Día 6—Fiesta de Tabernáculos
Las Lecciones de Salomón
¡No se trata de cómo comienza, sino de cómo termina!
Fred R. Coulter—22 de octubre, 2016
¡Saludos, hermanos! ¡Bienvenidos al Día 6 de la Fiesta de Tabernáculos!
En la Biblia tenemos un ejemplo de lo que les sucede a las personas cuando lo tienen todo. Durante el Milenio, las personas tendrán lo mejor que ha habido para toda la humanidad y muchos serán traídos al Reino de Dios durante ese periodo, aunque habrá algunos que no querrán andar en el camino de Dios.
Como leímos en Isaías 65, el pecador ‘morirá maldito.’ ¿Cómo podría ser que teniendo todo lo necesario y todo lo que quiere y conociendo a Dios, dejarlo? ¿Cómo sucede eso? Todo vuelve a lo que hemos mencionado antes: ¡no se trata de cómo empieza, sino de cómo termina!
Veamos el ejemplo de Salomón el hijo de David, quien fue el rey de Israel después que su padre muriera. Él tuvo que calmar una rebelión de su hermano Adonías para reestablecer el orden, y se le dio la bendición de construir el templo. Dios le dio los planos a David para que se los diera a Salomón… y le dio muchas indicaciones de cómo debería guardar los mandamientos de Dios, buscar a Dios, y hacer lo correcto.
Así que vayamos al libro de I Reyes para ver que después de todas las cosas buenas que Dios hizo por Salomón y proveyendo las cosas para que Salomón pudiera construir el templo, él terminó su propia casa y después:
I Reyes 3:3: “Y Salomón amaba al SEÑOR…”
· ¿Ama usted a Dios?
· ¿Ha conocido personas que amaron a Dios?
Pero que ya no están con Él
· ¿Cómo sucedió eso?
· ¿Cómo podría pasar algo así?
“…caminando en los estatutos de David su padre. Él solo sacrificaba y quemaba incienso en lugares altos. Y el rey fue a Gabaón a sacrificar allí, porque era el gran lugar alto…” (Versos 3-4).
Ahí es donde estaba el tabernáculo. Recuerden que durante el reinado del rey Saúl los filisteos capturaron el Arca del Pacto por un tiempo. Después regresó, David la tomó y la puso en su casa. Él tenía un lugar especial en su casa para el Arca del Pacto.
Pero el tabernáculo estaba en Gabaón y ahí ofrecían los sacrificios, así que el sacerdocio estaba dividido. La mayoría de los Levitas estaban en Gabaón ofreciendo los sacrificios y en la casa de David estaba Asaf el sacerdote y otros sacerdotes que administraban el Arca del Pacto.
Entonces comenzamos con esta imagen, “…Salomón ofreció mil ofrendas quemadas sobre ese altar” (verso 4). Noten cómo comenzó Salomón:
· Sus padres lo amaban
· Era el heredero al trono
· Recibió todos los planos para construir el templo
· Su corazón estaba blando cuando comenzó
Verso 5: “En Gabaón el SEÑOR se le apareció a Salomón en un sueño de noche. Y Dios dijo, ‘Pide que ¡Yo te daré!’” Quiero que noten la actitud de Salomón:
Verso 6: “Y Salomón dijo, ‘Tú has mostrado a Tu siervo David mi padre gran misericordia, de acuerdo como él caminó ante Ti en verdad y en justicia y en rectitud de corazón contigo…’” David fue llamado ‘un hombre conforme al corazón de Dios.’ ¿Por qué? ¡Porque así es como él caminó ante Dios!
Salomón continúa respondiéndole a Dios: “…Y Tú has guardado esta gran bondad por él, que Tú le has dado un hijo para sentarse en su trono, como es hoy” (verso 6). Noten cómo expresó eso, él no dijo ‘yo fui elegido para sentarme en el trono.’ Noten la humildad.
Verso 7: “Y ahora, Oh SEÑOR mi Dios, Tú has hecho a Tu siervo rey en lugar de David mi padre… [Dándole todo el crédito a Dios]…Y yo soy un niño pequeño; ¡no sé cómo salir o entrar! Y Tu siervo está en medio de Tu pueblo a quien Tú has escogido, un pueblo numeroso quien no puede ser numerado ni contado por la multitud. Ahora por tanto, dale a Tu siervo un corazón entendido para juzgar a Tu pueblo…” (Versos 7-9). Noten lo que él pidió: pidió lo correcto con la actitud correcta y directamente a Dios. ¡Es asombroso!
“…para discernir entre bien y mal, ¿porque quién es capaz de juzgar a éste, Tu gran pueblo?” (Verso 9).
Ahora noten la respuesta de Dios y como Dios nos responde de acuerdo a como sea nuestra respuesta a Él.
Verso 10: “Y la palabra fue buena en los ojos del SEÑOR que Salomón hubiera pedido esta cosa. Y Dios le dijo, ‘Porque has pedido esta cosa y no has pedido para ti mismo larga vida…’” (Versos 10-11). No se interesó en sí mismo.
Vamos a ver que esa es la clave y la respuesta de cómo se equivocó Salomón y como en el Milenio las personas se podrán equivocar y rechazar a Dios.
“…y no has pedido riquezas para ti mismo, ni has pedido la vida de tus enemigos, sino has pedido para ti mismo entendimiento para juzgar justamente, he aquí, he hecho de acuerdo a tus palabras. He aquí, te he dado un corazón sabio y entendido, de modo que no hubo ninguno como tú antes de ti y después de ti ninguno se levantará como tú. Y también te he dado eso lo cual no has pedido…” (Versos 11-13).
· ¿Quiere Dios bendecirnos más allá de lo que nosotros pedimos?
· ¿Cómo deberíamos pedir?
· ¿Cuál es el propósito de pedir?
· ¿Por qué deberíamos hacerlo?
“…no has pedido… [Pero te daré]:…ambos riquezas y honor, de modo que no habrá ninguno de los reyes como tú todos tus días. Por tanto, si…” (Versos 13-14). Ahí está la elección por el libre albedrio, y el si es condicional sobre nosotros, no sobre Dios.
