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Epístola de Primera de Pedro IV

Fred R. Coulter – 8 de agosto, 1992

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La última vez llegamos hasta I Pedro 1:12, pero déjenme decirles que hay mucho que ver aquí. Cuando terminemos esta serie, lo que quiero hacer es juntar ciertos puntos en columnas paralelas con Una Armonía de los Evangelios. También quiero hacer un estudio temático, porque como ministros – y yo exhortaría a todo ministro a que lo haga honestamente con la Palabra de Dios – debemos meternos a estudiarlo a profundidad para poder entenderlo.

Entre más lo estudio más me doy cuenta de lo grandiosa que es la Palabra de Dios, y de la manera tan fantástica en que todo está ordenado—de cómo concuerdan los Evangelios de Cristo, de Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Pablo y Pedro . ¡Todos concuerdan! No hay conflicto entre uno y otro, aunque pueda parecer que lo hay si usted sólo lee uno o dos versos.

La manera en que todo encaja es simplemente asombrosa, y yo pienso que uno de los problemas más grandes en el servicio al pueblo de Dios, ha sido el cambiar el énfasis de amar a Dios con todo nuestro corazón, mente, alma y ser… a servir a una organización. Ahora, a pesar de que organizarse sea algo bueno—porque no queremos que haya confusión—Ninguna organización debe tomar el lugar de Dios (que es lo que pasa con iglesias como la católica por ejemplo).

Retomemos nuestro estudio en I Pedro 1:13, porque aún hay mucho por cubrir y mucho por hacer. Lo ideal sería terminar el capítulo uno para comenzar con el capítulo dos hoy mismo… pero no vamos a apresurarnos para que no seamos superficiales en lo que estamos estudiando.

I Pedro 1:13: “Por esta razón, estén preparados en sus mentes, sean auto-controlados, y estén esperando totalmente en la gracia… [Ya hablaremos más sobre esto mientras avanzamos]… que les será traída en la revelación de Jesucristo. Como hijos obedientes, no se conformen a la antigua lujuria, como hicieron en su ignorancia. Sino así como Quien los ha llamado es santo, ustedes mismos también sean santos en toda su conducta. Porque está escrito, “Sean santos  porque Yo soy santo.” Y si ustedes invocan al Padre, Quien juzga de acuerdo a la obra de cada hombre sin acepción de personas, pasen el tiempo de viaje de su vida en el temor de Dios; sabiendo que no fueron redimidos por cosas corruptibles, por plata u oro, de su frívola forma de vivir, heredada por tradición de sus antepasados; sino por la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin defecto y sin mancha; Quien verdaderamente fue conocido de antemano antes de la fundación del mundo, pero que fue manifestado en estos últimos tiempos por amor a ustedes; incluso por ustedes quienes a través de Él creen en Dios, Quien Lo levantó de los muertos y Le dio gloria, para que su fe y esperanza pudieran estar en Dios. Habiendo purificado sus vidas en obediencia a la Verdad hacia el amor fraternal sincero a través del Espíritu, ámense uno al otro fervientemente con un corazón puro. Porque ustedes han sido engendrados de nuevo, no de semilla corruptible, sino de semilla incorruptible, por la Palabra viva de Dios, la cual permanece por siempre. Porque toda carne es como pasto, y toda la gloria del hombre es como la flor del campo; el pasto se ha marchitado, y su flor ha caído. Pero la Palabra del Señor perdura por siempre; y este es el mensaje que fue predicado a ustedes a través del evangelio” (versos 13-25). Noten que los últimos versos encajan con lo que dice Santiago: que toda la carne es como el pasto del campo.

Volvamos a comenzar desde el verso 13 para ver algunos puntos importantes. Aquí tenemos tres mandatos que en el griego están en imperativo—lo cual significa que son una directriz de la Iglesia. El verso 15 es uno de ellos: “Sino así como Quien los ha llamado es santo, ustedes mismos también sean santos en toda su conducta.” Ese es un mandato, y el día de hoy vamos a ver: ¿Cómo podemos ser santos en nuestra conducta?

La siguiente instrucción la encontramos en el verso 17: “…pasen el tiempo de viaje de su vida en el temor de Dios.” Ahora, yo lo traduje como ‘el viaje de su vida’ porque en el griego original dice: “estén conduciendo el tiempo de su viaje en el temor.” Obviamente no debe ser en el temor del hombre, y como su viaje representa su vida, es apropiado insertarlo en itálicas: “…el viaje de su vida en el temor de Dios.” Es Dios a Quien debemos temer. Así que ahí está el segundo mandato.

El tercer mandato está en el verso 22: “Habiendo purificado sus vidas en obediencia a la Verdad hacia el amor fraternal sincero a través del Espíritu… [Aquí está la instrucción]:…ámense uno al otro fervientemente con un corazón puro.” Pienso que eso es lo que hemos hecho a lo largo de los años: Amarnos unos a otros; crecer en conocimiento; y enfocarnos en lo que Dios quiere que hagamos, tengamos y seamos.

Ahora, ¿En cuál de los mandamientos de Jesús podemos pensar? – Comencemos aquí en el verso 22 – porque vamos a volver a hablar sobre la fe, la esperanza, y el amor. Esto ya lo vimos en la epístola de Santiago, lo estamos viendo en la epístola de Pedro, y vamos a volver a verlo en las epístolas de Juan. Esto también lo vimos en el Evangelio de Cristo y en los escritos del Apóstol Pablo. ¿Por qué? ¡Porque es el mismo Espíritu inspirando el mismo mensaje, para que todos conozcamos y entendamos el camino de Dios! ¿Alguno de ustedes recuerda el mandamiento básico?

Juan 13:34: “Un nuevo mandamiento les doy; que se amen el uno al otro en la misma forma que Yo los he amado, así es como deben amarse el uno al otro.” Esa es la base de todo. Pedro predicaba la misma doctrina que Jesucristo enseñó. 

También es importante que veamos lo que dice en I Pedro 1:25: “Pero la Palabra del Señor perdura [o vive] por siempre…” Que encaja con lo que dice en el verso 23: “Porque ustedes han sido engendrados de nuevo, no de semilla corruptible, sino de semilla incorruptible, por la Palabra viva de Dios, la cual permanece por siempre.”

La Palabra de Dios debe vivir en nosotros; y cuando eso sucede y ponemos nuestro enfoque en Dios el Padre y en Jesucristo, muchos de nuestros problemas comienzan a caer en el olvido. Ahora, en cierto sentido esto también nos trae otros problemas—porque no dependemos de la estructura de una organización para traernos salvación—y hay personas no pueden con eso; hay personas que no han crecido hasta el punto de depender solamente de Dios. Otro problema que también se da es que algunas personas en lugar de hacer esto, se siguen en el nombre de Dios predicando otro Evangelio. Así que ahí tenemos las dos caras de la moneda.  

Verso 25: “Pero la Palabra del Señor perdura por siempre…” Agreguémosle un par de Escrituras ahí. ¿Cuáles son las cosas más importantes que Jesucristo enseñó? Una de las primeras la encontramos en tres lugares diferentes de la Biblia: Mateo 4:4, Lucas 4:4 y Deuteronomio 8:3, que es: ‘No sólo de pan vivirá el hombre, sino por cada Palabra de Dios.’ Y en una de ellas dice, ‘…por cada Palabra que procede de la boca Dios vivirá el hombre.’

