Pentecostés—2012
Día 49—El Pacto de Matrimonio de Dios e Israel
Fred R. Coulter—26 de Mayo, 2012
www.iglesiadedioscristianaybiblica.org
¡Saludos a todos! Bienvenidos al día 49, el sábado
antes de Pentecostés, 2012. Cada año llegamos a esto. Cada año nos acercamos un
paso hacia el reino venidero de Dios. Cada día nos acercamos al cumplimiento
del propósito de Dios en nuestras vidas con Su Espíritu.
Nosotros sabemos de la Biblia, que hay muchas cosas
que podemos aprender. Una de las cosas que vamos a cubrir el día de hoy será el
pacto de matrimonio entre el Señor Dios y los hijos de Israel. El pacto en el
que entró con ellos es exactamente como un pacto de matrimonio. De hecho, vamos
a ver que Dios les dijo a ellos, ‘Yo soy tu esposo.’
Sabemos que el pacto que Dios hizo con Abraham, y
después Isaac y Jacob; y que está cumpliendo ahora la promesa que Él dio para
el pueblo de Israel. Así que, Él los rescató fuera de la tierra de Egipto, pero
incluso en una ocasión se volvieron tan malvados, que Dios dijo que los
destruiría en la tierra de Egipto, pero Él recordó Su pacto con Abraham, Isaac
y Jacob.
Nosotros sabemos el relato de que Dios, en el momento
señalado, elevó a Moisés y lo envió a él y después a su hermano Aarón, para que
fuera su vocero a toda la tierra de Egipto y a todo el pueblo de Israel. Entonces Dios comenzó a traer las plagas sobre Egipto
para que dejaran ir a Su pueblo.
Sólo piensen en todas las plagas que ahí hubo. Cuando
ustedes las estudien y las comparen con las del libro de Apocalipsis, podrán
ver que estas son las mismas armas que Dios usa siempre.
La plaga final fue la muerte de los primogénitos de
los Egipcios—tanto hombres como bestias—preservando
a los hijos de Israel. Sus primogénitos fueron preservados por causa de la
sangre del cordero en los postes superiores y laterales de las puertas.
Nosotros hemos visto que el principio del primer día de la fiesta de los Panes
Sin Levadura, es un día de dedicación de los primogénitos a Dios, y un día de
redención de los primogénitos para Dios. Él dice, ‘Todos
los que abren la matriz me pertenecen.’ Todos los varones le pertenecen a Dios. Todas
las mujeres debían tener una ofrenda de agradecimiento ofrecida por ellas. Los
animales se los podían llevar a la Fiesta, y los podían ofrecerlos en sacrificio,
comerlos, y disfrutar de la Fiesta.
Dios tomó siete semanas para traerlos al Monte Sinaí,
esto fue todo un suceso. Aquí es donde Dios le iba a hablar a todo el pueblo.
Aquí es donde tendría lugar la gran ceremonia:
· ¡La presencia de Dios!
· ¡La voz de Dios!
· ¡Toda la gente reunida delante de Dios!
Vayamos a Éxodo 19 y veamos la propuesta de matrimonio
que Dios les dio. Veremos que al igual que todas las propuestas matrimoniales
para personas que se quieren casar, ¿cómo se hace la propuesta? ¿Te casarías
conmigo? Y después ella dice ‘¡sí!’ Después viene un pacto, y con el pacto un
acuerdo, con todas las cosas que tienen que ver con el matrimonio.
Aquí encontramos que Dios
dio la propuesta matrimonial, Éxodo 19:3: “Y Moisés
subió a Dios, y el SEÑOR lo hizo salir de la montaña, diciendo, ‘Así dirás a la casa de Jacob y dirás a los hijos de Israel,
“Han visto lo que hice a los egipcios, y como los tomé sobre alas de
águila” y los traje hacia Mí mismo.”” (Versos 3-4). Eso significa que estaban bajo la protección
de Dios. Ellos tuvieron que caminar todo el trayecto y les tomó siete semanas
para llegar ahí.
Verso 5: “Ahora por tanto, si por cierto obedecen Mi voz…” Noten las partes del pacto, y dense cuenta que éste pacto
es muy simple. Igual que en una propuesta de matrimonio, cuando usted dice ‘sí’ aún no se despliega ninguno de
los detalles de la vida— ¿verdad? ¡Sí! Pero cuando
la propuesta ha sido aceptada y se celebra la ceremonia de boda, entonces usted
conoce los términos y condiciones del rol del esposo/rol de la esposa. Entonces
usted entra en un pacto y dice, ‘Si
acepto.’ Usted dice ‘si
acepto’ ¡delante de Dios! Dios lo hace
responsable de eso, y es hasta que la muerte nos separe en todas las
circunstancias.
Esto fue igual con Dios y con los hijos de
Israel, una vez que Dios entró en este pacto—aún si
los hijos de Israel no cumplían con su parte del pacto—porque Dios es perfecto, Santo, justo y bueno, y siempre
cumplirá con Su parte. Vamos a ver qué fue lo que Dios propuso exactamente.
Verso 5: “Ahora por tanto, si por cierto obedecen Mi voz…”
La condición siempre está sobre los seres humanos. Ya que Dios es perfecto, ¡Él
no puede mentir! ¡Él cumplirá Su voluntad! Él siempre quiso bendecir a Israel
en todo momento, pero Él también sabía que tenía que poner ante ellos la vida y
la muerte, el bien y el mal, la bendición y la maldición. Él sabía que si no lo
hacía, entonces tendría que bendecirlos sin importar cuales fueran las
circunstancias, y sin importar lo que hicieran.
Aquí está la condición: “…obedezcan Mi voz, y guarden Mi pacto…” (Verso 5). Él no les ha dicho todo lo que el pacto
conlleva. Nosotros sabemos que está basado en los Diez Mandamientos, porque
estos son llamados ‘las palabras del pacto.’ Esto significa las palabras fundacionales, no todo el
pacto. Cada uno de los diez mandamientos tiene otros estatutos, ordenanzas,
juicios, leyes, y preceptos que son tomados de los Diez Mandamientos.
Nosotros tenemos el si condicional y el
entonces: “…entonces
serán un tesoro especial para Mí sobre todas las gentes; porque toda la tierra es Mía” (Verso 5). Una vez que ocurrió esto:
· ¿Qué debían hacer?
· ¿Cómo debían de obedecer a Dios?
· ¿Qué iba a hacer Dios con ellos?
· ¿Porqué entrar en este pacto con
los hijos de Israel?
Dios se lo prometió a Abraham, a Isaac y a
Jacob— ¿no es cierto? Sí, ¡lo hizo! ¿Porqué
entrar en el? ¡Porque Dios quería que los hijos de Israel fueran la nación
premier sobre la tierra, para llevar las leyes y mandamientos de Dios a todas
las naciones!
Dios le prometió a Abraham, a Isaac y a
Jacob que en la semilla de Abraham serían bendecidas todas las naciones y
familias sobre la tierra. Claro, esto va mucho más allá del pacto que Dios
estableció con Israel.
Noten el si condicional, entonces y
el y, Verso 6: “‘Y serán para Mi un reino de sacerdotes y una
nación santa… [Aquí
tenemos una propuesta muy simple.] … Estas son las palabras las cuales hablarás a
los hijos de Israel.’ Y Moisés vino y llamó a los
ancianos del pueblo, y puso delante de ellos todas estas palabras, las cuales
le ordenó el SEÑOR” (Versos 6-7). Ellos a su vez las llevaron a todo el pueblo.
Verso 8: “Y
todo el pueblo respondió juntamente y dijo, ‘Todo
lo que el SEÑOR ha hablado haremos’… [Recuerde
algo muy importante: cuando usted le diga a Dios que va a hacer algo, más le
vale que lo haga. Ellos dijeron que TODO.] … Y Moisés regresó las palabras del pueblo al SEÑOR.” Dios dijo, ‘Esta bien…”
Ahora, hay mucho más por venir. Así como
en el matrimonio. Usted se casa, usted celebra la ceremonia, se dicen las
palabras, usted repite todo lo que propone hacer, el ministro los declara
marido y mujer, usted besa a la novia, la novia lo besa a usted, todos están
felices, se dan la media vuelta y caminan por el pasillo, todos están
contentos, todo es glorioso, todo es maravilloso, ¡y después comienza la vida!
