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Restoring Original Christianity—for Today

Restaurando el cristianismo original—¡para hoy!

Iglesia de Dios Cristiana y Bíblica

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Hollister, California 95024-1442

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Fred R. Coulter

Ministro

 

Carta de Septiembre / Octubre

 

Septiembre 17, 2019

 

Queridos hermanos,

         

          ¡La temporada de Fiestas de otoño pronto estará sobre nosotros! Las fechas de este año, en el calendario romano son: • Día de Trompetas, Septiembre 30 • Día de Expiación, Octubre 9 • Fiesta de Tabernáculos, Octubre 14-20 • Ultimo Gran Día, Octubre 21.

          CDs de la Biblia en audio: Los CDs de audio de La Santa Biblia en Su orden original estarán completos y nos serán entregados algún tiempo antes de la Fiesta. ¡Están hermosamente hechos! Toda la Biblia esta en 8 CDs—más uno con todos los Comentarios y uno con todos los Apéndices, para un total de 10 CDs. Si esta en nuestra lista de correos, automáticamente le enviaremos un conjunto. Déjenos saber por favor si necesita copias adicionales.

          Aniversario 40 de la renuncia de Fred Coulter de la Universal: Hemos trabajado en una presentación especial audio/video de la grabación de mi renuncia de la Universal. Esto fue en el Día de Expiación, Octubre 1, 1979. Fue un evento decisivo en nuestras vidas en medio de todos los problemas y confusión en la iglesia. Por un número de años antes de la renuncia, Dios me guió a ver que la condición espiritual de la iglesia estaba llegando a ser muy corrupta. Aquellos en posiciones de liderazgo habían estado separándose de Dios al mentir, al tener políticas carnales y gasto derrochador de millones de dólares del dinero de los diezmos. Tales pecados ampliamente conocidos estaban cubriendo a aquellos en los niveles más altos de la iglesia, haciéndome imposible continuar sirviendo como ministro. Después de oración profunda e intensa, Dios me guió a renunciar en aquel Día de Expiación. Para aquel mensaje de despedida, las únicas notas que tenía eran algunos artículos de periódicos y una lista de algunas Escrituras. Le pedí a Dios que me inspirara a hablar las palabras que debía hablar. No deseaba hablar mis propias palabras en tal solemne ocasión. Durante el mensaje, Dios me inspiró para advertirle a la iglesia que si no había arrepentimiento—comenzando en Pasadena, empezando en aquel mismo día—entonces las fuerzas del mal serian desatadas para destruirla. Infortunadamente, eso mismo pasó ¡15 años después! Incluiremos este mensaje de la renuncia de 1979 en el envío de los CDs/videos de la Fiesta de este año.

          Hermanos, mientras guardamos el Sábado semanal y los Días Santos anuales—vistos a través de las enseñanzas relevantes de la Escritura—Dios revela a Su iglesia Su plan y propósito para la humanidad. Este es el Evangelio completo, planeado antes de las eras del tiempo. Note: “Quien nos ha salvado y llamado con un llamamiento santo—no de acuerdo a nuestras obras, sino de acuerdo a Su propio propósito y gracia, la cual nos fue dada en Cristo Jesús antes de las eras del tiempo; pero ahora ha sido revelada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, Quien ha anulado la muerte, y ha traído a la luz vida eterna e incorruptibilidad por medio del evangelio” (II Timoteo 1:9-10).

          ¡Piense en esto! Dios ha ocultado en Su Santa Palabra lo que Él planeó desde antes de las eras del tiempo y lo ha revelado por el Espíritu Santo a Su iglesia—a aquellos quienes lo aman y obedecen. ¡Esto es absolutamente asombroso! Sin embargo el mundo no puede entender porque están ciegos por su incredulidad y desobediencia. Son cautivos de Satanás el diablo en un cristianismo falso (y otras religiones). Pero la verdad esta allí, oculta a plena vista—conocida solo por aquellos quienes tienen el Espíritu Santo, quienes le creen y aman a Dios, y quienes guardan Sus mandamientos (Apocalipsis 14:12).

