Cumplimiento de la Cosecha de Dios
Fiesta de Pentecostés
Imaginándonos el cumplimiento del 50°
Día para aquellos llamados a entrar en el Reino de Dios
Fred R. Coulter—Junio 9, 2019
www.laVerdaddeDios.org
¡Saludos hermanos! ¡Bienvenidos al Día de Pentecostés! Como
siempre decimos, el tiempo vuela. Y los que hemos estado en la Iglesia por
muchos años hemos escuchado un sin número de veces que el Reino de Dios está
muy cerca. Incluso se llegaron a hacer predicciones acerca de la fecha en que
esto ocurriría, lo cual solamente prueba lo que Jesús dijo, ‘Nadie sabe el día
ni la hora.’ Sin embargo, tenemos las Fiestas Santas que representan los
acontecimientos más importantes del Plan de Dios:
·
La Pascua
·
El primer día de Panes Sin Levadura
·
El último día de Panes Sin Levadura
·
Pentecostés
·
Trompetas
·
Expiación
·
Tabernáculos
·
Último Gran Día
Y no sabemos cuándo es que Cristo va a regresar. Podemos tal vez
tener una idea, y tal vez con cálculos acercarnos, pero realmente no sabemos.
¿No es así?
Como hemos leído en la historia de la Iglesia, incluso los Valdenses
en el siglo XII, con todo lo que estaban viviendo; con las plagas, con los
Mongoles, las cruzadas y todo lo que ocurrió en tan solo doscientos años,
creían que el Día del Señor no estaba muy lejos. ¿Y cuándo fue eso? ¡Eso
ocurrió hace más de 700 años! ¡Es increíble!
En el mensaje de ayer cubrimos lo referente a cómo contar para el
Día de Pentecostés. Leímos cómo es que después de los 50 días se traía una
nueva ofrenda de grano; dos hogazas de pan con levadura. Eso se relaciona con
lo escrito en Mateo 13, pues la levadura no siempre tiene un significado
negativo. También explicamos ayer que cuando algo con levadura es horneado, su
composición es ya inalterable.
Levítico 23:18: “Y ofrecerán
con el pan siete corderos sin mancha del primer año, y un toro joven, y dos
carneros…”
Podemos especular que los siete corderos representan
las siete iglesias descritas en Apocalipsis 2 y 3. ¿Cómo es que esto pudiera
cumplirse en el tiempo del fin? No lo sabemos. Continuemos leyendo:
“…Ellos serán por una ofrenda
quemada al SEÑOR con su ofrenda de grano, y sus ofrendas de bebida, incluso una
ofrenda hecha por fuego, de aroma dulce al SEÑOR. Luego
sacrificarán un macho cabrío por una ofrenda por el pecado, y dos corderos del
primer año por un sacrificio de ofrendas de paz. Y el sacerdote los mecerá con el pan de los primeros frutos…”
(Versos 18-20).
El sacerdote tenía que mecerlos, y todo aquel quien estuviese ahí
tenía que presentar estas barras de pan leudado. Estas tienen que ver con la
resurrección. Nosotros tenemos que deshacernos del pecado durante los Días de
Panes Sin Levadura—durante este tiempo en particular la
levadura representa al pecado—pero en otras ocasiones, la levadura simboliza nuestra
interacción con el Espíritu Santo.
Verso 21: “Y
proclamarán en el mismo día que él pueda ser una santa convocación para
ustedes. No harán trabajo servil en él. Será un estatuto para
siempre en todas sus viviendas a través de sus generaciones.”
Nosotros siempre hemos recogido una ofrenda.
Miren las ofrendas que eran dadas aquí; realmente eran muchas. Y nosotros
practicamos el dar ofrenda en todos los Días Santos porque la Biblia dice que
nadie debe de presentarse ante Dios con las manos vacías.
Dios nos dice en Su Palabra que si sembramos
abundantemente, cosecharemos abundantemente. Y que si damos con buena
disposición y amorosamente, Dios nos bendecirá aún más.
(Pausa para
recoger la ofrenda)
Estudiaremos algo acerca del Día de Pentecostés;
veremos cómo es que Dios trabaja. Sabemos que cuando el pueblo de Israel salió
de Egipto, le tomó siete semanas llegar hasta el Monte Sinaí. Ellos estaban ahí
cuando durante el Día de Pentecostés.
Si contamos cada día, viendo los lugares por los
cuales iban pasando, entonces podemos darnos cuenta que llegaron al Monte Sinaí
el jueves antes de Pentecostés. Moisés subió al monte ese jueves, estuvo ahí el
viernes, Sábado, y en el tercer día ellos iban a conocer a Dios—ese día era Pentecostés.
Dios bajó a la cima de la montaña—en la cima había fuego, humo,
fuerte viento y una gran tempestad con truenos y relámpagos— ¡esta fue la
primera vez que los seres humanos escucharon la voz de Dios! ¡Él bajó y dio los
Diez Mandamientos! (Éxodo 20).
Lo primero que dijo Dios fue, ‘¡Yo soy el Señor tu Dios! No
tendrás otros Dioses delante de Mí.’ ¿Por qué? ¡Porque fue Él Quien
los sacó de la tierra de Egipto! Él les mostró Su poder con las plagas y
destrucción con las que castigó a Egipto; ¡les hizo ver que los dioses paganos
que la gente adora son nada! El resto de la historia del pueblo de Israel nos
enseña que debemos de amar a Dios y guardar Sus mandamientos.
En Deuteronomio 5 y 6 se registra la reiteración de la Ley y la
manera en la que Dios quería que se hicieran las cosas al llegar a la tierra
prometida. Pero existe algo muy importante llamado ‘Libre albedrío’ y otra cosa
que se liga a esto es la ‘Ley del pecado y muerte.’
Así que, a pesar de que Dios quería que ellos hicieran las cosas
de la manera correcta, Él dice en Deuteronomio 5:29—concerniente a todo lo que
les había ordenado: “¡Oh, que hubiera tal corazón en ellos que Me temieran y
guardaran todos Mis mandamientos siempre, para que pudiera irles bien a
ellos y a sus hijos para siempre!”
¡Eso es lo que Dios deseaba! Pero Él nos ha dotado de libre
albedrío para que todos podamos elegir. En Deuteronomio 6:1 se muestra lo que
Dios dijo en ese Día de Pentecostés, después de haber dado los Diez
Mandamientos.
Deuteronomio 6:1-2: ““Estos son los mandamientos, los
estatutos, y los juicios los cuales el SEÑOR nuestro Dios ordenó enseñarles
para que puedan hacerlos en la tierra a donde van a poseerla, que
puedan temer al SEÑOR su Dios…””
¡Claro! ¡Porque Dios es grandioso y poderoso!
Recuerden que cuando el pueblo estaba al pie del monte Sinaí, todos estaban
temblando de miedo. Ellos dijeron: ‘¡Moisés, tú habla con nosotros; no dejes
que Dios hable con nosotros directamente no sea que muramos!’ Todos debemos de
temer a Dios; debemos de temer ir en contra de lo que Él ordena.
“…guardar todos Sus estatutos y Sus mandamientos los cuales les
ordeno, tú, y tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de su vida...”
(Verso 2).
No parte del tiempo, no solamente a veces, no cuando solamente
queremos aplacar el enojo de Dios para obtener un poco de gracia por un periodo
corto de tiempo, sino que dice: “…todos los días de su vida…” ¿Aplica
eso a nosotros? ¡Claro que sí!
