CAPÍTULO SEIS

(Tomado del libro “La pascua Cristiana”)

 

LA PRIMERA PASCUA DE ISRAEL—PRIMERA PARTE

 

Por

Fred Coulter

www.laverdaddedios.org

 

          Ahora que entendemos el significado Escritural de ben ha arbayim, estamos listos para estudiar la observancia de la Pascua para los hijos de Israel en Egipto. Éxodo 12 nos da un registro detallado de la primera Pascua de Israel, completa con las instrucciones de Dios paso a paso a través de Moisés. El registro Escritural expone al descubierto para nosotros la verdadera cronología del día de la Pascua, y el comienzo del Éxodo el siguiente día, el quinceavo día del primer mes.

          El registro Escritural de la Pascua y el Éxodo ha sido tan mal traducido, malinterpretado y mal enseñado, que las verdaderas enseñanzas de la Palabra de Dios son difíciles de entender para muchos lectores y estudiantes de la Biblia. Para poder eliminar la confusión que ha surgido acerca de la cronología de la Pascua, estudiaremos cada elemento vital en la observancia de la Pascua y examinaremos a profundidad todos los factores como están registrados en las Escrituras. Al ir avanzando, dejaremos que la Palabra de Dios nos guie hacia la verdad concerniendo la Pascua. Estudiaremos y analizaremos los elementos del día de la Pascua uno por uno, separando los hechos verdaderos de la Escritura, de las falsas declaraciones de los hombres. Como veremos, la verdad concuerda con la Escritura. El error no concuerda con la Escritura.

          Para que podamos entender claramente cómo se cumplieron los mandatos de Dios por los hijos de Israel en el día de la Pascua, examinaremos a profundidad los siguientes elementos:

 

Elemento #1) ¿Cuándo fueron matados los corderos de la Pascua?

Elemento #2) ¿Dónde fueron matados los corderos de la Pascua?

Elemento #3) ¿Dónde estaban ubicados los hijos de Israel durante toda la Pascua?

Elemento #4) ¿Cuánto tiempo tomó matar, asar, comer los corderos y quemar los huesos y restos?

Elemento #5) ¿Cuándo dejaron sus casas los hijos de Israel?

Elemento #6) ¿Qué significa “noche” (hebreo lailah)? ¿Qué significa “mañana” (hebreo boqer)?

Elemento #7) ¿Cuándo despojaron los hijos de Israel a los egipcios?

Elemento #8) ¿Cuándo y dónde comenzó el Éxodo?

          Estos elementos han sido muy disputados y debatidos en la continua controversia sobre una observancia de la Pascua en el 14 o el 15. Es importante que lleguemos a un entendimiento correcto de cada elemento de la Pascua como fue ordenada por Dios y observada por los hijos de Israel. Los registros que Dios ha preservado en Éxodo 12 nos guiarán a un verdadero entendimiento de estos elementos. Mientras estudiamos cada elemento de la Pascua, aplicaremos lo que ya hemos aprendido y dejaremos que las Escrituras interpreten a las Escrituras. Al hacer eso, llegaremos al entendimiento correcto de los mandatos de Dios para la Pascua y aprenderemos cómo y cuando fueron ejecutados estos mandatos por los hijos de Israel.

Elemento #1) ¿Cuándo fueron matados los corderos?

          ¿Cuándo mataron los corderos de la Pascua los hijos de Israel—al principio del día 14, o al final? Esta pregunta es el centro del debate de la Pascua del 14/15. Antes de que respondamos esta pregunta, veamos las instrucciones de Dios en Éxodo 12 acerca del tiempo del año para observar la Pascua:

          “Y el SEÑOR habló a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo, “Este mes será para ustedes el comienzo de meses. Será el primer mes del año para ustedes” (Éxodo 12:1-2). Este mes era llamado Abib, que significa “espigas verdes,” refiriéndose a la cosecha de cebada de la primavera. Más adelante este mes fue llamado Nisán.

          Después, Dios dio Sus instrucciones para seleccionar y matar a los corderos de la Pascua: “Habla a toda la congregación de Israel, diciendo, ‘En el décimo día de éste mes tomará cada hombre un cordero por casa de padre, un cordero por casa. Y si la familia es demasiado pequeña para el cordero, él y su vecino próximo a su casa tomen de acuerdo al número de las almas, cada uno, de acuerdo al comer de su boca, contarán concerniente al cordero.

          “Su cordero será sin mancha [sin defecto—un tipo de Cristo como nuestro Cordero de la Pascua (Juan 1:29, I Corintios 5:7)], un macho del primer año. Lo tomarán de las ovejas o de las cabras” (versos 3-5).

          Después, Dios les dijo cuándo matar los corderos de la Pascua. Noten cuidadosamente lo que Dios ordenó: “Y lo guardarán [al cordero] hasta [hebreo ad] el comienzo del catorceavo día del mismo mes. Y toda la asamblea de la congregación de Israel lo matará entre las dos noches [hebreo ben ha arbayim]” (verso 6).

          Aquí está la traducción de Fox del mandato de Dios: “Será [el cordero de la Pascua] para ustedes en custodia, hasta [hebreo ad] el catorceavo día después de esta Luna Nueva, y deben matarlo—la asamblea entera de la comunidad de Israel—entre los tiempos de puesta [hebreo ben ha arbayim]” (Éxodo 12:6 BS).

          Ellos debían guardar los corderos “hacia” o “hasta” el catorceavo día del primer mes. Las palabras “hacia” y “hasta” son traducidas de la preposición hebrea ad. Ad también es usada para expresar “…el límite del tiempo mismo” (El léxico de Gesenio de hebreo y caldeo al Antiguo Testamento). Esta preposición hebrea limita el tiempo para matar a los corderos a un punto específico, y no permite movimiento a través y más allá de ese punto. El uso de la preposición ad en el mandato de Dios, deja claro que los corderos sólo debían ser conservados hasta el punto de tiempo en el cual comenzaba el catorceavo—no más allá de ese punto.