“…si caminas en Mis caminos, para guardar Mis estatutos y Mis mandamientos, como tu padre David caminó, entonces extenderé tus días” (verso 14). Dios le dio a Salomón todo lo que cualquiera querría en la vida.
Verso 15: “Y Salomón despertó, y, he aquí, fue un sueño. Luego él fue a Jerusalén y se paró ante el arca del pacto del SEÑOR y ofreció ofrendas quemadas, y ofreció ofrendas de paz, e hizo una fiesta para todos sus siervos.”
Después lo hizo bastante bien en su primer juicio, aunque no lo repasaremos. En I Reyes 6 vemos que Salomón terminó la casa de Dios y después la dedicó.
Salomón trae las cosas de Gabaón al templo, el Arca es traída al templo por los sacerdotes y Levitas. Ellos establecen los altares y en I Reyes 7:51 dice que todo se hizo por la casa del Señor.
I Reyes 8:1: “Entonces Salomón convocó a los ancianos de Israel y todas las cabezas de las tribus, los jefes de los padres de los hijos de Israel, al Rey Salomón en Jerusalén, para que pudieran hacer subir el arca del pacto del SEÑOR de la ciudad de David, la cual es Sión.”
Así que ellos la trajeron y tuvieron una gran ceremonia y por cierto, al parecer esto comenzó en el primer día del séptimo mes—la Fiesta de Trompetas—y la dedicación de la Fiesta duró siete días. Después hubo una pausa para el día de Expiación y después tuvieron la Fiesta de Tabernáculos y entonces todas las personas se fueron a sus casas.
· ¡Dios estaba complacido con todo eso!
· ¡Dios estaba complacido con la oración de Salomón!
Pueden leer eso en todo el capítulo 8, así que lean los capítulos 7 y 8. Veamos el verdadero pináculo de Salomón en su relación con Dios. ¿Cómo se descuidó tanto? Imagínense ser así de cercanos a Dios y que Él les dijera todo lo que les iba a dar.
· Todo se cumplió
· El templo fue terminado y todo fue puesto en orden
· Hubo una gran fiesta para dedicarlo
· También tuvieron la gran Fiesta de Tabernáculos
· Todos estaban felices y gozosos
· Dios estaba con ellos
· Los ángeles estaban protegiéndolos
· Todo era justicia, bondad, gozo y alegría
Vamos a ver que incluso Dios estaba muy complacido—y podríamos hacernos la pregunta ¿Podemos complacer a Dios? ¿Podemos hacer aquellas cosas que le agradan a Él? ¡Sí, lo dice en I Juan 3! Así es como son escuchadas nuestras oraciones, cuando hacemos las cosas que le agradan a Él y guardamos Sus mandamientos. Eso es exactamente lo que Salomón había hecho aquí.
I Reyes 9:1: “Y aconteció que mientras Salomón terminaba la construcción de la casa del SEÑOR, y la casa del rey, y todo deseo de Salomón que le placía hacer, el SEÑOR se apareció a Salomón la segunda vez, como se le había aparecido en Gabaón” (versos 1-2).
Noten estas palabras, porque Él escuchó la oración, que es una oración hermosa, verso 3: “Y el SEÑOR le dijo: ‘He oído tu oración y tu clamor que has hecho ante Mí. He santificado esta casa que tú has edificado para poner Mi nombre en ella para siempre. Y Mis ojos y Mi corazón estarán ahí perpetuamente.’”
¡Eso es maravilloso! ¿Qué otra bendición más grande podría recibir de Dios? Ahora piensen en nosotros:
· Dios nos ha llamado
· Dios nos ha dado entendimiento de Su Palabra
· Dios nos ha dado conocimiento de Su Verdad
· Dios nos ha dado Su Espíritu Santo
Ese es el Espíritu de Dios el Padre y de Jesucristo y ¡Nosotros haremos nuestra morada con ellos! ¡Piensen en eso!
Verso 4: “Y si…” Ahí está esa palabra de nuevo. ¿Por qué Dios hace eso? ¡Porque nosotros debemos elegir! ¡Todo lo que hacemos es una elección!
· El amar a Dios
· El servirle
· El guardar Sus mandamientos
· Lo que pensamos
· A donde vamos
· Lo que comemos
¡Todas esas son elecciones! Las elecciones más importantes son aquellas entre Dios y nosotros. Es importante que lo sepamos para que podamos saber, entender esto y mantenernos constantes y no cometer los errores de Salomón.
Verso 4: “Y si tú anduvieres delante de Mí como anduvo David tu padre…” ¿Cómo es su andar con Dios? Mientras repasamos, quiero que se hagan estas preguntas a ustedes mismos.
“…en integridad de corazón y en rectitud, para hacer todas las cosas que te he mandado, y si guardas Mis estatutos y Mis juicios. Entonces…” (Versos 4-5). Ahí están el ‘si’ y el ‘entonces’; es exactamente lo mismo que vemos en el Nuevo Testamento y lo mismo para aquellos durante el Milenio.
Recuerden el SI. Ahora, ellos tendrán cien años para vivir… pero ¿Cómo los vivirán? Él dice:
Verso 5: “Entonces Yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, como le prometí a David tu padre, diciendo, ‘No será cortado de ti un hombre en el trono de Israel.’”
Ahora, Dios le da otra elección así como lo hace con nosotros y como lo hará con las personas durante el Milenio.
Verso 6: “Si te apartaras del todo de seguirme a Mí…” ¿Cómo debemos tener una relación con Dios? ¡Amándolo con todo nuestro corazón, mente, alma y ser! ¿Cuánto tiempo deberíamos hacerlo? ¡Durante toda nuestra vida!
En Pentecostés cubrimos cómo eran las siete iglesias. ¿Tuvieron que ser corregidas porque no hicieron lo que Dios quería? ¡Sí, así fue!
Aquí hay otro si, verso 6: “Si te apartaras del todo de seguirme a Mí, tú o tus hijos, y no guardaran Mis mandamientos y Mis estatutos los cuales Yo he puesto delante de ti, más van y sirven a otros dioses y los adoran.” ¡Piensen en eso!
