CAPÍTULO SIETE

(Tomado del libro “La pascua Cristiana”)

 

LA PRIMERA PASCUA DE ISRAEL—PARTE DOS

 

Por

Fred Coulter

www.laverdaddedios.org

 

          Como hemos visto, el registro Escritural de la Pascua y el Éxodo ha sido sumamente malinterpretado. Mucha confusión ha sido causada por los proponentes de una Pascua en el 15, quienes afirman que todos los eventos de la Pascua y el Éxodo ocurrieron en menos de 12 horas. Ignorando la definición Escritural de ben ha arbayim que está revelada en Éxodo 16, afirman que los corderos fueron matados aproximadamente a las 3 PM en la tarde del 14 y que la Pascua no se comió sino hasta el día 15—después que había terminado el 14 al ocaso. Ellos afirman que el Señor no pasó sobre los hijos de Israel a la medianoche del 14, el cual era el día de la Pascua—sino a la medianoche del 15, la cual fue la noche en que comenzó el Éxodo.

          Argumentan insistentemente que el registro Escritural en Éxodo 12 apoya una Pascua y Éxodo en el mismo día. Pero en sus intentos de justificar esta enseñanza, han confiado en la interpretación judía tradicional de Éxodo 12. Esta interpretación toma las simples declaraciones en Éxodo 12 totalmente fuera de contexto y distorsiona su significado. Para agregar a la confusión, varias palabras hebreas clave han sido redefinidas para hacerlo parecer que las Escrituras apoyan la práctica tradicional de una Pascua en el 15.

          La forma de eliminar confusión y llegar a un verdadero entendimiento del registro en Éxodo 12 es dejando que las Escrituras interpreten las Escrituras, como hemos estado haciendo a través de este estudio. Es por esta misma razón que estamos examinando metódicamente cada aspecto de los eventos que están registrados en Éxodo 12. En este capítulo estudiaremos los Elementos #5-7 de la primera Pascua de Israel.

Elemento #5) ¿Cuándo dejaron sus casas los hijos de Israel?

          En el capítulo anterior examinamos la evidencia Escritural que los hijos de Israel mataron los corderos en sus casas en la tierra de Gosen y que asaron los corderos y comieron la Pascua en sus casas en la noche del 14. Repasemos esas Escrituras y encontraremos la respuesta al Elemento #5.

          Los mandatos de Dios que están registrados en Éxodo 12 muestran que los hijos de Israel comieron la carne en esa noche (verso 8). Después de comer la Pascua, quemaron los restos para que no quedara nada hasta la mañana (verso 10). En la medianoche esa misma noche, el Señor pasó sobre sus casas y salvó a sus primogénitos, pero mató a los primogénitos de los egipcios (versos 12-13, 19). Los hijos de Israel estaban vestidos para viajar y estaban listos para dejar sus casas (verso 11).

          ¿Cuándo salieron los hijos de Israel de sus casas? La respuesta está sencillamente revelada en el registro Escritural que Dios ha preservado para nosotros:

          “Entonces Moisés llamó a todos los ancianos de Israel y les dijo, “Pónganse en marcha y tomen un cordero para sí mismos de acuerdo a sus familias, y maten el cordero de la Pascua. Y tomarán un manojo de hisopo y lo sumergirán en la sangre que está en la taza, y harán una impresión en el dintel y en los dos postes laterales con la sangre en la taza. Y ninguno de ustedes saldrá de la puerta de su casa hasta el alba [hebreo boqer]’” (Éxodo 12:21-22).

          Dios prohibió estrictamente que cualquier israelita dejara su casa hasta el alba. La Biblia Schocken transmite el significado preciso de la palabra hebrea boqer, mostrando el tiempo exacto en el cual se les permitía salir a los hijos de Israel: “Ahora ustedes—no deben salir, ningún hombre de la entrada de su casa, HASTA EL AMANECER” (Éxodo 12:22, BS).

          Sabemos que los hijos de Israel no se fueron de sus casas hasta que el sol estaba empezando a salir en la mañana del día 14, porque el registro Escritural nos dice muy claramente que los hijos de Israel obedecieron todo lo que Dios ordenó: “…Y el pueblo inclinó sus cabezas y adoró. Y los hijos de Israel fueron e hicieron como el SEÑOR le había ordenado a Moisés y a Aarón; ASÍ LO HICIERON” (versos 27-28).

          Los hijos de Israel permanecieron en sus casas toda esa noche, justo como Dios lo había mandado. A la medianoche, el Señor pasó a través de la tierra de Egipto y golpeó a todos los primogénitos de los egipcios: “Y sucedió que a la medianoche el SEÑOR hirió todo primogénito en la tierra de Egipto desde el primogénito del Faraón que se sentaba en su trono, hasta el primogénito del cautivo que estaba en la prisión, también todo primogénito del ganado. Y Faraón se levantó en la noche, él y todos sus siervos, y todos los egipcios. Y hubo un gran llanto en Egipto, porque no hubo casa donde no hubo un muerto” (versos 29-30).

          Consideren la escena como está descrita en estos versos. No se nos dice cuanto tiempo le tomó al Señor pasar a través de la tierra de Egipto, pero está claro que la plaga arrasó rápido casa por casa. ¡En cada casa egipcia hubo al menos un muerto! La matanza de los primogénitos debió ser dramática y aterradora, en lugar de una muerte pacífica y silenciosa mientras dormían. Debió haber lamentos de angustia, miedo y lamentación como resultado de una terrible muerte repentina de los primogénitos. Los egipcios que seguían vivos debieron estar en completo terror y pavor de que también pudieran ser matados en cualquier momento.

          Los hijos de Israel no podían haber sabido cuanto tiempo le tomaría al Señor matar a todos los primogénitos de los egipcios. Ya que ellos podían escuchar los lamentos de los egipcios por la muerte de sus primogénitos, no se habrían atrevido a salir de sus casas. En las horas siguientes, mientras los egipcios lloraban y se lamentaban por sus muertos, los hijos de Israel permanecieron en sus casas bajo la protección de la sangre de los corderos de la Pascua. Ellos no tenían ninguna certeza de que no les llegaría la muerte también si dejaban sus casas antes de la mañana.