          El tiempo ordenado para matar los corderos es “al anochecer” o “entre los tiempos de puesta,” como está correctamente traducido de la frase hebrea ben ha arbayim. Como aprendimos en el capítulo anterior de nuestro estudio, ben ha arbayim es el periodo de tiempo que comienza cuando el sol se ha puesto. Ben ha arbayim en Éxodo 12:6 es el tiempo entre el ocaso y la oscuridad al PRINCIPIO del catorceavo día.

          Que este es el tiempo ordenado para matar los corderos está aún más confirmado por la definición Escritural de un día. Como vimos en nuestro estudio de Levítico 23:32, el Día de Expiación, el décimo día del mes comienza “en el noveno día del mes al ocaso.” Aplicando este principio a la Pascua, el catorceavo día del primer mes sería definido como empezando “en el treceavo día del mes al ocaso.” Para una exégesis técnica del mandato en Levítico 23:32, ver Apéndice I.

          De acuerdo a la Escritura, guardar los corderos “hasta el catorceavo” significa guardarlos a través del treceavo día del mes hasta el “atardecer,” o el ocaso el cual termina el treceavo y comienza el catorceavo. Matar los corderos “entre las dos noches,” o ben ha arbayim significa matar los corderos INMEDIATAMENTE DESPUÉS de que ha terminado el treceavo día al ocaso. Ese es el verdadero significado del mandato de Dios para matar a los corderos, como está interpretado por las Escrituras.

          La matanza de los corderos de la Pascua tomó lugar AL PRINCIPIO del catorceavo día. Al irse terminando el treceavo día del mes, todos los hijos de Israel congregaron a sus familias y se reunieron alrededor de los corderos, mirando al sol poniéndose y esperando que el sol desapareciera debajo del horizonte. El instante que cayó debajo del horizonte, terminando el treceavo día y empezando con ben ha arbayim el catorceavo, ¡todos los hijos de Israel mataron los corderos de la Pascua precisamente al mismo tiempo! ¡Qué acontecimiento tan fantástico!

          Como Dios había ordenado, “Y lo guardarán hasta el comienzo del catorceavo día del mismo mes. Y toda la asamblea de la congregación de Israel lo matará ENTRE LAS DOS NOCHES [hebreo ben ha arbayim]” (Éxodo 12:6).

          La respuesta para el Elemento #1: Los corderos de la Pascua fueron matados al principio del catorceavo día del mes, inmediatamente después del ocaso del treceavo.

Elemento #2) ¿Dónde fueron matados los corderos?

          Los mandatos de Dios para la Pascua revelan que los hijos de Israel estaban congregados por casas en sus moradas individuales cuando los corderos fueron matados. En Éxodo 12:4 leemos, “Y si la familia es demasiado pequeña para el cordero, él y su vecino próximo a su casa tomenuno…”

          La traducción de Fox confirma la ubicación de los hijos de Israel al momento de la matanza de los corderos: “Ahora, si hubieren muy pocos en la casa para un cordero, él debe tomarlo, él y su vecino quien está cerca de su casa…” (Éxodo 12:4 BS).

          Después de matar los corderos, los hijos de Israel esparcieron algo de LA sangre en los marcos de las puertas de sus casas, como Dios había ordenado: “Y tomarán de la sangre y golpearán sobre los dos postes y sobre el poste superior de la puerta de las casas en las cuales lo comerán” (Éxodo 12:7).

          Este verso muestra muy sencillamente que los corderos no solamente eran matados, sino también eran comidos en las casas de los hijos de Israel. La Biblia Schocken confirma que los corderos fueron comidos en casas individuales: “Deben tomar algo de la sangre y ponerla en los dos postes y sobre el dintel, en las casas en las cuales los coman” (Éxodo 12:7).

          El registro Escritural de la Pascua lo deja explícitamente claro que los corderos fueron matados y comidos en las moradas separadas de los hijos de Israel. Recuerden que en este tiempo en la historia de Israel no había tabernáculo ni templo. Los hijos de Israel no se congregaban en una ubicación central para guardar la Pascua. Se congregaban por familias en sus propias casas, o en casa de un vecino. Ahí es donde estaban congregados los hijos de Israel cuando mataban los corderos de la Pascua y comían la cena de la Pascua.

          La respuesta para el Elemento #2: Los corderos eran matados en las casas de los hijos de Israel.

Elemento #3) ¿Dónde estaban los hijos de Israel durante toda la observancia de la Pascua?

          En Éxodo 12:21-28, encontramos a Moisés comunicando los mandatos de Dios para la Pascua a los ancianos de Israel, quienes entonces les dieron las instrucciones de Dios a los hijos de Israel. Este procedimiento era necesario porque los hijos de Israel estaban morando a través de la tierra de Gosén, la cual estaba localizada en la sección noreste del Delta del Nilo:

          “Entonces Moisés llamó a todos los ancianos de Israel y les dijo, “Pónganse en marcha y tomen un cordero para sí mismos de acuerdo a sus familias, y maten el cordero de la Pascua. Y tomarán un manojo de hisopo y lo sumergirán en la sangre que está en la taza, y harán una impresión en el dintel y en los dos postes laterales con la sangre en la taza. Y ninguno de ustedes saldrá de la puerta de su casa hasta el alba” (Éxodo 12:21-22).

          La palabra hebrea que está traducida como “mañana” en la versión SPJA es boqer. La traducción de Fox muestra el significado preciso de esta palabra hebrea: “Ahora ustedes—no deben salir, ningún hombre de la entrada a su casa, HASTA EL AMANECER [hebreo boqer]” (Éxodo 12:22, BS).

