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Restoring Original Christianity—for Today

Restaurando el cristianismo original—¡para hoy!

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Fred R. Coulter

Ministro

 

Enero 16, 2017

 

Queridos hermanos,

 

          Cuando Donald J. Trump se posesione el 20 de enero como el presidente 45 de USA, él será confrontado con problemas domésticos e internacionales gigantes. Durante el tiempo que él ha sido presidente electo, ha tenido éxito considerable en avanzar su agenda. Si su más reciente conferencia de prensa es un indicio, en verdad él mantendrá su palabra de “drenar el pantano” de corrupción de Washington. La mayoría de americanos están esperando que sea capaz de revivir a USA del desastroso gobierno de Obama por 8 años.

          Trump estará enfrentando ilegalidad propagada en casi 300 ciudades santuario, problemas monumentales de inmigración, y terrorismo islámico radical dentro de nuestras fronteras. Él será confrontado con fuerte oposición política en casa, y enfrentará aliados débiles y enemigos más fuertes por fuera. Solo el tiempo dirá como se desarrollan las cosas y como las manejará.

          Al otro lado del Atlántico, el continuo problema de refugio y ataques terroristas islámicos están llevando a la Unión Europea a la desintegración. Tal evento podría causar el colapso completo del sistema monetario del mundo, trayendo una depresión mundial. A su vez, ¿podría eso iniciar una nueva moneda mundial? Dado que la mayoría de la banca y negocios ya es hecha con moneda digital, ¿sería una nueva moneda mundial toda digital? Tal desarrollo no dudaría en llevarnos cerca al tiempo de la “marca de la bestia.” La Biblia revela que tal día ciertamente llegará—pero el tiempo queda por verse.

          Apocalipsis 13 muestra claramente que esta “marca” será impuesta sobre todo el mundo: “Y hace [el poder de la bestia] a todos, los pequeños y los grandes, y los ricos y los pobres, y los libres y los limitados, recibir una marca en su mano derecha, o en su frente; para que nadie pueda tener la habilidad [significa la imposibilidad] de comprar o vender a menos que tenga la marca, o el nombre de la bestia, o el número de su nombre” (versos 16-17). Como instruyó Jesús, debemos ser vigilantes y conscientes de cómo se desenvuelven estos elementos de profecías.

          Tres eventos significativos: Al ver atrás en el 2016, tres eventos significativos que ocurrieron inesperadamente, sin duda darán considerable luz en la profecía Bíblica:

·            El primer evento, el 23 de junio, fue el imprevisto voto “Brexit” para retirar al Reino Unido de la Unión Europea.

·            El segundo evento, el 8 de noviembre, fue la elección de Donald Trump como el próximo presidente de USA.

·            El tercer evento, el 23 de diciembre, fue la resolución del Concejo de Seguridad de las Naciones Unidas en contra del Estado de Israel concerniente a los nuevos asentamientos en el banco occidental—una resolución que USA desgraciadamente declinó vetar.

          Además, ha habido cerca de tres millones de refugiados del medio oriente y del norte de África que han inundado Europa.

          En verdad, en un espacio de 6 meses, todas las naciones modernas que tienen sus orígenes en las tribus “perdidas” de Israel han llegado a estar aisladas y están ahora confrontadas con problemas serios de los adversarios islámicos radicales—dentro y fuera de sus fronteras.

          De hecho, parece que los conflictos antiguos llenos de odio entre Jacob y Esaú e Isaac e Ismael se están encendiendo de nuevo. El Salmo 83 describe este conflicto sangriento de 3,000 años: “No guardes silencio, Oh Dios; no estés callado, y no estés quieto, Oh Dios, porque he aquí, Tus enemigos están rugiendo; y aquellos que Te odian han alzado su cabeza. Ellos toman consejo astuto contra Tu pueblo, y traman juntos en contra de Tus protegidos. Han dicho, “Vengan, y cortémoslos de ser una nación, para que el nombre de Israel no pueda más ser recordado.” Porque con un corazón han tramado juntos; han hecho un pacto en contra Tuyo—los tabernáculos de Edom, y los ismaelitas; [aquellos] de Moab, y los agarenos; Gebal, y Amón, y Amalec; los filisteos con el pueblo de Tiro; y Asiria se ha unido con ellos;…” (Salmo 83:1-8).

