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La noche para ser muy observada

 

Por

Wayne Stenhouse

www.iglesiadedioscristianaybiblica.org

 

Nota: Todas las Escrituras han sido traducidas de The Holy Bible In Its Original Order (La Santa Biblia en Su orden Original), segunda edición.

 

     Lejos de ser una ley ritual del “Antiguo Testamento”, la “Noche para ser muy observada” tiene hoy un significado espiritual profundo para los verdaderos cristianos. Pero, ¿porque Dios nos ordena observar esta noche? ¿Que representa esta noche para el antiguo Israel?— ¿Y cual es el verdadero significado para la Iglesia de hoy? Mas aun, tan solo ¿como debemos en realidad “observar” esa noche?

 

          Para muchos en la Iglesia de Dios ahora, la Noche para ser muy observada es el comienzo de la Fiesta de Panes sin Levadura, y conmemora el éxodo de Israel de Egipto. Como veremos también, esa “noche” especial fue presagiada en Génesis 15 cuando Dios ratificó Su pacto con Abraham.

 

          Para los cristianos, la Noche para ser muy observada es una ocasión de verdadera alegría ya que reconocemos a Dios por Su intervención personal en nuestras vidas—al guiarnos fuera de la esclavitud espiritual de este mundo, fuera del “Egipto espiritual.”

 

La Noche para ser muy observadapresagiada

 

         Para entender realmente la Noche para ser muy observada, necesitamos mirar primero su trasfondo histórico—porque esta noche fue predicha incluso antes de que la nación de Israel llegara a existir. En el libro de Éxodo, Dios dio este mandamiento a los hijos de Israel: “Ahora, el peregrinaje de los hijos de Israel en Egipto fue cuatrocientos treinta años, y sucedió al final de los cuatrocientos treinta años, fue incluso en ese mismísimo día, que todos los ejércitos del SEÑOR salieron de la tierra de Egipto. Es una noche para ser muy observada al SEÑOR por sacarlos de la tierra de Egipto. Esta es esa noche del SEÑOR para ser observada por todos los hijos de Israel en sus generaciones.” (Éxodo 12:40-42).

 

          Ciertamente, después de 400 años en cautividad (Génesis 15:13), Israel fue liberado. Y como veremos, la liberación de Israel ocurrió exactamente como Dios lo había prometido. De hecho, ambas, la Pascua y la Noche para ser muy observada, fueron presagiadas en un pacto vital que Dios hizo con Abraham. Dios escogió especialmente a Abraham para ser parte de Su pacto porque él obedeció la voz de Dios y guardó Sus mandamientos y leyes (Génesis 26:5).

 

         La historia comienza en Génesis, capitulo 15, “Después de estas cosas la Palabra del SEÑOR vino a Abram en una visión, diciendo, “No temas, Abram, Yo soy tu escudo y tu recompensa excesivamente grande.” Y Abram dijo, “Señor DIOS. ¿Que me darás ya que ando sin hijo, y el heredero de mi casa es este Eliezer de Damasco?” Y Abram dijo, “He aquí, Tu no me has dado semilla; y he aquí, uno nacido en mi casa es mi heredero.” Y he aquí, la Palabra del SEÑOR vino a él diciendo, “Este hombre no será tu heredero; sino el que saldrá de tus propios lomos será tu heredero.” ” (Génesis 15:1-4).

 

         Dios le prometió a Abraham que un heredero—un hijo físico—saldría de sus propias entrañas. Sin embargo, el nacimiento de Isaac (Génesis 21:3) fue únicamente el comienzo del cumplimiento de esta promesa. El nacimiento de Jesucristo fue el cumplimiento final (Gálatas 3:16).

