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Restaurando el Cristianismo Original—para hoy

Restaurando el Cristianismo Original—para hoy!

Iglesia de Dios Cristiana y Bíblica

P.O. Box 1442

Hollister, California 95024-1442

(831)-637-1875

iglesiadedioscristianaybiblica.org

cbcg.org

Fred R. Coulter

Ministro

Julio 14, 2011

 

Queridos hermanos,

 

          Los Estados Unidos y Europa están en medio de una tremenda crisis de deuda financiera de magnitud sin precedente. Un hecho clave es evidente: Es imposible para cualquiera—individuo, familia, o gobierno nacional—pedir prestado para salir de deuda y llegar a ser prospero. Mientras muchos políticos y expertos financieros reclaman tener la respuesta, los problemas crecen peor cada día. ¿Por qué estamos en tal apuro? ¿Cuál es la causa detrás de nuestros dolores financieros?

 

          La verdad es que nuestras naciones han olvidado a Dios, echándolo a un lado y rechazando Su Palabra. Como resultado, estamos sufriendo múltiples maldiciones—una de las cuales es financiera. Las personas parecen estar andando a tientas por soluciones, sin embargo Dios nos ha dicho claramente en Su Santa Biblia lo que debemos hacer. Mientras tanto, la mayoría de la gente—incluyendo sus lideres—simplemente continúan llevando sus caminos. Pocos entienden que Dios ha provisto el conocimiento de como ser libres de las maldiciones auto infligidas por desobedecerlo.

 

Por ejemplo, aquí en USA, hay un promedio de casi cuatro Biblias por hogar. Alrededor del mundo, la Biblia es fácilmente disponible en todos los lenguajes más comunes. Además, la Biblia esta disponible instantáneamente en forma digital, con múltiples versiones para computadores, teléfonos inteligentes y agendas electrónicas. Entonces las respuestas están allí—justo bajo sus narices, si tan solo ellos abrieran la Biblia y le creyeran a Dios.

 

Es evidente que Dios esta dejando un testimonio tremendo a todo el mundo, exactamente como Jesús lo profetizó: “Y este evangelio del reino será proclamado [y publicado, Marcos 13:10] en todo el mundo para testimonio a todas las naciones; y luego vendrá el fin.” (Mateo 24:14). Esto esta siendo hecho en una manera cada vez mayor, en muchas formas por muchas personas. Si piensa realmente en esto, ¿tiene alguien realmente excusa alguna? Eso es altamente dudoso!

 

Por tanto, necesitamos mirar en la Palabra de Dios y entender lo que debemos hacer. ¿Cuáles son las condiciones de Dios que debemos cumplir para recibir Sus bendiciones y gran prosperidad? La verdad es, todas las bendiciones de Dios son condicionales—basadas en este simple mandamiento: “Obedezcan Mi voz!” No puede ser más simple que eso!

 

Por esto es que tenemos la  Biblia, para que conozcamos lo que Dios ha dicho y seamos capaces de vivir nuestras vidas de acuerdo a Su manera. Vea las opciones que Dios colocó delante del antiguo Israel: He aquí, he colocado delante de ustedes en este día vida y bien, y muerte y mal, en que les mando en este día amar al SEÑOR su Dios, caminar en Sus caminos, y guardar Sus mandamientos y Sus estatutos y Sus juicios para que puedan vivir y multiplicarse. Y el SEÑOR su Dios los bendecirá en la tierra donde van a poseerla.

 

Pero si su corazón se aparta, así no escucharán, sino serán arrastrados y adorarán otros dioses y los servirán, Yo les denuncio en éste día que ciertamente morirán; no prolongarán sus días sobre la tierra a donde pasan sobre el Jordán para ir a poseerla. Yo llamo al cielo y a la tierra para registrar este día contra ustedes que he colocado delante de ustedes vida y muerte, bendición y maldición. Por lo tanto, escojan vida, para que ustedes y su semilla puedan vivir, para que puedan amar al SEÑOR su Dios, y puedan obedecer Su voz, y puedan unirse a Él; porque Él es su vida y la longitud de sus días, para que puedan vivir en la tierra la cual el SEÑOR juró a sus padres—a Abraham, a Isaac, y a Jacob—dárselas.” (Deuteronomio 30:15-20).