Recuerden, no siempre es como uno se lo
imagina, pero ustedes se han atado a sí mismos en un juramento ‘hasta que la muerte nos separe’—ya sea en la riqueza o en la pobreza, en la salud o en las
dificultades; ustedes se han atado de por vida hasta que la muerte los
separe.
Verso 9: “Y el SEÑOR dijo a Moisés, ‘He aquí, Yo vengo a ti en una densa nube para
que el pueblo pueda oír cuando hable contigo, y te crean para siempre.’…” (Versos 9-10). Él quería que ellos estuvieran tan
impresionados con esto, de manera que le creyeran por el resto de sus vidas y
le enseñaran a sus hijos, y sus hijos a sus hijos, y éstos a sus hijos. ¡Esto
era un gran legado!
“…Y el SEÑOR dijo a Moisés, ‘Ve al pueblo y santifícalos hoy y
mañana, y laven sus vestidos. Y estén listos para el tercer día; porque en el
tercer día el SEÑOR descenderá a la vista de todo el pueblo sobre el Monte
Sinaí’” (Versos 10-11). ¡Esto fue un evento
grandioso y fantástico! Nunca en la historia había ocurrido algo como esto.
Nunca ha ocurrido nada como lo que Dio hizo con los hijos de Israel en aquel
tiempo.
Entonces, pusieron los límites y Moisés
les dijo que no los sobrepasaran. No suban ni traten de seguirme hacia arriba,
no sea que mueran. No dejen ningún animal suelto, no sea que muera. Moisés bajó
y les dijo que estuvieran listos al tercer día (Versos 12-15 parafraseado).
Verso 16: “Y
sucedió en el tercer día en la mañana que habían truenos y relámpagos, y
una nube densa sobre la montaña. Y el sonido de la trompeta era muy duro así
que toda la gente en el campamento temblaba.” Nunca he oído algo semejante.
Verso 17: “Y Moisés sacó a la gente del campamento para reunirse con
Dios. Y ellos se pararon en la base de la montaña.” Todo el pueblo de Dios mirando las nubes
negras: el trueno, el relámpago, el humo, y el sonido de la trompeta. Dios
quería dejar en sus mentes una impresión absolutamente indeleble, de que Él era
Dios y ¡sólo Dios! ¡De que ellos eran Su pueblo, llamados y
seleccionados por Él!
Verso 18: “Y el Monte Sinaí estaba humeando, todo esto porque el SEÑOR
bajó sobre este en fuego. Y el humo de este subía como el humo de un horno, y
la montaña entera temblaba grandemente. Y cuando el sonido de trompeta sonó
largo, y llegó a ser muy fuerte, Moisés hablaba, y Dios le respondía por voz. Y
el SEÑOR bajó sobre el Monte Sinaí sobre la cima de la montaña. Y el SEÑOR
llamó a Moisés a la cima de la montaña, y Moisés subió.” (Versos 18-20).
Después Él les dio una advertencia en el
Verso 21: “Y el SEÑOR dijo a
Moisés, ‘Baja. Ordena
a la gente, no sea que se abran paso hacia el SEÑOR para mirar, y muchos de
ellos perezcan. Y también los sacerdotes, quienes se acercan al SEÑOR,
santifíquense a si mismos, no sea que el SEÑOR haga estrago sobre ellos.’ Y Moisés dijo al SEÑOR, ‘La gente
no puede subir al Monte Sinaí, porque Tú nos ordenaste, diciendo, “Coloca
límites alrededor de la montaña, y santifícala.’” Y el SEÑOR le dijo, ‘¡Aléjense! Baja, y solamente tú
subirás, tú y Aarón contigo. Pero no dejes a los sacerdotes y a la gente
abrirse camino para subir al SEÑOR, no sea que Él haga estrago sobre ellos.’” (Versos 21-24).
¡El escenario está listo! Todo el pueblo
está aquí y Dios tiene su atención. Él les da los Diez Mandamientos, y Dios
haría todo el pacto con Israel en base a esto: todas las leyes, los estatutos,
y los juicios se basarían en esto.
Esto es algo que todos deberíamos hacer.
Deberíamos aprendernos los Diez Mandamientos— De la
manera en que están escritos en Éxodo 20. Todos estos establecen la relación
del pacto entre Dios y el pueblo, entre el pueblo y Dios, y entre los mismos
ciudadanos viviendo en la nación de Israel.
· ¿Cómo debían de vivir sus vidas?
· ¿Qué era lo que Dios esperaba que
hicieran?
Todo se basaba en los diez mandamientos.
· ¿Sabe usted los Diez Mandamientos
de corazón?
· ¿Puede decirlos todos ahora mismo?
· ¡Si no es así, los puede leer!
No vamos a repasarlos todos uno por uno, pero todos estos son
importantes para que entendamos las cosas concernientes a la verdad de Dios,
cómo piensa Dios, y lo que nosotros necesitamos hacer. También entendamos que
todo en el Nuevo Testamento se basa en la fe, amor, obedecer a Cristo y a Dios
el Padre, y en tener los mandamientos escritos en nuestra mente y corazón.
· ¡Estas cosas son eternas!
· ¡Estas cosas son espirituales!
También cuando hay personas reunidas en cualquier tipo
de familia, comunidad, o sociedad, tiene que haber leyes, reglas, y
regulaciones. Verán, como seres humanos, todos tenemos la ‘ley del
pecado y muerte’ con nosotros. A no ser que tengamos el Espíritu Santo
de Dios con nosotros, el cual nos rescata de la ley del pecado y muerte,
y nos da el poder para vencer la ley del pecado y muerte, aunque esto no
sucederá hasta la resurrección—representada por el día de mañana.
Lo que queremos hacer es ver el pacto de matrimonio
que Dios tuvo con el antiguo Israel. Vamos a ver algunos paralelos, porque
mañana vamos a hablar de la relación del pacto que nosotros vamos a tener con
Dios en la resurrección. Mientras somos llamados, nuestra relación de pacto que
tenemos con Dios ahora comienza con
· Bautismo
· Arrepentimiento
· Recibir el Espíritu Santo de Dios
· Caminar en el camino de Dios
· Vivir por cada palabra de Dios
Mañana vamos a ver que debe de haber una ceremonia de
bodas entre Cristo y la Iglesia, Cristo y la Novia, tal y como la hubo aquí.
Tiene que haber todo un nuevo pacto espiritual en el
cual entramos con Dios el Padre y con Jesucristo, que sea apropiado para el día
de Pentecostés. En este Día de Pentecostés, Dios les dio los Diez Mandamientos
y las palabras por las cuales quería que vivieran. Él les dijo ‘SI
ustedes obedecen mi voz, y SI guardan Mi pacto, entonces ustedes
serán un pueblo peculiar y un tesoro para Mí sobre toda la tierra.’ Eso
debió de haber emocionado a los hijos de Israel, para que hubieran escuchado a
Dios e hicieran exactamente lo que Él decía. Veamos que sucedió:
Éxodo 20:18: “Y toda la gente vio los truenos, y
relámpagos, y el sonido de la trompeta, y la montaña humeando. Y cuando la
gente vio, temblaron y se pararon lejos. Y le dijeron a Moisés, “Tú habla con
nosotros, y nosotros escucharemos. Pero no dejes que Dios hable con nosotros,
no sea que muramos.’…
[¡Por supuesto que no hubieran muerto! Dios los llamó para un propósito
especial.] … Y Moisés le dijo
al pueblo, “No teman, porque Dios ha venido para probarlos…’” (Versos 18-20). Esto es muy interesante— ¿no es cierto?
· ¿Nos prueba Dios? ¡Sí, lo hace!
· ¿Vamos a entrar en el Reino de
Dios sin ser probados?
· ¿No entenderemos esto a través de:
ü El amor
de Dios
ü La fe
en Dios
ü La Verdad
de Dios
Y probamos:
ü Por
nuestro comportamiento
ü Por
nuestros pensamientos
ü Por
nuestro vivir
ü Por
nuestra relación con Dios
Que estaremos listos para la primera resurrección? Pensemos
en esto mientras nos acercamos a los paralelos entre lo que aquí está hecho, y
lo que va a suceder cuando seamos resucitados.