También hay otra Escritura que nos muestra la Palabra de Dios personificada – Es decir, Cristo — Y ustedes la conocen de memoria. Juan 1:1: “En el principio era [¿?] La Palabra, y la Palabra estaba [¿?] con Dios, y la Palabra era [¿?] Dios…Y la Palabra se hizo carne…” (Versos 1, 14). Esa es toda la clave del libro de Pascua.

Vayamos a Juan 15 para ver otra escritura que tiene que ver con ‘amarnos los unos a los otros.’ Yo creo que el libro de Efesios y Juan capítulos 14, 15, 16 & 17, son las porciones más utilizadas en mi Biblia. La razón por la que quiero repasarlos es para que apreciemos la tremenda inspiración de la Biblia, y también porque encajan con los últimos versos de I Pedro. ¡La forma en que todo encaja a la perfección es asombrosa!

Juan 15:7: “Si [moran] viven en Mí… [La palabra ‘moran’ (VRV) aquí significa, vivir y permanecer en Mi]…y Mis palabras viven en ustedes…” Así es como debemos vivir por cada palabra de Dios. Dejen que la Palabra de Dios viva en sus mentes, los guie, y los dirija por medio del Espíritu Santo de Dios en amor y en entendimiento.

¿Recuerdan que en Santiago vimos las cosas que van contra nuestra manera de vivir? Yo he recibido mucha corrección del libro de Santiago, y también estoy recibiéndola de I Pedro – mucha corrección. Aquí está la clave, verso 7: “Si viven [y permanecen] en Mí, y Mis palabras viven… [y permanecen]…en ustedes, pedirán cualquier cosa que deseen, y esto les sucederá.”

Eso es algo que nos ayuda a incrementar nuestra fe— ¡Reclámenlo como una promesa hermanos! ¿Cuál es nuestra meta más importante, y aquella que realmente deseamos? ¡Estar en el Reino de Dios! ¿No? Y mientras estemos conscientes que todo lo demás parte de ahí… vamos a poder entender lo que dice aquí:

Verso 8: “En esto es Mi Padre glorificado, en que lleven mucho fruto; así serán Mis discípulos… [Si nosotros no damos mucho fruto, entonces no podemos ser Sus discípulos]… Como el Padre Me ha amado, Yo también los he amado… [Y no puede haber un superlativo más grande de amor.] …vivan [o continúen] en Mi amor. Si guardan Mis mandamientos, vivirán en Mi amor; así como Yo he guardado los mandamientos de Mi Padre, y vivo en Su amor” (versos 8-10). Esto encaja con los últimos versos de I Pedro 1.

Ahora sí volvamos a I Pedro por favor. Me gustaría que anotaran las siguientes palabras, y que dejen espacio suficiente debajo de cada una para escribir uno o dos versos relacionados (del capítulo 1).  

Las palabras son:

1.           Esperanza

2.           Fe

3.           Gracia

4.           Obediencia

5.           Santidad

6.           Amor

Vamos a repetir esta dinámica en todos los capítulos que repasemos, para mostrarles la forma tan maravillosa en que Dios ha inspirado estos escritos. Es asombroso cómo el mensaje de Pedro nos trae esperanza, la cual viene acompañada de fe, y de amor, y de obediencia, y de gracia.

I Pedro 1

I. Esperanza

§    Verso 3: “… [Él] nos ha engendrado otra vez hacia una esperanza viva… [¿Cómo?]… a través de la resurrección de Jesucristo de los muertos.”

§    Verso 13: “Por esta razón, estén preparados en sus mentes, sean auto-controlados, y estén esperando totalmente en la gracia…”

§    Verso 21: “Incluso por ustedes quienes a través de Él creen en Dios, Quien Lo levantó de los muertos y Le dio gloria, para que su fe y esperanza pudieran estar en Dios.”

Veamos esta misma esperanza en los versos: 3, 13 & 21.

§    Verso 3: “…hacia una esperanza viva a través de la resurrección de Jesucristo de los muertos.” Por lo tanto, podemos decir que la esperanza está directamente relacionada con la resurrección de los muertos. Cristo es las primicias, y después los que sean Suyos a Su venida.

¿Ven cómo todo encaja perfectamente?

§    Verso 13: “…estén esperando totalmente [o completamente] en la gracia…”

Ahora, este aspecto de la gracia es más que sólo el perdón de los pecados. ¿Qué es lo que aprendemos de esperar en la gracia que será traída a nosotros en la revelación de Jesucristo? ¿Cuál es la gracia final que Dios nos va a dar? ¡Un cuerpo y una mente completamente nuevos… cuando venga la resurrección! Esa es la gracia—la gracia final de la resurrección que Dios otorga. Si hay algo que no merecemos es precisamente eso, y por eso entra en el contexto de la gracia.  

§    Verso 21: “[A aquellos quienes] creen en Dios, Quien Lo levantó de los muertos… [De nuevo refiriéndose a la resurrección de Jesucristo, la cual nos da la esperanza, que a su vez nos da fe]…y Le dio gloria, para que su fe y esperanza pudieran estar en Dios.” Así que esto nos lleva hasta el tiempo de la resurrección. 

II. Fe

§    Verso 5: “Quienes estamos siendo guardados por el poder de Dios a través de la fe, para la salvación…” Aquí vuelve a enfatizar en la salvación que va a ser ¿cuándo? En la resurrección.  

§    Verso 7: “Para que la prueba de su fe…”

¿Ven cómo encaja todo esto? Yo sólo trato de darles una perspectiva diferente sobre cómo estudiar. A veces leemos, estudiamos, y repasamos cosas (o temas específicos)… y no nos damos el tiempo para armar y sistematizar el resto de la estructura que los conforman: 

§    Verso 8: “A Quien, no habiendo visto, ustedes aman; en Quien, aunque en el tiempo presente no lo ven, creen…” Y puse ‘creen’ porque la raíz de la palabra de fe viene de creencia – usted cree; nosotros creemos.

§    Verso 9: “Y están recibiendo el fin de su fela salvación de sus almas.”

§    Verso 21: “…Quien Lo levantó de los muertos y Le dio gloria, para que su fe y esperanza pudieran estar en Dios.”

III. Gracia

§    [Noten la última oración] Verso 2: “…Gracia y paz sean multiplicadas a ustedes…” La gracia de Dios continúa a lo largo de nuestras vidas, y el acto final de la gracia de Dios – por así decirlo – radica en la resurrección. Jesús dijo, “Yo soy el Principio y el Fin.” Todo fin tiene un principio; el acto final de esa gracia es su resurrección… que a la vez es el principio de su nueva vida en el Reino de Dios por siempre y para siempre.

Eso fue lo que en verdad me impactó mientras preparaba y repasaba este sermón—cómo todo se conecta tan maravillosa y asombrosamente. Hay personas tan ciegas allá afuera que dicen que ‘la Biblia es un mito’… pero no han investigado sobre el Hinduismo; no han investigado sobre el Budismo.  

§    Verso 10: “Concerniente a tal salvación los profetas que profetizaron de la gracia que vendría a ustedes…”

§    Verso 13: “…y estén esperando totalmente en la gracia…”

Así que debajo de “gracia” tenemos los versos 2, 10, y 13.