Verso 3: “Oye por tanto, Oh Israel, y se diligente a ello, para
que pueda irles bien…” ¡Dios quiere que nos vaya bien! Pero por otro lado,
sabemos que la vida no se trata de que todo marche bien siempre y que no tenga
uno que enfrentar pruebas y dificultades. Las pruebas nos ayudan a ser menos
arrogantes, egoístas y a aprender servir a otros.
“…y que puedan multiplicarse grandemente, como el SEÑOR Dios de
nuestros padres les ha prometido, en la tierra que fluye con leche y miel.”
(Verso 3). ¿Acaso no describe eso nuestra condición actual como nación?
Verso 4: “Oye, Oh Israel…” ¡La Iglesia es el Israel espiritual!
Cuando Dios dio estas ordenanzas, Él ya tenía en mente la aplicación espiritual
que tendrían en el futuro cuando la Iglesia viniera a existir.
Versos 4-7: “…Nuestro único Dios es el SEÑOR, el
SEÑOR. Y amarán al SEÑOR su Dios con todo su corazón y con toda su alma y con
toda su fuerza. Y estas palabras las cuales les ordeno en este día
estarán en sus corazones. Y diligentemente las enseñarán a sus hijos…”
Sabemos bien qué fue lo que pasó con el pueblo de Israel; los
altos y bajos que tuvieron y todas las diferentes etapas por las cuales Dios
los hizo pasar.
Ahora veamos otro tiempo que es importante que entendamos, otro
Día de Pentecostés. En la primera parte de Lucas 4 Jesús tenía que ser tentado
por Satanás para vencerlo— ¡Y lo hizo! —Jesucristo estuvo en un lugar desolado
ayunando por 40 días y 40 noches. Su tentación comenzó en el 4to día de la
semana en un año de Jubileo.
Cuando se recuperó del ayuno, comenzó a predicar en las sinagogas.
Leamos esto en Lucas 4:16: “Y vino a
Nazaret, donde había sido criado; y de acuerdo a Su costumbre, fue a la
sinagoga en el día del Sábado anual…” (En
griego se traduce como ‘día de los Sábados’ lo cual se entiende como
Pentecostés).
Así que, tal como Dios dio los Diez mandamientos
al pueblo de Israel en Pentecostés, Jesús anunció que Él era el Mesías en el
Día de Pentecostés en esa sinagoga en Nazaret.
“…y se paró a leer. Y allí le fue dado el libro
del profeta Isaías; y cuando Él había desenrollado el rollo de papel, encontró
el lugar donde estaba escrito, “El Espíritu del Señor esta sobre
Mí…”” (Versos 16-18).
Meditemos en esto; Él está aplicando estas
Escrituras a Sí Mismo.
“…por esta razón, Él Me ha ungido…
[Nadie más] para predicar el evangelio al pobre; Me ha enviado a
sanar a aquellos que están quebrantados de corazón, a
proclamar perdón a los cautivos y recuperación de vista al
ciego, a enviar en liberación a aquellos que han sido
aplastados… [¡Muchos estábamos cautivos y habíamos sido aplastados por Satanás
el diablo!]” (Verso 18).
Jesucristo no solamente vino a traer sanidad
física a los ciegos; sino también a aquellos quienes padecían y padecen ceguera
espiritual. ¿Recuerdan lo que Jesús le dijo a los fariseos? ‘Si el ciego guía
al ciego, ¡ambos caerán al pozo!’ Y Él estaba obviamente haciendo referencia a
la ceguera espiritual. ¿Acaso no es asombroso cómo Dios ha abierto nuestra
mente, nuestros ojos y nuestro corazón al entendimiento?
Aquí vemos claramente que Jesús comenzó Su
ministerio en un Día de Pentecostés; en este día el anunció Quién era Él.
Continuemos leyendo:
Verso 19: “… “A proclamar el año
aceptable del Señor.””
Si leemos Isaías 61 podemos ver que la
descripción mezcla ‘el año aceptable del Señor’ con ‘el día de venganza de
nuestro Dios.’ Quiere decir que ambas cosas van de la mano con el significado
del Día de Pentecostés.
Verso 20: “Y tras enrollar el rollo y entregarlo
al asistente, se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos sobre
Él. Entonces Él empezó a decirles, “Hoy… [¡En Pentecostés; el día de las
semanas!]…”
“…esta escritura está siendo… [En tiempo presente
pasivo]… cumplida en sus oídos.” (Verso 21). ¡La gente que estaba ahí presente
no entendió la magnitud de esto! Veamos la manera en la cual ellos
respondieron:
Verso 22: “…y decían, “¿No es éste el hijo de
José?”” ¡Y luego buscaron matarlo! Vaya recibimiento para el Mesías. Así es
cómo opera la naturaleza humana.
Esto que leemos es algo tremendo, pues vemos cómo
es que Pentecostés es un día santo que Dios usa para que se cumplan
acontecimientos de gran importancia.
·
La declaración de los Diez Mandamientos en el
monte Sinaí
·
El comienzo del ministerio de Jesucristo en la
sinagoga de Nazareth
·
La ascensión de Jesús 40 días después de haber
resucitado y haberse mostrado a los discípulos
Antes de ascender al cielo, Jesús les dijo a sus
discípulos que esperaran en Jerusalén ‘hasta que fueran dotados con poder de lo
alto.’ Pero, tal como ocurría con todo lo demás que Él les decía, ¡al principio
no lo entendían! Veamos qué es lo que ocurrió diez días después cuando
Jesucristo ascendió al cielo en el Día de Pentecostés.
Recordemos que cuando Dios declaró los Diez
Mandamientos en el monte Sinaí, Dios le dio los mandamientos a toda la nación
de Israel; a las 12 tribus— aunque si contamos a
Efraín y Manasés de manera separada son 13 tribus, y la tribu de Leví no tenía
territorio, sino que sus integrantes serían dispersos entre las otras tribus de
Israel.
Entonces Dios está haciendo una obra que involucra a un gran
número de personas. Este es sólo el comienzo del cumplimiento del plan de
salvación de Dios. Recuerden que Jesús dijo que ‘¡este Evangelio será predicado
hasta los confines de la tierra!’ Y eso es algo que se está cumpliendo en
nuestros días.
Vayamos a Hechos 2:1: “Y
cuando el día de Pentecostés, el quincuagésimo día, estaba siendo
cumplido… [Tiempo presente pasivo, artículo en infinitivo]… todos ellos estaban
de común acuerdo en el mismo lugar.”
¿Qué fue lo que ocurrió en el Monte Sinaí? ¡Dios
bajó a la cima de la montaña! Hubo fuego, humo, viento y un gran terremoto.
Noten lo que sucedió, y la razón por la cual tuvo
que ocurrir en el templo es que se tenía que demostrar el hecho de que el mismo
Dios Quien dio los Diez Mandamientos y estableció a Israel como nación fue el
mismo Quien envió al Espíritu Santo de Dios al templo en donde Él había puesto
Su nombre.
Pentecostés en el Monte Sinaí muestra a la nación
completa de Israel bajo Dios, ¡mientras que Pentecostés en Hechos 2 nos muestra
el comienzo de la Iglesia bajo Cristo! No con el poder del fuego y humo, sino
con el poder del Espíritu Santo de Dios. Así que todo lo que la Iglesia lograra
a partir de ese punto iba a ser realizado con ayuda del Espíritu Santo.
