Restaurando el
cristianismo original—¡para hoy!
Iglesia de Dios Cristiana y Bíblica
P.O. Box 1442
Hollister, California 95024-1442
(831) 637-1875
laverdaddedios.org • truthofgod.org • churchathome.org
afaithfulversion.org • theoriginalbiblerestored.org
Fred R. Coulter
Ministro
Enero 16, 2019
Queridos hermanos,
Como comenzamos un nuevo año de acuerdo al
calendario romano, parece que las profecías de Jesús de Mateo 24, Marcos 13 y
Lucas 21 ¡se están magnificando en intensidad! Mientras es cierto que estas
profecías comenzaron con el tiempo de Jesús y los apóstoles—llevando a la destrucción
de Jerusalén y el Templo en el 70 dC—ellas están siendo repetidas en una manera
casi cíclica a través del tiempo, con un tercer templo aun por construir para
ser destruido al regreso de Cristo.
A pesar de que todo esto ha estado pasando,
no estamos aún cerca del fin, al regreso de Jesucristo en poder y gloria. Pero,
estamos más cerca que en el pasado. Aún hay muchos eventos proféticos que deben
tener lugar antes que alcancemos el fin real.
Queriendo que Dios cumpla Sus profecías
durante sus tiempos de vida, los hombres a través de los siglos “colocan
fechas” prediciendo cuando llegará el fin. Todas esas predicciones han fallado.
Muchos ministros “cristianos” continúan haciendo eso—como también ministros en
las Iglesias de Dios. Pero
ningún hombre, sin importar cuán importante pueda ser, ¡puede decirle a Dios
que hacer!
La
gente parece ignorar el hecho que el plan de Dios trabaja de acuerdo a Su
programación. Eso es lo que Jesús le dijo a Sus discípulos antes de ascender al
cielo: “Así entonces, cuando estaban reunidos, le preguntaron, diciendo,
“Señor, ¿restaurarás el reino de Israel en este tiempo?” Y Él les dijo, “No es
para ustedes saber los tiempos o las temporadas, las cuales el
Padre ha establecido en Su propia autoridad; pero ustedes mismos recibirán
poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre ustedes, y serán Mis testigos,
en Jerusalén y en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la
tierra.” Y después de decir estas cosas, mientras estaban mirándolo, fue
llevado arriba, y una nube lo recibió fuera de su vista” (Hechos
1:6-9).
Similarmente,
en la profecía de los Olivos de Jesús, Él explicó que el tiempo de la profecía
del tiempo del fin está bajo control del Padre: “Pero
aprendan la parábola de la higuera: Cuando sus ramas llegan a estar tiernas, y
echan hojas, saben que el verano está cerca. En la
misma forma también, cuando vean estas cosas sucediendo, sepan que está cerca, incluso
a las puertas.
Ciertamente les digo, esta generación en ninguna forma pasará hasta
que todas estas cosas hayan tenido lugar. El cielo y la tierra
pasarán, pero Mis palabras nunca pasarán. Pero concerniente a
aquel día y la hora, nadie sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni
el Hijo, sino solamente el Padre. Presten
atención, estén vigilando y orando. Porque no saben cuándo es el tiempo” (Marcos
13:28-33).
Por
otro lado, parece que ahora estamos en el punto donde la profecía se está “acelerando”—primariamente
porque el Evangelio está ahora siendo publicado y predicado en todas las
naciones, como dijo Jesús: “Y el Evangelio debe primero
ser publicado entre todas las naciones.… Y este evangelio del reino
será proclamado en todo el mundo para testimonio a todas las naciones; y luego
vendrá el fin” (Marcos 13:10; Mateo
24:14).
Porque estamos cerca al tiempo del
fin, tenemos un entendimiento detallado más claro de los eventos que van a
tener lugar. Además, la estructura de los días santos nos da una perspectiva
especial en profecía. Pero aún no sabemos exactamente cuando los
eventos tendrán lugar—¡nadie sabe!
Jesús también dijo que mientras entramos en
los “últimos días” habrían muchos falsos profetas—incluso falsos Mesías. Aunque esto
ha pasado a través del tiempo, se intensificará mientras nos acercamos al fin: “Porque
se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y
maravillas, para engañar, si es posible, aun a los elegidos” (Mateo 24:24).