IV. Obediencia

Este es un tema interesante porque a muchas personas no les gusta obedecer a Dios. Ellos quieren el amor, la esperanza, y la vida eterna… pero no quieren obediencia. Veamos cómo encaja todo esto:

§    Verso 2: “…de acuerdo al conocimiento predeterminado de Dios el Padre, por la santificación… [Y esto también pueden anotarlo debajo de ‘Santidad’ – porque la palabra ‘santificado’ significa ser hecho Santo]…a través del Espíritu, a la obediencia…”

Ahí lo tienen. ¿Y qué es lo opuesto a la ‘obediencia’? ¡El pecado! ¿No es así? El pecado es lo opuesto a la obediencia¡Porque el pecado es la transgresión de la Ley! Al guardar la Palabra de Dios en nuestra mente y dejar que ésta nos guie, adquirimos la capacidad de entenderla porque todo encaja perfectamente.

“…a la obediencia y aspersión de la sangre de Jesucristo: Gracia y paz sean multiplicadas a ustedes” (verso 2).

Hebreos 10:19: “Por tanto, hermanos, teniendo [audacia] confianza de entrar en el verdadero santísimo por la sangre de Jesús…” La audacia significa completa confianza. Una de las cosas por las que seguramente estamos pasando, es que entre más entendemos lo que Dios está haciendo… más comprendemos la salvación que nos ofrece y la paz que nos da.

Algo muy importante que debemos entender, es que tenemos a muchos ancianos en nuestra congregación y en nuestra lista de envíos; y es importante que lo entendamos porque entre más envejecemos, más nos acabamos; es así de simple. Por eso Jesús dijo: ‘la carne en nada beneficia.’

Al mismo tiempo, esto también nos hace darnos cuenta de la magnitud de la bendición de Dios, y del acceso directo que tenemos hacia Dios el Padre cuando oramos ‘Padre Nuestro.’ Esa debe ser una fuente continua de inspiración, de amor, y de profunda humildad — porque entre más lo pensamos, más lo entendemos, y más nos damos cuenta de lo fantástico que es Dios— ¡más grandioso se vuelve todo esto! Hermanos, si están pasando por eso – y yo estoy seguro que lo están – entonces experimentan un grado más profundo de conversión que pone a la doctrina en la perspectiva correcta. Porque a menos que usted ame a Dios y tenga acceso de esta manera, la doctrina no va a servirle de nada. Pero nosotros tenemos acceso al Santísimo, hacia el lugar más Santo de todo el universo.

Por eso el verso 20 dice: “Según una forma nueva y viva, la cual Él consagró por nosotros a través del velo (esto es, Su carne), y teniendo un gran Sumo Sacerdote sobre la casa de Dios, aproximémonos a Dios con verdadero corazón, con completa convicción de fe…” (Versos 20-22). Noten cómo esto se conecta con lo que Pedro está enseñándonos aquí. Cuando nosotros vemos nuestros pecados y deficiencias, casi siempre decimos ‘Ah, ¿Pero cómo puedo hacer eso?’ Y sin embargo Dios siempre está ahí; listo, esperando, y dispuesto a perdonar. Eso es algo sumamente profundo e importante.

“…habiendo sido purificados nuestros corazones de una conciencia maligna, y nuestros cuerpos habiendo sido lavados con agua pura” (verso 22).

La otra noche estaba pensando en lo acostumbrados e insensibles que nos hemos hecho a la televisión, y creo que eso nos sucede a todos de alguna manera. ¡En serio! ¡Allá afuera hay matanzas! ¡Hay asesinatos! ¡Hay alboroto en todos lados! Así que aquella noche me quedé pensando: Aquí estamos nosotros, llenando nuestras mentes con el curso natural de los eventos de este mundo, y con toda esta serie de asesinatos desde que Caín mató a Abel. ¡Nosotros lo vemos como si nada! Pero ¿Hasta dónde hemos llegado los seres humanos en el tiempo del fin?  

Verso 23: “Retengamos sin vacilación la esperanza que profesamos, porque Quien prometió es fiel… [Refiriéndose a Quien prometió salvación; a Quien prometió vida eterna]…Y preocupémonos uno por el otro… [Lo cual necesitamos]…y animémonos uno al otro hacia el amor y las buenas obras… [Aquí está la prueba para todos los que dicen que sólo necesitamos amor, y que no necesitamos obras— ¿Cómo van a sacarle la vuelta a esto? Tenemos que estimularnos y amarnos hacia buenas obras.’]…No abandonando el congregarnos, así como algunos están acostumbrados a hacer” (versos 23-25).

Ahora, esto se vuelve complicado cuando las personas están tan esparcidas como nosotros. Muchos han sido tan maltratados y golpeados por personas en distintas organizaciones, que el único lugar ‘seguro’ que tienen para guardar el sábado es en casa. Pero bueno, esperemos que Dios arregle las cosas para que ellos puedan congregarse de alguna manera.

“…sino más bien, animándonos unos a otros… [No lastimándonos, ni hablando mal unos de otros]…y cuanto más conforme ven que se acerca el día… [¿Cuánto más ahora que antes?]…Porque si voluntariosamente seguimos pecando… [De manera planeada, predeterminada, y sin arrepentimiento]…después de recibir el conocimiento de la verdad, ya no hay ningún sacrificio por los pecados, sino una expectativa espantosa de juicio inevitable y de fuego feroz, el cual devorará los adversarios de Dios. Consideren esto: cualquiera que rechaza la ley de Moisés muere sin misericordia bajo el testimonio de dos o tres testigos… [Y aquí está en lo que Pablo quiere que reflexionemos]:… ¿Cuanto peor castigo piensan que merecerá quien haya pisoteado al Hijo de Dios, y haya considerado la sangre del pacto, con la cual fue santificado, como una cosa profana, y haya desdeñado al Espíritu de gracia? Porque conocemos a Quien ha dicho, “‘¡La venganza  Me pertenece! ¡Yo recompensaré!’ dice el Señor.” Y otra vez, ‘El Señor juzgará su pueblo.’ Es una cosa terrible caer en las manos del Dios vivo” (versos 25-31).

Es por eso que Dios nos da el arrepentimiento hermanos. Es por eso que Dios nos da un corazón tierno: Para que a pesar de nuestra debilidad en la ‘ley del pecado y muerte’ dentro de nosotros [en cualquiera de nosotros], podamos evitar eso a través del arrepentimiento. En otro pasaje dice: ‘pues nuestro Dios es un fuego.’

Ahora volvamos a I Pedro – donde dice ‘bajo obediencia.’ ¿Cuánta debería ser esa obediencia? Bueno, júzguenlo ustedes en base a lo que leímos en Hebreos 10.

§    I Pedro 1:2: “…a la obediencia y aspersión de la sangre de Jesucristo.”

§    Verso 14: “Como hijos obedientes…” ¿Significa esto que hemos de ser como pequeños bebés? Ahí podríamos citar donde Jesús dice (en Mateo 18) ‘traigan los niños a Mi’ – Él puso las manos sobre ellos y dijo, ‘A menos que vengan como estos niños, en ninguna manera verán el Reino de Dios.’ Y, ¿De quién somos hijos cuando recibimos el Espíritu de Dios? Somos los hijos de Dios. Entonces, así es como debemos obedecer; como hijos obedientes de Dios.