          La unidad de la Escritura: Cuando estudiamos la Biblia, llega a ser aparente que hay una unidad inspirada entre el Antiguo y Nuevo Testamentos. Recuerde, los apóstoles predicaron la salvación a través de Jesucristo a partir del AT. En verdad, encontramos que casi un tercio del NT es hecho de citas del AT. También es significativo que muchas de las profecías del AT no podían ser entendidas sin ser combinadas con profecías del NT. Es como si el AT es un seguro y el NT es la llave—la llave para abrir el entendimiento. Por ejemplo, las profecías detalladas del Salmo 22 e Isaías 53 predicen la primera venida de Jesús. Pero si Jesús no hubiera venido en realidad, aquellas profecías nunca podrían haber sido entendidas. Así mismo, profecías—de ambos el AT y NT—relacionadas al tiempo del fin y regreso de Cristo no podrían ser entendidas sin el libro de Apocalipsis.

          Mientras los protestantes tienen cierta verdad, nunca pueden entender el plan de Dios porque rechazan el Sábado del séptimo día y los Días Santos de Dios—los cuales están basados en Su calendario sagrado. Ellos no entienden que los Días Santos de Dios forman una estructura para el cumplimiento de la profecía. Así, cegados por Satanás (II Corintios 4:3-4), siguen el calendario civil romano—con la observancia del domingo y todos los festivos mundanos populares. Al rechazar creerle a Dios, han llegado a ser espiritualmente ciegos, como lo dijo Jesús de los judíos de Su tiempo: “Y Sus discípulos vinieron a Él y preguntaron, “¿Por qué les hablas en parábolas?” Y Él respondió y les dijo, “Porque ha sido dado a ustedes el saber los misterios del reino del cielo, pero esto no ha sido dado a ellos. Porque quienquiera que tenga entendimiento, a él más será dado, y tendrá abundancia; pero quienquiera que no tenga entendimiento, incluso lo que tiene le será quitado. Por esta razón les hablo a ellos en parábolas, porque viendo, ellos no ven; y oyendo, ellos no oyen; ni entienden. Y en ellos es cumplida la profecía de Isaías, la cual dice, ‘Oyendo ustedes oirán y en ninguna forma entenderán y viendo verán, y en ninguna forma percibirán; porque el corazón de esta gente se ha engordado, y sus oídos son sordos para oír, y sus ojos han cerrado; no sea que ellos vean con sus ojos, y oigan con sus oídos, y entiendan con sus corazones, y sean convertidos, y Yo los sane.’

          “Pero benditos son sus ojos, porque ven; y sus oídos, porque oyen. Porque verdaderamente les digo, muchos profetas y hombres justos han deseado ver lo que ustedes ven, y no han visto; y oír lo que ustedes oyen, y no han oído” (Mateo 13:10-17). Esto es aún más cierto hoy porque tenemos la Palabra de Dios completa.

          Veamos algunas pruebas de la inspiración de Dios de la Biblia y la unidad de la Escritura. En el AT, Dios nos da el estándar por el cual debemos entender Su palabra y discernir quien está hablando la verdad: “¡A la ley y al testimonio! Si ellos no hablan de acuerdo a esta Palabra, es porque no hay luz en ellos” (Isaías 8:20). En este mismo capítulo, también encontramos una profecía del NT, mostrando que esto sería escrito por los discípulos o apóstoles de Jesús: “Ata el testimonio, sella la ley entre Mis discípulos” (verso 16). Dado que este verso es una predicción del NT, también es una profecía que el AT no era la Palabra de Dios completa.

          Podemos verificar esto en el NT, lo cual demuestra nuevamente la unidad de la Escritura. El apóstol Pablo escribió a Timoteo concerniente al AT: “Pero en cuanto a ti, continúa en las cosas que aprendiste y fuiste asegurado, sabiendo de quien las has aprendido; y que desde niño has conocido los escritos sagrados [el AT], los cuales son capaces de hacerte sabio hacia salvación a través de fe, la cual es en Cristo Jesús” (II Timoteo 3:14-15). Pablo está mostrando que la salvación no solo incluye fe en Cristo y enseñanzas del NT, sino que enseñanzas de AT son también necesarias. En los siguientes dos versos, Pablo muestra que toda Escritura,  AT y NT, es inspirada por Dios—no son escritos humanistas de hombres: “Toda Escritura es respirada de Dioses provechosa para doctrina, para convicción, para corrección, para instrucción en justicia; para que el hombre de Dios pueda ser completo, totalmente equipado para toda buena obra” (versos 16-17).

