Colosenses
2:16-17—Su verdadero
significado
(Tomado del librillo
“Entendiendo las Escrituras difíciles de Pablo
concernientes a la Ley
y los Mandamientos de Dios”)
Por
Fred R. Coulter
www.laverdaddeDios.org
La distorsión
errónea de estos dos versos ha hecho que el protestantismo denuncie la
observancia del Sábado bíblico, los días santos y las carnes limpias e impuras
más que cualquier otro pasaje en el Nuevo Testamento. Consecuentemente, ha
provocado que ministros y legisladores por igual “hurguen” a través del Nuevo
Testamento en búsqueda de otras escrituras para sustanciar su mala
interpretación—resultando en una miríada de interpretaciones y creencias
adicionales falsas que parecen reforzar sus prácticas de guardar el domingo y
observar los días festivos ocultos. Cuando uno casualmente lee estos
versos, da la apariencia de que tal interpretación puede ser
correcta—pero tal no es el caso.
En la VRV60.
Colosenses 2:16 dice: “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en
cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,”—verso 17—“todo lo cual
es sombra de lo que ha de venir, pero el cuerpo es de Cristo.”
Para añadir más
confusión a este rompecabezas doctrinal, la Nueva Versión Internacional
envistió el verso 17 con la siguiente mala traducción deliberada: “Estas son
una sombra de las cosas que debían venir.” Al hacerlo así, ellos reforzaron la
falsa idea de que, ya que Cristo ya ha venido, las cosas que “debían venir” ya
han sido cumplidas. Así, ellos se adhieren tenazmente a su creencia errónea de
que ciertamente “la vida, muerte y resurrección terminaron todas estas leyes y
mandamientos de Dios.”
Sin embargo, la
preposición griega que los traductores de la NVI tradujeron mal en la frase en
tiempo pasado “debían venir” es en realidad un tiempo presente,
participio plural activo articular, toon mellontoon, lo cual es
imposible de traducir como una acción completada en tiempo pasado. Una
traducción honesta puede únicamente reflejar el tiempo presente, continuo,
significando “las cosas por venir,” o “las cosas venideras”—lo cual puede
únicamente significar el despliegue continuo de la profecía y el plan de Dios.
Más importante
es que sabemos que la iglesia de los Colosenses estaba compuesta enteramente de
convertidos gentiles. Pablo predicó “el misterio entre los gentiles”
(Colosenses 1:27), y se refiere a su circuncisión espiritual del corazón a
través de Jesucristo—su conversión—en contraste a su condición física de “incircuncisión”
de la carne (Colosenses 2:13).
Como encontramos
en Hechos 19, cuando los gentiles convertidos abandonaron su religión pagana y
adoración a dioses y diosas griegas, encontraron resistencia y ridiculización.
Y en el caso de Pablo, él fue amenazado de muerte porque dejó el judaísmo. De
la misma manera, cuando los Colosenses se convirtieron, sus vidas fueron
cambiadas completamente. Ellos abandonaron sus pasadas prácticas religiosas
paganas, abandonaron los templos idolatras, y cesaron de participar en festivales
religiosos y días de adoración paganos. En su lugar, ellos observaban el
séptimo día semanal, Sábado, y como Pablo enseñó en todas las iglesias, ellos
eran fieles a los Días Santos y Festivales del verdadero Dios.
Esto hizo que
aquellos de afuera de la iglesia hicieran juicios contra los hermanos
Colosenses por haber abandonado su filosofía religiosa antigua y su adoración a
ángeles. Cuando entendemos las circunstancias con las que Pablo estaba tratando
cuando escribió Colosenses 2:16-17, entonces el verdadero significado del
pasaje llega a ser claro.
Un análisis de
Colosenses 2:16-17:
Aquí hay una traducción fiel al griego original de Colosenses 2:16-17: “Por
tanto, no permitan que nadie los juzgue en comida o en bebida, o con relación a
un festival, o luna nueva, o los Sábados,”—verso 17— “los
cuales son un presagio de las cosas que están viniendo, sino el cuerpo de
Cristo.”
1)
La primera frase—“Por tanto, no permitan que
nadie los juzgue…”—significa que porque ellos eran ahora convertidos y habían
cambiado sus vidas para creer y obedecer el Evangelio, y estaban ahora
guardando las leyes y mandamientos de Dios en vez de sus caminos antiguos
paganos, por lo tanto, ellos no debían dejar que alguien de afuera
de la Iglesia los juzgara por su nueva forma de vida.