Consecuentemente, debemos estar velando por
eventos claves. Y Jesús reveló el único evento clave profético
que indicará el comienzo de la “Gran Tribulación.” Él dijo que cuando veamos
la “abominación desoladora” de pie en el lugar santo, entonces la
tribulación comenzará (Mateo 24:15, 21). Esto significa que el Templo en Jerusalén
tiene que ser construido y funcional (Apocalipsis 11:1-2). También, el poder de
la “bestia” y el “hombre de pecado” (el “hijo de perdición”) debe estar en
escena. Cuando este tirano gobernador se proclame ser Dios, y esté apoyado por
el “falso profeta,” entrará en el santo de santos en el templo judío en Jerusalén—y
los hombres lo adorarán como Dios, un falso Mesías (II Tesalonicenses 2:1-12; Apocalipsis
13:3-8).
En años pasados, he dado un sermón un número
de veces titulado 14
cosas que deben pasar en profecía antes que el fin venga. Este detalla
los eventos que deben ocurrir antes de la segunda venida de Jesús. Dado
que no planeo repetirlo de nuevo este año, puede escucharlo nuevamente para
refrescar su entendimiento.
Mientras ciertas condiciones proféticas están
definitivamente desarrollándose, muchas otras ni siquiera han comenzado.
Recuerde lo que dijo Jesús, “…cuando vean TODAS estas cosas,
sepan que está cerca, incluso a las puertas” (Mateo 24:33).
No puede ser la mitad, o dos tercios, o tres cuartos; deben ser “todas estas
cosas—entonces sabremos que el fin esta sobre nosotros y la
tribulación ¡está lista para desenvolverse!
Pero
mucho antes de la tribulación, dos profecías mayores deben cumplirse: 1) Debe
haber un rey del norte; y 2) debe haber un rey del sur. Daniel escribe que los
eventos del tiempo del fin no tendrán lugar sino hasta que ellos entren en
poder y el rey del sur “presione” al rey del norte: “Y
en el tiempo del fin, el rey del sur lo presionará. Y el rey
del norte vendrá contra él como un torbellino con carruajes y con jinetes y
con muchas naves; y entrará en los países y desbordará y barrerá de paso.
“Él también entrará en la tierra gloriosa, y muchos países
serán derrocados. Pero estos escaparán de su mano: Edom y Moab, y el jefe de
los hijos de Amón. Y extenderá su mano también sobre los países. Y la tierra
de Egipto no escapará. Sino tendrá poder sobre
los tesoros de oro y plata, y sobre todas las cosas preciosas de Egipto. Y los
Libios y los Etíopes estarán a sus pasos. Pero
noticias salidas del oriente y salidas del norte lo alarmarán. Entonces saldrá
con gran furia para destruir y aniquilar absolutamente a muchos. Y él plantará sus carpas reales entre los mares en la
montaña de la tierra gloriosa. Sin embargo él vendrá a su fin, y ninguno le
ayudará.”
““Y en
ese tiempo Miguel se parará, el gran príncipe que representa a los hijos
de tu pueblo, y habrá un tiempo de problemas, tal como nunca fue desde que
hubo una nación incluso hasta ese tiempo…” (Daniel 11:40-45; 12:1).
Hoy, Europa es débil y desordenada—política,
económica, religiosamente—y abrumada con millones de musulmanes. Más aun, un
hombre fuerte para guiar a toda Europa, quien podría llenar la función de rey
del norte, no ha aparecido en el horizonte. Así mismo, todos los países
islámicos están lejos de llegar a ser una entidad unida con el rey del sur para
retar a Europa. Eventualmente el mundo musulmán se unirá, tal vez en una confederación
suelta. Muchos intelectuales y economistas islámicos desean restaurar un
imperio islámico desde el Atlántico hasta la India. Esto tomará mucho tiempo.
Tal vez puedan ser capaces de usar la Liga Árabe como su fundamento.
Con estas cosas en mente, llega a ser
aparente que los
eventos profetizados del tiempo del fin tomarán más tiempo para desarrollarse.
