Epístola de
Primera de Corintios III
El Testimonio
de Dios y el Testimonio de Jesucristo
Fred R. Coulter
Solamente voy a repasar un
poco de I Corintios; I Corintios 1:1: “Pablo,
un apóstol de Jesucristo, llamado por la voluntad de Dios…” Es
importante entender eso, porque había otros que andaban diciendo que también
eran apóstoles.
Cuando lleguemos a II
Corintios, veremos que hay falsos apóstoles y falsos Cristos. Cuando
terminemos, quiero mostrar lo que les sucedió a las iglesias de Pablo y al
ministerio y creo que se van a sorprender. Él hace una declaración en II
Timoteo, que todas las iglesias en Asia ‘lo dejaron.’ Al final, sólo quedaron
Pablo, Marcos y Lucas—fue lo que quedó, de todo lo que hizo. Hemos visto que
cuando Pablo llegó a iniciar las iglesias, él empezó en las sinagogas y
literalmente las partió por mitad. Los judíos lo odiaban, porque él estaba
tratando de enfatizar y reforzar que era un apóstol llamado por
Jesucristo.
“…por la voluntad de
Dios… [No fue que él se dispuso por su voluntad. Es obvio, conociendo su
historia]…y Sóstenes nuestro hermano, a la iglesia de Dios…”
(versos 1-2). ‘Ekklesia’—llamados— ‘cletas’—a salir; la parte
‘kle’ tiene el mismo significado. Es por eso que es la asamblea de los
llamados a salir. Eso es lo que significa la Iglesia. Es por eso que
se ha dicho que la iglesia no es un edificio, sino que la Iglesia es y
constituye el grupo de personas que Dios ha llamado. Recuerden lo que dijo
Jesús, ‘donde dos o tres estén reunidos en Mi nombre, Yo estoy en medio de
ellos.’ Eso es muy consolador.
Pienso que, al repasar la
historia de la Iglesia, nos daremos cuenta que había muchos grupos pequeños,
como nosotros aquí, que somos un grupo pequeño. No estaba la gran predominación
de poder político que vemos ahora.
“…que está en Corinto, los
santos llamados quienes han sido santificados en Cristo Jesús…”
(versos 1-2). Eso es lo que hace un santo a una persona—hechos santos.
Pablo está diciendo que él
es un apóstol llamado de Dios y se lo dice a la Iglesia en Corinto, al grupo
selecto, llamados santos. Eso hace una gran diferencia cuando entendemos cómo
nos ve Dios. Si tenemos en mente que Dios nos mira de esa manera, entonces también
podemos tratarnos mucho mejor unos a otros. Por lo tanto, desde un punto de
vista ministerial, los miembros de la iglesia no se vuelven una base política
para que un ministro ejerza poder sobre ellos. Estas personas no son su
pueblo, esta no es la iglesia del ministro. Son el pueblo de Dios
y el ministro es el administrador. A él se le da la responsabilidad,
pero este es el pueblo de Dios; ¡son llamados de Dios!
¿Qué dijo Jesús acerca de
venir al Padre? ‘Nadie puede venir a Mi excepto que el Padre lo atraiga.’ Después
también dijo, ‘Nadie puede venir al Padre, excepto a través de Mí.’ Cuando
entendemos que aquellos del grupo de los llamados a salir, son los que Dios ha
llamado, y lo tenemos en mente, todo es mucho mejor, ¿no es cierto? Porque no
lo ponemos en un nivel humano, ni en términos humanos. Lo ponemos en los
términos que Dios lo ha puesto; tenemos en mente que ¡ellos son de Dios!
Cuando haya problemas dentro
de la Iglesia—y van a venir problemas y dificultades—Pablo está diciendo, ‘ustedes
son santos llamados a salir.’
“…junto con todos aquellos
en todo lugar quienes están invocando el nombre de Jesucristo nuestro Señor, de
ellos y nuestro… [Noten cómo empieza ahí; siempre enfatiza primero]:…Gracia…”
(versos 2-3). ¿Qué es la gracia de Dios? La relación como un paraguas que
tenemos con Dios—que cubre nuestra vida entera—
·
Por la cual fluye el
amor de Dios hacia nosotros, por medio de Su Espíritu Santo
·
Regresa a Dios por
medio de Su Espíritu Santo y
·
Hacia los hermanos por
medio de Su Espíritu Santo
¿En qué tipo de relación con
Dios nos pone Su gracia? ¡Irreprochable! ¿Por qué necesitamos la gracia
de Dios? ¿Eso significa que por medio de la gracia podemos ir ante Dios en
cualquier momento? ¡Sí! ¡Eso es cierto!
Bajo el Antiguo Pacto, era
una relación distanciada y solamente el sumo sacerdote podía entrar al Lugar Santísimo
una vez al año. Sólo para recordar eso, vayamos a Hebreos 10. Es algo muy
importante, dinámico y poderoso de entender. Veamos que:
·
Si tenemos el Espíritu
Santo de Dios—el cual tenemos
·
Si somos llamados de Dios—que
sí lo somos
·
Si Dios nos ama—que
es así
·
Si Dios está dispuesto
a perdonar nuestros pecados, si los confesamos—que es así
Entonces tenemos el acceso a
Dios ¡en cualquier momento! Ese es un privilegio tremendo y fantástico,
que solamente tienen los que Dios ha llamado. Otras personas pueden alcanzar a
Dios, pero no tienen el contacto instantáneo como nosotros, por la gracia de
Dios.
