| Inicio |  Creencias |  Estudios |  Sermones |  Tablas |  Cartas Mensuales |  Himnos |  Contáctenos | 


Restoring Original Christianity—for Today

Restaurando el cristianismo original—¡para hoy!

Iglesia de Dios Cristiana y Biblica

P.O. Box 1442

Hollister, California 95024-1442

(831) 637-1875

laverdaddedios.org • truthofgod.org • churchathome.org

afaithfulversion.org • theoriginalbiblerestored.org

 

Fred R. Coulter

Ministro

 

Carta de Agosto/Septiembre 2018

 

Agosto 14, 2018

 

Queridos hermanos,

 

          Este es un envío muy especial porque hemos adquirido el derecho de reproducir y distribuir 4,000 DVDs de El templo del monte, producido by River Run, LLC, con Ken Klein como narrador. Es de alrededor hora y media. El principal propósito de este DVD es mostrar la ubicación verdadera, en Jerusalén, en donde el antiguo Templo de Dios estuvo en verdad—el original de Salomón y el segundo construido después de la cautividad de Babilonia. El templo de Salomón fue destruido por Nabucodonosor en 586-585 aC. El segundo templo fue destruido por Tito y los ejércitos romanos en el 70 dC.

          El DVD también muestra que casi todo aspecto del templo que cree el así llamado “cristianismo” del mundo—alrededor de lo cual han creado ídolos, rituales y ceremonias, así como el muro de los lamentos de los judíos—es incorrecto. Esto incluye las ubicaciones de eventos durante el tiempo de Jesús. ¿Por qué? Porque sus creencias acerca de ellos están basados en mitos y mentiras—especialmente ¡la ubicación del templo! Los judíos y el mundo creen que donde se para hoy la Mezquita de Omar es donde el templo de Dios se paró una vez. Como mostrará este DVD, aquella área no es tierra del templo antiguo sino ¡el Fuerte Antonia del imperio romano!

          También incluimos el resumen de 3 páginas, El monte del tempo en Jerusalén. Este es condensando de un profundo libro de 485 páginas del Dr. Ernest Martin titulado Los templos que olvidó Jerusalén. En cuidadoso detalle, Dr. Martin revela la verdad de la ubicación real del templo antiguo en Jerusalén. Él también muestra como los mitos “cristianos” y judíos y falsas demandas sobre el templo se han desarrollado a través de la historia.

          Profecías del templo: El lugar para comenzar es con las profecías de Cristo. Lo que dijo Jesús a Sus discípulos concerniente al destino del Templo fue absolutamente cumplido: “Y mientras Él estaba saliendo del templo, uno de Sus discípulos le dijo, “Maestro, ¡mira cuan esplendidas son las piedras y los edificios!” Entonces Jesús respondió y les dijo, “¿Ven estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra que no sea echada abajo” (Marcos 13:1-2). También, recuerde que Él dijo, “El cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras nunca pasarán” (verso 31).

          Mucho antes del pronunciamiento de Jesús en el 30 dC sobre la destrucción del Templo, Él (como el Señor Dios del Antiguo Testamento) inspiró al profetas Miqueas en el 800 aC a escribir esta profecía en contra de Zion—la ubicación del templo y Jerusalén: “Pero verdaderamente estoy lleno de poder por el Espíritu del SEÑOR, y de juicio, y de poder, para declarar a Jacob su transgresión, y a Israel su pecado. Escuchen esto, les ruego, ustedes cabezas de la casa de Jacob, y magistrados de la casa de Israel, quienes odian juicio y pervierten toda equidad.

          “Ellos construyeron a Zion con sangre, y a Jerusalén con iniquidad. Sus cabezas juzgan por soborno, y sus sacerdotes enseñan por paga, y sus profetas adivinan por plata, aun así se apoyarán en el SEÑOR y dirán, “¿No está el SEÑOR entre nosotros? ¡Ningún mal puede venir sobre nosotros!” Por tanto, por causa suya, Zion será arada como un campo, y Jerusalén llegará a ser montones, y la montaña del templo como lugares altos del bosque” (Miqueas 3:8-12).

          Más de 200 años después, el profetas Jeremías advirtió a los judíos a arrepentirse de sus pecados gravosos o enfrentar cautividad en Babilonia—además, ¡Dios destruiría Jerusalén y el templo! “Entonces Jeremías habló a todos los gobernadores y a todo el pueblo, diciendo, “El SEÑOR me envió a profetizar en contra de esta casa [el templo] y en contra de esta ciudad todas las palabras que han oído. Por tanto hagan ahora sus caminos y sus obras buenas, y obedezcan la voz del SEÑOR su Dios. Y el SEÑOR se arrepentirá del mal que Él ha pronunciado contra ustedes.

          “En cuanto a mí, he aquí, estoy en sus manos. Hagan conmigo como parezca bien y recto en sus ojos. Pero sepan por cierto que si me ponen a morir traerán con seguridad sangre inocente sobre ustedes mismos, y sobre esta ciudad, y sobre sus habitantes. Porque verdaderamente el SEÑOR me ha envidado a ustedes a hablar todas estas palabras en sus oídos.” Entonces los gobernadores y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas, “Este hombre no es merecedor de morir; porque nos ha hablado en el nombre del SEÑOR nuestro Dios.”