          Dios claramente les ordenó a los hijos de Israel no dejar sus hogares hasta el amanecer o alba. Durante toda la noche de la Pascua, debían permanecer bajo la protección de la sangre de los corderos, la cual ellos habían puesto en los marcos de las puertas de sus casas: “Porque el SEÑOR pasará para herir a los egipcios. Y cuando Él vea la sangre sobre el dintel, y sobre los dos postes laterales, el SEÑOR pasará sobre la puerta, y no permitirá al destruidor entrar en sus casas para herirlos. Y ustedes observarán esta cosa como una ley para ustedes y para sus hijos por siempre” (versos 23-24).

          Estas palabras de Dios establecieron la Pascua como una ordenanza perpetua para los hijos de Israel. Debía ser observada por sus descendientes a través de todas sus generaciones como un memorial de que “Dios pasó sobre” sus casas y salvó a sus primogénitos en Egipto. Como aprendimos previamente, así es como la observancia derivó el nombre PASCUA. Justo como dijo el Señor, Él PASÓ SOBRE ellos:

          “Y será que cuando hayan venido a la tierra la cual el SEÑOR les dará, de acuerdo a como Él ha prometido, que ustedes guardarán este servicio. Y será, cuando sus hijos les digan, ‘¿Que significa este servicio para ustedes?’ Entonces ustedes dirán, ‘Es el sacrificio de la Pascua del SEÑOR, Quien pasó sobre las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios y libró nuestras casas.’ ” Y el pueblo inclinó sus cabezas y adoró [mostrando reverencia por los mandamientos del Señor, los cuales habían recibido de los ancianos].

          “Y los hijos de Israel fueron e hicieron como el SEÑOR le había ordenado a Moisés y a Aarón; ASÍ LO HICIERON” (versos 25-28).

          El verso 28 claramente declara que los hijos de Israel obedecieron todos los mandamientos e instrucciones que Dios les entregaba a través de Moisés. Este punto debe enfatizarse porque algunos alegan que los hijos de Israel no observaron la Pascua de acuerdo a las instrucciones que están registradas en estas Escrituras. Éxodo 12:28 muestra que tales alegaciones son falsas.

          El registro en Éxodo 12 declara que Moisés les dio las instrucciones de Dios a los ancianos, quienes a su vez se las dieron a los hijos de Israel, quienes las cumplieron obedientemente. Ya que estas instrucciones fueron recibidas al principio del primer mes, los hijos de Israel tuvieron varios días de aviso previo antes de la selección de los corderos en el décimo día del mes. Cuando llegó el tiempo de observar la Pascua, los hijos de Israel sabían exactamente qué hacer e hicieron todo lo que Dios ordenó.

          Después de seleccionar los corderos en el décimo día, los guardaron hasta el final del treceavo día. Cuando el sol comenzó a ponerse, estaban congregados con sus familias, en las casas a través de la tierra de Gosén. Tan pronto como se había puesto el sol, empezando el catorceavo día, todas las casas mataron los corderos de la Pascua simultáneamente. Después de matar los corderos “entre las dos noches” o ben ha arbayim, tomaron algo de la sangre y la pusieron en los marcos de las puertas de sus casas. Después prepararon y comieron la comida de la Pascua.

          El registro en Éxodo 12 deja explícitamente claro que los hijos de Israel estaban en sus casas cuando comieron la Pascua. Los versos que ya hemos estudiado usan la palabra “casas” cuatro veces (versos 7 y 23, y dos veces en el verso 27) y la palabra “casa” una vez (verso 22). Un análisis completo de Éxodo 12 revela que la palabra hebrea bayith, que significa “casa” o “casas” ha sido usada un total de dieciséis veces—una vez para denotar a una casa, una vez en referencia a las casas de los egipcios, una vez en referencia a un calabozo (“casa del agujero”), y trece veces en referencia a las casas de los hijos de Israel. No hay duda de que los hijos de Israel estaban en sus casas cuando observaron la Pascua.

          A pesar de la abrumante evidencia Escritural de que ellos estaban en sus casas en el tiempo de la Pascua, algunos creen que los hijos de Israel dejaron sus casas en la tierra de Gosén antes de la Pascua. Uno de los mayores argumentos para una Pascua del 15 está basado en la premisa de que los hijos de Israel dejaron sus hogares y se congregaron en tiendas en Ramesés antes de guardar la Pascua. Esta perspectiva de la Pascua se originó en el judaísmo. De acuerdo a esta creencia tradicional, los hijos de Israel se fueron poco después de la medianoche en la noche del 15, después de comer la Pascua antes esa misma noche. Esta interpretación de Éxodo 12 comprime los eventos de dos días separados en un solo día. Aunque esta creencia tradicional entra en conflicto con el registro Escritural de la Pascua y el Éxodo, ha ganado muchos simpatizantes a través de los años.

          El historiador judío Josefo era un firme simpatizante de la creencia tradicional de una Pascua en Ramesés. Esta era la perspectiva farisaica y Josefo era un fariseo. Como leal fariseo, él promulgaba todas las enseñanzas y prácticas farisaicas. Esa era la razón misma para sus escritos, como él declara en el prefacio de sus obras. Sus historias fueron designadas para defender a aquellos judíos de su tiempo quienes habían adoptado las creencias y prácticas del judaísmo farisaico. Una de las prácticas más veneradas de los judíos farisaicos era la observancia de una Pascua el 15.