          No hay ningún indicio en lo absoluto en el registro Escritural de que los hijos de Israel salieran de sus casas inmediatamente después de que el Señor pasó a la medianoche, como afirman los partidarios de una Pascua en el 15. Por el contrario, las Escrituras declaran muy claramente que los hijos de Israel hicieron exactamente como Dios les había ordenado: “…Y ninguno de ustedes saldrá de la puerta de su casa hasta EL ALBA,Y los hijos de Israel fueron e hicieron como el SEÑOR le había ordenado a Moisés y a Aarón; ASÍ LO HICIERON” (Éxodo 12:22, 28).

          Si alguno de los hijos de Israel hubiera dejado su casa antes de la mañana, estaría registrado en las Escrituras que algunas personas habían desobedecido el mandato de Dios y habían dejado sus casas demasiado temprano y por lo tanto habían muerto en la plaga de los primogénitos. Las Escrituras habrían registrado cualquier desobediencia a los mandatos de Dios, justo como está registrado para nosotros que algunos de los hijos de Israel salieron a buscar maná en el Sábado, cuando se les había ordenado no hacerlo (Éxodo 16:27-28). Ya que el registro en Éxodo 12 nos deja saber que los hijos de Israel obedecieron los mandatos de Dios para la Pascua, sabemos que se quedaron en sus casas toda la noche. No salieron de sus casas poco después de la medianoche, como afirman los defensores de una Pascua en el 15.

          La respuesta para el Elemento #5): Los hijos de Israel estaban en sus casas en la tierra de Gosen durante toda la noche del catorceavo y no se fueron hasta la mañana, o al amanecer.

Elemento #6) ¿Qué significa “NOCHE” (HEBREO LAILAH)? ¿Qué significa “MAÑANA” (HEBREO BOQER)?

          La palabra “noche” es usada en varios versos en el registro de la Pascua en Éxodo 12. Se encuentra en las instrucciones de Dios a los hijos de Israel (versos 8, 12) y en el registro de la matanza de los primogénitos de Egipto (versos 30-31). También es usada en el registro del Éxodo (verso 42). En cada caso, la palabra “noche” es traducida del sustantivo hebreo lailah.

          La palabra “mañana” es usada tres veces en Éxodo 12. Aparece dos veces en el mandato de Dios de quemar los restos de los corderos de la Pascua (verso 10), y una vez en Su mandato para los hijos de Israel de permanecer en sus casas después de comer la Pascua (verso 28). En cada caso, la palabra “mañana” es traducida del sustantivo hebreo boqer. Para hacer parecer que la Pascua y el Éxodo ocurrieron en la misma noche, los defensores de una Pascua en el 15 han redefinido el significado de esta palabra hebrea. Ellos afirman que el mandato de Dios en Éxodo 12:28, prohibiéndoles a los hijos de Israel salir de sus casas hasta la “mañana,” significaba que el pueblo podía irse tan pronto como el Señor había pasado a la medianoche. Según los estándares modernos, esta interpretación podría parecer válida, ya que en la actualidad cada hora después de la medianoche es etiquetada como AM y es contada como mañana. Pero los hebreos no tenían relojes, ni calculaban el tiempo como lo hacemos en la actualidad. No podemos entender el verdadero significado del mandato de Dios si confiamos en una definición moderna de la “mañana” para interpretar el registro Escritural.

          ¿Qué significaba para los hijos de Israel el mandato de Dios en Éxodo 12:28? ¿Cómo determinaban cuando había terminado la “noche” y había llegado la “mañana”? La respuesta a esta pregunta está claramente revelada en las Escrituras. Veamos algunos ejemplos Escriturales del uso de las palabras “noche” (hebreo lailah) y “mañana” (hebreo boqer).

          Estas dos palabras hebreas son usadas por primera vez en el registro de la creación en Génesis 1: “Y Dios dijo, “Haya luz.” Y hubo luz. Y Dios vio que la luz era buena; y Dios dividió entre la luz y la oscuridad. Y Dios llamó a la luz día [hebreo yohm], y llamó a la oscuridad noche [hebreo lailah]. Y la noche [hebreo erev] y la mañana [hebreo boqer] fueron el día uno” (Génesis 1:3-5). Para una exégesis técnica de estos versos, ver Apéndice A.

          En el principio mismo Dios designó la porción oscura de cada día de 24 horas como lailah, o “noche.” No hay lugar para cuestionar o debatir el significado Escritural de lailah. En cada caso en el Antiguo Testamento, lailah es usada consistentemente para nombrar la oscuridad de la noche. Ese era significado de lailah en el tiempo de la Pascua y el Éxodo, como el registro de la plaga de las langostas muestra claramente:

          “Y Moisés extendió su vara sobre la tierra de Egipto, y el SEÑOR trajo un viento del este sobre la tierra todo ese día [hebreo yohm], y toda la noche [hebreo lailah]. Cuando amaneció [hebreo boqer], el viento del este trajo las langostas” (Éxodo 10:13).

          Este verso es significativo porque muestra un periodo completo de la luz del día (yohm) seguido por un periodo completo de la oscuridad de la noche (lailah), el cual termina con la mañana siguiente (boqer). Este uso de las palabras hebreas en secuencia deja claro que hay una división clara entre la “noche” (lailah) y “mañana” (boqer). Este verso registra claramente que el viento sopló “toda la noche” antes de que llegara la mañana y también las langostas—mostrando que la “mañana” (boqer) ocurre después de que la oscuridad de la noche (lailah) ha terminado. Este verso no transmite o indica de ninguna forma que “mañana” (boqer) comienza en cuanto ha pasado la medianoche. No hay absolutamente ninguna base Escritural para interpretar el periodo de tiempo que cae entre la medianoche y el alba como “mañana.” LAS ESCRITURAS NO APOYAN TAL DEFINICIÓN DE “MAÑANA.”