          “Entonces algunos de los ancianos de la tierra se levantaron y hablaron a toda la asamblea del pueblo, diciendo, “Miqueas el Morastita profetizó en los días del rey Ezequías de Judá, y habló a todo el pueblo de Judá, diciendo, ‘Así dice el SEÑOR de ejércitos, “Zion será arada como un campo, y Jerusalén llegará a ser montones, y la montaña de la casa como los lugares altos de un bosque.” ’

          “¿En verdad lo pusieron a muerte Ezequías rey de Judá y toda Judá? ¿No temió al SEÑOR, y oró al SEÑOR, y el SEÑOR se arrepintió del mal el cual Él había hablado en contra de ellos? Por lo tanto podríamos traer gran mal contra nosotros mismos.” Y hubo también un hombre quien profetizó en el nombre del SEÑOR, Urías el hijo de Semaías de Kirjat Jearim, quien profetizó contra esta ciudad y contra esta tierra de acuerdo a todas las palabras de Jeremías. Y cuando Joacim el rey, con todos sus hombres poderosos, y todos los gobernadores, escucharon sus palabras, el rey intentó ponerlo a muerte. Pero cuando Urías escuchó esto, tuvo miedo, y huyó y fue a Egipto. Y Joacim el rey envió hombres a Egipto; Elnatán el hijo de Achbor, y hombres con él a Egipto. Y ellos sacaron a Urías de Egipto, y lo llevaron a Joacim el rey, quien lo mató con la espada y tiró su cuerpo muerto a las tumbas de la gente común. Pero la mano de Ahicam el hijo de Safán estuvo con Jeremías, que no deberían entregarlo a la mano del pueblo para ponerlo a muerte” (Jeremías 26:12-24).

          Por siglos, los judíos y la mayoría del mundo han creído que el templo estaba ubicado donde ahora se para la mezquita de Omar. Realmente oran  en el Muro de los Lamentos al occidente, donde hay grandes piedras de fundamento colocadas una sobre otra, porque creen que aquellas piedras son parte del fundamento del templo que fue destruido en el 70 dC.

          Pudiéramos preguntar, “Hoy, ¿por qué los judíos no conocen la verdadera ubicación de donde debería estar el templo?” El hecho es, dado que la mayoría de los judíos no creen en Jesús como el Mesías verdadero, no creen Sus palabras que ninguna piedra quedaría sobre otra. Jesús no eximió las piedras de fundamento del templo de ser echadas abajo, como creen la mayoría de judíos y eruditos. Él dijo, No quedará piedra sobre piedra que no sea echada abajo.” Esta incredulidad es por lo que los judíos han perdido el conocimiento de la ubicación verdadera de donde el templo una vez se paró.

          Desde que los judíos tomaron Jerusalén en 1967, los musulmanes no han permitido a los judíos si quiera caminar sobre la tierra de la mezquita de Omar. A pesar de esta prohibición, los judíos aun anticipan reconstruir allí el templo. ¿Cómo? ¿Cuándo? Algunos judíos creen que Dios hará que un gran terremoto destruya la Mezquita; entonces ellos construirán allí el templo.

          Aunque ellos entienden que no es posible en este momento construir el templo en esa ubicación, los judíos tienen una organización llamada El Instituto del Templo. Si usted va al internet, encontrará que aquellos manejando esa operación ya han trazado los planos para el nuevo tercer templo—incluyendo altares para sacrificios, ofrendas de incienso, y las suertes para los machos cabríos de Expiación. Además, han preparado muchos de los implementos de los sacrificios, así como las vestiduras sacerdotales y levíticas, etc. Sin embargo, el templo no puede ser construido antes del tiempo que Dios ha determinado. Cuando ese tiempo llegue, Dios les hará conocer donde el templo debe ser construido. Este es el tiempo de Dios—no el de ningún hombre—en cuanto cuando y donde será construido.

          Recuerde, los judíos siempre buscan una señal de Dios. ¿Cuál podría ser una de esas señales de Dios de que este es el tiempo para construir el templo—y donde debería ser construido? Tal vez la señal más convincente para ellos sería que el Arroyo de Gihon de pronto comience a producir inmensas cantidades de agua. ¿Por qué sería esto una señal firme? Porque para conducir incontables sacrificios animales con todo el derramamiento de sangre, necesitarían un flujo de agua poderoso y estable. Si tal cosa ocurriera, los judíos (y todo el mundo) sabrían que ¡es una señal de Dios para construir el templo!

          Como demostrará el DVD El monte del Templo, algunos judíos (y muchos no judíos) ya saben dónde el templo debería ser construido. Sin embargo, la religión oficial del judaísmo—especialmente bajo el recién establecido Sanedrín—nunca aceptarán las conclusiones de otros, como correctas así lo sean. Los líderes religiosos están ciegos a este conocimiento. Pero en el tiempo adecuado, Dios les hará esto conocido—no antes.