          Mientras que las obras de Josefo son excelentes fuentes de información histórica, siempre debemos estar conscientes y tener en cuenta que ¡los escritos de Josefo NO son Escritura! Josefo era un revisionista histórico, representando solamente la versión farisaica de la historia. Él presenta los hechos desde su punto de vista sesgado; él no presenta todos los hechos de la historia. Él ignora por completo, como si nunca hubieran ocurrido, la vida y ministerio de Jesucristo; el juicio, crucifixión, muerte y resurrección de Jesús; el impacto de los apóstoles y el crecimiento de la iglesia cristiana. Él nunca menciona las profecías cristianas de la destrucción de Jerusalén y el templo. Él nunca escribió acerca del apóstol Pablo. Ya que su enfoque es tan flagrantemente sesgado, debemos analizar cuidadosamente sus declaraciones.

          Aquí está la narración de Josefo de la Pascua en Egipto, la cual, contraria a la Escritura indica que los hijos de Israel dejaron sus casas antes de la Pascua: “Por consiguiente [Moisés] preparó a los hebreos para partir, los dividió en tribus y los tuvo reunidos en un mismo sitio. Llegó el catorceavo día y estaban todos listos para partir. Ofrecieron el sacrificio, purificaron sus casas con la sangre, usando para ello hisopos. Después de cenar quemaron el resto de la carne y se dispusieron a partir.” (Antigüedades de los Judíos, Libro II, Capitulo XIV, Sección 6).

          Cuando analizamos la narración de Josefo, encontramos que sus declaraciones son contradictorias. Él nos dice que los hijos de Israel dejaron sus casas y se reunieron en un lugar antes de guardar la Pascua. Al mismo tiempo, él declara que purificaron sus casas cuando guardaron la Pascua. Él no explica CÓMO fue posible purificar sus casas después de que se habían ido de sus casas.

          Si los hijos de Israel se habían reunido en un lugar antes de la Pascua, como ilustra Josefo, ellos no habrían estado en sus casas sino en tiendas. Y si estaban en tiendas, ¿Cómo podían purificar sus casas con la sangre de los corderos? ¿Corrieron de vuelta a sus casas con tazones de sangre y rociaron la sangre en los postes y dinteles y después regresaron frenéticamente a sus tiendas en Ramesés? Este ridículo escenario muestra la gran contradicción interna en el registro de Josefo.

          Cuando comparamos la narración de Josefo con los mandatos en Éxodo 12, encontramos aún más contradicciones. Si los hijos de Israel se hubieran reunido en un lugar antes de la Pascua, se habrían ido de sus casas antes de comer la Pascua. Y si se hubieran ido de sus casas antes de comer la Pascua, habrían estado violando el mandato expreso de Dios de que comieran la Pascua en sus casas y permanecieran en sus casas hasta la mañana (Éxodo 12:7, 22).

          Consideren las consecuencias que habrían caído sobre los hijos de Israel si hubieran estado en tiendas en Ramesés antes de que el Señor viniera a matar al primogénito a medianoche. Si la sangre estaba en sus casas, y todos los primogénitos estaban en tiendas en Ramesés, ¿Cómo podía la sangre protegerlos? Siguiendo este razonamiento erróneo hasta el final, si los hijos de Israel estaban reunidos en Ramesés cuando guardaron la Pascua, sus primogénitos no estaban bajo la protección de la sangre y por lo tanto sus primogénitos murieron en la plaga. Por lo tanto, no hubo Pascua real, ya que el Señor no pasó sobre ellos ni salvó a los primogénitos de Israel.

          ¡QUÉ DISPARATE! ¡Que insensatez aceptar una creencia tradicional que entra en conflicto directamente con la verdad de la Palabra de Dios, y usar interpretaciones de la Escritura para promover las falsas ideas de los hombres! No es extraño que Dios diga que Él atrapa al inteligente en la insensatez de su propia sabiduría humana.

          Su intelecto humano ha llevado a algunos eruditos a ignorar por completo las mayores contradicciones entre las enseñanzas tradicionales de una Pascua del 15 y los eventos que están registrados en Éxodo 12. Estos eruditos alegan que una Pascua en Ramesés en la noche del 15 es apoyada por el registro Escritural. Ellos declaran, “Si esta fuera toda la información que tenemos, concluiríamos que Israel dejó Egipto en la misma noche de la Pascua. A pesar de las logísticas de poner en marcha a un grupo tan grande, esto se podría haber hecho ya que ya estaban preparados y ya sabían cuando iba a pasar el ángel de la muerte alrededor de la medianoche. Ya habrían estado de camino mucho antes de la salida del sol. (La implicación es que todos estaban reunidos en la ciudad de Ramesés y guardaron la Pascua juntos ahí, ya que empezaron su viaje ahí).” (Robert L. Kuhn y Lester L. Grabbe, La Pascua en la Biblia y la iglesia en la actualidad, pp. 8).

          Estos eruditos han reconocido que basan su perspectiva de la Pascua en una “implicación” la cual ellos han supuesto incorrectamente del registro Escritural. Doctrina tan crítica como la observancia de la Pascua no debería estar basada en una implicación que es percibida solamente en la mente de un erudito.

          Tales conclusiones no tienen base Escritural valida, sin son meramente el resultado de razonamiento humano imperfecto o suposiciones negligentes. La verdadera doctrina debe estar basada en hechos Escriturales, no en conclusiones hipotéticas apoyadas por eruditos que están buscando justificar una Pascua del 15.

          Podemos estar agradecidos por la Palabra de Dios, la cual revela la verdad acerca de la Pascua. Al dividir correctamente la Palabra de Dios siendo guiados por Su Espíritu, podemos exponer la insensatez de falsas doctrinas y entender la verdad de Dios. Cuando los hombres tratan de imponer sus propias creencias sobre nosotros, podemos tener confianza en la Palabra de Dios, sabiendo que las Escrituras expondrán tales intentos y nos guiarán a toda la verdad de Dios.