 

         Entonces, Dios llevó a Abraham afuera—en la noche del 14 de Nisan—y dijo, “ “Mira ahora hacia los cielos y cuenta las estrellas—si eres capaz de contarlas.” Y le dijo, “Así será tu semilla.” ” (Génesis 15:5). A un nivel físico, esta promesa sería cumplida a través de la nación de Israel; espiritualmente, será aun cumplida cuando Dios traiga “muchos hijos a la gloria” (Hebreos 2:10) a través de la Semilla prometida, Cristo (Gálatas 3:16). Dios le dijo a Abraham en Génesis 22:17-18 que “…en bendición Yo te bendeciré, y en multiplicación Yo multiplicaré tu semilla como las estrellas de los cielos, y como la arena la cual esta sobre la orilla del mar. Y tu Semilla poseerá la puerta de sus enemigos. Y en tu Semilla [Cristo] serán benditas todas las naciones de la tierra, porque has obedecido Mi voz.’ ”

 

         Luego, durante la porción diurna del 14, Dios le dijo a Abraham que preparara un sacrificio especial de pacto en el cual Él iba a confirmar Su pacto con Abraham. “Y Él le dijo a él, “Tómame una novilla de tres años de edad, y una cabra de tres años de edad, y un carnero de tres años de edad, y una tórtola, y una paloma joven.” Y él tomó todos estos para si mismo, y los dividió por la mitad, y colocó cada pieza opuesta a la otra, pero no dividió las aves. Y cuando las aves de presa bajaban sobre los cadáveres de los animales, Abram las ahuyentaba.” (Génesis 15:9-11).

 

         Conocido históricamente como un “pacto entre las partes,” los individuos en tal ritual pasaban ambos por entre las partes de los animales cortados. Al hacerlo así, ellos estaban declarando que si uno de ellos (o ambos) rompía el acuerdo del pacto, debería de igual manera ser condenado a muerte (ver Jeremias 34:18-20).

 

          En este caso, sin embargo, Dios estaba mostrando que solamente Él llevaría el castigo sobre Si mismo—por el sacrificio de Jesucristo—por la falla de la humanidad para guardar el pacto. Es por eso que, como veremos, Abraham mismo no pasó por entre las piezas de los animales—únicamente Dios pasó por entre las partes de los animales. ¡Así, en esta ceremonia, nuestro Señor y Salvador comprometió Su propia vida para garantizar el cumplimiento del pacto!

 

         El siguiente verso en Génesis 15 tiene un profundo significado espiritual, “Y sucedió, mientras el sol estaba bajando, que un profundo sueño cayó sobre Abram. Y he aquí, ¡un horror de gran oscuridad cayó sobre él!” (Génesis 15:12). Esto es simbólico de la muerte de Jesucristo. En el mismo exacto momento en Nisan 14 del 30 d.C—mientras la porción diurna estaba terminando y el sol estaba bajando—Jesús había muerto y estaba sellado en la tumba. Entonces, al ocaso, el 15avo comenzaba.

 

         El registro continúa: “Y Él dijo a Abram, “Debes ciertamente saber que tu semilla será peregrina en una tierra que no es de ellos, (y les servirán y los afligirán) cuatrocientos años. Y también juzgaré a esa nación a quien ellos servirán. Y después saldrán con gran sustancia. Y tú irás a tus padres en paz. Serás enterrado en buena vejez. Pero en la cuarta generación ellos vendrán de nuevo aquí, porque la iniquidad de los Amorreos no esta aun completa.” ” (Génesis 15:13-16).

 

         Aquí Dios le dice a Abraham que su descendencia algún día seria cautiva en una tierra extraña—pero que Él los liberaría de acuerdo a las promesas del pacto. Note que esta promesa de liberación fue hecha en o justo después del ocaso—lo cual habría sido el comienzo del 15 de Nisan, el cual llegaría a ser mas tarde la Noche para ser muy observada.

 

         Ahora, note el verso 17: “Y sucedió¾cuando el sol bajó y era oscuro¾he aquí, un horno humeante y una lámpara ardiente pasó por entre aquellas piezas.” Mientras Abraham estaba en un sueño profundo, Dios pasó solo por entre las partes de los animales—representado aquí por la lámpara ardiente.

 

         Este pasaje muestra que Dios ratificó y selló Su pacto con Abraham al pasar entre las partes de los animales sacrificiales. El pacto incluía un juramento maldiciente—el cual es uno que requiere una maldición (muerte) sobre aquellos que violen el acuerdo.