Eso es cierto en la actualidad; todos quieren saber lo que está sucediendo en el mundo. ¡El mundo le ha dado la espalda a Dios! Esa es la gran apostasía de II Tesalonicenses 2, no es algo solamente dentro de la iglesia, sino del mundo entero contra Dios. Por eso es que Cristo volverá de la manera que lo hará, con todo el poder, con señales, con maravillas, haciendo temblar los cielos y la tierra y todos los ejércitos peleando contra Él.
Verso 7: “Entonces yo cortaré a Israel de la faz de la tierra que les he dado. Y esta casa que He santificado por Mi nombre Yo la arrojaré de mi vista…” ¿Hizo Dios eso? ¡Sí lo hizo! ¡Dos veces!
“…E Israel será por proverbio y refrán entre todos los pueblos” (verso 7). ¿Sucedió eso? ¡Sí! Entonces, ¿Cómo es que Salomón llegó a donde terminó? Esa es la pregunta y esa es la lección. Eso será algo que todas las personas responderán durante el Milenio:
· ¿Cómo fue su relación con Dios?
· ¿Qué se hace?
· ¿Cómo se mantiene?
Primero veremos ¡qué fue lo que hizo Salomón para alejarse de Dios! Veamos lo que Dios dijo que el rey debía hacer toda su vida. Hay algunas muy buenas instrucciones para el rey y también podemos hacer un paralelo para nosotros. ¿No seremos reyes y sacerdotes en el Reino de Dios? ¡Sí! ¿Qué deberíamos hacer? ¡Nosotros hemos sido llamados para prepararnos ahora para esa tarea!
Deuteronomio 17:14: “Cuando vengan a la tierra la cual el SEÑOR su Dios les da, y la posean y vivan en ella y digan, ‘Colocaré un rey sobre mí, como todas las naciones que están alrededor mío,’ Ciertamente colocarán un rey sobre ustedes, a quien el SEÑOR su Dios escogerá. Colocarán un rey sobre ustedes de entre sus hermanos. No pueden colocar un extraño sobre ustedes quien no es su hermano. Únicamente él no multiplicará caballos para sí mismo… [Salomón lo hizo]…ni hará a la gente regresar a Egipto… [Lo primero que hizo fue casarse con la hija del rey de Egipto]…para multiplicar caballos porque el SEÑOR les ha dicho, ‘No regresarán por ese camino otra vez’” (versos 14-16). ¡Salomón multiplicó caballos!
Verso 17: “Ni multiplicará esposas para sí mismo… [Salomón lo hizo]…para que su corazón no se aparte. Ni multiplicará grandemente plata y oro para sí mismo.” ¡Dios le dio a Salomón todo lo que él necesitaba!
Él era el hombre más inteligente del mundo, el más rico del mundo y el rey más grandioso que podía haber. Dios dio la advertencia, ¿No es así?
Verso 18: “Y será, cuando se siente en el trono de su reino, escribirá para sí mismo una copia de ésta ley en un libro de ese el cual está en la custodia de los sacerdotes los Levitas.”
Salomón debía ir al templo y tenía que copiar del rollo, de la copia que tenían los sacerdotes y los Levitas. El original estaba en el Arca del Pacto, pero él debía copiarlo. ¿Por qué copiarlo? ¡Porque al escribir se aprende!
Verso 19: “Y estará con él, y la leerá todos los días de su vida…”
Comentario: ¿Qué es lo que siempre escuchan que se predica? ¡La oración y el estudio! Esto es lo que el rey debía hacer todos los días de su vida:
“…para que pueda aprender a temer al SEÑOR su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para hacerlos. Para que su corazón no pueda ser elevado sobre sus hermanos, y que no se desvíe del mandamiento, a la derecha o a la izquierda, a fin de que pueda prolongar sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel” (versos 19-20).
· ¿No tenía él todos los Salmos de David? ¡Sí los tenía!
· ¿No tenía él miles de Proverbios? ¡Sí!
· ¿No compuso muchas canciones? ¡Sí!
Aquí hay algunas de las lecciones que Salomón tenía que haber aprendido de su padre David, quien escribió estos Salmos. ¿Qué le dijo Dios a Salomón que hiciera?
· SI haces todas estas cosas rectamente, ¡ENTONCES te bendeciré!
· SI no haces todas las cosas que digo, ¡ENTONCES destruiré esta casa y Me desharé de ella!
Salmo 39:1 dice David: “Yo dije, ‘Prestaré atención a mis caminos para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca con un freno mientras el malvado esté delante de mí.’ Llegué a estar mudo, guardando silencio; no dije nada bueno, y aun así mi dolor empeoró. Mi corazón estuvo caliente dentro de mí; mientras estuve meditando, el fuego quemó; entonces hablé con mi lengua: ‘Oh SEÑOR, hazme conocer mi fin y la medida de mis días, lo que es…’” (Versos 1-4). Lo que es entender la fragilidad de la naturaleza humana.
“…para poder saber cuan de corta vida soy. He aquí, has hecho mis días como un palmo…” (Versos 4-5). En un momento veremos los errores de Salomón, porque él empezó siendo humilde pero no fue humilde al final.
“…y la duración de mis días es como nada delante de Ti. Ciertamente todo hombre en su mejor estado es completamente vanidad. Selah” (verso 5). Es muy interesante y veremos algunas cosas que también son interesantes, porque Salomón aprendió la lección de la vanidad a cierto grado, pero no la aplicó a sí mismo de la manera en que debió hacerlo.
Uno pensaría que lo habría hecho correctamente, porque fue el hombre más inteligente que el mundo ha conocido. Dios se le apareció dos veces, lo bendijo y le dijo lo que Él haría. Todo se dejó bastante claro y Él entendía acerca de las vanidades. El mismo las reconocía, decía: esto es vanidad, aquello es vanidad, pero como veremos ¡él no se lo aplicó a si mismo!
Eclesiastes 1:1: “Las palabras del Predicador, el hijo de David, rey en Jerusalén. ‘Vanidad de vanidades,’ dice el Predicador, ‘¡vanidad de vanidades! Todo es vanidad.’ ¿Qué beneficio tiene un hombre en todo su trabajo el cual trabaja bajo el sol? Una generación pasa, y otra generación viene; pero la tierra permanece para siempre. El sol también se levanta, y el sol se pone, y se afana a su lugar de donde se levantó. El viento va hacia el sur, y gira al norte; el gira alrededor continuamente; y el viento regresa en su circuito. Todos los ríos corren al mar; sin embargo el mar no está lleno; al lugar de donde vienen los ríos, allí regresan nuevamente. Todas las cosas están llenas de trabajo; el hombre no puede pronunciarlo; el ojo no está satisfecho con ver, ni el oído lleno con oír. Eso que ha sido es eso que será; y eso que ha sido hecho es eso que será hecho; y nada hay nuevo bajo el sol” (versos 1-9).
