CAPITULO 2
(Tomado del libro “Días festivos ocultos o Días Santos de Dios—¿Cuáles?”)
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Los orígenes ocultos del Halloween,
dioses y diosas paganos.
Por
Fred R. Coulter
www.iglesiadedioscristianaybiblica.org
Cada año cientos de millones de personas a través del mundo celebran Halloween. Durante esta celebración, los niños visten disfraces, caminan a través de vecindarios, golpean las puertas, y corean las palabras “Truco o Trato,” esperando recibir dulces o dinero. Muchas iglesias están involucradas, patrocinando fiestas de Halloween para niños, con disfraces, juegos y concursos de balancear la manzana. Los adultos asisten a ostentosas fiestas de disfraces de Halloween y bailes, muchos de ellos inconscientes del hecho de que esta noche celebra el “alto Sabbat” más importante de los Wicca en devoción a los dioses y diosas paganos.
Siglos después de la muerte de los apóstoles, el cristianismo ortodoxo se apropió del Halloween como uno de sus días festivos oficiales, y la observancia del Halloween ha sido aceptada como “cristiana” desde entonces. Sin embargo, ¡es todo menos cristiana! De hecho, la costumbre se originó en el mundo antiguo pagano y fue celebrado siglos antes que la Iglesia del Nuevo Testamento fuera fundada. Al rastrear las raíces de este festival pagano, es necesario ir atrás a un periodo temprano en la historia de la humanidad, al tiempo justo después que el pecado entró al mundo a través de la desobediencia a Dios y Sus leyes y mandamientos.
Historia pre-cristiana
Después que Adán y Eva fueron echados del Jardín del Edén por sus pecados, sus descendientes continuaron viviendo en desobediencia y maldad. Hubo solo unos pocos que amaron y obedecieron a Dios. Después de 1500 años, toda la humanidad se había dado a si misma al mal, haciendo que el Señor Dios ejecutara Su juicio contra ellos y destruyera ese mundo con un diluvio universal. “Y el SEÑOR vio que la iniquidad del hombre era grande sobre la tierra, y cada imaginación de los pensamientos de su corazón era solo el mal continuamente. Y el SEÑOR se arrepintió de haber hecho hombre sobre la tierra, y Él fue afligido en Su corazón. Y el SEÑOR dijo, “Destruiré al hombre a quien he creado de la faz de la tierra, ambos hombre y bestia, y la cosa que se arrastra, y las aves del aire; porque me arrepiento de haberlos hecho.” … Entonces la tierra también estaba corrupta delante de Dios, y la tierra estaba llena con violencia. Y Dios miró sobre la tierra, y he aquí, estaba corrupta—porque toda carne había corrompido sus caminos sobre la tierra. Y Dios dijo a Noé, “El fin de toda carne ha venido delante de Mí, porque la tierra está llena con violencia por causa de ellos. Y, he aquí, Yo los destruiré con la tierra” ” (Génesis 6:5-7, 11-13). (Ver Halloween y el Diluvio de Noé—¿Hay un enlace?). Porque Noé fue un hombre justo y caminó con Dios, él encontró “gracia a los ojos del SEÑOR.” En Su misericordia Dios rescató a Noé, su esposa y sus 3 hijos con sus esposas. Además, Dios eligió ciertos animales, y todos juntos fueron salvos en el arca de la destrucción de ese mundo por el diluvio. (Génesis 6:8-8:22).
Después del diluvio, sin embargo, la humanidad pronto regresó a sus caminos malos en rebelión contra Dios y comenzó a seguir a Nimrod. “Y Cus engendró a Nimrod. Él comenzó a ser un poderoso en la tierra. Él fue un poderoso cazador contra… [en lugar de] …el SEÑOR. Por tanto es dicho, “Como Nimrod¾el poderoso cazador contra… [en lugar de] …el SEÑOR. Y el comienzo de su reino fue Babel y Erec y Acad y Calne, en la tierra de Sinar.” (Génesis 10:8-10).
En Babel, Nimrod y su esposa, Semiramis, establecieron un sistema religioso en rebelión contra Dios¾donde ellos y sus seguidores también trataron de establecer un gobierno dictatorial concluido por la construcción de una torre para “alcanzar el cielo.” Ellos creyeron la mentira de Satanás de que si lo adoraban llegarían a ser dioses en la carne. (Vea Las dos Babilonias por Alexander Hislop para una documentación histórica completa y detallada, disponible en www.iglesiadedioscristianaybiblica.org.)