Necesitamos mantener en mente la advertencia del apóstol Pedro que seremos
burlados y ridiculizados porque parece que las profecías de la Biblia no
pasarán: “Ahora, amados, les estoy escribiendo esta segunda epístola a
ustedes; en la cual, estoy estimulando sus mentes puras al hacerles
recordar
para que sean conscientes de las palabras que fueron habladas antes por
los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador, hablado por
nosotros, los apóstoles; sabiendo primero esto, que en los últimos días vendrán
burladores, caminando de acuerdo a sus propias lujurias personales, Y
preguntando, “¿Dónde está la promesa de Su venida?
“Porque
desde que los antepasados murieron, todo ha permanecido igual como desde el
principio de la creación.” Pero este hecho está oculto a ellos—ellos
mismos escogiendo ignorarlo—que por la Palabra de Dios los cielos
existieron desde la antigüedad, y la tierra salió del agua y en
medio de agua, por lo cual el mundo en ese tiempo, habiendo sido inundado con
agua, había sido destruido. Pero los cielos y la tierra presentes
están siendo almacenados por Su Palabra, y están siendo reservados para el
fuego en el día de juicio y la destrucción de los impíos” (II Pedro 3:1-7).
Tiempo y oportunidad le pasan a todos: Al ver
eventos como los recientes terremotos en el suroriente de Asia, erupciones volcánicas
y tsunamis, algunos clamarán que Dios ha enviado Su juicio en contra de gente
mala. Sin embargo, ese no es necesariamente el caso, porque el tiempo y
oportunidad les pasan a todos, como escribió el rey Salomón en Eclesiastés: “Regresé y vi bajo el sol que la carrera no es para el
rápido, ni la batalla para el fuerte, ni tampoco pan para el sabio, ni tampoco
riquezas para hombres de entendimiento, ni tampoco el favor para hombres
de destreza; sino el tiempo y la oportunidad les pasa a
todos ellos. Porque
el hombre no conoce su tiempo; como los pescados que son tomados en una mala
red, y como las aves que son atrapadas en la trampa; así son los
hijos de hombres atrapados en un tiempo malo,
cuando este cae de repente sobre ellos” (Eclesiastés 9:11-12).
Más
aun, Jesús dejó claro que aquellos que son muertos en desastres inesperados no
son pecadores más grandes que otros que son librados. Él verificó que “tiempo
y oportunidad” le pasan a todos: “Ahora, al mismo tiempo,
estaban allí presentes algunos quienes le estaban diciendo acerca de
los galileos, cuya sangre Pilato había mezclado con sus sacrificios. Y
Jesús respondió y les dijo, “¿Ustedes suponen que estos galileos eran
pecadores por encima de todos los galileos, porque sufrieron tales cosas? Les
digo que no; pero si ustedes no se arrepienten, todos perecerán
igualmente.
O aquellos dieciocho sobre quienes cayó la torre de Siloé, y los
mató, ¿suponen ustedes que estos eran deudores por encima de todos los hombres
que vivían en Jerusalén? Les digo que no; pero si ustedes no se
arrepienten, todos perecerán igualmente” ” (Lucas 13:1-5).
Para
aquellas victimas en Indonesia, es bueno
ver la cantidad de ayuda y apoyo que las naciones del mundo están proveyendo
para aquellos quienes han sobrevivido esta inmensa catástrofe. Dios bendecirá
aquellas naciones que dan aquella ayuda necesaria. En cuanto a la parte de USA,
la profecía
que Dios dio a Abraham—“Y en ti todas las familias de la tierra serán benditas” (Génesis 12:3)—está siendo cumplida.
Cuando vemos tales desastres, no necesitamos
temer—por las promesas de Dios. En vez, necesitamos tomar la oportunidad de
acercarnos más a Dios. Necesitamos rendir nuestros corazones y mentes a Dios el
Padre y a Jesucristo en amor, fe y esperanza. Jesús nos ayudará, consolará y
estará con nosotros: “…porque Él ha dicho, “En ninguna forma los dejaré jamás; no—nunca
los abandonaré en ninguna forma.” Así entonces, digamos valientemente, “El
Señor es mi ayudante, y no temeré, ¿qué puede hacerme el hombre?”…Jesucristo
es el mismo ayer, y hoy, y para siempre” (Hebreos 13:5-6, 8).
