es la verdadera definición del día Sábado como es calculado Escrituralmente, de ocaso a ocaso.

          Apliquemos el método Escritural para calcular el tiempo a las instrucciones de Dios para observar la Fiesta de los Panes sin Levadura, como está registrado en Éxodo 12. Usando la definición Escritural de ba erev, podemos determinar el tiempo preciso en que comienza y termina la Fiesta de Panes sin Levadura.

          La traducción de Fox de este verso confirma que ba erev se está refiriendo al ocaso: “En el primer (mes), en el decimocuarto día después de la Luna Nueva, AL OCASO, deben comer matzot [pan sin levadura], hasta el vigésimo primer día del mes, AL OCASO” (Éxodo 12:18, BS).

          “En el primer mes, en el catorceavo día del mes AL OCASO [hebreo ba erev], comerán pan sin levadura, hasta [hasta aquel punto en el tiempo] el veintiunavo día del mes AL OCASO [hebreo ba erev]” (Éxodo 12:18).

          Este verso claramente muestra que la Fiesta de Panes sin Levadura comienza al ocaso, o ba erev. El mandato de Dios en Levítico 23:6 muestra que es el ocaso el que termina el 14 y comienza el 15 del mes. Contando hacia adelante 7 días desde el ocaso terminando el 14, llegamos al ocaso terminando el día 21, o ba erev “en el veintiunavo día.” Ahí es cuando termina la Fiesta de Panes sin Levadura o una duración de 7 días completos.

          Al dejar que las Escrituras interpreten el mandato de Dios en Éxodo 12, podemos ver como Dios mismo define la duración de la Fiesta de Panes sin Levadura. La Palabra de Dios revela el punto de inicio y el punto del final de la Fiesta de Panes sin Levadura. No hay duda ni confusión cuando se entiende y es aplicado correctamente el método Escritural para calcular el tiempo. La frase ba erev quita cualquier duda sobre cuando comienzan y terminan los 7 días de panes sin levadura.

          El uso de ba erev en Éxodo 12 en el mandato para la Fiesta de Panes sin Levadura es consistente con su uso en Levítico 23 en el mandato para observar el Día de Expiación. El uso de ba erev en ambos mandatos confirma que este término hebreo marca el comienzo y el final de cada día.

Los judíos entienden que BA EREV termina un día y comienza el siguiente día

          La forma en que los judíos han cosechado tradicionalmente la gavilla mecida muestra su entendimiento del significado Escritural de ba erev, o “al ocaso.” Su práctica tradicional requiere confirmación absoluta de que el sol se ha metido antes de que el que haya sido designado a cortar la gavilla pueda levantar su hoz.

          La gavilla mecida era ofrecida en conjunto con la Fiesta de Panes sin Levadura. Las instrucciones de Dios para esta ofrenda mecida especial se encuentran en Levítico 23: “Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo, “Habla a los hijos de Israel y diles, 'Cuando hayan entrado a la tierra la cual Yo les doy, y hayan recogido la cosecha de ella, entonces traerán la primera gavilla de los primeros frutos de su cosecha al sacerdote. Y él mecerá la gavilla delante del SEÑOR para que sean aceptados. En el siguiente día después del Sábado [en conjunto con la Fiesta de Panes sin Levadura] el sacerdote la mecerá” (Levítico 23:9-11).

          Nota: Hubo una disputa entre los fariseos y los saduceos sobre cual Sábado está designando este verso. Los fariseos aplicaron este mandato al primer día santo de la Fiesta de Panes sin Levadura, el cual es el día 15 del primer mes, o Nisán. En su perspectiva, el “día después del Sábado”—el día para cosechar la gavilla mecida—siempre era el 16 de Nisán. Por otro lado, los saduceos, quienes estaban a cargo del templo durante los días de Jesucristo, entendían que el mandato de Dios en Levítico 23:11 se refería al Sábado semanal que ocurría en conjunto con la Fiesta de Panes sin Levadura. En años cuando el primer día de la Fiesta de Panes sin Levadura caía en el Sábado semanal, tanto los saduceos como los fariseos observaban el 16 de Nisán como el día para la ofrenda de la gavilla mecida. Aunque los saduceos y los fariseos generalmente no estaban de acuerdo sobre el DÍA correcto para la ofrenda de la gavilla mecida, nunca había alguna pregunta sobre el TIEMPO correcto del día para cosecharla.

          Alfred Edersheim, un rabino farisaico convertido, registra los detalles de la cosecha de la gavilla mecida en su libro La vida y tiempos de Jesús el Mesías. Su descripción de la práctica tradicional muestra que los judíos desde tiempos antiguos han entendido y reconocido que el día termina al ocaso, o ba erev. Están plenamente conscientes de que tan pronto como el sol ha caído por debajo del horizonte, es el comienzo del siguiente día.