El libro de Génesis contiene este registro: “Y la tierra entera era de un idioma y un dialecto. Y sucedió, mientras ellos viajaban del oriente, encontraron una planicie en la tierra de Sinar. Y se establecieron allí. Y se dijeron el uno al otro, “Vamos, hagamos ladrillos y quemémoslos completamente.” Y tuvieron ladrillos por piedra, y tuvieron asfalto por mortero. Y ellos dijeron, “Vamos, construyámonos una ciudad y una torre, con su cima alcanzando los cielos. Y establezcamos un nombre para nosotros mismos, no sea que seamos dispersados sobre la faz de toda la tierra.” Y el SEÑOR bajó para ver la ciudad y la torre la cual los hijos de hombres habían construido. Y el SEÑOR dijo, “He aquí, la gente es una y todos ellos tienen un solo idioma. Y esto es únicamente el comienzo de lo que harán¾ahora nada de lo cual han imaginado hacer será restringido de ellos. Vamos, bajemos y allí confundamos su idioma, para que no puedan entender el dialogo el uno al otro.” Entonces el SEÑOR los dispersó de ese lugar al extranjero sobre la faz de toda la tierra. Y dejaron de construir la ciudad. Por tanto el nombre de ella es llamado Babel, porque el SEÑOR confundió el idioma de toda la tierra allí. Y desde allí el SEÑOR los dispersó al extranjero sobre la faz de toda la tierra.” (Génesis 11:1-9).
A donde fuera que la gente fue dispersada, llevó su religión falsa con ellos. Ya que su único idioma fue cambiado a muchos idiomas, encontramos en la antigüedad varios nombres para los mismos dioses y diosas falsos (o demonios).
En su epístola a los Romanos, el apóstol Pablo escribió que porque los hombres no quisieron retener el conocimiento de Dios, Él los abandonó a sus propias imaginaciones depravadas: “Y en la proporción exacta como ellos no consintieron tener a Dios en su conocimiento, Dios los abandonó a una mente reprobada,…” (Romanos 1:28).
La adoración al sol (simbolizada por la serpiente sagrada), junto con la adoración a la naturaleza, tiene sus raíces en este rechazamiento a Dios y Su Palabra. Mientras se rebelaba, la humanidad miraba los cambios de estaciones y observaba la vida y la muerte de los cultivos, percibiendo tal proceso natural como místico. Ellos desarrollaron cultos de fertilidad con dioses y diosas que morían y eran renacidos. Así, la adoración del “espíritu” de la tierra como madre y la encarnación de las fuerzas de fertilidad de la tierra dentro de dioses y diosas que morían, desarrolló una de las formas más esparcidas de religión pagana registradas en la antigüedad.
Ya fuera Inanna de los sumerios, Istar de los babilonios, o Fortuna de los romanos, toda civilización tuvo una secta de religión basada en la encarnación del espíritu de la tierra como una diosa madre que cuida. Los egipcios adoraban a Hathor en esta manera, como lo hicieron los chinos con Shingmoo. Los alemanes adoraban a Hertha como la Gran Madre Tierra, y los judíos apostatas idolizaron a “la reina del cielo.” En Grecia, Gaia es la Madre Tierra, la creadora de todas las cosas. Bajo ella estaban muchas otras diosas de la tierra incluyendo a Demeter, Artemisa, Afrodita, y Hecate. Hecate, la Titán Madre Tierra de los hechiceros y brujas, era considerada ser la hechicera del inframundo de todo lo que es demoníaco.
Diosa Hecate: Como la diosa oscura de la brujería, Hecate era adorada con ritos místicos y encantamientos mágicos. Su nombre fue más probablemente derivado de la palabra egipcia antigua Heka (“hechicera” o “mágica”), lo cual puede explicar su asociación con la diosa rana egipcia del mismo nombre. Esto también puede explicar la afiliación de las ranas con la brujería.
Los seguidores de Hecate sinceramente creían en y temía su magia y presencia, y rituales mágicos eran usados para apaciguarla. Este apaciguamiento de la diosa oscura era primariamente debido a su papel como la hechicera de la vida futura, pero los paganos también pensaban que ella tenía la habilidad de afligir la mente con locura.