          Para cumplir profecía, es necesario que los judíos construyan un nuevo templo. ¿Por qué? Porque Jesús dijo que la Gran Tribulación no puede comenzar sino hasta que la “abominación desoladora” se pare “en el lugar santo” (Mateo 24:15, 21; Marcos 13:14, 19-20). El lugar santo es el “santo de santos,” donde el arca del pacto se supone que se encuentra. Eso no pasó en el 70 dC cuando el segundo Templo fue destruido.

          ¿Qué es la “abominación desoladora”? El apóstol Pablo fue inspirado a describir como y cuando se “pararía en el lugar santo”: “No permitan que ninguno los engañe por ningún medio porque ese día no vendrá a menos que la apostasía venga primero, y el hombre de pecado sea revelado—el hijo de perdición [la bestia de Apocalipsis 13], aquel que se opone y exalta a sí mismo sobre todo lo que es llamado Dios, o que es un objeto de adoración; así que entra al templo de Dios y se sienta como Dios, proclamando que él mismo es Dios [este acto es la abominación desoladora].Y entonces el ilegal será revelado (a quien el Señor consumirá con el aliento de Su boca, y destruirá con el brillo de Su [segunda] venida);  aquel cuya venida está de acuerdo al trabajo interno de Satanás, con todo poder y señales y maravillas mentirosas, y con todo engaño de injusticia en aquellos que están pereciendo porque no recibieron el amor de la verdad, para que pudieran ser salvos. Y por esta razón, Dios enviará sobre ellos [todo el mundo] un engaño poderoso que les hará creer la mentira [que este hombre es ‘dios’ manifestado en la carne]” (II Tesalonicenses 2:3-4, 8-11).

          Jerusalén será el punto focal de los eventos del tiempo del fin: La profecías de Zacarías revelan que Jerusalén será “el escenario central” de los eventos del tiempo del fin. “He aquí, haré de Jerusalén una copa de temblor a toda la gente de todo el rededor, cuando ellos estén en el cerco contra ambas, Judá y Jerusalén. Y en ese día haré de Jerusalén una piedra pesada para toda la gente. Todo el que se cargue a sí mismo con ella será cortado en piezas, aunque todas las naciones de la tierra serán reunidas contra ella.

          “En ese día,” dice el SEÑOR, “golpearé a todo caballo con terror, y a su jinete con locura. Y abriré Mis ojos sobre la casa de Judá, y golpearé a todo caballo del pueblo con ceguera. Y los gobernantes de Judá dirán en su corazón, ‘La gente de Jerusalén será mi fortaleza en el SEÑOR de los ejércitos su Dios.’ En ese día haré a los gobernantes de Judá como un corazón de fuego entre la madera, y como una antorcha de fuego entre las gavillas. Y ellos devorarán a toda la gente de alrededor, a la mano derecha y a la mano izquierda.… ” (Zacarías 12:2-6).

          El profeta Jeremías muestra también que estos eventos involucrarán a todas las naciones del mundo: “Porque así dice el SEÑOR, el Dios de Israel, a mí, “Toma la copa de vino de esta ira en Mi mano, y haz que todas las naciones a quienes Yo te enviaré la beban. Y ellos beberán, y tambalearán de aquí para allá, y serán enloquecidos por causa de la espada que enviaré entre ellos.” Entonces tomé la copa de la mano del SEÑOR, e hice beber a todas las naciones, a quienes el SEÑOR me había enviado [obviamente en visión, dado que esto es una profecía del tiempo del fin]. Jerusalén, y las ciudades de Judá, y sus reyes, y sus gobernadores, para hacerles una desolación y un asombro, un silbido, y una maldición, (como lo es hoy [cuando Jeremías escribió esta profecía]), Faraón, el rey de Egipto, y sus siervos, y sus gobernadores, y todo su pueblo, y todo el pueblo mezclado, y todos los reyes de la tierra de Uz, y todos los reyes de la tierra de los filisteos, y Askelon, y Gaza, y Ekron, y el resto de Ashdod; Edom, y Moab, y los hijos de Amón, y todos los reyes de Tiro, y todos los reyes de Sidón, y los reyes de las islas más allá del mar, Dedan, y Tema, y Buz, y todo lo que está en las esquinas más altas.

          “Y todos los reyes de Arabia, y todos los reyes del pueblo mezclado quienes habitan en el desierto, y todos los reyes de Zimri, y todos los reyes de Elam, y todos los reyes de los Medas, Y todos los reyes del norte, de lejos y cerca, uno con otro, y todos los reinos del mundo, los cuales están sobre la faz de la tierra; y el rey de Sheshach [la bestia del tiempo del fin] beberá después de ellos.

          ““Por tanto les dirás, ‘Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel, “Beban y emborráchense, y vomiten, y caigan, y no se levanten más por causa de la espada la cual enviaré entre ustedes.” ’ Y sucederá que si ellos rechazan tomar la copa de tu mano para beber, entonces les dirás, ‘Así dice el SEÑOR de los ejércitos, “Ciertamente beberán. Porque, he aquí, Yo comienzo a traer mal sobre la ciudad la cual es llamada por Mi nombre; y ustedes ¿Se irán sin castigo? No se irán sin castigo. Porque llamaré a la espada sobre todos los habitantes de la tierra,” dice el SEÑOR de los ejércitos.’

