Restaurando el cristianismo original—¡para
hoy!
Iglesia de Dios Cristiana y Bíblica
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Hollister, California
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Fred R. Coulter
Ministro
Carta de Marzo y Abril
Marzo 24, 2022
Queridos hermanos,
Con la invasión rusa a Ucrania, el mundo se
para al borde de una guerra más amplia, tal vez la tercera guerra mundial. Las
naciones de Europa/OTAN han sido sorprendidas en la realidad que deben unirse y
ser capaces de defenderse—sin apoyarse en USA. Esto es especialmente cierto por
la obvia debilidad física y mental del presidente Biden. Más aun, aquellos en
su administración también son débiles de mente y parecen estar determinados en
destruir esta nación.
¿Por qué está pasando eso—y tan rápido—a
USA? Porque el cristianismo del mundo—protestante y católico—no ha enseñado toda
la Palabra de Dios. Este proceso ha pasado lentamente durante más de 200 años:
1) Nunca se arrepintieron de la observancia del domino y la observancia de los
festivos paganos—rechazando el Sábado y los días santos de Dios; 2) Han
descuidado a Dios y al resto de los Diez Mandamientos; 3) Han interpretado
falsamente la Biblia—enseñando que la Ley ha sido abolida, y predicando una
falsa gracia y un falso Jesús; 4) Han honrado las enseñanzas de hombres más que
las correctas enseñanzas de Dios; 5) Continúan peleando contra Dios y rechazándolo;
6) El resultado es que la sociedad ha llegado a ser moralmente pervertida en
todo nivel—religión, educación, gobierno, negocios, entretenimiento; 7) Esto ha
permitido que Satanás nos engañe con mentiras innumerables—de modo que nadie
conoce lo que es verdad; 8) El paso final—el Satanismo es aceptado
abiertamente como una religión viable bajo nuestras leyes de libertad de religión.
Aquí es donde estamos hoy. Las únicas dos
cosas que retienen una corrección más dura son las iglesias de Dios—quienes son
fieles para amar y obedecer a Dios—y la predicación del Evangelio como un
testimonio al mundo. ¡Sólo el regreso de Jesús salvará a este mundo!
Pascua y Panes sin Levadura: Hemos
adjuntado dos CDs en este envío. En uno, hemos incluido algunos sermones que
puede usar para la preparación para la Pascua. En el otro, encontrará el
mensaje para el Sábado antes de la Pascua, el servicio completo de la Ceremonia
de la Pascua; el mensaje para la Noche para ser muy observada; mensajes para la
Fiesta de Panes sin Levadura—los días santos, el primero y el séptimo; y,
finalmente, el mensaje para el Sábado después de Panes sin Levadura. Así tendrá
todo lo que necesita para guardar la Pascua y la Fiesta de Panes sin Levadura.
El significado de la Pascua Cristiana del
Nuevo Pacto: La ceremonia de la Pascua Cristiana está basada
totalmente en las palabras de Jesús como están registradas en los Evangelios.
En la noche de Su última Pascua, Jesús instituyó la Pascua del Nuevo Pacto—y
esto es el fundamento de la promesa del pacto de Dios de vida eterna. Esto es
tan vital que Él le dijo a Sus apóstoles, concerniente al lavado de pies, que
si ellos no lavaban los pies unos a otros, no tendrían “parte” con Él. Si usted
está observando la Pascua solo, sin embargo, no se lava sus propios pies,
porque el mandamiento es “lavarse los unos a los otros los pies.” Pero asegúrese
de leer la sección en la Ceremonia de la Pascua y luego continuar con el pan
sin levadura.
Concerniente al pan sin levadura quebrado,
simbolizando Su cuerpo roto, y el vino, simbolizando Su sangre derramada del
Nuevo Pacto, Jesús dijo: “Esto hagan en memoria de Mi.” Observar la Pascua es
absolutamente necesario para recibir vida eterna: “Verdaderamente,
verdaderamente les digo, a menos que coman la carne del Hijo de hombre, y
beban Su sangre, no tienen vida en sí mismos. Aquel que come Mi carne y
bebe Mi sangre tiene vida eterna, y Yo lo levantaré en el último día. Porque Mi carne es verdadera comida, y Mi sangre es
verdadera bebida. Aquel que come Mi carne y
bebe Mi sangre está viviendo en Mí, y Yo en él. Como el Padre vivo Me ha enviado,
y Yo vivo por el Padre; así también aquel que Me come vivirá por Mí”
(Juan 6:53-57).
De acuerdo a las instrucciones de Jesús, el
pan si levadura roto es un símbolo de Su carne, y el vino es un símbolo de Su
sangre. (Contrario a la falsa doctrina de la transustanciación, a la orden del
sacerdote el vino y el pan no se convierten en la sangre y carne real de
Jesús.) Estos símbolos forman la promesa de pacto que en esta vida presente debemos
vivir por Jesucristo, Quien es “la Verdad, el Camino y la Vida” (Juan
14:6).
Como muestran los Evangelios, y como escribe
Pablo, esta conmemoración es una observancia anual en la noche que Jesús fue
traicionado—el día 14 del primer mes, de acuerdo al Calendario hebreo
Calculado. Este año, debemos guardar la Pascua en la noche del jueves 14 de
abril, mientras comienza a oscurecer, lo cual es el día y tiempo en las
Escrituras que Jesús comenzó Su última Pascua con Sus apóstoles.