Entonces, Salomón estaba muy filosófico en todo lo que estaba pensando aquí.
Verso 10: “¿Hay una cosa de la cual pueda ser dicho, ‘Vean, esto es nuevo’? Ya ha sido en los días de antigüedad, los cuales estuvieron antes de nosotros. No hay memoria de cosas anteriores, ni habrá ningún recuerdo de cosas que están por venir por aquellos que vendrán después. Yo, el Predicador, fui rey sobre Israel en Jerusalén” (versos 10-12).
Quiero que empiecen a medir y a contar: yo y mi mismo. Veremos que ¡la manera en que Salomón empezó a alejarse de Dios fue al verse a sí mismo! Sí, aun le daba algo de crédito a Dios y también reconociendo que necesitamos guardar los mandamientos de Dios, eso es lo que dijo al final. Pero por lo que escribió aquí, podemos ver ¡cómo se empezó a alejar de Dios, al concentrarse en sí mismo! ¿Alguna vez han escuchado eso? ¡Sí, por supuesto!
Veremos que Salomón se volvió filosófico y egocéntrico, en lugar de mantenerse humilde y centrado en Dios. Todo está aquí en el libro de Eclesiastes y en los primeros dos capítulos hay 42 yo. Hay 16 mí, dos yo y 8 yo mismo.
· ¿Piensan ustedes que eso es egocéntrico?
¡Demasiadas personas dan por sentado las bendiciones de Dios!
· ¿Ha pasado eso en esta nación?
· ¿Le ha pasado a otras personas?
· ¿Cómo se cortan sus vidas cuando le dan la espalda a Dios?
O si no conocen a Dios, le dan la espalda a lo que es hacer lo correcto y terminan destruyendo sus vidas por medio de varias cosas, especialmente con la industria del entretenimiento. Hay tantos ‘grandes músicos’ que mueren por sobredosis de drogas: la vanidad y el ego. Las personas los adoran como ídolos.
Veamos lo que hizo Salomón porque todo está registrado para nosotros. En lugar de escribir la Ley de Dios para que pudiera estudiarla y vivir por ella, ¡escribió de sí mismo!
Verso 13: “Y di mi corazón a buscar y descubrir sabiduría concerniente a todas las cosas que son hechas bajo los cielos. Es una tarea dolorosa que Dios ha dado a los hijos de hombres para ser ejercitados por ella.” Él está mirando hacia todas estas cosas.
Verso 14: “He visto todas las obras que son hechas bajo el sol… [No realmente]…y, he aquí, todo es vanidad y correr tras el viento.” Tenía razón en ese punto.
Verso 15: “Lo que está encorvado no puede ser enderezado; y lo que está carente no puede ser contado. Hablé dentro de mi propio corazón, diciendo… [En lugar de orar a Dios y decir ‘Dios, dame sabiduría y entendimiento]…‘He aquí, me he convertido en grande y he reunido más sabiduría que toda la que ha sido antes de mí en Jerusalén; sí, mi corazón ha experimentado gran sabiduría y conocimiento’” (versos 15-16). ¡Yo y mi mismo!
Verso 17: “Y di mi corazón a conocer sabiduría y a conocer locura e insensatez; percibí que esto también es correr tras el viento. Porque en la mucha sabiduría hay mucho dolor; y quien incrementa conocimiento incrementa tristeza” (verso 17-18).
¡Algo increíble! Veamos lo que él hizo. En lugar de amar y servir a Dios de la forma que debió hacerlo, él se convirtió exactamente en el tipo de hombre de los que escribió David acerca de lo que les sucede a las personas importantes. Salomón solamente tenía que leer los Salmos de su padre David. Hay Salmos muy buenos.
Salmo 62:7: “En Dios está mi salvación y mi gloria…” ¿No le dio Dios toda la gloria a Salomón? ¡Sí! Piensen en nosotros, porque Dios nos va a glorificar y Él nos dará el gobierno de Su Reino. Piensen en lo grandioso que será eso, así que no debemos estancarnos en la insensatez en la que se estancó Salomón.
“…la Roca de mi fuerza; mi refugio está en Dios. Confíen en Él en todo tiempo, ustedes pueblo…” (Versos 7-8). Eso es lo que a Salomón se le olvidó hacer. Él empezó a confiar en sí mismo y en su sabiduría, en su filosofía, mientras le daba algo de reconocimiento a Dios. “Confíen en Él en todo tiempo…” No parte del tiempo, no a veces, sino ¡todo el tiempo!
“…derramen su corazón delante de Él; Dios es un refugio para nosotros. Selah. Ciertamente hombres de clase baja son vanidad, y hombres de clase alta son una mentira…” (Versos 8-9). Eso es lo que resulto ser Salomón, una mentira porque Dios se le apareció dos veces y él fue en contra de todo lo que Dios le había dicho que hiciera.
“…cuando son pesados en la balanza, son completamente más livianos que vanidad. No confíen en la opresión, y no tengan orgullo de bienes robados; si las riquezas se incrementan, no coloquen su corazón en ellas. Dios ha hablado una vez; dos veces he oído esto: que el poder le pertenece a Dios. También a Ti, Oh SEÑOR, Te pertenece la misericordia; porque Tú das a cada hombre de acuerdo a su obra” (versos 9-12).
Imagínense cómo habría sido si Salomón hubiera vivido por eso. Veamos:
· Cómo experimentó Salomón
· Cómo pensó
· Cómo actuó
· Lo que él hizo
¡Eclesiastes 2 es muy profundo! Si lo analizan, esto nos dice cómo Salomón se alejó de Dios. Él puso su mente en sí mismo y en lo que estaba haciendo. Él usó su propia sabiduría y su propia inteligencia, en lugar de seguir viniendo a Dios y recordar que en Dios ¡vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser! Como seres humanos, ¡no tenemos nada que no hayamos recibido! ¡Todo viene de Dios!