          A través del Antiguo Testamento, hay una clara división entre la mañana (boqer) y la oscuridad de la noche (lailah). La división Escritural del tiempo es defendida por las autoridades hebreas líderes, quienes definen lailah como el periodo de tiempo desde el final de ben ha arbayim, cuando ha caído la oscuridad, a boqer, cuando la mañana está iniciando (Concordancia Hebreo-Caldeo del Antiguo Testamento Englishman’s y Léxico Hebreo-Caldeo al Antiguo Testamento de Gesenio).

          Los eventos de la Pascua que están registrados en Éxodo 12 confirman esta definición de lailah. La secuencia de eventos en la muerte de los primogénitos deja muy claro que las horas después de la medianoche siguen siendo “noche”—no “mañana.” Noten “Pues pasaré por la tierra de Egipto en esa noche y aniquilaré a todos los primogénitos nacidos en la tierra de Egipto…y sucedió a la medianoche, que el SEÑOR aniquiló a todos los primogénitos…y el Faraón se levantó en esa noche, el, y todos sus siervos, y todos los egipcios…y mandó llamar a [envió un mensaje a] Moisés y Aarón por la noche…” (Éxodo 12:8, 12, 29, 30, 31, SPJA).

          Estas Escrituras nos dicen sencillamente que los primogénitos de los egipcios fueron golpeados “a la medianoche.” Así que, fue después de la medianoche cuando el Faraón y los egipcios se levantaron y el Faraón les envió un mensaje a Moisés y Aarón. De acuerdo a la Escritura, estos eventos sucedieron “en la noche” y “por la noche.”  Aquí hay evidencia concluyente de que el periodo de oscuridad que sigue después de la medianoche es definido Escrituralmente como “noche.” En cada verso citado, la palabra hebrea traducida como “noche” es lailah, la cual se refiere a la oscuridad de la noche. No puede haber duda alguna de que lailah—como está definida y usada en las Escrituras—incluye las horas oscuras entre la medianoche y el alba.

          La Versión Fiel dice: “Y Faraón se levantó en la noche, él y todos sus siervos, y todos los egipcios. Y hubo un gran llanto en Egipto, porque no hubo casa donde no hubo un muerto. Y durante la noche él envió palabra a Moisés y Aarón diciendo, “¡Levántense! ¡Aléjense de mi pueblo, ambos, ustedes y los hijos de Israel! Y vayan sirvan al SEÑOR, como han dicho” (Éxodo 12:30-31).

          Un defensor de la Pascua en el 15 afirma que los hijos de Israel no tenían que quedarse en sus casas después de la medianoche porque Moisés salió de su casa y fue a la corte del Faraón inmediatamente después de recibir su mensaje, el cual fue enviado poco después de la medianoche. Pero el registro Escritural no dice que Moisés fue a la corte del Faraón después de recibir el mensaje. Al contrario, las Escrituras muestran que Moisés no vio al Faraón esa noche. La última vez que Moisés estuvo en la corte del Faraón fue antes de la muerte de los primogénitos de Egipto, como está registrado en Éxodo 10. En ese momento, Moisés proclamó que él no iría a la corte del Faraón de nuevo:

          “Y Faraón le dijo [a Moisés], “¡Aléjate de mí! ¡Presta atención! No veas más mi cara, porque en el día que veas mi cara morirás.” Y Moisés dijo, “Has hablado bien. Nunca veré tu cara otra vez.”” (Éxodo 10:28-29).

          Moisés no fue al Faraón después de la muerte de los primogénitos de Egipto a medianoche. El Faraón envió palabra o un mensaje a Moisés, como se registra claramente en Éxodo 12. Durante su última aparición en la corte del Faraón—antes de la muerte de los primogénitos—Moisés profetizó que los sirvientes del Faraón entregarían ese mensaje:

          “Y Moisés dijo, “Así dice el SEÑOR, ‘Hacia la medianoche saldré en medio de Egipto. Y todo el primogénito en la tierra de Egipto morirá, desde el primogénito del Faraón que se sienta sobre su trono, incluso hasta el primogénito de la esclava que está detrás del molino; también el primogénito de las bestias. Y habrá un gran llanto a lo largo de toda la tierra de Egipto, tal como no ha habido ninguno como el, ni habrá como el más. Pero contra cualquiera de los hijos de Israel ni siquiera un perro moverá su lengua, contra hombre o bestia, para que puedas saber que el SEÑOR pone diferencia entre los egipcios e Israel.’ Y todos estos, tus siervos, bajarán a mí y se inclinarán a mí, diciendo, ‘Tú y toda la gente que te sigue—¡fuera de aquí!’ Y después de eso saldré.” Y él [Moisés] salió del Faraón en ira ardiente” (Éxodo 11:4-8).

          Las Escrituras no apoyan la afirmación de que Moisés fue a la corte del Faraón después de que el Señor había pasado a la medianoche. Moisés no vio la cara del Faraón después de la muerte de los primogénitos de Egipto. Los sirvientes del Faraón vinieron a Moisés, se arrodillaron temblando de temor y entregaron el mensaje. No se nos dice cuanto tiempo después de la medianoche vinieron, pero el registro Escritural deja claro que seguía siendo de noche (lailah).

          La respuesta a la primera parte del Elemento #6: “Noche,” traducido del hebreo lailah, es todo el periodo de oscuridad de cada día de 24 horas. Se extiende desde el final de ben ha arbayim, cuando ha llegado la oscuridad, hasta la llegada de boqer o amanecer/mañana.