Hebreos 10:17—está hablando
del Nuevo Pacto: “Y sus pecados e ilegalidad no recordaré nunca más.’ Entonces
donde está la remisión de estos, ya no es más necesario
ofrecer sacrificios por el pecado” (versos 17-18). No tiene que ir a
ofrecerlo, a comparación de los sacrificios animales.
Verso 4: “Porque es
imposible por la sangre de toros y machos cabríos quitar
pecados.”
Verso 19: “Por tanto,
hermanos, teniendo confianza de entrar en el verdadero santísimo por la
sangre de Jesús… [¡En cualquier momento! Eso es lo que hace la gracia de Dios
por nosotros, además de perdonar nuestros pecados. Nosotros tenemos esa relación,
ese acceso y el Espíritu de Dios. Es algo fantástico y tremendo]…teniendo
confianza de entrar en el verdadero santísimo por la sangre de Jesús.”
Ese no es un Lugar Santo en la tierra. Ese no es un Lugar Santísimo en un
templo. Ese es el Lugar Santísimo en el templo en el cielo, ¡en el trono
de Dios! ¡Es algo maravilloso!
La próxima vez que usted se
decaiga o se deprima—que probablemente le suceda, por causa de la naturaleza
humana—recuerde esto: usted tiene acceso instantáneo. Tenemos acceso
instantáneo a Dios, en cualquier momento, cualquier lugar, donde sea. ¡Eso es
algo maravilloso!
Verso 20: “Según una forma
nueva y viva, la cual Él consagró por nosotros a través del velo (esto es, Su
carne), y teniendo un gran Sumo Sacerdote sobre la casa de Dios,
aproximémonos a Dios con verdadero corazón, con completa convicción de
fe, habiendo sido purificados nuestros corazones de una conciencia maligna, y
nuestros cuerpos habiendo sido lavados con agua pura. Retengamos sin
vacilación la esperanza que profesamos…” (versos 20-23). Sin
titubear; hay que estar firmes, solidos.
Está dando la analogía de que
nuestro corazón ha sido convertido. Es otra manera de decir que nuestro corazón
se ha convertido, para que no tengamos una consciencia malvada.
Verso 23: “Retengamos sin
vacilación la esperanza que profesamos, porque Quien prometió es fiel; y
preocupémonos uno por el otro, y animémonos uno al otro hacia el
amor y las buenas obras” (versos 23-24).
Muchas veces los hermanos se
provocan unos a otros y causan problemas. Por otro lado, también podemos
animarnos unos a otros al amor y buenas obras, si siempre recordamos que Dios
es Quien ha llamado. De esa manera, usted se puede poner el escudo de Dios
y eso nos da certeza.
Verso 25: “No abandonando el
congregarnos, así como algunos están acostumbrados a hacer; sino más
bien, animándonos unos a otros, y cuanto más conforme ven que se acerca
el día.”
I Corintios 1:3: “Gracia y
paz…” Esta paz es en referencia a ya no estar en guerra con Dios, por medio de
obras malas en su mente. Cuando la segunda guerra mundial llegó a su fin, hubo
una gran celebración y hubo paz. Cuando hay paz con un pecador que se
arrepiente, hay ‘regocijo en el cielo, por el pecador que se arrepintió’ porque
hay paz con Dios.
Cuando usted está en
términos de paz con Dios, que es por medio de Jesucristo, y está viviendo en la
gracia de Dios, usted tiene ese acceso continuo a Dios; siempre, continuamente.
Eso es algo tremendo. Si usted no está en paz con Dios, sino en guerra con Él—con
una mente carnal y con la enemistad mencionada en Romanos 8—es la misma raíz de
la palabra enemigo. Se escriben de la misma manera: ‘enemistad’;
‘enemigo’’ ‘enemigos.’
“…sea a ustedes de
Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Doy gracias a mi Dios siempre
por ustedes, por la gracia de Dios que se les ha dado a ustedes en…
[Griego: ‘en’—dentro]…Cristo Jesús… [Obviamente, mientras usted esté con
Cristo]…Y que han sido enriquecidos espiritualmente en Él…
[Por dentro] (Noten las cosas en las que somos enriquecidos):…en todo,
en todo discurso… [El hablar]…y conocimiento… [Esa es una de las cosas en las
que debemos crecer—debemos crecer en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor
Jesucristo]…de acuerdo como el testimonio de Cristo
fue confirmado en ustedes” (versos 3-6).
Hoy vamos a cubrir el testimonio
de Cristo y lo que es el testimonio de Cristo.
Verso 7: “Para que ustedes
no carezcan ni un don espiritual mientras están esperando la
manifestación de nuestro Señor Jesucristo.”
Cuando terminemos I
Corintios 2, vamos a hablar un poco más acerca de la revelación de nuestro Señor
Jesucristo y trataré de cubrir la doctrina que tienen muchos protestantes
acerca del rapto. La palabra testimonio es la misma palabra para el
libro de Apocalipsis.
Verso 8: “Quién también los
fortalecerá a fin de que puedan ser irreprochables en el día de
nuestro Señor Jesucristo. Dios es fiel, por Quien fueron llamados a la comunión
de su Hijo, Jesucristo nuestro Señor” (versos 8-9).
Cubramos algo acerca del testimonio
de Dios y de Jesucristo. Este pensamiento se traspasa hacia I Corintios 2;
hay algo interesante ahí.
I Corintios 2:1: “Y yo,
hermanos, cuando vine a ustedes, no vine con superioridad de palabras o de
sabiduría, en proclamar el testimonio de Dios a ustedes.”