Dado que la Pascua Cristiana del Nuevo Pacto
es central en el plan de Dios—yendo atrás todo el camino hasta Abraham—Satanás
el diablo ha hecho todo lo que puede para engañar a la gente para apartarse de
su observancia verdadera como es enseñada por Jesús. Además de la observancia
tradicional judía del 15, las iglesias y organizaciones cristianas del mundo
practican varias versiones falsificadas, haciendo casi imposible que la gente
entienda como observar correctamente la Pascua. Estas religiones confían en sus
propias tradiciones, en vez de la Palabra de Dios. Como resultado, sus prácticas
conflictivas llevan poca semejanza a la Pascua bíblica.
A causa de la confusión, incluso entre
algunas iglesias de Dios, tenemos un libro de 500 páginas sobre este tema: La
Pascua Cristiana (la primera edición fue publicada en 1993, ahora va en su tercera
edición expandida; disponible sin costo). Este libro cubre todo aspecto de la
historia y practica de la Pascua—Antiguo Testamento, la Pascua tradicional judía
de los exiliados, y la Pascua Cristiana del Nuevo Pacto.
El cristianismo falso en completo desorden: Además de la tradicional Pascua judía del 15, el cristianismo
falso de este mundo está en completo desorden al practicar lo que llaman la
“Cena del Señor,” “Comunión,” o la “Eucaristía—el sacrificio de la misa.”
Aunque todos ellos claman que Cristo murió por sus pecados, no saben
virtualmente nada del verdadero significado de la Pascua Cristiana. ¿Por qué?
La respuesta es simple: No le creen en verdad a la Biblia o las instrucciones específicas
de Jesús concerniente a la Pascua. Además de su domingo y la observancia de
festivos paganos, la siguiente lista demuestra tan solo cuan confundidos están
concerniente a la Pascua:
·
No usan el Calendario hebreo
Calculado de Dios. Usan el Calendario gregoriano romano, con sus festivos
religiosos.
·
Pocos incluso comprenden que Jesús
fue crucificado en el día de la Pascua.
·
No la observan en la noche de la
Pascua, como lo hicieron Jesús y Sus apóstoles.
·
No saben el día de la semana en
que Jesús fue crucificado. ¿Fue un miércoles, jueves o viernes? La mayoría cree
que ocurrió en un así llamado “viernes santo.”
·
No saben cuánto tiempo estuvo en
la tumba. ¿Dos noches y un día? ¿Cómo pueden haber 3 días y 3 noches, como Jesús
dijo?
·
No saben cuándo Él resucitó. Creen
que resucitó de los muertos el domingo de Easter (llamado domingo de pascua) en
la mañana.
·
La mayoría no comprende que Easter
es el día en el cual los babilonios antiguos adoraban a la diosa Ishtar. ¿Qué
tiene que ver una diosa pagana y unos conejos con la muerte y resurrección de Jesús?
·
La mayoría usa galletas sin
levadura no quebradas para su celebración de la “Cena del Señor,” “Comunión,”
o “Sacrificio de la misa”. Los ortodoxos griegos usan pan quebrado leudado.
·
La mayoría usa jugo de uva en vez
de vino; los mormones usan agua.
·
Los católicos celebran la Eucaristía—el
“Sacrificio de la misa”—diariamente y en algunos casos cada hora. Los
protestantes celebran la “Cena del Señor” trimestralmente (algunos incluso
semanalmente) un domingo. Los adventistas la observan 4 veces al año, en el
primer Sábado de cada trimestre.
¡Qué confusión! Sin embargo ¡Dios no es
autor de confusión! Todos ellos profesan estar siguiendo la Biblia, pero todas
aquellas son prácticas falsas. La verdad es, ninguna de esas prácticas puede
ser encontrada en la Biblia. Ellas son tan solo las “tradiciones” de
hombres que rechazaron los mandamientos de Dios (Marcos 7:9). Aunque pueden
leer ciertos pasajes de la Biblia, el resultado es exactamente como Isaías profetizó:
“¡Estén aturdidos y asombrados! ¡Cieguen sus ojos y
sean ciegos! Ellos están borrachos, pero no con vino; tambalean, pero no por
bebida fuerte, porque el SEÑOR ha derramado
sobre ustedes el espíritu de sueño profundo, y ha cerrado sus ojos; Él ha
cubierto a los profetas y a sus gobernantes, y a los
videntes. Y la visión de todos ha llegado a ser
para ustedes como las palabras de un libro que esta sellado, el cual ellos dan
a uno que es aprendido diciendo, “Por favor lee esto,” y él dice, “No puedo,
porque está sellado.” Y el libro es entregado a
quien no es aprendido, diciendo, “Por favor lee esto,” y él dice, “No soy
aprendido.”
“Y el SEÑOR dijo, “Porque
este pueblo se acerca a Mí con sus bocas, y con sus labios Me honran,
pero su adoración de Mí es conforme a las tradiciones de hombres
aprendidas por rutina, y su temor hacia Mi es enseñado por los
mandamientos de hombres; por tanto, he aquí, procederé a hacer de nuevo una
obra estupenda entre este pueblo, incluso una obra estupenda y una
maravilla, porque la sabiduría de sus sabios morirá, y la sabiduría de sus
inteligentes desaparecerá.” ¡Ay de
aquellos que profundizan para esconder sus propósitos del SEÑOR! Y sus
obras están en la oscuridad, y dicen, “¿Quién nos ve? ¿Y quién nos conoce?”