Continuemos leyendo. Hechos 2:1-4: “…todos
ellos estaban de común acuerdo en el mismo lugar. Y de repente vino desde el cielo… [No desde la tierra]… un
sonido como el ímpetu de un viento poderoso, y llenó la casa
entera donde estaban sentados. Y allí les aparecieron lenguas divididas como de fuego, y se
sentaron sobre cada uno de ellos. Y
todos ellos fueron llenos con el Espíritu Santo; y comenzaron
a hablar en otros idiomas…” ¡Dios no es autor de confusión!
Por eso sabemos que la doctrina que existe hoy en día llamada
‘Pentecostalismo’ es falsa y no proviene de Dios. En ella se enseña que al recibir
el Espíritu Santo en el bautismo, la persona es capaz de hablar en lenguas
incomprensibles, entre otras cosas.
“…como el Espíritu…” (Verso 4). ¿Qué es el
Espíritu? ¡El Espíritu de Verdad!
“…les daba las palabras para
proclamar.” (Verso 4). ¡En sus mentes cada uno de ellos creía estar hablando en
su propio idioma! Pero lo que salía de su boca era hablado en el idioma de
algunas de las otras personas que estaban reunidas ahí en el templo. Así que,
esto muestra que se trata del mismo Dios que trató con el pueblo de Israel en
el monte Sinaí.
Verso 5: “Ahora, había muchos judíos
quienes estaban peregrinando en Jerusalén, hombres devotos de cada nación bajo
el cielo.”
Quiero que meditemos en esto. Jesús tuvo Su ministerio
por tres años y medio; durante ese tiempo, siempre hubo personas viniendo al
templo a celebrar los Días Santos—posiblemente muchos de
ellos eran judíos que habían sido dispersos en la Diáspora y que venían al
templo a traer sus ofrendas.
Imaginen todas esas personas que viajaron a Jerusalén durante el
ministerio de Jesús—porque Él enseñaba en el templo todo el tiempo—estas
personas posiblemente llegaban a sus casas a contarle a todos acerca de las
cosas maravillosas y fantásticas que Jesús había dicho y hecho. De la misma
manera, en el Día de Pentecostés después de la resurrección de Cristo, había
muchos visitantes extranjeros los cuales Dios había inspirado para que vinieran
y llevaran consigo de vuelta el mensaje y el recuento de lo ocurrido ese día.
Verso 6: “Y cuando la palabra de esto
salió, la multitud se reunió y estaba confundida, porque cada uno los oía
hablar en su propio idioma. Y
estaban todos ellos asombrados, y maravillados, diciéndose el uno al otro, “He
aquí, ¿no son galileos todos estos que están hablando?”” (Versos 6-7).
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No fue el sacerdote
·
No fueron los fariseos
·
No fueron los saduceos
Versos 8-11: “Entonces ¿cómo es que escuchamos
a cada uno en nuestro propio idioma en el cual nacimos? Partos y medos y elamitas, y aquellos quienes habitan Mesopotamia,
y Judea y Capadocia, Ponto y Asia, Frigia y Panfilia, Egipto y las partes de Libia la cuales están cerca
de Cirene, y los romanos que están peregrinando aquí, judíos y
prosélitos, Cretenses y árabes; los escuchamos hablar en nuestros
propios idiomas las grandes cosas de Dios.”
Verso 12: “Y estaban
todos asombrados y grandemente perplejos, diciéndose el uno al otro, “¿Qué
significa esto?””
Recordemos lo que dice 1ª Corintios, ‘Los judíos
piden señales…’ Así que, Dios les dio muchas señales durante el ministerio, la
muerte y la resurrección de Jesucristo. Además, durante ese Día de Pentecostés
al inicio de Su Iglesia, ¡algo asombroso estaba tomando lugar!
Verso 13: “Pero
otros estaban burlándose y diciendo, “Están llenos de vino
nuevo.”” Entonces Pedro se levantó y dijo que ellos no estaban ebrios, y luego
dio un sermón poderoso en el cual habló de Jesucristo y Su vida. Les dijo que
ellos eran responsables de haberle matado, al igual que los líderes y los
fariseos.
Pedro citó una Escritura demostrando que Cristo sería resucitado,
explicando que en ella no se habla de David sino de Cristo pues la tumba de
David se encuentra intacta hasta el día de hoy.
Hechos 2:34: “Porque
David no ha subido a los cielos, sino que él mismo dijo, ‘El Señor dijo a Mi
Señor, “Siéntate a Mi mano derecha…”” A Quien más le diría Dios que sentara a
Su diestra, ¡sino a Cristo!
Verso 35: “Hasta que Yo haya hecho de Tus
enemigos un taburete para Tus pies.” Por
tanto, toda la casa de Israel sepa con plena seguridad… [Sin
duda alguna]… que Dios ha hecho a este mismo Jesús, a
Quien ustedes crucificaron…” Posiblemente había muchos ahí
presentes quienes en su momento habían pedido a gritos que Jesús fuese
crucificado cuando Él estaba ante Pilato.
Sabemos que la paga del
pecado es muerte, y la muerte de Cristo pagó por los pecados del mundo y por
cada uno de nuestros pecados. ¡Así que todos tomamos parte en ser
responsables por la muerte de Cristo!
Verso 36: “…Dios ha hecho a
este mismo Jesús, a Quien ustedes crucificaron,
ambos Señor y Cristo.” Estas palabras tuvieron un gran impacto en
ellos, pues los judíos habían estado buscando al Mesías, incluso desde el
nacimiento de Jesús.
Versos 37-39: “Ahora, después de oír esto, ellos fueron compungidos
del corazón; y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles, “Hombres y hermanos,
¿qué haremos?” Entonces Pedro les dijo, “Arrepiéntanse y sean bautizados
cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para la remisión
de pecados, y ustedes mismos recibirán el regalo del Espíritu Santo. Porque la promesa es para ustedes y para sus hijos, y para todos
aquellos que están lejos, tantos como el Señor nuestro Dios
pueda llamar.”” ¡Eso nos incluye a nosotros! A todas las generaciones a través
del tiempo.
Verso 40: “Y con muchas otras palabras testificó y exhortó sinceramente,
diciendo, “Sean salvos de esta perversa generación.”” Este mensaje es aplicable para nuestros tiempos también,
¿no es así? ¿Acaso no es esta generación una de las más perversas que jamás ha
existido?
Recordemos que Jesucristo dijo que en el tiempo
del fin las características de la sociedad serían similares a los días de Noé,
antes del diluvio. En Génesis leemos que Dios vio que era mucha la maldad de
los hombres en la tierra y que el corazón del hombre pensaba de continuo
solamente el mal. ¡Fue tanta la maldad sobre la tierra que Dios tuvo que
destruirlos con el diluvio!
Ya no tomaremos tiempo para repasar las
diferentes Escrituras en donde se habla de la Iglesia del Nuevo Testamento
guardando la Fiesta de Pentecostés; nosotros sabemos muy bien que si queremos
guardar los mandamientos diligentemente, así como los estatutos y juicios de
Dios, entonces debemos de celebrar el Sábado y las Fiestas Santas en la manera
y los tiempos que Dios ha dispuesto para nosotros.
Vayamos ahora a la epístola de Jesucristo,
¿sabían ustedes que hay una epístola de Jesucristo en la Biblia? No se llama
así, pero si la leemos nos daremos cuenta por qué lo es. El libro de
Apocalipsis no es la “Revelación de Juan” —En
inglés el libro de Apocalipsis es llamado “Revelación” —sino la “Revelación de
Dios el Padre a Jesucristo” la cual le dieron a Juan para que la escribiera.
Debemos analizar bien las palabras escritas aquí.