En I Corintios 1:6 dice:
“…el testimonio de Cristo fue confirmado en ustedes.”
Ahora:
·
¿Cuál es el testimonio
de Dios?
·
¿Cuál es el testimonio
de Jesucristo?
Primero que nada, entendamos
lo que es un testimonio. Un testimonio—o el testificar—es verificar
en frente de. Cuando hay una sala de juicio, se llaman a los testigos
y ellos testifican y verifican lo que se dijo o se hizo. Hay un testimonio
de Dios el Padre y hay un testimonio de Jesucristo, confirmado en nosotros—
¡por dentro! ¡Dentro de NOSOTROS! Es importante entenderlo.
¿Qué fue testificado
de Dios el Padre?
Regresaremos a una Escritura
muy básica. ¿Cuál es el testimonio más grande de Dios el Padre? Es una
Escritura muy básica, pero este es el testimonio de Dios el Padre, y
veremos que hay otro testimonio de Dios el Padre—o más partes del
testimonio.
Juan 3:16: “Porque Dios amó
tanto al mundo… [Ese es un testimonio para Dios. ¡Dios ama al mundo!
Él está testificando que sí ama al mundo] (¿Cómo ama Dios al mundo?):…que dio
Su único Hijo engendrado, para que todo el que crea en Él pueda no morir, sino
pueda tener vida eterna. Porque Dios no envió a Su hijo al mundo para
que pudiera juzgar al mundo, sino para que el mundo pudiera ser salvo a
través de Él” (versos 16-17). Ese es el testimonio de Dios.
Eso es lo que testificaba a
dondequiera que Pablo iba a predicar y testificar del Evangelio. Él fue a Mars
Hill y dijo, ‘les traigo a Dios, Quien creó los cielos y la tierra.’ Después
daba el sermón. Entonces Dios el Padre habla de Su Hijo Jesucristo, a Quien Él levantó
de los muertos. ¡Él dio el testimonio de Dios!
Mateo 17—aquí hay otro
testimonio de Dios el Padre. En este caso, está registrado en las palabras
mismas de Dios el Padre. No habló esto Él mismo, porque Jesús dijo de Dios el
Padre, ‘Ningún hombre ha visto a Dios en ningún momento, ni oído Su voz.’ ¡Nadie!
Así que, estas son las palabras de Dios el Padre transmitidas a nosotros, por
lo que es llamado escuchar una voz.
Mateo 17:1: “Y después de
seis días, Jesús tomó con Él a Pedro y Santiago y a su hermano Juan, y
los llevó a una montaña alta. Y Él fue transfigurado delante de ellos; y Su
cara brilló como el sol, y Sus vestidos se hicieron blancos como la luz.
Entonces he aquí, allí les aparecieron Moisés y Elías hablando con Él. Y Pedro
respondió y le dijo a Jesús, ‘Señor, es bueno para nosotros estar aquí.
Si deseas, déjanos hacer tres tabernáculos aquí: uno para Ti, y uno para
Moisés, y uno para Elías.’ Mientras él estaba hablando, una nube brillante de
repente los sombreó; y he aquí, una voz fuera de la nube dijo… [Aquí está
testimonio verbal de Dios el Padre]…‘Este es Mi hijo, el Amado, en Quien Me
deleito. ¡Escúchenlo!’” (versos 1-5). ¡Ese es el testimonio de Dios!
¡Estas son Sus palabras mismas! El testimonio de Dios el Padre es lo que
Él mismo hizo, al enviar a Jesucristo para nuestra redención.
II Corintios 5:18: “Y todas
las cosas son de Dios, Quien nos ha reconciliado con Él mismo a través
de Jesucristo, y nos ha dado el ministerio de reconciliación; El cual es,
que Dios estuvo en Cristo, reconciliando al mundo para Sí mismo…”
(versos 18-19). Anoten Juan 14. Recuerden cuando vino Felipe y dijo, ‘Muéstranos
al Padre.’ Jesús dijo, ‘¿Tú crees que Yo estoy en el Padre y el Padre en Mi?’
Esto es parte del testimonio de Dios, que Dios el Padre estaba en Cristo,
a través de Su Espíritu Santo.
“…no imputándoles sus
transgresiones; y nos ha confiado este mensaje de reconciliación. Por
tanto, somos embajadores para Cristo; y Dios, por así decirlo, está
exhortándolos a través de nosotros…” (versos 19-20). ¿Qué hace un embajador? ¡Representa!
¿Cómo representa? ¡Trae el mensaje o las palabras del que está
representando! Él no se representa a sí mismo. Un verdadero embajador no
se representa a sí mismo.
Si usted es el embajador de
un rey, usted dice ‘vengo en el nombre del rey, y el rey dice…’ Si él es
cuestionado y alguien responde y le dice al embajador, ‘¿Qué piensas?’ Su
respuesta debería ser, ‘Estoy aquí para traer el mensaje del rey, no lo que yo
pienso.’
Así es como deberían ser los
embajadores de Cristo. ¿Qué deberían hablar? ¿A quiénes se está refiriendo? ¡A
los ministros! Y ¿Qué deberían hablar? ¡Las palabras de Cristo! Se
pueden conectar muchas Escrituras que van con eso.
“…Les rogamos en
nombre de Cristo…” (verso 20). Esa es una declaración muy poderosa, ¿no es así?
La única manera en que la puede conllevar es, que debe hablar las palabras de
Dios. De otra forma, usted tomaría la prerrogativa poniéndose en el lugar de
Dios.
