APENDICE K
(Tomado de
la sección de comentarios y apéndices a “La Santa Biblia en Su orden
original—Una versión fiel con comentario”, segunda edición.)
____________________________________
Exégesis para la traducción de la frase
“El Espíritu Santo”
como antecedente en Juan 14, 15 y 16
Por
Fred R. Coulter
www.iglesiadedioscristianaybiblica.org
En esta traducción es presentado el verdadero
entendimiento escritural del Espíritu Santo. El Nuevo Testamento griego revela
que el Espíritu Santo no es una persona. En vez de esto, es el poder de Dios,
el cual es impartido como el regalo de Dios para todo el que se arrepiente de
pecar y acepta el sacrificio de Jesucristo para el perdón de pecados. Con un
verdadero arrepentimiento, bautismo y la imposición de manos, Dios el Padre
pone el poder del Espíritu Santo dentro de cada cristiano, haciéndolo a él o
ella Su hijo engendrado. Este proceso es llamado conversión. Sin embargo, no es
sino hasta la resurrección, cuando Jesucristo regrese a la tierra, que todos
aquellos quienes han muerto en la fe, junto con aquellos cristianos
verdaderamente convertidos que estén vivos todavía, nacerán de nuevo. Ellos
serán transformados de seres humanos de carne a hijos glorificados de Dios y
reinarán con Jesucristo como reyes y sacerdotes en el Reino de Dios.
En
su cuenta del engendramiento y nacimiento de Jesucristo, Lucas claramente
describe la función del Espíritu Santo como el poder de Dios. Note el mensaje
de Gabriel a la virgen María: “ ‘Y he aquí, concebirás en tu vientre y darás a luz a un
hijo; y llamarás Su nombre Jesús. El será grande, y será llamado el Hijo
del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David, Su antepasado;
y reinará sobre la casa de Jacob por la eternidad, y de Su reino no habrá fin.
Pero María le dijo al ángel, ‘¿Como será esto, ya que no he tenido relaciones
sexuales con un hombre? Y el ángel respondió y le dijo, ‘El
Espíritu Santo… [griego
πνευμα αγιον pneuma
agion]… vendrá
sobre ti, y el poder… [griego
δυναμις dunamis]… del Altísimo te cubrirá con su
sombra; y por esta razón, el Santo siendo engendrado en ti será llamado el
Hijo de Dios.’ ” (Lucas 1:31-35).
Justo antes de que Jesucristo ascendiera al
cielo, El le dijo a Sus discípulos que recibirían poder del Padre: “Y mientras estaban reunidos con El, les ordenó no salir de
Jerusalén sino ‘esperar la promesa del Padre, la cual,’ El dijo, ‘han
escuchado de Mi. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, pero ustedes serán
bautizados con el Espíritu Santo… [griego πνευματ
αγιω pneumati agioo]… después
de no muchos días… pero ustedes mismos recibirán poder... [griego δυναμις dunamis]…
cuando el Espíritu Santo
haya venido sobre ustedes,
y serán Mis testigos, en Jerusalén y en toda Judea y Samaria, y hasta los confines
de la tierra.’ ” (Hechos 1:4-5,8)
En el Nuevo Testamento, el
sustantivo griego pneuma, el cual traduce “espíritu,” esta en género neutro.
De la misma forma, las frases griegas traducidas como “el Espíritu,” y “el
Espíritu Santo,” están siempre y únicamente en género neutro. Ningún
sustantivo en género masculino es usado en ninguna parte en el Nuevo Testamento
para designar al Espíritu Santo, sino únicamente al Padre y el Hijo. El uso de
género neutro en toda la Escritura revela que el Espíritu Santo no es una
persona sino el poder que emana de ambos, el Padre y el Hijo.