Se creía que lugares físicos que tenían una historia de violencia eran imanes para espíritus malignos, un concepto similar a ese de las “casas encantadas.” Si uno quería llevarse bien con los fantasmas residentes locales, necesitaba sacrificar a la gobernante de la oscuridad, Hecate. Se pensaba que un búho nocturno anunciaba la aceptación de esos sacrificios, y aquellos que se reunían en la víspera de la luna llena percibían su ulular como un buen presagio. Los devotos a Hecate dejaban ofrendas de comida para la diosa (“La cena de Hecate”) y algunas veces sacrificaban cachorros y corderos hembras negros.
Se pensaba que afiliados de Hecate parecidos a búhos deformes y viciosos llamados “strigae” volaban a través de la noche alimentándose de los cuerpos de bebes desatendidos. Durante el día el “strigae” aparecía como una simple y vieja mujer, y tal folclor puede considerarse para los mitos de las brujas voladoras. El mismo “strigae” se escondía en medio de las hojas de los árboles durante el festival anual de Hecate, sostenido el 13 de Agosto, cuando los seguidores de Hecate ofrecían la más alta alabanza a la diosa, tenían comunión con los espíritus de los árboles (se pensaba que espíritus de la tierra, incluyendo a Hecate, habitaban los árboles¾la base para el movimiento ecológico radical moderno) y convocaban las almas de los muertos de las bocas de cuevas cercanas. Fue aquí que Hecate era conocida como Hecate-Chthonia (“Hecate de la tierra”), una representación en la cual ella más claramente encarnaba el espíritu popular de la madre tierra¾o la Madre Naturaleza.
Hecate era conocida por otros nombres a través del mundo pagano. Alguna gente la consideraba como Hecate-Propylaia, “aquella delante de la puerta,” un papel en el cual ella guardaba las entradas de las casas y templos de males viles externos. Otros la conocían como Hecate-Propolos, “aquella que guía,” como una guía del inframundo. Finalmente, ella era conocida como Hecate-Phosphoros, “la portadora de luz,” su título más sagrado y uno que recuerda otro espíritu poderoso del inframundo, Satanás, quien aparece como mensajero de luz. Sin embargo, fue su papel de Hecate-Chthonia, el espíritu diosa feminista de la tierra, el que popularizó su divinidad (Anderson, D., ¿Feliz Halloween? 2004).
Los paganos modernos perciben la tierra similarmente, a menudo refiriéndose a la tierra como Gaia¾una entidad viviente y que cuida. Ellos creen que la gente es una de las especies de la Madre Tierra en vez de su dominador. Ella provee la biosfera viva¾las regiones en, sobre, y debajo de su superficie, donde viven cosas creadas, ambas físicas y espirituales. (Anderson, D., Lo que hacen las brujas después de Halloween, 2004).
Los Wiccans (paganos modernos) y las brujas reconocen todas las así llamadas deidades (demonios) que la gente antigua adoraba. Sin embargo, las deidades primarias son “la diosa y el dios,” la Gran Madre (tierra) y su consorte cuernudo, el “dios cuernudo,” el antiguo dios de la fertilidad.
El dios cuernudo: El dios cuernudo es en realidad un término moderno inventado en el siglo 20 para ligar juntos numerosos dioses machos maduros de una amplia variedad de mitologías dispersas e históricamente desconectadas tales como los Cernunnos Celtas, los Welsh caerwiden, Herne el Cazador inglés, el Pashupati hindú, Pan el griego y varias sátiras¾incluso una pintura paleolítica conocida como “el Hechicero” en la cueva de los Tres Hermanos en Francia.
El dios griego Pan es tal vez la forma más familiar del arquetipo dios cuernudo/hombre salvaje. Los antiguos eruditos de Alejandría creían que Pan personificaba el Cosmos Natural, y la palabra Panteísmo es derivada de esta idea en la cual toda la naturaleza es Dios y Dios es toda la naturaleza. Los griegos Arcanos fueron los primeros que registraron la adoración a Pan.