2)
“…en
comida o en bebida,…” Cuando ellos eran paganos comían todas las carnes—limpias e
impuras. Después de su conversión ya no comían carnes impuras (I Timoteo
4:1-5). De la misma manera, ellos ya no se involucraban en borracheras como en
el pasado, lo cual era parte de sus prácticas religiosas paganas. Ahora, porque
ellos habían cambiado sus caminos, debían ignorar los juicios y criticismo de
aquellos fuera de la iglesia.
3)
“…o con
relación a un festival, o luna nueva, o los Sábados…”
En vez de mostrar que los Colosenses estaban siendo juzgados por rechazar los
festivales y Sábados de Dios, esta frase significa exactamente lo opuesto. Como
en el caso de los Gálatas, como antiguos paganos ellos nunca habían observado
ninguno de los festivales y Sábados bíblicos antes de su conversión. Por lo
tanto, aquellos fuera de la Iglesia no estaban juzgando a los Colosenses porque
ya no guardaran estas cosas sino que los estaban juzgando porque después de su
conversión, ciertamente, las guardaban.
Una
palabra acerca de “luna nueva”: Ya que está en singular, se refiere al
Calendario Hebreo Calculado, y debe estar refiriéndose a la Fiesta de
Trompetas, un día santo, porque el primer día del séptimo mes (una luna nueva)
es la fecha de comienzo para los cálculos del Calendario Hebreo.
4)
“…los cuales son un presagio de las cosas que están viniendo…”
Esta frase importante muestra que los verdaderos cristianos—aquellos
obedeciendo el camino de vida de Dios—tendrán un entendimiento de los eventos
venideros en profecía mientras el plan de Dios se desenvuelve.
5)
“…sino
el cuerpo de Cristo.” Esta frase puede reflejar dos significados. Primero, ya
que los hermanos Colosenses estaban siendo juzgados por aquellos afuera
de la Iglesia por su nueva conducta convertida, cualquier juicio concerniente a
estos asuntos debía solamente ser hecho en y por la Iglesia, la cual es “el
cuerpo de Cristo.” Segundo, esta frase puede también significar que la realidad
de observar el Sábado y días santos de Dios puede ser encontrada únicamente en
el “cuerpo de Cristo”—la Iglesia—no desde afuera de la Iglesia. En otras
palabras, el verdadero conocimiento y significado de tales días puede ser
encontrado únicamente en las Iglesias de Dios. Como dijo Jesús, “ “Porque
ha sido dado a ustedes el saber los misterios del reino del cielo, pero esto no
ha sido dado a ellos [a los de afuera del cuerpo de Cristo—afuera de la verdadera
Iglesia de Dios]…Pero benditos son sus ojos, porque ven; y sus oídos, porque
oyen. Porque verdaderamente les digo, muchos profetas y hombres justos
han deseado ver lo que ustedes ven, y no han visto; y oír lo que ustedes oyen,
y no han oído.” (Mateo 13:11, 16-17).
Todo el capítulo
de Colosenses 2 es un contraste entre el camino de Dios a través de Jesucristo
y el camino de los paganos con sus filosofías religiosas y adoración a ángeles
caídos. Cuando los versos de este capítulo son divididos en estos dos
elementos contrastantes, el verdadero significado y completa intención de lo
que Pablo escribió llega a ser claro. Abajo, los versos de Colosenses 2 están
divididos en: “A” Cosas relacionadas a Cristo y Dios el Padre y la forma de
vida cristiana, y “B” Advertencias contra el paganismo, las filosofías religiosas
y la adoración a ángeles caídos.
Colosenses
2 dividido en elementos A y B
A.
“Ahora,
quiero que entiendan cuan gran preocupación tengo por ustedes, y por aquellos
en Laodicea, y por tantos como no han visto mi cara en la carne;
que sus corazones puedan ser animados, siendo tejidos juntamente en amor hacia
todas las riquezas de la plena seguridad de entendimiento, hacia el
conocimiento del misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo; en Quien están
escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento.”
(versos 1-3).
B.
“Ahora, esto digo para que nadie pueda engañarlos con palabras
persuasivas.” (verso 4).
A.