Determinando la definición Escritural de “MAÑANA”

          En nuestro estudio de los mandatos de la Pascua en Éxodo 12, aprendimos que la palabra “mañana” es traducida de la palabra hebrea boqer. Los defensores de una Pascua en el 15 han redefinido el significado de esta palabra hebrea en un esfuerzo de mostrar respaldo Escritural para su versión de los eventos de la Pascua. Ya que su definición falsa de boqer ha sido un factor clave en los argumentos para una Pascua en el 15, la cubriremos en detalle para que podamos entender plenamente como su interpretación de los eventos de la Pascua entra en conflicto con el registro Escritural. La siguiente explicación del término hebreo boqer es dada en una disertación doctrinal por el Dr. Robert L. Kuhn y Lester L. Grabbe:

          “Sin embargo, boqer es un poco más problemática. En inglés podemos usar el término ‘mañana’ para cualquier tiempo entre la medianoche y el mediodía. No hemos encontrado ningún pasaje [de la Escritura] el cual específicamente comience boqer con la mitad de la noche. Frecuentemente se refiere al periodo de luz del día desde el amanecer hasta alrededor del mediodía, justo como lo hace la palabra ‘mañana’ en inglés” (La Pascua en la Biblia y la Iglesia Ahora, pp.8, énfasis agregado).

          ¡Esa es una gran aceptación! Estos dos eruditos no pudieron encontrar ni una sola Escritura para respaldar su afirmación de que boqer comienza poco después de la medianoche. Por otro lado, ellos admiten que muchos pasajes de la Escritura muestran que boqerse refiere al periodo del día con luz,” el cual comienza al amanecer.

          ¡Esto es increíble! Estos eruditos comienzan su explicación al decirnos que las Escrituras en ningún lugar se refieren a boqer como si empezara a la mitad de la noche, sin embargo, esa es la conclusión a la que finalmente llegan por su propio razonamiento indirecto, el cual usa un método moderno de calcular el tiempo para definir una palabra hebrea que tiene más de 3,500 años de antigüedad y ¡nunca tuvo ese significado! Ellos declaran, “Se puede destacar aquí que Éxodo 11 y 12 enfatizan que el ángel de la muerte pasó alrededor de la medianoche (11:4; 12:29). Los israelitas ya sabían que el ángel de la muerte iba a pasar alrededor de ese tiempo. Una vez que pasó el ángel, el peligro también había pasado. Ya que se le dijo a Israel que comieran de prisa y que quemaran cualquier cosa que quedara hasta evidentemente ‘la mañana’ (boqer), ¿NO ES ESTE UN BUEN INDICIO, en el contexto, de que boqer empezaba justo después de la medianoche, así como lo hace en nuestro lenguaje moderno?” (Ibíd., pp. 9, énfasis agregado).

          Después de insinuar que el contexto apoya esta definición de boqer, admiten que NO HAY VERDADERA PRUEBA ESCRITURAL. En lugar de eso, confían en las tradiciones posteriores de los judíos para respaldar sus perspectivas. Ellos escriben:

          “NO hay PRUEBA ABSOLUTA para esto. Pero es significativo que ciertos grupos judíos (incluyendo los samaritanos) después requirieron que todo se comiera para la medianoche (ver Pesahim 10:9; Zebahim 5:8). Lo que no se consumía para entonces se quemaba. ¿Es esto a lo que se refería Dios cuando les ordenó que quemaran cualquier cosa que quedara hasta boqer y no salir de sus casas hasta boqer? Esto está ciertamente indicado por el contexto. En cualquier caso, tenemos evidencia [examinaremos esa evidencia en breve] que boqer podría incluir un periodo de tiempo considerable antes del amanecer. Por lo tanto, no hay contradicción o dificultad con las declaraciones de que Israel se fue mientras era la ‘mañana’ y aun así salieron ‘en la noche.’

          “Una segunda posible explicación es la siguiente: a los israelitas se les pudo haber dicho que salieran en la noche porque ahí es cuando llegó el mandato del Faraón. Esta es la explicación dada por eminentes comentadores judíos como Rashi e Ibn Esdras. Incluso de acuerdo a eso, los israelitas no tenían que esperar hasta el amanecer para empezar a ponerse en marcha. Ya que Dios les ordenó que se quedaran en sus casas solamente hasta la ‘mañana,’ no el ‘amanecer.’ Pero incluso si esperaron hasta un poco antes del amanecer, se podría decir que salieron en la noche simplemente porque ahí fue cuando el Faraón fue obligado a ordenar su salida” (Ibíd., pp. 9, énfasis agregado).

          Noten cómo presentan su “evidencia” estos eruditos para una Pascua y Éxodo en la misma noche: “…evidentemente…un buen indicio…como es en nuestro lenguaje moderno…no hay prueba absoluta…ciertamente indicada…podría incluir…segunda posible explicación…podría decirse…” Estas expresiones inconclusas verifican lo que han admitido abiertamente—que no tienen NINGUNA PRUEBA ESCRITURAL para respaldar sus afirmaciones. Ellos discuten de la misma forma como los abogados que buscan un veredicto de llegar a un acuerdo a través de lo que en términos legales es llamado “dudas razonables.” Los argumentos que han presentado no llegan a la medida del estándar para establecer y comprobar doctrina Bíblica.

          Al declarar sus perspectivas, estos eruditos no fueron capaces de apuntar a ninguna Escritura que claramente respalde sus declaraciones y conclusiones. En lugar de corregir sus perspectivas para ajustarse a los hechos que están registrados claramente en el registro Escritural, eligen confiar en suposiciones teóricas y tradiciones judías. Cuando analizamos sus declaraciones, encontramos que su definición de “mañana,” o boqer, está basada en la falsa suposición de que no había ninguna razón para que los hijos de Israel permanecieran en sus casas después de que el Señor había pasado a la medianoche. ¿Por qué requeriría el Señor que permanecieran en sus casas hasta el amanecer?

          Aquellos que sostienen esta perspectiva han fallado en considerar que las casas de los hijos de Israel estaban esparcidas a través de la tierra de Gosén. Además, los hijos de Israel eran casi dos millones. No había ninguna forma posible de notificarle al pueblo cuando fue dado el mandato del Faraón, permitiéndoles dejar Egipto. Habría requerido muchas horas de viaje durante las horas oscuras después de la medianoche para llevar el mensaje del Faraón a cada casa en cada parte de Gosén. Pero boqer, empezando al principio del alba, se podía ver fácilmente desde cada casa. Por eso es que Dios les ordenó que no se fueran hasta la “mañana,” o boqer. Cuando los hijos de Israel podían ver la primera luz del alba, ellos sabían que era el tiempo señalado para salir de sus casas.