 

         Note: “De acuerdo a la ley de pacto, un pacto no llega a ser valido sino hasta que ha sido sellado con la sangre de un sacrificio. Los cadáveres ensangrentados de los animales sacrifícales representan la muerte simbólica de aquel que confirma el pacto. Al pasar entre los cadáveres de estos animales, aquel que esta ratificando el pacto esta jurando que si él falla en desempeñar los términos del pacto, morirá, y su sangre será derramada sobre la tierra en la misma manera que los animales del sacrificio del pacto. Una vez ratificado por este juramento maldiciente, los términos del pacto no pueden ser cambiados—ya sea añadiéndole o disminuyéndole” (La Pascua Cristiana, p. 270, Fred R. Coulter)

 

         Por supuesto, Dios nunca violó el pacto que hizo con Abraham—Él siempre ha guardado Su palabra. La humanidad es la parte culpable, habiendo roto repetidamente el pacto de Dios. Aun así, para garantizar el cumplimiento total de este pacto tan importante, Cristo acordó pagar el castigo en nuestro lugar.

 

         Ahora mire otra vez Éxodo 12:40-42, “Ahora, el peregrinaje de los hijos de Israel en Egipto fue cuatrocientos treinta años, y sucedió al final de los cuatrocientos treinta años, fue incluso en ese mismísimo día,… [el mismo día que Dios hizo este pacto con Abraham]que todos los ejércitos del SEÑOR salieron de la tierra de Egipto. Es una noche para ser muy observada al SEÑOR por sacarlos de la tierra de Egipto. Esta es esa noche del SEÑOR para ser observada por todos los hijos de Israel en sus generaciones.

 

         En la “mismísima” noche que Dios había ratificado el pacto con Abraham unos 430 años antes, Él guardó Su promesa a Abraham—los hijos de Israel salieron de Rameses en el 15avo día de Nisan, exactamente como Dios había planeado. Para un estudio mas profundo acerca de los 430 años, ver “Los 430 años de Gálatas 3:17 y Éxodo 12:40

 

El Israel físicoliberado de la esclavitud de Egipto

 

         Como cautivos en Egipto, los hijos de Israel enfrentaron una esclavitud dura y amarga. Sus capataces gobernaban con rigor y dureza. En desesperación se volvieron a Dios, gritando por liberación. “Y sucedió que después de muchos días el rey de Egipto murió. Y los hijos de Israel gimieron a causa de la esclavitud, y gritaron, y su grito subió a Dios por causa de la esclavitud.” (Éxodo 2:23).

 

         Dios oyó su grito. “Y Dios oyó su gemido, y Dios recordó Su pacto con Abraham, con Isaac, y con Jacob.” (Éxodo 2:24). Mas tarde, en Éxodo 6:5-6, Dios dice, “...Y he recordado Mi pacto[con Abraham] …Por tanto di a los hijos de Israel, ‘Yo soy el SEÑOR, y los sacaré de debajo de las cargas de los egipcios, y los rescataré de su esclavitud. Y los redimiré con un brazo extendido, y con grandes juicios.

 

         Cuando Dios hace una promesa, Él la guarda.

 

         Dios puso Su plan en efecto y llamó a Moisés para guiar a los hijos de Israel fuera de la tierra de Egipto. Desde el arbusto ardiendo, Dios le dijo a Moisés: “Y el SEÑOR dijo, “Ciertamente he visto la aflicción de Mi pueblo que está en Egipto. He oído sus gritos por causa de sus capataces, porque conozco sus penas. Y Yo bajo para liberarlos de la mano de los egipcios, para sacarlos de esa tierra, a una tierra buena, una tierra grande, a una tierra fluyendo con leche y miel…” (Éxodo 3:7-8). Como lo prometió, Dios proveyó una forma para que los Israelitas fueran liberados de su aflicción y esclavitud en Egipto.

 

         Dios instruyó a Moisés a preparar a los hijos de Israel para su viaje de salida de Egipto.

 

         Seguido de la Pascua el 14 de Nisan—la cual forzó al Faraón a liberar al pueblo de Dios—el éxodo debía ser en la porción nocturna del 15. Ese día también llegaría a ser el primer día de la Fiesta de Panes sin Levadura. “Y guardarán la Fiesta de Panes sin Levadura,… [comenzando el 15] …porque en este mismísimo día Yo he sacado sus ejércitos de la tierra de Egipto. Por tanto guardarán este día en sus generaciones como una ley para siempre.” (Éxodo 12:17).