Apocalipsis 1:1: “La revelación de Jesucristo, la cual Dios le
dio a Él…”— ¡Así que esto vino directamente del Padre!
Quiero hacer un comentario aquí: ¿Recuerdan de lo que hablamos
durante la Pascua y Días de Panes Sin Levadura? Especialmente en la noche de la
Pascua. Estudiamos acerca de la renovación del pacto espiritual con Dios el
Padre y Jesucristo. Dios el Padre da de Su Espíritu a nosotros para que podamos
convertirnos en sus hijos e hijas engendrados, y también tenemos del Espíritu
de Cristo (Hay dos partes del Espíritu Santo) de manera que podamos desarrollar
la mente y carácter de Cristo. Todo esto es fantástico cuando logramos
entenderlo.
“…para mostrar a Sus siervos las cosas que están ordenadas
a suceder prontamente; y Él la hizo conocida, habiéndola
enviado por Su ángel a Su siervo Juan; quien dio testimonio de la
Palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo, y todas las cosas que él
vio.” (Versos 1-2).
Esto es muy diferente a cualquier otra epístola o
libro del Nuevo Testamento. Verso 3: “Bendito es aquel quien
lee… [Nosotros lo estamos leyendo]… y aquellos quienes oyen
las palabras de esta profecía y quienes guardan las cosas que están escritas
en ella; porque el tiempo está a la mano... [El tiempo está
cerca]” Meditemos en todas estas cosas.
En el libro de Apocalipsis podemos encontrar
escrituras acerca de:
·
El amor de Dios
·
La gracia de Dios
·
Los mandamientos de Dios
·
Los estatutos de Dios
·
Las profecías de Dios
·
Los tiempos de Dios
Luego, se puede complementar lo referente a la
profecía yendo al libro de Daniel y a los libros de los otros profetas. Sabemos
que todo esto viene de Jesucristo.
Verso 4: “Juan a las siete iglesias que están en
Asia: Gracia y paz sean a ustedes de Quien es… [Él vive ahora]… y Quien era…
[Cristo en la carne]… y Quien debe venir; y de los siete
espíritus que están delante de Su trono.”
¡Esos siete espíritus son importantes! Estos son
espíritus de Dios que andan alrededor del mundo buscando a aquellos quienes
obedecen a Dios. Nuestro llamamiento viene muchas veces cuando desesperadamente
clamamos a Dios por Su ayuda porque nos damos cuenta del terrible desastre que
son nuestras vidas y sabemos que sólo Él puede ayudarnos.
Verso 5: “Y de Jesucristo, el Testigo fiel, el
Primogénito de los muertos, y el Gobernador de los reyes de la tierra…”
Tanto de aquellos quienes gobiernan ahora, como
de los reyes y sacerdotes que ayudarán a gobernar Su reino bajo Cristo durante
el Milenio.
“…A Él Quien nos amó y lavó de nuestros pecados
en Su propia sangre.” (Verso 5). Quiero hacer énfasis en esto yendo a una
Escritura en Efesios.
Efesios 2:1-2: “Ustedes
estaban muertos en transgresiones y pecados, en los cuales caminaron en tiempos pasados de acuerdo al curso de
este mundo, de acuerdo al príncipe del poder del aire…” ¡Todo el mundo está
siendo engañado por Satanás el diablo! Así ha sido siempre desde lo ocurrido
con Adán y Eva, y lo seguirá siendo hasta que sea quitado su dominio.
“…el espíritu que está ahora trabajando dentro de los hijos
de desobediencia.” (V 2).
Siempre que alguien está pecando y haciendo la voluntad de Satanás
el diablo, esa persona está muerta en sus transgresiones y pecados, pasando
por lo tanto a ser “un hijo de desobediencia.”
Verso 3: “Entre
quienes también todos nosotros una vez tuvimos nuestra conducta en las lujurias
de nuestra carne, haciendo las cosas deseadas por la carne y por la mente, y
éramos por naturaleza… [Y con la ley del pecado y muerte]… los hijos
de ira, así como el resto del mundo.”
Ahora, pongamos atención a lo que dice el verso 4
para responder a la pregunta: ¿Cómo es que llegamos a donde estamos ahora?
Verso 4: “Pero
Dios, Quien es rico en misericordia, por causa de Su gran amor con el
cual nos amó…” Dios sabe todo lo referente a nuestra vida, Él nos llamó
a salir del pecado, Él ha perdonado nuestros pecados y nos ayuda a seguirnos
renovando cada año en el pacto que hicimos con Él, el Pacto de Vida Eterna. ¡Es
por eso que estamos aquí! ¡No por lo que nosotros hemos hecho sino por lo que
Dios está haciendo!
Verso 5: “…aun cuando estábamos muertos
en nuestras ofensas, nos ha dado vida junto
con Cristo. (Porque han sido salvos por gracia).” Luego sigue
hablando acerca de ser levantados juntos en la resurrección.
Versos 7-9: “Para que en los siglos que vienen… [Veremos más
acerca de esto en Trompetas, Expiación y Tabernáculos]… pudiera Él mostrar las
excesivas riquezas de Su gracia en Su bondad hacia nosotros en
Cristo Jesús. Porque por gracia han sido salvos a través de fe, y esta no es de
ustedes mismos; es el regalo de Dios, no de obras… [Se refiere a obras humanas]… para que nadie pueda
jactarse.”
Todo esto es clave para entender lo que leemos en el libro de
Apocalipsis. Esto es lo que Dios está haciendo con nosotros.
Verso 10: “Porque
somos Su hechura, siendo creados en Cristo Jesús… [Lo hace al
darnos de Su Espíritu, escribiendo Sus leyes y mandamientos en nuestro corazón
y mente, preparándonos para la vida eterna]… hacia las buenas obras…
[Las obras de Dios]… que Dios ordenó de antemano para que pudiéramos caminar en
ellas.”
Esto es algo muy poderoso. Veamos cuál es la meta
que tenemos una vez que hemos sido limpiados de nuestros pecados. Volvamos al
libro de Apocalipsis.
Apocalipsis 1:6: “Y nos ha hecho reyes y
sacerdotes… [Aún no lo somos, pero es algo que está por venir]… para Dios y Su
Padre; a Él sea la gloria y la soberanía en las eras de
eternidad. Amén.”
Luego dice que Él viene con las nubes, ¡eso será
algo fantástico! El mundo no sabrá qué es lo que está sucediendo cuando lo
vean. ¡Pero nosotros lo sabremos!
Verso 8: ““Yo soy el Alfa y el Omega, el Principio
y el Fin,” dice el Señor, “Quien es, y Quien era, y
Quien debe venir—el Todopoderoso.”
Noten qué es lo que Juan escribe, porque todos
tenemos que pasar por estas cosas. Prepararnos para la vida eterna es trabajo,
y no es fácil. Necesitamos:
·
El Espíritu de Dios
·
La Palabra de Dios
·
Arrepentimiento
·
Producción de frutos
·
Conversión…
¡Todo eso para poder hacerlo!
Verso 9: “Yo, Juan,
quien soy también hermano de ustedes y copartícipe en la
tribulación y en el reino y resistencia de Jesucristo…”
¡Miren por lo que tuvo que pasar Juan!
Quisieron matarlo en un gran contenedor con aceite hirviendo pero el aceite no
lo tocó, así que lo exiliaron a la isla de Patmos.
“…estaba en la isla que es llamada
Patmos por causa de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo. Yo
estaba en el Espíritu en el día del Señor…” (Versos 9-10).
Luego nos dice acerca de lo que se habla en el resto del libro.