          Los eruditos que apoyan una Pascua en el 15 no admitirán que “mañana,” o boqer, comienza cuando aparece la primera luz del alba. Si ellos admiten que boqer no incluye las horas entre la medianoche y el alba, tendrán que reconocer que era imposible que la Pascua y el Éxodo ocurrieran en la misma noche. No estando dispuestos a admitir su error, se aferran a su falsa interpretación de boqer y tuercen las Escrituras fuera de contexto.

          Como parte de su “evidencia,” estos eruditos han seleccionado un verso en el libro de Rut. Ellos declaran, “Sin embargo, boqer también puede ser usada en referencia a la porción tardía de la noche antes del amanecer. Varios pasajes muestran esto: ‘Ella se acostó a sus pies hasta la mañana (boqer), después ella se levantó antes de que fuera posible que alguien reconociera a la persona al lado de él’ (Rut 3:14 [traducción de Lester L. Grabbe]). Esto muestra que el tiempo era mucho antes del amanecer mientras aún estaba muy oscuro” (Ibíd., pp. 8-9).

          Estos eruditos ven Rut 3:14 como evidencia Escritural de que “mañana,” o boqer, incluye el tiempo “mucho antes del amanecer mientras seguía muy oscuro.” ¿Es esta una interpretación válida de Rut 3:14? Para encontrar la respuesta, apliquemos la regla #3 de las Catorce Reglas para el Estudio Bíblico, las cuales están listadas en el Capítulo Uno. Examinemos el contexto de este verso.

          Cuando leemos el tercer capítulo del libro de Rut, encontramos que está relacionado a los eventos que ocurrieron cuando Rut siguió las instrucciones de su suegra Naomi, de ir a la trilla de Booz, un pariente. Booz estaba trillando “…cebada esta noche en el piso de trilla.Y cuando Booz había comido y había bebido, y su corazón estaba contento, fue a acostarse al final del montón de grano. Y ella llegó suavemente.y se acostó. Y sucedió a medianoche, el hombre estuvo sobresaltado y se volteó. Y he aquí, una mujer acostada a sus pies. Y él dijo, “¿Quién eres?” Y ella respondió, “Yo soy tu sierva Rut.Y él dijo, “Bendita seas del SEÑOR,Acuéstate hasta la mañana [boqer].” Y ella se acostó a sus pies hasta la mañana  [boqer]. Y se levantó antes que alguien pudiera discernir a otro. Y él dijo, “Que no sea conocido que una mujer vino al piso.”Y cuando vino a su suegra, ella dijo, “¿eres tú, hija mía?” Y ella le dijo todo lo que el hombre le había hecho.Entonces ella dijo, “Siéntate, hija mía, hasta que sepas como caerá el asunto. Porque el hombre no descansará hasta que él haya concluido el asunto hoy”” (Rut 3:2-18).

          Cuando miramos más de cerca al registro Escritural, encontramos que se usan tres términos diferentes para mostrar la secuencia de tiempo de estos eventos. En el verso 2 encontramos las palabras “esta noche,” la cual es traducida de lailah. En el verso 8 encontramos la palabra “medianoche,” la cual es traducida de lailah (“noche”) y ghatzee (“en el medio”). En el verso 13 leemos que Rut debía quedarse hasta la “mañana,” o boqer. El verso 14 nos dice que ella se levantó “antes de que uno pudiera discernir a otro.” La pregunta que necesita responderse es esta: ¿Qué tan oscuro estaba al momento que ella se levantó para irse a casa? El verso 14 no nos da un tiempo definido, sino solamente declara que no había suficiente luz “para discernir a otro.” El Dr. Grabbe ha interpretado esta declaración como mostrando que el tiempo era “mucho antes del amanecer.” Pero cuando estudiamos el registro Escritural, encontramos otras declaraciones que contradicen esta definición.

          El registro Escritural declara que era la medianoche cuando Booz se despertó de repente y descubrió la presencia de Rut (verso 8). Fue a la medianoche que él le dijo, “ Permanece esta noche [hebreo lailah]… Acuéstate hasta la mañana [hebreo boqer]” (verso 13). Si “mañana” o boqer, empieza justo después de la medianoche, Booz no le habría dicho a Rut que se acostara de nuevo hasta la mañana. El hecho de que Booz le dijo, “ Permanece esta noche [hebreo lailah],” muestra que lailah aún no había terminado. Ya que Booz dijo estas palabras a la medianoche, lailah claramente se está refiriendo al periodo de oscuridad después de la medianoche. Lailah no terminó hasta la primera luz del alba. Aunque el día estaba amaneciendo, y había suficiente luz para que Rut encontrara su camino de regreso al pueblo de Belén a la casa de Naomi, no estaba lo suficientemente claro para que fuera reconocida por otros.

          Solamente hay un corto periodo de tiempo que ajusta al uso Escritural de boqer, o “mañana,” en Rut 3:14. “Mañana” en este verso se está refiriendo específicamente al tiempo cuando la primera luz aparece en el cielo, justo antes de que el sol salga. Al amanecer, ya es lo suficientemente claro como para reconocerse uno a otro. Pero cuando aparece la luz tenue del alba, sigue estando lo suficientemente oscuro como para no poder identificar a una persona. Este es el tiempo exacto en que termina la “noche,” o lailah, y comienza la “mañana,” o boqer.

          La mañana o boqer no incluye ninguna parte de la noche, o lailah. Boqer comienza con la primera luz del alba, justo antes de que salga el sol sobre el horizonte. En ningún lugar de las Escrituras hay indicio alguno de que boqer es “mucho antes del amanecer” o “la parte tardía de la noche.” Las Escrituras nunca se refieren a las horas oscuras después de la medianoche como boqer, o “mañana.” En las Escrituras, el periodo de tiempo después de la medianoche siempre es llamado “noche,” o lailah.