Veremos que las semillas de la destrucción propia de Salomón fueron sembradas en Eclesiastes 2, ¡porque él puso su corazón y mente en sí mismo y no en Dios!
(Ir a la siguiente pista)
Mientras comenzamos Eclesiastes 2, recuerden que hay 42 yo en los capítulos 1 y 2. ¿Podrían decir que eso es egocéntrico? ¿Podrían decir que eso es estar centrado en Dios? ¡No!
Eclesiastes 2:1: “Dije en mi corazón, ‘Ven ahora, te probaré con placer para averiguar que es bueno,’ y, he aquí, esto también es vanidad.” Porque lo bueno de verdad solamente viene de Dios.
Verso 2: “Dije de la risa, ‘es locura;’ y de la alegría, ‘¿qué logra?’ Y busqué en mi corazón darme a mí mismo al vino… [O estar borracho]…aun así conduciendo mi corazón con sabiduría; y echar mano de la locura, hasta que pudiera ver lo que era bueno para los hijos de hombres, qué deberían hacer bajo el cielo los pocos días de su vida” (versos 2-3).
¿No nos dijo ya Dios lo que es bueno? ¡Sí! Eso es lo que Salomón tenía que haber buscado. Es el ejemplo perfecto de la actitud laodiceana—rico y enriquecido de bienes— ¡Ese es Salomón!
Verso 4: “Hice grandes obras para mí mismo; construí casas para mí mismo; planté viñas para mí mismo.” ¿Se acuerdan de Pasadena en la Iglesia de Dios Universal?
Verso 5: “Hice jardines y huertos para mí mismo, y planté árboles en ellos, de toda fruta. Hice piscinas de agua para mí mismo, para irrigar arboledas de árboles creciendo. Compré esclavos y esclavas, y siervos nacieron en mi casa; también tuve grandes posesiones de manadas y rebaños, por encima de todos los que estuvieron antes de mí en Jerusalén” (versos 5-7). ‘¿Qué tan grandioso fui yo?’
Él terminó diciendo que todo esto es vanidad, pero nunca llegó al punto de dedicación completa a Dios de la manera que debió hacerlo.
Verso 8: “También recogí plata y oro para mí mismo…” Se dice que Salomón tenía tanta plata que se contaba como grava en las calles. ¡Muy distinto a lo que es ahora!
“…y el tesoro de reyes y de las provincias. Tuve hombres cantantes y mujeres cantantes para mí mismo, incluso los deleites sensuales de los hijos de hombres, y muchas mujeres” (verso 8). Veremos eso, pero ¿Cómo le resultó?
Recuerden que Dios dijo, ‘SI Me amas y Me sirves, te bendeciré. SI no, entonces destruiré incluso esta casa.’
Verso 9: “Así fui grande e incrementado más que todos los que estuvieron antes de mí en Jerusalén; también mi sabiduría permaneció conmigo. Y no guarde mis ojos de cualquier cosa que desearon; no retuve mi corazón de placer alguno…” (Versos 9-10).
El corazón es engañoso sobre todas las cosas y perverso. ¿No es eso cierto? ¡Sí, por supuesto! ¿Quién lo conocerá? Cuando usted busca en sí mismo las respuestas de la vida, nunca las encontrará. Noten que esto fue durante un periodo de tiempo, un periodo de años. Esto no sucedió inmediatamente, este es un resumen de lo que él hizo durante años:
· Tuvo bastante tiempo para volver a Dios
· Tuvo mucho tiempo para arrepentirse de esto
1. En ningún lado dice que Salomón se arrepintió
2. Tampoco hay algún lugar en el que diga que él fue completamente desechado como lo fue Saúl
Entonces, ¿Qué le sucedió a Salomón? ¡No lo sabemos! Tendremos que esperar a la resurrección para descubrirlo.
Verso 11: “Entonces miré todas las obras que mis manos habían hecho, y la labor que había insistido en hacer; y, he aquí, todo es vanidad y un correr tras el viento; y no hay beneficio bajo el sol.”
Ahora, ¿Eso lo hizo acercarse a Dios? O ¿Solamente se volvió más filosófico? ¿Qué hizo esto?
· Veremos lo que esto hizo
· Veremos a donde lo llevó esto
· Veremos lo que Dios hizo
Verso 12: “Y me volví para percibir sabiduría, y locura, e insensatez; porque ¿qué puede hacer el hombre que viene después del rey? Únicamente eso que ya ha sido hecho. Entonces vi que la sabiduría excede la locura, tanto como la luz excede la oscuridad” (versos 12-13). Dios ya sabe eso.
Verso 14: “Los ojos del hombre sabio están en su cabeza; pero el tonto camina en oscuridad; y yo mismo percibí también que un evento le ocurre a todos ellos. Entonces dije en mi corazón, ‘Como le pasa al tonto, también me pasa incluso a mí; y ¿por qué fui entonces más sabio?’ Y dije en mi corazón que esto también es vanidad” (versos 14-15). ¡NO! Tenía que haber sido usado para un propósito sabio. ¡Entonces él era inteligente y lo sabía todo!
Verso 16: “Porque no hay memoria para siempre del sabio más que del tonto, ya que lo que es ahora será todo olvidado en los días por venir. Y ¿cómo muere el sabio? ¡Incluso como el tonto! ... [Su último suspiro]…Por tanto odié la vida…” (Versos 16-17). ¿Por qué? ¡Porque estaba dejando a Dios!
“…porque el trabajo que es hecho bajo el sol es doloroso para mí; porque todo es vanidad y un correr tras el viento. Sí, odié todo mi trabajo el cual había hecho bajo el sol, porque debo dejarlo al hombre que estará después de mí” (versos 17-18). ¿Qué fue de su hijo Roboam? ¡Por eso estaba tan enojado!
Verso 19: “Y ¿quién sabe si él será sabio o tonto? Aun así él tendrá gobierno sobre todo mi trabajo en el cual he trabajado, y me he mostrado sabio bajo el sol. Esto también es vanidad.”
Él no podía superar el hecho de que un día él moriría y lo dejaría todo. Eso es lo que les sucede a todos. Nunca ha habido alguien que se haya llevado todo con ellos. Cuando uno muere, deja todo atrás para que los herederos se peleen por ellos. ¡Eso es vanidad!
