Venciendo el pecado que mora dentro

(Sábado durante FPSL)

Fred R. Coulter—8 de abril, 2023

www.laVerdaddeDios.org

 

¡Saludos hermanos! ¡Bienvenidos a los servicios de sábado!

 

·    ¿Por qué seguimos pecando después de que somos bautizados?

·    ¿Cómo es que eso sucede?

 

Antes que nada, necesitamos entender nuestra naturaleza humana,  la cual se ha heredado directamente desde el principio con Adán y Eva. Cuando ellos pecaron y fueron en contra de Dios para creerle a Satanás, El juicio de Dios fue pronunciado sobre Satanás, la mujer, y el hombre. ¡Y ese juicio de Dios incluyó un cambio en la naturaleza humana!

 

La naturaleza humana dejo de ser neutral a partir del tiempo en que pecaron, y a través de la historia de la humanidad.

 

Esta tenía, como veremos más adelante, ¡la ley del pecado y muerte dentro de sí! Sin embargo, a través de Jesucristo nosotros podemos vencerla, y podemos rendirnos a Dios para no ser derribados por todas las cosas que suceden en el mundo.

 

Veamos algunas cosas que son tanto útiles como interesantes, y que nos ayudarán a entender lo que debemos hacer. Durante la Fiesta de Panes Sin Levadura, nos damos cuenta que todo el proceso de vivir se resume en deshacernos de nuestros propios pensamientos y caminos, y remplazarlos con los de Dios.

 

Y por eso tenemos  la Fiesta de Panes Sin Levadura. Nos deshacemos de toda la levadura, porque durante el tiempo de esta Fiesta la levadura es un tipo de pecado. Trabaja imperceptiblemente, ¡Porque está dentro!

 

Veamos lo que dijo Jesús  acerca de la naturaleza humana y de donde viene— ¡Porque viene de dentro!

 

·    Por eso es que debe haber conversión

·    Por eso es que debe estar el Espíritu Santo de Dios

·    Por eso es que debemos rendirnos a Dios y no a nuestra propia naturaleza


 

Los seres humanos quieren tratar de hacer el bien, y pensar que todo lo que hacen está bien. Esto es particularmente cierto con las diferentes religiones que hay en el mundo. Ellos tratan de ayudar a las personas a ser mejores.

 

¡Pero eso nunca cambia el interior! La única forma de que pueda haber cambios internos es a través del arrepentimiento, del bautismo, y de recibir el Espíritu Santo.

 

Sin el Espíritu Santo, todo el bien que podamos hacer viene del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Todas las religiones creen tener el bien que ayuda a las personas a ser mejores. ¡Eso es lo que pasó con el Judaísmo! Sin embargo, la realidad del asunto es que: ¡Debemos hacer las cosas a la manera de Dios! ¡No a nuestra propia manera!

 

Aquí está lo que Jesús dijo cuando le preguntaron sobre el lavamiento de manos antes de comer:

 

Marcos 7:1: “Luego los fariseos y algunos de los escribas de Jerusalén vinieron a Él juntamente. Y cuando vieron a algunos de Sus discípulos comiendo con manos profanadas (esto es, manos no lavadas), hallaron falta.” (Versos 1-2).

 

Verso 6: “Y Él [Jesús] respondió y les dijo, ‘Bien profetizó Isaías concerniente a ustedes hipócritas, como está escrito, “Este pueblo Me honra con sus labios...”’”

 

Así son las personas en realidad. Les gusta dar un poco de honor a Dios, ¡pero luego hacen las cosas a su propia manera!

 

“...pero sus corazones están lejos de Mí.” (Verso 6).

 

¿Por qué? ¡Porque no están buscando a Dios realmente! Y para aquellos que somos convertidos, ¡tenemos que buscar a Dios con todo nuestro corazón, mente, alma y ser! Y tenemos que luchar y vencer el pecado, porque el pecado aún está dentro.

 

Verso 7: “‘Pero en vano Me adoran, enseñando por doctrina los mandamientos de hombres. Por dejar el mandamiento de Dios, ustedes se aferran a la tradición de hombres, tal como el lavado de ollas y copas; y practican muchas otras cosas como esta.’ Entonces les dijo, ‘Muy bien rechazan el mandamiento de Dios, para poder guardar [practicar] su propia tradición’” (versos 7-9).

 

Ahí está la clave: ¡El camino de todos los hombres es correcto en sus propios ojos! Esto nos ayuda a entender lo que necesitamos hacer. Con la ley del pecado y muerte dentro de nosotros, pensamos que estamos bien y que lo que hacemos es bueno, ¡hasta llegar al extremo de llamar a lo malo ‘bueno’ y a lo bueno ‘malo’!

 

Por eso es que tenemos la Fiesta de los Panes Sin Levadura, ¡para que siempre podamos entender la diferencia entre el camino de Dios vs el camino de Satanás!

 

Proverbios 16:2: “Todos los caminos del hombre son limpios a sus propios ojos…”

 

Sin embargo, hay algo más que sucede y que las personas no perciben. Nosotros lo sabemos, porque tenemos el Espíritu de Dios, dice aquí:

 

“...pero el SEÑOR pesa los espíritus” (verso 2).

 

Aquí está uno de los pasos para vencer el pecado de adentro:

 

Verso 3 “Encomienda tus obras al SEÑOR, y tus pensamientos serán establecidos.” ¡Eso es lo que necesitamos hacer!

 

1-Juan—vamos a ver algo interesante porque cuando Juan escribió esto, ya estaba en sus 80´s o quizá en sus 90´s, y él fue el más longevo de los apóstoles. Lo que él tiene que decir es importante.

 

1-Juan 2:12: “Estoy escribiéndoles…” ¡Primera persona!

 

Verso 13: “Estoy escribiéndoles, padres…”

 

Verso 14: “Les escribí, padres… Les escribí, hombres jóvenes...”

 

Y luego nos da lo siguiente, porque una de las cosas que tenemos que entender es que este mundo no pertenece a Dios, le pertenece a Satanás, ‘el dios de este mundo.’ Así que Juan nos da esta advertencia:

 

Verso 15: “No amen al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si cualquiera ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que está en el mundo...” (Versos 15-16).

 

Miren cuanto invade el mundo nuestra vida diariamente a través de:

 

·    Nuestros teléfonos inteligentes

·    Nuestras televisiones

·    Nuestra música

·    Nuestra lectura

 

Estos solo añaden a los problemas de nuestras batallas, y nos lleva a hacer cosas que son pecado ¡y que no queremos hacer! ¡Vamos a ver que ese es el problema!

 

Verso 15: “No amen al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si cualquiera ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que está en el mundo—la lujuria de la carne, y la lujuria de los ojos, y el orgullo pretencioso de la vida física—no es del Padre, sino es del mundo. Y el mundo y su lujuria está desapareciendo, pero aquel que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (Versos 15-17).

 

1-Juan 1 es interesante, porque si ponen atención notarán que en lugar de utilizar el Yo utiliza el nosotros. ¿A quién se refiere cuando dice nosotros?

 

Bueno, cuando la Biblia estaba siendo canonizada estaban Juan, Andrés, Felipe, Marcos y Timoteo. Ellos fueron los que compilaron y canonizaron todo el Nuevo Testamento. Aquí está lo que escribe, y noten el nosotros:

 

1 Juan 1:1: “Eso que estaba desde el principio, eso que hemos oído, eso que hemos visto con nuestros propios ojos, eso que observamos por nosotros mismos y nuestras propias manos tocaron, concerniente a la Palabra de Vida; (Y la vida fue manifestada... [Hablando de Jesucristo]...y hemos visto, y estamos dando testimonio, y estamos reportándoles la Vida Eterna, la cual estaba con el Padre, y fue manifestada a nosotros)... [Los apóstoles]...Eso que hemos visto y hemos oído estamos reportándoles para que también...” (Versos 1-3).