Versos 10-11: “…y oí
una fuerte voz como una trompeta detrás de mí, diciendo, “Yo soy el Alfa y el Omega, el Primero y el Ultimo”; y,
“Lo que ves, escribe… [Por eso dije que esta es la Epístola de Jesucristo pero
fue escrita por su secretario Juan]… en un libro, y envíalo a las iglesias
que están en Asia: a Éfeso, y a Esmirna, y a Pérgamo, y a
Tiatira, y a Sardis, y a Filadelfia, y a Laodicea.”
(Pasar a la siguiente pista)
Sabemos que en Efesios 1 se nos dice claramente que Jesucristo es
la Cabeza de la Iglesia. ¡No algún hombre! ¡No el consejo de ancianos! ¡No
algún grupo! ¡Sino Cristo! Todos debemos de rendir cuentas a Dios el
Padre y a Jesucristo de manera que podamos completar nuestro llamado.
Apocalipsis 1:12: “Y volteé a
ver la voz que habló conmigo; y cuando volteé, vi siete candeleros de oro.”
Estos no son como los candeleros que están
enfrente del Lugar Santísimo los cuales tienen un brazo central y tres brazos a
cada lado, sino que se trata de candelabros circulares, ¿por qué? Porque leemos
que Jesús está de pie en medio de ellos y estos se conectan a las siete
iglesias. Así que podemos deducir que son diferentes a los que había en el
tabernáculo o en el templo.
Versos 13-14: “Y
en el medio de los siete candeleros uno como el Hijo
de hombre, vestido en una prenda alcanzando los pies, y ceñido por el pecho con
una coraza de oro. Y Su
cabeza y Su cabello eran como lana blanca, blanca como nieve;
y Sus ojos eran como una llama de fuego.”
Ese es Cristo en Su gloria poderosa mostrándose
como un ser espiritual. Nosotros no sabemos exactamente cómo es eso. Pero
creemos que seremos semejantes a Él.
Verso 15-16: “Y
Sus pies eran como latón fino, como si ellos brillaran
en un horno; y Su voz era como el sonido de
muchas aguas. Y en Su mano derecha tenía siete estrellas, y una espada afilada
de dos hojas salía de Su boca…”
Esa espada es la Palabra de Dios y corta como una espada de dos
filos (Hebreos 4). Esto significa que Su Palabra discierne los pensamientos y
las intenciones de nuestro corazón. ¡Ningún otro libro en el mundo puede hacer
eso! Y leemos que eso es posible porque las palabras escritas en la Biblia
están respaldadas por Espíritu y fuego.
“…y Su semblante era como el sol brillando en
su completo poder. Y
cuando lo vi, caí a Sus pies como si estuviera muerto; pero Él
puso Su mano derecha sobre mí, diciéndome, “No temas, Yo soy el Primero y el
Ultimo.” (Versos 16-17).
El plan de Dios desde el principio hasta el fin será
completado y llevado a cabo por Jesucristo tal y como Dios el Padre lo desea.
Verso 18: “Incluso Aquel que está viviendo;
porque estuve muerto, y he aquí, estoy vivo en las eras de eternidad. Amén.”
Mediten en esto, ¡nosotros estaremos en esa condición cuando hayamos sido
resucitados!
“…Y tengo las llaves de la tumba
y de la muerte… [Nadie más tiene esto]…Escribe…” (Versos
18-19). Esta es una carta redactada por Jesús; es Su epístola a las Iglesias y
a algunas partes del mundo.
“…Escribe las cosas que viste, y las cosas que
son, y las cosas que tendrán lugar de aquí en adelante.” (Verso 19). Y Juan no
se imaginaba que todo esto nos llevaría a descubrir lo concerniente a los
nuevos cielos y nueva tierra.
Verso 20: “El misterio de las siete estrellas que
viste en Mi mano derecha, y los siete candeleros de oro, es este:
las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias; y
los siete candeleros que viste son las siete iglesias.”
Tiene siete de cada uno, ¿no es esto interesante?
¿Por qué no tiene cinco o seis, nueve o diez? Son siete. Al igual que en el
conteo para Pentecostés, son siete semanas de siete días cada una. Luego viene
la cosecha del trigo y la cebada.
Esto muestra una imagen del cumplimiento de
aquellos quienes han sido llamados y pueden entrar en el Reino de Dios. Dios
también menciona en estos mensajes que se da aunque sea un poco de corrección a
todos ellos para que sea posible entrar en el Reino.
Veamos el mensaje a Éfeso: Apocalipsis 2:2:
“Conozco sus obras, y su trabajo, y su resistencia, y que no pueden
soportar a aquellos que son malos; y que probaron a aquellos
que se proclaman a sí mismos ser apóstoles, pero
no lo son, y los encontraron mentirosos.”
·
¿Cuáles son nuestras obras?
·
¿Qué son?
·
¿Qué estamos haciendo?
·
¿Cómo lo estamos haciendo?
·
¿Cuál es nuestro rendimiento?
Había algo de bueno en ellos; no toleraron a los
Nicolaítas. Aunque también había en ellos cosas que no eran buenas, pues aunque
habían soportado mucho, habían perdido el primer amor.
Aclaremos esto: el primer amor es poner siempre
primero a Dios el Padre y a Jesucristo en nuestras vidas. No se trata
necesariamente de sentir ese celo inicial que llegamos a tener por la verdad de
Dios que nos fue revelada al principio de nuestro llamamiento. Por eso Cristo
dijo que el primero y más grande mandamiento de todos es ‘Amar a Dios con todo
nuestro corazón, con toda nuestra mente, alma y fuerzas,’ (Mateo 22). Y luego
se nos dice que el segundo mandamiento más importante es ‘Amar a nuestro
prójimo como a nosotros mismos,’ y aprender a amarnos como Dios nos ha amado a
nosotros. Además debemos de amar a nuestros enemigos.
¿Y adivinen qué? Jesús dijo, ‘De estos dos
mandamientos penden toda la Ley y los Profetas.’ Y sabemos que Cristo es la
Cabeza y la Piedra Angular de la Iglesia.
Los miembros de la Iglesia en Éfeso odiaron las
obras de los Nicolaítas, las cuales tenían que ver con la jerarquía opresiva sobre
los hermanos, lo cual es algo que Dios odia también.
Luego Jesús dice esto es lo concerniente a la
bendición que ellos habrán de recibir, verso 7: “Aquel que tenga oído, oiga lo
que el Espíritu dice a las iglesias… [Ese Espíritu es Cristo]… A aquel que
venza le daré el derecho a comer del árbol de vida que está en
medio del paraíso de Dios.”
¡Eso muestra que ellos estarán en el Reino de
Dios! Pero cinco de las siete iglesias que se mencionan tienen cosas de las
cuales arrepentirse.
Esmirna:
Verso 9: “Conozco
sus obras… [Estaban en contra de la sinagoga de satanás, por lo cual sufrieron
persecución y fueron asesinados en un periodo de diez días, los cuales pueden
significar años]… y tribulación y pobreza (pero son ricos), y la blasfemia de
aquellos que se declaran a sí mismos ser judíos y no lo son,
sino son una sinagoga de Satanás. No teman ninguna de las cosas que están a punto de sufrir. He
aquí, el diablo está a punto de echar a algunos de ustedes a
prisión, para que puedan ser probados; y tendrán tribulación diez días. Sean
fieles hasta la muerte, y les daré una corona de vida… [Noten las bendiciones que vienen con cada obra]… Aquel que tenga oído, oiga lo que el Espíritu
dice a las iglesias. Aquel que venza no será herido de la segunda muerte.”