          “Y profetiza en contra de ellos todas estas palabras, y diles, ‘El SEÑOR rugirá desde lo alto, y dará Su voz desde Su Santa habitación [desde el Mar de vidrio con todos los santos]. Rugirá poderosamente sobre Su morada [Jerusalén]. Él dará un grito, como aquellos que pisan uvas, contra todos los pueblos de la tierra. Un ruido vendrá a los confines de la tierra; porque el SEÑOR tiene una controversia con las naciones; pleiteará con toda carne, entregará a la espada a aquellos que son malvados,’ dice el SEÑOR.” Así dice el SEÑOR de los ejércitos, “He aquí, mal saldrá de nación a nación, y un gran torbellino será agitado desde las esquinas más lejanas de la tierra. Y los muertos del SEÑOR estarán en aquel día [el día de Su regreso literal a la tierra con todos los santos] desde un fin de la tierra hasta el otro fin de la tierra; no serán llorados, ni recogidos, ni enterrados. Ellos serán como estiércol sobre la tierra” (Jeremías 25:15-33).

          Las naciones reunidas contra Judá y Jerusalén (Apocalipsis 8-11 y 16) tienen otro propósito: Pelear contra Jesucristo a Su regreso con los santos de Dios resucitados. Ellos creerán que Su regreso es una ¡invasión de extraterrestres! “Y el sexto ángel derramó su frasco en el gran río Éufrates; y sus aguas se secaron para que el camino de los reyes del levantamiento del sol pudiera estar preparado. Entonces vi tres espíritus impuros como ranas salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta; porque son espíritus de demonios obrando milagros, saliendo a los reyes de la tierra, incluso al mundo entero, para reunirlos a la batalla de ese gran día del Dios Todopoderoso” (Apocalipsis 16:12-14).

          Comenzarán su ataque mientras los santos están en el Mar de vidrio, el cual estará en las nubes sobre Jerusalén. Luego descenderemos del Mar de vidrio hasta la tierra con Cristo para la batalla final, como se encuentra en Apocalipsis 19: “Y vi el cielo abierto; y he aquí, un caballo blanco; y Quien se sentó sobre el es llamado Fiel y Verdadero, y en justicia Él juzga y hace guerra. Y Sus ojos eran como una llama de fuego, y sobre Su cabeza habían muchas coronas; y tenía un nombre escrito que nadie conoce excepto Él. Y estaba vestido con un vestido sumergido en sangre; y Su nombre es La Palabra de Dios.

          “Y los ejércitos en el cielo [todos los santos resucitados—desde Abel hasta los dos testigos] estaban siguiéndolo sobre caballos blancos; y estaban vestidos en lino fino, blanco y puro. Y de Su boca sale una espada afilada, para con ella poder herir a las naciones; y las pastoreará con una vara de hierro; y Él pisa el lagar de la furia y la ira del Dios Todopoderoso. Y sobre Su vestido y sobre Su muslo tiene un nombre escrito: Rey de reyes y Señor de señores.

          “Luego vi un ángel de pie en el sol; que gritó con una fuerte voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo, “Vengan y júntense a la cena del gran Dios para que puedan comer la carne de reyes, y la carne de capitanes jefes, y la carne de hombres poderosos, y la carne de caballos, y de aquellos que se sientan sobre ellos, y la carne de todos, libres y esclavos, y pequeños y grandes.”

          “Y vi a la bestia y a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para hacer guerra contra Quien se sienta sobre el caballo, y contra Su ejército. Y la bestia fue tomada, y con él el falso profeta quien obraba milagros en su presencia, por los cuales había engañado a aquellos que recibieron la marca de la bestia y a aquellos que adoraron su imagen. Esos dos fueron echados vivos dentro del lago de fuego, el cual quema con azufre; y el resto fue muerto por la espada de Quien se sienta sobre el caballo, la misma espada que sale de Su boca; y todas las aves fueron llenas con sus carnes” (Apocalipsis 19:11-21).

          Esta batalla final cumple la profecía de Zacarías 14: “Y esta será la plaga con la cual el SEÑOR herirá a toda la gente que ha peleado contra Jerusalén. Su carne se consumirá mientras estén parados sobre sus pies, y sus ojos se consumirán en sus cuencas. Y su lengua se consumirá en sus bocas. Y será en ese día que un gran pánico del SEÑOR estará entre ellos. Y cada uno echará mano de su vecino, y su mano se levantará contra la mano de su vecino.Y de la misma manera será la plaga del caballo, la mula, el camello, y el burro, y de todas las bestias las cuales estarán en estos campos—será como esta plaga” (Zacarías 14:12-13, 15).

          Zacarías también confirma que esta batalla final involucrará a todas las naciones de la tierra como ellas pelean contra el regreso de Cristo y los santos. Este será el evento más asombroso de la historia del mundo hasta ese tiempo. ““Porque Yo reuniré a todas las naciones para luchar contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y las casas saqueadas, y las mujeres violadas. Y mitad de la ciudad irá al exilio, y el resto de la gente no será cortada de la ciudad.” Y el SEÑOR saldrá y peleará contra esas naciones, como cuando Él peleó en el día de batalla.