Podría ponerlo de esta
manera: hermanos, Dios les está rogando por medio de mí. No estoy diciendo que
ese sea el caso, aunque espero que lo sea. Yo verdaderamente creo que es así.
Entonces, como ministro, ¿Qué debo hacer? ¡Transmitirles a ustedes las
palabras de Dios! Eso aclara muchas cosas, ¿no es así?
“…Les rogamos en
nombre de Cristo, ‘Estén reconciliados con Dios.’ Porque Él hizo a Quien no
conoció pecado ser pecado por nosotros, para que pudiéramos llegar a ser
la justicia de Dios en Él” (versos 20-21). Esa sección de las Escrituras
es muy poderosa. Estoy convencido que tenemos mucho más que aprender de eso,
porque mantiene todo en perspectiva.
Si hay algo que se tiene que
decir del apóstol Pablo, es que él nunca perdió la perspectiva de Dios. Le costó
a largo plazo, porque él no agradaba a las personas. ¿Recuerdan lo que escribió
en Gálatas? ¡Si agrado a las personas, no voy a agradar a Dios!
Esto es parte del testimonio
de Dios el Padre. Que Dios el Padre estaba en Jesucristo, ¡reconciliando
el mundo a Sí mismo! Eso será de acuerdo al plan de Dios y a su
calendario. Obviamente, aún no está hecho.
Aquí hay otra parte de Dios
el Padre a nosotros, I Juan 3. Como pueden ver, muchas de estas Escrituras las
hemos repasado anteriormente. Lo que ha puesto en perspectiva, es el
testimonio de Dios. Porque:
·
¿Qué nos dio Dios?
·
¿Cuál es la base de Su
testimonio?
·
Toda Su Palabra,
¡Aquello que es verdad!
·
¿Cuál es el testimonio
que Dios nos ha dado a nosotros, personalmente?
·
¡Aquellas cosas que
vienen directamente de Dios el Padre!
Estoy seguro que podemos
agregar más, pero estas son las cosas clave de las que me di cuenta que son de
gran importancia.
I Juan 3:1: “¡He aquí! ¡Que glorioso
amor nos ha dado el Padre, que deberíamos ser llamados los hijos de Dios!...
[¡Eso es parte del testimonio de Dios dentro de nosotros!]…Por
esta misma razón, el mundo no nos conoce porque no lo conoció a Él. Amados,
ahora somos los hijos de Dios, y no ha sido revelado aun lo que seremos; pero
sabemos que cuando Él sea manifestado, seremos como Él, porque lo veremos
exactamente como Él es” (versos 1-3).
Aquí hay otro testimonio
de Dios el Padre. Un testimonio está cerca de las promesas de Dios. Pero también
hay testimonios en los que, si usted no se arrepiente, va a morir. Ese también
es un testimonio.
Apocalipsis 21:7: “Aquel que
venza heredará todas las cosas; y Yo seré su Dios, y él será Mi hijo.”
Dios ha testificado que así será.
¿Cuál es el testimonio
de Jesucristo?
Hay una diferencia entre el
testimonio de Dios el Padre y el testimonio de Jesucristo. Lo tenemos definido
para nosotros:
Apocalipsis 19:10: “Y caí
[Juan] a sus pies para adorarlo. Entonces me dijo, “Mira ¡no hagas esto!
Yo soy un consiervo tuyo, y de tus hermanos, quienes tienen el testimonio de
Jesús. Adora a Dios. Porque el testimonio de Jesús es el espíritu de
profecía.’” Eso es parte de, aunque no es todo—el espíritu de profecía,
que significa el entendimiento de profecía. Especialmente en este caso,
que se va llegando al final.
·
¿De dónde viene ese espíritu
de profecía? ¡De Jesucristo!
·
Cuando una persona
profetiza, ¿Qué hace? ¡Habla por Cristo!
Van a haber dos testigos. La
palabra para ‘testigo’ y ‘testificar’ son las mismas. Es la misma palabra
griega. Entonces, los dos testigos van a estar testificando por Dios.
Eso va a ser poderoso y quienes sean los dos testigos, van a ser muy poderosos.
También va a ser algo muy difícil, porque ellos tendrán que ser pasados por el
fuego, por decirlo así, para poder ser usados por Dios.
¿Recuerdan lo que Dios le
hizo a Moisés para hacerlo apto para guiar a los hijos de Israel? ¡Lo envió
a Sinaí por 40 años, para guiar un grupo de ovejas! Yo no sé qué les va a
pasar a los dos testigos, pero para poder ser los ‘dos olivos’ al lado del
candelero, tendrán que ser pasados por el fuego.
Aquí hay un testimonio y se
profetiza contra ellos; es por eso que ¡necesitamos tenerlo en nosotros!
Mateo 10:16: “He aquí, los estoy enviando adelante como ovejas en medio de
lobos. Por tanto, sean sabios como serpientes e inofensivos como palomas. Pero
tengan cuidado de hombres; porque ellos los entregarán a consejos, y los
azotarán en sus sinagogas… [Leímos lo que le hicieron al apóstol Pablo]…Y
ustedes también serán traídos ante gobernadores y reyes por Mi amor, para
un testimonio a ellos y a los gentiles” (versos 16-18).
Si el testimonio de Cristo
es el espíritu de profecía, entonces cuando las personas sean llevadas a los
magistrados por sus creencias, tendrán sacar sus notas y tener nuestro discurso
listo. ¡NO!
Verso 19: “Cuando ellos los
entreguen, no estén ansiosos acerca de cómo o qué deberían hablar; porque en
esa hora les será dado lo que hablarán.” Ese es el espíritu de profecía más
claro que podemos tener. En ese instante, Dios le va a dar eso para profetizar
contra ellos. También está el aspecto del espíritu de profecía.