(Versos 9-11).
Comentario: Cuando Jesús habla acerca de aquellos ‘quienes han
sido librados de la muerte’ porque han creído en Él, se refiere a la segunda
muerte en donde no hay resurrección. Cuando uno muere y no ha cometido el
pecado imperdonable, uno está dormido. Esa muerte es temporal.
Para aquellos que han cometido el pecado imperdonable, su primera
muerte es temporal pero están destinados a morir para siempre. ¡Como si
nunca hubieran existido! ¡Esa es la segunda muerte!
Pérgamo
Vamos a ver que la iglesia de Pérgamo tenía algunas cosas que
estaban haciendo bien, aunque vivían donde estaba el trono de Satanás, el
templo de Zeus.
Verso 14: “Pero tengo
unas pocas cosas contra ustedes porque tienen allá a aquellos que
retienen la enseñanza de Balaam, quien enseñó a Balac a echar
un bloque de tropiezo delante de los hijos de Israel, a comer cosas
sacrificadas a ídolos y a cometer fornicación.”
Fornicación espiritual. También dice
que estaban los que practicaban la doctrina de los nicolaítas.
Verso 16: “¡Arrepiéntanse! Porque si no se arrepienten,
vendré a ustedes rápidamente…” es decir, Dios –o Cristo— los pondría en
ciertas situaciones para castigarlos y probarlos.
“…vendré a ustedes rápidamente, y haré guerra
contra ellos con la espada de Mi boca.” (verso 16). ¿No hemos vivido
situaciones de este tipo en el pasado? ¡Así es!
Verso 17: “…A aquel que venza Yo le daré el
derecho a comer del maná escondido; y le daré una piedra blanca, y
sobre la piedra escrito un nombre nuevo, el cual nadie sabe excepto aquel
que lo reciba.”
Tiatira
Hemos aprendido mucho de lo que John Guenther
hizo con la historia de los Valdenses, porque ésta es mucho más extensa y
profunda de lo que jamás nos imaginamos. ¿Recuerdan cuando HWA dijo que el
evangelio no había sido predicado en 1800 años? ¡Falso! El evangelio
nunca ha dejado de predicarse desde el tiempo de Cristo, ni dejará de
predicarse hasta su regreso.
Verso 19: “Conozco sus obras…”
Verso 20: “Pero tengo unas pocas cosas contra ustedes, porque
permiten a la mujer Jezabel…” Una partidaria del culto a
Baal. ¡Todo lo que hace la iglesia católica al igual que las otras hijas!
Todos los diferentes cultos a Baal.
“…enseñando y seduciendo a Mis
siervos a cometer fornicación y a comer cosas sacrificadas a
ídolos. (verso 20).
·
¿Acaso no llaman a la eucaristía el sacrificio de
la misa?
·
¿Qué es lo que rodea toda esa ceremonia? ¡Ídolos!
Lo que leemos aquí es una referencia de todos
aquellos que toman la eucaristía en la Iglesia católica. ¡Es lo que está
diciendo! Cristo le dio tiempo para que se arrepintiera, ¡pero no lo hizo!
Verso 22: “He aquí, Yo la echaré en una cama, y a aquellos
que cometen adulterio con ella a gran tribulación… [y ya viene] a menos que se
arrepientan de sus obras”
¡Incluso a los más
malos Dios les da tiempo para que se arrepientan!
Verso 23: “Y mataré a sus hijos
con muerte… [con la segunda muerte] …y todas las iglesias sabrán que Yo soy
Quien busca riñones y corazones…
¿Cómo hace Dios esto? Fuimos creados de tal
manera que él tiene la habilidad de entender lo que pensamos y cómo es nuestro
corazón en realidad. Por eso él dice que todos los secretos tanto de
hombres como mujeres serán descubiertos si no hay arrepentimiento.
“… y le daré a cada uno de
ustedes de acuerdo a sus obras.” (verso 23).
Verso 26: “Y a aquel que venza, y guarde Mis
obras hasta el fin, Yo le daré autoridad sobre las naciones, Y
él las pastoreará con vara de hierro…” (versos 26-27).
Sardis
Apocalipsis 3:1 “…Conozco sus obras, y que
tienen un nombre como si estuvieran vivos, pero están muertos.” ¡Como un
cadáver que tiene pulso!
Verso 2: “…fortalezcan las cosas que permanecen, las cuales están a
punto de morir. Porque no he encontrado sus obras completas delante de Dios.”
Verso 4: “Ustedes tienen unos pocos nombres aun
en Sardis que no han contaminado sus vestidos, y caminarán Conmigo de blanco
porque son dignos. Aquel que venza será vestido de prendas blancas; y no
borraré su nombre del libro de vida, sino confesaré su nombre delante de Mi
Padre y delante de Sus ángeles.” (versos 4-5).
Filadelfia
Esta parte la cubrimos en el sermón ¿Cuál es
la diferencia entre tentación y tribulación? Pero aquí la clave es: Guardar
fielmente la Palabra de Dios y buscar a Cristo ¡siempre!
Laodicea
Creo que también ya hemos hablado suficiente
acerca de ellos. La lección que tenemos de ellos es que si uno se conforma con
las cosas físicas y se olvida de las espirituales, seremos escupidos fuera de
la boca de Dios—de Cristo—y tendrá que haber un arrepentimiento muy pero muy
profundo.
Entonces, las siete iglesias representan las
siete semanas de la cosecha que nos lleva hacia Pentecostés; así que
Pentecostés es el día de la resurrección. Ahora, hay personas que dicen que
Trompetas es el día de la resurrección. Pero no lo es… ¡porque Trompetas es
una Fiesta de guerra, no de cosecha!
Hay personas que dicen que no puede saberse el
día ni la hora. ¡Y eso es absolutamente cierto! Pero si ustedes leen todas las
profecías del tiempo del fin en los libros de Isaías, Ezequiel, Joel, y los
demás… verán cómo el mundo se va a poner de cabeza de tal forma que sólo Dios
el Padre sabrá cuándo será ese último día de Pentecostés. La tierra, la luna, y
el espacio en nuestro sistema solar se alterarán tanto, que sólo Dios lo sabrá.
Y cuando les decimos esto a aquellos que creen
que Trompetas es el día, siempre nos preguntan: ¿cómo lo sabes? Y bueno,
nosotros podemos hacerles la misma pregunta, ¿Cómo saben que es trompetas?
Apocalipsis 4 comienza con otra cosa
completamente diferente a lo que estábamos leyendo. Juan ha sido la única
persona que ha visto el trono de Dios en visión. Isaías y Ezequiel vieron
algunos destellos, pero no como Juan. También es interesante notar que Ezequiel
era un sacerdote, Isaías fue un sacerdote, y Juan era uno de los descendientes
de Aarón. Así que él fue el único que recibió la visión. ¡Nadie más!
Ahora, recuerden que los sacerdotes sólo podían
entrar en el tabernáculo una vez al año en el día de Expiación. ¡Nada más! Aquí
estamos viendo que Dios sólo dejó a un hombre ver el atrio de su trono ¡en una
sola ocasión!
Y para todos los que creen que todos los que
mueren van al trono de Dios con un alma inmortal… aquí Juan no menciona
haberlos visto.
Apocalipsis 5:9: “Y
cantaban un canto nuevo, diciendo, ‘Digno eres Tú de tomar el libro, y abrir
sus sellos porque fuiste muerto, y nos redimiste para Dios con Tu propia
sangre, de toda tribu e idioma y gente y nación. Y nos hiciste a nuestro Dios
reyes y sacerdotes; y reinaremos en la tierra.’” (Versos 9-10).