 

Note lo que Él prometió a las doce tribus de Israel—note esta gran, y pequeña palabra “SI”: “Y sucederá, SI oyen diligentemente a la voz del SEÑOR su Dios para observar y para hacer todos Sus mandamientos los cuales les ordeno hoy, el SEÑOR su Dios los colocará en alto sobre todas las naciones de la tierra. Y todas estas bendiciones vendrán sobre ustedes y los alcanzarán SI obedecen la voz del SEÑOR su Dios. Benditos serán ustedes en la ciudad, y benditos serán en el campo. Bendito será el fruto de su cuerpo, y el fruto de su tierra, y el fruto de su ganado, el incremento de sus vacas, y los rebaños de sus ovejas. Bendita será su canasta y su provisión. Benditos serán ustedes cuando entren, y benditos serán ustedes cuando salgan.

 

El SEÑOR hará a sus enemigos que se levanten contra ustedes ser afligidos delante de su cara. Ellos saldrán contra ustedes por un camino, y huirán delante de ustedes por siete caminos.

 

El SEÑOR ordenará la bendición sobre ustedes en sus depósitos, y en todo lo que coloquen su mano. Y Él los bendecirá en la tierra la cual el SEÑOR su Dios les da. El SEÑOR los establecerá como un pueblo santo para Sí mismo, como Él les ha jurado, SI guardan los mandamientos del SEÑOR su Dios y caminan en Sus caminos. Y toda la gente de la tierra verá que ustedes son llamados por el nombre del SEÑOR, y les temerán.

 

Y el SEÑOR los hará abundar en bienes, en el fruto de su cuerpo, y en el fruto de su ganado, y en el fruto de su tierra, en la tierra la cual el SEÑOR juró a sus padres darles. El SEÑOR les abrirá Su buen tesoro, el cielo para dar la lluvia a su tierra en su temporada, y bendecir todo el trabajo de su mano. Y prestarán a muchas naciones, y no pedirán prestado. Y el SEÑOR los hará la cabeza, y no la cola. Y estarán siempre encima, y no estarán debajo, SI obedecen los mandamientos del SEÑOR su Dios los cuales les ordeno hoy, para observarlos y hacerlos. Y no se irán a un lado de ninguna de las palabras las cuales les ordeno hoy, a la mano derecha o a la izquierda, para ir tras otros dioses para servirlos.” (Deuteronomio 28:1-14).

 

Estas son las condiciones que Dios Todopoderoso, nuestro Creador, ha establecido en Su Palabra. El hacer las palabras del Señor Dios no solo aplica a Israel, ellas aplican a todas las naciones. Note lo que Dios le dijo a Jeremías, sobre como Él ve y juzga las naciones del mundo: “SI en cualquier momento Yo hablare concerniente a una nación, y concerniente a un reino, para arrancarlo y para derribarlo, y para destruirlo; SI esa nación, contra la cual he hablado, se volviera de su maldad, Yo me arrepentiré del mal que pensé hacerles. Y SI en cualquier momento Yo hablare concerniente a una nación, y concerniente a un reino, para construirlo y para plantarlo; SI esa nación hace mal a Mi vista, y no obedece Mi voz, entonces Me arrepentiré del bien con el cual dije que les haría bien.” (Jeremías 18:7-10).

 

          Todos quieren las bendiciones que Dios ha prometido. Sin embargo, muy pocos quieren verdaderamente obedecer. En vez, ellos quieren ser libres del gobierno de Dios para vivir en cualquier forma que escojan, con ninguna obligación hacia Dios. Esa es la forma de la mayoría de la gente! Pero esa aproximación no funcionará—nunca lo ha hecho ni nunca lo hará—porque el corazón humano es “engañoso sobre todas las cosas, y desesperadamente malo” (Jeremías 17:9). La verdad es, Dios nunca otorga Sus bendiciones a aquellos que no obedecen Su voz ni guardan Sus mandamientos. La Palabra de Dios es muy clara! “Y sucederá, SI no oyen a la voz del SEÑOR su Dios para observar y hacer todos Sus mandamientos y Sus estatutos los cuales les ordeno hoy, todas estas maldiciones vendrán sobre ustedes y los alcanzarán.” (Deuteronomio 28:15). El resto de Deuteronomio 28 lista todas las maldiciones por la desobediencia en gran detalle. Lea todas ellas, una por una, y entenderá que casi todas las naciones están sufriendo de estas mismas maldiciones. No hay duda: El juicio de Dios está sobre todo el mundo—ya que Dios no hace acepción de personas!