Hay un entendimiento de las
profecías que están escritas en la Biblia, pero este tipo de profetizar es el de
profetizar hablando. ¡El espíritu de profecía!
Verso 20: “Porque no son
ustedes quienes hablan, sino el Espíritu de su Padre que habla en ustedes.”
Supongo que muchas veces tenemos estas peleas de box en nuestra mente, pensando:
si yo fuera esto; si yo fuera aquello, pero eso no es lo que Dios quiere que
diga. Es por eso que tiene que estar cerca de Dios. Es por eso que tiene que
tener el Espíritu de Dios y tenerlo trabajando en usted, para que, si y
cuando venga ese momento, Dios lo inspire.
Sucedió con mi esposa de
cierta forma, una vez que fue al centro comercial en Salinas. Todo lo que hizo
fue ir a comprar, alguien llegó por detrás, a quien conocía de hace muchos años
y que ahora está en las Asambleas de Yahweh. Mi esposa le dio un testimonio que
no creerían. Esta otra mujer trató de forzar el Yahweismo sobre mi esposa, y
ella le respondió. Hizo tan buen trabajo, ¡no lo creerían! Mi esposa no tenía
sus notas listas con su discurso de Yahweh. Tiene que tener el Espíritu de Dios
en la mente.
Apocalipsis 12:17: “Entonces
el dragón estuvo furioso con la mujer y fue a hacer guerra con el resto de su
semilla, quienes guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio
de Jesucristo.”
I Corintios 1:6: “De acuerdo
como el testimonio de Cristo fue confirmado en ustedes.” ¿Cuál es
el espíritu de profecía sino Jesús en nosotros?
Apocalipsis 1:5: “Y de
Jesucristo, el Testigo fiel…” ‘marturia’ es el verbo de testificar, o
testificar hacia ser un mártir. ‘Marturion’ es el testimonio como
sustantivo.
¡Jesús es el testigo
verdadero y fiel! Así que, si tenemos el testimonio de Jesucristo en
nosotros, va a ser fiel y va a ser de Cristo.
Verso 9: “Yo, Juan, quien soy
también hermano de ustedes y copartícipe en la tribulación y en el reino y
resistencia de Jesucristo, estaba en la isla que es llamada Patmos por
causa de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo.” Han
escuchado a algunas personas decir, ‘Nosotros hemos escuchado Su testimonio.’
Entonces, si usted tiene el testimonio de Cristo, eso significa que
usted testifica acerca de Cristo.
Apocalipsis 3:14: “Y al
ángel de la iglesia de los Laodiceanos, escribe: Estas cosas dice el
Amén, el Testigo [mártir] fiel y verdadero, el Iniciador de la creación de
Dios.” Jesús fue el principio, el Primogénito de los muertos, de aquellos que
entren al Reino de Dios por medio de la resurrección. Nosotros somos Su
hechura, creados en Cristo Jesús. Así que, Él es el principio de la creación de
Dios, de aquellos que sean resucitados.
Ya que Jesús fue el mártir y
Él fue el sacrificio, parte del testimonio de Jesucristo es: Romanos 8:3:
“Porque lo que era imposible hacer para la ley, en que era débil a
través de la carne, Dios, habiendo enviado a Su propio Hijo en la
semejanza de carne pecaminosa, y por el pecado, condenó el pecado
en la carne.” Eso es parte del testimonio de Jesucristo. ¡Él conquistó
el pecado!
Juan 16:33: “Estas cosas les
he hablado, para que en Mí puedan tener paz. En el mundo tendrán tribulación.
¡Pero sean valientes! Yo he vencido al mundo.” Eso también es parte del
testimonio de Jesucristo. ¡Él conquistó el pecado!
Estamos hablando de la
muerte de Cristo como su testimonio mismo. Fue un gran testimonio, que Dios
vino en la carne a la tierra y fue el sacrificio para todos los seres humanos.
Hebreos 9 está hablando de cuando Moisés instituyó el primer pacto, en lo que
es llamado ¡un testamento! Un testamento es el testimonio escrito.
Tenemos el Nuevo Pacto—que es el Nuevo Testamento—y es el testimonio
de Jesús.
Hebreos 9:20: “Diciendo, ‘Esta
es la sangre del pacto que Dios ha ordenado para ustedes. Y de la misma
manera, él también roció con sangre el tabernáculo, y todos los utensilios del
servicio. Casi todas las cosas son purificadas con
sangre de acuerdo a la ley, y sin el derramamiento de sangre no hay
remisión de pecados. Por lo tanto, era de hecho obligatorio para
los patrones de las cosas celestiales que fuesen purificadas con la sangre
de estos animales…” (versos 20-23). ¿Cuáles son las cosas que estaban en
el cielo? ¡El tabernáculo fue copiado de las cosas que estaban en el cielo!
“…pero las cosas
mismas en el cielo con sacrificios superiores a éstos” (verso 23). Superiores a
los sacrificios de sangre de toros y cabras.
(Ir a la
siguiente pista)
Verso 24: “Porque Cristo no
ha entrado en los lugares santos hecho por manos humanas… [Uno que está
hecho en la tierra]…las cuales son meras copias de las verdaderas… [Que están
en el cielo]…sino Él ha entrado en el cielo mismo, ahora para aparecer…
[Eso es parte del testimonio de Jesús]…en la presencia de Dios por nosotros.”