 

Cada uno de nosotros que hemos sido bautizados en hijos de Dios, también es llamado un santo, significando que hemos sido santificados, que a su vez es ser Santo con el Espíritu de Dios.

 

“...estamos reportándoles para que también puedan tener compañerismo con nosotros; porque el compañerismo—ciertamente, nuestro compañerismo—está con el Padre y con Su propio Hijo, Jesucristo” (verso 3).

 

Nuestro compañerismo es con el Padre y con Su Hijo Jesucristo. Es importante que entendamos eso. Cada vez que estudiamos la Biblia, estamos estudiando la Palabra de Dios. Y vamos a ver la importancia que esto tiene para ¡vencer el pecado de adentro! ¡Porque la tiene!

 

Verso 4: “Estas cosas también estamos escribiéndoles, para que su gozo pueda ser completamente lleno.”

 

Luego Juan nos exhorta a que entendamos algo muy importante en los siguientes versos, ¡porque esto nos dice cómo comenzar a vencer el pecado de adentro! Esto es lo más importante que debemos vencer.

 

Verso 5: “Y este es el mensaje que hemos oído de Él y estamos declarándoles; que Dios es luz, y no hay oscuridad en Él en lo absoluto. Si proclamamos que tenemos compañerismo con Él, pero estamos caminando en la oscuridad...” (Versos 5-6).

 

¿Qué significa caminar en oscuridad? ¡Significa caminar en el camino del mundo! Cuando no usamos la luz el Espíritu de Dios y la Palabra de Dios para gobernar lo que hacemos. Si nos volvemos flojos y dejamos que lleguen cosas y que entre pecado—porque siempre llega—vamos a ver qué es lo que tenemos que hacer cuando eso sucede. Pero SI estamos desatendiendo a Dios y caminando en oscuridad:

 

“...estamos mintiéndonos a nosotros mismos…” (Verso 6). ¿Está incluyéndose él mismo?

 

Piensen en todos los años que Juan fue un apóstol, y en cómo explica que si no estamos caminando en la Luz, estamos caminando en oscuridad. Dice nosotros, así que se incluye asimismo. Después continúa con lo siguiente:

 

“...y no estamos practicando la Verdad. Sin embargo, si caminamos en la luz, como Él está en la luz, entonces tenemos compañerismo unos con otros... [Todos nosotros con Dios]...y la sangre de Jesucristo, Su propio Hijo, nos limpia de todo pecado.” (Versos 6-7).

 

Por eso es que el sacrificio de Cristo es tan importante, porque Él fue el creador de todos los seres humanos.

 

Verso 8: “Si decimos que no tenemos pecado, estamos engañándonos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.”

 

Recuerden que Juan debe haber estado en edad muy avanzada cuando escribió esto:

 

Verso 9: “Si nosotros...” ¿se está él incluyendo a sí mismo?

 

¿Cuánto tiempo había sido él un apóstol? Desde el año 30 D.C. así que estamos hablando de unos 50 o 60 años. Y al incluirse él en lo que está exhortando, a pesar de su edad y del tiempo que llevaba siendo apóstol, ¡él entendía la naturaleza humana que aún debemos vencer! ¡Porque aún la tenemos! Vamos a ver cómo Pablo la describe más adelante.

 

Verso 9: “Si nosotros confesamos nuestros propios pecados, Él es fiel y justo, para perdonar nuestros pecados...”

 

¿Qué fue a lo primero que se refirió Jesús cuando hablo acerca orar al Padre? Quede debemos decir, ‘Nuestro Padre Quien estás en el cielo, Santo es Tu nombre. Venga Tu Reino—ese es todo nuestro propósito—Sea hecha Tu voluntad—ese es el propósito de Dios con nosotros—en la Tierra—en nuestras vidas y en lo que hacemos— ¡al igual que en el cielo!’

 

“...y limpiarnos de toda injusticia. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a Él un mentiroso, y Su Palabra no está en nosotros.” (Versos 9-10). ¡Eso es verdad!

 

1 Juan 5:13: “Estas cosas les he escrito a ustedes quienes creen en el nombre del Hijo de Dios para que puedan saber que ustedes tienen vida eterna, y que puedan continuar creyendo en el nombre del Hijo de Dios. Y esta es la confianza que tenemos hacia Él: que si pedimos cualquier cosa de acuerdo a Su voluntad, Él nos oye. (Versos 13-14).

 

Ahora, ¿Cuál es una de las cosas más importantes de la voluntad de Dios? ¡Que pidamos perdón por nuestros pecados! ¡Nosotros le confesamos nuestros pecados a él! ¡Eso es sacar la levadura! Cada vez que nosotros confesamos nuestros pecados y le pedimos perdón a Dios, ¡estamos sacando la levadura del pecado!

 

Pablo escribió que no debemos guardar la Fiesta de los Panes Sin Levadura con la levadura de pecado y de malicia, ¡sino con el pan sin levadura de Verdad y Sinceridad!

 

Es lo mismo que Juan está escribiendo aquí, solo que con palabras diferentes.

 

Verso 15: “Y si sabemos que Él nos oye, cualquier cosa que podamos pedir... [De acuerdo a Su voluntad]...sabemos que tenemos los requerimientos que hemos pedido de Él.”

 

¡Esto nos muestra que todos tenemos pecado que vencer! La Biblia y los escritos de los apóstoles nos dan todas las instrucciones de cómo podemos vencer. Y es un milagro tremendo que podamos tener, conocer y entender eso.

 

Verso 16: “Si cualquiera ve a su hermano pecando un pecado que no es hacia muerte...”

 

¿Qué es un pecado que no es hacia muerte? ¡Es cualquier pecado a excepción del pecado imperdonable! Eso podemos verlo en nosotros mismos. Podemos verlo en nuestra vida diaria, ver y entender las cosas que no son de Dios y deshacernos de ellas. Podemos arrepentirnos de ellas y pedirle a Dios que limpie nuestra mente. Igualmente:

 

Verso 16: “Si cualquiera ve a su hermano pecando un pecado que no es hacia muerte, él pedirá, y Él le dará vida para aquellos que no pecan hacia muerte... [Vamos a ver a qué se refiere]...Hay un pecado hacia muerte, concerniente a ese pecado, no digo que él debería hacer alguna súplica a Dios.

 

Verso 17: “Toda injusticia es pecado, y hay pecado que no es hacia muerte. Sabemos que cualquiera que es engendrado por Dios...” (Versos 17-18). Eso comprueba lo que Pedro escribió.

 

Sabemos que para que pudiéramos llegar al mundo, teníamos que ser engendrados en el vientre de nuestra madre por nuestro padre, ¡cada uno de nosotros! Cuando nos arrepentimos y recibimos el Espíritu Santo de Dios, somos engendrados de nuevo. Eso es lo que Pedro escribió aquí:

 

1 Pedro 1:3: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Quien, de acuerdo a Su abundante misericordia, nos ha engendrado otra vez...”

 

Recibir el Espíritu Santo de Dios es un engendramiento de Él. También es la circuncisión del corazón. La circuncisión del corazón quita la hostilidad que tenemos en nuestro corazón contra Dios.

 

·             Él no nos quita el poder de decisión

·             Él no nos quita la habilidad de pecar si pecamos

·             Él no nos quita la habilidad de venir a Él; Nos la da

 

¡Eso es lo que significa ser engendrado de nuevo! Está en el espíritu de nuestra mente.

 

Juan 14 nos da la explicación de esto mismo, porque dice que si amamos a Dios y guardamos Sus mandamientos. ¡El Padre y el Hijo vendrán y harán Su morada dentro de nosotros! ¡Ese es el compañerismo con Dios! Todas estas cosas se conectan y es asombroso cuando las entendemos.