§    Verso 17 : “Y si ustedes invocan al Padre…” Porque somos los hijos del Padre.

§    Verso 22: “Habiendo purificado sus vidas en obediencia a la Verdad…” ¿Y qué es lo primero que se le vine a la mente cuando lee esta escritura? ‘Santifícalos en Tu Verdad. Tu Palabra es Verdad.’ Después vemos que en el Salmo 119 dice: ‘Tus mandamientos son Verdad. Tus leyes son verdaderas. Tú eres Santo y justo.

V. Santidad

§    Verso 2: “…de acuerdo al conocimiento predeterminado de Dios el Padre, por la santificación a través del Espíritu, a la obediencia…”

§    Verso 15: “Sino así como Quien los ha llamado es santo… [Esa es la medida completa; la medida perfecta]…ustedes mismos también sean santos en toda su conducta.” ¿Cómo puede usted ser santo en toda su conducta? ¡Haciendo del Espíritu de Dios su guía! Porque, ¿Qué dice la Escritura?

Romanos 8:14: “Porque tantos como son guiados por el Espíritu de Dios, esos son los hijos de Dios. El Espíritu mismo… [El Espíritu Santo de Dios]…da testimonio conjuntamente con nuestro propio espíritu, testificando que somos hijos de Dios. Entonces si somos hijos, somos también herederos.” Así que ahí tenemos hijos obedientes – Santidad, y santificados.

§    Verso 16: “…Sean santos  porque Yo soy santo.”

VI. Amor

§    Verso 8: “A Quien, no habiendo visto, ustedes aman [o están amando]…” Ahora, es interesante que esto lo diga en tiempo presente. Usted “está amando” – de manera continua, lo cual tiene un significado mucho más profundo – porque es algo que usted está haciendo. Ya hemos cubierto parte de eso en Juan capítulos 14 & 15.

§    Verso 22: “Habiendo purificado sus vidas en obediencia a la Verdad hacia el amor fraternal sincero a través del Espíritu, ámense uno al otro fervientemente con un corazón puro.”

¿Ahora ven la manera tan asombrosa en que encajan todas estas cosas? ¿Cuántas veces hemos dicho que la Palabra de Dios es como una esfera y no como un círculo? Es como una esfera o una pelota que se intersecta con un número infinito de maneras de revelar la Verdad de Dios. Entre más estudiamos la Palabra de Dios, más aprendemos—porque siempre hay más para que aprendamos. Eso es lo más maravilloso y emocionante respecto a esto. Ahora, también hay personas que se opacan y que no se emocionan por la Palabra de Dios. Pero déjenme decirles que entre más la estudiamos… ¡Más emocionados deberíamos estar! Porque cada vez que la estudiamos:

·             Más se comprueba a sí misma

·             Más nos convencemos de que viene de Dios,  

·             Más nos convencemos de que debemos amar a Dios y a Jesucristo

Ya volveremos para estudiar estos versículos, pero pienso que es sumamente importante que lo entendamos y que lo tomemos en cuenta. Sólo miren la manera tan fantástica en que ha sido inspirado y escrito el primer capítulo de Pedro. Ahora, ¿Qué es por mi traducción?...  Mi traducción sólo fue tomada del griego. Como he dicho antes: esto es sólo para propósitos de estudio, y no para tener una versión nueva autorizada. Cuando haga la compilación final voy a incluir el texto griego interlinear [que incluye al griego, al inglés, y a la traducción Reina Valera] para que las personas la puedan comparar, y no digan que estoy tratando de crear una traducción de la Biblia.

(Ir a la siguiente pista)

I Pedro 1:13: “Por esta razón, estén preparados en sus mentes… [La Versión Reina Valera dice, ‘ceñid los lomos de sus mentes,’ pero lo que quiere decir es: estén preparados para la acción.]…sean auto-controlados…” Si hay algo en la vida que es muy, pero muy, pero muy importante… ¡es el autocontrol!

Nosotros casi siempre reaccionamos – ¿No? ¡Vaya que sí! Reaccionamos ya sea por: mal genio, ira, enfado, defensa propia – y todo este tipo de cosas. Pero Dios también nos pone a usted y a mí en situaciones que no nos gustan (a veces con nuestra propia familia), para que aprendamos a ser auto-controlados; para que podamos aprender el amor. Es muy fácil amar a alguien que nos ama, pero es muy difícil amar a alguien que no nos ama. ¡Por eso necesitamos autocontrol!

“…y estén esperando totalmente en la gracia… [Lo cual encaja perfectamente con el proverbio que dice: ‘donde no hay visión, el pueblo falla.’ Por eso debemos esperar completamente] …en la gracia que les será traída en la revelación de Jesucristo” (verso 13) – o en la resurrección.

II Corintios 10 nos dice cómo debemos preparar nuestras mentes para la acción – o cómo ‘ceñir los lomos de nuestra mentes.’ Recuerden que entre más conozcamos la Palabra de Dios, más profundo se vuelve cada uno de estos versos. 

II Corintios 10:1 dice: “Ahora yo Pablo estoy personalmente exhortándolos por la mansedumbre y gentileza de Cristo…” ¡Porque así debe ser nuestra obediencia a Cristo!

¿Cuántas veces hemos pasado por situaciones en las que el ministro ha sido duro, arrogante, y ventajoso? ¿Cuántas veces HEMOS—y digo hemos porque tengo que empezar ¡por mí!— (Incluso en nuestras relaciones personales y cercanas…) hemos usado la arrogancia y la dureza de manera destructiva? Yo hablo por experiencia propia, de la cual no estoy nada complacido ni contento.

Pero miren cómo aborda el tema el Apóstol Pablo, dice: “Ahora yo Pablo estoy personalmente exhortándolos por la mansedumbre y gentileza de Cristo…” (Verso 1). ¿Y qué nos dice esto acerca de Cristo? La Biblia dice que fue llevado como una oveja al matadero; que Cristo ‘no abrió Su boca’ y en ningún momento ‘pronunció palabra’ en contradicción ni en enojo. Pero, ¿Qué fue lo que dijo cuando estaba muriéndose? ¿Qué les dijo a las personas que le habían hecho esto y que, en juicio, merecían la muerte?: ‘Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.’ Es importante que meditemos en esto… y que lo veamos a la luz de lo que Cristo puede hacer en realidad.

Pablo dijo, “…Por un lado, cuando presente con ustedes soy base, pero por otro lado, cuando ausente soy audaz para con ustedes” (verso 1). ¡Y vaya que sabía escribir! Los de Corinto pensaban que Pablo era débil en persona, ¡Pero sus cartas pesaban!

Verso 2: “Pero estoy suplicándoles para que, cuando esté presente, no tenga que ser audaz con la confianza con la cual pretendo mostrar audacia hacia algunos, quienes piensan que estamos caminando según la carne.” Si hay algún hombre que pudiera juzgar respecto a eso, ese sería Pablo. Pablo tuvo que pasar por muchas cosas durante su vida.  