“‘…para que Su temor pueda estar delante de
sus rostros, para que
no puedan pecar.’ Y el pueblo se quedó retirado, y Moisés se acercó a la densa
obscuridad donde estaba Dios” (Versos
20-21). Entonces Moisés subió a la montaña. Dios les dio sus juicios, estatutos
y ordenanzas. Todos estos están contenidos en Éxodo 21-23. Todas estas leyes
están basadas en los Diez Mandamientos.
Ahora veamos cómo es que Dios aplica Su
Ley. Uno de los mandamientos es, verso 13 [transcriptor de corrección]:
“No asesinarán.” Una traducción incorrecta es “No matarán.” Dios sí ordenó que
se llevara a cabo la administración de la muerte para aquellos que pecaran
gravemente. Aquí están los juicios cuando viene el pecado.
· ¿Qué hace usted?
· ¿Qué hace usted cuando alguien más
roba?
· ¿Qué hace usted cuando alguien más
miente?
· ¿Qué hace usted cuando uno de los
animales enloquece y mata a alguien?
· ¡Todo está escrito aquí!
Éxodo 21:12: “El que golpee a un
hombre, para que muera, será infaliblemente condenado a muerte.” Ese es asesinato premeditado.
¿Qué pasa si no era asesinato premeditado? Quiero que piensen en estas cosas, y
en como incluso muchas naciones en este mundo siguen muchas de las leyes de
Dios.
Verso 13: “Y si un hombre no está al asecho, sino Dios lo entrega en
su mano, entonces Yo te señalaré un lugar a donde él huirá.” En otras palabras, si es un
suceso accidental, entonces huiría a una ciudad de seguridad y se quedaría ahí
hasta que la investigación y el juicio fueran hechos.
Verso 14: “Pero si un hombre viene presuntuosamente sobre su vecino
para matarlo con astucia, lo sacarás de Mi altar para que pueda morir.” Dios no cree en la vida de prisión. Si
usted comete un crimen digno de muerte, usted pierde su vida. Miren que sucede
cuando no se le da seguimiento a esto. Miren las dificultades que se presentan
cuando tenemos a jueces, fiscales, y testigos mentirosos. ¡Dios formó un
sistema con los balances y chequeos adecuados para que hubiera justicia!
Verso 15: “Y el que golpee a su padre o a su madre infaliblemente será condenado a muerte. Y el que
robe a un hombre y lo venda, o si él es encontrado en su mano, será
infaliblemente condenado a muerte. Y el que
maldiga a su padre o a su madre, será infaliblemente condenado a muerte.” (Versos 15-17). No será puesto en
prisión para después dejarlo en libertad—como
todos los pedófilos que hoy tenemos; toda la perversión sexual que hoy tenemos.
Ellos pasan un año o dos en prisión, salen, y siguen practicando lo mismo. ¡Dios
dice que ellos deben morir! Así es como se deshace de esto. Miren
donde nos encontramos hoy entre las naciones del mundo porque no hacemos eso.
Verso 18: “Y si hombres luchan juntos, y uno golpea al otro con una
piedra, o con su puño, y él no muere, sino es
confinado a su cama; Si él se levanta de nuevo y camina fuera sobre su bastón,
entonces el que lo golpeó será puesto en libertad. Únicamente pagará por la
perdida de su tiempo y le hará estar completamente sano. (Versos 18-19). ¡Aquí hay
restauración, restitución y redención! Eso es lo que Dios quería. Si
usted hizo algo y fue su culpa, ahora tiene que sanar a esa persona. Lo que
vamos a ver aquí es que muchas de las cosas que vamos cubrir, nosotros
igualmente las hacemos en nuestra sociedad de hoy a través de lo que llamamos
un seguro. Si ocurre un accidente, la persona puede ser sanada. Es por
eso que tenemos seguro de auto, seguro de responsabilidad personal. En realidad
esto está basado en los principios de la Ley de Dios.
“…Únicamente pagará por la perdida de su
tiempo y le hará estar completamente sano.” Aquí tenemos estas tres cosas:
1. Restitución
2. Rehabilitación
3. Redención
—para
que todo quede restablecido.
Lo importante es: Los principales
involucrados lo solucionan en conjunto, de acuerdo a las Leyes de Dios. Hay
otras cosas que pueden acontecer, y vamos a ver como se involucran los jueces
en esto para tomar la decisión.
Verso 20: “Y
si un hombre golpea a su siervo o a su sierva con una vara y éste muere bajo su
mano, él será infaliblemente castigado. Pero si éste sigue por un día o dos, él
no será castigado, porqué éste es su dinero. Si hombres luchan y golpean a una mujer embarazada, así que
hay un aborto involuntario, y ningún daño sigue… [si ella se recupera y no hay aborto] …él será infaliblemente castigado, de
acuerdo a como el esposo de la mujer le imponga. Y pagará como determinen los jueces” (Versos 20-22).
Esto es una clave. Todos estos casos
venían ante los jueces. Ellos tenían que tomar la decisión basándose en lo que
hemos estado cubriendo: ¡restitución, restauración y redención!
Aquí está una de las partes más
incomprendidas de la Biblia, verso 23: “Y si cualquier herida ocurre, entonces darán vida
por vida” Si alguien
comete asesinato, los sobrevivientes de la persona muerta pueden esperar que
aquel que cometió el asesinato pierda su vida.
Verso 24: “Ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,
quemadura por quemadura, herida por herida, azote por azote” (Versos 24-25). Todas estas cosas
están basadas en lo que el juez determine que se pagará. Si usted hace que
alguien pierda un ojo, usted paga por un ojo. Si usted hace que alguien pierda
un diente, usted paga por la pérdida del diente; igualmente: pérdida de mano,
pérdida de pie, “…quemadura por quemadura, azote por azote.”
Estos tenían que ser reunidos,
adjudicados, y aplicarles el principio de restitución, rehabilitación y
redención. Eso es lo que hay que hacer cuando existan problemas entre
personas.
¿Qué pasa si había animales involucrados?
Nosotros tenemos que tener seguros para nuestros autos, que paguen por
accidentes, pérdida de miembros, pérdida de vidas. ¡Vaya que sí! Bueno,
ellos tenían vacas, burros, caballos, camellos, mulas.
Verso 28: “Si un buey cornea a un hombre o mujer así que ellos mueren,
entonces el buey infaliblemente será apedreado, y su carne no será comida. Pero
el dueño del buey será
libre. Pero si el
buey era conocido por corneador en tiempo pasado, y su dueño ha sido advertido,
pero él no lo mantuvo adentro, así que mata a hombre o mujer, el buey será
apedreado, y su dueño también será condenado a muerte. Si se le impone una suma
de dinero… [ellos
podían pagar para no perder sus vidas] …entonces él dará por el rescate de su vida cualquier cosa que sea impuesto sobre él… [Por el juez] …Ya sea que haya corneado a un hijo, o haya corneado a una hija,
de acuerdo a este juicio será hecho a él… [es por esto que es un juicio] …Si el buey cornea a un criado o a una
criada, él le dará a su amo treinta shekels de plata, y el buey será apedreado” (Versos 28-32).
Todas estas son leyes buenas. Veamos un
par más para que podamos entender esta parte del pacto, y de la relación
matrimonial que Dios tenía con el Antiguo Israel. Éstas eran las leyes que
ellos debían de llevar a todas las naciones del mundo.
Verso 33: “Y si un hombre abriera un pozo, o si un hombre cavara un
pozo, y no lo
cubriera, y un buey o un asno cayeran en él, el dueño del pozo hará bien
y dará plata a su dueño. Y la bestia muerta será suya. Y en el evento en
que el buey de un hombre hiera al buey de un vecino, y muere, entonces venderán
el buey sobreviviente, y se dividirán el dinero de éste. Y también se dividirán
el buey muerto. O si se sabe que el buey ya había corneado en tiempo
pasado, y su dueño no lo mantuvo dentro, seguramente él pagará buey por buey. Y
el buey muerto será suyo” (Versos
33-36).