 

          La época de oro de Salomón: Talvez el único tiempo en que el antiguo Israel recibió la plenitud de las bendiciones prometidas a la nación fue en la parte inicial del reino del rey Salomón. En la dedicación del templo terminado por Salomón, Dios lo demostró con un gran despliegue de poder, llenando visiblemente el templo con una gran nube. Fuego del cielo consumió los sacrificios que Salomón había preparado (II Crónicas 7:1). Este impresionante despliegue de poder fue atestiguado por una gran multitud de Israelitas de todas las doce tribus, y demostró que solo Dios era su Señor y estaba habitando entre Su pueblo.

 

          En aquel tiempo, Dios estaba tan agradado con Salomón y el pueblo de Israel que Él le apareció a Salomón en una visión para darle una advertencia y una promesa: “Así Salomón terminó la casa del SEÑOR y la casa del rey y él prosperó excesivamente en todo lo que vino al corazón de Salomón para lograr en la casa del SEÑOR y en su propia casa. Y el SEÑOR se apareció a Salomón de noche y le dijo, “Yo he oído tu oración y he escogido este lugar para Mí mismo por una casa de sacrificio.

 

SI cierro los cielos, y no hay lluvia, o si ordeno a las langostas devorar la tierra, o SI envío una plaga entre Mi pueblo, SI Mi pueblo, quienes son llamados por Mi nombre, se humillaran ellos mismos y oraran, y buscaran Mi rostro, y se apartaran de sus caminos malvados, entonces Yo oiré desde el cielo y perdonaré su pecado y sanaré su tierra. Mis ojos estarán abiertos, y Mis oídos estarán atentos a la oración ofrecida en este lugar, porque ahora he escogido y santificado ésta casa para que Mi nombre pueda estar allí para siempre. Y Mis ojos y Mi corazón estarán allí perpetuamente. Y tú, SI caminas delante de Mí, como David tu padre caminó, y haces de acuerdo a todo lo que Yo te he ordenado, y observas Mis estatutos y Mis ordenanzas, ENTONCES haré el trono de tu reino seguro, como he pactado con David tu padre, diciendo, ‘No te faltará un hombre para ser gobernador en Israel.’

 

Pero SI rechazas y abandonas Mis estatutos y Mis mandamientos los cuales he colocado delante de ti, y si vas y sirves a otros dioses y los adoras, ENTONCES los arrancaré por las raíces de Mi tierra la cual les he dado. Y ésta casa la cual he santificado por Mi nombre, echaré de Mi vista, y la haré ser un proverbio y un dicho entre todas las naciones. Y ésta casa, la cual es exaltada, será un espanto para todo el que pase por ella, para que ellos sean horrorizados y digan, ‘¿Por qué el SEÑOR ha hecho esto a ésta tierra y a ésta casa?’ Y será respondido, ‘Porque ellos abandonaron al SEÑOR Dios de sus padres, Quien los sacó de la tierra de Egipto, y abrazaron otros dioses y los adoraron y sirvieron. Por tanto Él ha traído todo este mal sobre ellos.’ ” ” (II Crónicas 7:11-22). Nuevamente, note las condiciones que Dios le dio a Salomón, así como a las doce tribus de Israel.

 

En un reciente discurso de campaña, la candidata presidencial Michele Bachmann citó parte de esta sección de la Escritura, urgiendo a la gente a prestar atención a la advertencia de Dios. Después que declaró la necesidad de los americanos de ayunar y orar, Bachmann citó el verso 14: “SI Mi pueblo, quienes son llamados por Mi nombre, se humillaran ellos mismos y oraran, y buscaran Mi rostro, y se apartaran de sus caminos malvados, entonces Yo oiré desde el cielo y perdonaré su pecado y sanaré su tierra.” Aparentemente ella entiende completamente que, como una nación, hemos abandonado a Dios—y que solo a través de humildad y arrepentimiento America puede ser librado de sus problemas. Similarmente, el gobernador de Texas Rick Perry—quien actualmente esta indeciso de buscar la Casa Blanca—anunció recientemente un “evento de un día de ayuno y oración” en agosto por los gobernadores de la nación y los lideres de la iglesia. Note que America está “acosada por deuda financiera, terrorismo, y una multitud de desastres naturales,” Perry dijo: “Hay esperanza para America. Esta se encuentra en el cielo, y la encontraremos sobre nuestras rodillas.” Organizadores dicen que la reunión de oración está basada en Joel capitulo dos, donde el profeta instruye a una “nación en crisis” a mantener una “asamblea solemne” y volver a Dios con “ayuno, oración y lamento.” Queda por ver que tipo de respuesta tendrá Perry de los gobernadores de la nación.