          Cuando Pablo escribió a los Colosenses, él entendía que debía ayudar a completar la Palabra de Dios con sus escritos del Evangelio respirados por Dios: “De la cual llegué a ser un siervo, de acuerdo a la administración de Dios que me fue dada para ustedes para completar la Palabra de Dios; incluso el misterio que ha estado escondido desde siglos y desde generaciones, pero que ha sido revelado ahora a Sus santos; a quienes Dios quiso dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; el cual es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria” (Colosenses 1:25-27).

          El apóstol Pedro confirma lo que Pablo e Isaías escribieron, que la Palabra de Dios no es una invención de fabulas y mitos de hombres, sino la Palabra de Dios inspirada escrita por hombres movidos por el Espíritu Santo: “Porque no seguimos mitos inteligentemente inventados como nuestra autoridad, cuando les hicimos saber el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, sino que fuimos testigos oculares de Su magnífica gloria; porque Él recibió gloria y honor de Dios el Padre cuando la voz vino a Él desde la Gloria Majestuosa, “Este es Mi Hijo, el Amado, en Quien estoy bien complacido.” Y esta es la voz del cielo que oímos cuando estuvimos con Él en la montaña santa. También poseemos la Palabra profética [inspirada] confirmada a la cual ustedes hacen bien en prestar atención, como a una luz brillando en un lugar oscuro, hasta que el día amanezca y la estrella de la mañana surja en sus corazones; sabiendo esto primero, que ninguna profecía de la Escritura se originó como interpretación privada propia de alguien; porque la profecía [incluyendo la Palabra de Dios escrita] no fue traída en ningún momento por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron como fueron movidos por el Espíritu Santo” (II Pedro 1:16-21).

          Al comienzo del ministerio de Jesús, Él demostró la unidad de la Escritura entre el AT y NT. Cuando Satanás tentó a Jesús, nuestro Salvador no dejó duda que Dios dio a la humanidad Su Palabra para vivir por ella. Jesús respondió la tentación del diablo al citar Deuteronomio 8:3: “Está escrito, ‘El hombre no vivirá de pan solamente, sino de cada palabra que procede de la boca de Dios’” (Mateo 4:4). Esta declaración incluye toda la Palabra de Dios—el AT y lo que sea que Él hablaría y tendría registrado en el NT—porque Jesús era Dios manifestado en la carne.

          En el sermón del monte, Jesús dejó claro que Él no vino a deshacer la Ley ni los Profetas: “No piensen que he venido a abolir la Ley o los Profetas; no vine a abolir, sino a cumplir [a hacer completa y magnificar; vea Isaías 42:21]. Porque verdaderamente les digo, hasta que el cielo y la tierra pasen, una jota o una tilde en ninguna forma pasará de la Ley hasta que todo haya sido cumplido” (Mateo 5:17-18).

          Examinemos algunos pasajes adicionales del AT que demuestran la unidad de la Escritura en relación a los mandamientos de Dios y la justicia. Como también mostrarán estos pasajes, Jesucristo Quien fue el Dios del AT, nunca aboliría los mandamientos de Dios: “Las obras de Sus manos son verdad [fundamentalmente y eternamente verdaderos] y justicia; todos Sus preceptos son seguros. Ellos permanecen por siempre y para siempre; son hechos en verdad y rectitudPorque todos Tus mandamientos son justicia” (Salmo 111:7-8; 119:172).

          A través del profeta Isaías, Dios proclamó forzadamente que Él nunca abolirá Su justicia. Por lo tanto, Él nunca abolirá Sus leyes y mandamientos: “Levanten sus ojos al cielo, y miren abajo en la tierra; porque los cielos se desvanecerán como humo, y la tierra llegará a ser vieja como un vestido; y sus habitantes morirán de la misma forma. Pero Mi salvación será para siempre, y Mi justicia no será abolidaTu justicia es una justicia eterna,…” (Isaías 51:6; Salmo 119:142).