Verso 20: “Y me volví para hacer que mi corazón se desesperara de todo el trabajo el cual había hecho bajo el sol... [Él ya tenía una muy mala actitud]…Porque hay un hombre cuyo trabajo está en sabiduría, y en conocimiento, y con destreza; aun así él lo dejará por su porción a un hombre que no ha trabajado en ello. Esto también es vanidad y un gran mal” (versos 20-21).
Así que no solamente se hizo egocéntrico, sino también muy posesivo. Se preguntaba, ‘¿Cómo mantendré esto?’ ¡Pero no iba a mantener nada en absoluto! ¿Qué haría su hijo con ello? Si hacia lo correcto, ¡la bendición de Dios también estaría con él! Si no hacia lo correcto, entonces la bendición no vendría a él. Salomón no pensó en eso y se quejaba por todo eso.
Verso 22: “Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y del esfuerzo de su corazón, en el cual ha trabajado bajo el sol?” ¿De qué se trata la vida? ¿Es solamente vanidad y de repente ya no existes? ¡No!
Verso 23: “Porque todos sus días son dolores, y su trabajo vejación; sí, entonces su corazón no tiene descanso en la noche. Esto es también vanidad. ¿No hay nada mejor para un hombre… [Aquí llega a tener algo de sentido]…que comer y beber y hacer que su alma vea lo bueno en su trabajo? Esto también vi, que era de la mano de Dios. Porque ¿quién puede comer, o quien puede disfrutarlo, más que yo?” (Versos 23-25). ¡Vaya que era egocéntrico!
Verso 26: “Porque Dios da sabiduría, y conocimiento, y gozo al hombre que es bueno a Su vista… [Eso lo dijo correctamente]…Pero al pecador Él da trabajo, para reunir y cosechar, para que pueda darle a quien es bueno delante de Dios. Esto también es vanidad y un correr tras el viento.”
Él no estaba en lo correcto, porque si uno amontona muchas cosas buenas como David, que lo hizo para que su hijo pudiera construir el templo, ¡entonces eso es bueno! Tan bueno que Dios se le apareció a Salomón dos veces y lo bendijo y le dio las elecciones para hacer lo correcto. Aquí cubrimos algunas de ellas, y es impresionante. ¡Miren lo que hizo Salomón!
En Eclesiastes 3 se pone filosófico y dice cosas buenas y ciertas. Hay mucha verdad que las personas pueden encontrar acerca de muchas cosas distintas, pero para encontrar la Verdad de Dios y nuestro propósito aquí en la tierra—el por qué estamos aquí y a donde vamos—y el propósito por el cual Dios ha creado las cosas, solamente las podemos encontrar en la Palabra de Dios y Su Verdad.
Deténganse y piensen: ¿Qué habría pasado si Salomón hubiera sido sincero y dedicado a Dios toda su vida? ¿Cómo habría sido con Israel? Como veremos en un momento, el pueblo hacía como hacía el rey.
Eclesiastes 3:1: “Para todo hay una temporada, y un tiempo para cada propósito bajo los cielos: Un tiempo para nacer, y un tiempo para morir…” (Versos 1-2). Todo aquí es bastante evidente, el entendimiento y la sabiduría. Dios quiere que tengamos:
· Su sabiduría
· Su entendimiento
· Su camino
· Su Palabra
Esto está escrito como una lección para nosotros y para mostrarnos que podemos entender ciertas cosas por medio de la vida humana, la sabiduría humana y la filosofía humana. Eso es lo que Salomón estaba haciendo, en lugar de concentrarse en Dios.
“…un tiempo para plantar, y un tiempo para arrancar lo que es plantado; un tiempo para matar, y un tiempo para sanar; un tiempo para derribar, y un tiempo para construir; un tiempo para llorar, y un tiempo para reír; un tiempo para lamentar, y un tiempo para bailar; un tiempo para tirar piedras lejos, y un tiempo para reunir piedras; un tiempo para abrazar, y un tiempo para refrenarse de abrazar; un tiempo para ganar, y un tiempo para perder; un tiempo para guardar, y un tiempo para botar; un tiempo para rasgar, y un tiempo para coser; un tiempo para guardar silencio, y un tiempo para hablar; un tiempo para amar, y un tiempo para odiar; un tiempo de guerra, y un tiempo de paz” (versos 2-8).
Todo el ejercitarse del hombre, lo que hace, cómo vive, a donde va. Deténganse y piensen en sus vidas. No se qué edad tienen, lo ancianos o jóvenes que sean, pero puedo decirles que lo que dijo aquí es absolutamente cierto y la vida pasa demasiado rápido. Por lo tanto, la pregunta se vuelve:
· ¿Qué haremos con nuestras vidas?
· ¿Cómo aprenderemos la lección de Salomón?
Después de todo, ¡estamos viviendo en la era de Laodicea! ¿Qué nos está pasando como nación? ¿En el mundo? ¡Todo está siendo quitado por causa del pecado! Eso es algo en lo que necesitamos pensar y hablar de la vanidad de ello. Dios nos ha llamado a salir de eso porque Él está preparando un reino para gobernar este mundo.
Aprendamos la lección que Salomón pone para nosotros. La lección clave es que ¡uno comienza a dejar a Dios cuando se enfoca en sí mismo! Eso es lo que pasó con Salomón, ¡se convirtió su propio ídolo! Es cierto que reconoció a Dios, pero veamos lo lejos que se apartó de Dios. ¿Qué le sucedió?
I Reyes 10—este es el registro en el que la reina de Seba escucha de todo lo que tenía Salomón, de la casa que había construido, y ella va a verlo. Ella fue deslumbrada con la belleza, con toda la pompa, la sabiduría y la saciedad de todo. Era impresionante porque Salomón tenía una asociación de comercio mundial con los fenicianos desde el Mar Mediterráneo y desde el Mar Rojo hasta Eliate, que prácticamente así es como se llama ahora.
Ellos volvían cada tres años y Salomón era tan importante y poderoso, que todos los reyes del mundo venían a escuchar su sabiduría. Pero miren lo que estábamos leyendo hace un momento, miren lo que le sucedió cuando se volvió egocéntrico.