¡Piensen en eso y que se impregne bien en sus mentes! Ese es un verso
magnifico. Jesús está presentándose ante Dios en representación nuestra.
Verso 25: “No que Él debería
ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada
año con la sangre de otros; porque entonces habría sido necesario para
Él sufrir muchas veces desde la fundación del mundo. Pero ahora, una vez
y por todas, en la terminación de las eras, Él ha sido manifestado para el
propósito de remover el pecado a través de Su sacrificio de Sí mismo”
(versos 25-26). Eso es parte del testimonio de Jesucristo, ¡el
sacrificio de Sí mismo!
Veamos cómo eso se vuelve
parte de nosotros. Recuerden, es el testimonio de Cristo, ¡que fue
confirmado en nosotros! Aquí está cómo se aplica eso a nosotros, porque lo
cargamos en nosotros. Tenemos el Espíritu de Dios y Romanos 6:3 explica todo el
proceso, que nosotros cargamos eso por dentro, a través del bautismo.
Romanos 6:3: “¿O son ustedes
ignorantes que nosotros, como tantos que fuimos bautizados en Cristo Jesús,
fuimos bautizados en Su muerte?” Eso nos ayuda a comprender mucho
más del significado de nuestro llamamiento. La muerte de Jesucristo ha sido
aplicada a nosotros.
Verso 4: “Por tanto, fuimos
sepultados con Él a través del bautismo en la muerte…” Esa es una
declaración tremenda, hermanos. Podemos leer esto y se nos hace interesante el
simbolismo, es grandioso, pero miremos la aplicación literal que Cristo nos da.
Estamos sepultados con Él
por el bautismo “…en la muerte; para que, así como Cristo fue levantado de los
muertos por la gloria del Padre, en la misma forma, deberíamos también caminar
en novedad de vida. Porque si hemos sido co-unidos en la semejanza de Su
muerte, así también lo seremos en la semejanza de Su
resurrección” (versos 4-5). Noten cuantas de estas Escrituras hablan de la
muerte de Cristo y de la resurrección. ¡Ese es parte del testimonio que está
en nosotros!
Verso 6: “Sabiendo esto, que
nuestro viejo hombre fue co-crucificado con Él, para que el cuerpo de
pecado pudiera ser destruido, para que ya no pudiéramos ser esclavizados para
pecar.” Todo eso es parte del testimonio de Jesucristo.
Colosenses 1:27: “A quienes
Dios quiso dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este
misterio entre los gentiles; el cual es Cristo en ustedes, la esperanza de
gloria.” Eso también es parte del testimonio de Cristo: ¡Cristo está en
usted!
Realmente puedo decir que en
todos los años que he sido ministro, he estudiado mucho estas Escrituras. Pero ahora
me ha estado llegando el impacto del hecho de que ¡Cristo está en nosotros!
Me ayuda muchísimo más, especialmente conociendo la gracia y el entendimiento
de Dios.
Entre más comprendamos y
entendamos esto, no diré que será más fácil vencer; aunque de cierta forma lo
será, pero más nos daremos cuenta de que Cristo está en nosotros. Podemos
pedirle a Dios que haga estas cosas en nosotros—nosotros tenemos que agregarle
una parte, pero para vencer anteriormente, era de esta manera: ‘Dios, ayúdame
a vencer.’ Y el esfuerzo más grande era de nuestra parte, para poder
vencer. En lugar de decir ‘Cristo en mí, vencerá.’ Hay una gran
diferencia. En una, estoy confiando en mí mismo y diciendo, ‘Dios, ayúdame.’ En
la otra situación, estoy confiando en Cristo y obteniendo del poder de Dios,
“…el cual es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria.”
I Timoteo 2:4: “Quien desea que
todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la
verdad.” Se escucha como si Dios fuera a forzar a que sean salvos aquellos que
no quieren ser salvos. Pero en el griego significa, Quien desea que
todos los hombres sean salvos.
Verso 5: “Porque hay un
Dios, y un Mediador entre Dios y los hombres—el Hombre Cristo
Jesús, Quién se dio a sí mismo como rescate por todos, testimonio del
cual debe ser predicado en sus tiempos señalados” (versos 5-6). De nuevo,
ese es el testimonio de que Él se dio a Si mismo como rescate.
I Juan 5—aquí está cómo
funciona todo esto. Hay un testimonio del Espíritu Santo. Recuerden que Jesús
dijo, ‘Enviaré el Espíritu Santo y él testificará de Mí. Testificará de las
cosas por venir.’
I Juan 5:6 lo conecta todo:
“Este es Quien vino por agua y sangre—Jesús el Cristo; no por agua únicamente,
sino por agua y sangre. Y es el Espíritu el que da testimonio
porque el Espíritu es la verdad” (versos 6-7). El verso 7 es el que agregaron
los católicos alrededor del Siglo 9 D.C.
Verso 8: “Porque hay tres
que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, y el agua, y la sangre; y estos
tres testifican hacia la única verdad.” ¿Qué están acordando? ¡El
sacrificio de Jesucristo! ¡La muerte de Jesús para el perdón del pecado!
Verso 9: “Si aceptamos el
testimonio de hombres, el testimonio de Dios es superior. Porque este es el
testimonio de Dios, el cual Él ha testificado concerniente a Su Hijo…
[Ya leímos de ese testimonio, ¿no es así?]…El que cree en el Hijo de Dios tiene
el testimonio en sí mismo…” (versos 9-10). Claro que sabemos que esa creencia
es porque uno es convertido, tiene el Espíritu de Dios y porque realmente lo
cree hasta lo más profundo de su ser.