Verso 3: “Porque aunque caminamos en la carne, no guerreamos de acuerdo a la carne… [Y aquí está cómo tener nuestras mentes listas o ‘ceñidas’ para la acción]:…Porque las armas de nuestra guerra no son carnales, sino poderosas a través de Dios para el derrocamiento de fortalezas” (versos 3-4). ¿Cuál es el factor más fuerte en su vida? ¡La naturaleza humana! ¿Y dónde está almacenada? Justo ahí, ¡en el cráneo!

Verso 5: “Echando abajo vanas imaginaciones, y toda cosa alta que se exalta a sí misma… [Es decir, cada pensamiento que llegue a nuestra mente, y que vaya:]…contra el conocimiento de Dios.”

Esto puede aplicar de muchas maneras diferentes. Puede aplicar para cualquier pensamiento ya sea de pecado, de arrogancia, o de auto-engrandecimiento en el que usted crea que:

·             Sabe más que Dios

·             Que puede instruir a Dios

O

·             Que su propia ira va a efectuar la justicia de Dios.

¿Recuerdan lo que dijo Santiago?... ‘La ira del hombre no obra la justicia de Dios.’ Y desde que estudiamos eso la última vez, créanme que trato de aplicarlo cada vez más a mi vida hermanos. Por favor oren para que pueda hacerlo. 

Verso 5: “Echando abajo vanas imaginaciones, y toda cosa alta que se exalta a sí misma… [Ahora, aquí está cómo tener nuestras mentes listas para la acción:]…y trayendo a cautividad… [Esto es, poner bajo control]…todo pensamiento a la obediencia de Cristo.”

No es pecado que nos llegue un pensamiento; no es pecado que nos llegue una tentación. Pero cuando su deseo se involucra y usted no somete ese pensamiento… ¡Entonces le abre paso al pecado! El caso de David con Betsabe es el ejemplo perfecto. David no hizo lo que dice en II Corintios 10:5:

“…y trayendo a cautividad todo pensamiento a la obediencia de Cristo; y teniendo una disposición para vengar toda desobediencia, cuando su obediencia haya sido cumplida… [Recuerden que todo empieza en la mente. Debemos tomar la desobediencia y convertirla en obediencia.] …¿Están viendo las cosas de acuerdo a su apariencia? Si alguno está persuadido en su propia mente que él es de Cristo, reconsidere esto respecto a sí mismo; porque exactamente como él es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo” (versos 5-7). Así es como debemos preparar nuestras mentes para la acción.

Ahora, además de estar preparadas… nuestras mentes también deben ser auto-controladas. En Lucas 12:35 tenemos otro ejemplo hablado por Cristo, que dice: “Sus lomos estén ceñidos…” Esto es, preparados para la acción. Es difícil imaginarlo porque la mayoría nos imaginamos una faja o un corsé cuando leemos esto, pero eso no es de lo que está hablando. Cuando esto fue escrito las personas usaban túnicas muy largas, que solían limitarlas a la hora de actuar rápido.

Sería interesante que lo intentaran en alguna ocasión: Traten de hacer ejercicio y de correr con un vestido largo. Les aseguró que si lo hacen, no va a pasar mucho tiempo antes de que se tropiecen. Así que las personas de aquella época se ponían un cinturón ancho alrededor de la cintura, con el cual ceñían sus vestiduras a la hora de salir a la acción. 

Verso 35: “Sus lomos estén ceñidos y sus lámparas ardiendo.” Las lámparas se refieren a nuestro ejemplo, porque nosotros debemos ser una luz para el mundo. Ahí podríamos anotar Mateo 5, donde dice: ‘Ustedes son la luz del mundo, la sal de la tierra.’

Agreguémosle una escritura más a este punto; Efesios 6:14: “Estén por tanto, teniendo sus lomos ceñidos con verdad…” Haciendo de la Palabra de Dios parte de nuestro ser.   

Ahora volvamos a I Pedro 1:13: “…esperando totalmente en la gracia que les será traída en la revelación de Jesucristo. Como hijos obedientes, no se conformen a la antigua lujuria, como hicieron en su ignorancia” (versos 13-14). No debemos hacer eso. Ahora, anoten en su margen I Juan 3:1-2, donde dice lo siguiente acerca de los hijos de Dios: ‘¡He aquí! ¡Qué glorioso amor nos ha dado el Padre, que deberíamos ser llamados los hijos de Dios!’ Y quiero que nos enfoquemos en la última parte de I Pedro 1:14, donde dice: “…no se conformen a la antigua lujuria, como hicieron en su ignorancia.”

Vayamos a Romanos en el capítulo 6, donde se habla un poco sobre lo que hacemos con nuestra mente. ‘No se conformen a su manera pasada de vivir.’ Y ¿cómo lo hacemos? ¡No entregándonos a las antiguas lujurias! Pero, ¿Qué pasa si nos deslizamos y cometemos un error? ¿Qué pasa si tenemos un problema con el que hemos tenido que batallar durante años? ¿Cómo lidiamos con eso? ¡Arrepintiéndonos y volviéndonos a Dios cuando el problema se presente!

Yo conozco personas que han batallado mucho para dejar de fumar – aunque fumar es sólo uno de muchos ejemplos. Podemos hablar de vicios, podemos hablar de temperamentos, y podemos mencionar muchas otras cosas. Cuando estuve en Boise, me tocó atender a un hombre que tenía problemas con el cigarro, porque había escuchado a un ministro decir: “Si usted fuma, no puede tomar la Pascua.” Así que muy temeroso se acercó conmigo y me dijo: ‘De verdad no quiero hacerlo, pero sigo fumando y no creo que deba tomar la Pascua.’ Pero yo le dije, ¡No! ¡Tiene que hacerlo! Usted tiene que tomar la Pascua, y  necesita continuar arrepintiéndose de eso.

Es decir, aquí está un hombre que tiene problemas para dejar de fumar… y que cada vez que lo hace lo detesta, se odia a sí mismo, castiga su consciencia, y su actitud hacia Dios es derribada por los suelos. Bueno, ese hombre necesitaba tomar la Pascua. La segunda Pascua que estuvimos ahí, él dijo, ‘Ah, sigo fumando.’ Yo dije, Bueno, pero ¿Es menos? Él dijo, ‘Sí, es menos, pero sigo fumando y para mí es muy difícil superar este hábito.’ Yo le dije, Mira, lo que vamos a hacer es realmente pedirle a Dios que te ayude esta vez. Toma la Pascua. La Pascua es para cubrir tus pecados. ¿Quieres que este pecado sea cubierto? Y él me dijo ‘Sí,’ Entonces Toma la Pascua. Así que en la Pascua siguiente (es decir, al tercer año), este hombre se me acerca y me dice: ‘¿Adivine qué? ¡Ya lo dejé! Y Yo le dije, ¡Qué Bien!

Lo mismo sucede con cualquier otro pecado que tengamos que vencer. Ahora, no me malentiendan; lo único que estoy diciendo es que Dios no los ha abandonado por eso. ¡NUNCA SE RINDAN! Arrepiéntase y manténgase cerca de Dios; Romanos 6 nos dice cómo hacerlo:

Romanos 6:11: “En la misma forma también, ustedes ciertamente deberían considerarse a sí mismos muertos al pecado… [Nosotros estamos muertos a eso aunque haya lujurias que se oponen a nosotros. Nosotros seguimos muertos a eso.] …pero vivos para Dios a través de Cristo Jesús nuestro Señor. Por tanto, no dejen que el pecado gobierne… [Ni que tenga control sobre nosotros. No dejen que gobierne] …en su cuerpo mortal…” Dejemos que Cristo nos dé más de Su Espíritu Santo mientras luchamos contra el pecado. ‘Traigan todo pensamiento en cautividad a la obediencia de Jesucristo,’ ¡Y no dejen que el pecado gobierne! Derriben ese pensamiento.