Las formas del sustantivo pneuma
que son encontradas en el texto griego del Nuevo Testamento son como sigue:
1) πν∈υµα pneuma espíritu
2) το πν∈υµα to pneuma el espíritu
3) το πν∈υµατος to pneumatos el
espíritu
4) πν∈υµα αγιον pneuma hagion espíritu
santo
5) το αγιον
πν∈υµα to
hagion pneuma el santo espíritu
6) το αγιον
πν∈υµατος to hagion pneumatos el santo espíritu
7) το πν∈υµα το
αγιον to pneuma to
hagion el espíritu el santo
Exégesis para la traducción de “El Espíritu Santo”
El sustantivo griego pneuma, en todas sus formas variadas, es siempre y únicamente neutro en género.
De la misma forma, todos los pronombres que se refieren a pneuma están
siempre y únicamente en género neutro. Si el Espíritu Santo fuera una persona,
los sustantivos y pronombres en el texto griego tendrían que ser escritos en
género masculino, como todos los sustantivos y pronombres que se refieren a
Dios el Padre y a Jesucristo. Sin embargo, en ningún lado del texto griego del
Nuevo Testamento esta el Espíritu Santo designado por un sustantivo o pronombre
en genero masculino.
Es absolutamente incorrecto traducir
cualquier forma o pronombre de πν∈υµα pneuma en género masculino. Infortunadamente, porque la
mayoría de traductores creen en la doctrina de la trinidad, ellos han
deliberadamente y erróneamente usado el género masculino cuando traducen los
sustantivos y los pronombres griegos de género neutro relacionados al Espíritu
Santo. Ellos no han hecho tan flagrante y determinada mal traducción del género
neutro griego para ninguna otra palabra en el Nuevo Testamento.
A continuación hay cuatro versos claves en el
Evangelio de Juan que han sido incorrectamente traducidos en la Versión
Reina Valera 1960:
1.
Juan 15:26, VRV60: “Pero
cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el
Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará
testimonio acerca de mi.”
La frase “el cual,” refiriéndose a “el espíritu de
verdad,” esta correctamente traducida del pronombre neutro o. El sustantivo descriptivo “el
Consolador” esta correctamente
traducido del sustantivo griego ο παρακλητος ho parakleetos. Mientras este sustantivo
masculino es usado para describir una función vital del Espíritu Santo, no
designa al Espíritu Santo, o “el Espíritu de verdad,” como una persona.
Un sustantivo descriptivo nunca cambia el género del sustantivo principal. Por
ejemplo: Jesús dijo que El es “la vid verdadera” (Juan 15:1). La palabra griega
traducida como “vid” es el sustantivo femenino η αµπιλος he amplios. El uso de este sustantivo
femenino para describir a Jesucristo no cambia Su género masculino a género
femenino. En exactamente la misma manera, el uso del sustantivo masculino ο παρακλητος ho parakleetos para describir una función del
Espíritu Santo no altera el hecho de que el Espíritu Santo es neutro. Porque el
Espíritu Santo es neutro en género—no masculino—no hay base en el texto griego
del Nuevo Testamento para mal traducir e interpretar el Espíritu Santo como una
persona. Aunque el Espíritu Santo no es una persona, esta de acuerdo con la
gramática griega traducir el pronombre on on como “a quien” porque su antecedente es el sustantivo masculino
descriptivo ο παρακλητος ho parakleetos, “el Consolador”.
Sin embargo, esta mal guiado traducir el pronombre personal ον on como “a quien” cuando el sustantivo principal es το πν∈υµα της αληθ∈ιας to pneuma tees aleteáis, el
cual es neutro en genero. La ultima parte de este verso ha sido traducida: “…él
dará testimonio de mi.” El uso del pronombre personal “él” otra vez da
la impresión de que el Espíritu Santo es una persona. Sin embargo, ese no es el
significado del texto griego. La palabra “él” es traducida de la palabra
griega ∈κ∈ινος ekeinos, la cual significa “ese” o
“aquel.” Con el pronombre ον on, el antecedente de ∈κ∈ινος ekeinos es ο παρακλητος ho parakleetos, “el Consolador,” el cual es un
sustantivo descriptivo. Aunque esta en género masculino, el sustantivo
principal es το πν∈υµα της αληθ∈ιας to pneuma tees aleteáis, el cual es neutro. El género
del sustantivo principal siempre tiene precedencia sobre el género del
sustantivo descriptivo. Por tanto, ∈κ∈ινος ekeinos ha sido traducido “ese
dará testimonio de Mi” para reflejar el verdadero significado del texto griego.
