Restaurando el
cristianismo original—¡para hoy!
Iglesia de Dios Cristiana y Biblica
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Fred
R. Coulter
Enero 17, 2018
Queridos hermanos,
Terminamos el 2017 enviando tres grandes
folletos: ¿Dios o no Dios? y ¿Cuan creíble es la Biblia?, ambos
de Duncan MacLeod, y Geología, catastrofismo y las Escrituras, el cual
incluye material del Dr. Lynn Torrance y Philip Neal. Estos folletos son vitalmente
importantes para aquellos que están comenzando a entender la Biblia. (También
los hemos hechos disponibles en CD—de modo que puede escucharlos mientras los
lee o escucharlos en su carro.)
Estos folletos revelan que hay en verdad un
Dios Todopoderoso Quien creó todo lo que existe. También demuestran como Dios
obra en el tiempo con los pueblos y naciones para cumplir Su voluntad. Fundamentalmente, estos folletos prueban que la Palabra de Dios es
verdadera—que las Escrituras son vivas y poderosas y están
activamente obrando en ambas ¡la tierra y los cielos!
El apóstol Pablo predicó el mismo mensaje a
los grandes filósofos que
se reunían en la colina de Marte en Atenas, Grecia, hace más de 1900 años: “Él es
el Dios que hizo el mundo y todas las cosas que están en el.
Siendo el Señor del cielo y la tierra, no
vive en templos hechos por manos; ni es servido por las manos
de hombres, como si necesitara algo, porque Él da a todos vida
y aliento y todas las cosas.
“Y Él
hizo de una sangre todas las naciones de hombres para habitar sobre toda la faz
de la tierra, habiendo determinado de antemano sus tiempos señalados y
los límites de sus viviendas; para que pudieran buscar al Señor, si tal
vez pudieran palpar tras Él y pudieran encontrarlo; aunque verdaderamente, Él
no está lejos de cada uno de nosotros, porque en Él vivimos y nos
movemos y tenemos nuestro ser;…” (Hechos 17:24-28).
Entendiendo profecía: Mientras
entramos a un nuevo año, eventos extraordinarios están teniendo lugar. Naturalmente,
preguntamos: “¿Dónde estamos en profecía?” “¿Cuan cerca estamos del regreso de
Cristo?” “¿Cuándo será establecido el Reino de Dios?” Desde el tiempo de los apóstoles,
tal vez en casi toda generación, el pueblo de Dios ha considerado estas
preguntas.
Ahora, alrededor de 2,000 años desde el
tiempo de Jesús, parece—basado en como los eventos del mundo están desenvolviéndose—que
pueden haber un número de años antes que Jesús regrese para establecer Su reino
con nosotros como reyes y sacerdotes (Apocalipsis 1:6; 5:9-10; 20:6). ¿Por qué?
Porque hay muchas profecías que tienen aún que ser cumplidas. Y como
estamos llegando a comprender, ¡algunas de estas profecías van a ser cumplidas
en una forma mucho más grande de lo que hemos imaginado!
Agradecidamente, tenemos un buen
entendimiento de muchas profecías del tiempo del fin. Sin embargo, podemos
haber pasado por alto uno de los más importantes aspectos de entender su
cumplimiento. ¿Que ignoramos? La respuesta es encontrada en Mateo 5, en pasajes
que hemos cubierto una y otra vez. ¿Cuántas veces hemos cubierto estos dos
versos? “No piensen que he venido a abolir la Ley o los Profetas; no
vine a abolir, sino a cumplir. Porque
verdaderamente les digo, hasta que el cielo y la tierra pasen, una jota o
una tilde en ninguna forma pasará de la Ley hasta que todo [incluyendo toda
profecía] haya sido cumplido [por Cristo mismo]” (Mateo 5:17-18).