Esto es justo, recto y bueno. Noten que
Dios tenía un plan especial para hacer que el robo, fuera algo que la gente no
aprendiera a hacer. Él no los ponía en la cárcel—
¡no, no, no! Está basado en las tres “R”: restitución
rehabilitación y restauración (redención).
Éxodo 22:1: “Si un hombre robare un buey, o una oveja, y la matare o la
vendiere, él restaurará cinco bueyes por un buey, y cuatro ovejas por una
oveja.” Si usted hace
eso, ¿qué va a decirse a sí mismo cuando lo atrapen y tenga que hacer esto y le
digan, ‘Esta bien, o pagas esta cantidad o es tu
vida? Usted va a decir, ‘la
pago.’ ¿Piensa usted que va a salir a
robar otra vez? ¡De ninguna manera! ¡Usted va a haber aprendido la lección!
También recuerde esto: En cada
juicio que se hace, ¡No hay misericordia hasta que el juicio haya finalizado!
¡Después se aplica la misericordia! Así que en caso de robo, la persona
puede decirle al juez, ‘Estoy feliz de recuperar todo,
¿qué puede pagarme? Estaré satisfecho con lo que pueda pagarme.’ El juez puede darle misericordia a uno y decirle, ‘¿Qué puedes pagar?’
Entonces el juicio sería ejecutado según lo que el agraviado aceptaría.
Así mismo cuando usted repasa el resto de
estas leyes. En Éxodo 23 encontramos algo muy pero muy interesante,
especialmente para aquellos que les gusta decir que los días Santos son menos
que el sábado, y que éstos solo eran rituales y leyes ceremoniales para ser
guardados. Lo que necesitamos entender en aprender estas cosas, es darnos
cuenta de lo que va a suceder cuando seamos resucitados de los muertos en la
primera resurrección y Dios nos de autoridad para gobernar sobre la tierra
· ¿Qué vamos a hacer?
· ¿Qué leyes vamos a aplicar a las
personas físicas que vivan en la tierra?
· ¿No vamos acaso a aplicar éstas
leyes?
· ¿No seremos acaso sacerdotes y
jueces?
¡En realidad sí!
· ¿Qué les dijo Él a los doce
apóstoles?
¡Ustedes estarán sentados sobre tronos
juzgando a las doce tribus de Israel!
Éstas no fueron solo cosa del pasado.
Éstas van a ser cosas que también serán aplicadas en el futuro, y serán la ley
de la tierra en el Reino de Dios. ¡Piensen en esto!
Quiero mostrarles algo muy interesante,
porque junto con estas leyes, juicios, y estatutos, también están los
mandamientos de Dios; los cuales nos dicen algo muy importante. Nos dicen que
todas estas leyes se deben de guardar, y que una vez que usted está de acuerdo
con el pacto, todas aplican sin importar la categoría en la que estén.
¿Qué fue lo que enseñó Jesucristo acerca de vivir por cada Palabra de Dios?
¿No fue esto lo que Él dijo? Bueno, esto también aplica aquí.
Éxodo 23:12: “Seis días harás tu trabajo, y en el séptimo día descansarás,
para que tu buey y tu asno descansen, y el hijo de tu criada, y el extranjero,
sean rejuvenecidos.” El
mandamiento del Sábado está en medio de todos estos juicios y estatutos.
Aquí están el segundo y tercer mandamiento
combinado, verso 13: “Y estén
alertas en todo lo que les he dicho. Y no hagan mención del nombre de otros
dioses, ni dejen que se oiga de sus labios.”
Después noten a donde se dirige en
seguida. La razón por la cual esto es importante, es porque Dios espera que
todos estos se cumplan. Éstos debían ser guardados.
Verso 14: “Ustedes Me celebrarán una fiesta tres
veces al año. Guardarán la Fiesta de los Panes Sin Levadura… [Ya guardamos esa]…Ustedes comerán pan sin levadura siete días, como Yo les mandé, en el tiempo señalado en el mes de
Abib, por que en él salieron ustedes de Egipto. Y ninguno se presentará vacío
ante Mí…[Usted siempre debe
traerle a Dios lo que Él le ha mostrado que debe traer.]… También la Fiesta de la Cosecha de los
Primeros Frutos de tus labores…
[Pentecostés]… los cuales has sembrado en el campo. Y la Fiesta de la
Cosecha al final del año, cuando hayas juntado tus labores del campo… [Fiesta de los Tabernáculos]… Todos tus varones se presentarán delante
del Señor Dios tres veces al año” (Versos
14-17).
Repase todos y cada uno de éstos—Éxodo 21-23. Todas estas cosas tienen que ver con la
propuesta de matrimonio que fue hecha en Éxodo19. Se describen los detalles de
lo que debían hacer. Las palabras en la ceremonia de matrimonio son muy
parecidas a éstas. Después viene el sello del pacto de la ceremonia del
matrimonio. Veamos como Dios termina esta ceremonia matrimonial con Sus leyes y
mandamientos que ellos debían hacer. Aquí estaba toda una nación que iba a
entrar a poseer; una nación que Dios iba a elevar para ellos: para darles
· Fuerza
· Habilidad
· Bendición
· Protección
· Cuidado
—pero
ellos tenían que obedecer Su voz, guardar Su pacto y Sus mandamientos.
Verso 20: “He aquí, Yo mando al Ángel delante de
ustedes, para que los guarde, y los traiga al lugar que Yo he preparado. Estén
en guardia en Su presencia y obedezcan Su voz…” (Versos 20-21). Si un ángel de Dios le dice que haga algo,
usted debe hacerlo.
Vuelvan a Zacarías, padre de Juan el
Bautista, recuerden que el ángel Gabriel dijo, ‘Tu
esposa va a concebir.’ ¿Cómo va a suceder esto? Gabriel
dijo, ‘Ya que no me creíste, te vas a
quedar mudo, sin la capacidad de hablar hasta que nazca el niño.’ Zacarías no dijo, ‘Gracias por el mensaje, no puedo esperar a llegar a casa.’
“… No lo provoquen, porque Él no perdonará
sus transgresiones; porque
Mi nombre está en Él. Pero si ustedes en verdad obedecen Su voz, y hacen todo lo que les
digo…” (Versos 21-22). El ángel es un
mensajero, y sólo está llevando la Palabra de Dios a los individuos— ¿Correcto? En este caso, está cuidando de toda la nación.
“…Entonces seré un enemigo para sus enemigos, y un adversario
para sus adversarios” (verso 22).
¿No es esto interesante? Miren lo que tenemos que hacer—todo
porque no le creemos a Dios y rechazamos Sus leyes—tenemos
que combatir el terrorismo. Nosotros no le creímos a Dios. ¡No! Nosotros
queremos seguir por nuestro camino. Va a ser de ésta manera con las
naciones del mundo cuando tomemos posesión y reinemos con Cristo. Vamos a tener
que enseñarles el camino correcto. Lo países y los pueblos van a entrar en un
pacto con Jesucristo y con los Santo resucitados para gobernar las naciones del
mundo por mil años. Estas van a ser las leyes que serán aplicadas.
Verso 23: “Porque Mi ángel irá delante de ustedes y los traerá a los
Amonitas, a los Hititas, y a los ferezeos, y a los Cananeos, los Heveos, y los Jebuseos. Y
Yo los cortaré.” Después Él da una advertencia. Dios
siempre da una advertencia, porque a la gente le gusta venir y pensar
que una pequeña modificación de lo que Dios ha dicho estará bien, mientras ‘yo obtenga un beneficio.’
Verso 24: “No te inclinarás ante sus dioses, ni los servirás. Y no
harás de acuerdo con sus obras. Sino que seguramente las derribarás, y
seguramente molerás sus imágenes erguidas,” Vayan y destruyan
sus bosques, sus ídolos, toda la adoración pagana que hay ahí. Bueno, ustedes
saben lo que sucedió cuando no lo hicieron. Sin embargo, es importante entender
esto, porque nosotros vamos a preguntar, ‘¿Qué fue lo que dijo el pueblo cuando oyeron
todas estas palabras?’