 

“...Quien, de acuerdo a Su abundante misericordia, nos ha engendrado otra vez hacia una esperanza viva a través de la resurrección de Jesucristo de los muertos” (verso 3).

 

En ese solo verso Él explica todo acerca de la base para el cristianismo; ahí está en ese verso.

 

1 Juan 5—aquí está también algo clave, porque una vez que recibimos el Espíritu Santo, hemos recibido la circuncisión del corazón. Tenemos el Espíritu Santo de Dios, pero esa no es una transformación espiritual completa porque ¡Eso va a ocurrir en la resurrección! Sin embrago, el hecho de tenerlo nos ayuda:

 

·             Entender la Verdad de Dios y vivir por ella con el Espíritu de Dios

·             Ver lo que es el pecado, rechazarlo y dejar de hacerlo

 

¡Ese es el pecado que no es hacia muerte! Aquí está por qué

 

 1 Juan 5:18: “Sabemos que cualquiera que es engendrado por Dios no práctica pecado; porque aquel que ha sido engendrado por Dios se guarda a sí mismo por el poder de Dios, y el maligno no lo toca.” Es decir, ¡que no lo aparta de Dios!

 

Eso puede suceder cuando hay personas que se oponen a Dios de forma extrema.

 

1 Juan 3 también nos dice exactamente cuál es la diferencia. ¡Nosotros no practicamos pecado! Y sabemos que practicar pecado significa literalmente ¡estar viviendo en pecado! Pero si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos de nuestros pecados (1 Juan 2)

 

1 Juan 3:4: “Todo aquel que practica pecado está también practicando ilegalidad, pues pecado es ilegalidad.”

 

La VRV dice que ‘pecado es la transgresión de la Ley.’ Pero ilegalidad es ¡cualquier cosa del camino de Dios que transgredamos!

 

Verso 5: “Y ustedes saben que Él apareció para poder quitar nuestros pecados; y en Él no hay pecado. Todo el que vive en Él no practica pecado; cualquiera que practica pecado no lo ha visto a Él, ni lo ha conocido a Él” (versos 5-6). Ahí está ¡practicando pecado! Eso es lo que significa en el griego.

 

Verso 7: “Hijitos, no dejen que nadie los engañe; aquel que practica justicia es justo, así como Él es justo. Aquel que practica pecado es del diablo porque el diablo ha estado pecando desde el principio. Para este propósito apareció el Hijo de Dios para poder destruir las obras del diablo. Todo aquel que ha sido engendrado por Dios no practica pecado…” (Versos 7-9).

 

Noten que no dice ¡que no tiene pecado! Pero:

 

·             No lo practica

·             No vive por él

 

¡Porque está practicando la Verdad! Los pecados que estamos venciendo son los pecados de adentro, y eso es lo más importante con lo que necesitamos lidiar en relación a la Fiesta de Panes Sin Levadura.

 

Verso 9: “Todo aquel que ha sido engendrado por Dios...” eso significa:

 

·             Que se han arrepentido

·             Que han recibido el Espíritu Santo de Dios

·             Que están caminando en la Verdad

·             Que están guardando Sus mandamientos

 

¡Si llegamos a pecar! ¡Solo que no practicamos el pecado!

 

“...no practica pecado porque Su semilla de engendramiento está viviendo dentro de él... [La semilla del engendramiento del Padre; porque hemos sido engendrados de nuevo]...y no es capaz de practicar pecado porque ha sido engendrado por Dios.” (Verso 9).

 

¡No somos capaces de practicarlo! ¿Por qué? Porque el Espíritu de Dios dentro de nosotros hace que nos percatemos de que estamos pecando! Antes de ser convertidos pecábamos y no sabíamos nada acerca del camino de Dios, del perdón, del arrepentimiento, del bautismo y de recibir el Espíritu Santo de Dios ¿O sí? ¡No! Estábamos viviendo en pecado, practicándolo ¡y todo lo que hacíamos giraba en torno a eso!

 

Veamos lo que Pablo escribió en Romanos 5. Esto es lo que sucedió cuando Dios dio Su juicio en contra de Adán y Eva, y cómo esta naturaleza pecaminosa se heredó al resto de los seres humanos. Ustedes pueden verlo en los bebés recién nacidos. A todos se nos tiene que enseñar la diferencia entre:

 

·             El bien y el mal

·             La verdad y las mentiras

·             La justicia y el pecado

 

Los mandamientos de Dios son lo que necesitamos. Vamos a ver dónde los necesitamos, y por qué—para que no cometamos el pecado imperdonable. Tenemos que arrepentirnos de los pecados que cometemos, porque deshacernos de la levadura es un proceso que debe llevarse a cabo durante el año y durante toda nuestra vida.

 

Romanos 5:12: “Por tanto, como por un hombre el pecado entró al mundo... [Es decir, por Adán; porque él pudo haber detenido a Eva, pero no lo hizo]...y por medio del pecado vino la muerte... [La paga del pecado es muerte; cuando se practica la maldad y la injusticia]...y en esta forma, la muerte pasó a toda la humanidad...”

 

Cada ser humano tiene la ley que Pablo menciona en Romanos 7 – ¡La ley del pecado y muerte!

 

·             ¿Cómo funciona esa ley dentro de nosotros?

·             ¿Cómo la vencemos?

 

¡Todo eso es parte de la Fiesta de los Panes Sin Levadura!

 

El resto de lo que Pablo menciona aquí, tiene que ver con el perdón de nuestros pecados, y de cómo es que no debemos vivir en pecado. Eso se conecta con lo que Juan escribió aquí, porque todo el que ha sido engendrado por Dios no practica pecado.

 

Nuestros pecados son perdonados a través del sacrificio de Jesucristo, que es también a través de la gracia y la bondad de Dios. Una vez que tenemos el Espíritu de Dios, tenemos también acceso directo a Dios el Padre y Jesucristo. Y quiero que piensen en eso, y que lo entiendan, y que vean lo grandioso que es que cada uno de nosotros que tenemos el Espíritu de Dios, tengamos contacto directo con Dios el Padre.

 

Ese es Su nombre sagrado. ¡Nuestro Padre Quien estás en el cielo! ¡Piensen en eso! Y Jesucristo está a Su mano derecha, Quien está ahí como nuestro Sumo Sacerdote y nuestro sacrificio, para poder traer perdón y remisión de pecados. Esto es gracias a que Cristo murió por nosotros y por los pecados del mundo entero— ¡pasados, presentes y futuros!— lo cual sabemos por el resto de las Fiestas de Dios.

 

Una vez que respondemos al llamado de Dios y hemos recibido Su Espíritu Santo, recibimos también la circuncisión del corazón... Y el protestantismo no entiende esto. Ellos dicen que hay que pedirle a Jesús que venga nuestro corazón ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡Él no tiene por qué obedecer a nadie! Nosotros somos los que debemos acercarnos a Dios, confesarle a Él nuestros pecados a Él, y venir a Él en arrepentimiento completo, ser bautizados, y recibir el Espíritu Santo cuando Él lo da.

 

Nosotros no podemos venir a Cristo y decirle que entre en nuestro corazón, porque sin arrepentimiento y bautismo verdaderos, eso sería un engaño. ¡El mundo no entiende eso!

 

Romanos 6:1: “¿Qué diremos entonces? ¿Continuaremos en pecado, para que la gracia pueda abundar?”

 

Eso es exactamente lo que el protestantismo dice: Una vez que acepta a Jesús en su vida, ya no tiene que preocuparse de lo que haga porque ya no puede pecar—aunque usted vaya de nuevo a vivir de la forma en que lo hacía antes.

 

¡Esa es una mentira Satánica predicada en el nombre de Jesucristo! Aquí está la Verdad:

 

 

Verso 1: “¿Qué diremos entonces? ¿Continuaremos en pecado, para que la gracia pueda abundar? ¡DE NINGUNA MANERA!...” (Versos 1-2)— ¡En lo absoluto!