Ese es el himno que vamos a cantar cuando seamos levantados en el
Día de Pentecostés.
Verso 11: “Y vi y oí las voces de muchos ángeles
alrededor del trono, y las voces de las criaturas vivientes
y de los ancianos, y miles de miles, diciendo con una fuerte
voz, ‘Digno de recibir poder, y riquezas, y sabiduría, y fuerza, y honor, y
gloria y bendición es el Cordero Quien fue muerto.’ Y toda criatura que está en
el cielo, y sobre la tierra, y bajo la tierra, y aquellos que están sobre el
mar, y todas las cosas en ellos, oí diciendo…” (Versos 11-13).
Ahora, no sé exactamente cómo va a ser todo esto, pero va a ser
algo fantástico que ocurrirá justo antes del fin.
“… ‘A Quien se sienta sobre el trono, y al
Cordero, sean bendición, y honor, y gloria, y soberanía en las eras de
eternidad.’ Y las cuatro criaturas vivientes dijeron, “Amén.” Y los
veinticuatro ancianos cayeron y adoraron a Quien vive en las
eras de eternidad.” (versos 13-14).
Luego Cristo abre los sellos, comenzando con los primeros cuatro
jinetes y hasta el sexto sello—el cual según la profecía viene justo antes de
Pentecostés. Si leen Oseas 5 y hasta el 6:3, verán que el pueblo de Israel
estará en cautiverio por dos años completos. En el tercer año, Dios comienza a
levantarlos. Esto ocurre justo después del sexto sello, por lo que éste debe
ocurrir en algún momento antes del penúltimo Pentecostés según la secuencia de
los eventos en el libro de apocalipsis.
Veamos qué sucede cuando abre el sexto sello.
Apocalipsis 6:12 “Y cuando abrió el sexto sello, miré, y he aquí,
hubo un gran terremoto; y el sol se volvió negro como el pelo de cilicio,
y la luna se volvió como sangre; Y las estrellas del cielo cayeron a la tierra,
como una higuera echa sus últimos higos cuando es sacudida por un viento
poderoso. Entonces el cielo se apartó como un rollo de papel
que está siendo enrollado, y toda montaña e isla fue sacada de su lugar.”
(versos 12-14).
Por eso es que nadie sabe el día ni la hora.
Verso 15: “Y los reyes de la tierra, y los grandes hombres, y los
hombres ricos, y los capitanes jefes, y los hombres poderosos, y todo siervo, y
todo hombre libre se escondió a sí mismo en las cuevas y en
las rocas de las montañas; Y decían a las montañas y a las rocas, ‘Caigan sobre
nosotros, y escóndanos del rostro de Quien se sienta en el
trono, y de la ira del Cordero’” (versos 15-16).
Así que primero dicen ‘es Dios’ pero luego atacan y luchan porque
Satanás los hará creer que son alienígenas del espacio exterior.
Verso 17: “Porque el
gran día de Su ira ha venido, y ¿Quién tiene el poder de estar de pie?”
Apocalipsis 17 habla sobre la cosecha de los 50 días. Estos son
los trabajadores que llegaron a trabajar a la onceava hora en la parábola de la
viña—los que también recibieron una moneda de plata, que es una tipificación de
la vida eterna.
Estos 144,000 son de los hijos de Israel, y una gran multitud
innumerable de todas los pueblos, lenguas y tribus de la tierra. Ellos van a
estar en la resurrección. Esta tiene que ser la última cosecha de Dios, ¡El día
50!
Ahora veamos la secuencia de los eventos. El templo va a ser
construido en el lugar correcto una vez que lo descubran, aunque eso no va a
suceder hasta que Dios quiera. Dios va a llamar al Sumo sacerdote del Templo y
a gobernador de Judea justo antes de que comience la Gran Tribulación (según lo
que dice en Zacarías 3 & 4). ¡Ellos van a ser los dos testigos! No
va a ser nadie de la Iglesia. El que piense que los dos testigos van a salir de
la iglesia no está entendiendo la Verdad de la profecía.
El templo es construido y los dos testigos entran en escena y
profetizan y traen plagas durante 1,260 días.
Apocalipsis 11:3 “Y daré poder a Mis dos
testigos, y ellos profetizarán mil doscientos sesenta días, vestidos de
cilicio. Estos son los dos árboles de olivo, y los dos
candeleros que están de pie delante del Dios de la tierra… [En Zacarías 3 &
4] Y si cualquiera intenta hacerles daño, fuego saldrá de sus bocas y
devorará a sus enemigos…” (Versos 3-5).
¡Va a ser asombroso! Y el mundo entero lo va a ver.
“…Porque si cualquiera intenta hacerles daño, él debe ser muerto
en esta manera. Estos tienen autoridad para cerrar el cielo
para que ninguna lluvia pueda caer en los días de su profecía; y
tienen autoridad sobre las aguas, para convertirlas en sangre, y para herir la
tierra con toda plaga, tan a menudo como deseen.” (versos 5-6).
¡El mundo los va a ver! Pero al parecer, van a ser derrotados…
Verso 7: “Y cuando hayan completado su testimonio, la bestia que
asciende del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá, y los matará. Y
sus cuerpos estarán echados en la calle de la gran
ciudad, la cual espiritualmente es llamada Sodoma y Egipto, donde también
nuestro Señor fue crucificado… [Jerusalén] …Entonces aquellos de los pueblos y
tribus e idiomas y naciones verán sus cuerpos tres días y medio, porque no
permitirán que sus cuerpos sean puestos en tumbas. Y aquellos que viven en la
tierra se alegrarán sobre ellos, y harán fiesta, y se enviarán
regalos el uno al otro, porque estos dos profetas habían atormentado a aquellos
que viven en la tierra.” (versos 7-10).
Y ¿Cómo va a poder la gente ver estos eventos? ¡Con sus
smartphones! ¡Todos lo van a ver! Satanás va a hacer creer al mundo que se
deshicieron de ellos. Van a decir, ‘¡Vencimos a los que nos atormentaban!’ Pero
Dios les tiene una sorpresa.
Verso 11: Entonces después de los tres días y medio, el espíritu
de vida de Dios entró en ellos y se pararon sobre sus pies; y gran temor cayó
sobre aquellos que estaban mirándolos. Y ellos escucharon una gran voz desde el
cielo, decir, ‘¡Vengan acá arriba!’ Y ascendieron al cielo en una nube; y sus
enemigos los vieron subir. Y en esa hora hubo un gran terremoto, y
la décima parte de la ciudad cayó; y siete mil hombres fueron muertos en el
terremoto. Y el resto fue lleno de temor, y dieron gloria al Dios del cielo. El
segundo Ay pasó. He aquí, el tercer Ay viene inmediatamente. Entonces el
séptimo ángel tocó su trompeta; y hubo grandes voces en el
cielo diciendo, ‘Los reinos de este mundo han llegado a ser los
reinos de nuestro Señor y Su Cristo, y Él reinará en los siglos de
eternidad’” (Versos 11-15).
Justo frente a sus ojos; los dos testigos serán resucitados de
entre los muertos, literalmente ¡los últimos serán los primeros!
Ahora, veamos lo referente a la resurrección; Apocalipsis 14:16: “Y Quien estaba sentado sobre la nube empujó Su
hoz sobre la tierra, y la tierra fue cosechada.” ¡Una cosecha! Esto no
podría ser posible si fuera cierto que las almas van al cielo cuando la gente
muere.