          El registro Escritural no muestra a los hijos de Israel reuniéndose en Ramesés antes de la Pascua. De acuerdo a la Escritura, los hijos de Israel guardaron la Pascua en sus propias casas o en la casa de algún vecino cercano a ellos. No dejaron sus lugares habituales de morada hasta la mañana después de la Pascua. La aseveración de que la Pascua fue guardada en Ramesés no se ajusta al registro de eventos en Éxodo 12. Esta creencia errónea, la cual fue adoptada de la tradición judaica entra en conflicto directamente con las claras declaraciones de la Escritura. Recuerden, la verdad concuerda con la Escritura; el error no concuerda con la Escritura.

          Los hijos de Israel guardaron la Pascua en sus casas, tal como la Biblia lo registra para nosotros ¡a pesar de Josefo y los eruditos modernos! El registro inspirado en Éxodo 12 deja claro que los hijos de Israel no estaban morando en tiendas en Ramesés cuando guardaron la Pascua. La palabra hebrea bayith, que es traducida como “casa” o “casas” en Éxodo 12, no se refiere a una tienda o una morada temporal. Bayith, que significa “una morada, una vivienda, una casa,” es usada un total de 16 veces en Éxodo 12. La palabra hebrea ohel, que se refiere a “una tienda o morada movible, portátil,” no se encuentra ni una vez en Éxodo 12. La única palabra para una tienda o morada temporal que es usada en Éxodo 12 es la palabra hebrea soo-kaw, la cual es usada en el verso 37 en referencia al lugar de cabañas, llamada “Succoth,” donde los hijos de Israel acamparon por primera vez después de empezar el Éxodo (Concordancia Hebreo-Caldeo Englishman’s Wigram del Antiguo Testamento). Esa es la única vez que una palabra hebrea para una tienda o morada temporal es usada en Éxodo 12 y fue DESPUÉS de la Pascua.

          En Éxodo 12:30 encontramos la palabra bayith usada en referencia a las casas de los egipcios: “…hubo un gran llanto en Egipto, porque no hubo casa [hebreo bayith] donde no hubo un muerto.” Sería ridículo asegurar que los egipcios estaban viviendo en tiendas, ¿no es así? Ya que la misma palabra hebrea es usada en referencia a las casas de los hijos de Israel, podemos concluir que tanto los hijos de Israel como los egipcios estaban en sus respectivas casas en la noche de la Pascua.

          El registro Escritural muestra que después de que los hijos de Israel dejaran Egipto, vivieron en tiendas en el lugar desolado. En Éxodo 16:16, se le mandó al pueblo que “…tomará [el maná] para aquellos que están en su carpa [hebreo ohel].’” Si los hijos de Israel hubieran estado morando en tiendas en Ramesés durante la Pascua, encontraríamos la palabra hebrea ohel usada en Éxodo 12, así como es usada en Éxodo 16:16 en referencia a tiendas portátiles. Pero solo encontramos la palabra hebrea bayith usada en Éxodo 12, no dejando duda alguna que los hijos de Israel guardaron la Pascua en sus propias casas.

          La Biblia muestra que las casas de los hijos de Israel estaban localizadas en esa parte de Egipto que era llamada la tierra de Gosén. Los hijos de Israel habían venido a Egipto cuando José, el hijo favorito de Israel era el gobernante de Egipto bajo el Faraón. En ese tiempo, el Faraón dio la tierra de Gosén a Israel y a los hijos y sus familias:

          “Y Faraón habló a José, diciendo, “Tu padre y tus hermanos han venido a ti. La tierra de Egipto está delante de ti. Haz que tu padre y tus hermanos vivan en lo mejor de la tierra; deja que vivan en la tierra de Gosén” (Génesis 47:5-6).

          Ahí es donde vivieron los hijos de Israel por más de 200 años hasta el Éxodo. La tierra de Gosén constaba de un área de aproximadamente 768 kilómetros cuadrados, un estimado de 32 kilómetros por 24 kilómetros en longitud y anchura. La ciudad de Ramesés estaba ubicada en el centro inferior de la tierra de Gosén. Era la ciudad de tesoros en Egipto, construida por la labor de esclavos de los hijos de Israel (Atlas de las Tierras de la Biblia, C.S. Hammond, 1969). Los pueblos de los hijos de Israel generalmente estaban agrupados para que la tierra de pastos se pudiera usar para pastorear a los animales.

          En el registro de las plagas que Dios trajo sobre Egipto antes del Éxodo, encontramos muchas referencias a las casas de los egipcios, pero no hay mención de las casas de los hijos de Israel hasta la plaga de las moscas. En este punto crítico, el Señor les dio protección especial a los hijos de Israel:

          “Y el SEÑOR le dijo a Moisés, “Levántate temprano en la mañana y párate delante de Faraón. He aquí, él sale al agua. Y dile, ‘Así dice el SEÑOR, “Deja ir a Mi pueblo, para que puedan servirme.he aquí, enviaré enjambres de moscas sobre ti, y sobre tus siervos, y sobre tu pueblo, y en tu casa. Y las casas de los egipcios estarán llenas de enjambres de moscas, y también la tierra sobre la cual están.

          “Y en ese día cortaré la tierra de Gosén, en la cual vive Mi pueblo, para que ningún enjambre de moscas haya allí, para que puedas saber que Yo soy el SEÑOR en medio de la tierra. Y pondré una línea divisoria entre Mi pueblo y tu pueblo…” (Éxodo 8:20-23).

          El Señor continuó Su protección sobre los hijos de Israel y su ganado en la severa plaga de la peste del ganado: “Y el SEÑOR separará entre el ganado de Israel y el ganado de Egipto. Y nada morirá de todo lo que pertenece a los hijos de Israel” (Éxodo 9:4).

          La tierra de Gosén fue protegida más delante de la plaga del granizo: “Solo en la tierra de Gosén, donde los hijos de Israel estaban, no hubo granizo” (verso 26).