Cuando uno se vuelve egocéntrico y empieza a olvidar a Dios, entonces empieza a ceder. Así que la reina de Seba fue a verlo, y estuvo deslumbrada al ver su trono y todo lo que había. La plata contaba como nada. Ella volvió completamente impresionada a su país.
Recuerden lo que debía hacer el rey: ¡hacerse una copia de la Palabra de Dios para estudiarla él mismo! Además él recolectó muchos proverbios, muchas canciones y tenía todos los Salmos de David escritos. Si tan solo hubiera estudiado esas cosas en lugar de lo que leeremos. Es interesante que cuando Esdras escribió acerca de Salomón en II Crónicas, no incluyó lo que está escrito en I Reyes 11. No sé por qué no lo hizo, pero veamos lo que sucedió.
· ¿Qué tanto lo pueden alejar de Dios la filosofía y el egocentrismo?
· ¿A cuanta justificación del pecado y la transgresión se puede llegar?
Mírenlo desde este punto de vista:
· ¿Qué hay del cristianismo de este mundo?
ü Ellos claman seguir a Cristo
ü Claman saber el camino a la vida eterna
Sin embargo, ya que ellos no aman a Dios ni guardan Sus mandamientos—de la forma en que Dios dice—y especialmente rechazando el Sábado y los Días Santos, ¡Ellos son completamente ignorantes del camino de Dios, aunque clamen el cristianismo!
Este es el paralelo de lo que le sucedió a Salomón, ¿Qué le sucedió al cristianismo? ¡Ha llegado al punto de aceptar las abominaciones y pecados que Dios dice que nunca se deben cometer!
· El aborto
· La homosexualidad
· Los matrimonios homosexuales
El libro de Levítico dice que si usted hace que sus hijas sean prostitutas, la tierra se llenará de violencia; aunque clamen ser cristianos. Así que, hay un paralelo que sigue el patrón de lo que hizo Salomón. Aprendamos algunas de las lecciones y apliquémoslas en nuestras vidas:
· ¿Qué debemos hacer con nuestras vidas?
· ¿Cómo debemos continuar creciendo y venciendo?
· ¿Qué necesitamos hacer realmente para que podamos rendirnos ante Dios y no meternos en una situación como la que Dios les dijo a los laodiceanos?
Como para que Él nos tenga que corregir y llame a la puerta y diga, ‘Si ustedes abren, entraré con ustedes.’ A los laodiceanos les sucedió lo mismo que a Salomón, con la mentalidad de:
· Soy rico y he incrementado en bienes
· Tengo más de lo que necesito
· Miren todos estos edificios
· Miren estas escuelas
· Miren todas las cosas que tengo
I Reyes 11:1: “Y el rey Salomón amó muchas mujeres extranjeras, incluso la hija de Faraón, Moabitas, Amonitas, Edomitas, Sidonias, Hititas; de las naciones las cuales el SEÑOR había dicho a los hijos de Israel, ‘No entrarán a ellas, y ellas no entrarán a ustedes; ciertamente ellas apartarán su corazón tras sus dioses.’ Pero Salomón se aferró a esas en amor” (versos 1-2).
En el libro de Eclesiastes somos testigos de cómo se estaba desviando su corazón. Noten lo entregado que él estaba hacia estas cosas, en lugar de estar entregado a Dios. ¿Hay algún lugar donde diga que Salomón amó al Señor su Dios con todo su corazón, poder, fuerza y ser? ¡No lo dice!
· ¿Qué hizo él como un reemplazo?
· ¿Cómo justificó el filosóficamente lo que hizo?
Verso 3: “Y él tuvo setecientas esposas, princesas, y trescientas concubinas. Y sus esposas apartaron su corazón…” ¡Eso viene de Dios!
Salomón nunca se recuperó de eso, verso 4: “Porque sucedió que cuando Salomón era viejo, sus esposas apartaron su corazón tras otros dioses…” El primer mandamiento es ¡no tendrás otros dioses delante de Mí! Esa es la última parte del mandamiento, la primera parte es Yo Soy el Señor su Dios, Quien los ha sacado de la tierra de Egipto. ¡No tendrán otros dioses delante de Mí!
Él lo dijo y lo escribió, y si Salomón hubiera escrito la Ley como se le ordenó y:
· Si él la hubiera estudiado
· Si él la hubiera aplicado a su vida
· Si él hubiera amado a Dios
…entonces hubiera sido una historia distinta.
Sin embargo, ¿Qué hizo Salomón con su libre albedrio? ¡Él eligió alejarse de Dios! Veamos lo que sucedió.
“…Y su corazón no fue perfecto con el SEÑOR su Dios como fue el corazón de David su padre, porque Salomón fue tras Astoret…” (Versos 4-5). Recuerden que Como hace el rey, así hace el pueblo.
Comentario: Imaginen si un joven iba con su padre y llevaba una joven atractiva de la tribu de los amonitas y le dice a su padre ‘Quiero casarme con ella.’ Entonces su padre le respondía, ‘No, Dios dice que no debes hacer eso.’ Pero ¡el rey lo hace!
¿No es esa la manera en que operan las personas? ¡Sí! Entonces, la tierra se llenó de pecado, no se llenó con las bendiciones de Dios.
“…tras Astoret, la diosa de los sidonios, y tras Milcom, la abominación de los Amonitas” (verso 5). La situación empeoró tanto, que más adelante los hijos de Israel estaban dando a sus hijos como ofrendas vivas a Moloc, el dios del fuego.
Verso 6: “Y Salomón hizo lo malo a la vista del SEÑOR…” ¿Cómo llegó a ese punto? ¡Al empezar a enfocarse en sí mismo! ¡Yo, yo mismo y mi ego! ¡42 Yo en tan solo los dos primeros capítulos!
Verso 7: “Luego Salomón construyó un lugar alto para Quemos, la abominación de Moab, en la colina la cual está delante de Jerusalén, y para Moloc, la abominación de los hijos de Amón. Y de la misma manera hizo para todas sus esposas extranjeras, y quemó incienso y sacrificó a sus dioses” (versos 7-8). ¡Imagínense eso!