“¡CIERTAMENTE,
USTEDES HAN VOLTEADO LAS COSAS AL REVÉS! ¿Será el alfarero considerado
como el barro de alfarero; porque la obra dirá de quien la hizo, “Él no me
hizo?” [¿No evolucionamos de los simios?]
¿O la cosa formada le dirá a quien la formó, “Él no tuvo entendimiento?”
[Nuestras propias tradiciones son mejores que lo de Dios.]” (Isaías 29:9-16).
¡Qué perfecta descripción del cristianismo
falso! Es por eso que no obedecen a Dios ni practican lo que Jesús enseñó a los
discípulos observar. Mientras pueden profesar creencia en el nombre de Jesús y
reclaman el amor de Dios para ellos mismos, en realidad rechazan lo que Él enseña.
Así, de hecho ¡están negando a Dios!
Sin embargo, una creencia profesada en Dios
o Jesucristo no es conversión hacia salvación. Concerniente a tales falsas creencias en
Dios, el apóstol Santiago escribe: “¿Creen ustedes que
Dios es uno? Hacen bien en creer eso. Incluso los demonios creen—y
tiemblan de miedo. ¿Pero está dispuesto a entender, Oh hombre tonto, que
fe sin obras es muerta?” (Santiago
2:19-20). La verdadera creencia y fe lo motivará a amar y obedecer
a Dios.
Pablo
escribe acerca de las falsas profesiones: “Ellos personalmente profesan conocer a Dios, pero en sus
obras lo niegan, siendo abominables y
desobedientes, y reprobados hacia toda buena obra” (Tito 1:16). Esto
confirma lo que dijo Jesús: “No todo el que me
dice, ‘Señor, Señor,’ entrará en el reino del cielo; sino aquel que está
haciendo la voluntad de Mi Padre, Quien está
en el cielo. Muchos me dirán en aquel día, ‘Señor, Señor, ¿No profetizamos por
medio de Tu nombre? Y ¿No echamos fuera demonios por medio de Tu nombre?
Y ¿No hicimos muchas obras de poder por medio de Tu nombre?’ Y entonces les confesaré, ‘Nunca los conocí. Apártense de
Mí, ustedes quienes obran ilegalidad.’” (Mateo 7:21-23).
Esto describe perfectamente a los
protestantes y católicos: profesan Su nombre—diciendo “Señor, Señor” y “Jesús, Jesús”—pero
no están “haciendo la voluntad de Mi Padre, Quien está en el cielo.”
Lucas
tiene este registro: “¿Y por qué Me llaman, ‘Señor,
Señor,’ pero no practican lo que digo? Todo el que viene a Mí y oye Mis palabras y las practica,
les mostraré a que se parece: Él es
como un hombre construyendo una casa, quien excavó profundo y colocó el
fundamento sobre la roca; y un diluvio vino, y el torrente golpeó contra esa
casa, pero no pudo sacudirla, porque estaba fundada sobre la roca.
“Pero el que ha oído Mis palabras y no las ha
practicado es como un hombre que construyó una casa en la superficie de
la tierra, sin un fundamento; y cuando el torrente golpeó contra ella,
cayó de una, y la ruina de esa casa fue grande”” (Lucas 6:46-49). No hay duda que estos pasajes aplican
a la observancia más esencial de la Pascua.
Finalmente, solo aquellos que están en
verdadero pacto espiritual con Dios el Padre y Jesucristo—a través de
arrepentimiento genuino, bautismo por inmersión total en agua, y habiendo
recibido el poder del Espíritu Santo por engendramiento de Dios el Padre—deberían
participar de la Pascua Cristiana del Nuevo Pacto. Al participar de la
verdadera Pascua, los cristianos renuevan anualmente su relación de pacto con
Dios y Jesús para vida eterna. Las falsas prácticas religiosas y tradiciones
del cristianismo ortodoxo no retienen valor—¡no hay salvación en absoluto en
ellas!
Dios planeó el día preciso de la
Pascua desde antes de la fundación del mundo: Desde la eternidad del
pasado, antes de la fundación del mundo, Dios el Padre y el Hijo planearon y
predeterminaron el día preciso que Jesús el Cristo moriría. En la historia del
universo, ningún otro día puede ser comparado con ese. Así, el Cordero de Dios fue
“asesinado desde la fundación del mundo” (Apocalipsis 13:8). En aquel tiempo
Dios sabía que el único sacrificio para salvar a la humanidad del pecado seria
la muerte de Su Hijo, en el día de la Pascua. Esto es tan importante que será
recordado incluso ¡en las eras de eternidad!
Este
día de destino fue la culminación final de la batalla espiritual por las vidas
de los hombres—una batalla librada entre
Jesús el Cristo—Hijo de Dios y Salvador de la humanidad—y Satanás el diablo,
adversario de Dios y destructor de la humanidad. Esta batalla intensa estuvo
centrada en Jerusalén, pero su resultado determinaría el destino de toda la
humanidad—pasado, presente y futuro. Era el poder de Dios versus el poder de
Satanás, el Defensor vs. el adversario, amor vs. odio, bien vs. mal, humildad
vs. orgullo, compasión vs. brutalidad, justicia vs. pecado y perdón vs.
condenación.