          Como habían hecho los hijos de Israel en los tiempos del Antiguo Testamento, los judíos en los tiempos del Nuevo Testamento esperaban hasta que el sol hubiera bajado antes de cosechar la gavilla mecida. Ellos sabían que “el siguiente día después del Sábado” empezaba en el ocaso. El ocaso que terminaba el Sábado comenzaba el siguiente día, “el siguiente día después del Sábado,” en el cual debía realizarse la cosecha de la gavilla mecida. No se permitía cosechar hasta que se terminara el Sábado. Una vez que el sol caía debajo del horizonte, el Sábado había pasado. Era el primer instante del siguiente día por calculo Escritural y se podía cosechar.

          Aquí está la descripción de Edersheim de la cosecha de la gavilla mecida: “Esta gavilla de Pascua era cosechada en público la tarde antes de que fuera ofrecida, y era para presenciar esta ceremonia, que la multitud se había reunido alrededor de los ancianos. Ya en el 14 [de] Nisán el sitio donde la primera gavilla debía ser cosechada había sido marcado, al atar en manojos, mientras permanecía en pie, la cebada que debía ser cortada de acuerdo a la costumbre, en el resguardado Valle de Cenizas cruzando Cedrón. Cuando había llegado el tiempo de cortar la gavilla—esto es, en la tarde del 15 [de] Nisán [por cálculo farisaico], aunque fuera un Sábado [la travesía para cosechar era emprendida antes del final del Sábado, pero estaba dentro del tradicional “viaje del día Sábado” prescrito], justo cuando iba bajando el sol, tres hombres, cada uno con una hoz y canasto, se disponían a trabajar.

          “Claramente para destacar lo que era distintivo en la ceremonia, primero preguntaban a los espectadores 3 veces cada una de estas preguntas: ‘¿HA DESCENDIDO EL SOL?’ ‘¿Con esta hoz?’ ‘¿En esta canasta?’ ‘¿En este Sábado? (o primer día de la Pascua) —y finalmente, ‘¿Cosecho?’ Habiendo respondido afirmativamente cada vez, cortaban la cebada a la cantidad de un efah, o alrededor de tres cuartos de fanega y tres pintas de nuestra medida inglesa” (La vida y tiempos de Jesús el Mesías, pp. 619).

          Recuerden que solamente tarda de 3-5 minutos para que el sol se meta desde el tiempo que parece tocar el horizonte. Considerando la corta duración del ocaso, o ba erev, es evidente que el sol había caído debajo del horizonte para el tiempo en que se respondían las preguntas tradicionales y antes de que la gavilla para la ofrenda mecida fuera cortada. Edersheim confirma este hecho al declarar que el sol se había metido por completo y que era en el momento de cortar, el siguiente día, el 16 de Nisán.

          En otro libro, el cual también describe la cosecha de la gavilla mecida, Edersheim inserta la siguiente nota al pie de página: “Esta era hecha en realidad después del ocaso en el 15, el cual era el principio del 16 de Nisán” (El Templo, su ministerio y servicios, como lo eran en el tiempo de Cristo, pp. 258).

          Las declaraciones de Edersheim muestran concluyentemente que ba erev, “al ocaso” era entendido completamente por los judíos como el punto en el cual terminaba el día presente y comenzaba el siguiente día. Su descripción de la ceremonia para cosechar la gavilla mecida también verifica que ba erev era una corta duración de tiempo. El tiempo de ba erev está traducido correctamente por Everett Fox y Coulter como “al ocaso.”

          Al resumir este capítulo sobre la frase ba erev, o “al ocaso,” es evidente que, aunque los líderes del judaísmo discutan el significado de algunos términos hebreos usados en las Escrituras, el significado de ba erev no tiene controversia: La frase hebrea ba erev, o “al ocaso,” designa el final de un día y el comienzo del siguiente día. El judaísmo reconoce, tanto en la enseñanza como en la práctica, que tan pronto como el sol se ha metido debajo del horizonte, un nuevo día ha comenzado.

          Hemos visto que las Escrituras definen ba erev, o “al ocaso,” como el punto en el cual un día termina y comienza el siguiente día. En el siguiente capítulo examinaremos el uso de ba erev en contexto con ben ha arbayim, o “entre las dos noches.” Al aplicar la definición Escritural de ba erev en este contexto, seremos capaces de determinar el significado del tan discutido término ben ha arbayim.

Ba erev, o “al ocaso” es el periodo de tiempo de tres a cinco minutos que comienza cuando el sol parece tocar el horizonte hasta que el sol desaparece detrás del horizonte.