Verso 25: “Y ustedes servirán al Señor su Dios, y Él bendecirá su pan
y su agua. Y Yo quitaré la enfermedad de en medio de ustedes. Nadie expulsará a sus jóvenes, ni será
estéril en su tierra. Yo cumpliré el número de sus días. Enviaré mi temor delante
de ustedes, y destruiré a todos los pueblos a quienes vendrán. Y haré que sus
enemigos les den la espalda” (Versos
25-27).
Este es el tipo de guerra que Dios quiere
peleemos, cuando dice, ‘¡Vayan
a la guerra! Nosotros lo hacemos ¡a la manera de Dios! ¡Nosotros creemos
en Dios! ¡Confiamos en Su Palabra! Miren lo que hoy está sucediendo porque no
lo hacemos. Ah, tenemos Seguridad Nacional; todos tienen que ser checados de
pies a cabeza si van a viajar en avión. Tarde o temprano también habrá
revisiones en carreteras. Paradas de revisión en la carretera:
· ¿Qué lleva en el auto?
· ¿A dónde se dirige?
· ¿Quién es usted?
· ¿Qué está haciendo?
· ¿Tiene alguna identificación
oficial?
¡Todo porque no le creemos a Dios!
Verso 28: “Y
enviaré avispones delante de ustedes, los cuales ahuyentarán a los Heveos, los
Cananeos, y a los Hititas de delante de ustedes. No los ahuyentaré dentro de un año, no sea que la tierra se
vuelva desierta, y la bestia del campo se multiplique contra ti. Pero los
echaré de delante de ustedes poco a poco, hasta que hayan incrementado y
hereden la tierra” (Versos
28-30). Después les menciona sobre las fronteras—desde
el Río Nilo hasta el Éufrates (Verso 31).
Verso 32: “No harás ningún pacto con ellos ni con sus dioses.” Recuerde lo que hicieron Josué y
los ancianos cuando vinieron los gabaonitas y fingieron que eran de un país
lejano. ‘Ah no, no somos habitantes de la
tierra.’ Ellos hicieron juramento de que ellos
serían leñadores y acarreadores de agua. ¿Qué sucedió? ¡Se volvieron una
espina en su carne!
¡Hicieron un pacto con ellos sin poner a
Dios primero! ¡Sin primero consultar a Josué y al Sumo Sacerdote!
Después el Sumo Sacerdote iría ante Dios con el urim y el tumim, y
posteriormente Dios les daría Su respuesta.
Verso 33: “Ellos no deben morar en su tierra, no sea que los hagan
pecar contra Mí;
porque si sirven a sus dioses, seguramente les serán un obstáculo.”
Todas estas son leyes, mandamientos,
juicios, y estatutos que Dios les dio como parte del pacto con Israel.
Recuerden, Dios podía añadirle a esto: clarificando leyes, y clarificando
juicios cuando llegaban a circunstancias que no estaban enumeradas aquí
específicamente.
Veamos, ¿qué pasa después de que se hace
el pacto? Vamos a ver donde fue que se desarrolló la ceremonia de bodas en
realidad, y como fue consumada.
(Pasar a la siguiente pista)
Veamos cuando entró en vigor el pacto entre Dios y los
hijos de Israel en el monte Sinaí. Estoy repasando estas cosas, porque nos
ayudan a entender si sabremos automáticamente lo que tendremos que hacer cuando
seamos resucitados de los muertos, ¿Qué va a suceder en el Mar de Vidrio?
¡Va a haber una ceremonia matrimonial! También van a
suceder muchas otras cosas. Nosotros tenemos que entender lo que vamos a hacer,
así como Israel tuvo que entender lo que debían de hacer. Después de que Dios
le había dado todos estos juicios y ordenanzas extra a Moisés, para que llevara
estas palabras al pueblo. Veamos lo que sucedió. Así como en cualquier
matrimonio, va a haber testigos.
Éxodo 24:1 “Y Él dijo a Moisés, “Suban al
SEÑOR, tú y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel, y adoren
lejos.” Dios quería
que todo el pueblo de Israel supiera—tanto
líderes como el sacerdocio—que esto no era algo inventado de su mente mientras estaba en la cima del Monte Sinaí. Sí, ¡Dios
realmente estaba ahí! En realidad Dios les dio estas palabras.
Verso 2: “Y
Moisés sólo se acercará al SEÑOR, pero ellos no se acercarán. Ni el pueblo
subirá con él.’ Y Moisés vino y le dijo a la gente todas las palabras del SEÑOR...”
(Versos 2-3). Recuerden la propuesta que Dios dio en Éxodo 19 y todos los
juicios. Repasemos esto, y veamos la propuesta que la gente aceptó. Después de
la propuesta, los hechos de las cosas llegan a tomar forma con los Diez
Mandamientos, y todas estas otras leyes que se dan.
Aquí está lo que Dios dijo en Éxodo 19:5: “Ahora por tanto, si por cierto obedecen Mi voz y guardan Mi
pacto, entonces serán un tesoro especial para Mí sobre todas las gentes;
porque toda la tierra es Mía. Y serán para Mi un reino de sacerdotes y
una nación santa.’…” (Versos 5-6). ¿No le suena esto
un poco como Apocalipsis 20— ‘seremos
reyes y sacerdotes y reinaremos con Cristo.’
Veamos la conexión, porque todo lo que sucedió en el
Antiguo Testamento fue una tipificación de lo que va a suceder con nosotros.
Aquí Dios está reuniendo a su pueblo para sí mismo, presentándoles Sus leyes,
estatutos, juicios y mandamientos. Entonces se dan todos los detalles. Él no
les había dado los detalles. Él no les había dicho nada al respecto, hasta que
prometieran que harían todo lo que Dios había dicho.
Éxodo 24:3 “Y Moisés vino y le dijo a la gente
todas las palabras del SEÑOR… [y todos los juicios; así que ahí está]… y toda la gente respondió con una sola
voz y dijo, ‘Todas las palabras las cuales el
SEÑOR ha dicho, haremos.’” Cuando usted le dice sí a
Dios, Él espera que su ‘sí’
sea un sí, y que su ‘no’
sea un no. Así que cuando ellos dijeron, …‘Todas
las palabras…haremos,’” ellos eran los responsables de
cumplirle.
¿Qué se hizo para sellar este pacto? Verso 4: “Y Moisés escribió todas las
palabras del SEÑOR…” –un contrato matrimonial; un pacto por escrito. Dios escribe
estas cosas entre Él y Su pueblo. Él tiene Sus siervos escribiendo para que no
haya ningún error. Para que nadie pueda decir, ‘yo
creí haberte escuchado decir esto…’ Y
alguien mas dirá, ‘No, yo no escuché eso, pero sí
escuché…’ la otra cosa. Todo está escrito.
¿Qué hay del Nuevo Pacto? ¿Está éste escrito? ¡Si! Continuemos.
“…y se levantó temprano en la mañana, y
construyó un altar en la base de la montaña y doce pilares de acuerdo a las
doce tribus de Israel. Y envió hombres jóvenes de los hijos de Israel quienes
ofrecieron ofrendas quemadas, y sacrificaron ofrendas de paz de bueyes al
SEÑOR” (Versos
4-5). Éstos eran sacrificios. ¿Qué hacían ellos con la sangre? Esto se
convierte en la clave esencial, aquí mismo:
Verso 6: “Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en vasijas, y la mitad de la sangre
la roció sobre el altar.” Recuerden: ¡Sin el derramamiento de sangre no hay pacto!
Cuando no hay derramamiento de sangre, entonces se pone en prenda la vida. Es
por eso que en el matrimonio entre dos personas no hay sacrificio ni el
derramamiento de esa sangre. Pero lo que si hay, es la promesa de vida hasta
que mueran. Así es que han puesto en prenda sus vidas.
Aquí está lo que sucedió, Verso
7: “Y tomó el libro del pacto,
y leyó a los oídos de la gente…” ¡Dios quiere que lo sepamos! Es por eso que tenemos toda la
Biblia—el Antiguo y el Nuevo
Testamento— la unidad entre el Antiguo y
el Nuevo Testamento, y las cosas que ahí están escritas para que aprendamos.
Así que,
· Él dijo todas las
palabras al pueblo
· Después las escribió
· Después tomó el libro del pacto
y lo leyó a los oídos del pueblo.