          “Y Sus pies se pararán en ese día sobre el Monte de los Olivos el cual está delante de Jerusalén al oriente, y el Monte de los Olivos se partirá en dos, desde el oriente y hasta el occidente, y se hará un valle muy grande. Y la mitad de la montaña se moverá hacia el norte, y la mitad de ella hacia el sur.Y el SEÑOR mi Dios vendrá, y todos los santos Contigo. Y sucederá en ese día, que la luz no será ni clara, ni oscura. Y será un día el cual será conocido por el SEÑOR, ni día ni noche; sino sucederá que en tiempo nocturno estará iluminado.

          “Y será en ese día, que aguas vivas saldrán de Jerusalén; la mitad de ellas irán hacia el mar oriental, y la mitad de ellas hacia el mar occidental. En verano y en invierno será. Y el SEÑOR será Rey sobre toda la tierra; en ese día habrá un SEÑOR, y Su nombre será uno. Y toda la tierra será vuelta como una planicie desde Geba hasta Rimón al sur de Jerusalén. Y será elevada y permanecerá en su lugar, desde la Puerta de Benjamín hasta el lugar de la Puerta Primera; hasta la Puerta Esquinera, y desde la Torre de Hananeel hasta el lagar del rey. Y ellos vivirán en ella, y nunca más habrá ninguna destrucción total, sino Jerusalén vivirá segura.Y Judá también peleará en Jerusalén; y la riqueza de todas las naciones de alrededor será reunida—oro, y plata, y ropa en gran abundancia” (Zacarías 14:2-11, 14).

          Luego un ángel poderoso reunirá a Satanás y los demonios y los echará en prisión, al gran abismo, el cual es sellado por mil años: “Entonces vi un ángel descendiendo del cielo, teniendo la llave del abismo, y una gran cadena en su mano. Y cogió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años.  Luego lo echó en el abismo, y lo encerró, y selló el abismo sobre él, para que no pudiera engañar más a las naciones hasta que los mil años fueran cumplidos; y después de eso es ordenado que sea soltado por un corto tiempo” (Apocalipsis 20:1-3).

          Finalmente el milenio comienza y nosotros gobernamos el mundo bajo Jesús: “Y vi tronos; y a los que se sentaron sobre ellos, y juicio les fue dado; y vi las almas de aquellos que habían sido decapitados por el testimonio de Jesús, y por la Palabra de Dios, y aquellos que no adoraron a la bestia, o su imagen, y no recibieron la marca en sus frentes o en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.Esta es la primera resurrección. Bendito y santo es aquel que tiene parte en la primera resurrección; sobre este la segunda muerte no tiene poder. Sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con Él mil años” (versos 4-6).

          Todas las naciones vendrán en tiempo bajo el gobierno del Reino de Dios y los santos. Algunas naciones se resistirán por un poco, pero ultimadamente se someterán, como escribe Isaías: “Y sucederá que, en los últimos días, la montaña de la casa del SEÑOR será establecida en lo más alto de las montañas, y será exaltada sobre las colinas; y todas las naciones fluirán a ella. Y mucha gente irá y dirá, “Vengan, y subamos a la montaña del SEÑOR, a la casa del Dios de Jacob. Y Él nos enseñará de Sus caminos, y nosotros caminaremos en Sus senderos.” Porque de Zion saldrá la ley, y la Palabra del SEÑOR desde Jerusalén. Y Él juzgará entre las naciones, y reprenderá a mucha gente; y ellos batirán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en ganchos de poda. Nación no levantará espada contra nación, ni ellos aprenderán más la guerra” (Isaías 2:2-4).

          Fechas para la temporada de Fiestas de otoño: La Fiesta de Trompetas es en septiembre 10; el Día de Expiación en Septiembre 19. La Fiesta de Tabernáculos por 7 días comienza el 24 de septiembre, con el Ultimo Gran Día el primero de octubre. ¡Que Dios el Padre y Jesucristo bendigan a los hermanos en todo lugar con una temporada de Fiesta tremenda y significativa!

          Hermanos, nuevamente gracias por su amor y sus oraciones, las cuales significan mucho para nosotros. Sin sus oraciones, no podríamos hacer lo que estamos haciendo. Como ustedes, nosotros también luchamos contra la naturaleza humana y la debilidad humana. Comprendemos que todo bien viene de Dios—que nuestra propia existencia depende de Él. Gracias por su apoyo contínuo a través de sus diezmos y ofrendas. Es nuestra meta devolver tanto como sea posible a los hermanos—de manera que tendrán todas las herramientas necesarias para crecer en gracia y conocimiento y obtener vida eterna. Que Dios el Padre y Jesucristo continúen bendiciéndolos y fortaleciéndolos con Su gracia y amor en todas las cosas.

 

Con amor en Cristo Jesús,

 

 

 

 

Fred R. Coulter

FRC

 


El monte del Templo en Jerusalén

 

Un resumen del libro de Ernest L. Martin, Los templos que Jerusalén olvidó

por Robert Martin

 

          Josefo da una perspectiva diferente del templo de la que es aceptada por la mayoría de los historiadores hoy. Esto puede deberse a la desconfianza de los judíos hacia Josefo por haber capitulado a los romanos durante el asalto de Jerusalén. En realidad, él estaba intentando salvar a su pueblo de la destrucción y terror que inevitablemente les caería con su resistencia continua. Infortunadamente, la capitulación de Josefo a los romanos causó que muchos dentro de la comunidad judía lo vieran como un traidor, y así muchos dentro de la academia judía lo han ignorado como historiador.