Todas
las fuerzas del mal y poderes del mundo fueron reunidos juntamente contra un
hombre, Jesús el Cristo—el Hijo de Dios. ¿Quién sería victorioso? ¿Triunfaría
finalmente el bien sobre el mal?
Por
sanar enfermos, resucitar los muertos y enseñar el amor de Dios, Jesucristo fue
condenado, golpeado, flagelado, ofendido, ridiculizado y crucificado. Sin
embargo, Él fue fiel hasta el fin—dando Su vida como un sacrificio perfecto por
los pecados del mundo.
Incluso
los propios discípulos de Jesús, a quienes Él les había enseñado por tres años
y medio, no entendieron el significado de este día. Mientras veían a Jesús
morir y Su cuerpo siendo colocado en la tumba, estuvieron desconcertados. Para
ellos parecía que el mal había ganado—los establecimientos políticos y
religiosos que los mantenían en esclavitud fueron victoriosos. Todo lo que
sintieron fue un desespero y pensamiento oscuro porque Jesús, el Mesías Ungido
de Dios, estaba muerto y enterrado. Estaba más allá de sus más salvajes
imaginaciones que Jesús volvería a la vida después de tres días y tres noches
en la tumba. Pero Él fue resucitado de los muertos por el poder de Dios el
Padre.
La mayoría de la gente ha escuchado el muy
citado verso: “Porque Dios amó tanto al mundo, que dio
Su único Hijo engendrado, para que todo el que crea en Él no pueda perecer, sino
pueda tener vida eterna” (Juan
3:16). Sin embargo, tienen poco o ningún entendimiento de su significado. La
Palabra inspirada de Dios, desde Génesis hasta Apocalipsis revela la historia
completa. Y la Pascua es la clave—por la cual Dios designó el día y año
exacto (30 dC) desde la fundación del mundo.
Más aun, al usar la Escritura, el Calendario
hebreo Calculado e hechos históricos, podemos ver atrás desde aquel día de la
Pascua para establecer precisamente cuando nació Jesús; cuándo Él comenzó Su
ministerio; la longitud de Su ministerio; cuanto tiempo estuvo Jesús en la
tumba; cuándo Él resucitó; y el día de Su ascensión final al cielo.
El significado en el Nuevo Testamento
de la Fiesta de Panes sin Levadura: Dios ordenó a los hijos de Israel
remover toda levadura de sus casas antes de la Pascua, la cual también es un día
separado de comer pan sin levadura (Éxodo 12:8). Luego, el único pan que debían
comer durante todos los 7 días de la Fiesta era pan sin levadura (versos 15-20;
13:6-7; Levítico 23:6; etc.).
Como hemos visto, es requerido que aquellos
quienes observen la Pascua sean bautizados. De otro lado, no es necesario ser
bautizado para guardar la Fiesta de Panes sin Levadura—tales como niños y
aquellos quienes tan solo están comenzando a aprender de las Fiestas de Dios.
Todos pueden participar en esta Fiesta de Dios de 7 días. Pero ellos también
deben remover la levadura de sus casas y comer panes sin levadura por 7 días.
Este año, el primer día de Panes sin
Levadura es el 16 de abril (un Sábado semanal y un día santo), y el séptimo día
es el viernes abril 22, un día santo. El día siguiente es un Sábado regular
y también hemos adjuntado un mensaje para aquel día.
En el Nuevo Testamento, encontramos que
Pablo enseñó a los gentiles a observar la Fiesta de Panes sin Levadura en la
misma forma que Dios había ordenado a los hijos de Israel. Al escribir a los
corintios, Pablo definió levadura como un símbolo de pecado y
naturaleza humana pecaminosa—una naturaleza que es “inflada” con vanidad y
orgullo. Los hermanos allí habían estado tolerando un pecado grave de
inmoralidad—en el cual un hombre estaba teniendo relaciones sexuales con su
madrastra. Pablo escribió: “Su gloriarse [en
esto] no es bueno. ¿No saben que un poco de
levadura leuda la masa entera?” (I
Corintios 5:6). En vez de aborrecer tal conducta, la estaban condonando—incluso
glorificándose por eso. Pablo tuvo que corregirlos severamente, porque este
pecado individual había comenzado a leudar toda la congregación con una
actitud pecaminosa, la cual a su vez llevaría a una conducta pecaminosa.
Entonces él les ordenó remover al individuo de la congregación, así como habían
removido la levadura de sus casas.
Pablo tuvo que recordarles que así como ellos habían
removido la levadura de sus casas en preparación para guardar la Fiesta, también
ellos debían “sacar la levadura” de sus vidas de pecado a través de Jesús,
nuestra Pascua. “Por tanto, purguen la vieja levadura [de
pecado], para que puedan convertirse en una masa nueva
[sin pecado en Cristo], incluso como
están sin levadura [en sus casas]. Porque
Cristo nuestra Pascua fue sacrificado por nosotros. Por esta razón, GUARDEMOS LA FIESTA, no con la
vieja levadura, ni con la levadura de malicia y maldad, sino con el
pan sin levadura de sinceridad y verdad” (versos 7-8).