Siempre hemos enfatizado que Jesús no vino a
abolir la Ley, sino a “magnificar la Ley y hacerla gloriosa” (Isaías 42:21). (Tal
vez esto fue porque hay demasiada ilegalidad en el mundo, especialmente en el
cristianismo mundano.) Luego procedimos a mostrar como Jesús de hecho magnificó
la Ley—como el cristianismo verdadero no enseña una “gracia ilegal.” En
verdad, el Nuevo Testamento enfatiza amor y obediencia hacia Dios (I Juan
2:3-6).
Sin embargo, lo que hemos desatendido en
Mateo 5 es que Jesús también vino a cumplir los profetas—todos
ellos, no tan solo las que predijeron Su primera venida y Su ministerio. Así,
Jesús va a cumplir todas las profecías del tiempo del fin Él
mismo—como Dios el Padre le ha dado “toda autoridad en el cielo y en la tierra”
(Mateo 28:18).
Jesucristo es “el Profeta”: En el
libro de Deuteronomio, encontramos una profecía básica dada a Moisés que
Jesucristo sería llamado “el Profeta.” Note: “El SEÑOR su Dios les levantará un Profeta de en medio de ustedes, de sus
hermanos, Uno como yo. A Él ustedes escucharán,… Yo les levantaré un
Profeta de entre sus hermanos, Uno
como tú, y pondré Mis palabras en Su boca. Y Él les hablará todo lo que Yo le
mande. Y sucederá, cualquier cosa que el hombre
no escuche a Mis palabras las cuales Él hablará en Mi nombre, Yo lo
exigiré de él. Pero el profeta que presuma
hablar una palabra en Mi nombre la cual no le he ordenado hablar o quien hable
en el nombre de otros dioses, incluso ese profeta morirá’” (Deuteronomio
18:15, 18-20).
Juan
el Bautista fue cuestionado por las autoridades religiosas judías: “¿Por
qué entonces estas bautizando, si no eres el Cristo, ni Elías, ni el
Profeta?”
(Juan 1:25). Cuando Jesús había alimentado los cinco mil, la gente dijo, “De
verdad, este es el Profeta que debía venir al mundo” (Juan 6:14). Cuando
Pedro atestiguó ante todo el Sanedrín, él proclamó que Jesús era aquel
Profeta (Hechos 3:22).
La Biblia provee claves esenciales sobre cómo
entender profecía. Pero siempre comienza con Dios, porque hay cosas ocultas
que Dios debe revelar—a través de Su Palabra y a través del Espíritu Santo. En
el libro de Daniel, por ejemplo, encontramos que solo Dios otorga entendimiento
de profecía. El sueño “profético” del rey Nabucodonosor es un ejemplo perfecto. Los
magos, encantadores, pronosticadores, brujos, sabios del rey babilonio—ninguno
de ellos pudo dar la interpretación del sueño del rey. En vez, Dios Mismo
reveló el significado del sueño a Daniel en una visión nocturna: “…y
Daniel bendijo al Dios del cielo. Daniel respondió y dijo, “Bendito sea el
nombre de Dios por siempre y para siempre, porque la sabiduría y el
poder son Suyos.
Y Él cambia los tiempos y las temporadas; remueve reyes y coloca
reyes. Da sabiduría al sabio y conocimiento a aquellos que tienen
entendimiento.
Revela las cosas profundas y secretas; sabe
que está en las tinieblas, y la luz vive con Él. Te
agradezco, y Te alabo, Oh Dios de mis padres, Quien me ha dado sabiduría y
poder, y ahora me has hecho conocido lo que deseábamos de Ti, porque nos
has hecho conocido el asunto del rey”” (Daniel 2:19-23).
El Señor Dios del Antiguo Testamento, Quien llegó
a ser Jesucristo del Nuevo Testamento—“el Profeta”—reveló todo el asunto, el
sueño y su interpretación a Daniel (Daniel 2:27-43). Este pasaje es importante
porque muestra quien revela profecía—Dios. Así, este llega a ser fundamental
para ¡toda la profecía Biblica!