 

Porque cuando descendimos a ese sepulcro de agua, esa fue nuestra promesa de muerte si no somos fieles hasta el final. Porque la primer parte del Nuevo Pacto es la muerte y sacrificio de Jesucristo.

 

La segunda parte del Nuevo Pacto es nuestra parte, cuando representamos nuestra muerte por bautismo, ¡inmersos completamente en agua! Y eso es lo más cercano que uno puede acercarse a la muerte, para después ser levantado de ahí a una nueva vida. De eso se trata todo, pero entendamos el significado del sacrificio de Jesucristo.

 

“...Nosotros quienes morimos al pecado...” lo echamos fuera, ¡morimos a esa vida de pecado y renunciamos a ella!

 

“... ¿cómo viviremos más en él?” (Verso 2). ¿Cómo es eso posible?

 

Verso 3: “¿O son ustedes ignorantes que nosotros... [Pablo se incluye a sí mismo, al igual que el apóstol Juan]... tantos como fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en Su muerte?

 

Vamos a ver lo que eso significa en los próximos versos, ¡porque esto muy profundo!

 

Verso 4: “Por tanto, fuimos sepultados con Él a través del bautismo en la muerte…” – ¡la muerte de Cristo y la muerte que nosotros prometimos! Porque con Su bautismo, prometimos que seríamos fieles por el resto de nuestras vidas.

 

“...para que, así como Cristo fue levantado de los muertos por la gloria del Padre, en la misma forma, deberíamos también caminar en novedad de vida.” (Verso 4).  

 

¡De eso estaba escribiendo Juan en 1 Juan! De que vivamos una vida que está practicando justicia, ¡y que no practiquemos pecado! De que vivamos una vida de acuerdo a los mandamientos de Dios. Por eso es que Juan escribió: Y es por medio de esto que sabemos que lo conocemos, ¡si guardamos Sus mandamientos! Aquel que no guarda Sus mandamientos es un mentiroso, ¡y la Verdad no está en Él!

 

Es lo mismo que Pablo escribe aquí, pero en palabras un poco diferentes.

 

“...para que, así como Cristo fue levantado de los muertos por la gloria del Padre, en la misma forma, deberíamos también caminar en novedad de vida.” (Verso 4).

 

·             Guardando los mandamientos de Dios

·             Caminando en el Espíritu de Dios para guiarnos

·             Teniendo el compañerismo que necesitamos con Dios

ü   A través de la oración

ü   A través del estudio

·             Continuamente

·             Para vencer el pecado interno

 

Verso 5: “Porque si hemos sido co-unidos en la semejanza de Su muerte...”

 

Piensen en eso; co-unidos, significando que es casi como si Dios tomara nuestro cuerpo—cuando nos arrepentimos antes del bautismo—y lo pusiera en el cuerpo de Jesucristo:

 

·             Con todos los latigazos

·             Con todos los tajos

·             Con toda la sangre

 

¡Para el perdón de nuestros pecados! Vean lo importante que eso es: co-unidos, ¡volviéndonos parte de la misma muerte de Jesucristo por nuestra promesa de muerte futura! Y por eso es que cuando salimos del sepulcro de agua, ¡caminamos en novedad de vida! ¡No seguimos por el camino en el que íbamos!

 

“... así también lo seremos en la semejanza de Su resurrección.” (Verso 5). ¡Ahí está la meta, la vida eterna!

 

Pero yendo desde donde estamos—desde el punto del bautismo, hasta donde nos dirigimos, al punto del regreso de Cristo y la resurrección de los muertos— ¡es así como vivimos y como superamos los obstáculos!

 

Verso 6: “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue co-crucificado con Él, para que el cuerpo de pecado pudiera ser destruido...”

 

Esto nos dice que el resto de nuestras vidas mientras estemos superando pruebas, creciendo en gracia y conocimiento, ¡es estar destruyendo el pecado que hay dentro de nosotros!

 

“... para que ya no pudiéramos ser esclavizados al pecado... [En la tumba de agua]...Porque aquel que ha muerto al pecado ha sido justificado del pecado.” (Versos 6-7).

 

Eso significa que todos sus pecados pasados han sido perdonados. Ahora se nos ha dado una puerta abierta que cuando pecamos y venimos a Dios y confesamos nuestros pecados—como Juan escribió—tenemos perdón por el pecado. Es algo que el mundo no tiene, ¡pero nosotros lo tenemos!

 

Verso 8: “Ahora, si morimos junto con Cristo, creemos que también viviremos con Él, sabiendo que Cristo, habiendo sido levantado de los muertos, no muere más; la muerte ya no tiene ningún dominio sobre Él. Porque cuando Él murió, murió al pecado una vez por todos...” (Versos 8-10)¡De todos los tiempos, toda la gente del pasado, presente y futuro!

 

Pero a ellos aún no se les ha concedido la bendición de arrepentirse de sus pecados, porque este mundo aún está siendo gobernado por Satanás el diablo, quien es el ‘príncipe de la potestad del aire’ y el gobernante obscuro de este mundo. Con su poder espiritual, Satanás ciega la mente de que aquellos quienes no creen.

 

¡Piensen en la cosa tan grandiosa que Dios ha hecho por nosotros!

 

(pase a la siguiente vista)

 

Tenemos un estudio completo hecho a profundidad que incluye CD: ‘Cómo superar el pecado dentro de nosotros.’ Esa es la clave para la conversión y para superar las pruebas y crecer en gracia y en conocimiento.

 

Romanos 6:10: “Porque cuando Él murió, murió al pecado una vez por todos; pero en lo que vive, vive hacia Dios. En la misma forma también, ustedes ciertamente deberían considerarse a sí mismos muertos al pecado, pero vivos para Dios a través de Cristo Jesús nuestro Señor. Por tanto, no dejen que el pecado gobierne en su cuerpo mortal obedeciéndolo en su lujuria.” (Versos 10-12).

 

Esto nos dice algo muy importante. Cuando nos vemos tentados, lo cual nos ocurre a todos, cuando algo de pecado entra en nuestra mente—lo cual ocurre todo el tiempo—no debemos de obedecer a eso en la lujuria que hay ahí. Muchas de estas cosas vienen de:

 

·             El mundo a través de la manera en que el mundo hace las cosas

·             De Satanás el diablo

·             De otras personas

¡Todo eso combinado! No debemos de dejar que eso gobierne. En ninguna parte dice que no pecaremos. Esto nos dice que todos los días estaremos enfrentándonos al pecado.

 

·             ¿Qué hacemos?

·             ¿Cómo lo vencemos?

·             ¿Cómo lo ve Dios?

 

          Es por eso que, recuerden, recuerden, recuerden la oración que Jesús dio en Mateo 6. Comienza, como yo dije más temprano, Padre nuestro que estás en el cielo, Santo es Tu nombre, ¡Tu voluntad sea hecha en la tierra como lo es en el cielo! Perdona nuestras deudas—nuestra deuda a Dios debido al pecado. Así que, nos arrepentimos de estas cosas todos los días, ¡porque vivimos en un mundo malvado! Es así como no dejamos que el pecado gobierne en nuestras vidas.

 

Hebreos 12:2: “Teniendo nuestras mentes fijas en Jesús, el Iniciador y Terminador de nuestra fe...

 

¡Ese es el punto central de nuestros pensamientos! ¡Jesús y Dios el Padre!

 

“...Quien por el gozo que tenía delante de Él resistió la cruz... [Para el perdón de nuestros pecados]... aunque despreció la vergüenza, y se ha sentado a la mano derecha del trono de Dios. Ahora, mediten profundamente en Quien resistió tan gran hostilidad de pecadores contra Sí mismo para que no lleguen a estar cansados y desmayen en sus mentes.” (Versos 2-3). ¡El pecado dentro de nosotros! ¡Recuerden eso!