La traducción de Juan 15:26 debería ser entonces: “Pero cuando el Consolador haya venido, el
cual les enviaré del Padre, el Espíritu de la verdad, el cual
procede del Padre, ese dará testimonio de Mí.”
2.
Juan 14:26, VRV60: “Mas el
Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él
os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”
Como en Juan 15:26, el sustantivo descriptivo ho parakleetos, “el Consolador,” es usado con el sustantivo principal to pneuma,
“el Espíritu.” En el texto griego, el verso comienza con estas palabras: ο δ∈ παρακλητος, το πν∈υµα το αγιον, ο… ho
de parakleetos, to pneuma to hagion, o... La frase sustantivo το πν∈υµα το αγιον to pneuma to hagion, “el Espíritu Santo” es el
antecedente del pronombre neutro o, el cual ha sido incorrectamente como “a quien” en
la VRV60. Ya que o es un pronombre relativo neutro, debería ser traducido “el cual.” Si el
texto griego contuviera el pronombre masculino ος, seria apropiado traducirlo como “a quien” para reflejar el genero
masculino. Sin embargo, el texto griego usa la forma neutra del pronombre, no
la forma masculina. El pronombre “él” en este verso es traducido del griego ∈κ∈ινος ekeinos y debería ser traducido “ese.” La siguiente
traducción de Juan 14:26 transmite el significado preciso del texto griego: “Pero cuando el Consolador venga,
el Espíritu Santo, el cual el Padre enviará en Mi nombre, ese les
enseñará todas las cosas, y les traerá a su memoria todas las cosas que les he
dicho.”
3.
Juan 16:13, VRV60:
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad;
porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y
os hará saber las cosas que habrán de venir.”
El pronombre “él” en este
verso se refiere a “el Espíritu de verdad,” el cual es traducido de το πν∈υµα της αληθ∈ιας to pneuma tees aleteáis. Ya que pneuma es neutro
en género, el pronombre debería ser traducido como corresponde en género
neutro. “Él” es una representación incorrecta del griego ∈κ∈ινος ekeinos y debería ser traducido como
“ese.” El correcto significado de Juan 16:13 es reflejado en esta traducción: “Sin embargo, cuando ese haya venido,
el Espíritu de la verdad, ese los guiará… [verbo οδηγησ∈ι odeegeesei]… a
toda verdad porque no hablará… [verbo γαγησ∈ι laleesei]… de
si mismo, sino cualquier cosa que oiga… [verbo ακ ουση akousee]…, hablará… [verbo
γαγησ∈ι laleesei]…. Y
les revelará… [verbo ανγγ∈λ∈ι anaggelei]…
las cosas por venir.”
4.
Juan 16:14, VRV60:
“Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.”
Como en Juan 16:13, “Él” es
traducido del griego ∈κ∈ινος ekeinos, significando “ese.” Ya que el antecedente de ekeinos
es “el Espíritu de verdad” en el verso 13, ambos, el sustantivo y su pronombre
son neutros en género. Esta traducción de Juan 16:14 correctamente sigue el
texto griego: “Ese Me glorificará porque les revelará… [verbo ανγγ∈λ∈ι anaggelei]… las cosas que recibe… [verbo ληψ∈ται leepsetai]… de Mí.”
Como el Nuevo Testamento revela, el Espíritu Santo no es una persona sino es el
poder de Dios. Todas las referencias del Espíritu Santo en el texto griego
están en género neutro. El uso del sustantivo descriptivo “el Consolador,” el
cual es masculino en género, no altera el género neutro del Espíritu Santo. No
hay base en el Nuevo Testamento para reclamar que el Espíritu Santo es una
tercera persona en una trinidad.