La declaración de Pablo “guardemos
la fiesta” es bastante enfática—y debería
callar a aquellos que falsamente enseñan que Pablo estuvo ocupado aboliendo los días
santos de Dios, esta es una orden directa a los convertidos gentiles del Nuevo
Testamento a ¡guardar la Fiesta de Panes sin Levadura! Pablo apoya su autoridad
al declarar: “Si cualquiera piensa de sí mismo que
es un profeta o espiritual, reconozca que las cosas que les escribo son
mandamientos del Señor” (I
Corintios 14:37). Esto es lo que Pablo enseñó en todas las iglesias (I
Corintios 7:17).
Nuevamente Pablo enfatizó el significado
espiritual de la Fiesta de Panes sin Levadura cuando él amonestó a los
colosenses a abandonar sus caminos pecaminosos y su naturaleza carnal—y
remplazarlo con el carácter de Cristo y Sus atributos de amor y justicia
(Colosenses 3:1-17).
Como simiente espiritual de Abraham, los
cristianos deben “vestirse” de Jesucristo—para llegar a ser como Él (Gálatas
3:26-29). Cristo en ustedes [es], la esperanza de gloria” para los cristianos (Colosenses 1:27). Al observar
la Fiesta de Panes sin Levadura, los cristianos aprenden que a través del poder
del Espíritu Santo ellos deben vencer el pecado, vivir por cada palabra de
Dios, desarrollar el carácter de Cristo, caminar en fe, creer en esperanza y
vivir en el amor de Dios.
La noche para ser muy observada:
Esta noche, la noche de Nisan 15, inicia los 7 días de la Fiesta de Panes sin
Levadura. A los hijos de Israel se les ordenó observar la Noche para ser muy
observada en conmemoración de su salvación de la esclavitud y éxodo de Egipto (Éxodo
12:40-42). Esta también fue la misma noche—el “mismísimo día” de Nisan 15—430 años
antes que Dios prometió en Su pacto con Abraham para librar a sus descendientes
de su futura esclavitud (Génesis 15:12-18).
Para los cristianos verdaderos, la Noche
para ser muy observada tiene un significado espiritual intenso, la cual este
año es la noche del 15 de abril. Aquella misma noche en el 30 dC, el cuerpo
de Jesucristo estaba en la tumba—comenzando Sus 3 días y 3 noches “en el corazón
de la tierra” (Mateo 12:40). Esta noche fue un cumplimiento de la promesa de
Dios a Abraham—en la cual Dios prometió que Él moriría para cumplir Su pacto
espiritual. La muerte de Jesús fue confirmada cuando su cuerpo muerto fue
colocado en la tumba cuando el día de la Pascua estaba terminando al ocaso y la
Noche para ser muy observada estaba comenzando. Así como los hijos de Israel debían
regocijarse en que Dios los había librado y liberado de su esclavitud en
Egipto, los cristianos verdaderos, la simiente espiritual de Abraham, deben regocijarse
en esta noche porque es el comienzo de su liberación de la esclavitud del
pecado y su éxodo del Egipto espiritual—este mundo pecaminoso de
hoy (Apocalipsis 11:8).
El significado de la palabra éxodo es
como sigue: ex significa “afuera” y odus significa “camino.” Por
tanto, la palabra “exodus” significa “el camino de salida.” Como guiados por
Dios, el Éxodo fue el “camino de salida” de Israel de la tierra de Egipto (símbolo
del pecado y la esclavitud del pecado). Así mismo, Jesús es el único “éxodo”
para la humanidad para salir de la esclavitud del pecado, del ego y de Satanás.
En Su última Pascua, Jesús dijo: “Yo soy el Camino”—el griego significa “el
camino de salida,” el éxodo del pecado. Nuestro caminar cristiano con
Jesucristo comienza cuando tenemos nuestros pecados perdonados a través de Su
sangre derramada como es representado por la Pascua. Entonces comenzamos
nuestro viaje fuera del pecado y de una destructiva forma de vida a través
de amor, devoción fiel y obediencia a Cristo—caminando en el amor y gracia de
Dios, viviendo por cada palabra de Dios, y guardando Sus mandamientos. Todo
esto es representado por la Fiesta de Panes sin Levadura.
La resurrección de Jesús de los
muertos: Después de estar en la tumba exactamente 3 días y 3 noches, Jesús
fue resucitado de los muertos por el poder del Padre mientras el Sábado
semanal, Nisan 17, estaba terminando durante la Fiesta de Panes sin Levadura (El
día que Jesús el Cristo murió, capitulo
6). Él no resucitó un domingo en
la mañana—ni en un falso cristianizado y así llamado domingo de resurrección.
Él fue resucitado al cierre del Sábado semanal al ocaso, justo antes que el
primer día de la semana comenzara.
En la mañana temprano del primer día de la
semana, cuando María Magdalena y las otras fueron a la tumba, un ángel específicamente
les dijo que Jesús ya había resucitado, que Él no estaba allí (Marcos 16:2-7;
Lucas 24:1-6; Juan 20:1-10). Una traducción literal para “el primer día de la
semana” es “el primer día de las semanas”—el primer día del conteo de 7 semanas
hasta Pentecostés. El griego indica que este “primer día de la semana” fue el Día
de la ofrenda de la Gavilla mecida (Levítico 23:10-16).