 

Verso 4: “Ustedes aún no han resistido al punto de perder sangre en su lucha contra el pecado. Y ya han olvidado la amonestación que Él les dirige como a hijos: “Hijo Mío, no desprecies el castigo del Señor, ni te canses de ser reprobado por Él; porque a quien el Señor ama castiga, y disciplina severamente a cada hijo a quien Él recibe.”” (Versos 4-6).

 

¡Nosotros recibimos esto de Dios! ¿Por qué? ¿Por qué tenemos que pasar por esto?

 

El verso 1 nos dice: “Por tanto, dado que estamos rodeados por tan gran multitud de testigos, dejemos a un lado todo peso, y el pecado que tan fácilmente nos atrapa... [Ese es el pecado que tenemos adentro; conecten con lo que leímos en Romanos 6]...y corramos la carrera puesta delante nuestro con resistencia.”

 

Es asombroso lo que Dios nos ha dado y cómo trabaja Él con nosotros. Él quiere que estemos en el Reino. Él quiere que seamos Sus hijos e hijas glorificados y que vivamos para siempre. ¡Ese es todo el objetivo!

 

Romanos 6:12: ‘“Por tanto, no dejen que el pecado gobierne en su cuerpo mortal obedeciéndolo en su lujuria. Así mismo, no cedan sus miembros como instrumentos de injusticia al pecado...”’ (Versos 12-13).

 

¡Esto nos muestra que no debemos de ceder ante el pecado! En otras palabras, cuando el pecado viene, o la tentación viene:

 

·             Expúlsenla

·             Desháganse de ella

·             Pídanle a Dios que la borre

 

“...sino, cédanse a sí mismos a Dios como aquellos que están vivos de entre los muertos, y sus miembros como instrumentos de justicia para Dios.” (Verso 13).

Cuando uno hace eso, uno puede vencer al pecado que está adentro, porque dice:

 

Verso 14: “Porque el pecado no gobernará sobre ustedes...”

 

Ustedes, con el Espíritu de Dios, gobiernan sobre el pecado y se arrepienten de él y lo expulsan de su vida.

 

“...porque no están bajo Ley... [La penalidad de la Ley debido al pecado]... sino bajo gracia” (Verso 14).

 

Eso es porque ustedes tienen el Espíritu Santo de Dios, ustedes tienen contacto con Dios y pueden arrepentirse de esas cosas. ¡Pero no viven practicando el pecado!

 

Pablo continúa, porque esto es importante. Luego iremos a Romanos 7, ¡uno de los capítulos más difíciles en todo el Nuevo Testamento!

 

Verso 15: “¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo ley, sino bajo gracia? ¡DE NINGUNA MANERA!

 

Nosotros veremos que tenemos que estar dentro de la Ley, ¡no bajo la Ley! ¡Dentro de la Ley espiritualmente para guardarla en el espíritu de la Ley! ¡Esa es la clave!

 

“...DE NINGUNA MANERA!”¡El que uno continúe en pecado para que la gracia abunde!

 

Verso 16: “¿No se dan cuenta que a quien ustedes ceden como siervos para obedecer...” Eso es a lo que uno obedece, ese es el primer paso:

 

·             No obedezcan a la tentación

·             No obedezcan al pecado

 

SI ustedes llegan a hacerlo, ¡arrepiéntanse para que no estén practicando el pecado!

 

“...son siervos de aquel que obedecen, si es de pecado hacia muerte, o de obediencia hacia justicia?” (Verso 16).

 

Salmo 119:172: “...todos Tus mandamientos son justicia.”

 

Usted se somete a sí mismo al Espíritu de Dios, el cual es el Espíritu de Verdad y el Espíritu de  Justicia. ¡No es el espíritu de pecado!

 

Romanos 6:17: “Pero gracias sea a Dios, que eran siervos de pecado, pero han obedecido de corazón esta forma de doctrina la cual fue entregada a ustedes.” Eso es:

 

·             Guardar los mandamientos de Dios

·             Guardar la Palabra de Dios

·             Caminar en Su camino

 

          Verso 18: “Y habiendo sido librados del pecado, se convirtieron en siervos de justicia.”

 

·             ¿Qué es lo que Dios quiere?

·             ¿Cuál es la Verdad?

·             ¿Cómo vivo yo?

·             ¿Cuáles son las circunstancias en las cuales estoy?

·             ¿Cómo me arrepiento del pecado?

·             ¿Cómo puedo evitar ser tentado?

·             ¿En qué está mi mente?

¡Nuestra mente está trabajando todo el tiempo!

·             ¿En qué estamos pensando?

 

Hemos sido liberados del pecado a través del bautismo, a través de haber salido de este mundo, ¡Dios lo liberó del pecado! ¿Para qué? “...se convirtieron en siervos de justicia.¡Esto nos habla acerca de la obediencia a Dios!

 

Verso 19: “Hablo desde un punto de vista humano por la debilidad de su carne; porque así como una vez cedieron sus miembros en esclavitud a la impureza, y a la ilegalidad hacia la ilegalidad, así ahora cedan sus miembros en esclavitud a la justicia hacia la santificación.”

 

¡La justicia nos trae a la Santidad! Santidad significa que uno es santificado, santificación, ¡tener el Espíritu Santo de Dios!

 

Verso 20: “Porque cuando eran siervos del pecado, eran libres de justicia.”

 

¡No! Ustedes estaban:

 

·             Rompiendo las Leyes de Dios

·             Obedeciendo a su propia naturaleza humana

·             Obedeciendo a su propia ley de pecado y muerte

Ustedes ni siquiera sabían

·             Que tenían la ley de pecado y muerte

·             Que estaban obedeciendo al pecado

 

¡¿No es así como son las cosas?! ¡Nosotros somos llamados a salir de todo eso!

 

Verso 21: “Por tanto, ¿qué fruto tuvieron entonces en las cosas de las cuales ahora están avergonzados? Porque el resultado final de esas cosas es muerte.” ¿No es eso cierto? ¡Así es!

 

Miren al mundo hoy. Cuantas personas van por el camino del pecado. Todo lo que ellos creen que es correcto es ahora correcto porque ellos no ven el problema, y el problema principal es que:

 

·             La gente ha dejado a Dios

·             La gente se ha olvidado de Dios

·             La gente no tiene valores morales

·             La gente no tiene estándar

·             Ellos no tienen ley

 

Ese es el mundo en el cual tenemos que vivir, ¡y no ser derribados por él!

 

Verso 22: “Pero ahora que han sido librados del pecado y se han convertido en siervos de Dios...” No siervos de Satanás el diablo, ¡sino de Dios! Así que, de alguna manera eso es lo que Dios ha hecho con nosotros. Él ha quitado nuestros pecados, se ha deshecho de toda la levadura y ha puesto Su Santo Espíritu dentro de nosotros, lo cual es poner:

 

·             La cualidad sin levadura Cristo

·             La Verdad del Espíritu de Dios

·             La justicia de la Palabra de Dios

“...tienen su fruto hacia la santificación, y el resultado final es vida eterna.” (Verso 22).

·             Eso es lo que Dios quiere

·             Es por eso que estamos aquí

·             Ese es el porqué de la Fiesta de Panes Sin Levadura

 

Verso 23: “Porque la paga del pecado es muerte, pero el regalo de Dios es vida eterna a través de Cristo Jesús nuestro Señor.”

 

Romanos 7 es un capítulo importante para que nosotros realmente aprendamos y conozcamos el camino de Dios y lo que necesitamos hacer. Veámoslo de esta manera:

 

Aquí está el mundo, y todas las cosas que son del mundo:

 

·             La lujuria

·             El pecado

·             Las cosas que se ven bien


Y por otro lado, está el camino de Dios:

 

·             Las Leyes de Dios

·             Los mandamientos de Dios

·             La Verdad de Dios

·             El Espíritu de Dios

·             La Palabra de Dios

 

¡Son dos caminos muy diferentes que necesitamos entender!