“…quien no le cree a
Dios Lo ha hecho a Él un mentiroso porque no ha creído en el testimonio que
Dios ha atestiguado concerniente a Su Hijo. Y este es el testimonio: que Dios
nos ha dado vida eterna, y esta vida está en Su hijo. Aquel que tiene al Hijo
tiene vida eterna; aquel que no tiene al Hijo de Dios no tiene vida eterna.
Estas cosas les he escrito a ustedes quienes creen en el nombre del Hijo de
Dios para que puedan saber que ustedes tienen vida eterna, y que puedan continuar
creyendo en el nombre del Hijo de Dios” (versos 10-13). Ese es parte del testimonio
de Jesucristo.
Aquí hay otra parte del
testimonio de Jesucristo, Juan 7:4—cuando él iba subiendo a la Fiesta de Tabernáculos
y Sus discípulos dijeron ‘Tú sube’ y “…revélate Tú mismo al mundo.’ Porque ni
Sus hermanos creían en Él. Por tanto, Jesús les dijo, “Mi tiempo no ha llegado
aún, pero su tiempo está siempre listo. El mundo no puede odiarlos; pero Me
odia porque testifico concerniente a él…’” (versos 4-7). Eso es parte
del testimonio de Jesucristo:
·
Parte de él, es el espíritu
de profecía
·
Parte de él, es el testimonio
confirmado en nosotros, del sacrificio de Cristo, la muerte y la
resurrección
·
Parte de él, es el
testimonio “…que sus obras [del mundo] son malignas” (verso 7).
En otras palabras, ¡el mundo
es malvado! Si una persona va a predicar el Evangelio, ¿Qué va a predicar? Si
van a predicar y ser inspirados, deben predicar:
1.
A Cristo
crucificado
Eso es lo que dijo Pablo
2.
Reconciliación
3.
Conversión
4.
Una advertencia
al mundo
Todo eso es parte del
testimonio de Cristo. Hay otra cosa que el testimonio de Cristo hace por
nosotros.
Romanos 8:14: “Porque tantos
como son guiados por el Espíritu de Dios… [El Espíritu de Dios es el que
testifica, porque es el Espíritu de Verdad (I Juan 5:9)]…esos son los
hijos de Dios. Ahora ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud otra vez
hacia temor, sino han recibido el Espíritu de filiación, por el cual
gritamos, ‘Abba, Padre.’ El Espíritu mismo da testimonio… [Esa es
la misma palabra que testificar]…conjuntamente con nuestro propio espíritu, testificando
que somos hijos de Dios” (versos 14-16). ¡Ese es el testimonio de
Jesucristo y así es cómo funciona!
En realidad, no les he dicho
nada nuevo, ¿Cierto? Pero hemos aprendido algo de la Biblia, desde una
perspectiva completamente diferente a lo que ya sabemos. Esto ayuda a aclararlo
más en mi mente. Encuentro que entre más retrocedo, (ya que cada una de estas
cosas me lleva de vuelta a algunas de las Escrituras básicas en la Biblia) más
aprendo de ellas.
Cuando repasé y estudié
esto, y realmente lo entendí, fue como una sobrecarga de poder en mi mente. No
fue algo grandioso y fantástico, pero hubo esta sobrecarga de poder y alegría
en mi mente, que sé que tiene que venir del Espíritu Santo de Dios. Discúlpenme
por estar algo emocionado por esto. Fue fantástico repasarlo, y estoy seguro de
que podemos conectar muchas cosas con eso.
Quiero cubrir solamente otro
aspecto, aquí en I Corintios 1:18: “Porque para aquellos que están muriendo, la
predicación de la cruz es tontería; pero para nosotros que estamos siendo
salvos… [El proceso de salvación]…es el poder de Dios.” Hay tres partes de
la salvación:
1.
Han sido salvos
2.
Siendo salvos
3.
Serán salvos
Efesios 2—han sido
salvos. Es por eso que muchos de los bautistas creen que ‘una vez salvos,
siempre salvos.’ Usted es salvo, que ellos creen que significa:
·
Sí, acepto a Jesús
·
Sí, doy la oración del
pecador
·
Sí, le pido a Jesús
que entre en mi corazón
·
Sí, soy salvo
·
Sí, soy nacido de
nuevo
Eso es sólo un resumen de lo
que creen los protestantes. Según ellos, si usted hace eso, nunca puede
perderse, porque usted ha sido salvo. Efesios 2, versos 1-3 habla acerca
de cómo Satanás es el ‘príncipe de la potestad del aire’ y de que todos hemos
sido ‘hijos de desobediencia.’
Efesios 2:4: “Pero Dios,
Quien es rico en misericordia, por causa de Su gran amor con el cual nos amó,
aun cuando estábamos muertos en nuestras ofensas, nos ha dado
vida junto con Cristo. (Porque han sido salvos por gracia)”
(versos 4-5). En este sentido particular se refiere al tiempo pasado, un hecho
cumplido.
Pero, ¿De qué ha sido salvo?
¡De Satanás el diablo y de este mundo! ¡De eso es de lo que ha sido salvo!
Aún tenemos la naturaleza humana, ¿no es así? Aún estamos siendo
salvos.