Verso 13: “Así mismo, no cedan sus miembros como instrumentos de injusticia para pecar; sino, cédanse a sí mismos a Dios como aquellos que están vivos de los muertos… [Noten cómo todo encaja una vez más con la resurrección, y con mantener ese enfoque en nuestra mente]…y sus miembros como instrumentos de justicia para Dios. Porque el pecado no gobernará sobre ustedes…” (Versos 13-14) Y no gobernará sobre nosotros mientras:

·             Estemos venciendo.

·             Mientras Amemos a Dios.

·             Mientras Sirvamos a Dios.

Aunque nosotros pequemos por la ‘ley del pecado y muerte’ – es muy importante que sepamos y entendamos esto. Porque mientras haya arrepentimiento, hay esperanza; mientras haya esperanza, hay perdón; y mientras haya perdón… ¡Hay una manera de vencer!

Romanos 8:1: “Consecuentemente, entonces no hay condenación a aquellos que están en Cristo Jesús, quienes no están caminando de acuerdo a la carne, sino de acuerdo al Espíritu.” De eso se trata la gracia de Dios. No nos condena, pero ¿Qué tenemos que hacer?

Volvamos a Romanos 6:13: “…sino, cédanse a sí mismos a Dios como aquellos que están vivos de los muertos, y sus miembros como instrumentos de justicia para Dios. Porque el pecado no gobernará sobre ustedes porque no están bajo ley…” (Versos 13-14). La palabra ‘la’ no aparece en el griego original. El texto dice: “… no están bajo ley…” ¿Por qué? ¡Porque están bajo gracia! Dios nos ha llamado a Su gracia, y a todo lo que ésta conlleva.

“…no están bajo ley sino bajo gracia. ¿Entonces qué?...” (Versos 14-15) – porque Dios no quiere que nadie sea engañado. Uno bien podría pensar que como no estamos bajo ley, ahí podríamos ponerle: bajo penalidad de la ley – pero como tampoco estamos bajo penalidad de la gracia, no podemos hacer un paralelo exacto.

Verso 15: “¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo ley, sino bajo gracia? ¡DE NINGUNA MANERA!... [Ni siquiera dejen que el pensamiento entre en su mente]… ¿No se dan cuenta que a quien ustedes ceden como siervos para obedecer, son siervos de aquel que obedecen, si es de pecado hacia muerte, o de obediencia hacia justicia?... [Ahí tenemos nuevamente la palabra obediencia]…Pero gracias a Dios, que eran siervos de pecado, pero han obedecido de corazón… [Porque eso es lo que Dios quiere: obediencia de corazón]…esta forma de doctrina la cual fue entregada a ustedes; y habiendo sido librados del pecado, se convirtieron en siervos de justicia. Hablo desde un punto de vista humano por la debilidad de su carne; porque así como una vez cedieron sus miembros en esclavitud a la impureza, y a la ilegalidad hacia la ilegalidad…” (Versos 15-19). ¿Saben? Algunos de los que Dios ha llamado realmente se han entregado a estas cosas, y sin embargo Dios los llama.  

Anoche en el Canal Familiar (Family Channel) —que es el único con programas religiosos— me tocó ver a un hombre narrando la historia de su vida. En su relato, este hombre menciona a un niño de 12 años que se acercó a la celda donde estaba confinado y le dijo: ‘Tú eres mi amigo.’ El niño le habló sobre Jesucristo a los 12 años de edad, y para no hacerles larga la historia, el hombre finalmente se convirtió y dio su vida a Cristo. En lo personal, yo veo mucho valor en la forma de dirigirse a esa audiencia de jóvenes. Su lema (así como el nombre de su organización) era: Dos Veces Perdonado. Perdonado por el gobernador para que pudiera salir y hacer su trabajo; para salir de prisión. 

Este niño de 12 años ahora tiene 25, y estaba sentado en la audiencia. Fue realmente poderoso ver como este hombre describía lo que era estar en prisión; y la experiencia de traer a estos jóvenes para que hablaran con los prisioneros. Ahí es donde uno se da cuenta de que hay muchas personas que han estado en drogas, que han estado en sexo ilícito; y que han ido de iniquidad en iniquidad. ¿Pero saben qué?, los que no hemos pasado por alguna de estas cosas no debemos endurecer nuestros corazones hacia ellos; porque a ellos Dios también:

·             los llama

·             los perdona

·             los guía

Ellos necesitaban dar el siguiente paso, y ojalá que después de esto hubiera dicho: ‘den su corazón al Señor: Ahora vengan y seamos bautizados. Pero al menos están haciendo un esfuerzo; al menos lo están intentando, y están alejando a personas del pecado hacia Cristo—lo cual es algo bueno, algo muy bueno.

Como les decía, cuando vi esto no pude evitar pensar como “…una vez cedieron sus miembros en esclavitud a la impureza, y a la ilegalidad hacia la ilegalidad, así ahora… [Conviertan su vida, conviertan su mente, estén preparados para la acción, ciñan los lomos de su mente]…cedan sus miembros en esclavitud a la justicia hacia la [Santidad] santificación… [¿Ven cómo esto encaja con ‘sean Santos pues Yo soy Santo’?]…Porque cuando eran siervos del pecado, eran libres de justicia. Por tanto, ¿Qué fruto tuvieron entonces en las cosas de las cuales ahora están avergonzados? Porque el resultado final de aquellas cosas es muerte. Pero ahora que han sido librados del pecado y se han convertido en siervos de Dios, tienen su fruto hacia la santificación, y el resultado final es vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, pero el regalo de Dios es vida eterna a través de Cristo Jesús nuestro Señor” (versos 19-23).

Entonces, ¿ven cómo el Evangelio es el mismo?: Lo que Pedro predicó y lo que Pablo predicó fue inspirado por el Espíritu Santo. Volvamos a I Pedro en el capítulo 1. Quería terminar esto para hoy pero ya veremos qué podemos hacer. Hay muchas otras Escrituras que podríamos mencionar respecto a esto, pero no vamos a hacerlo porque nos tomaría mucho tiempo.  

I Pedro 1:15: “Sino así como Quien los ha llamado es santo, ustedes mismos también sean santos en toda su conducta.” Y eso se refiere a su conducta ahora.  

Otra manera de expresar esto sería preguntándonos: ¿Cómo puedo yo ser Santo como Dios es Santo? Sé que es un mandamiento difícil, pero ya responderemos esa pregunta. La otra pregunta que tenemos que responder es: ‘¿Cómo podemos hacerlo?’ Y la respuesta es: ‘Todas las cosas son posibles por medio de Cristo que me fortalece’— ¿Correcto? ¡Sí!

En Mateo 5:48 está lo que dijo Jesús: “Por tanto, serán perfectos, incluso como su Padre que está en el cielo es perfecto.” Ahora, esta es una orden muy exigente. ¡Es un mandamiento exigente! ‘Por tanto, sean perfectos’ – es una orden. ¿Y cómo se logra esto? Se logra a través del Espíritu de Dios.