 

Cuando estamos bajo ley sin Dios, esa ley trabaja automáticamente. Por eso es que todos hemos pecado y hemos sido destituidos de la gloria de Dios. ¿Por qué? ¡Porque todos hemos vivido en pecado! Y por eso es que tenemos este proceso, con la finalidad de entender que Dios perdona cuando nos deshacemos del pecado causado por transgredir. Y una vez que hacemos eso, Él quiere que construyamos algo dentro de nosotros—en nuestra mente y nuestro corazón— ¡porque quiere que venzamos el pecado interno!

 

Romanos 7:1: “¿Son ustedes ignorantes, hermanos (porque estoy hablando a aquellos que conocen ley)... [Refiriéndose a los judíos]...que la ley gobierna sobre un hombre por tanto tiempo como pueda vivir él?” ¡Es cierto! ¿Quién gobierna sobre nosotros ahora? ¡Dios!

 

·                             Con Su amor

·                             Con Su verdad

·                             Con Su misericordia

 

¡El mundo actualmente está cortado de eso! ¡Ellos están bajo Ley, el pecado los gobierna y Satanás es rey! ¡Los demonios son los príncipes de este mundo!

 

Ahora, Pablo habla de matrimonio, porque quiere explicar algo muy importante en relación al pacto con Israel.

 

Aquellos judíos que estaban bajo el antiguo pacto, tenían que entender que la muerte de Jesucristo hacía posible que ellos ya no estuvieran más atados a esa situación de matrimonio con Dios bajo el Antiguo Pacto. Eso gracias a que Cristo—Dios manifestado en la carne— ¡murió!

 

Porque ¿Cuánto dura un pacto matrimonial? Dura hasta la muerte de cualquiera de las dos partes, ¡sea el esposo o la esposa! Cristo murió, ¡y ese hecho dio por terminado el Antiguo Pacto! Eso es lo que Pablo está explicando aquí, para que aquellos judíos pudieran venir a Cristo.

 

Verso 2: “Porque la mujer que está casada está atada por ley al esposo mientras que él esté viviendo; pero si el esposo muriere, ella es liberada de la ley que la ató al esposo.”

 

Esa es la verdad del asunto. Los protestantes vienen y dicen que somos liberados de la Ley completamente. ¡Pero no! Eso solo nos eximió de estar atados al matrimonio del Antiguo Pacto. La muerte de Cristo puso fin la eficacia del pacto que Dios hizo con Israel, ¡Porque Él murió! Y cuando existe un pacto, ambas partes deben prometer su muerte. Tal como sucede en el matrimonio, donde debemos ser fieles hasta ‘que la muerte nos separe.’

 

Verso 3: “Así entonces, si ella se casara con otro hombre mientras el esposo está viviendo, será llamada una adúltera; pero si el esposo muriere, ella es libre de la ley que la ató al esposo, así que ya no es más una adúltera si está casada con otro hombre.” ¡La Iglesia va a casarse con Cristo!

 

Verso 4: “En la misma manera, hermanos míos, ustedes también fueron hechos muertos a la ley de matrimonio del Antiguo Pacto...”

 

De eso está hablando Pablo aquí. No estamos muertos a la Ley, o a todas las leyes de Dios, para poder quebrarlas con impunidad sin tener que guardarlas.

 

“....ustedes también fueron hechos muertos a la ley de matrimonio del Antiguo Pacto por el cuerpo de Cristo para ser casados con otro, Quien fue resucitado de los muertos, para que demos a luz fruto para Dios.” (Verso 4).

 

Así que, cuando somos bautizados y recibimos el Espíritu Santo de Dios—siendo engendrados de nuevo— ¡también quedamos comprometidos a Cristo! Como dijo Pablo. La cena de matrimonio y el matrimonio mismo quedarán consumados en la resurrección.

 

¡Cristo es tanto la cabeza de la Iglesia, como el esposo y el pacto mismo!

 

Verso 5: “Porque mientras estuvimos en la carne, las pasiones de pecados, los cuales eran a través de la ley, estaban trabajando dentro de nuestros propios miembros para dar a luz fruto hacia muerte. Pero ahora hemos sido liberados de la ley...” (Versos 5-6).

 

Liberados de la cláusula de matrimonio del Antiguo Pacto; ¡no liberados de guardar las Leyes de Dios en lo absoluto!

 

“...porque hemos muerto... [Con nosotros es una muerte mutua; porque morimos en el sepulcro de agua del bautismo]...a aquello en lo cual estábamos sujetos para poder servir en novedad de espíritu... [Ahí lo tenemos; debemos servir a la Ley de Dios en novedad de espíritu]...y no en la vejez de la letra. ¿Qué diremos entonces? ¿Es la ley pecado? ¡DE NINGUNA MANERA!...” (Versos 6-7).

 

Así que esto nos trae al punto principal de lo que estamos hablando, que es entender lo que son las leyes de Dios, y entender:

 

·                             Por qué necesitamos el Espíritu de Dios para guardarlas

·                             Por qué necesitamos la ayuda de Dios

·                             Por qué necesitamos diariamente la habilidad de venir a Dios y pedirle perdón por nuestros pecados

 

¡Por los pecados internos!

 

Ahí es a dónde Pablo se dirige con esto. Es una de las cosas más difíciles en todo el Nuevo Testamento. La primera vez que leí esto, me pregunté si Pablo era realmente convertido. ¡Claro que lo era! Pero tenía la misma dificultad que nosotros para vencer el pecado. Tenía las mismas tentaciones, o mayores, que las que tenemos nosotros.

 

Ahora nosotros debemos de “...servir en novedad de espíritu, y no en la vejez de la letra. ¿Qué diremos entonces? ¿Es la ley pecado? ¡DE NINGUNA MANERA! Pero yo no habría conocido pecado, excepto a través de la ley. Además, yo no habría sido consciente de lujuria, excepto que la ley dijo, “No codiciarán.” (Versos 6-7).

 

Antes de que Dios nos llamara y nos revelara Su Verdad, y fuéramos bautizados y recibiéramos el Espíritu Santo, ¿estábamos nosotros conscientes de la lujuria? ¡NO!

 

·                             Nosotros la disfrutábamos

·                             Nosotros la practicábamos

·                             Nosotros vivíamos en ella

Todo lo que hacíamos estaba basado en:

·                             Nosotros mismos

·                             Pecado

·                             Lujuria

 

¡Eso nos trae todos los problemas que hay en el mundo!

 

Verso 8: “Pero el pecado... [La ilegalidad, transgresión de la Ley]...habiendo tomado una oportunidad por el mandamiento... [Siempre que rompe usted un mandamiento, está pecando]...produjo dentro de mí toda clase de lujuria... [El pecado que está adentro]...porque separado de ley, el pecado estaba muerto.”

 

¡Pero la Ley nos dice lo que es pecado! ¡Pero no poníamos atención a ello en el espíritu! Ahora Pablo está hablando acerca del espíritu de la Ley.

 

Verso 9: “Porque yo estuve una vez vivo sin ley...” ¡Un entendimiento verdadero de las Leyes de Dios!

 

Él estaba siguiendo todas las tradiciones de las leyes del Judaísmo, él estaba persiguiendo a la Iglesia, y poniéndolos en prisión e incluso viendo la muerte de algunos de ellos quienes eran seguidores de Cristo Jesús. Él estaba sin Ley, porque no entendía en su mente que hay pecado. Que existe en nosotros la ley del pecado y muerte.

 

“...pero después que llegó el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí.” (Verso 9).