¡Todos lo escucharon!
“…Y ellos dijeron, “‘Todo lo que el SEÑOR ha dicho haremos, y seremos obedientes.’”
(Verso 7). Ahora, entonces tenemos
· Las palabras del pacto
· Las palabras del matrimonio
· El contrato es dado a conocer
en su totalidad
Verso 8: “Y Moisés tomó la sangre y la roció sobre la gente, y dijo, ‘He aquí la sangre del pacto, el cual el SEÑOR ha hecho con
ustedes concerniente a todas estas palabras.’” El
pueblo la aceptó, y la respuesta tenía que ser llevada a Dios. Tenía que haber
testigos que vieran que Moisés realmente fue con Dios, y que le entregó la
respuesta del pueblo personalmente.
Verso 9: “Y Moisés subió, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los
ancianos de Israel. Y vieron al Dios de Israel…”
(Versos 9-10). Aquí está Dios en la cima del Monte Sinaí. Obviamente, tenían
que subir hasta la cima para poder verlo. Nosotros vemos que hay un Mar de
Vidrio Pequeño, en este punto donde Dios estaba parado en particular. Cuando
ellos llegaron ahí para verificar como testigos de que, sí, era Dios,
tenían que estar estos testigos: “Aarón,
Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel…”
“…Y había bajo Sus pies como si fuera un trabajo
pavimentado de piedra de zafiro, y como si fueran los cielos en claridad” (Verso 10) ¡Ellos vieron
a Dios! Moisés le llevó la respuesta del pueblo. Él le mostró que el
libro estaba rociado con la sangre de los animales del sacrificio. Él le dijo a
Dios, y Dios vio que la sangre de los animales del sacrificio había sido
rociada sobre el pueblo. Ellos dijeron, “…Todo lo que el SEÑOR ha dicho
haremos...”
(Verso 7). Es importante que entendamos lo siguiente, concerniente a la
secuencia del tiempo: Esto fue poco después de Pentecostés.
· Los Diez Mandamientos fueron
dados en el Día de Pentecostés
· Moisés subió y recibió lo que
tenemos en Éxodo 21-23, que son todas las palabras del pacto
· Moisés volvió y las contó
al pueblo
· Ellos dijeron, ‘Todo lo que Dios ha dicho, haremos.’
· Moisés las escribió
· Al día siguiente, Moisés las leyó
a oídos del pueblo
· El pueblo dijo, ‘Todo lo que Dios ha dicho, haremos.’
Nosotros vemos que los hijos de Israel
dijeron tres veces, que lo que Dios ha dicho ‘eso haremos.’ Lo tenemos:
· Cuando fue entregada la
propuesta (Éxodo 19).
· Dos veces una vez que todo fue
entregado y escrito en el libro del Pacto, y fue leído a los oídos del pueblo.
Todos ellos dijeron, ‘eso haremos.’
Aquí está la ceremonia de bodas oficial
entre el Señor Dios y los hijos de Israel. Moisés fue el mediador entre ambos.
Verso 11: “…Y sobre los nobles de los hijos de Israel Él no impuso Sus
manos. También ellos vieron a Dios y comieron y bebieron.” ¿Qué tenemos
aquí? ¡Tenemos una fiesta de bodas por el pacto de Israel! Los que participaron
en ella fueron Moisés, Aarón, Nadab, Abiú, y también los 70 ancianos de Israel.
Después de que terminaron de comer, esto solemnizó y
oficializó la ceremonia, y arregló el pacto entre Dios e Israel. Ahora hay más
por venir:
Verso 12: “Y el SEÑOR dijo a Moisés, ‘Sube a Mí en la montaña, y
estate allí. Y te daré tabletas de piedra, y la ley, y mandamientos los cuales
He escrito, para que tu puedas enseñarles.’”
Dios está diciendo, ‘Esta bien, les Voy a responder.
Ustedes ya me respondieron. Ustedes dijeron que van a hacer todo lo que Yo les
he mandado. Ahora Yo les voy a responder a ustedes.’
Así es con nosotros. Nosotros
le respondemos a Dios, Él pone Sus leyes en nuestras mentes y corazones, pero
nosotros las tenemos que estudiar para llegar ahí— ¿correcto? ¡Sí!
Verso 13: “Y Moisés se levantó, y su ayudante Josué.
Y Moisés subió a la montaña de Dios. Y les dijo a los ancianos, ‘Esperen aquí por nosotros hasta
que vengamos de nuevo a ustedes. Y he aquí, Aarón y Hur están con
ustedes. Si cualquier hombre tiene un asunto, que vaya a ellos.’ Y Moisés subió a la montaña, y una nube cubrió la montaña.
Y la gloria del SEÑOR moró sobre Monte Sinaí, y la nube lo cubrió seis días…” (Versos 13-16). Aquí lo
tenemos, justo aquí.
· Los hijos de Israel vieron
la nube, vieron la gloria
· Los 70 ancianos de Israel vieron
el perfil de Dios
· Vieron el Mar de Vidrio sobre el cual Dios estuvo de
pie
· Ellos confirmaron que
Moisés le dio estas cosas a Dios
· Ellos confirmaron que
era Dios
· Ellos tuvieron la cena del
pacto, la fiesta de la boda
“…Y el
séptimo día Él llamó a Moisés de en medio de la nube. Y la vista de la gloria
del SEÑOR era como un fuego consumidor sobre la cima de la montaña a los
ojos de los hijos de Israel. Y Moisés entró en medio de la nube, y subió a la
montaña. Y Moisés estuvo en la montaña cuarenta días y cuarenta noches” (Versos 16-18).
Después vinieron todas las
instrucciones para el tabernáculo y el servicio de Dios, para que el pacto y la
relación de Dios con el pueblo pudieran proceder, y estar en una base de
trabajo. Lo primero que Dios hizo fue darle instrucciones a Moisés para
construir el tabernáculo.
Él dijo, Éxodo 25:1: “Y el SEÑOR habló a Moisés diciendo, “Habla a los
hijos de Israel para que me traigan una ofrenda. Tomarás una ofrenda de todo
hombre que la dé voluntariamente de su corazón”” (Versos 1-2).
Aquí está lo que Dios quería
hacer, verso 8: “Y que Me hagan un santuario… [De acuerdo a Sus instrucciones,
las que Dios le dio a Moisés]…para
que pueda morar entre ellos.” Dios quería morar con Su pueblo.
Hoy podemos ver otro paralelo
diferente: ¡Dios mora en nosotros! Él vive en nosotros, a través
del poder de Su Espíritu Santo. El Nuevo Pacto tiene un estándar más alto, un
propósito más grande, y promete vida eterna. Este pacto con Israel no hacía
eso.
Después Él da todas las
instrucciones, todo lo que debían hacer para construir el tabernáculo, para
edificarlo, para tener las cortes, para tener las tablas que acondicionarían
para poner sobre ellas el lino, y las pieles de cabra y cosas por el estilo, y
para construir el Arca del Pacto; para construir el lugar santísimo y
ensamblarlo. Todo era portable para que pudiera ser trasladado.
Pasaremos por alto todas las
otras cosas que sucedieron en este intervalo de tiempo. Recuerden, ¡los hijos
de Israel se rebelaron! Ellos no sabían lo que le había sucedido a Moisés,
porque él estuvo arriba 40 días y 40 noches. ¡Aarón los metió en un serio
problema! Hizo el becerro de oro, e hizo que todo se volviera confusión total. Ellos
rompieron el pacto de Dios incluso antes de que comenzara.
Dios les reiteró todo de nuevo,
después de que Moisés oró por ellos y rogó para que Dios no los destruyera.
Dios le dijo a Moisés, ‘Tu déjame solo que destruiré a
todo este pueblo, y haré de ti una gran nación.’ Pero Moisés siendo bueno y compasivo y comprensivo,
intercedió por los hijos de Israel y por Aarón, y Dios aceptó continuar
lidiando con ellos e ir a la ‘tierra prometida’ con ellos.