El día de la Gavilla mecida:
La ofrenda del primero de los primeros frutos es altamente significativa para
Dios. Israel fue instruido: Lo primero de los
primeros frutos de su tierra traerán a la casa del SEÑOR” (Éxodo
23:19). En este día, el primer día de la semana durante la Fiesta de Panes sin
Levadura y el primer día del conteo de 50 días para Pentecostés, el Sumo
Sacerdote debía tomar la primera gavilla de las primicias de la cosecha de
cebada/trigo para elevarla y mecerla delante del Señor para ser aceptada por Él
por el pueblo (Levítico 23:9-11). Este ritual único era simbólico de la ascensión
de Jesucristo al trono de Dios el Padre después que Él fue resucitado de
los muertos—para ser aceptado como la primicia de Dios y el sacrificio perfecto
por los pecados de la humanidad.
El apóstol
Juan verificó la ascensión de Jesús en este día: “Pero
María se paró afuera de la tumba llorando; y mientras lloraba, se inclinó
hacia abajo y miró dentro de la tumba. Y
vio a dos ángeles de blanco quienes estaban sentados, uno a la cabecera
y el otro a la base, donde había sido colocado el cuerpo de Jesús. Y ellos le dijeron, “¿Mujer, porque estás llorando?” Ella
les dijo, “Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han colocado.”
“Y después de decir estas cosas, ella dio vuelta y vio a
Jesús de pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús
le dijo, “¿Mujer, porque estás llorando? ¿A quién estas buscando?” Pensando que
era el jardinero, ella le dijo, “Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo
has colocado, y yo me lo llevaré.” Jesús le
dijo, “María.” Volteándose, ella le dijo, “Rabboni”; es decir, “Maestro.”
Jesús le dijo, “No Me toques, porque todavía no he
ascendido a Mi Padre. Pero ve a Mis hermanos y diles que estoy ascendiendo
a Mi Padre y a tu Padre, y a Mi Dios y a tu Dios.””
(Juan 20:11-17).
Luego
aquel mismo día en la noche, Jesús se apareció a los discípulos y les mostró
Sus heridas de la crucifixión: “Después, cuando la
noche se acercaba ese día, el primer día de las semanas, y las
puertas estaban cerradas donde los discípulos se habían reunido por
miedo a los judíos, Jesús vino y se paró en el medio, y les dijo, “Paz sea
a ustedes.” Y después de decir esto, les mostró Sus manos y Su costado.
Entonces los discípulos se alegraron porque habían visto al Señor”
(Juan 20:19-20).
Cuando
Jesús se les presentó después que Él había resucitado de los muertos, Él
personalmente les reveló de las Escrituras que Su muerte y resurrección fueron
pre-ordenadas: “Y les dijo, “Estas son las
palabras que les hablé cuando estaba aun con ustedes, que todas las
cosas que fueron escritas concerniente a Mí en la Ley de Moisés y en los
Profetas y en los Salmos deben ser cumplidas.” Entonces les abrió sus
mentes para entender las Escrituras, y les dijo, “De acuerdo a como está
escrito, era necesario para el Cristo sufrir, y resucitar de los
muertos al tercer día” (Lucas
24:44-46).
Pablo confirmó
que Jesús fue el “primer fruto” de la resurrección de los muertos, el primero
de la cosecha espiritual de Dios. A Su regreso, en el tiempo de la primera resurrección,
todos aquellos que son de Cristo serán resucitados a vida eterna: “Pero ahora Cristo ha sido levantado de los muertos;
Él ha llegado a ser el primer fruto de aquellos que han dormido. Porque ya que por un hombre vino la muerte,
por un hombre también vino la resurrección de los muertos.
Porque como en Adán todos mueren, así también en
Cristo todos serán hechos vivos. Pero cada uno
en su propio orden: Cristo el primer fruto; luego, aquellos que son
de Cristo a Su venida” (I Corintios 15:20-23). (Para más detalles
sobre el Día de la Ofrenda de la Gavilla mecida, vea El día que Jesús el
Cristo murió, capítulo
7.)
Referencias adicionales a la Fiesta de Panes
sin Levadura en los Evangelios: La Pascua y la Fiesta de Panes sin Levadura son dos
fiestas distintas que can en días separados, aunque consecutivos—el 14 y el 15.
Las dos fiestas tienen significados diferentes, pero relacionados.
Lucas, sin embargo registra que había llegado a ser una práctica común
referirse a toda la temporada de fiesta de 8 días como “Pascua.” “Ahora, la fiesta de panes sin levadura, la cual es
llamada Pascua, estaba aproximándose”
(Lucas 22:1).
Con
esto en mente podemos entender mejor ciertas referencias “difíciles” de la
Pascua y la Fiesta de Panes sin Levadura en el Evangelio de Juan. “Ahora, la Pascua de los judíos estaba cerca,… Ahora, cuando Él estuvo en Jerusalén en la Pascua,
durante la fiesta, muchos creyeron en Su nombre, mientras observaban los
milagros que Él estaba haciendo” (Juan 2:13, 23). “Ahora, la Pascua, una fiesta de los judíos, estaba
cerca” (6:4). Mientras el tiempo de la última Pascua de Jesús se
aproximaba, Juan escribió: “Ahora, la Pascua de los
judíos estaba cerca,...” (11:55); “Ahora,
seis días antes de la Pascua,...” (12:1); “Ahora, antes de la fiesta de la Pascua,...”