          Excepto por el Asiria moderno, todas estas son naciones islámicas del medio oriente. Los más prominentes y poderosos son Ismael y Esaú. Los ismaelitas son la nación moderna de Arabia Saudita. De ellos, Dios dijo: “Y será un hombre salvaje. Su mano será contra todo hombre, y toda mano de hombre contra él. Y él vivirá en la presencia de todos sus hermanos” (Génesis 16:12).

          Esaú, identificado como Edom en Génesis 36:1, fue el hermano mellizo de Jacob y es hoy en día los pueblos turcos. Las Escrituras revelan que los dos hermanos comenzaron ciertamente a pelear en el vientre—así, la enemistad fue desde la concepción. Su madre, Rebeca, consultó a Dios por qué pasaba eso: “Y los hijos luchaban juntos dentro de ella. Y ella dijo, “Si esto está bien, ¿porque estoy de esta manera?” Y ella fue a consultar del SEÑOR. Y el SEÑOR le dijo, “Dos naciones están en tu vientre, y dos clases de pueblos serán separados desde tu vientre. Y un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, el mayor servirá al menor.” Y cuando sus días para dar a luz fueron cumplidos, he aquí, ¡mellizos estaban en su vientre! Y el primero salió rojo, como una prenda peluda por todo lado. Y llamaron su nombre Esaú. Y después salió su hermano, y su mano agarrada al talón de Esaú. Y su nombre fue llamado Jacob” (Génesis 25:22-26).

          Dios luego le cambió el nombre a Jacob por Israel (Génesis 32:28).

          Años después, Isaac le dio a Jacob las bendiciones del primogénito que Dios le había dado a Abraham. Pero a Esaú le dijo: “Y vivirás por tu espada y servirás a tu hermano. Pero sucederá que cuando tú tengas el dominio, romperás su yugo de tu cuello.” Y Esaú [Edom] odió a Jacob [Israel] a causa de la bendición con la cual su padre lo había bendecido. Y Esaú dijo en su corazón, los días de luto por mi padre están a la mano—entonces mataré a mi hermano Jacob” (Génesis 27:40-41).

          Amalec, hijo de Esaú, es representado hoy en día por las facciones radicales islámicas más feroces y fanáticas. De hecho, Dios declaró que Él, a través de Israel, pelearía contra los descendientes de Amalec en toda generación (Éxodo 17:16). Así, a través de la historia siempre han habido peleas entre Israel y los amalecitas (vea por ejemplo, I Samuel 15:1-3)—incluso ¡hasta hoy!

          El libro de Abdías es una profecía en contra de Edom por su odio a Israel—por su regocijarse en el castigo futuro de Dios a Israel. En el libro de Malaquías, Dios dijo esto de Jacob y Esaú: “La carga de la Palabra del SEÑOR a Israel por Malaquías. “Los he amado,” dice el SEÑOR. “Pero ustedes dicen, ‘¿En qué forma nos has amado?’ ¿No fue Esaú el hermano de Jacob?” dice el SEÑOR. “Aun así amé a Jacob. Y odié a Esaú e hice sus montañas una desolación, y su herencia para los chacales del lugar desolado” ” (Malaquías 1:1-3).

          En el 630 d.C, Mahoma, un ismaelita, fundó la religión islámica. A través de guerra y conquista fue impuesta y aceptada por todos los descendientes de Esaú e Ismael. El consiguiente imperio islámico se extendió desde España hasta Grecia, desde todo el norte de África hasta Palestina y al oriente hacia Babilonia.