 

(Interesantemente, un número de políticos liberales y líderes religiosos han expresado rechazo por el evento de Perry, criticando lo que ellos llaman una mezcla peligrosa de política y religión. Ellos parecen olvidar que la mayoría de nuestros padres fundadores de la nación eran hombres de profunda fe en Dios. Mientras la constitución de USA no permite una religión estado o la regulación estatal de la religión, esta apoya los ideales de fe, agradecimiento, humildad, y reverencia hacia Dios y Su Palabra.)

 

Lideres como Bachmann y Perry quieren genuinamente que America vuelva al camino—y ellos pueden ver que las causas reales detrás de nuestros problemas son espirituales. Mientras deberíamos apreciar ciertamente sus esfuerzos, su celo no significa necesariamente que ellos son llamados por Dios. Sin embargo Dios cuenta a tales personas como íntegras (vea Romanos 2:14-15).

 

Sin duda la aproximación tomada por Bachmann y Perry resonó a muchos, porque hay todavía aquellos que creen que Dios nos dio este país. Lo mas probable, sin embargo, es que tales personas (incluyendo a Bachmann, Perry, y otros lideres conservadores) no entienden que America es uno de las naciones modernas descendientes de antiguo Israel—ni entienden que hemos recibido estas tierras bendecidas no por causa de nuestra justicia, nuestra grandes capacidades, o nuestro duro trabajo, sino por las promesas de Dios a Abraham.

 

Cuando esta gran nación fue fundada, invitamos a Dios a nuestras constituciones nacionales y estatales—buscando Sus bendiciones. Nuestra constitución nacional incluye las siguientes palabras bien conocidas: “Mantenemos estas verdades para ser auto evidentes, que todos los hombres son creados iguales, que ellos son dotados por su Creador con ciertos derechos inalienables, que entre esos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.” Adicionalmente, casi todo estado en la Unión valientemente clama que sus derechos y tierras son derivadas como bendiciones de la mano graciable del “Dios Todopoderoso.”

 

Para que nuestras naciones sean salvas de sus problemas desesperados, tendría que haber un arrepentimiento tremendo y un volver a Dios con todos nuestros corazones—justo como en los días del Rey Josias de Judá (II Crónicas 34-35). SI nosotros, como una nación, comenzando con nuestros líderes, verdaderamente nos humillamos nosotros mismos y volvemos a Dios, Él intervendría. Justo como Él declaró al Israel antiguo a través del profeta Jeremías, Dios nos dice: “Ve y grita estas palabras hacia el norte, y di, ‘Regresa, Oh Israel reincidente,’ dice el  SEÑOR; ‘y no haré Mi ira caer sobre ustedes; porque soy misericordioso,’ dice el SEÑOR, ‘y no mantendré Mi ira por siempre. Sólo reconoce tu iniquidad, que has transgredido contra el SEÑOR tu Dios y has dispersado tus caminos a extraños bajo todo árbol verde, y no has obedecido Mi voz,’ ” dice el SEÑOR.” (Jeremías 3:12-13).

 

Dado que hay un muy pequeño chance de este arrepentimiento nacional, debe haber arrepentimiento individual. Tal arrepentimiento debe ser emparejado con una determinación para obedecer a Dios y guardar Sus mandamientos, en fe, como una forma de vida. Se necesita fe para obedecer la voz de Dios. De otro lado, no se necesita ninguna fe para rechazar a Dios y Sus leyes y mandamientos y vivir en pecado!