(13:1).
En estos y otros pasajes, Juan resalta la
importancia crítica de la Pascua y la Fiesta de Panes sin Levadura. Pocos
comprenden, sin embargo, que el Evangelio de Juan está estructurado en la
estructura de las fiestas y días santos de Dios. Esto hace del Evangelio de
Juan no solo un registro de las enseñanzas de Jesús, sino también un registro histórico.
• La cosecha de Pentecostés—Juan 4:35
• El Día de Trompetas—Juan 5:1
• La Fiesta de Tabernáculos y el Último Gran
Día—Juan 7
A través de los Evangelios, las fiestas y días
santos proveen la estructura para la cronología del ministerio de Jesucristo.
Interesantemente, sin embargo, hay “cero” testimonios escritos indicando que
la verdadera iglesia apostólica alguna vez aceptara los festivos observados
ahora por el falso cristianismo.
Otras referencias a la Fiesta de Panes sin
Levadura en el Nuevo Testamento:
El libro de Hechos presenta un
microcosmos de la Iglesia de Dios y el ministerio del apóstol Pablo desde el 30
hasta el 67 dC. Cuando es examinado cuidadosamente, llega a ser aparente que Lucas registró
eventos relativos a las fiestas y días santos. Esto significa que los apóstoles
estaban usando el Calendario hebreo calculado para registrar los tiempos de
esos eventos, en vez del calendario romano. Escribiendo acerca del
encarcelamiento de Pedro en el 44 dC, Lucas registra: “Ahora,
por ese tiempo, el rey Herodes extendió sus manos para perseguir a
algunos de aquellos de la iglesia; y mató a Santiago, el hermano de
Juan, con la espada. Y cuando vio que esto
agradó a los judíos, procedió a prender a Pedro también. (Ahora, esos eran los
días de pan sin levadura.) Y después de arrestarlo, lo puso en prisión,
entregándolo a cuatro grupos de cuatro soldados para vigilarlo con la intención
de sacarlo al pueblo después de la temporada de Pascua”
(Hechos 12:1-4).
En un intento engañoso para dar la
apariencia que la iglesia apostólica observaba el domingo de pascua (Easter),
los traductores de la versión King James tradujeron incorrectamente la palabra
griega para Pascua (pascha) en Hechos 12:4 como “Easter.” En todos los
otros lugares ellos tradujeron correctamente pascha como “Pascua.” Sin
embargo, como hemos visto, “Pascua” era también usado en referencia a todos los
8 días de la Pascua y Panes sin Levadura, lo cual debería ser adecuadamente
traducido como “temporada de la Pascua”—y nunca “Easter.”
El séptimo día de la Fiesta de Panes sin
Levadura: Sin duda, Jesucristo, los apóstoles y la iglesia
primitiva del Nuevo Testamento observaron todos los 7 días de la Fiesta de
Panes sin Levadura. Aunque no encontramos una referencia específica al séptimo
día de la Fiesta, el registro de Lucas en el 58 dC demuestra que ellos guardaron
toda la Fiesta de 7 días con los gentiles en el norte de Grecia. “Pero zarpamos [Lucas y su grupo] de Filipo después de los días de Pan sin Levadura;
y en cinco días vinimos a ellos a Troas, donde permanecimos por siete
días” (Hechos 20:6). Esto indica
claramente que los gentiles del Nuevo Testamento observaban toda la Fiesta,
incluyendo el séptimo día.
En el Nuevo Testamento vemos que hay
paralelos espirituales con el séptimo día de la Fiesta de Panes sin
Levadura del libro de Éxodo. Específicamente, Dios rescató a los hijos de
Israel de Faraón y sus ejércitos en el séptimo día al traerlos
seguramente a través del Mar Rojo en tierra seca. Cuando los egipcios los
siguieron en el mar, Dios liberó las aguas, destruyendo a Faraón y su ejército
(Éxodo 14:1-31).
Como una nación inclinada a la adoración
oculta del sol y de varios dioses falsos, Egipto es representada en la
Escritura como un símbolo de pecado. Faraón fue un tipo de Satanás, y su ejército
simbolizaba espíritus demoniacos malvados. Así como Faraón y su ejército persiguió
a los hijos de Israel después de que Dios los había rescatado de Egipto, así Satanás
y sus demonios pueden traer ataques espirituales hacia cristianos, intentando
esclavizarlos nuevamente
en la esclavitud del pecado.
Así,
el séptimo día de la Fiesta de Panes sin Levadura representa cómo Dios, a través
de Jesucristo, nos ha rescatado del poder de Satanás. “Siendo
fortalecidos con todo poder de acuerdo al poder de Su gloria, hacia toda
resistencia y paciencia con gozo; dando gracias al Padre, Quien nos ha hecho
calificados para la participación de la herencia de los santos en la luz; Quien NOS HA RESCATADO PERSONALMENTE del poder de la
oscuridad y nos ha transferido al reino del Hijo de Su amor; en Quien tenemos redención a través de Su propia sangre, incluso
la remisión de pecados” (Colosenses 1:11-14).