El cuernudo, o Cernunnos, es un dios celta de la fertilidad, la vida, animales, riqueza y el inframundo. Su adoración se dispersó a través de Gaul y hacia Gran Bretaña también. Pinturas paleolíticas encontradas en cuevas en Francia que representan un ciervo de pie o un hombre vestido en disfraz de ciervo parecen indicar que los orígenes de Cernunnos datan de esos tiempos. Conocido para los druidas como Hu Gadarn, él era el dios del inframundo y de los planes astrales y el consorte de la gran diosa.
El dios cuernudo tenía pezuñas hendidas, los cuartos traseros de un chivo con torso humano y cabeza humana pero con cuernos de chivo. Los cuernos del dios son vistos como símbolos fálicos, representando la potencia, fortaleza y protección masculina. Como un símbolo de sexualidad, el dios cuernudo es complementario de las diosas femeninas de la fertilidad conocidas colectivamente como la Gran Madre. En este contexto, él es algunas veces referenciado como el Gran Dios o el Gran Padre. Él impregna la diosa y muere durante los meses de otoño e invierno y renace gloriosamente en la primavera, mientras la diosa siempre vive como la Madre Tierra, dando vida al dios cuernudo mientras él se mueve hacia el ciclo eterno de vida, muerte y renacimiento. Él alterna con la diosa de la luna en gobernar sobre la vida y la muerte, continuando el ciclo de muerte, renacimiento y reencarnación (Wikipedia, El dios cuernudo, 2005; Smith, Dr. A., Cernunnos, 1997, 1999).
Esta creencia pagana en un ciclo de vida, muerte y renacimiento retratado por las estaciones del año puede ser encontrado en todas las culturas antiguas.
Orígenes druidas y costumbres del Halloween
Los orígenes del Halloween pueden ser específicamente rastreados a los antiguos celtas (quienes vivieron en lo que ahora conocemos como Irlanda, Escocia, Gales y el norte de Francia) y sus sacerdotes druidas. El fin de Octubre conmemoraba su festival del año menguante, cuando el sol comenzaba su curso hacia abajo y los campos daban grano maduro. “Samhain” o “Fin del verano,” como era llamada esta fiesta al sol moribundo, era celebrada con sacrificios humanos, adivinaciones y oraciones. Los druidas creían que durante esta estación los espíritus caminaban, y el mal tenía poder sobre las almas de los hombres.
En el 31 de Octubre, su víspera de año nuevo, grandes hogueras eran encendidas, las cuales se pensaba que simulaban el sol y para procurar las bendiciones para todo un año de éxito. Los fuegos permanecían ardiendo como un medio para asustar los espíritus malignos. Los druidas sostenían estas celebraciones tempranas de Halloween en honor de Samhain, también conocido como el Señor de los Muertos, cuyo festival caía en Noviembre 1. Estas hogueras (bonefires), o “incendio de huesos” (“bone fires”), eran también usadas en sacrificios animales y humanos¾de ahí su nombre. La tradición de encender una hoguera ha continuado hasta los tiempos modernos.
Los druidas creían que la gente necesitaba ser limpiada después que moría. Samhain supuestamente condenaba a las almas de los que partían a vivir en los cuerpos de los animales. Jurt Koch escribe en Oculto ABC, “Durante la noche de Octubre 31, las almas encantadas eran liberadas por el dios druida, Samhain, y llevadas juntas al cielo druida. Este festival fue siempre acompañado por sacrificios animales y algunas veces humanos y ligado con todo tipo de magia.” (p. 87). ¡Los druidas no retenían ninguna crueldad en un intento por agradar al Señor de los Muertos!
Durante el festival de Samhain, la gente creía que había un velo muy delgado entre los vivos y los muertos, y ellos temían que los muertos regresarían en búsqueda de cuerpos para poseer. Temiendo la posesión, la gente hacia muchas cosas para engañar a los espíritus tal como vestirse para parecerse a ellos. Los sacerdotes druidas vestían mascaras para no ser reconocidos y atacados por los espíritus malignos. Otros vestían temerosos disfraces para asustar a los espíritus malignos. Los celtas también ahuecaban un nabo, en el cual tallaban una cara grotesca para engañar a los demonios. Llevaban linternas para alumbrar su camino en la oscuridad y para evitar a los espíritus (David Ingraham, Tradiciones paganas de los días festivos, pp. 79-80).