 

Sin embargo, al guardar las leyes y mandamientos de Dios, no estamos tratando de ganar nuestra salvación, porque la salvación espiritual solo viene a través de la gracia de Dios. Sino que, cuando amamos a Dios y guardamos Sus leyes y mandamientos perfectos, resultan grandes recompensas y bendiciones. “La ley del SEÑOR es perfecta, restaurando el alma; el testimonio del SEÑOR es seguro, haciendo sabio al simple. Los preceptos del SEÑOR son rectos, regocijando el corazón; los mandamientos del SEÑOR son puros, iluminando los ojos. El temor del SEÑOR es limpio, perdurando por siempre; los juicios del SEÑOR son verdaderos y justos juntamente, más para ser deseados que el oro, si, mucho oro fino; mas dulces también que la miel y el panal.

 

Mas aún por ellos Tu siervo es advertido; en guardarlos hay gran recompensa. ¿Quien puede entender sus errores? Oh, límpiame de mis faltas secretas; y mantén atrás a Tu siervo también de pecados pretenciosos; no les permitas gobernar sobre mí; entonces seré sin culpa, y seré inocente de gran transgresión. Las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón sean aceptables a Tu vista, Oh SEÑOR, mi Roca y mi Salvador.” (Salmo 19:7-14).

 

Cuando practicamos este Salmo en nuestras vidas diarias, estamos amando y confiando en Dios. Así es como debemos amar a Dios con todos nuestros corazones, debemos también confiar en Él con todos nuestros corazones: “Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. En todos tus caminos reconócelo, y Él dirigirá tus senderos. No seas sabio a tus propios ojos; teme al SEÑOR y apártate del mal. Será salud a tu ombligo y tuétano a tus huesos.” (Proverbios 3:5-8).

 

El estándar de guardar los mandamientos en el Nuevo Pacto: No hay duda que la condición de Dios de obedecer Su voz aplica a todos de toda edad. Mas aun, cuando examinamos las enseñanzas de Cristo registradas en el Nuevo Testamento, encontramos que Dios requiere un estándar espiritual mas alto para el Nuevo Pacto de los cristianos. En el sermón del monte, tras exponer el estándar espiritual de guardar los mandamientos, Jesús resumió la máxima meta de salvación hacia vida eterna en la resurrección: “Por tanto, serán perfectos, incluso como su Padre que está en el cielo es perfecto.(Mateo 5:48).

 

¿Como puede ser alcanzado esto? Para comenzar debemos recibir el engendramiento del Espíritu Santo y la promesa de vida eterna (Juan 3:16), comparado con una larga vida física. Se nos ha prometido un reino espiritual (Mateo 25:34), comparado con un reino físico. En vez de vivir en un templo físico en Jerusalén, Dios vive ahora en nosotros por el Espíritu Santo, el cual está unido con el espíritu de nuestras mentes: “Si Me aman, guarden los mandamientos—a saber, Mis mandamientos.Quien tiene Mis mandamientos, y los está guardando, ese es quien Me ama; y quien Me ama será amado por Mi Padre, y Yo lo amaré,Jesús respondió y le dijo, “Si alguno Me ama, guardará Mi palabra; y Mi Padre le amará, y Nosotros vendremos a él, y haremos Nuestra morada con él [esto es, vivir en él]. Quien no Me ama, no guarda Mis palabras; y la palabra que ustedes escuchan no es Mía, sino del Padre, Quien Me envió.” (Juan 14:15, 21, 23-24).

 

Aquellos que tienen el Espíritu Santo son, en efecto, un lugar de vivienda para Dios el Padre y Jesucristo—o un templo de Dios! Esto es hecho posible por la gracia amorosa de Dios. Note lo que Pablo escribe sobre esto: “Porque nadie es capaz de colocar ningún otro fundamento además de ese que ha sido colocado, el cual es Jesucristo. Entonces si cualquiera edifica sobre este fundamento oro, plata, piedras preciosas, madera, heno o rastrojo, la obra de cada uno será manifestada; porque el día de prueba la declarará, porque será revelada por fuego; y el fuego probará que clase de obra es la de cada uno. Si la obra que cualquiera ha edificado perdura, recibirá una recompensa. Si la obra de cualquiera es quemada, sufrirá perdida; pero él mismo será salvo, sin embargo a través de fuego, ¿No entienden que son el templo de Dios, y que el Espíritu de Dios esta viviendo en ustedes? Si alguno profana el templo de Dios [al pecar voluntariamente sin remordimiento o arrepentimiento], Dios lo destruirá a él porque EL TEMPLO DE DIOS ES SANTO, tal templo son ustedes.” (I Corintios 3:11-17). Por esto es que Dios requiere que obedezcamos en la “novedad del espíritu, y no en la vejez de la letra” de la ley (Romanos 7:6). ¿Qué quiere decir esto? ¿Cómo es esto posible?