[Nota del traductor: En Juan 14:17, VRV60 vemos
una traducción correcta del texto griego: “el Espíritu de verdad, al cual
el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le
conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.”
“El Espíritu de verdad” es
traducido de la frase griega το πν∈υµα της αληθ∈ιας to pneuma tees
aleteáis—literalmente, “el Espíritu de la
verdad.” Esta frase sustantivo esta en género neutro. Fíjese que luego dice “al
cual,” no “a quien.” El pronombre “al cual” esta bien traducido del pronombre
relativo neutro o,
a diferencia de Juan 14:26 y Juan 15:26 en el que fue traducido como “a quien”
(Si el texto griego contuviera el pronombre
masculino ον, seria apropiado
traducirlo como “a quien”, pero no lo tiene, en su lugar tiene el pronombre relativo neutro o).]
Eminentes eruditos
refutan la personalidad del Espíritu Santo
El uso del pronombre ∈κ∈ινος ekeinos,
“ese,” no ratifica que el Espíritu Santo tenga personalidad o que sea una
persona. Los argumentos concernientes a ekeinos, intentando hacer al
Espíritu Santo una tercera persona en la Deidad, son únicamente teorías
teológicas sin fundamento que no están basadas en el verdadero significado del
griego. De hecho, no existe lugar en el Nuevo Testamento donde el Espíritu
Santo sea designado como una tercera persona de una trinidad. Estos argumentos
falaces comienzan con la premisa de que la Deidad es una así llamada
“trinidad”—una palabra no encontrada en ningún lado en el Nuevo Testamento. En
vez de buscar la verdad de las Escrituras, los proponentes de esta teoría deben
recurrir a interpretaciones torcidas de la Escritura para dar una explicación
plausible pero falsa. Sin embargo, el Nuevo Testamento griego no enseña que el
Espíritu Santo es una persona, ni un tercer miembro de una Deidad triuna. Más
bien, este enseña que el Espíritu Santo es el poder de Dios que El usa para
lograr Su voluntad.
Los defensores de atribuirle una personalidad
al Espíritu Santo usan varias Escrituras claves para intentar probar su teoría.
Un verso en cuestión es Juan 15:26, el cual dice: “Pero cuando el Consolador haya venido, el
cual les enviaré del Padre, el Espíritu de la verdad, el cual procede del
Padre, ese dará testimonio de Mí.” En una detallada refutación de sus reclamos, el eminente
erudito del Nuevo Testamento griego y experto en sintaxis, Daniel B. Wallace
escribió de este verso: “El uso de ∈κ∈ινος [un pronombre masculino, ese]
aquí [en Juan 15:26] es frecuentemente considerado por estudiantes del NT como
una afirmación de la personalidad del Espíritu. Tal aproximación esta basada en
la asumpción de que el antecedente de ∈κ∈ινος [ese] es πν∈υµα [espíritu, un sustantivo neutro]: [Es reclamado que], ‘el
pronombre masculino ∈κ∈ινος [ese] es [también] usado
en Juan 14:26 y 16:13-14 al referirse al sustantivo neutro πν∈υµα [espíritu] para enfatizar
la personalidad del Espíritu Santo’ ” (Wallace, Gramática griega mas allá de
lo básico, p.331). En el pie de pagina 42, Wallace nota: “La vista es
especialmente popular entre los teólogos, no infrecuentemente convirtiéndose en
el sostén principal [la única base] en su argumento para la personalidad del Espíritu”
(Ibíd., p.331).