          Compare esto con la Epístola de Pablo a los Hebreos y podemos ver la unidad continua entre el AT y el NT: “...del Hijo dice, “Tu trono, Oh Dios, es en las eras de eternidad; un cetro de justicia es el cetro de Tu Reino. Tú amaste la justicia y odiaste la ilegalidad; por esto, Dios, incluso Tu Dios, Te ha ungido con el aceite de alegría sobre Tus compañeros.” Y, “Tú, Señor, en el principio estableciste el fundamento de la tierra; y los cielos son las obras de Tus manos. Ellos morirán, pero Tú permaneces para siempre; y todos ellos envejecerán como un vestido, y Tú los enrollarás como una cobertura, y ellos serán cambiados; pero Tú eres el mismo, y Tus años no terminarán”” (Hebreos 1:8-12). Jesús Mismo confirmó esto cuando dijo, “El cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras nunca pasarán” (Marcos 13:31).

          Veamos ahora lo que dijo Jesús sobre la enseñanza y observancia de los mandamientos de Dios como es registrado en el AT, lo cual también entonces llega a ser doctrina del NT. “Por tanto, cualquiera que rompa uno de estos mandamientos menores, y enseñe a los hombres así, será llamado menor en el reino del cielo; pero cualquiera que los practique y enseñe, éste será llamado grande en el reino del cielo. Porque Yo les digo, a menos que su justicia exceda la justicia de los escribas y fariseos, no hay forma que ustedes entren en el reino del cielo” (Mateo 5:19-20). Jesús da esta advertencia a cualquiera que enseñe a los hombres a quebrantar incluso el “menor” de los mandamientos, como comparado a las bendiciones sobre aquellos quienes enseñen a los hombres a guardar realmente los mandamientos.

          Aun, a pesar de estos pasajes obvios, algunos enseñan en contra de la Ley de Dios. Hace algunos años un grupo de hombres comenzó a enseñar que el diezmo no era más requerido, molestando a algunos de los hermanos. Cuando cosas como estas ocurren, necesitamos tomar la visión larga de la situación y apoyarnos en la verdad de la Palabra de Dios. No deberíamos dar crédito a tales profesores o tales ideas sensacionales para “tener atención”—no sea que ellos nos aparten de Dios.

          Durante los años he observado que profesores de “gracia ilegal” solo empeoran con el tiempo. Recuerde, este dicho siempre es cierto: “Un poco de levadura [pecado] leuda la masa entera” (I Corintios 5:6; Gálatas 5:9). Esto significa que tarde o tempranos tales profesores planearán otras doctrinas “nuevas” contrarias a las Escrituras. Esto es exactamente lo que pasó en este caso. En tan solo unos pocos meses, aquellos mismos profesores empezaron a proclamar que Jesús terminó con todas las leyes y mandamientos de Dios—¡diezmo, el Sábado, Días Santos, carnes limpias e inmundas! Pero esto no es nuevo. De hecho, esto refleja el pensamiento fallido de la humanidad ¡desde el tiempo de Adán!

          Cuando pretensiones son hechas que aquellos bajo el Nuevo Pacto no tienen que guardar los mandamientos de Dios, necesitamos ignorar tales pretensiones y aferrarnos a las enseñanzas claras del Nuevo Testamento que apoyan las leyes y mandamientos de Dios. Note lo que escribió el apóstol Juan cuando la iglesia primitiva estaba siendo confrontada con tales falsos profesores: Y por este estándar sabemos que lo conocemos: si guardamos Sus mandamientos. Aquel que dice, “lo conozco,” y no guarda Sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Por otro lado, si cualquiera está guardando Su Palabra, verdaderamente en aquel el amor de Dios está siendo perfeccionado. Por este medio sabemos que estamos en Él. Cualquiera que reclame vivir en Él está obligándose a sí mismo también a caminar incluso como Él mismo caminó” (I Juan 2:3-6).

          Concerniente a las Escrituras del AT, Jesús dijo, “Tu Palabra es la verdad” (Juan 17:17). Veamos algunos otros ejemplos de la unidad de Escritura que prueban esto ser cierto. En el Salmo 119, casi que cada verso de por medio declara la grandeza y veracidad de la Palabra de Dios y confirma lo que dijo Jesús. Aquí hay unos pocos versos que definen algo de la verdad de Dios. Verso 142: “Tu ley es la verdad.” Verso 151: “Tú estás cerca, Oh SEÑOR  y todos Tus mandamientos son verdad.” Verso 160: “Tu palabra es verdad desde el principio, y cada una de Tus justas ordenanzas permanece para siempre.” Versos 127-128: “Por tanto amo Tus mandamientos por encima del oroestimo ser correctos todos Tus preceptos concernientes a todas las cosas, y odio todo falso camino.