Después de que el verdadero Dios te hablara en un sueño bendiciéndote con todas las bendiciones posibles: sabiduría, riqueza, poder, autoridad e influencia mundial. Él recibió 666 talentos de oro como tributo de los líderes mundiales, que se lo traían para escuchar su sabiduría. ¡Y él le dio la espalda a Dios! Ellos quemaron incienso y les sacrificaron a sus dioses. Me pregunto lo que él pensó cuando le trajo la ofrenda a Moloc y el sacerdote de Moloc estaba ahí y éste dio la ofrenda, quemó el incienso, se arrodilló y oró.
· Me pregunto lo que había en su mente
· Me pregunto cómo justificó eso
Recuerden que no se trata de cómo comienza, ¡se trata de cómo termina! Ese será el tema durante el Milenio.
· ¿Permitirá Dios que las personas se vuelvan egocéntricas?
· ¿Permitirá Dios que las personas lo dejen?
· ¿Permitirá Dios que las personas no se arrepientan y vuelvan?
· ¿Llegarán a un punto en el que tengan que ir al ‘lugar de arrepentimiento’?
· ¿Se arrepentirán?
Mañana hablaremos de que pasará si no se arrepienten cuando estén ahí. Sabemos que ‘el pecador morirá maldito.’ Eso significa que ya no hay esperanza y que la siguiente vez que despierte, estará viendo el Lago de Fuego.
Verso 9: “Y el SEÑOR estaba furioso con Salomón porque su corazón fue vuelto del SEÑOR Dios de Israel quien había aparecido a él dos veces.” ¡Ahora ven el proceso! ¡Yo y yo mismo!
Verso 10: “Y le había ordenado concerniente a estas cosas, que no debería ir tras otros dioses; y él no guardó eso lo cual el SEÑOR ordenó.” Noten que Dios da la sentencia del castigo contra él.
Nosotros ya conocemos la sentencia de nuestro castigo si no llegamos al final. Por eso es importante que siempre tengamos a Dios primero y siempre recordemos que ¡todo lo que somos, todo lo que tenemos, todo lo que seremos y lo que tendremos, viene de Dios! ¡Todo! Por eso es que Dios dice que debemos amarlo ¡con todo nuestro corazón, mente, alma y ser!
¿Quiere usted que Dios lo ame? ¡Él ya lo expresó y lo demostró por medio de Jesucristo!
· No se preocupe de las cosas por las que tiene que pasar por causa de este mundo malvado
· No se preocupe de los problemas a los que se pueda enfrentar por servir a Dios
§ Dios está con usted
§ Dios lo ama
§ Dios lo quiere en Su Reino
¡Para que podamos servir en todo lo que Dios hará por las personas durante el Milenio!
Verso 11: “Y el SEÑOR le dijo a Salomón… [Aquí Dios le habló]…‘Ya que esto ha sido hecho por ti, y ya que no has guardado Mi pacto y Mis estatutos los cuales te he ordenado, ciertamente rasgaré el reino de ti y lo daré a tu siervo… [¿No es increíble?]…Pero no lo haré en tus días, por amor a tu padre David, sino lo arrancaré de la mano de tu hijo. Únicamente, no arrancaré todo el reino, sino le daré una tribu a tu hijo por amor a Mi siervo David, y por amor a Jerusalén la cual he escogido’” (versos 11-13).
Piensen en el paralelo con nuestros países en la actualidad, como los descendientes modernos de Israel. Tomen estos versos que acabamos de leer y aplíquenlos a la nación, a Inglaterra, Europa ¡y a aquellas personas que estarían sirviendo a Dios! ¡Porque no han obedecido a Mi voz ni guardado Mis cosas!
Verso 14: “Y aconteció que el SEÑOR suscitó un adversario contra Salomón, Hadad el edomita…”
· ¿No les suena esto un poco familiar?
· ¿No nos está pasando lo mismo ahora?
· ¡Sí, efectivamente!
“…Él era de la semilla del rey en Edom” (verso 14). ¡Ataques terroristas!
Verso 18: “Y ellos se levantaron de Madián y llegaron a Parán. Y tomaron hombres con ellos de Parán y vinieron a Egipto, a Faraón rey de Egipto, quien le dio una casa y designó comida para él y le dio tierra.” La historia es: ¡que vino un ejército terrorista que afligió al pueblo de Israel con ataques terroristas! ¿No les suena familiar? ¡Eso lo que tenemos en la actualidad!
Ustedes pueden leer el resto de la historia y pueden leer el resto de Eclesiastes para entender lo que hizo Salomón. Pueden ver lo auto-engañado que estaba por mirar a sí mismo. Él no aprendió la lección de que ¡la mente carnal es enemistad contra Dios y que el corazón del hombre es desesperadamente malo!
Por eso tenemos estas cosas aquí, para que aprendamos a no hacerlas. Esta será una buena lección para que nosotros podamos ser reyes, sacerdotes, siervos y administradores en el Reino de Dios cuando Cristo vuelva y seamos seres espirituales. Esto es lo que les enseñaremos a las personas. Por eso es que el hecho de que estemos aquí guardando la Fiesta de Tabernáculos muestra que entendemos que somos físicos ¡y que todo en esta vida llegará a su fin!
Dios nos ha llamado a la vida eterna, para amarlo eternamente. Le serviremos eternamente y como veremos en el Último Gran Día, para recibir la bendición más grande: ¡Vivir en la Nueva Jerusalén con Dios el Padre y con Jesucristo!
Si tenemos eso como nuestra meta y si lo tenemos como lo que Dios ha puesto ante nosotros, entonces podemos dejar de lado todas estas cosas físicas que nos traen problemas en esta vida. Podemos ir ante Dios y pedirle que nos ayude a cambiar y a vencer. ¡Esa es la lección de Salomón!
Escrituras citadas:
1) I Reyes 3:3-15
2) I Reyes 8:1
3) I Reyes 9:1-7
4) Deuteronomio 17:14-20
5) Salmo 35:1-5
6) Eclesiastes 1:1-18
7) Salmo 62:7-12
8) Eclesiastes 2:1-26
9) Eclesiastes 3:1-8
10) I Reyes 11:1-14, 18
Escrituras mencionadas, no citadas:
· I Reyes 6; 7:57
· I Juan 3
· II Tesalonicenses 2
· I Reyes 10