A partir de entonces, se le
tuvo que dar corrección al pueblo de Israel. Moisés rompió las dos tablas de
piedra sobre las cuales Dios había escrito los Diez Mandamientos. El castigo
fue impuesto a los que jugaron un papel decisivo en la rebelión. El perdón le
fue concedido a Aarón porque Moisés oró por él. Pero Aarón no entró en la ‘tierra prometida’;
tampoco Moisés.
Entonces Dios dijo, ‘Voy a tratar con ustedes, sólo que moverán la Tienda del
Encuentro fuera del campamento. Moisés fue a encontrarse con Dios hasta que
terminaron el tabernáculo. Después él subió a la montaña por segunda vez, y se
quedó ahí otros 40 días y 40 noches, y cuando bajó, su rostro brillaba como si
hubiera estado iluminado. Esta vez, todo el pueblo de Israel realmente creyó
que Moisés estaba con Dios cuando vieron la gloria de su rostro. Moisés no se
dio cuenta de esto, pero después de que entendió lo que había pasado, puso un
velo sobre su cabeza cuando habló al pueblo de Israel. Pero cuando venía ante
Dios, se lo quitaba.
Todo estaba terminado. Dios le
dio habilidades especiales y entendimiento a la mano de obra que debía de estar
en todos los aspectos de la construcción del tabernáculo, del Arca, de los
instrumentos Santos, y del resto de esas cosas. Aquí es cuando el pacto entra
en completo vigor. Todo hasta este punto era
· La propuesta
· El matrimonio
· La aceptación
· El tiempo fuera para la
rebelión y la re institución de todo
Llegamos al primer mes del segundo año que
estuvieron en el desierto. Éxodo 40:1: “Y el SENOR habló a Moisés diciendo, “Pondrás el tabernáculo
de la tienda de la congregación en el primer día del primer mes’” (Versos
1-2). Él hizo eso; lo puso. Dios le dijo todas
las cosas para ponerlo, y tenerlo listo.
Veamos lo que pasó después de
que hizo esto; todo en su lugar como debía de estarlo. Dios propuso que Él
moraría entre Su pueblo, y que Él pondría Su presencia en el lugar Santísimo en
el tabernáculo. También se daría a conocer por el pilar de fuego en la noche, y
las nubes de día.
Verso 33: “Y él puso la corte alrededor del
tabernáculo y el altar, y puso el portal de la puerta de la corte. Y Moisés
terminó el trabajo. Y la nube cubría el tabernáculo de la congregación, y la
gloria del SEÑOR
llenaba el tabernáculo” (Versos
33-34). Todo el pueblo vio esto. ¡Todo el pueblo
sabía que este era Dios!
Verso 35: “Y Moisés no fue capaz de entrar en el
tabernáculo de la congregación porque la nube se quedaba sobre el, y la gloria
del SEÑOR llenaba
el tabernáculo. Y cuando la nube se alzaba sobre el tabernáculo, el pueblo de
Israel seguía su viaje en todas sus travesías. Pero si la nube no se alzaba,
entonces ellos no viajaban hasta el día en que se elevara” (Versos 35-37).
Ahora, hay más detalles que se
añadieron a esto. ¿Cómo se santifico y se puso en marcha esto, en la manera que
debía? ¡Lo averiguaremos en el libro de los Números! Se desenvuelven más
detalles. Va a ser lo mismo cuando seamos resucitados de los muertos, y nos
encontremos con Jesús en el aire en el Mar de Vidrio. Vamos a entender los
detalles de lo que necesitamos hacer.
· ¿Sabemos lo que debemos hacer?
· ¿Alguna vez hemos sido un
sacerdote?
· ¿Alguna vez hemos sido un rey?
· ¿Acaso hemos asistido alguna
vez en una de estas funciones?
· ¿Qué es lo que va a hacer Dios?
Él no nos lo va a canalizar en nuestra
cabeza; Él nos los va enseñar. Aquí también hay más detalles. Ahora que la
presencia de Dios está en el tabernáculo, ¿Qué hace usted? Está vacío, ahí no
hay nada excepto las cosas que fueron construidas de acuerdo a las
instrucciones de Dios.
Números 1:1: “Y el SEÑOR habló a Moisés en
el desierto del Sinaí, en el tabernáculo de la congregación, en el primer día
del segundo mes, en el segundo año después de que habían salido de la
tierra de Egipto.”
Veamos lo que sucedió después
de que la gloria de Dios llenó el tabernáculo que se hizo. Aquí hay muchas
cosas más que se tenían que cumplir, para que estuviera de pie y en pleno
funcionamiento.
Números 7:1—aquí retomamos la secuencia del tiempo: “Y sucedió que en el día en que Moisés
había puesto el tabernáculo completamente, y lo había ungido y santificado, y todos sus
utensilios, ambos el altar y sus utensilios, y los había ungido y santificado,
y los líderes de Israel ofrecieron, los hombres a la cabeza de la casa de sus
padres, los líderes de las tribus; éstos fueron los que estuvieron sobre
los enumerados” (Versos 1-2). Algunos de éstos
eran los que también habían visto a Dios cuando él estaba en el Mar de Vidrio.
Ellos trajeron una ofrenda;
cada tribu trajo una ofrenda comenzando el primer día del primer mes del
segundo año que estuvieron en el desierto. Todo lo que trajeron era idéntico.
Verso 4: “Y el SEÑOR habló a Moisés diciendo, ‘Tómalo de ellos para que puedan ser usados en el
servicio del tabernáculo de la congregación. Y tu se lo darás a los Levitas, a
cada hombre de acuerdo a su servicio.’ Y
Moisés tomó los vagones y el ganado y se los dio a los Levitas. Él les dio dos
vagones y cuatro bueyes a los hijos de Gerson, de acuerdo a su servicio. Y él
le dio cuatro vagones y ocho bueyes a los hijos de Merari, de acuerdo a su
servicio, bajo la mano de Itamar, el hijo del sacerdote Aarón” (Versos 4-8).
Después de que se entregaron
estas ofrendas especiales, hubo ofrendas diarias, Verso 12: “Y aquel que ofreció su ofrenda el primer
día fue Nasón, el hijo de Aminadab, de la tribu de Judá.” Uno de los príncipes de Israel, cada uno
de las 12 tribus, traería su ofrenda especial todos los días para poner el
tabernáculo.
Verso 18: “En el segundo día…” igualmente
Verso 24: “En el tercer día…”
Vamos al final y veamos que
pasó, verso 78: “En el doceavo
día…” Aquí tenemos
todas las ofrendas que se trajeron, todos los implementos, todo lo que fue
hecho.
Entonces hubo otra ceremonia
especial, la santificación de los Levitas para estar al servicio de Aarón y sus
hijos como sacerdotes. Después tenemos un conteo de todos los Levitas y un
censo de los primogénitos de los hijos de Israel. Había una diferencia entre
los 22,000 Levitas. (Es interesante que aquí hay 22,000 Levitas y que hay 22
letras en el alfabeto Hebreo). Había una diferencia, así que hubo una ofrenda
especial para ellos.
Aquí viene algo muy importante
que también debemos de entender. Esto se logró en los primeros 12 días del
primer mes del segundo año. ¿Qué significa esto? Números 9 nos habla acerca de
la Pascua que los hijos de Israel guardaron en el desierto. Esto significa que
la Pascua se celebraría dentro de dos días. Esto es algo muy importante. Lo que
encontramos es lo siguiente: Después de que el tabernáculo fue puesto en pleno
funcionamiento con todos los implementos, equipo, y todo lo que fue dado a los
hijos de Aarón y a los Levitas, ya todo estaba listo. Pero lo que encontramos
acerca de la Pascua es que no hubo un solo animal sacrificado en el templo
para la Pascua. ¿No les dice esto algo sobre el sacrificio de la Pascua
ofrecido en el templo? ¡Sí lo hace!
Números 9:1 “Y el SEÑOR habló a Moisés en el desierto del
Sinaí, en el primer mes del segundo año después de que salieron de la tierra de
Egipto, diciendo, “Deja que los hijos de Israel también guarden la Pascua en su
tiempo señalado. En el décimo cuarto día de este mes, entre las dos tardes, la
guardarán en su tiempo señalado. Ustedes la guardarán de acuerdo a todos sus
estatutos, y conforme a todas sus ceremonias’” (Versos 1-3).