Cuando
Jesús llamó a Saulo para llegar a ser Pablo, el apóstol para los gentiles, Él
le dijo porque fue escogido: “Ahora levántate, y
párate sobre tus pies; porque Yo te he aparecido para este propósito: para
nombrarte como un ministro y un testigo de lo que has visto y de lo que te
revelaré. Te estoy seleccionando personalmente
de entre la gente y los gentiles, a quienes ahora te envío, para abrir sus
ojos, para que ellos puedan volver de la oscuridad a la
luz y de la autoridad de Satanás a Dios, para que puedan recibir
remisión de pecados y una herencia entre aquellos que han sido santificados a
través de fe en Mi.’” (Hechos
26:16-18).
Como el “dios de este mundo,” Satanás ciega
las mentes de aquellos a quienes él ha engañado (II Corintios 4:4). También él
es llamado el “príncipe del poder del aire,” quien guía a aquellos de este
mundo
a vivir vidas de pecado y desobediencia: “Ustedes
estaban muertos en transgresiones y pecados, en
los cuales caminaron en tiempos pasados de acuerdo al curso de este mundo, de
acuerdo al príncipe del poder del aire, el espíritu que está ahora
trabajando dentro de los hijos de desobediencia; entre quienes también
todos nosotros una vez tuvimos nuestra conducta en las lujurias de nuestra
carne, haciendo las cosas deseadas por la carne y por la mente, y éramos por
naturaleza los hijos de ira, así como el resto del mundo”
(Efesios 2:1-3).
Pablo continuó
instruyéndoles en como pelear sus batallas espirituales contra Satanás el
diablo y vencerlo a través del poder de Dios y la sangre de Jesucristo: “Finalmente, hermanos míos, sean fuertes en el Señor,
y en el poder de Su fuerza. Vístanse toda la
armadura de Dios para que puedan ser capaces de aguantar contra las
artimañas del diablo porque no estamos
luchando contra carne y sangre, sino contra principados y contra
poderes, contra los gobernadores del mundo de la oscuridad de este siglo,
contra el poder espiritual de maldad en lugares altos. Por tanto, tomen toda la armadura de Dios para que puedan
ser capaces de resistir en el día malo, y habiendo resuelto todas las
cosas, estar de pie.
“Estén por tanto, teniendo sus lomos ceñidos con verdad, y
vistiendo la coraza de justicia, y teniendo sus
pies calzados con la preparación del evangelio de paz. Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con
el cual tendrán el poder de apagar todos los dardos ardientes del maligno;
y vístanse el casco de salvación, y [tomen] la
espada del Espíritu, la cual es la Palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el
Espíritu” (Efesios 6:10-18).
Los
cristianos deben vencer a Satanás y resistir sus ataques a través de la sangre
del Cordero, aun si esto les cuesta sus vidas físicas: “Y el gran dragón fue echado fuera, la serpiente antigua que es llamada
el diablo y Satanás, quien está engañando al mundo entero; fue echado abajo
a la tierra, y sus ángeles fueron echados abajo con él. Y oí una gran voz en el cielo decir, “Ahora ha venido
la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de Su Cristo
porque el acusador de nuestros hermanos ha sido echado abajo, quien los acusa
día y noche delante de nuestro Dios. Pero
ellos lo vencieron a través de la sangre del Cordero, y a través de la palabra
del testimonio de ellos; y no amaron sus vidas hasta la muerte”
(Apocalipsis 12:9-11).
Jesús oró al Padre que Su pueblo fuera
librado del “maligno”—Satanás (Juan 17:15). Él también nos dijo que debemos
orar y rogar a Dios diariamente que Él nos rescate del maligno (Mateo 6:13).
Hay muchos pasajes en el Nuevo Testamento que muestran cómo Dios nos rescata
del pecado y Satanás. Esta batalla espiritual contínua—de vencer el pecado, a Satanás
y al mundo—refleja el significado especial del séptimo día de la Fiesta de
Panes sin Levadura.
Como hemos aprendido y experimentado al
observar el Sábado, la Pascua y todas las Fiestas de Dios, Dios ha creado y
designado Sus Fiestas como ocasiones especiales para enseñarnos cómo debemos
crecer en gracia y conocimiento de modo que podemos preparar para la vida
eterna en la resurrección.
Hermanos, estamos orando que tengan una
maravillosamente bendecida e inspiradora Pascua y Fiesta de Panes sin Levadura.
Que continúen venciendo el pecado, el ego y a Satanás a través del poder el Espíritu
Santo en usted. Que continúen creciendo en la gracia y conocimiento de Dios.
Que continúen amando a Dios el Padre y a Jesucristo con todo su corazón, mente
y ser.
Gracias por su amor y oraciones continuas
por los hermanos y por nosotros. Oramos por ustedes diariamente que Dios los
fortalezca, los inspire, los sane y vea por ustedes a través de cualquier
prueba que puedan estar enfrentado en este mundo malvado. Gracias por su apoyo
fiel a través de sus diezmos y ofrendas. Que Dios continúe bendiciéndolos con
Su amor y gracia en su vida diaria.
Con amor en Cristo Jesús,
Fred R. Coulter
FRC