Continuando:
“Y en los días de estos reyes, el Dios del cielo establecerá un
reino el cual nunca será destruido. Y el reino no será dejado a otra gente,
sino que romperá en piezas y consumirá todos estos reinos, y permanecerá para
siempre.
Porque viste que la piedra fue cortada de la montaña sin manos, y
que esta rompió en piezas el hierro, el bronce, la arcilla, la plata, y el oro;
el gran Dios ha hecho saber al rey lo que sucederá en el futuro. Y el
sueño es cierto, y su interpretación es segura.” Entonces el rey
Nabuconodosor cayó sobre su rostro y adoró a Daniel, y ordenó ofrecerle una
ofrenda e incienso dulce.
El rey le respondió a Daniel y dijo, “Es cierto que tu Dios es
el Dios de dioses, y el Señor de reyes, y un revelador de secretos, dado que
pudiste revelar este secreto”” (versos 44-47).
Este
es un ejemplo perfecto de como Jesús no solo pronuncia la profecía, sino también
cumple la profecía. Él está directamente involucrado, porque le ha sido dado de
Dios cumplir toda profecía. Toda profecía viene de Dios, pero Jesús debe
hacerla conocida. Esto significa que el entendimiento de profecía debe
venir a través de Cristo—“el Profeta.”
Sí, debemos
dividir correctamente la Palabra de Dios por el Espíritu de Dios. Sin embargo
el entendimiento no viene a causa del intelecto humano. Pablo deja esto
claro: “Más bien, hablamos la sabiduría de Dios en un misterio, incluso
la sabiduría escondida que Dios pre-ordenó antes de los siglos hacia
nuestra gloria
la cual ninguno de los gobernadores de este mundo ha conocido… Pero
de acuerdo a como está escrito, “El ojo no ha visto, ni el oído ha
oído, ni han entrado al corazón del hombre, las cosas que Dios ha
preparado para aquellos que lo aman.”
“Pero
Dios nos las ha revelado por Su Espíritu, porque el Espíritu examina todas las cosas—incluso las cosas
profundas de Dios. Porque ¿quién entre los hombres entiende las cosas del
hombre excepto por el espíritu del hombre el cual está en
él? En la misma manera también, nadie entiende las cosas de Dios excepto por
el Espíritu de Dios. Ahora, no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el
Espíritu que es de Dios, para que podamos saber las cosas graciablemente
dadas a nosotros por Dios; tales cosas también
hablamos, no en palabras enseñadas por sabiduría humana, sino en palabras
enseñadas por el Espíritu Santo para comunicar cosas espirituales
por medios espirituales. Pero el hombre natural no recibe las
cosas del Espíritu de Dios; porque son tonterías para él, y no puede
entenderlas porque son discernidas espiritualmente” (I Corintios 2:7-14).
Jesús también
nos ordenó estar velando los eventos del tiempo del fin mientras ocurren:
“Pero aprendan la parábola de la higuera: Cuando sus ramas llegan a
estar tiernas, y echan hojas, saben que el verano está cerca. En la
misma forma también, cuando vean estas cosas sucediendo, sepan que está
cerca, incluso a las puertas.
“Ciertamente
les digo, esta generación [la del tiempo del fin] en
ninguna forma pasará hasta que todas estas cosas hayan tenido lugar. El
cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras nunca pasarán. Pero
concerniente a aquel día y la hora, nadie sabe, ni siquiera los ángeles
en el cielo, ni el Hijo, sino solamente el Padre.
“Presten
atención, estén vigilando y orando. Porque no saben cuándo es
el tiempo. Es como un hombre viajando a un país lejano, dejando su casa
y dando autoridad a sus siervos, y a cada uno su trabajo, y ordenando al
portero vigilar.
Estén vigilando, por tanto, porque no saben cuándo viene el maestro
de la casa: en la noche, o a media noche, o al canto del gallo, o en la
mañana;
no sea que él venga de repente y los encuentre durmiendo. Y lo
que les digo, lo digo a todos: ¡Vigilen!”” (Marcos 13:28-37).