          Aquí hay declaraciones irrefutables y precisas mostrando que los hijos de Israel estaban morando en sus casas en la tierra de Gosén durante las plagas que Dios envió sobre Egipto. Estas plagas ocurrieron durante las semanas y días que llevaron a la Pascua. El registro Escritural deja claro que los hijos de Israel NO SE HABÍAN MOVIDO a otra ubicación, tal como Ramesés ¡antes de la Pascua!

          La magnitud de estas plagas demuestra la protección maravillosa que el Señor le dio a Israel. Como leímos en Éxodo 9:26, “Solo en la tierra de Gosén, donde los hijos de Israel estaban, no hubo granizo.

          Al describir la siguiente plaga, la espantosa plaga de langostas, el Señor le advirtió al Faraón: “…he aquí, mañana traeré las langostas a tu país. Y ellas cubrirán la faz de la tierra para que uno no pueda ser capaz de ver la tierra. Y ellas comerán el resto de eso lo cual ha escapado, lo cual permanece para ustedes del granizo, y comerán todo árbol el cual crece para ustedes del campo. Y ellas llenarán tus casas, y las casas de todos tus siervos, y las casas de todos los egipcios, lo cual ni sus padres, ni los padres de sus padres han visto, desde el día que ellos estuvieron sobre la tierra hasta este día” (Éxodo 10:4-6).

          Esta plaga fue tan devastadora que “…no permaneció ninguna cosa verde en los árboles, o en las hierbas del campo, a través de toda la tierra de Egipto” (verso 15).

          Durante la plaga de oscuridad, justo antes de la plaga final de la muerte de los primogénitos de Egipto, encontramos a los hijos de Israel aun morando en sus casas: “Y el SEÑOR le dijo a Moisés, “Estira tu mano hacia los cielos, para que pueda haber oscuridad sobre la tierra de Egipto, para que uno pueda incluso sentir la oscuridad.” Y Moisés estiró su mano hacia el cielo. Y hubo una espesa oscuridad en toda la tierra de Egipto por tres días. No se veían el uno al otro, ni ninguno se levantó de su lugar,Pero todos los hijos de Israel tuvieron luz en sus viviendas [hebreo moshab, lugar de morada, no tienda]” (Éxodo 10:21-23).

          Las Escrituras muestran claramente que los hijos de Israel permanecieron en las casas durante todo el tiempo llevando a la Pascua y la última plaga de la muerte del primogénito de Egipto. NO HAY INDICIO—NI SIQUIERA UN RASTRO—de un traslado masivo a Ramesés durante ninguna de las plagas que precedieron a la Pascua. NO HAY EVIDENCIA EN NINGÚN LUGAR EN EL REGISTRO ESCRITURAL DE TAL CONGREGACIÓN ANTES DE LA PASCUA. De hecho, los mandatos que Dios les dio a los hijos de Israel les PROHIBÍA ABSOLUTAMENTE reunirse hasta la mañana DESPUÉS de que comieran la Pascua.

          Estos dos versos deben mantenerse en la mente: “…Y ninguno de ustedes saldrá de la puerta de su casa HASTA EL ALBA,Y los hijos de Israel fueron e hicieron como el SEÑOR le había ordenado a Moisés y a Aarón; así lo hicieron” (Éxodo 12:22, 28).

          La Biblia Schocken transmite la inmediatez del mandato aún más enfáticamente y precisa el tiempo exacto que les era permitido dejar sus casas: “…Ahora ustedes—NO deben salir, ningún hombre de la entrada de su casa, HASTA EL AMANECER” (Éxodo 12:22 BS).

          Cuando consideramos la magnitud de las plagas que Dios envió sobre Egipto, y el impacto que tuvo esta asombrosa demostración de poder, entonces empezaremos a comprender la profunda reverencia que movió a los hijos de Israel a seguir las instrucciones de Dios obedientemente en cada detalle:

          “…Y el pueblo inclinó sus cabezas y adoró. Y los hijos de Israel fueron e hicieron como el SEÑOR le había ordenado…” (versos 27-28).

          Podemos estar seguros que los hijos de Israel entendieron que, si ellos no obedecían todas las instrucciones del Señor, ¡no permanecerían bajo Su protección! Estaban siendo testigos de la destrucción completa de la nación más poderosa de la tierra en ese tiempo, la cual los había tenido en esclavitud mucho tiempo; y ellos estaban siendo testigos de la liberación del Dios de sus padres, Quien los estaba liberando de su esclavitud, sacándolos de Egipto para siempre y otorgándoles una abundancia de riquezas de la gran riqueza de Egipto.

          ¡Las fuerzas catastróficas que Dios desató antes de la Pascua y el Éxodo trajo la mayor destrucción al mundo desde el Diluvio de Noé! En unas pocas semanas, Egipto fue reducido de una potencia mundial dominante, el centro de cultura y civilización de ese tiempo, a la más pequeña de las naciones. Tan devastadora fue la destrucción traída por Dios, ¡que Egipto no se recuperó por casi 400 años!

          La muerte del primogénito fue el golpe final a los egipcios y al Faraón antes del Éxodo de los hijos de Israel. Al enviar esta plaga final, Dios estaba ejecutando Su juicio en contra de la adoración demoníaca/satánica de los egipcios. El Señor mató a todos los primogénitos de Egipto cuando pasó a través de la tierra a la medianoche en el catorceavo día del primer mes, el día de la Pascua. Durante toda esa noche, los hijos de Israel permanecieron en sus casas bajo la protección de la sangre de los corderos de la Pascua.

          La respuesta para el Elemento #3: Los hijos de Israel estaban en sus casas en la tierra de Gosén durante toda la noche de la Pascua.

Elemento #4) ¿Cuánto tardó el matar, asar y comer los corderos y quemar los huesos y los restos?