La linterna Jack-O-Lantern y el “Truco o trato”: Los druidas originaron la práctica de ahuecar nabos o papas (jack-O-lanterns) y llenarlos con grasa humana. Donde fuera que un partido de asalto llegara a una casa a demandar del esposo que alguien de adentro fuera rendido como sacrificio humano, ellos encendían una linterna Jack-O-Lantern llena de grasa humana; si el esposo cedía y proveía uno de sus seres amados como sacrificio, el partido druida dejaba la linterna Jack-O-Lantern encendida en el pórtico de la casa. Esta linterna le decía a los otros partidos de asalto y a los ejércitos demoniacos que esa casa ya había rendido un humano para sacrificio y que la gente que quedaba adentro debía ser dejada tranquila. Esta garantía de que nadie más en la casa sería herido era el “trato.”
Si el esposo rehusaba rendir uno de sus seres amados, un “truco” era colocado sobre la casa. Los miembros del partido de asalto dibujaban un gran hexagrama usando sangre humana en la puerta frontal (ellos conseguían la sangre para el hexagrama de un cuerpo muerto el cual arrastraban con ellos.) Los ejércitos demoniacos serian atraídos por el hexagrama e invadirían la casa, haciendo que uno o más de los habitantes se volvieran locos o murieran de miedo (Doc Marquis, Los días ocultos de América, p.20).
Varios nombres para Jack-O-Lantern a través de los años han incluido: “El hombre linterna,” “Hob-O-Langer,” “Will-O-el-Wisp.” “Zorro de hadas,” etc. “Jack” es un apodo para “Juan,” que en jerga significa, “hombre.” Así, “Jack-O-Lantern” literalmente significa, “hombre con una linterna.”
Muchas leyendas han surgido alrededor de la tradición de Jack-O-Lantern. De acuerdo a algunos, Jack es un alma errante atrapada entre el cielo y el infierno. Otro cuento¾acerca de un borracho llamado Jack quien hizo un trato con el diablo¾reclama ser el verdadero origen del mito Jack-O-Lantern. En Halloween, Helen Borten escribe:
Una leyenda irlandesa nos dice como comenzó esta costumbre [de la linterna]: Un hombre llamado Jack fue excluido del cielo porque era tacaño. Las puertas del infierno fueron cerrada a él, también, porque había dicho chistes sobre el diablo. Pobre Jack, llevando una linterna para alumbrar su camino, supuestamente debía caminar la tierra para siempre.
Cualquiera que fueran las raíces de Jack-O-Lantern, esto llegó a ser un símbolo predominante del Halloween.
Juegos para adivinar el futuro han siempre sido rituales populares del Halloween. “Balancear las manzanas” era un juego durante el antiguo festival romano de Pomona (Pomona era la diosa de la fruta), lo cual ocurría más o menos al mismo tiempo después del equinoccio de otoño. Ese juego fue más tarde adoptado por los celtas, quienes lo usaban para adivinar el futuro: El hombre joven que fuera capaz de agarrar una manzana entre sus dientes le aseguraba el amor de su chica por el año siguiente. El juego del chasquido de manzana era uno en el cual cada persona, en su turno, surgía en un intento por morder una manzana que estaba siendo girada al final de un palo. El primero en tener éxito sería el primero en casarse.
Preguntas concernientes al matrimonio, suerte, salud, y el tiempo de la muerte de uno eran asuntos populares de adivinación. En Escocia, la gente joven sacaba cogollos de la tierra para comprobar cuál de ellos se casaría durante el año venidero y en qué orden ocurrirían los matrimonios.
Búhos, murciélagos, gatos y sapos eran una parte esencial de las adivinaciones de Halloween. Las brujas consideraban que estas criaturas estaban poseídas y controladas por demonios. Tradicionalmente eran conocidos como los “familiares de la bruja.” Un “familiar” de adivinación eran las especies de animales cuya forma Satanás asumiría para ayudar a la bruja a adivinar el futuro. Una bruja miraba de cerca los movimiento del animal (ya fueran lentos o rápidos)¾y anotaba la dirección en la cual se movía el animal y los tipos de sonidos que hacía para predecir largura de vida y/o enfermedad inminente (David Ingraham, Tradiciones paganas de los días festivos, p. 75-76).
En partes de Irlanda hoy, Octubre 31 es todavía conocido como “Oidhch Shamhana,” o “Vigilia de Saman.” En el próximo capítulo aprenderemos como Halloween llegó a ser un día festivo oficial de la cristiandad ortodoxa.