          Sin embargo, Josefo era totalmente consciente de las características cardinales del monte del Templo: Este fue construido directamente sobre el Arroyo de Gihon, y habían cavernas subterráneas. Estas características también fueron atestiguadas por Aristeas de Egipto 300 años antes que Josefo y confirmadas por el historiador romano Tacitus (115 dC), quien citó testigos visuales que estaban en Jerusalén antes del 70 dC.

          Josefo nos informa que Monte Zion, la ciudad de David, fue la primera ciudadela protegiendo el monte del Templo desde el sur. Luego, John Hyrcanus (Macabeos) construyó un palacio al norte del monte del Templo llamado Baris. Príncipes Hasmoneanos usaron este palacio, y luego, Herodes el Grande lo convirtió en una ciudadela. La renombró Fuerte Antonia, en honor a Marco Antonio. Con gran esfuerzo, Herodes construyó Fuerte Antonia en una gran área encerrada para los romanos para guarnecer todo una legión entera junto con su personal auxiliar.

 

Josefo entendió el simbolismo del Arroyo Gihon

 

          El arroyo de Gihon era el único arroyo natural de agua pura en 8 kilómetros de Jerusalén en cualquier dirección. Agua pura era requerimiento indispensable para los rituales esenciales del templo. A causa de este arroyo de agua pura, el templo era un microcosmos del Jardín del Edén. (Uno de los ríos que fluía a través del Jardín del Edén era el rio Gihon.) El agua de Gihon era simbolismo del agua de vida.

          El arroyo de Gihon estaba aproximadamente a 400 metros al sur del Domo de la Roca de hoy. No hay cavernas o arroyos en la vecindad del Domo de la Roca de hoy. Esta información es crucial en determinar la ubicación correcta del monte del Templo. Josefo estaba totalmente consciente del simbolismo involucrando el arroyo Gihon y el Trono o el Santo de Santos del Dios Todopoderoso, lo cual los hombres entendidos del judaísmo han ignorado.

 

La ubicación del Monte Zion, Ofel y Fuerte Antonia

 

          Josefo entendió que el sitio original del Monte Zion (este era en realidad un montículo) estaba ubicado en el tercio sur de la cresta sureste. Ahí fue donde David había construido su ciudad, y llegó a ser conocida como la “Ciudad baja” de Jerusalén. Los límites de la Jerusalén de David y Salomón era entre el Valle Kidron hacia el oriente y el Valle Tyropoeon hacia el occidente, con ambos valles uniéndose en el extremo sur de la cresta sureste. El Valle Tyropoeon fue poblado gradualmente mientras Jerusalén crecía hacia el occidente durante el tiempo del rey Uzías. En la última parte del segundo siglo aC, los macabeos poblaron extensivamente este valle, y llegó a ser conocido como la “Ciudad alta.”

          El Valle Hinnim estaba al occidente inmediato en el extremo sur de la colina occidental contiguo a los Valles Kidron y Tyropoeon en el pie de la cresta sureste. En el tercio sur de esta cresta habían dos montículos: Zion y “Ofel” (literalmente “monte jorobado”). De sur a norte, los dos montículos juntos eran de 400 yardas (365 mts) de longitud. La distancia desde la cima de Monte Zion a la cima de Monte Ofel era más de 200 yardas (182 mts). Esta cresta continuaba ascendiendo hacia el norte desde Monte Ofel hasta donde un afloramiento de rocas sobresalía, el cual hoy es llamado el Domo de la Roca. El Domo de la Roca está ubicado a más de 600 yardas (548 mts) al norte de la cima de Monte Zion y 400 yardas (365 mts) desde la cima de Monte Ofel.

          El monte del Templo fue construido sobre el Monte Ofel sobre el arroyo subterráneo Gihon. Debajo del cual habían numerosas cavernas subterráneas. Desde este monte, el Agua de Vida para los servicios del templo estaba disponible inmediatamente. Este era reconocido por su pureza (agua dulce) por encima de cualquier otro arroyo en toda la región,

          Escribiendo de esto, Josefo declara, “En el lado norte del templo estaba construida una ciudadela (Fuerte Antonia), cuyos muros eran cuadrados y fuertes y de firmeza extraordinaria. Los reyes de la dinastía Hasmoneana, quienes también eran sumos sacerdotes antes del tiempo de Herodes, la llamaron la Torre.” Josefo nos informa aún más, “Fuerte Antonia dominaba el templo.” Este Fuerte guardaba la seguridad del templo, la ciudad de Jerusalén y el Fuerte en sí.

          Desde el norte, era imposible para alguien ver el templo porque Fuerte Antonia obstruía la vista. La colina sobre la cual la Torre de Antonia se paraba era la más alta de los 3 montículos (Zion, Ofel y Fuerte Antonia) sobre el extremo norte de la cresta sureste.