¿Qué hicieron ellos en la tierra
de Egipto? ¡Mataron el cordero de la Pascua en sus casas! ¿Qué hicieron
aquí? ¡Mataron el cordero de la Pascua en sus tiendas! ¡Muy simple! No
hay lugar en donde diga que hicieron fila para matar su cordero de la Pascua en
el tabernáculo. Si eso hubiera sido algo que Dios quería que hicieran,
obviamente lo hubieran hecho en la primera Pascua después de que fue puesto el
tabernáculo.
Todo está en marcha. El
matrimonio se efectuó. El pacto es seguro. Ahora, si los hijos de Israel—hubieran sido fieles—hubieran
entrado en la ‘tierra prometida’ para el tiempo de la Fiesta de los Tabernáculos de este
mismo año. ¡Pero se rebelaron! ¡No le creyeron a Dios! Después de vagar durante
40 años, cuando todos los mayores de 20 años murieron en el desierto, y sus
cuerpos quedaron esparcidos en el desierto, Dios les dice esto en Deuteronomio
4; veamos como es que esto iba a ser algo que los hijos de Israel le mostrarían
a las otras naciones. Uno pensaría que
· Después de haber purgado a los
rebeldes
· Después de haber tenido mana
durante 40 años
· Después de haber visto lo que
Dios hizo a sus enemigos
· Después de haber visto lo que
Dios hizo a los que se rebelaron contra Él
Ellos se hubieran dedicado a guardar la
verdad. Dios les advirtió:
Deuteronomio 4:1: “Y ahora, Oh Israel, escuchen los estatutos y los juicios los
cuales les enseño, para que los hagan, para que puedan vivir y entrar y poseer
la tierra la cual el SEÑOR Dios de sus padres da a ustedes. No adicionarán
a la palabra la cual les ordeno; ni quitarán de ella, para que puedan guardar
los mandamientos del SEÑOR su Dios los cuales les ordeno” (Versos 1-2).
Después Él habla sobre cómo les
va a dar la tierra. Dios sabía que otras naciones vendrían y querrían saber
como es que esta nación de los hijos de Israel tenía tantas bendiciones, y qué
era aquello tan grande sobre lo que hacían.
Verso 6: “Y los guardarán y harán, porque esta es su
sabiduría y su entendimiento a la vista de las naciones…” Israel iba a abrir el camino para todas las naciones del
mundo. Pero lo que le ha sucedido a Israel a lo largo del tiempo y de la
historia, es que ha querido ser como las naciones del mundo, ¡No como la
nación de Dios!
“…las cuales oirán todos estos estatutos y
dirán, ‘Seguramente
esta gran nación es un pueblo sabio y entendido.’ Porque ¿qué nación es tan grande cuyo Dios está tan
cerca de ellos, como el SEÑOR nuestro Dios está, siempre que nosotros Lo
invocamos? Y ¿qué gran nación tiene estatutos y juicios que son tan
justos como toda esta ley la cual coloco delante de ustedes hoy?” (Versos 6-8). Ellos hubieran aprendido lo grandioso que
esto era.
Después el repasó lo que
hicieron, y después de haber repasado los Diez Mandamientos en Deuteronomio 5,
veamos lo que Dios dice en Deuteronomio 6.
Una vez que se hace la
ceremonia matrimonial; una vez que hay aceptación de estas cosas y el
conocimiento y entendimiento de las leyes y mandamientos, y todo está listo
para entrar en la ‘tierra prometida’; todo el pueblo en acuerdo después de 40 años de
peregrinaje, Dios les da estas instrucciones—ustedes
pueden leer el resto del libro de Deuteronomio, y lo que Dios hizo para ayudar
a prepararlos para entrar.
Dios aún iba a hacer que fueran
un pueblo especial y único para Él. Iba a hacer que las otras naciones del
mundo fueran atraídas hacia ellos, para que aprendieran como debían de gobernar
sus países, y como servir al verdadero Dios, en lugar de servir a dioses
falsos, demonios, estatuas e ídolos, los cuales hacían con sus propias manos.
Deuteronomio 6:1: “Estos son los mandamientos, los estatutos, y los
juicios los cuales el SEÑOR nuestro Dios ordenó enseñarles para que puedan
hacerlos en la tierra a donde van a poseerla.” Dios quería que les fuera bien.
Recuerden esto: ¡Dios quiere
que hagamos lo que Él dice para que nos vaya bien! No quiere que nos
rebelemos como los hijos de Israel. No creamos que podemos añadir algo al
camino de Dios, que sea mejor que lo que Dios ya nos dio.
Verso 2: “Que puedan temer al SEÑOR su Dios, guardar
todos Sus estatutos y Sus mandamientos los cuales les ordeno, usted, y su hijo,
y el hijo de su hijo, todos los días de su vida, y para que sus días puedan ser
prolongados.” Esto
es lo que Dios quiere.
Nosotros podemos aprender la
lección de esto en lo que necesitamos hacer hoy, para que podamos ser parte del
pacto establecido en el Mar de Vidrio después de la primera resurrección. Va a
haber muchas cosas que tendremos que aprender, saber, hacer, ver, mirar, y
observar. Es por eso que la resurrección tiene que suceder en el Mar de Vidrio.
Ya veremos los paralelos de muchas cosas que hemos aprendido aquí concernientes
al pacto entre Dios e Israel, y de como será el pacto entre los santos
resucitados, Dios el Padre, y Jesucristo.
Verso 3: “Oye por tanto, Oh Israel, y sean
diligentes a ello, para que pueda irles bien, y que puedan multiplicarse
grandemente, como el SEÑOR Dios de nuestros padres les ha prometido, en la
tierra que fluye con leche y miel. Oye, Oh Israel. Nuestro único Dios es el SEÑOR, el SEÑOR. Y amarán
al SEÑOR su Dios con todo su corazón y con toda su alma y con toda su fuerza. Y
estas palabras las cuales les ordeno en este día estarán en sus
corazones” (Versos
3-6). Esto es lo que necesita estar con nosotros también— ¿verdad?
Verso 7: “Y diligentemente las enseñarán a sus
hijos, y hablarán de ellas cuando se sienten en su casa y cuando caminen por el
camino, y cuando se acuesten, y cuando se levanten.”
Dios quería que realmente
comenzaran llegando a la ‘tierra prometida’ con:
· Fuerza
· Fe
· Creencia
· Confianza en Dios
· Sabiendo lo que debían hacer
Con
· Sacerdotes y Levitas en
funcionamiento
· Un ejército funcional de los
hombres de guerra que Dios había desarrollado
1. Dios
guiándolos hacia la batalla
2. Siendo
fieles a Dios en todo lo que hacían
Bueno, que mal que no resultó de esa
manera. Dios sabía que estas cosas iban a suceder. ¡Ahora veremos algunos de
los paralelos que existen mañana en el día de Pentecostés y la boda del
Cordero, la cena de la Boda del Cordero, que ocurrirá en el Mar de Vidrio!
Escrituras de Referencia:
1) Éxodo 19:3-11, 16-24
2) Éxodo 20:18-21, 13
3) Éxodo 21:12-25, 28-36
4) Éxodo 22:1
5) Éxodo 23:12-17, 20-30,
32-33
6) Éxodo 24:1-2
7) Éxodo 19:5-6
8) Éxodo 24:3-10, 7, 11-18
9) Éxodo 25:1-2, 8
10) Éxodo 40:1-2, 33-37
11) Números 1:1
12) Números 7:1-2, 4-8, 12,
18, 24, 78
13) Números 9:1-3
14) Deuteronomio 4:1-2, 6-8
15) Deuteronomio 6:1-7
Escrituras de Referencia no citadas:
· Éxodo 19:12-15
· Éxodo 20:1-17
· Éxodo 23:31
· Apocalipsis 20
· Deuteronomio 5
Derechos de autor 2012—Todos los derechos reservados.
Excepto por breves extractos para propósitos de revisión, ninguna parte de esta
publicación puede ser reproducida o usada en ninguna forma o por ningún medio
si el permiso escrito del propietario de los derechos de autor. Esto incluye
fotocopias o grabaciones electrónicas y mecánicas, así como también el uso de
almacenamiento de información y sistemas de recuperación.