          La totalidad del Salmo 119 puede ser considerado una reflexión de los pensamientos más internos de Jesús sobre las leyes, mandamientos, estatutos, juicios y preceptos de Dios. Cristo, quien era Dios manifestado en la carne y la Palabra de Dios viva, le dijo a Sus apóstoles, “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, excepto a través de Mí” (Juan 14:6). El Camino significa que la única forma para nosotros de vivir por Dios es a través de Jesús. La Verdad significa que Jesús fue la personificación de toda la Palabra de Dios (no la abolición de las leyes de Dios). La Vida significa que la vida eterna viene solo a través de la vida, muerte y resurrección de Jesús.

          Cuando un escriba le preguntó a Jesús concerniente al más grande mandamiento de la Ley, Él no respondió sugiriendo la abolición de la Ley de Dios, sino citando Deuteronomio 6:4-5, soldando así la unidad de la Escritura—AT y NT, haciéndola una: “Y uno de ellos, un doctor de la ley, lo cuestionó, tentándolo, y diciendo, “Maestro, ¿Cual mandamiento es el gran mandamiento en la Ley?” Y Jesús le dijo, “ ‘Amarán al Señor su Dios con todo su corazón, y con toda su alma, y con toda su mente.’ Este es el primero y más grande mandamiento; el segundo es como este: ‘Amarán a su prójimo como a ustedes mismos” (Mateo 22:35-39).

          Jesús reveló que el amor por Dios y el amor por el prójimo están basados en los mandamientos de Dios. De hecho, Él dejó claro que todos los mandamientos de Dios fluyen del amor de Dios: “De estos dos mandamientos pende toda la Ley y los Profetas” (verso 40).

          Por tanto, sin importar lo que digan los hombres, la verdad Bíblica es esta: No puede tener el amor verdadero de Dios sin observar los mandamientos—¡es imposible! Juan también dejó esto muy claro: “Por este estándar sabemos que amamos a los hijos de Dios: cuando amamos a Dios y guardamos Sus mandamientos. Porque este es el amor de Dios: que guardemos Sus mandamientos; y Sus mandamientos no son pesados” (I Juan 5:2-3).

          Como leímos en las epístolas de Juan, podemos ver que el problema de “gracia ilegal” estaba barriendo a través de la iglesia. Note que él escribe en su segundo Epístola: “El anciano a la señora escogida y a sus hijos, a quienes amo en verdad, y no yo solamente, sino también todos aquellos que han conocido la verdad; por amor a la verdad que está viviendo en nosotros, y estará con nosotros para siempre; gracia, misericordia, paz estará con nosotros de Dios el Padre, y del Señor Jesucristo, el Hijo del Padre, en verdad y amor. Me alegro sobremanera de que he encontrado entre sus hijos aquellos que están caminando en verdad, exactamente como recibimos mandamiento del Padre. Y ahora le ruego, señora, no como si le estuviera escribiendo un nuevo mandamiento, sino eso que hemos observado desde el principio, que nos amemos unos a otros.

          “Y este es el amor de Dios: que caminemos de acuerdo a Sus mandamientos. Este es el mandamiento, exactamente como lo oyó desde el principio, para que pudiera caminar en el. Porque muchos engañadores han entrado en el mundo—aquellos que no confiesan que Jesucristo ha venido en la carne. Este es el espíritu del engañador y el anticristo.

          “Cuídense a sí mismos para que no podamos perder las cosas que hemos logrado, sino que podamos recibir una recompensa completa. Cualquiera que transgrede y no continúa en la doctrina de Cristo no tiene a Dios. Pero aquel que continúa en la doctrina de Cristo tiene a ambos, al Padre y al Hijo. Si cualquiera viene a ustedes y no trae esta doctrina, no lo reciban en su casa, y no le digan, “¡Bienvenido!” Porque cualquiera que le diga, “¡Bienvenido!” está participando de sus malas obras” (II Juan 1-11).