Para todos aquellos que son anti-Antiguo Testamento, los invito a que me acompañen a Levítico 19 para que vean de dónde viene esto. Algunas personas dicen que no harán nada que no esté en el Nuevo Testamento, pero aquí hay algo de doctrina que está tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Puedo asegurarles que dejando fuera lo de los sacrificios animales… todo esto es doctrina del Nuevo Testamento. Repasemos un poquito porque aquí se nos muestra cómo ser Santos.

Levítico 19:1: “Y el  SEÑOR habló con Moisés, diciendo, ‘Habla a toda la congregación de los hijos de Israel y diles, “Ustedes serán santos, porque Yo el SEÑOR su Dios soy santo”’” (versos 1-2). ¿Cómo?:

1.           Teniendo el Espíritu Santo de Dios

2.           Teniendo la Palabra de Dios

3.           Obedeciendo los mandamientos de Dios

Si usted sigue los mandamientos de Dios (los cuales son Santos, justos y verdaderos) ¿No está usted siendo Santo en su conducta? ¡Sí! ¿Y cuál es la Santidad final que va a ocurrir, en la cual nos enfocamos ahora? ¡La resurrección!

Noten lo que dice en el verso 3: “Ustedes, cada hombre honrará a su madre y a su padre… [¿Debemos hacer esto ahora? Si]…y guardarán Mis Sábados… [Plural – no hay distinción entre Sábado semanal y Sábado anual]…Yo soy el SEÑOR su Dios. No se vuelvan a ídolos…” Y esa también es doctrina del Nuevo Testamento. Tal vez quieran anotar por ahí Apocalipsis capítulo 2, donde se habla sobre comer cosas sacrificadas a los ídolos. Las Iglesias de Pérgamo y Tiatira, fueron corregidas y advertidas de que perderían su salvación.  

“…ni hagan dioses fundidos para ustedes mismos. Yo soy el SEÑOR su Dios” (verso 4). Y Dios no hace esto para imponernos una carga… sino que lo basa en Sí mismo; en Su existencia.

Ahora, quiero que noten lo siguiente porque esto es doctrina del Nuevo Testamento: Verso 5: “Y si ofreces un sacrificio de ofrendas de paz al SEÑOR… [Es decir, cualquier cosa que nosotros le ofrezcamos al Señor]…lo ofrecerás por tu propia voluntad… [Porque nosotros así lo decidimos. Nosotros amamos a Dios porque así lo decidimos, y guardamos Sus mandamientos porque así elegimos hacerlo.]…Será comido el mismo día lo ofrezcas…” (Versos 5-6).

Verso 9: “Y cuando cosechen la cosecha de su tierra, no cosecharán totalmente las esquinas de su campo. Y no recogerán el rebusque de su cosecha. Y no rebuscarán su viñedo. Y no recogerán las uvas caídas de su viñedo. Las dejarán para el pobre y el extranjero. Yo soy el SEÑOR su Dios” (versos 9-10).

Eso es algo que se hace en este mismo condado. Aquí en las comunidades de Pleasant Hill, Concord, y Walnut Creek, hay grupos de personas que dan a los pobres y a los que no tienen hogar. Tienen voluntarios que recogen las naranjas, las manzanas, los limones, y las ciruelas… de los árboles decorativos en los vecindarios para dárselos a los pobres. Ahora ni los pobres pueden entrar a recoger en los campos, porque luego vienen personas – o mejor dicho, ladrones que no son pobres – que se roban la cosecha de las personas generosas. Pero esto que leemos es lo que Dios había dispuesto, y así es como debería de ser.

Verso 11: “No robarán, ni mentirán, ni serán engañosos el uno con el otro…” Y si quiere un estudio más profundo sobre esto: Utilice estos versos como trampolín, tome su concordancia, y mire donde se encuentran en el Nuevo Testamento. 

“…Y no jurarán por Mi nombre falsamente; ni profanarán el nombre de su Dios. Yo soy el SEÑOR su Dios. No defraudarán a su prójimo ni lo robarán… [¿No es esta doctrina del Nuevo Testamento ahora? ¡Sí!]…Las pagas del que es contratado no quedarán con ustedes toda la noche hasta la mañana… [En otras palabras, págale cuando es debido]…No maldecirán al sordo, ni pondrán una piedra de tropiezo ante el ciego, sino temerán a su Dios, Yo soy el SEÑOR” (versos 11-14). ¿Creen que Dios habla en serio cuando dice: Yo soy el SEÑOR? ¡Sí! Porque Él basa estos mandamientos en ¡Su misma existencia y en Su mismo ser!

Verso 15: “No harán injusticia en juicio…” Y eso es lo que están tratando de hacer en Los Ángeles. Quieren encontrar a un jurado que condene a estos policías, independientemente de si son inocentes o no.  

“…No respetarán la persona del pobre, ni honrarán la persona del poderoso…” (Verso 15). En otras palabras, al hombre pobre (que es pecador) no se le debe otorgar ni más ni menos respeto que al hombre rico (que también es pecador). Las personas pierden esta perspectiva cuando hay dinero de por medio, pero Dios dice que ni el dinero ni la pobreza deben impresionarnos.

Es como el Apóstol Pablo les dijo a los ancianos en Hechos 20: ‘Ustedes dan testimonio de que yo no codicié ninguno de sus bienes.’ Y aunque eso es un cumplimiento de lo que vemos aquí, hay algunas personas que sí lo hacen; le dan un trato diferente a las personas porque son ricas o pobres (cualquiera de las dos), siendo que Dios no lo hace así. 

“…sino juzgarán a su prójimo en justicia. No irán como un calumniador entre su pueblo, no se quedarán de brazos cruzados por la sangre de su prójimo. Yo soy el SEÑOR. No odiarán a su hermano en su corazón… [lo cual es doctrina pura de Nuevo Testamento]… Siempre amonestarán a su prójimo, para que no puedan llevar pecado por causa de él. No se vengarán, ni llevarán ningún rencor contra los hijos de su pueblo, sino amarán a su prójimo como a sí mismos. Yo soy el SEÑOR” (versos 15-18). A mí esto me suena como si estuviera leyendo el Nuevo Testamento ¿No creen?

Vayamos a I Juan en el segundo capítulo, para ver un ejemplo (en el Nuevo Testamento) de que no debemos odiar a nuestro hermano. I Juan 2:9 dice: “Cualquiera que clame que está en la luz… [Esto es, en la luz de Cristo]…pero odie a su hermano, está en la oscuridad hasta ahora. El que ame a su hermano está habitando en la luz, y no hay causa de ofensa en él. Pero el que odie a su hermano está en oscuridad, y está caminando en oscuridad, y no sabe a dónde va porque la oscuridad ha cegado sus ojos” (versos 9-11). Si hay algo que nos ciega de toda verdad eso es el odio. Lo que está pasando en Yugoslavia es un ejemplo de eso.