          Como aprendimos en nuestro estudio de los mandatos de la Pascua en Éxodo 12, los corderos debían ser matados en ben ha arbayim—“entre las dos noches,” o “entre los tiempos de puesta.” Usando la definición Escritural de ben ha arbayim que está revelada en Éxodo 16, sabemos que los corderos de la Pascua fueron matados al principio del catorceavo día del primer mes, inmediatamente después del ocaso del treceavo día.

          Repasemos los mandatos de Dios en Éxodo 12: “Y toda la asamblea de la congregación de Israel lo matará ENTRE LAS DOS NOCHES [hebreo ben ha arbayim]. Y tomarán de la sangre y golpearán sobre los dos postes y sobre el poste superior de la puerta de las casas en las cuales lo comerán. Y comerán la carne en esa noche [hebreo lailah], asada con fuego, y pan sin levadura. Lo comerán con hierbas amargas. No coman de ello crudo, ni hervido en absoluto con agua, sino asado con fuego, su cabeza con sus patas, y con sus partes internas [los órganos internos comestibles]. Y no dejarán que quede nada de ello hasta la mañana [hebreo boqer]. Y eso que quede de ello hasta la mañana [hebreo boqer] quemarán con fuego” (Éxodo 12:6-10).

          La Biblia Schocken declara estos mandatos aún más claramente: “…Y deben matarlo—la asamblea entera de la comunidad de Israel—entre los tiempos de puesta [hebreo ben ha arbayim]. Deben tomar algo de la sangre y ponerla en los dos postes y sobre el dintel, sobre las casas en la cual lo coman. Deben comer la carne en esa noche [hebreo lailah], asado en el fuego, y matzot [pan sin levadura], con hierbas amargas deben comerlo. No coman nada de ello crudo, ni hervido, hervido en agua, sino asado en fuego, su cabeza junto con sus patas, en conjunto con sus entrañas. No deben dejar nada de ello hasta la mañana [hebreo boqer]; lo que quede hasta la mañana [hebreo boqer], con fuego deben quemarlo” (Éxodo 12:6-10, BS).

          Pocos de nosotros ahora tenemos una idea real del tiempo y el esfuerzo involucrados en cumplir las instrucciones de Dios. No es labor pequeña el matar, despellejar y destripar un cordero del primer año. Es importante tener esto en mente para que podamos tener un enfoque realista y un verdadero entendimiento de los eventos que sucedieron durante la Pascua en Egipto. La siguiente información ha sido provista por Carl Franklin, quien tiene bastante experiencia con criar cabras pequeñas para matar. El tiempo estimado requerido para matar los animales, asar la carne y quemar los restos está basado en el desempeño real de estas tareas. Esta estimación ha sido confirmada por Gordon G. Emerson, quien ha criado ovejas para vender su carne por más de 30 años.

          Ya que los corderos o corderitos seleccionados para la Pascua debían ser menores de un año, la mayoría eran de los partos de ese año, lo cual habría tomado lugar alrededor de dos o tres meses antes de la Pascua. El cordero o corderito promedio de esta edad pesaría alrededor de 20 a 30 libras después de quitar la piel y las entrañas. (Naturalmente habría algo de variación en el tamaño de los corderos, algunos un poco más grandes y otros un poco más pequeños.) Para matar o desangrar a los animales requeriría alrededor de 10-15 minutos. Inmediatamente después de matar a los corderos, algo de la sangre tenía que ser retenida en una vasija y después ser salpicada en los postes laterales y en los dinteles.

          Para despellejar y desentrañar los corderos requeriría unos 10-15 minutos adicionales. Las entrañas y las pieles tenían que ser puestas en contenedores para ser quemados con la grasa y los huesos y con cualquier resto de la comida. Las partes internas comestibles—el corazón, el hígado y riñones—eran entonces puestos en la cavidad del pecho del animal, y el animal entero se ponía en una varilla de asar (una vara larga de algún tipo). Recuerden, Dios les había instruido que no quebraran ni un hueso del cordero. Debía ser asado entero con su cabeza y piernas aun conectados. La preparación final para asar requeriría de 10-15 minutos, haciendo un total de 30-45 minutos desde el tiempo que el animal fue muerto.

          El cordero era entonces asado con hierbas amargas. No se ponía en una olla con agua ni se asaba en una sartén donde los jugos podían hervir algo de la carne, porque Dios había prohibido hervir algo del cordero. El fuego tenía que ser encendido por adelantado para poder estar lo suficientemente caliente para asar el cordero y se tenía que agregar madera adicional periódicamente para mantener el fuego quemando lo suficiente durante el tiempo que se necesitaba para asar la carne. Además, madera suficiente tenía que apilarse para quemar todos los restos de la piel, intestinos, grasa y huesos cuando la comida era completada.

          Para asar un cordero entero o un corderito que pesaba entre 4-9 kilogramos, tardaría aproximadamente 4-5 horas hasta que la carne estuviera completamente cocinada. El tiempo total estimado necesario para tener la comida lista es de mínimo 4 ½ horas, a 5 ¾ horas máximo, que incluye 30-45 minutos para preparar el cordero y de 4-5 horas para asarlo.

          Ya que la Pascua era observada en la primavera del año, cuando la duración de los días y las noches es casi igual, es probable que el ocaso o ba erev ocurría alrededor de las 6 PM. Ahí es cuando habría comenzado ben ha arbayim del catorceavo día. Por lo tanto, si el tiempo para matar los corderos era alrededor de las 6 PM, entonces los corderos estaban listos para comerse justo antes de la medianoche. Medianoche es el mismo tiempo que el Señor pasó a través de la tierra de Egipto matando a cada primogénito en cada casa que no tenía sangre en su dintel y en los postes. No es de extrañarse que Dios dijera que el pueblo comería la Pascua “en temor,” como Everett Fox traduce correctamente Éxodo 12:11.