 

El proceso de conversión: El proceso espiritual de conversión es la operación de la gracia de Dios y comienza en nosotros cuando respondemos el llamado de Dios. Dios el Padre nos acerca a Él mismo a través de Jesucristo (Juan 6:44-45; 14:6). SI continuamos respondiendo al buscar a Dios con todo nuestro corazón (Mateo 7:7-8), Él nos guía al arrepentimiento y al bautismo (Romanos 2:4; II Corintios 7:9-10; Hechos 2:38). Entonces somos rescatados de Satanás el diablo por Dios el Padre personalmente, como encontramos en la Epístola de Colosenses: “Dando gracias al Padre, Quien nos ha hecho calificados para la participación de la herencia de los santos en la luz; Quien nos ha rescatado personalmente del poder de la oscuridad y nos ha transferido al reino del Hijo de Su amor; en Quien tenemos redención a través de Su propia sangre, incluso la remisión de pecados” (Colosenses 1:12-14).

 

Todo esto es la operación de la gracia de Dios el Padre y Jesucristo Quien esta tratando con nosotros a través del poder del Espíritu Santo. El apóstol Pablo describe el proceso, comenzado con el tiempo en que estábamos viviendo en pecado como cautivos de Satanás: “Ustedes estaban muertos en transgresiones y pecados, en los cuales caminaron en tiempos pasados de acuerdo al curso de este mundo, de acuerdo al príncipe del poder del aire [Satanás el diablo], el espíritu que esta ahora trabajando dentro de los hijos de desobediencia; entre quienes también todos nosotros una vez tuvimos nuestra conducta en las lujurias de nuestra carne, haciendo las cosas deseadas por la carne y por la mente, y éramos por naturaleza los hijos de ira, así como el resto del mundo. Pero Dios, Quien es rico en misericordia, por causa de Su gran amor con el cual nos amó, aun cuando estábamos muertos en nuestras ofensas, nos ha dado vida junto con Cristo.Porque por gracia han sido salvos a través de fe, y esta no es de ustedes mismos; es el regalo de Dios, no de obras [nuestras propias obras carnales], para que nadie pueda jactarse. Porque somos Su hechura, creados en Cristo Jesús hacia las buenas obras que Dios ordenó de antemano para que pudiéramos caminar en ellas.(Efesios 2:1-5, 8-10).

 

¿Cuales son esas “buenas obras” que Dios ha ordenado? Amar a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra mente, con toda nuestra fuerza; amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos; amar a los hermanos como Cristo nos amó; y, guardar los mandamientos de Dios en su intención espiritual completa. Estas pueden ser solo alcanzadas a través de la gracia de Dios! Así, llegamos a ser la “hechura espiritual de Dios”—esto es, Él está creando dentro de nosotros Su carácter santo y justo, el comienzo de ser perfeccionados como Él es perfecto. Esto nos trae a una relación personal con Dios el Padre y Jesucristo. El apóstol Juan llama esto “nuestro compañerismo”: “Eso que hemos visto y hemos oído estamos reportándoles para que también puedan tener compañerismo con nosotros; porque el compañerismo—ciertamente, nuestro compañerismo—esta con el Padre y con Su propio Hijo, Jesucristo.” (I Juan 1:3)

 

La obra del Espíritu Santo en nuestras vidas: Cuando somos “engendrados de nuevo” (I Pedro 1:2-3) por el Espíritu de Dios, el Espíritu es unido con nuestro espíritu humano. Así nosotros recibimos el regalo de filiación de Dios como Sus hijos engendrados (I Juan 3:1-3, 9): “…han recibido el Espíritu de filiación, por el cual gritamos, “Abba, Padre.” ” (Romanos 8:15-16; vea también Gálatas 4:5-6).

 

Con nuestra participación continua en nuestra relación con Él—a través de la oración y el estudio, la obediencia a Sus leyes y mandamientos, y Su constante gracia activa—Dios nos esta convirtiendo al escribir Sus leyes en nuestros corazones y mentes: “Y el Espíritu Santo también nos da testimonio; porque después que Él había previamente dicho, “ ‘Este es el pacto que estableceré con ellos después de aquellos días,’ dice el Señor: ‘Yo daré [escribiré] Mis leyes dentro de sus corazones, y las inscribiré en sus mentes; y sus pecados e ilegalidad no recordaré nunca mas.’ ” ” (Hebreos 10:16-17).