          El uso de lailah y boqer en el libro de Rut es consistente con todas las demás Escrituras. La palabra “mañana,” o boqer, en Rut 3:14 no es la excepción. En este verso, “mañana” se refiere al comienzo del periodo de luz de un día de 24 horas, como lo ha sido desde la creación del mundo. Las palabras de Booz, como están registradas en el verso anterior, muestran la locura absoluta el afirmar que boqer incluye las horas “mucho antes del amanecer.” Booz le dijo a Rut, “ Permanece esta noche [hebreo lailah] y será que en la mañana [hebreo boqer] si él te redimeAcuéstate hasta la mañana [hebreo boqer]” (verso 13).

          Sería ridículo afirmar que los Israelitas de aquel día se levantaban “mucho antes del amanecer” para continuar sus asuntos, sin embargo, eso es lo que tendríamos que concluir si aceptamos la definición de boqer del Dr. Grabbe. Pero si estamos dispuestos a creer las Escrituras, reconoceremos que boqer en Rut 3:13 y 14 obviamente no pueden estar refiriéndose a ninguna porción de la noche. El contexto Escritural del verso que citó el Dr. Grabbe como evidencia para su definición de boqer ¡muestra lo completamente ilógica que es esa definición! Claramente, el uso de boqer en este pasaje Escritural muestra que este término se refiere a las horas de la mañana, no a las horas “mucho antes del amanecer” ni a “la parte tardía de la noche.”

          En cada caso Escritural, boqer se refiere a la mañana, la cual comienza cuando la noche, o lailah llega a su fin. Cuando termina la oscuridad de la noche y aparece la primera luz en el oriente, ese es el comienzo de boqer. Mientras que la luz es muy tenue cuando boqer empieza, aun así marca el final de lailah, o la noche.

          En el libro de Éxodo, encontramos pruebas adicionales de que boqer comienza con la luz del alba. Dios le dijo a Moisés, “Ve tú a Faraón en la mañana [boqer]. He aquí, él sale al agua. Y tú te pararás junto a la orilla del río hasta que él venga. Y tú tomarás en tu mano la vara la cual se convirtió en una serpiente” (Éxodo 7:15).

          Noten que Moisés debía encontrarse con el Faraón “en la mañana,” o boqer. ¿Por qué iría el Faraón al rio Nilo en la mañana? La respuesta es obvia cuando entendemos que los egipcios adoraban al rio Nilo y al sol como dioses. El Faraón era considerado un dios-rey. Como tal, parte de sus deberes incluían adorar al sol y al rio al amanecer. Él también se bañaba en el “agua bendita del Nilo” en la mañana como un ritual religioso.

          Cuando el Faraón endureció su corazón, Dios les ordenó a Moisés y a Aarón, “‘Toma tu vara, y estira tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus arroyos, sobre sus canales, y sobre sus estanques, y sobre todo reservorio de sus aguas, para que ellas se puedan convertir en sangre.Y él levantó la vara y golpeó las aguas que estaban en el rio, a la vista de Faraón y a la vista de sus siervos. Y todas las aguas en el rio fueron convertidas en sangre” (Éxodo 7:19-20).

          Estos versos nos dicen que los mandatos de Dios se llevaron a cabo a la vista del Faraón y sus siervos, mostrando que boqer, o “mañana,” no se está refiriendo a la oscuridad de la noche. Había suficiente luz en boqer para que el Faraón y sus sirvientes observaran a Aarón mientras él golpeaba las aguas y ver que se convirtieran en sangre. Si boqer fuera en la oscuridad de la noche, habría sido imposible ver que las aguas habían sido convertidas en sangre.

          De nuevo, antes de la plaga de las moscas, Dios le ordenó a Moisés que se encontrara con el Faraón en el río: “Y el SEÑOR le dijo a Moisés, “Levántate temprano en la mañana [hebreo boqer] y párate delante de Faraón. He aquí, él sale al agua.…” (Éxodo 8:20).

          Este verso simplemente se refiere al principio de boqer. A Moisés se le dijo que se levantara “temprano en la mañana” (boqer). A la primera luz del alba, Moisés debía levantarse e ir al río. Obviamente, Dios no le ordenaría a Moisés que fuera con el Faraón en las horas oscuras después de la medianoche, y el Faraón no iría al agua a la medianoche o poco después. El enfrentamiento entre Moisés y el Faraón debía ocurrir al amanecer, que era el tiempo exacto del ritual del río-sol realizado por el dios-rey Faraón. Este uso de boqer en los eventos que llevaron al Éxodo muestra que “mañana” no empieza en las horas oscuras después de la medianoche, como afirman Kuhn y Grabbe. De acuerdo a la Escritura, boqer empieza con la primera luz del alba.

          En su disertación acerca de la Pascua y el Éxodo, Kuhn y Grabbe presentan otras referencias Escriturales como “evidencia” de que boqer incluye el periodo de oscuridad después de la medianoche. Pero cuando examinamos estos versos en su contexto Escritural, no encontramos ningún indicio de que “mañana” o boqer se refiera a cualquier tiempo cerca de la medianoche. Para continuar su estudio, estas referencias se encuentran en I Samuel 19:10 y I Reyes 3:21.

          Otro intento de comprobar que boqer incluye las horas oscuras después de la medianoche se encuentra en esta narración de estos eruditos de las tres vigilias de la noche. Ellos declaran, “Un indicio extra se encuentra en las ‘vigilias’ usadas para dividir la noche. Habían tres de estas. El primer tercio de la noche caía en una vigilia sin nombre, aunque esta podía haber sido llamada la ‘vigilia de la noche’ (Lamentaciones 2:19). La segunda era llamada la ‘vigilia media’ (Jueces 7:19) [su referencia fue declarada incorrectamente como Jueces 7:10]. La última parte de la noche caía en la ‘vigilia de la mañana (habboqer)’ (Éxodo 14:24; I Samuel 11:11). Esta es una indicación más de que ‘mañana’ se podía aplicar a la última parte de la noche” (La Pascua en la Biblia y la Iglesia ahora, pp. 9).