 

         Mientras Israel dejaba Egipto, esa noche llegó a ser la “Noche para ser muy observada” como fue ordenado por Dios: “Y sucedió al final de los cuatrocientos treinta años, fue incluso en ese mismísimo día, que todos los ejércitos del SEÑOR salieron de la tierra de Egipto. Es una noche para ser muy observada al SEÑOR por sacarlos de la tierra de Egipto. Esta es esa noche del SEÑOR para ser observada por todos los hijos de Israel en sus generaciones.” (Éxodo 12:41-42).

 

         Los hijos de Israel eran los recipientes de las bendiciones físicas del pacto de Dios. Aun así, Dios hizo promesas espirituales a Abraham—las cuales están siendo cumplidas a través del Nuevo Pacto en Jesucristo. Porque nosotros somos también semilla de Abraham, somos “herederos de acuerdo a la promesa” (Gálatas 3:29)—las promesas espirituales del Nuevo Pacto.

 

El Israel espiritualliberado de Satanás y su mundo maligno

 

         Para la Iglesia de Dios (el Israel espiritual), la “Noche para ser muy observada” representa nuestro “éxodo” del pecado y de la esclavitud de este mundo—ambos prototipo de Egipto. “Y Moisés le dijo a la gente, “Recuerden este día en el cual salieron de Egipto, fuera de la casa de esclavitud; porque el SEÑOR  los sacó de este lugar por la fuerza de Su mano. No será comido pan con levadura.” (Éxodo 13:3).

 

         Recuerden que Dios le había prometido a Abraham que “…en tu Semilla [Cristo] serán benditas todas las naciones de la tierra…” (Génesis 22:18; Gálatas 3:16). Las bendiciones espirituales de salvación únicamente aplican hoy a la verdadera Iglesia de Dios—pero ultimadamente incluirán a toda la humanidad. Únicamente la Iglesia de Dios esta siendo liberada hoy de su esclavitud a Satanás y su mundo maligno—ambos prototipos del Faraón y Egipto respectivamente.

 

         Siendo herederos de la promesa nos permite—a través del sacrificio de Jesucristo, nuestra “Pascua” (I Corintios 5:7)—ser liberados del pecado, el “yugo de esclavitud” (Gálatas 5:1). Esto esta siendo logrado a través de las promesas del Nuevo Pacto, el cual fue sellado con la sangre de Jesucristo. Cuando uno acepta a Cristo como Salvador personal y es bautizado en Su muerte (Romanos 6:3), uno se convierte en heredero de las promesas dadas a Abraham.

 

         La Noche para ser muy observada representa nuestra liberación del pecado y la esclavitud. En esta noche, deberíamos reflexionar sobre la increíble verdad de que Dios nos ha llamado a salir de este mundo y nos esta guiando hacia Su Reino. En Su oración final, Jesucristo habló estas palabras, las cuales son parte del Nuevo Pacto: “Estoy orando por ellos; no estoy orando por el mundo, sino por aquellos que Me has dado, porque son Tuyos. Todos los Míos son Tuyos, y todos los Tuyos son Míos; y he sido glorificado en ellos. Y ya no estoy más en el mundo, pero éstos están [todavía] en el mundo, y Yo vengo a Ti. Padre Santo, guárdalos en Tú nombre, aquellos que Me has dado, para que puedan ser uno, así como Nosotros somos uno.” (Juan 17:9-11).

 

         Nuestro llamado bajo el Nuevo Pacto significa que aunque estamos en el mundo, no somos del mundo. Continuando: “Les he dado Tus palabras, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, así como Yo no soy del mundo. No oro que los saques del mundo, sino que los guardes del maligno. No son del mundo, así como Yo no soy del mundo. Santifícalos en Tú verdad; Tú Palabra es la verdad.”  (Juan 17:14-17).

 

         Nuestro profundo llamado asegura nuestro lugar en el venidero Reino de Dios, si somos fieles y obedientes hasta el final. Es el perfecto sacrificio de Jesucristo el que nos libera de la muerte y esclavitud del mundo de Satanás. Pablo escribió, “[El Padre] Quien nos ha rescatado personalmente del poder de la oscuridad y nos ha transferido al reino del Hijo de Su amor” (Colosenses 1:13).