 

En otras palabras, hay un punto en nuestras vidas cuando tenemos el Espíritu Santo de Dios, y la Ley de Dios que:

 

·             Nosotros entendemos lo que es pecado

·             Nosotros entendemos que está dentro de nosotros

·             Nosotros entendemos que la paga del pecado es muerte

 

Con Dios, el objetivo de todo es perfeccionarnos:

 

·             Venciendo el pecado

·             Venciendo la lujuria

·             Venciendo la tentación

Reemplazando eso con:

·             El amor de Dios

·             La Verdad de Dios

·             La obediencia a los mandamientos de Dios

¡De eso se trata todo!

 

          Verso 10: “Y el mandamiento, el cual estaba destinado a resultar en vida, fue hallado ser hacia muerte para mí.”

 

¡Eso es verdad! Uno puede guardar las cosas en la letra de la Ley y aun así tener mucha lujuria en su mente, pero está guardando la Ley en la letra. No se está atendiendo la verdadera causa del pecado, ¡la cual es que el pecado está adentro de nosotros!

 

Verso 11: “Porque el pecado, habiendo tomado oportunidad por el mandamiento, me engañó, y por el me mató.”

 

Así es como Pablo lo está explicando, ¡ese es el arrepentimiento y conversión!

 

Verso 12: “Por tanto, la ley es ciertamente santa... [Sin pecado]...y el mandamiento santo... [Todos los mandamientos de Dios]... y justo y bueno.” Aquí está el enigma, justo aquí:

 

Verso 13: “Ahora entonces, ¿eso que es bueno llegó a ser muerte para mí? ¡DE NINGUNA MANERA!...”

 

Es el pecado el que trajo la muerte; el pecado es la transgresión de la Ley. La Ley no lo trajo. La muerte es la penalidad por romper la Ley.

 

“...Sino el pecado, para que pudiera ser verdaderamente expuesto como pecado en mí... [El pecado que habita dentro]...por eso que es bueno, estaba ejercitando muerte; para que, por medio del mandamiento, el pecado pudiera llegar a ser excesivamente pecaminoso.” (Verso 13).

 

Nosotros entendemos las profundidades del pecado cuando tenemos el Espíritu de Dios. No lo podemos saber de otra manera. Es algo espiritual. Nosotros no estamos deteniendo el pecado de manera externa en lo que hacemos, eso lo hicimos hace mucho tiempo. No estamos involucrados en ello. Pero estamos peleando la batalla del pecado que habita dentro de nosotros para que Dios pueda poner:

 

·             La justicia dentro de nosotros

·             La Verdad dentro de nosotros

·             El camino de Dios dentro de nosotros

 

Verso 14: “Porque sabemos que la ley es espiritual; pero yo soy carnal, habiendo sido vendido como un esclavo bajo pecado; porque lo que estoy ejercitando yo mismo... [Su propio camino, lo que estaba haciendo sin tomar en cuenta a Dios]...no lo sé.... [No lo entiende; viendo en retrospectiva: ¿Por qué solía yo vivir de esa manera?] ...Porque lo que no deseo hacer, eso hago; más aún, lo que odio, eso es lo que hago.” (Versos 14-15).

 

Ahora él está descubriendo la ley de pecado y muerte que hay dentro de él que lo lleva en sus pensamientos a hacer las cosas que no son correctas.

 

Verso 16: “Pero si estoy haciendo lo que no deseo hacer, estoy de acuerdo con la ley que es buena... [Porque la Ley dice ‘no lo hagas’]...Así entonces, no estoy más ejercitándolo yo mismo; más bien, es el pecado que está viviendo dentro de mí.” (Versos 16-17). ¡Ese es el pecado que habita dentro de nosotros!

 

Verso 18: “Porque entiendo plenamente que no está viviendo dentro de mí—esto es, dentro de mi ser carnal—ningún bien. Porque el deseo de hacer el bien está presente dentro de mí... [Todos los seres humanos desean hacer el bien, pero no lo hacen]...pero como ejercitar eso lo cual es bueno, no encuentro.” Este no es un recurso que nosotros podamos tener por nosotros mismos:

 

·             Debe de venir de Dios

·             Debe de venir de Su Palabra

·             Debe de venir de Su Espíritu

 

Verso 20: “Pero si hago lo que no deseo hacer, no estoy ejercitándolo más yo, sino el pecado que está viviendo dentro de mí. Consecuentemente, encuentro ésta ley en mis miembros, que cuando deseo hacer el bien, el mal está presente conmigo.” (Versos 20-21)¡Mientras estemos en la carne será así!

 

Cuando nosotros recibimos el Espíritu Santo de Dios después del bautismo, ¡ese es un tipo de circuncisión! Eso se deshace de la hostilidad de Dios. Ahora lo que resta es que Dios nos ayude a reemplazar el pecado que tenemos adentro, todos nuestros pensamientos:

 

·             Con Su Espíritu Santo

·             Con Sus Leyes

·             Con Sus mandamientos

·             Con Su Verdad

·             Con Su amor

·             Con su gracia

·             Con su misericordia

 

Para edificarnos en el carácter de manera que con el Espíritu de Dios nosotros veamos el pecado que habita adentro para que podamos vencerlo y nos podamos arrepentir.

 

Verso 22: “Porque me deleito en la ley de Dios de acuerdo al hombre interior; pero veo otra ley dentro de mis propios miembros, en guerra contra la ley de mi mente, y llevándome cautivo a la ley de pecado que está dentro de mis propios miembros. ¡Oh que hombre miserable soy! ¿Quién me salvará del cuerpo de esta muerte? (Verso 22-24).

 

Sin Dios y el Espíritu de Dios ¡nadie puede vencer la ley de pecado y muerte! ¡Nadie! Es por eso que todo el bien que los hombres quieren hacer siempre termina en desastre. Esa es la manera en la que ha sido siempre a través de la historia.

 

Verso 25: “Doy gracias a Dios por Su salvación a través de nuestro Señor Jesucristo. Por causa de esto, por un lado, yo mismo sirvo a la ley de Dios con mi mente; pero por otro lado, con la carne, sirvo a la ley de pecado.”

 

·             ¿En dónde nos deja a nosotros todo esto?

·             ¿Qué es lo que debemos de hacer?

·             ¿Qué sucede cuando uno se encuentra con el pecado adentro de sí mismo?

 

          Romanos 8:1: “Consecuentemente, no hay ahora condenación a aquellos que están en Cristo Jesús, quienes no están caminando de acuerdo a la carne, sino de acuerdo al Espíritu.”

 

          Nosotros estamos caminando de acuerdo al Espíritu con el Espíritu de Dios adentro de nosotros, y nuestra mente está en las cosas de Dios. Es el pecado dentro de nosotros el que nos jala a ir en contra de ello. No hay condenación en eso mientras que nosotros nos arrepintamos; mientras que nos estemos sometiendo a Dios.

 

          Verso 2: “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley de pecado y muerte.” ¡Él nos librará todos los días en todo lo que hagamos!

          Es por eso que dice en 1a Juan que uno no puede practicar el pecado, porque el Espíritu de Dios va a guiarnos al arrepentimiento.

 

          Verso 3: “Porque lo que era imposible hacer para la Ley...”

 

          La Ley no puede hacer nada. No puede hacer que usted haga algo, ¡pero el Espíritu de Dios puede! ¡Puede guiarlo! Puede hacer milagros en su vida.

 

          “...en que era débil a través de la carne, Dios, habiendo enviado a Su propio Hijo en la semejanza de carne pecaminosa, y por el pecado, condenó el pecado en la carne; para que la justicia de la ley pudiera ser cumplida en nosotros, quienes no estamos caminando de acuerdo a la carne, sino de acuerdo al Espíritu.” (Versos 3-4).

 

          ¡Veamos cómo funciona esto! 2a Corintios 10 es importante, porque nos muestra cómo podemos vencer el pecado de una manera tremenda. Nosotros hacemos esto todo el tiempo, día con día, semana tras semana, mes a mes, ¡año tras año! Esa es la batalla espiritual dentro de nosotros, ¡el vencer el pecado! ¿Cómo? ¡Con el Espíritu de Dios! Así que, Pablo lo define aún más, ¡y también lo llama una batalla!