          Una revisión cuidadosa de estas referencias a las vigilias nocturnas demostrará que no respaldan la afirmación de que boqer incluye las horas oscuras después de la medianoche. Examinemos uno de estos versos:

          Lamentaciones 2:19 dice, “Levántense, clamen en la noche. Al comienzo de las vigilias,…” Este verso se está refiriendo al principio de las tres vigilias de la noche. No se refiere específicamente a la primera vigilia y no designa cuales horas están incluidas. Si las vigilias estaban puestas en la primavera del año, cuando los días y las noches duran casi lo mismo, estarían divididas de la siguiente forma: la primera vigilia sería desde las 6 PM hasta las 10 PM, la segunda o  “vigilia media” desde las 10 PM hasta las 2 AM y la tercera o “vigilia matutina” desde las 2AM hasta las 6 AM. El hecho de que la tercera vigilia era llamada la “vigilia matutina” no significa que las horas oscuras de las 2AM a las 6 AM son parte de la “mañana” o boqer. La tercera vigilia, o la “vigilia matutina,” era la última vigilia de la noche. Se llamaba la “vigilia matutina” porque terminaba cuando llegaba la mañana. Empezaba mucho antes de boqer, o el alba, pero continuaba como un tiempo de observar más allá de la llegada de boqer y el principio de la luz del día.

          En un intento de mostrar respaldo Escritural para su definición de “mañana,” Kuhn y Grabbe también presentan una referencia del Nuevo Testamento. Ellos declaran, “Marcos 1:35 habla de Jesús levantándose temprano en la mañana, mucho antes del amanecer. Mientras que la palabra hebrea no es usada naturalmente, muestra el concepto de ‘mañana’ incluyendo el tiempo antes del amanecer, así como también el tiempo después” (Ibíd., pp. 9).

          En la Versión King James, Marcos 1:35 dice de la siguiente manera: “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue…” A primera vista, este verso parecería respaldar la definición de Kuhn y Grabbe de “mañana.” Sin embargo, como muestra la referencia del margen en la Bible Companion de Bullinger y otras ediciones de la Biblia, la traducción de la KJV de Marcos 1:35 es una traducción deficiente del texto griego. Un interlinear griego-inglés destacado verifica que la redacción en la versión King James no transmite acertadamente el significado del texto griego y traduce correctamente este verso de la siguiente manera: “Y muy temprano mientras aún era de noche habiéndose levantado…” (Berry, Nuevo Testamento Griego-Ingles Interlinear).

          Berry ha traducido este verso para mostrar el significado exacto del texto griego. La palabra griega que está traducida como “noche” es ennuxon, que específicamente significa EN LA NOCHE o A LA NOCHE. El uso de esta palabra griega en Marcos 1:35 no respalda la afirmación que las horas oscuras son “mañana.”

          Entender que este verso está traducido incorrectamente en la versión King James es importante desde otro punto de vista. El Dr. Lester L. Grabbe era un profesor de griego, un experto reconocido en el lenguaje griego y que él elija un verso que fue traducido incorrectamente del texto griego genera dudas sobre la honestidad de su investigación. Como experto en el griego del Nuevo Testamento, como profesor que enseñó griego a estudiantes de la Biblia, seguramente él estaba consciente de la redacción correcta de Marcos 1:35 en el texto griego. ¿Por qué usó una traducción errónea de este verso para respaldar su afirmación? Si él no fuera un experto en el griego del Nuevo Testamento, este descuido podría haber sido explicado como falta de conocimiento. Pero ya que él es un experto en el griego del Nuevo Testamento, tal negligencia es inexcusable. ¡Demuestra un caso omiso de la verdad Escritural! Cuando examinamos de cerca los escritos de Kuhn y Grabbe, encontramos un patrón consistente de elegir seguir las interpretaciones de los hombres y malinterpretar los verdaderos hechos de la Escritura.

          La respuesta para el Elemento #6: “Noche,” traducida del hebreo lailah, incluye el periodo oscuro de cada día de 24 horas. “Mañana,” traducida del hebreo boqer, no incluye las horas oscuras después de la medianoche. Boqer empieza al despuntar el alba, cuando la primera luz del día trae la noche a su fin.

Elemento #7) ¿Cuándo despojaron los hijos de Israel a los egipcios?

          Los proponentes de una Pascua en el 15 afirman que el despojo de los egipcios tomó lugar antes de la Pascua y la muerte de los primogénitos de Egipto, la cual fue la décima y última plaga. Algunos ven las instrucciones de Dios a Moisés en Éxodo 11 como evidencia de que el despojo comenzó poco después de la novena plaga. Otros afirman que el despojo comenzó aun antes, basados en las palabras que Dios habló a Moisés cuando Él lo llamó para guiar a los hijos de Israel fuera de Egipto. Estas palabras fueron habladas a Moisés mientras él estaba parado ante el arbusto flameante en la tierra de Madián:

          “Y Yo extenderé Mi mano y heriré a Egipto con todas Mis maravillas las cuales Yo haré en medio de el. Y después de eso él los dejará ir. Y daré a este pueblo favor a los ojos de los egipcios. Y será que cuando se vayan, no se irán vacíos. Pero cada mujer pedirá de su vecina, y de aquella que se aloja en su casa, joyas de plata y joyas de oro y ropa. Y ustedes las pondrán sobre sus hijos y sobre sus hijas. Y ustedes recuperarán estas de los egipcios” (Éxodo 3:20-22).

          El hecho de que Dios le dio estas instrucciones a Moisés con anticipación no significa que los hijos de Israel empezaron a despojar a los egipcios tan pronto como comenzaron las plagas. Los hijos de Israel no empezaron a despojar a los egipcios hasta que Dios les dio favor a la vista de los egipcios. Este favor fue un milagro especial de Dios, en el cual Dios cambió las mentes de los egipcios. Las palabras de Dios en Éxodo 3 revelan el tiempo exacto en el que el favor fue concedido. Noten la secuencia cronológica de los eventos: “Y Yo extenderé Mi mano y heriré a Egipto con todas Mis maravillas [plagas] las cuales Yo haré en medio de el. Y DESPUÉS DE ESO él los dejará ir. Y daré a este pueblo favor a los ojos de los egipcios.…” (versos 20-21).