          La historia está llena de guerras y conflictos entre naciones vecinas musulmanas, así como también con guerras entre naciones musulmanas y naciones cristianas—incluso hasta hoy. Con la caída del imperio Otomán al final de la primera guerra mundial en 1918, los aliados reconfiguraron los países islámicos en el medio oriente. Hoy, los conflictos entre el islam y occidente están entrelazados con conflictos entre las naciones islámicas shiitas y sunni. Así, los grupos terroristas radicales ejecutan sus ataques en objetivos occidentales así como también en objetivos islámicos “opositores.”

          Desde la primera guerra mundial hasta hoy, Turquía ha sido la nación islámica más grande y más poderosa en la región. Actualmente tienen el ejército más grande—400,000 soldados fuertes y bien equipados, con armas modernas. Más aun, Erdogan, el líder actual de Turquía, sueña con la restauración del antiguo imperio Otomán.

          Las naciones occidentales, particularmente USA, se han agotado a sí mismas peleando en el medio oriente y en contra del terrorismo en su propio suelo. A occidente le gustaría descomprometerse de estas guerras costosas. Tal vez una solución probable sería para las naciones occidentales animar a Turquía a usar su poder político y militar para traer paz a las áreas consumidas en guerra en el medio oriente—incluyendo sofocar las actividades terroristas. Las “fuerzas de policía” turcas podrían incluso permanecer por un número de años para suprimir ambos, el terrorismo y los conflictos regionales. También podrían actuar para restringir a Irán de propagar su poder e influencia a otros países.

          La Escritura indica que el odio islámico y la lujuria de violencia jugarán un papel clave en los eventos del tiempo del fin, incluyendo la Gran Tribulación y el regreso de Cristo. El profeta Isaías escribe: “Acérquense, ustedes naciones, a escuchar; y, ustedes pueblos, presten atención; que la tierra escuche, y su plenitud; el mundo, y su descendencia, porque la ira del SEÑOR está sobre todas las naciones, y Su furia sobre todos los ejércitos de ellas. Él los ha destruido completamente, los ha entregado a la masacre. También sus muertos serán arrojados, y de sus cadáveres ascenderá pestilencia, y las montañas serán derretidas con su sangre. Y todos los ejércitos de los cielos serán disueltos, y los cielos serán enrollados como un rollo; y todos sus ejércitos caerán, como cae una hoja de la vid, y como el higo cayendo de la higuera [Apocalipsis 6: 12-17], “porque Mi espada es bañada en los cielos. He aquí, ésta caerá sobre Edom, y sobre el pueblo de Mi maldición por juicio. La espada del SEÑOR está llena con sangre; es engordada con grosura, con la sangre de corderos y machos cabríos, con la grasa de los riñones de carneros; porque el SEÑOR tiene un sacrificio en Bozra, y una gran masacre en la tierra de Edom. Y los bueyes salvajes caerán con ellos, y los becerros con los toros; y su tierra será empapada con sangre y su polvo será engrasado con su grosura;” porque es el día de la venganza del SEÑOR, el año para repagar por la pelea contra Zion” (Isaías 34:1-8; también vea Ezequiel 35-36).

          Los judíos y Jerusalén: Desde la fundación del Estado de Israel en 1948 por USA, los judíos han luchado contra el mundo islámico en numerosas guerras—y ¡siempre han ganado! Sin embargo, el Concejo de Seguridad de las Naciones Unidas votó el 23 de diciembre condenando la expansión de los asentamientos del banco occidental los cuales no han sino unido a todo el mundo contra ellos. Su archienemigo, los palestinos, están particularmente animados ahora.

          En verdad, los judíos están solos, rodeados por los más implacables enemigos—¡todo el mundo islámico! Otras naciones también los odian. Su único aliado real es USA y su nuevo presidente, Donald Trump.