          Durante la dinastía Hasmoneana, la torre de Baris fue expandida para llegar a ser Fuerte Antonia. Era contigua de la nueva ciudad Bezetha y obstruía aún más el monte del Templo desde el norte de Jerusalén. Un acueducto viniendo desde Belén suplía Fuerte Antonia con agua que estaba almacenada en 37 cisternas para la Legión Décima y su personal de apoyo, los cuales eran aproximadamente 10,000 hombres.

 

Ningún afloramiento de roca asociado con el Templo

 

          No hay referencia en la Escritura ni en ninguna fuente histórica secular que describa un afloramiento natural de roca ubicada en el punto más alto de la cresta o monte que fuera asociada con el monte del Templo. Esto incluye los sitios del piso del templo, el Santo de Santos y el Altar de ofrendas quemadas.

          El Altar de ofrendas quemadas fue previamente usado como piso de trillar. Es claro que el piso de trillar era un área pareja en la cima del Monte Ofel, no una formación irregular de roca en la cima de una cresta.

          Salomón construyó el muro oriental del templo que alcanzaba hacia arriba desde la base del lado oriental de la colina. El fundamento fue construido debajo del piso del Valle Kidron, y el muro visible comenzaba desde la base del valle y se extendía hacia arriba 300 cubitos (137 mts). Un área entre la cima de la colina y un terraplén que Salomón había construido junto al Valle Kidron estaba completamente lleno con escombros y rocas grandes era conocido como millo. El millo alcanzaba la cima del Monte Ofel, 300 cubitos—aproximadamente un edificio de 40 a 45 pisos—por encima del piso del Valle Kidron, extendiendo más la plataforma del templo hacia el oriente. Visto desde el Monte de los Olivos en el oriente, el área del Templo parecía como un rascacielos moderno con una inmensa plataforma de 45 por 137 mts.

          Salomón no construyó muros en los costados norte, occidente ni sur. Sin embargo, en el curso del tiempo esta área de la cima de la colina fue alargada, llenando algunas de esas áreas y encerrando la colina desde su base en el piso del Valle Kidron en el oriente y el Valle Tyropoeon en el occidente. Sus lados sur y note se extendían hacia el occidente sobre la cresta entre los valles Kidron y Tyropoeon. El fundamento final del templo tenía forma de cubo, y el área en la cima del Monte del Templo era una plataforma cuadrada perfecta.

          Salomón construyó su palacio y sala de juicio al sur del templo. Esta era área del Monte Zion y la ciudad de David, alrededor de la cual Jerusalén evolucionó. En el segundo siglo aC, Monte Zion fue emparejado durante el tiempo de Simón el Hasmoneano, justo al sur del Monte Ofel. Después de aquel tiempo el Monte del Templo no fue oscurecido desde el sur por la elevación más alta del Monte Zion.

 

El Arroyo Gihon

 

          El Monte del templo tenía un arroyo natural con un ilimitado suministro de agua viniendo por debajo del Santo de Santos. Referencias escriturales requieren una fuente de agua para estar asociada con el templo y su función. El Arroyo Gihon es referido numerosas veces en el libro de Salmos y por los profetas,

          Durante el tiempo de David y Salomón, el Arroyo Gihon suplía la piscina de Siloe y alimentaba al Valle Kidron. Hacia el final del octavo siglo aC, el rey Ezequías construyó un túnel para suministrar agua subterránea del Arroyo Gihon a Jerusalén occidental (II Crónicas 32:30). Ezequías construyó este túnel porque estaba esperando una siega contra Jerusalén por Senaquerib, el rey de Asiria.

          Antes del 70 dC, los judíos a menudo usaban la palabra “Siloe” para describir todo el sistema del Arroyo Gihon—la piscina Siloe, el túnel subterráneo de Ezequías y los canales al Valle Kidron. (Los cristianos no usaron el nombre “Gihon” sino continuaron usando “Siloe” para describir esta red de agua incluso en tiempos modernos.)

          Es muy significante que el agua pura del Arroyo Gihon bajo el Monte del templo corría cerca de la silla del Santo de Santos, símbolo de la silla del trono del Dios Todopoderoso. La descripción de Juan del trono de Dios en Apocalipsis muestra un rio de agua saliendo de debajo del trono: “Después me mostró un río puro de agua de vida, claro como cristal, fluyendo del trono de Dios y del Cordero” (Apocalipsis 22:1).

 

La predicha destrucción del Templo

 

          Miqueas profetizó la destrucción del templo (Miqueas 3:10-12): “Escuchen esto, les ruego, ustedes cabezas de la casa de Jacob, y magistrados de la casa de Israel, quienes odian juicio y pervierten toda equidad. Ellos construyen a Zion con sangre, y a Jerusalén con iniquidad. Sus cabezas juzgan por soborno, y sus sacerdotes enseñan por paga, y sus profetas adivinan por plata, aun así se apoyarán en el SEÑOR y dirán, “¿No está el SEÑOR entre nosotros? ¡Ningún mal puede venir sobre nosotros!” Por tanto, por causa suya, Zion será arada como un campo, y Jerusalén llegará a ser montones, y la montaña del templo como lugares altos del bosque.