          Pablo escribió a Timoteo y le advirtió para estar en guardia contra tales engañadores y los que “que quieren ser” profesores: “Cuando estaba yendo a Macedonia, te exhorté a permanecer en Éfeso, para que pudieras amonestar solemnemente a algunos a no enseñar otras doctrinas; ni a poner atención a mitos e interminables genealogías, los cuales llevan a especulaciones vacías en vez de la edificación de Dios, la cual es en fe. Ahora, el propósito del mandamiento es amor procedente de un corazón puro, y una buena conciencia, y fe genuina; de la cual algunos, habiendo fallado, se han apartado hacia vanas palabrerías; deseando ser profesores de la ley, ni entendiendo lo que están diciendo, o lo que están afirmando fuertemente” (I Timoteo 1:3-7).

          Cuando los hombres toman sobre si mismos el ser profesores de la Ley, al proclamar una “gracia ilegal” y un falso amor, no entienden lo que están enseñando. Tales enseñanzas son vacías, ideas de auto justicia. A través de los años en la iglesia, la mayoría de nosotros ha atestiguado esto un número de veces. Esto parece ir en ciclos. Sin embargo, cada vez que pasa, algunos siempre le creen a tales engañadores y los siguen.

          Pablo advirtió a Timoteo que tales cosas pasan porque algunas personas no pueden tolerar la verdad de la Palabra de Dios: “Porque vendrá un tiempo cuando ellos no tolerarán la sana doctrina; sino de acuerdo a sus propias lujurias acumularán para sí mismos un gran número de profesores, teniendo picazón de oídos por oír lo que satisface sus antojos; y alejarán sus propios oídos de la verdad; y serán desviados hacia mitos” (II Timoteo 4:3-4).

          Históricamente, así es exactamente como varias formas de cristianismo falso se han levantado. Falsos profesores han mal interpretado, abandonado y rechazado la verdad de Dios—remplazándola con mitos paganos y sus propias tradiciones. Luego dan la vuelta y denuncian la Palabra de Dios como nada sino ¡mitos y fabulas! Testimonio de la iglesia católica romana y su ramal protestante. Recuerde, cuando la gente rechaza las leyes y mandamientos de Dios, están rechazando la verdad. Por tanto están rechazando a Dios, porque Él es el Único verdadero Dador de ley, como escribe el apóstol Santiago: “Aquel queestá hablando contra la ley, y está [también] juzgando la ley. Pero si usted juzga la ley, no es hacedor de la ley; sino, un juez. Pero hay solo un Legislador, Quien tiene el poder para salvar y para destruir” (James 4:11-12).

          ¿Puede el hombre juzgar a Dios o Sus leyes? En verdad, muchos tratan de juzgar a Dios. Pablo escribió esta misma cosa: “¿Porque qué si algunos no creyeron? ¿Su incredulidad nulificará la fidelidad de Dios? ¡DE NINGUNA MANERA! Antes bien, sea Dios veraz pero todo hombre mentiroso, exactamente como está escrito: “Que Tú [Dios] puedas ser justificado en Tus palabras, y puedas vencer cuando estás siendo juzgado por hombres” (Romanos 3:3-4).

          Cuando los hombres niegan a su Creador y Su palabra, presuntuosamente juzgan a Dios y predican su propia forma ilegal de amor y gracia. Mientras claman que están bajo gracia, en realidad están practicando ilegalidad—¡lo cual es pecado! (I Juan 3:4). Recuerde, Jesús odia la ilegalidad (Hebreos 1:9). Él no la aceptará de nadie. Una vez más, podemos ver la unidad de la Escritura aquí en Isaías: “¡Ay de aquellos que llaman al mal bien y al bien mal; que ponen oscuridad por luz y luz por oscuridad; que ponen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo! ¡Ay de aquellos que son sabios a sus propios ojos, y prudentes a su propia vista!… [y] quienes justifican al malo por un soborno, y quitan la justicia del justo de él! Por tanto como el fuego devora el rastrojo, y la llama quema la paja; su raíz será como podredumbre, y sus flores subirán como polvo porque han desechado la ley del SEÑOR de los ejércitos, y despreciado la Palabra del Santo de Israel” (Isaías 5:20-24).