 

Ultimadamente, con la gracia y el amor de Dios por nosotros combinado con nuestro amor por Él, desarrollamos la mente de Jesucristo—la mente convertida, guiada por el Espíritu. “Entonces, si hay cualquier estímulo en Cristo, si cualquier consuelo de amor, si cualquier compañerismo del Espíritu, si cualquier profundo afecto interno y compasión, cumplan mi gozo, para que sean de la misma mente, teniendo el mismo amor, siendo unidos en alma, preocupándose de la única cosa [el reino de Dios]. Nada sea hecho a través de contienda o vanagloria, sino en humildad, cada uno estimando a los otros sobre sí mismo. Cada uno ocúpese no solo de sus propias cosas, sino que cada uno también considere las cosas de otros. Esté esta mente en ustedes, la cual estuvo también en Jesucristo” (Filipenses 2:1-5).

 

Así es como Cristo es creado o formado en nosotros (Gálatas 4:19) a través del poder del Espíritu Santo: “Incluso el misterio que ha estado escondido desde siglos y desde generaciones, pero que ha sido revelado ahora a Sus santos; a quienes Dios quiso dar a conocer cuales son las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; el cual es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria; a Quien predicamos, amonestando a todo hombre y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, para que podamos presentar a todo hombre perfecto en Cristo Jesús.” (Colosenses 1:26-28). Recuerde, somos Su hechura.

 

Esto a su vez nos habilita para imitar a Dios mientras somos guiados por el Espíritu: “Por tanto, sean imitadores de Dios, como hijos amados; y caminen en amor, incluso como Cristo también nos amó, y Se dio a Si mismo por nosotros como una ofrenda y un sacrificio de aroma perfumado a Dios.” (Efesios 5:1-2). Consecuentemente, desarrollamos los frutos del Espíritu—el carácter piadoso: “Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fe, Mansedumbre, autocontrol;…” (Gálatas 5:22-23).

 

Juan expresó esto de esta forma: “De otro lado, si cualquiera esta guardando Su Palabra, verdaderamente en aquel el amor de Dios está siendo perfeccionado. Por este medio sabemos que estamos en Él.Por este estándar sabemos que amamos a los hijos de Dios: cuando amamos a Dios y guardamos Sus mandamientos. Porque este es el amor de Dios: que guardemos Sus mandamientos; y Sus mandamientos no son pesados.” (I Juan 2:5-6; 5:2-3).

 

Sí, cometeremos errores, tropezaremos y caeremos a causa de nuestras debilidades humanas; pero cuando nos arrepentimos de pecar y clamamos a Dios, Él nos perdona a través de la sangre de Jesucristo. “Mis pequeños hijos, les estoy escribiendo estas cosas para que no puedan pecar. Y aun así, si alguno peca, tenemos un Abogado con el Padre, Jesucristo el Justo; y Él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por nuestros pecados, sino también por los pecados del mundo entero.Si confesamos nuestros propios pecados, Él es fiel y justo, para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos [a través del lavado del agua por la Palabra (Efesios 5:26)] de toda injusticia.” (I Juan 2:1-2; 1:9).

 

En verdad, así es como somos los hijos de Dios en una relación especial de filiación con el Padre. Es el Padre Quien también nos da la voluntad y el deseo de crecer, cambiar y vencer: “Porque es Dios quien trabaja en ustedes [porque Él esta habitando en nosotros] el querer y el hacer de acuerdo a Su buena voluntad… Para que puedan ser irreprochables y sin ofensa, hijos inocentes de Dios en medio de una torcida y pervertida generación, entre quienes ustedes brillan como luces en el mundo,” (Filipenses 2:13, 15).

 

Somos la hechura de Dios la cual Él completará hacia la perfección: “Gracia y paz sean a ustedes de Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo. Doy gracias a mi Dios en todo recuerdo de ustedes, siempre haciendo súplica con gozo en toda oración mía por todos ustedes, por su compañerismo en el evangelio desde el primer día hasta ahora; estando confiados de esta misma cosa, que Quien comenzó una buena obra en ustedes la completará hasta el día de Jesucristo.(Filipenses 1:2-6).