 

2a Corintios 10:2: “Pero estoy suplicándoles para que, cuando esté presente, pueda no tener que ser atrevido con la confianza con la cual intento mostrar atrevimiento hacia algunos, quienes piensan que estamos caminando según la carne... [No lo estamos]...Porque aunque caminamos en la carne, no guerreamos de acuerdo a la carne.” (Versos 2-3).

 

Ninguna cantidad de psicología, ninguna cantidad de superación personal funcionará si no hay arrepentimiento y acercamiento a Dios. Solamente las armas que Dios nos da con el Espíritu de Verdad, el cual es la espada de Dios.

 

Verso 4: “Porque las armas de nuestra guerra no son carnales, sino poderosas... [Porque incluyen el Espíritu de Dios]...a través de Dios para el derrocamiento de fortalezas.”

 

·             ¿Cuáles son esas fortalezas?

·             ¿Qué son esas cosas en nuestra mente?

 

          Es por eso que usted necesita este estudio bíblico a profundidad: Cómo Vencer el Pecado que Habita Dentro. Hay 6 mensajes en los que cubro ese tema.

 

          Verso 5: “Echando abajo vanas imaginaciones... [Todo aquello que viene a nuestra mente contrario a la Palabra de Dios, derríbele y deshágase de eso]...y toda cosa alta que se exalta a sí misma contra el conocimiento de Dios, y trayendo a cautividad... [O control]...todo pensamiento a la obediencia de Cristo.” ¡Así es como vencemos!

 

          Verso 6: “Y teniendo una disposición para vengar toda desobediencia, cuando su obediencia haya sido cumplida.”

 

          Veamos qué es lo que Pablo dice en Colosenses 3 acerca de lo que necesitamos hacer.

 

          Colosenses 3:4: “Cuando Cristo, Quien es nuestra vida, sea manifestado... [Él viene, Su retorno va suceder]...entonces ustedes también serán manifestados con Él en gloria.” ¡Esa es la meta! Es por eso que:

 

·             Tenemos la Fiesta de Panes Sin Levadura

·             Sacamos la levadura

·             Sacamos el pecado

·             Sacamos la manera humana de hacer las cosas, los caminos carnales del hombre y de la mujer

·             Introducimos el Espíritu de Dios

 

          Aquí está lo que debemos de hacer como Pablo escribió en 2a Corintios 10 refiriéndose a nuestra batalla espiritual.

 

          Verso 5: “Por tanto, condenen a muerte sus miembros los cuales están sobre la tierra—inmoralidad sexual, impureza, afecto desordenado, deseos malignos, y codicia, la cual es idolatría.”

 

          ¡Todas esas cosas están en la mente! Nosotros debemos de sacar todas esas cosas y deshacernos de ellas, arrepentirnos de ellas y traerlas hacia la obediencia de Cristo ¡en todo pensamiento!

 

Verso 6: “Porque por estas cosas, la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, entre quienes ustedes también caminaron una vez, cuando estaban viviendo en estas cosas.” (Versos 6-7) ¡No sabíamos nada!

 

Verso 8: “Pero ahora... [Puesto que estamos en Cristo]...deberían también quitarse todas estas cosas: ira, indignación, malicia, blasfemia, y lenguaje sucio de su boca.”

 

¿No es esto interesante? ¡Todos los pecados que tenemos adentro! Eso es de lo que Pablo está hablando. Aquí está como podemos vencerlos y podemos poner en práctica 2a Corintios 10:

 

Verso 9: “No se mientan el uno al otro, viendo que deben deshacerse del viejo hombre junto con sus obras. Y deben vestirse el nuevo hombre...” (Versos 9-10).

 

·             Ser renovados día con día

·             Ser renovados con el Espíritu de Dios

·             Ser renovados con la Palabra de Dios

·             Ser renovados en su conducta con Dios

 

“...vestirse el nuevo hombre, quien está siendo renovado en conocimiento, de acuerdo a la imagen de Aquel Quien lo creó.” (Verso 10) ¡Ese es Cristo! ¡Renovados cada día! Es por eso:

 

·             En oración

·             Estudio

·             Viviendo

·             Pensando

·             Meditando

Le haría mucho bien a las personas el:

·             Apagar el celular

·             Apagar la televisión

·             Estudiar la Palabra de Dios

·             Pensar en la Palabra de Dios

·             Meditar en la Palabra de Dios

 

¡Es así como vencemos el pecado que mora dentro!

 

          Verso 12: “Vístanse entonces, como los elegidos de Dios, santos y amados...”

 

          Somos los hijos engendrados del Padre, todos nosotros juntos esperando la resurrección y luego el regreso de Cristo.

 

          “...de profundo afecto interior...” (Verso 12).

 

·             Cambio de corazón

·             Cambio de mente

·             Cambiar la manera en la que hacemos las cosas

 

“... amabilidad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándose uno al otro, y perdonándose uno al otro...” (Versos 12-13).

 

¡Caminando en la unidad y amor del Espíritu! ¡No en la carnalidad y políticas de hombres!

 

“...si cualquiera tiene una queja contra otro; incluso como Cristo los perdonó, así también ustedes deberían perdonar. Y sobre todas estas cosas... [Aquí está el objetivo de todo]...vístanse de amor, el cual es el vínculo de la perfección.” (Versos 13-14).

 

¡Eso es de lo que todo se trata, y la perfección final es la resurrección de entre los muertos!

 

Verso 15: “Y dejen que la paz de Dios gobierne en sus corazones, para lo cual fueron llamados en un cuerpo, y sean agradecidos. Dejen que la palabra de Cristo viva en ustedes ricamente... [Eso viene a través del estudio y la oración y viviendo a la manera de Dios]...en toda sabiduría, enseñándose y amonestándose uno al otro en salmos e himnos y cantos espirituales, cantando con gracia en sus corazones al Señor. Y en todo—lo que sea que hagan en palabra o en hecho—háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios y Padre por Él.” (Versos 15-17).

 

¡Así es como uno vence el pecado que habita dentro! ¡Todos tenemos esa batalla! ¡Ese es todo el significado de la Fiesta de Panes Sin Levadura!

 

·             Sacar la maldad

·             Sacar la carnalidad

·             Sacar el humanismo

 

·             Insertar el camino de Dios

·             Insertar la Verdad de Dios

·             Insertar el Espíritu de Dios

·             Insertar la Palabra de Dios

 

Dejar que eso gobierne en nuestras vidas y nos permita:

 

·             Pensar de esa manera

·             Caminar de esa manera

·             Ser de esa manera

 

Continúen teniendo una grandiosa Fiesta de Panes Sin Levadura y nos vemos en el último día, el séptimo día de la Fiesta de Panes Sin Levadura.

 

Referencias Bíblicas:

 

1)           Marcos 2:1-2, 6-9

2)           Proverbios 16:2-3

3)           1 Juan 2:12-17

4)           1 Juan 1:1-20

5)           1 Juan 5:13-18

6)           1 Pedro 1:3

7)           1 Juan 5:18

8)           1 Juan 3:4-9

9)           Romanos 5:12

10)        Roman0s 6:1-12

11)        Hebreos 12:2-6, 1

12)        Romanos 6:12-16

13)        Salmos 119:172

14)        Romanos 6:17-23

15)        Romanos 7:1-18 20-25

16)        Romanos 8:1-4

17)        2 Corintios 10:2-6

18)        Colosenses 3:4-10, 12-17

 

Escrituras mencionadas pero no citadas:

 

·             Juan 14

·             Mateo 6

 

También mencionado: Estudio a profundidad con CD:

          Cómo vencer el pecado que mora dentro


 

 

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