          Como está traducido en las versiones KJV y SPJA, este verso declara que ellos debían comer la Pascua “de prisa,” lo cual da la impresión de que se irían inmediatamente después de haber terminado de comer. Obviamente este no puede ser el significado de las palabras de Dios, ya que contradiría Su mandato en el verso 22 de permanecer en sus casas hasta la mañana, o al amanecer. Una revisión cuidadosa de Éxodo 12:11 establecerá su verdadero significado. Aquí está el verso como aparece en la SPJA: “Y así la comerán: con sus lomos ceñidos, sus zapatos en sus pies, y su bastón en su mano; y la comerán de prisa [Hebreo b’ ghihpha-zohn] —es la Pascua del Señor” (Éxodo 12:11).

          Las palabras “de prisa” son traducidas de la preposición hebrea b y el sustantivo hebreo ghihphazohn. Este sustantivo hebreo puede ser usado para expresar ya sea “trepidación” o “vuelo apresurado” (Brown, Driver, Briggs, Lexicón Inglés Hebreo del Antiguo Testamento). Obviamente, los hijos de Israel no comieron la Pascua “en vuelo apresurado”—ellos no estaban huyendo mientras comían. Las Escrituras claramente declaran que ellos comieron toda la Pascua en sus casas. Sin embargo, ellos sí comieron la Pascua “en temor.”

          Como es usado en Éxodo 12:11, la palabra hebrea ghihphazohn no se refiere a “vuelo apresurado”—ni durante la Pascua ni después. Las Escrituras registran que cuando los hijos de Israel se fueron de Egipto, no huyeron alarmados, sino que salieron “con una mano alta” (Números 33:3). Claramente, ghihphazohn no es usada para expresar el acto físico de un vuelo apresurado. Más bien, está expresando un estado mental de miedo y alarma. Ellos debían comer la comida en temor y trepidación a causa del asombroso poder que Dios manifestaría al matar los primogénitos de Egipto.

          La traducción de Fox transmite el verdadero significado de Éxodo 12:11: “Y de este modo deben comerla: sus caderas ceñidas, sus sandalias en sus pies, sus bastones en su mano; DEBEN COMERLA EN TEMOR [Hebreo b’ghihphazohn] —ES UNA COMIDA DE PASCUA A YHWH” (Éxodo 12:11 BS).

          Encontramos una traducción similar en la Versión Fiel: “Y ésta es la forma como lo comerán: con sus lomos ceñidos, sus sandalias en sus pies, y su bastón en su mano. Y lo comerán en temor. Es la Pascua del SEÑOR” (Éxodo 12:11).

          Debían comer la Pascua en temor porque mientras comían, el Señor estaba pasando sobre sus casas, ejecutando Su juicio contra los dioses de Egipto y matando al primogénito. La frase hebrea b’ghihphazohn muestra la actitud mental respetuosa con la cual comían la Pascua los hijos de Israel. Para una exégesis técnica de esta frase hebrea, ver Apéndice E.

          Después de terminar la comida, los hijos de Israel no dejaron sus casas como algunos afirman. En vez, recogieron los huesos y otros restos de los corderos de la Pascua y los quemaron. Las instrucciones para quemar los restos de los corderos son un poco complicadas en la traducción al español:

          “Y no dejarán que quede nada de ello hasta la mañana. Y eso que quede de ello hasta la mañana quemarán con fuego” (Éxodo 12:10).

          Redactando el mandato más claramente, aquello que hubiera quedado hasta la mañana debía ser quemado completamente en la mañana. Para quemar completamente la piel, los intestinos, la grasa y los huesos, tomaría 2-3 horas, ya que los huesos particularmente se queman muy lentamente. Los huesos más grandes, tales como el cráneo y las articulaciones de las patas requieren toda la longitud del tiempo y un fuego muy caliente para quemarlos completamente. Recuerden que todos los restos de los corderos de Pascua debían ser quemados a cenizas antes de que los hijos de Israel dejaran sus casas.

          Para cumplir todos los requisitos para la Pascua exactamente como Dios había ordenado, les habría tomado a los hijos de Israel desde las 6 PM hasta las 2 o 3 AM aproximadamente, de acuerdo a como calculamos el tiempo. En uso Bíblico, las 2-3 AM sigue siendo la noche. Ya que el alba era aproximadamente a las 6 AM, la primera luz del alba habría sido alrededor de una hora antes, o 5 AM en nuestro cálculo.

          Cuando entendemos los mandatos de Dios para la Pascua, y la longitud de tiempo que se requería para cumplirlos, podemos ver que no es posible que la Pascua y el Éxodo sucedieran en la misma noche.

          El siguiente resumen de los mandatos de Dios en Éxodo 12 muestra que la Pascua misma requería una noche entera: “Y comerán la carne en esa noche” (verso 8), que era la noche del catorceavo. Cualquier cosa que quedara debía ser quemado en la mañana (verso 10). Debían estar completamente listos para irse (verso 11). La matanza de los primogénitos de Egipto y el pasar sobre las casas de los hijos de Israel tomó lugar alrededor de la medianoche esa misma noche (versos 12-13, 29). Y ningún israelita podía dejar su casa hasta la mañana, o el amanecer, como Fox traduce correctamente este mandato (verso 22).

          La respuesta para el Elemento #4: Matar, asar y comer los corderos y quemar los huesos y los restos tardó aproximadamente desde las 6 PM en la noche del catorceavo hasta 2 a 3 horas antes del alba, un total de 8-10 horas.

          Esto concluye nuestro estudio de los primeros cuatro elementos para la Pascua, como están registrados en Éxodo 12. En el siguiente capítulo cubriremos Elementos #5-7.