“Pero esto [esta conclusión] es erróneo. En
todos estos pasajes de Juan, pneuma [espíritu] esta en
oposición al sustantivo masculino. El genero de ∈κ∈ινος [ese] no tiene nada que
ver con el genero natural [neutro] de πν∈υµα [espíritu]. El antecedente
de ∈κ∈ινος [ese] en cada caso, es παρακλητος [consolador, un sustantivo masculino] no pneuma [espíritu, un sustantivo
neutro]. Juan 14:26 dice: ο παρακλητος, το πν∈υµα το αγιον ο π&∈µψ∈ι ο πατηρ ∈ν τω ονοµατι µου, ∈κ∈ινος υµας διδαξ∈ιπαντα… (‘el Consolador, el Espíritu
Santo a quien [el cual] el Padre enviará en mi nombre, ese les enseñará
todas las cosas…’). ¡pneuma [espíritu] no solamente es aposicional a παρακλητος [consolador] sino que el
pronombre relativo que le sigue [a pneuma (espíritu)] es neutro! Esto difícilmente ayuda al
argumento gramatical para la personalidad del Espíritu. En Juan 16:13-14, el
contexto inmediato es engañoso:
οταν δ∈ ∈λθη ∈κ∈ινος, το πν∈υµα της αγηθ∈ιας,
οδηγη σ∈ι υµας ∈ν
τη αληθ∈ια παση .... ∈κ∈ινος ∈µ∈ δοξασ∈ι ... (donde sea que “ese” aparezca—el Espíritu
de verdad—él [ese] lo guiará a toda verdad… él [ese] me
glorificará…’. El ∈κ∈ινος [ese] [en estos versos] va atrás al
v.7, donde παρακλητος [consolador] es
mencionado. Así, ya que παρακλητος [consolador] es
masculino, también lo es el pronombre [∈κ∈ινος “ese” es masculino]. Aunque uno
podría argumentar que la personalidad del Espíritu esta a la vista en estos
pasajes, la vista debe estar basada en la naturaleza de un παρακλητος [consolador] y las cosas dichas acerca del
Consolador, no en ningunas supuestas sutilezas gramaticales [concernientes a το πν∈υµα το αγιον “el Espíritu de la verdad,” el cual es neutro en
genero]. Ciertamente, es difícil encontrar cualquier texto [en el Nuevo
Testamento] en el cual pneuma [espíritu] este
gramaticalmente referido con el género masculino [porque no hay ninguno]” (Wallace,
Gramática griega mas allá de lo básico, pp. 331-332, algunos énfasis y
todos los comentarios en corchetes adicionados).
Wallace añadió otros comentarios en pies de
notas relacionadas. Concerniente a Juan 16:13, el escribió: “Aunque traducciones
del v.13 tales como la de la NRSV pueden ser engañosas en cuanto a lo
que el sujeto de la frase es (‘Cuando el Espíritu de verdad venga, el lo
guiará…’), su objetivo no es ser un manual para estudiantes de griego” (Ibíd., Pie
de pagina 43, p. 332). Parafraseando, Wallace esta diciendo que Juan 16:13
en la NRSV es una traducción incorrecta que no sigue el texto griego.
Una correcta traducción de Juan 16:13-14
dice: “Sin embargo, cuando ese
haya venido, el Espíritu de la verdad, los guiará a toda verdad porque no
hablará de si mismo, sino cualquier cosa que oiga, hablará. Y les revelará las
cosas por venir. Ese Me glorificará porque les revelará las cosas
que recibe de Mí.”