Sin
importar sus circunstancias, sea usted joven o viejo, sea débil o fuerte, sea recién
convertido o un santo de largo tiempo, sea pobre o rico, recuerde ¡Dios lo
ama! ¡Dios lo ha llamado! Vamos a ser los hijos e hijas del Padre ¡por siempre!
Estas son promesas de Dios el Padre y Jesucristo—para ¡vida eterna!
Siempre
mantenga estas maravillosas palabras de Jesús en mente. Si lo hacemos, y
vivimos por ellas, estaremos en la primera resurrección y entraremos al Reino
de Dios: “Como el Padre Me ha amado, Yo también los he amado; vivan en Mi
amor.
Si guardan Mis mandamientos, vivirán en Mi amor; así como Yo he
guardado los mandamientos de Mi Padre, y vivo en Su amor.
“Estas
cosas les he hablado, para que Mi gozo pueda vivir en ustedes, y que su
gozo pueda ser pleno.
Este es Mi mandamiento: Que se amen uno al otro, como Yo los he
amado.
Nadie tiene más grande amor que este: que uno ponga su vida por sus
amigos.
Ustedes son Mis amigos, si hacen cualquier cosa que les mande. Ya
no los llamo más siervos, porque el siervo no sabe lo que su maestro está
haciendo. Sino los he llamado amigos porque les he hecho saber todas las
cosas que he escuchado de Mi Padre.
“Ustedes
mismos no Me escogieron, sino Yo personalmente los he escogido, y les he
ordenado, que deberían ir y llevar fruto, y que su fruto debería permanecer;
para que cualquier cosa que pidieran al Padre en Mi nombre, Él pueda darles. Estas
cosas les mando, que se amen uno al otro” (Juan 15:9-17).
Si
amamos a Dios y guardamos Sus mandamientos, Jesús promete que Él velará por
nosotros. Note: “Conozco sus obras. He aquí, Yo he puesto delante de ustedes una
puerta abierta, y nadie tiene el poder de cerrarla porque ustedes tienen
poca fuerza, y han guardado Mi palabra, y no han negado Mi nombre [en esta
generación mala y malvada]. He aquí, Yo haré de
aquellos de la sinagoga de Satanás, quienes se proclaman a sí mismos ser
judíos y no lo son, sino que mienten—he aquí, Yo los haré venir y
adorar delante de sus pies, y les haré saber que Yo los he
amado.
“Porque
han guardado la palabra de Mi paciencia, Yo también los guardaré de la hora de
tentación la cual está a punto de venir sobre el mundo entero para
probar a aquellos que viven en la tierra. He
aquí, Yo vengo rápidamente; retengan eso que tienen para que nadie pueda
quitarles su corona.
Aquel que venza lo haré un pilar en el templo de Mi Dios, y él no
saldrá más; y escribiré sobre él el nombre de Mi Dios, y el nombre de la ciudad
de Mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual descenderá del cielo de Mi Dios;
y escribiré sobre él Mi nuevo nombre. Aquel que tenga oído, oiga lo
que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 3:8-13).
Si vivimos en el amor de Dios y en Su fe
cada día, podemos estar seguros que Dios mantendrá Sus promesas para nosotros.
Cristo es la Cabeza de la iglesia. A través del poder de Su Espíritu Santo, Él está
en usted. ¡Él nunca le fallará! Dios el Padre y Jesucristo lo aman.
Usted ha sido llamado a gloria eterna. Ellos le darán vida eterna. Cuando
guardamos estas cosas en la frente de nuestras mentes, tendremos paz mental—sin
importar las condiciones alrededor de nosotros y en el mundo.
Nuevamente hermanos, gracias por todas sus
oraciones por los hermanos y por nosotros. Oramos por ustedes diariamente—para
que continúen creciendo en gracia y conocimiento, por su salud, y por su
sanidad cuando están enfermos. Oramos por las bendiciones de Dios y que la
protección esté sobre ustedes y los suyos. Les agradecemos por su fidelidad en
sus diezmos y ofrendas, de modo que juntos podemos continuar sirviendo a los
hermanos, predicando el Evangelio y alcanzando nuevos hermanos y gente.
Con amor en Cristo Jesús,
Fred R. Coulter
FRC