          Cuando sea que los hombres rechazan las leyes y mandamientos de Dios—remplazándolos con sus propias interpretaciones y mitos, sea religioso o ateo—están en verdad proclamando su propia justicia ser ¡mayor que la de Dios! Job tuvo que aprender esta lección después que él había retado a Dios que su propia justicia era más grande que la de Dios. Sin embargo, fue una historia diferente cuando Dios respondió la queja de Job y le habló directamente desde el torbellino. Note lo que Dios le dijo a Job: “Y el SEÑOR le respondió a Job y dijo, “¿El que contiende con el Todopoderoso Lo instruirá? El que reprueba a Dios, responda esto.” Y Job respondió al SEÑOR y dijo, “¡He aquí, soy vil!” ¿Qué Te responderé? Pondré mi mano sobre mi boca. Una vez he hablado; pero no responderé; sí, dos veces, pero no procederé más.”

          “Y el SEÑOR le respondió a Job desde el torbellino, y dijo, “Ciñe tus lomos, ahora como un hombre. Te reclamaré, y tú Me declararás, ¿Aún anularás Mi juicio? ¿Me condenarás para que puedas ser recto?

          “¿Y tienes un brazo como el de Dios? ¿O puedes tronar con una voz como la Suya? Engalánate ahora con majestad y excelencia, y arréglate con gloria y belleza. Derrama el furor de tu ira; y he aquí todo aquel que es orgulloso, y humíllalo. Mira sobre todo aquel que es orgulloso, y humíllalo; y pisotea al impío en su lugar. Ocúltalos en el polvo juntamente [control de vida y muerte]; y aprisiona sus rostros en oscuridad. Entonces Yo también te confesaré que tu mano derecha puede salvarte” (Job 40:1-14).

          Vencido y arrepentido, finalmente Job comprendió cuan mal él había estado: “Y Job le respondió al SEÑOR y dijo, “Sé que puedes hacer todas las cosas, y que ningún pensamiento puede ser retenido de Ti. Preguntaste, ‘¿Quién es [Job, hablando de sí mismo] el que oculta consejo sin conocimiento?’ Por tanto he hablado lo que no entendía; cosas demasiado maravillosas para mí; si, las cuales no sabía. Escucha, Te ruego, y hablaré; Tu dijiste, ‘Te preguntaré, y tú Me declararás.’ He escuchado de Ti por el oír del oído; pero ahora mis ojos Te ven. Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en polvo y cenizas” (Job 42:1-6).

          En la misma forma que Job se arrepintió, esperamos que cualquiera que se desvíe que Dios continúe tratando con ellos y los guie al arrepentimiento. Dios siempre es verdadero. Su palabra es la verdad, y la unidad entre el Antiguo y Nuevo Testamentos prueba que los mandamientos de Dios nunca han sido abolidos y deben ser guardados hoy. Espero que use esta información como un trampolín para su propio estudio de la unidad de la Escritura.

          Ordenamiento de Anciano: Para el Sábado 14 de septiembre, viajé a Tulsa, Oklahoma. Lawrence Burchfield es nuestro anciano para el área de Tulsa. Por recomendación de Lawrence y los hermanos del área, ordenamos a Bill T. Wax como anciano. Bill vive en el sureste de Kansas y ha estado sirviendo a los hermanos en Kansas y Arkansas. Además, será el anciano de la Fiesta para el sitio de Branson y Missouri. Estamos felices que Dios haya adicionado otro anciano a IDCB

          Hermanos, con la Fiesta llegando pronto, acerquémonos a Dios el Padre y a Jesucristo en amor y verdad—de modo que podemos regocijarnos en el plan maravilloso de Dios y Su asombroso amor y poder. Somos los llamados, escogidos y fieles—esperando la venida de nuestro Señor y Salvador. En la primera resurrección seremos levantados a vida eterna, para ayudar a salvar al mundo bajo Cristo. ¡Porque Dios traerá millones y millones a Su reino!

          Nuevamente, gracias por su amor y oraciones por nosotros. Oramos por ustedes diariamente—por las bendiciones de Dios, sanidad y amor—de modo que pueden continuar creciendo en gracia y el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Gracias por su fidelidad con sus diezmos y ofrendas. Como sabe, siempre usamos los diezmos y ofrendas sagradas de Dios para servir a los hermanos, enseñar la Palabra de Dios, y predicar y publicar el Evangelio al mundo. Que Dios continúe bendiciéndolos mientras se paran en gracia, caminan en fe y viven en amor.

         

Con amor en Cristo Jesús,

 

 

 

Fred R. Coulter

FRC

 

 

 

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