Wallace refuta mas adelante
la noción de que la personalidad del Espíritu Santo puede ser encontrada en el
griego del Nuevo Testamento. En otro pie de nota extendido escribió: “Además de
los textos de Juan, otros tres pasajes son usados ocasionalmente para esto:
Efesios 1:14; II Tesalonicenses 2:6-7; y I Juan 5:7. Todos estos tienen
problemas. En Efesios 1:14 ος ∈στιν αρραβων [el cual es las arras] se
refiere de regreso a τω πν∈υµατι [el espíritu] (v 13), pero el pronombre relativo masculino [ ος el/el cual]
(v.l.) es fácilmente explicado sin recurrir a ver los motivos teológicos
[de intentar probar la personalidad del Espíritu]… In II Tesalonicenses 2:6-7, πα∈υµα [espíritu] en ningún lugar es mencionado; το κατ∈χον/ο κατ∈χων [reteniendo/uno Quien está restringiendo] son ambos a menudo
asumidos para referirse al Espíritu Santo. Pero a pesar del hecho de que hay
mucho que elogiar de este punto de vista, ciertamente no se pueden usar pasajes
claros de genero natural como soporte [de la personalidad del Espíritu Santo],
ni puede una tan conocida crux interpretum [interpretación critica] llegar
a ser la base para tales puntos sintácticos. [En otras palabras, tal
interpretación es contraria al griego.] I Juan 5:7 es tal vez el más plausible
de los pasajes listados. El participio masculino en τρ∈ις ∈ισιν οι
µαρτυρουντ∈ς [tres que dan testimonio] se refiere a το πν∈υµ;α και το αιµα [el Espíritu y el agua y la sangre] (v.8), todos ellos sustantivos
neutros. Algunos ven esto como una referencia oblicua a la personalidad del
Espíritu… pero el hecho de que el autor [Juan] haya personificado el agua y la
sangre, volviéndolos testigos junto con el Espíritu, puede ser suficiente para
dar cuenta de [el uso de] el genero masculino [participio plural µαρτυουντ∈ς—dan testimonio]. Esta interpretación
también tiene a su favor la alusión a Deuteronomio 19:15 (la necesidad de ‘dos
o tres testigos’), porque en el AT únicamente el testimonio de varones era
aceptable. Así, el anciano [el apóstol Juan] puede estar sutilmente indicando
(vía el participio masculino) que el Espíritu, el agua y la sangre son todos testigos
validos.” (Ibíd., Pie de nota 44, p.332, comentarios en corchetes y
algunos énfasis adicionados.)
Cuando el contexto de I Juan 5:6-9 es
incluido, es claro que Wallace esta en todo lo cierto: “Este es Quien vino por agua y sangre—Jesús
el Cristo; no por agua únicamente, sino por agua y sangre. Y es el Espíritu el
que da testimonio
[participio singular
neutro] porque el Espíritu es
la verdad. Porque hay tres que dan testimonio [participio plural masculino] en la tierra: el Espíritu, y el agua, y la
sangre [todos ellos
sustantivos neutros]; y estos
tres testifican hacia la única verdad… [que Jesús
era Dios manifestado en la carne y que murió por los pecados del mundo.]… Si
aceptamos el testimonio de hombres, el testimonio de Dios es superior. Porque
este es el testimonio de Dios, el cual El ha testificado… [a través del Espíritu Santo, el agua
y la sangre]… concerniente a
Su Hijo.”
En Juan 5:7 “el Espíritu el
que da testimonio” es traducido del participio singular neutro, µαρτυρουν marturoun. Si Juan hubiera tenido la
intención de atribuirle una personalidad al Espíritu Santo, hubiera usado un
participio masculino, pero no lo hizo. Por tanto, el cambio al participio
masculino plural µαρτυρουντ∈ς marturountes en el verso 8 por ningún medio
constituye una atribución de personalidad al Espíritu. Mas aun, si el uso del
participio plural masculino en el verso 8, de hecho, le atribuyera personalidad
al Espíritu Santo, entonces también le habría atribuido personalidad al agua y
la sangre. Sin embargo, tal argumento nunca ha sido hecho. El análisis de
Wallace de los tres testigos en el verso 8 con el uso de Juan del participio
masculino es correcto.
Un análisis y exégesis
apropiada de estos versos críticos claramente revelan que el Espíritu Santo no
tiene personalidad. Por tanto, el Espíritu Santo no puede ser una tercera
persona de una Deidad triuna. La doctrina de que la Deidad es una trinidad de
tres personas no es encontrada en ninguna parte del Antiguo o el Nuevo
Testamento.
Finalmente, el Nuevo Testamento revela que
hay únicamente dos Personas en la Deidad—Dios el Padre y Jesucristo. El
Espíritu Santo es revelado como el poder por el cual Dios lleva a cabo Su
voluntad. No hay base en el Nuevo Testamento para la reclamación de que el
Espíritu Santo es la tercera persona en una trinidad (Si desea ampliar su
estudio acerca del Espíritu Santo, vea también “ ¿Es
Dios una Trinidad?”)