“Porque
aunque estoy ciertamente ausente en la carne, sin embargo estoy con ustedes en
espíritu, alegrándome y considerando su orden, y la firmeza de su fe en Cristo.
Por tanto, como han recibido a Cristo Jesús el Señor, estén caminando
en Él; siendo arraigados y construidos en Él, y siendo confirmados en la fe,
exactamente como fueron enseñados, abundando en ella con acción de gracias.”
(versos 5-7).
B.
“Estén en guardia para que nadie los tome cautivos a través de
filosofía y vano engaño, de acuerdo a las tradiciones de hombres, de
acuerdo a los elementos del mundo, y no de acuerdo a Cristo.”
(verso 8).
A.
“Porque en Él vive corporalmente toda la plenitud de la Divinidad; y
ustedes están completos en Él, Quien es la Cabeza de todo principado y
poder en Quien también han sido circuncidados con la circuncisión no
hecha por manos, quitando el cuerpo de los pecados de la carne por la
circuncisión de Cristo; habiendo sido sepultados con Él en el bautismo, por el
cual también han sido levantados con Él a través de la obra interna de
Dios, Quien lo levantó a Él de los muertos. A ustedes, quienes estaban una
vez muertos en sus pecados y en la circuncisión de su carne, ahora
Él los ha hecho vivos con Él, habiendo perdonado todas sus ofensas. Él ha
borrado la nota de deuda contra nosotros con los decretos de nuestros
pecados, la cual nos era contraria; y la ha quitado, habiéndola clavado
a la cruz. Tras despojar los principados y los poderes, Él hizo un espectáculo
público de ellos, y ha triunfado sobre ellos en eso [a
través de Su crucifixión y resurrección].”(versos
9-15).
B.
“Por tanto, no permitan que nadie los juzgue en comida o en
bebida, o con relación a un festival, o luna nueva, o los Sábados, los
cuales son un presagio de las cosas que están viniendo, sino el cuerpo de
Cristo. No permitan que nadie los defraude del premio haciendo la
voluntad de él en auto-degradación y adoración a ángeles,
entrometiéndose en cosas que él no ha visto, vanamente hinchado por su propia
mente carnal y no aferrándose a la Cabeza,..” (versos
16-19).
A.
“…la Cabeza, de Quien todo el cuerpo, siendo suplido y tejido
juntamente por las uniones y bandas, está incrementándose con el incremento
de Dios. Por tanto, si ustedes han muerto a los elementos [vea
Gálatas 4:8-10] del mundo juntamente con Cristo,…”
(versos 19-20).
B.
“…¿por qué están sujetándose a sí mismos a los decretos de
hombres como si estuvieran viviendo en el mundo? Ellos
dicen, ‘¡No pueden manipular! ¡No pueden catar! ¡No pueden tocar!’ El
uso de todas esas cosas lleva a corrupción, de acuerdo a los mandamientos y
doctrinas de hombres, las cuales ciertamente tienen una apariencia externa
de sabiduría en adoración voluntaria a ángeles, y auto-degradación, y
despiadado tratamiento del cuerpo, ni en ninguna consideración a la
satisfacción de las necesidades de la carne.”
(versos 20-23).
Cuando
el capítulo es tomado como un todo—y uno examina las advertencias contrastantes
de Pablo—llega a ser obvio que Pablo no abolió las leyes dietarias de carnes
limpias e impuras, los festivales anuales o el Sábado semanal, o adoptó un
sistema calendario pagano. Más aun, ninguna de las leyes de Dios fue clavada a
la cruz. Más bien, Pablo está afirmando claramente que los gentiles en Colosas
debían continuar observando las leyes y mandamientos de Dios como se les había
enseñado. Pablo estaba instruyendo a los Colosenses a desechar el criticismo y
los juicios duros de aquellos afuera de la iglesia, porque la
observancia del Sábado y los Días Santos de Dios son una sombra continua de los
eventos aun por ocurrir en el plan de Dios. Al ser fieles y guardar los
mandamientos de Dios, ellos siempre estarían adorando al verdaderos Dios,
siendo construidos en Jesucristo y nunca perderían el entendimiento del plan de
Dios. Por la verdadera obediencia a Dios el Padre y a Jesucristo, ellos nunca
serían engañados otra vez por vanas filosofías y decretos de hombres, ni serian
seducidos a adorar a ángeles caídos—Satanás y sus demonios. Este es el verdadero
significado de Colosenses 2.