          Estos versos no respaldan la aserción que les concedió favor a los hijos de Israel mucho antes de la muerte de los primogénitos, la cual fue la plaga final o “maravilla” que golpeó a Egipto. Al contrario, Dios le declaró a Moisés que todas Sus plagas golpearían a Egipto antes de que Él les concediera favor a los hijos de Israel. No se daría favor hasta que se completaran las plagas y los hijos de Israel hubieran sido librados de su esclavitud. Cuando Dios les hubiera dado la victoria sobre los egipcios, entonces los hijos de Israel recogerían el despojo de sus enemigos.

          La secuencia de eventos que es revelada en Éxodo 3 no puede ser ignorada cuando intentamos entender las instrucciones posteriores de Dios a Moisés en Éxodo 11. Aunque esas instrucciones fueron dadas antes de la plaga final contra Egipto, no pueden ser interpretadas como evidencia de que el despojo tuvo lugar antes del tiempo que Dios había señalado. Examinemos estas instrucciones, las cuales fueron dadas después de la plaga de la densa oscuridad: “Y el SEÑOR le dijo a Moisés, “Yo traeré aun una plaga [la muerte de los primogénitos] sobre el Faraón y sobre Egipto. Después, él los dejará ir de aquí. Cuando él los deje ir, ciertamente los expulsará completamente de aquí. Habla ahora en los oídos del pueblo, que cada hombre pida de su vecino, y cada mujer de su vecina, artículos de plata y joyas de oro.” Y el SEÑOR dio favor al pueblo a la vista de los egipcios. Y el hombre Moisés era muy grande en la tierra de Egipto, a la vista de los siervos de Faraón, y a la vista del pueblo” (Éxodo 11:1-3).

          Las palabras “habla ahora” en el verso 2 han llevado a muchos a concluir que el despojar a los egipcios comenzó en ese momento. Pero las palabras que son usadas en el texto hebreo no respaldan la inmediatez de acción que estas palabras insinúan. El verbo hebreo que es traducido “hablar” no es un mandato de hablar en ese tiempo sino una exhortación para estar listo para hablar porque el tiempo del cumplimiento estaba cerca. La traducción de Fox ayuda a transmitir el significado del texto: “Ora habla en los oídos del pueblo…” (Éxodo 11:2, BS).

          Las instrucciones para despojar a los egipcios fueron dadas a los hijos de Israel al mismo tiempo que fueron dadas las instrucciones para la Pascua. Éxodo 12 registra la entrega de las instrucciones de la Pascua a los ancianos: “Entonces Moisés llamó a todos los ancianos de Israel y les dijo,…” (verso 21). Después de recibir todas las instrucciones de Dios por medio de Moisés, los ancianos se las entregaron a los hijos de Israel. Los hijos de Israel inclinaron sus cabezas en adoración cuando escucharon las instrucciones de Dios para el día de la Pascua (versos 27-28). Estas instrucciones incluyeron el despojo de los egipcios, que tomaría lugar después de la plaga final contra Egipto y la liberación de los hijos de Israel del cautiverio.

          En la mañana del día de la Pascua, los hijos de Israel cumplieron las instrucciones de Dios de despojar a los egipcios: “Y los egipcios estaban urgiendo al pueblo, para poder enviarlos fuera de la tierra rápidamente, porque ellos decían, Somos todos hombres muertos.” Y la gente tomó su masa antes que estuviera leudada, sus artesas estando atadas a sus ropas sobre sus hombros. Y los hijos de Israel hicieron de acuerdo a la palabra de Moisés. Y pidieron artículos de plata, y artículos de oro, y vestidos de los egipcios. Y el SEÑOR dio al pueblo favor a la vista de los egipcios, y ellos concedieron su requerimiento, y despojaron a los egipcios” (Éxodo 12:33-36).

          Aquí hay clara evidencia Escritural de que el despojo de los egipcios fue completado después de la Pascua y de la muerte de los primogénitos, cuando los egipcios fueron llenados con un sentido de una ruina inminente. En su urgencia de deshacerse de los hijos de Israel, los egipcios amontonaban sobre ellos todas los vestidos y joyas que ellos deseaban, como Dios lo había dicho. Los vestidos y las joyas fueron arrojadas literalmente sobre los hijos de Israel por los egipcios, como rescate por sus vidas. Pues ellos dijeron, “…SOMOS TODOS HOMBRES MUERTOS!” Los egipcios que no fueron muertos en la plaga final debieron haber estado en terror absoluto de que Dios los matara, como lo hizo con sus primogénitos. Temerosos de ser matados, les dieron a los hijos de Israel todo lo que pedían.

          Aquellos que promueven una Pascua en el 15 rechazan las declaraciones que están claramente registradas en el recuento Escritural. Se rehúsan a reconocer que el despojo a los egipcios no se cumplió sino hasta después de la muerte de los primogénitos. Al querer que el tiempo para que el despojo tenga lugar después de la Pascua complica sus intentos de encajar la Pascua y el Éxodo en la misma noche. Pero la verdad de la Escritura es que la promesa de Dios a los hijos de Israel de que no saldrían vacíos fue cumplida en las horas antes del Éxodo. Cuando sus adversarios habían reconocido la derrota, entonces los hijos de Israel recogieron los despojos de la victoria que Dios les había dado.

          La respuesta para el Elemento #7: Los hijos de Israel despojaron a los egipcios después de la terminación de las plagas, cuando Dios les dio favor ante los ojos de los egipcios. En la mañana del día de la Pascua, ellos recogieron los despojos de su victoria sobre los egipcios.

          En este capítulo hemos estudiado los Elementos #5-7 de la Pascua en Egipto, examinando cada argumento mayor concerniente a estos aspectos de la Pascua y mostrando la verdadera cronología Escritural de los eventos del día de la Pascua. En el siguiente capítulo estudiaremos el Elemento #8, el cual concierne al Éxodo y la Fiesta de Panes sin Levadura.