Ultimadamente,
cuando Dios escoja revelar el significado de una profecía particular, entonces
tendremos el entendimiento correcto. Note lo que el ángel de Dios le prometió a
Daniel cuando él quiso entender las profecías que Dios le había dado: “Entonces
dije [Daniel], “Oh
mi señor, ¿Cuál será el fin de estas cosas?” Y él dijo, “Sigue tu camino,
Daniel, porque las palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo
del fin. Muchos
serán purificados, y emblanquecidos, y refinados. Pero el malvado hará
malvadamente; y ninguno de los malvados entenderá, pero el sabio entenderá” (Daniel 12:8-10).
Profecía
y el libro de Apocalipsis: Al comienzo del libro de Apocalipsis, Jesús
deja claro que solo Él cumplirá toda profecía. Él es Quien dirige eventos
y dirige y ordena a los ángeles mientras Él hace que la profecía sea cumplida.
Como veremos, los primeros 8 versos de Apocalipsis capítulo 1 en realidad
forman un prólogo al libro y contienen un resumen corte del plan de Dios: “La
revelación de Jesucristo, la cual Dios le dio a Él, para mostrar a Sus siervos
las cosas que están ordenadas a suceder prontamente; y Él la hizo
conocida, habiéndola enviado por Su ángel a Su siervo Juan; quien
dio testimonio de la Palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo, y
todas las cosas que él vio.
“Bendito
es el que lee, y aquellos que oyen las palabras de esta profecía y
quienes guardan las cosas que están escritas en ella; porque el
tiempo está a la mano. Juan a las siete iglesias que están en
Asia: Gracia y paz sean a ustedes de Quien es, y Quien era, y Quien debe venir;
y de los siete espíritus que están delante de Su trono; y de
Jesucristo, el Testigo fiel, el Primogénito de los muertos, y el Gobernador de
los reyes de la tierra. A Él Quien nos amó y lavó de nuestros pecados en Su
propia sangre,
y nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios y Su Padre; a Él sea
la gloria y la soberanía en las eras de eternidad. Amén.
“He
aquí, Él viene con las nubes, y todo ojo lo verá, y aquellos que lo
traspasaron; y todas las tribus de la tierra gemirán por causa de Él. Aun así,
Amén.
“Yo soy el Alfa y el Omega, el Principio y el Fin,”
dice el Señor, “Quien es, y Quien era, y Quien debe venir—el
Todopoderoso.””
(Apocalipsis 1:1-8).
Jesús está
declarando que Él está en control completo, totalmente capaz de cumplir toda
profecía—así como Él declaró en Mateo 5:18. Solamente Jesús está calificado
para hacer esto: “Y en la mano derecha de Quien se sienta sobre el trono [de Dios el
Padre] vi un libro, escrito por dentro y por detrás, el cual había sido
sellado con siete sellos.
Y vi a un ángel fuerte proclamando con una fuerte voz,
“¿Quién es digno de abrir el libro y soltar sus sellos?” Pero nadie en el cielo,
o en la tierra, o bajo la tierra era capaz de abrir el libro, o mirar dentro de
el. Y yo estaba llorando grandemente porque nadie fue encontrado digno de abrir
y leer el libro, o mirar dentro de el.
“Entonces
uno de los ancianos me dijo, “No llores. He aquí, el León Quien es de la tribu
de Judá, la Raíz de David, ha vencido para abrir el libro, y soltar sus siete
sellos.” Luego vi, y he aquí, delante del trono y las cuatro criaturas
vivientes, y delante de los ancianos, estaba de pie un Cordero
como habiendo sido muerto, teniendo siete cuernos y siete ojos, los cuales son
los siete Espíritus de Dios que son enviados a toda la tierra. Y Él
vino y tomó el libro de la mano derecha de Quien se sienta sobre el trono” (Apocalipsis 5:1-7).