 

         Pablo también escribe: “Gracia y paz sean a ustedes de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, Quien se dio a Si mismo por nuestros pecados, para que pudiera liberarnos del presente mundo maligno, de acuerdo a la voluntad de nuestro Dios y Padre” (Gálatas 1:3-4).

 

         Dios proveyó un Salvador, Cristo nuestro Cordero Pascual (I Corintios 5:7), Quien llevó los pecados de todo el mundo (I Juan 2:2)—exactamente como fue dicho en Génesis 15.

 

La IglesiaEn un viaje al Reino de Dios

 

         Exactamente como los hijos de Israel dejaron Egipto hacia la tierra prometida, nosotros espiritualmente hemos dejado este mundo y todo lo que tiene que ofrecer, y estamos continuando nuestro viaje al Reino de Dios. Ciertamente, Dios nos ha llamado a salir de este mundo—y debemos obedecer la voluntad de Dios exactamente como Abraham hizo. “Y el SEÑOR dijo a Abram, “Sal de tu país, y de tu parentela, y de la casa de tu padre a una tierra que te mostraré.” (Génesis 12:1).

 

         Abraham “…residió temporalmente en la tierra de la promesa, como un extranjero, viviendo en tabernáculos con Isaac y Jacob, los coherederos de la misma promesa; porque él estaba esperando la ciudad con los fundamentos de los cuales Dios es el Arquitecto y Constructor.” (Hebreos 11:9-10).

 

         De la misma manera nosotros. Nuestros ojos deben siempre estar enfocados en el Reino de Dios. Cada año en la Pascua, renovamos nuestro pacto con Dios el Padre y con Jesucristo. Esta renovación nos ayuda a estar enfocados en nuestro continuo “éxodo” de este mundo, representado por la Noche para ser muy observada. ¡Mientras tanto, esperamos con ansias el glorioso Reino de Dios donde reinaremos con el Padre y con Jesucristo para siempre!

 

Como guardar la Noche para ser muy observada

 

         Esta ocasión especial debe ser guardada después del ocaso en la porción nocturna de Nisan 15. “Es una noche para ser muy observada al SEÑOR por sacarlos de la tierra de Egipto. Esta es esa noche del SEÑOR para ser observada por todos los hijos de Israel en sus generaciones.” (Éxodo 12:42). También: “Y ellos [los hijos de Israel] salieron de Rameses en el primer mes, en el quinceavo día del primer mes. El siguiente día después del día de la Pascua, los hijos de Israel salieron con una mano alta a la vista de todos los egipcios.” (Números 33:3).

 

         Ya que en la noche del 15 comienza la Fiesta de Panes sin Levadura, es bueno y apropiado comenzar la Noche para ser muy observada con una cena Sabática. La noche debería ser abierta con una oración. Para los cristianos, la Noche para ser muy observada es una ocasión de verdadera alegría delante de Dios mientras reconocemos Su intervención personal en nuestras vidas al guiarnos a salir de la esclavitud espiritual de este mundo—a salir del “Egipto espiritual.” En esa noche, debemos reflexionar en su significado—y compartir en la lectura, estudio y discusión de varios pasajes bíblicos apropiados para la ocasión.

 

         ¡Todos deberíamos usar esta ocasión especial para adorar a Dios, honrarlo, y alegrarnos en Su amor, gracia y misericordia!

 

         La siguiente es una lista sugerida de Himnos de la Iglesia de Dios Cristiana y Bíblica que usted puede disfrutar ya sea antes o después de la cena:

 

Dios es mi Pastor

Mi Roca es Dios

Mi alma elevo a Ti

Oh cuanto amo Tu ley

Los cielos la gloria de Dios declaran

 

 
Libros
Días festivos ocultos o Días Santos de Dios—¿Cuáles?
El día que Jesús el Cristo murió
El plan de Dios para la humanidad revelado por Su Sábado y Días Santos
Entendiendo las Escrituras difíciles de Pablo concernientes a la Ley y los mandamientos de Dios
La Pascua Cristiana
Los tiempos señalados de Jesús el Mesías
Señor, ¿Qué debería hacer?
Señor, ¿Qué debo hacer yo?
Una armonía de los Evangelios en español moderno
Las dos Babilonias
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