          Pero estar rodeado de enemigos con Jerusalén en el centro de hostilidades es exactamente lo que la profecía de la Biblia revela. El profeta Zacarías muestra lo que pasará: “ “He aquí, haré de Jerusalén una copa de temblor a toda la gente de todo el rededor, cuando ellos estén en el cerco contra ambas, Judá y Jerusalén. Y en ese día haré de Jerusalén una piedra pesada para toda la gente. Todo el que se cargue a sí mismo con ella será cortado en piezas, aunque todas las naciones de la tierra serán reunidas contra ella. En ese día,” dice el SEÑOR, “golpearé a todo caballo con terror, y a su jinete con locura. Y abriré Mis ojos sobre la casa de Judá, y golpearé a todo caballo del pueblo con ceguera. Y los gobernantes de Judá dirán en su corazón, ‘La gente de Jerusalén será mi fortaleza en el SEÑOR de los ejércitos su Dios.’ En ese día haré a los gobernantes de Judá como un corazón de fuego entre la madera, y como una antorcha de fuego entre las gavillas. Y ellos devorarán a toda la gente de alrededor, a la mano derecha y a la mano izquierda. Y Jerusalén será poblada otra vez en su lugar, incluso en Jerusalén” (Zacarías 12:2-6).

          Esto no es tan solo una perfecta descripción de lo que ha pasado desde que fue establecida la nación judía, también muestra lo que va a ocurrir ¡a una escala mucho mayor!

          Apocalipsis 16 y 19 muestran que todas las naciones del mundo ultimadamente serán reunidas bajo el poder de la bestia y el falso profeta para pelear en contra del regreso de Cristo y los santos mientras ellos vuelven a la tierra desde el Mar de Vidrio. Esto también fue predicho por Zacarías: “He aquí, el día del SEÑOR viene, y su botín será dividido en medio de ustedes, “Porque Yo reuniré a todas las naciones para luchar contra JerusalénY el SEÑOR saldrá y peleará contra esas naciones, como cuando Él peleó en el día de batalla. Y Sus pies se pararán en ese día sobre el Monte de los Olivos el cual está delante de Jerusalén al oriente, y el Monte de los Olivos se partirá en dos, desde el oriente y hasta el occidente, y se hará un valle muy grande. Y la mitad de la montaña se moverá hacia el norte, y la mitad de ella hacia el sur.Y el SEÑOR mi Dios vendrá, y todos los santos Contigo.Y el SEÑOR será Rey sobre toda la tierra; en ese día habrá un SEÑOR, y Su nombre será uno” (Zacarías 14:1-5, 9).

          Podemos estar agradecidos que Dios el Padre y Jesucristo están totalmente a cargo, y que el Reino pacifico de Dios será establecido sobre toda la tierra al regreso de Jesús como ¡Rey de Reyes! Como santos, es por eso que somos los “llamados, escogidos y fieles”—¡para gobernar con Cristo y traer salvación a toda la gente!

          Con estos tres eventos, parece que el “tiempo del fin” está avanzando. Sin embargo, con la elección de Trump, las cosas pueden mejorar en realidad—por un tiempo. Si es así, podemos asumir que Dios está otorgándole a Su pueblo más tiempo para predicar el Evangelio y el mensaje de advertencia del regreso de Cristo. Todos necesitamos responder individualmente y colectivamente a cada oportunidad que Dios provea.

          Hermanos, damos gracias a Dios por la bendición de servirles y hacer posible para ustedes tener los medios espirituales y conocimiento para continuar amando a Dios y crecer en gracia y conocimiento. Gracias por alcanzar a otros hermanos y a gente nueva—por dirigirlos a nuestros sitios web, publicaciones, y mensajes de audio y video. Y nuevamente, gracias por sus oraciones por nosotros y por todos los hermanos. Oramos por ustedes cada día—que Dios esté con ustedes, los fortalezca y bendiga en toda manera. Gracias por sus diezmos y ofrendas para que podamos continuar predicando el Evangelio sin costo. El método de Dios es perfecto. Todos damos para que otros puedan conocer la verdad. Ellos, a su turno, pueden entonces ser recíprocos con sus diezmos y ofrendas. Esa es la manera de Dios. Todos damos para compartir el conocimiento del Evangelio del Reino de Dios y el amor y la gracia de Dios.

 

Con amor en Cristo Jesús,

 

 

 

 

Fred R. Coulter

FRC

 
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