Solo Jesús tiene la autoridad de abrir los sellos.
Mientras cada sello es abierto, varias profecías son desatadas simultáneamente para
traer el cumplimiento completo del sello. Más aun, mientras cada sello es
abierto, sus efectos superpuestos producen mayor y mayor destrucción alrededor
del mundo. Esta apertura de los sellos de Apocalipsis demuestra que Cristo cumplirá
toda profecía.
En
otro ejemplo, Apocalipsis 17 trata con profecías concernientes a 10 reyes del tiempo
del fin. Note como Jesús trata con ellos directamente: “Y la
bestia que era, y no es, es también el octavo, y es de los siete, y va a
perdición.
Y los diez cuernos que viste son diez reyes, quienes no han
recibido aún un reino, pero recibirán autoridad como reyes por una hora
con la bestia.
Todos estos tienen una mente, y darán su poder y autoridad a la bestia. Estos
harán guerra con el Cordero, pero el Cordero los vencerá; porque Él es Señor de
señores y Rey de reyes, y aquellos que están con Él son
llamados, y escogidos, y fieles.”
“Entonces
él me dijo, “Las aguas que viste, donde se sienta la ramera, son pueblos y
multitudes y naciones e idiomas [alcanzando todo el mundo; Apocalipsis 13:7]. Pero
los diez cuernos que viste sobre la bestia odiarán a la ramera, y la harán
desolada y desnuda, y comerán su carne, y la quemarán con fuego; porque
Dios ha puesto en sus corazones hacer Su voluntad, y actuar con un acuerdo, y
dar su reino a la bestia hasta que las palabras de Dios hayan sido
cumplidas.
Y la mujer que viste es la gran ciudad que tiene poder real sobre
los reyes de la tierra””
(Apocalipsis 17:11-18).
Ahora
podemos entender mejor como Jesús es “el Profeta” Quien personalmente hará
pasar toda profecía de la Biblia—pasado, presente y futuro. Concerniente a profecía,
Pedro escribió: “También poseemos la Palabra profética confirmada [toda la Palabra
de Dios] a la cual ustedes hacen bien en prestar atención, como a una
luz brillando en un lugar oscuro, hasta que el día amanezca y la
estrella de la mañana surja en sus corazones; sabiendo esto primero,
que ninguna profecía de la Escritura se originó como
interpretación privada propia de alguien; porque
la profecía no fue traída en ningún momento por voluntad humana,
sino que los santos hombres de Dios hablaron como fueron movidos por el
Espíritu Santo”
(II Pedro 1:19-21).
Ahora
sabe porque Jesús dijo, “No piensen que he venido a
abolir la Ley o los Profetas; no vine a abolir, sino a cumplir. Porque
verdaderamente les digo, hasta que el cielo y la tierra pasen, una jota o
una tilde en ninguna forma pasará de la Ley hasta que todo haya sido cumplido” (Mateo
5:17-18).
Hay
muchas profecías avanzando en cumplimiento. En mensajes y estudios por venir,
los mantendremos informados mientras eventos claves transpiran. Si hacemos las
cosas en la forma de Dios—dividir correctamente
las Escrituras, ser guiados por el Espíritu Santo y estar velando todo el
tiempo mientras las profecías se desenvuelven—entonces Él nos otorgará
el entendimiento que necesitamos a través de Cristo.
Hermanos, gracias por su amor y oraciones—por
nosotros y todos los hermanos. Porque muchos de nosotros estamos incrementando
en años, todos necesitamos orar unos por otros. Los amamos y estamos orando
diariamente por ustedes—por su salud, su sanidad y especialmente que permanezcan
fuertes en el Señor. Les damos gracias por su apoyo continuo a través de sus
diezmos y ofrendas según como Dios los bendice. Que Dios continúe bendiciéndolos
a ustedes y los suyos en toda manera.
Con amor en Cristo Jesús,
Fred R. Coulter
FRC