 

Así, en la resurrección seremos “perfectos” como nuestro Padre en el cielo es perfecto (Mateo 5:48). Pablo escribe de esta gloriosa resurrección a vida eterna, la cual recibiremos SI estamos hambrientos y sedientos de ella: “Así también es la resurrección de los muertos. Es sembrado en corrupción; es levantado en incorrupción. Es sembrado en deshonra; es levantado en gloria. Es sembrado en debilidad; es levantado en poder. Es sembrado un cuerpo natural; es levantado un cuerpo espiritual. Hay cuerpo natural, y hay cuerpo espiritual; en consecuencia, esta escrito, “El primer hombre, Adán, se convirtió en un alma viva, el último Adán se convirtió en un Espíritu vivo eterno.” Sin embargo, lo espiritual no fue primero, sino lo natural—luego lo espiritual. El primer hombre es de la tierra—hecho de polvo. El segundo hombre es el Señor del cielo. Como es aquel hecho de polvo, así también son todos aquellos que son hechos de polvo; y como es aquel celestial, así también son todos aquellos que son celestiales. Y como hemos llevado la imagen de aquel hecho de polvo, también llevaremos la imagen de aquel celestial. Entonces digo esto, hermanos, que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda incorrupción. He aquí, les muestro un misterio: no todos dormiremos, sino que todos seremos cambiados, en un instante, en el parpadeo de un ojo, a la última trompeta; porque la trompeta sonará, y los muertos serán levantados incorruptibles, y nosotros seremos cambiados. Porque esto corruptible debe vestirse de incorruptibilidad, y esto mortal debe vestirse de inmortalidad. Entonces cuando esto corruptible se haya vestido de incorruptibilidad, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces sucederá el dicho que esta escrito: La muerte es tragada en victoria.” Oh muerte, ¿Dónde esta tu aguijón? Oh tumba, ¿Dónde esta tu victoria?” (I Corintios 15:42-55). Así, la hechura de Dios el Padre y Jesucristo estará completa.

 

El libro ¿Señor, que debería hacer? Continuamos recibiendo muchas solicitudes del nuevo libro ¿Señor, que debería hacer? Como saben, el libro incluye un DVD con cuatro videos de Iglesia en Casa y el video e himno “El Dios Todopoderoso.” Muchos de los hermanos están dando estos libros a nuevas personas para ayudarles a entender lo que está pasando en el mundo y en sus vidas—especialmente a aquellos cristianos profesantes que están preocupados acerca del rápido decline de la iglesia “cristiana” y se preguntan como responderán ellos. Tenemos un buen abasto, así que puede solicitar tantas copias como necesite para la gente nueva.

 

El CD con esta carta: Grabamos un estudio bíblico especial cubriendo preguntas concernientes a Éxodo 12:40-41, Lucas 16:10-17, y I Pedro 3:18-20. Este es el único mensaje nuevo en este CD. Sin embargo, hicimos algo especial para ustedes. A causa de que hay mucha conversación y preocupación en el gobierno y en la sociedad concerniente a la deuda de USA y a la crisis monetaria mundial, compilamos nueve sermones pertinentes que van desde el año 2004 y los pusimos en este CD. A medida que los escuche en secuencia, ganará una amplia visión del venidero desastre financiero que enfrentará el mundo en los próximos pocos años.

 

Formulario de información para la Fiesta de Tabernáculos: Por favor asegúrese de llenar el formulario de información para la Fiesta de Tabernáculos y enviárnosla. Esto nos ayudará grandemente al hacer los planes para la Fiesta. Incluso, si usted no es capaz de asistir, por favor envíenos la forma completa.

 

Recuerden hermanos, que sin importar los problemas en el mundo, nuestra esperanza y confianza esta en Dios el Padre y Jesucristo, Quienes están con nosotros y en nosotros por el poder del Espíritu Santo. Les agradecemos por su amor y oraciones por nosotros. Oramos por ustedes cada día, que el amor, gracia, bendición y protección de Dios este sobre ustedes y los suyos en toda manera. Agradecemos su continuo apoyo con sus diezmos y ofrendas, las cuales, como saben, nos hace posible alcanzar a nuestros hermanos y a aquellos en el mundo buscando a Dios.

 

Con amor en Cristo Jesús,

 

Fred R. Coulter

 
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