Ahora, ¿Qué haría usted si alguien matara a uno de sus hijos? Es una pregunta difícil ¿no? Es obvio que no va a querer abrazar y besar a esa persona; ¡Al contrario! Pero ¿Qué dijo Jesús? ‘Oren por aquellos que los odian y que los ultrajan.’ En un caso así hay que dejar que la ley siga su curso… pero sólo imaginen tener el amor suficiente para después de superar el trauma—sabiendo que su hijo sería resucitado en la segunda resurrección—poder guiar a esa persona hacia Cristo. ¡Ese sería todo un reto! ¿No creen?  ¿Sabían que eso es exactamente lo que Dios hizo con Pablo? Él tomó al que estaba matando miembros de la iglesia y lo convirtió en apóstol.

Ahora, con respecto a este caso: ¿Qué hay de donde habla sobre ‘un pecado hacia muerte’ y un ‘pecado no hacia muerte’? Veamos qué dice I Juan 5:16: “Si cualquiera ve a su hermano… [Refiriéndose a hermano en la Iglesia] …pecando un pecado que no es hacia muerte, él pedirá, y Él le dará vida para aquellos que no pecan hacia muerte. Hay un pecado hacia muerte…”

Aquí está hablando sobre la muerte eterna y el pecado imperdonable, pero este no sería el caso a menos que su hijo fuera asesinado deliberada y premeditadamente por un miembro de la iglesia. Pero si su hijo fuera asesinado por una persona común—a quien Dios no ha llamado—entonces sería un caso diferente.

Verso 16: “Si cualquiera ve a su hermano pecando un pecado que no es hacia muerte, él pedirá… [En otras palabras, orará por ese individuo]…y Él le dará vida para aquellos que no pecan hacia muerte… [Un buen ejemplo sería: el hombre del que les hablé quien tenía problemas para dejar de fumar]…Hay un pecado hacia muerte… [Que es el pecado imperdonable, y]…concerniente a ese pecado, no digo que él debería hacer alguna súplica a Dios.”

En otras palabras, la persona no está bajo obligación de orar en el caso del pecado imperdonable. Puede hacerlo; puede pedirle a Dios que libre a quien cometió el pecado. Pero cuando alguien comete el pecado imperdonable—el cual es un pecado hacia muerteentonces ya no hay más sacrificio de Cristo. Hay circunstancias en las que esto podría presentarse, pero no en la de un caso de homicidio cometido por un no-creyente. Aquí está hablando sobre el pecado imperdonable que da como resultado la muerte eterna.

Nosotros sabemos que pecado es pecado. Pero si un hermano, o en otras palabras… si un cristiano sale y comete un asesinato premeditado ¡Ahí lo tienen! Sabemos que somos hermanos espirituales gracias a lo que Cristo ha hecho, y que todos somos hermanos y hermanas de Cristo dentro de la iglesia.

¿Significa esto que también tenemos una relación de hermanos con las personas en el mundo? ¿Es esa es la pregunta que está haciendo? Usted no tiene una relación de hermanos con las personas en el mundo, está en una relación de prójimo a prójimo—lo cual es distinto por no ser una relación familiar cercana.

Sin embargo, aunque la relación no sea igual de cercana, hay personas en el mundo que pueden ser tan cercanas como un hermano o hermana. Debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, y esa la meta por la que debemos luchar. También cabe mencionar que aunque a veces es mejor evitar a ciertas personas – aun así debemos amarlas; orar por ellas. Como un hombre en la película ‘Violinista en el Tejado’ que se acerca al Rabino y le pregunta: ‘Rabino, ¿Hay alguna bendición para el Zar?’ – Refiriéndose al Zar de Rusia —Y él le contesta: ‘Sí, que Dios lo bendiga y lo mantenga lejos de nosotros.’ A veces así pasa con nosotros también.  

Mi oración por Charles Manson sería que no saliera de prisión. Y aunque lo mejor para él es permanecer ahí—hubiera sido mejor que lo ejecutaran para ahorrarles problemas a otras personas. Dios va a trabajar con él en la segunda resurrección, al igual que con muchas otras personas.

Yo creo que por eso Dios eligió al apóstol Pablo, porque: ¿Cómo se sentiría usted al escuchar la predicación del mismo hombre que ordenó la ejecución de su hijo o de su esposa? Piénsenlo, porque eso sería:

·             Una prueba de amor fraternal

·             Una prueba de amor al prójimo

·             Una prueba de amor a Dios

Esa sería la prueba máxima para mí; pero ¿Que habrá sentido Pablo al pararse allá al frente y predicar sobre el amor de Dios? Para uno esa sería la acción más hipócrita, pero por eso él no se consideraba como digno de ser llamado apóstol. Cuando hablamos de persecución hablamos de asesinato, pero Dios es Quien se encarga de todas estas cosas. Nosotros muchas veces ni siquiera podemos solucionar los problemas en nuestras propias vidas—y por eso tenemos que ir ante Dios y decirle, ‘Señor, yo no sé, ayúdame a salir de esto.’

La verdad es que no todas las personas van a caernos bien. Ni siquiera a Cristo le caían bien todos—Pero Él les mostraba Su amor en la manera de tratarlos y de conducirse hacia ellos. En algunos casos Su amor se manifestaba al alejarse de ellos—lo cual sucedió en varias ocasiones. Otra forma de amor que conocemos es la corrección, porque el amor mira las cosas exactamente como son.

I Pedro 1:16: “Porque está escrito, ‘Sean santos  porque Yo soy santo.’ Y si ustedes invocan al Padre, Quien juzga de acuerdo a la obra de cada hombre sin acepción de personas…” (Versos 16-17). Ya continuaremos con esto la próxima vez, y también terminaremos el capítulo uno.

Para el próximo sermón quiero que vayan pensando en la pregunta: ¿Hay momentos en los que podemos estar enojados? Sí, ¡incluso Jesús sanaba en enojo! Y aunque el amor y la verdad no se regocijan en la iniquidad, hay una clase de enojo que sí es justo.

Referencias Bíblicas:

1)          I Pedro 1:13-25, 15,22

2)          Juan 13:34

3)          I Pedro 1:25, 23

4)          Juan 1:1, 14

5)          Juan 15:7-10

6)          Hebreos 10:19-31

7)          Romanos 8:14

8)          I Pedro 1:13

9)          II Corintios 10:1-7

10)       Lucas 12:35

11)       Efesios 6:14

12)       I Pedro 1:13-14

13)       Romanos 6:11-14

14)       Romanos 8:1

15)       Romanos 6:13-23

16)       I Pedro 1:15

17)       Mateo 5:48

18)       Levítico 19:1-6, 9-18

19)       I Juan 2:9-11

20)       I Juan 5:16

21)       I Pedro 1:16-17

Escrituras utilizadas, no citadas:

·             Mateo 4:4

·             Lucas 4:4

·             Deuteronomio 8:3

·             Mateo 18

·             Salmo 119

·             I Juan 3:1-2

·             Apocalipsis 2

·             Hechos 20

También citados: Libros:

·             Una Armonía de los Evangelios por Fred R. Coulter

·             La Pascua Cristiana por Fred R. Coulter

·             Nuevo Testamento Interlinear Griego-Ingles por George Ricker Berry

 

 
Libros
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El día que Jesús el Cristo murió
El plan de Dios para la humanidad revelado por Su Sábado y Días Santos
Entendiendo las Escrituras difíciles de Pablo concernientes a la Ley y los mandamientos de Dios
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