          Jesús confirma esta profecía como los escritores de los Evangelios concuerdan: Mateo 24:1-2 y Marcos 13:1-2: “Y mientras Él estaba saliendo del templo, uno de Sus discípulos le dijo, “Maestro, ¡mira cuan esplendidas son las piedras y los edificios!” Entonces Jesús respondió y les dijo, “¿Ven estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra que no sea echada abajo.”

          Lucas 19:43-44: “Porque los días vendrán sobre ti en que tus enemigos echarán una muralla sobre ti, y te encerrarán y te mantendrán adentro por todos lados, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti; y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no supiste la época de tu visita.”

          Lucas 21:5-6: “Y mientras algunos estaban hablando acerca del templo, cómo estaba adornado con piedras preciosas y regalos consagrados, Él dijo, En cuanto a estas cosas que ven ahora, los días vendrán en los cuales no quedará una piedra sobre otra que no sea tirada abajo”

          Los muros del Fuerte Antonia eran de 40 cubitos (18 mts) de alto. Dentro de estos muros, los edificios y terrenos fueron construidos sobre una plataforma plana. En las cuatro esquinas de los muros habían torres. Tres de estas torres eran de 50 cubitos (23 mts) de alto, y la torre del suroccidente era de 70 cubitos (32 mts) de alto. Esta torre más alta observaba toda la corte del templo hasta el sur del Fuerte Antonia.

          Josefo escribió que todo el Fuerte Antonia fue construido sobre y alrededor de un afloramiento de roca en la cumbre de la cresta. Hoy, una mezquita se para sobre esta formación de roca conocida como el Domo de la Roca. Terminada por Abdul el-Malik en el 691 dC, la mezquita cubre el resto de esta saliente roca pero ocupa solo una muy pequeña fracción de la superficie del área de la plataforma artificial de 36 acres que construyeron los romanos.

 

El Fuerte Antonia y la Legión romana

 

          Una Legión romana tenía 5,000 tropas de infantería y con ellos 5,000 personas de personal de soporte. Habían 278 militares por acre dentro del Fuerte Antonia.

          La guarnición romana era la característica dominante de Jerusalén, un recordatorio continuo a los judíos de la supremacía de Roma. Más aun, siendo 4 veces y media más grande en área que el monte el Templo, el Fuerte Antonia era intimidante, y por tanto, una herramienta exitosa de guerra psicológica para asegurar la conformidad judía a la autoridad romana.

          Las multitudes que se reunían en el templo durante los Días Santos eran vigiladas por 2,000 tropas romanas. Para prevenir desordenes y disturbios entre los judíos, estaban estacionados en un corredor de 45 metros de ancho construido encima de las 4 filas de columnatas que rodeaban los terrenos del templo. Durante los festivales judíos, habían tres rotaciones de guardias, totalizando 6,000 soldados, cada día.

 

La descripción de Josefo de las columnatas

 

          Las columnatas entre el templo y Fuerte Antonia se extendían alrededor del borde externo de toda la plataforma del monte del Templo. Estas columnatas eran entechadas con una calzada de 30 cubitos (9 mts) de ancho. La calzada de columnatas era el punto de ventaja desde el cual las tropas romanas eran capaces de guardar las entradas y salidas hacia y desde el templo así como mantener un ojo sobre el interior del área de la corte (con excepción del interior del templo). Además, la calzada de columnatas les daba casi que acceso instantáneo desde el Fuerte Antonia al área del templo. La doble columnata-puente que conectaba el Templo con Fuerte Antonia era de un estadio (183 mts). Josefo describió dos columnatas como calzadas militares que eran una parte integral del templo. Estas dos columnatas llevaban del muro sur (esquina occidental) de Fuerte Antonia a la puerta sobre el muro norte (esquina occidental) del Monte del Templo. Llamada la Puerta Tadi, este muro norte no era usado por el público en general sino solo por la Legión romana.

          Los romanos eran bien astutos en ingeniería militar y construyeron sus fortificaciones con esta ventaja. Ellos entendían bien que la clave para controlar Jerusalén era manejar y controlar el Monte del Templo. La protección del Fuerte Antonia era su posición dominante sobre el Monte del Templo.

 
Libros
Días festivos ocultos o Días Santos de Dios—¿Cuáles?
El día que Jesús el Cristo murió
El plan de Dios para la humanidad revelado por Su Sábado y Días Santos
Entendiendo las Escrituras difíciles de Pablo concernientes a la Ley y los mandamientos de Dios
La Pascua Cristiana
Los tiempos señalados de Jesús el Mesías
Señor, ¿Qué debería hacer?
Señor, ¿Qué debo hacer yo?
Una armonía de los Evangelios en español moderno
Las dos Babilonias
Nosotros
 Declaración de Propósito

 Acerca de Nosotros

 Acerca de Fred Coulter

 Nuestra Historia

 Calendario de las Fiestas
Nuestros otros sitios
 Abre mis ojos

 Biblia Versión Fiel

 Truth of God

 Church at Home

 A Faithful Version

 God's Youth (Jóvenes)
Contáctenos

Donaciones

Términos de Uso
Telegram
Iglesia de Dios Cristiana y Bíblica
© 2024 www.laverdaddeDios.org. Derechos Reservados