Verso 6: “Y nos ha
levantado juntos y nos ha hecho sentar juntos en los lugares
celestiales en Cristo Jesús, para que en los siglos que vienen pudiera mostrar
las excesivas riquezas de Su gracia en Su bondad hacia nosotros en
Cristo Jesús. Porque por gracia han sido salvos a través de fe, y
esta no es de ustedes mismos; es el regalo de Dios, no de obras, para
que nadie pueda jactarse. Porque somos Su hechura, creados en Cristo Jesús
hacia las buenas obras que Dios ordenó de antemano para que pudiéramos
caminar en ellas” (versos 6-10). Recuerden que:
·
Hemos sido salvos de
Satanás
·
Hemos sido salvos del
mundo
¿Hemos sido salvos de
nuestra propia naturaleza humana? Estamos siendo salvos de
nuestra naturaleza humana, SI permanecemos en la fe y después seremos
salvos en la resurrección.
I Corintios 15:1: “Ahora
estoy declarándoles, hermanos, el mismo evangelio que les proclamé, el
cual también recibieron, y en el cual ahora están permaneciendo…
[El Evangelio fue predicado y usted está permaneciendo en ese Evangelio]…Por el
cual también están siendo salvos… [Obviamente, a través de Cristo]…si
se están aferrando a las palabras que les proclamé; de otra forma han
creído en vano” (versos 1-2). Eso habla de la salvación, y usted será
salvo.
·
Nosotros hemos sido
salvos
·
Nosotros estamos
siendo salvos
·
Nosotros seremos
salvos
Espero que les sea de ayuda
cuando estudiamos verso por verso y vemos cada uno de los sub temas.
I Corintios 1:26: “Porque
ustedes ven su llamado, hermanos, que no hay muchos que sean sabios de
acuerdo a la carne, no muchos que sean poderosos, no muchos que sean de
alta alcurnia entre ustedes. Antes bien, Dios ha escogido las cosas
tontas del mundo…” (versos 26-27). Para su información: las palabras llamados
y escogidos vienen del mismo verbo griego.
“…Dios ha escogido las
cosas tontas del mundo, para que Él pudiera avergonzar a aquellos quienes
son sabios… [Si alguna vez se ha preguntado por qué Dios lo ha llamado, aquí está
la respuesta]… y Dios ha escogido las cosas débiles
del mundo para que Él pudiera avergonzar las cosas fuertes. Y lo vil del
mundo, y lo despreciado ha escogido Dios—incluso las cosas
que son contadas como nada—para que Él pudiera llevar a nada las cosas que
son” (versos 27-28). Ese va a ser un desafío, ¿cierto? Sería voltear el mundo
al revés. Cuando Jesús regrese, Él va a voltear este mundo al revés y ¡nos va a
dar el dominio del Reino de Dios! Todo eso se encuentra en esa declaración.
Verso 29: “Para que
ninguna carne pudiera gloriarse en Su presencia… [¡Nadie le va a decir
a Dios lo grandioso que es!]…Pero ustedes son de Él en Cristo Jesús… [Usted está
en Cristo Jesús] (Aquí está lo que Dios ha hecho por nosotros, a través
de Cristo):…Quien fue hecho sabiduría de Dios para nosotros… [Si
usted conoce la Palabra de Dios, es más sabio que el hombre más sabio en la
tierra]... —incluso justicia…” (versos 29-30).
Todos conocemos la justicia de Dios; que ¡la justicia de Jesucristo se nos da, dentro
de nosotros! Él ha hecho nuestra justicia. Entre más pienso en eso, es más
asombroso. ¡Es un regalo asombroso!
“…y santificación,
y redención” (verso 30). Redención significa comprar de nuevo.
Todos somos vendidos bajo el pecado. Cuando uno redime, compra de nuevo. Dios
es el Único que puede comprarnos de vuelta, porque Cristo ha pagado por
nosotros.
Verso 31: “De modo que, como
está escrito, ‘El que se gloria, gloríese en el Señor.’” En lugar de que
la persona alardee de lo bueno o buena que es, solamente gloríese en el Señor.
Hablé por teléfono con una
persona y me preguntó de dónde vienen estas cosas. ¡Todas vienen de Dios!
Agradezcámosle a Dios y regocijémonos en lo que Dios ha hecho y de cómo lo está
haciendo. Esa es toda la clave para descifrar la Biblia y entender la Palabra
de Dios: ¡Confíe completamente en Dios, y ahí estará!
La próxima vez, tendremos un
sub tema sobre la redención, y entonces entraremos en I Corintios 2 y después
la revelación de Cristo. No solamente el libro de Apocalipsis, sino que Dios
nos revela a Cristo, que es algo muy inspirador.
Escrituras citadas:
1)
I Corintios 1:1-3
2)
Hebreos 10:17-18, 4,
19-25
3)
I Corintios 1:3-9
4)
I Corintios 2:1
5)
I Corintios 1:6
6)
Juan 3:16-17
7)
Mateo 17:1-5
8)
II Corintios 5:18-21
9)
I Juan 3:1-3
10) Apocalipsis 21:7
11) Apocalipsis 19:10
12) Mateo 10:16-20
13) Apocalipsis 2:17
14) I Corintios 1:6
15) Apocalipsis 1:5, 9
16) Apocalipsis 3:14
17) Romanos 8:3
18) Juan 16:33
19) Hebreos 9:20-26
20) Romanos 6:3-6
21) Colosenses 1:27
22) I Timoteo 2:4-6
23) I Juan 5:6-13
24) Juan 7:4-7
25) Romanos 8:14-16
26) I Corintios 1:18
27) Efesios 2:4-10
28) I Corintios 15:1-2
29) I Corintios 1:26-31
Escrituras mencionadas, no
citadas:
·
II Timoteo
·
Juan 14
·
Efesios 2:1-3