Versos 17-18: “Entonces
otro ángel, quien también tenía una hoz afilada, salió del templo que está en el cielo. Y del altar vino otro ángel, quien tenía autoridad sobre el fuego;
y llamó con un fuerte grito a aquel que tenía la hoz afilada, diciendo, “Empuja
tu hoz afilada, y reúne los racimos de la tierra, porque sus uvas están
completamente maduras.”
Dos cosechas: una de los justos, y luego aquellos para la Batalla
de Armagedón los cuales son las uvas.
Veremos cómo será el convertirnos en seres espirituales, pero
primero vayamos a Apocalipsis 15:1-2: “Luego vi otra señal en el cielo, grande y
sorprendente: siete ángeles teniendo las últimas siete plagas, porque en ellas
la ira de Dios es colmada. Y vi un mar de vidrio mezclado con
fuego…”
“…y aquellos que habían obtenido la victoria
sobre la bestia, y sobre su imagen, y sobre su marca, y sobre
el número de su nombre, de pie sobre el mar de vidrio,
teniendo las liras de Dios. Y
estaban cantando la canción de Moisés, el siervo de Dios, y la
canción del Cordero, diciendo, ‘Grandes y asombrosas son Tus
obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son Tus
caminos, Rey de los santos. ¿Quién
no Te temerá, Oh Señor, y glorificará Tu nombre? Porque solo Tú eres santo;
y todas las naciones vendrán y adorarán delante de Ti, porque Tus juicios han
sido revelados.’” (Versos 2-4). ¡Ahí está el Mar de Vidrio!
Estarán todos aquellos que han logrado vencer a lo largo de la
historia. Es algo tremendo lo que Dios está haciendo; se está preparando para
tomar el poder del mundo entero. Dios traerá Su gobierno y todos aquellos que
formen parte de Su Reino serán resucitados de los muertos pues tienen que ser
seres espirituales. ¡La última parte de Filipenses dice que nuestros cuerpos
serán cambiados para que sean como Su cuerpo glorioso!
¿Cómo será el convertirnos en hijos e hijas de Dios? Analicemos
algunos aspectos de Dios:
·
Él vive en el cielo
·
Él tiene un lugar preparado para nosotros
·
Él tiene una gloria fantástica
Isaías 57:15: “Porque así dice el alto y
sublime Quien habita eternidad…” ¿Cómo será esto?
Habremos dejado atrás todo lo relacionado con este cuerpo físico;
leímos además que somos obra Suya, así que tendremos un nuevo cuerpo el cual
será espiritual. Y no estaremos habitando solamente la tierra; ¡estaremos
habitando la eternidad con Dios!
La Biblia nos dice que podemos encontrar de un tema ‘un poco aquí,
un poco allá,’ así que vayamos al libro de Salmos para leer más acerca de esto.
Salmos 93:1: “El SEÑOR
reina; Él está vestido con majestad…” ¿Cómo será el estar vestidos con majestad
una vez que seamos seres espirituales?
“…el SEÑOR está vestido con fuerza. Él se vistió
a Si mismo y el mundo también está establecido; no será movido… [Esto se
cumplirá en el Milenio]… Tu trono está establecido desde la antigüedad;
Tú eres desde la eternidad.” (Versos 1-2). Nosotros
entraremos a esa dimensión de lo eterno; podremos habitar la eternidad.
Salmos 90:2: “Antes de que las montañas fueran
creadas, o Tú hubieras formado la tierra y el mundo, incluso desde la eternidad
hasta la eternidad Tú eres Dios.”
¡Miren a su alrededor! Muchos de nosotros ya somos
viejos, todos estamos envejeciendo. Pero eso está bien; necesitamos un cuerpo
nuevo, ¡y se nos dará uno!
·
Uno que no se dañe
·
Uno que no se volverá viejo
¡Podremos habitar desde
la eternidad hasta la eternidad!
Salmos 145:12: “Para
hacer conocidas a los hijos de hombres Tus obras poderosas, y la majestad
gloriosa de Tu reino… [¿Se imaginan cómo será esto?]… Tu reino es un reino perpetuo, y Tu dominio perdura a través de
todas las generaciones.” (Versos 12-13).
Una vez ahí no seguirán formándose más generaciones, pero las que
estén serán para siempre y perpetuas.
Jeremías 31:3: “El SEÑOR se
me ha aparecido desde lejos, diciendo, “Sí, Yo te he amado
con amor eterno, por tanto con misericordia te he atraído.””
Me gustaría hacer aquí un comentario aparte: Dios
nunca dice que Su amor sea incondicional. ¡Su amor es muy condicional!
Si no amamos a Dios y guardamos Sus mandamientos entonces no
estaremos ahí.
Salmos 112:1: “¡Alaben al SEÑOR! Bendito es
el hombre que teme al SEÑOR, quien se deleita grandemente en Sus mandamientos.”
¡Eso es lo que nosotros necesitamos hacer!
·
En Sus mandamientos
·
En Su amor
·
En Su Verdad
·
En Su misericordia
·
En Su gracia
·
En Su justicia
Versos 2-3: “Su semilla será poderosa sobre la tierra; la
generación del recto será bendita. Bienes y riquezas habrá en su casa, y su
justicia permanece para siempre.” Pensemos en esto; ¡nosotros compartiremos las
riquezas del Reino de Dios como coherederos con Cristo!
Recuerden que cuando seamos resucitados seremos llevados al Mar de
Vidrio; estaremos ahí desde Pentecostés hasta Trompetas. Hay muchas cosas que
tendremos que aprender mientras estemos ahí. Porque al ser resucitados, no
puede haber confusión mientras todos se preguntan qué es lo que hay que hacer.
¡Por eso Dios nos tiene que organizar! Estaremos ahí juntos con un mismo
idioma. ¡Será algo fantástico!
Verso 4: “Para el recto resplandece luz en la oscuridad… [La
resurrección]… es graciable y lleno de compasión y justicia.” ¡Qué tremendo!
Todas estas promesas dependen de lo que nosotros elijamos hacer.
Depende de cuánto nos sometamos a Dios para que podamos crecer en Gracia y
conocimiento, y para que realmente podamos ser profundamente convertidos con el
Espíritu de Dios.
Juan 3:15-16: “Para que todo quien crea en
Él pueda no perecer, sino pueda tener vida eterna. Porque Dios amó tanto al mundo… [Con Su gran amor con el cual nos
amó]… que dio Su único Hijo engendrado… [Esta es la trama de la Biblia entera,
desde Génesis hasta Apocalipsis]… para que todo el que crea… [Creer tan
profundamente que uno obedezca]… en Él pueda no perecer, sino pueda tener vida
eterna.”
Juan 17 es en realidad la ‘oración del Señor’ la cual Jesús tuvo
que revelar a Juan después, ya que Juan no se encontraba ahí en el jardín de
Getsemaní tomando notas para registrarla cuando Cristo oró al Padre justo antes
de ser arrestado. Es en esa oración que se resume el Plan de Dios. Veamos lo
que dice:
Juan 17:1-2: “Jesús habló estas palabras,
y levantó Sus ojos al cielo y dijo, “Padre, la hora ha llegado; glorifica a Tu
propio Hijo, para que Tu Hijo también pueda glorificarte; ya que le has dado autoridad sobre toda carne… [Presten atención a
esto; Él le ha dado todo juicio a Cristo]… para que pueda dar vida eterna a
todos aquellos que le has dado.” ¡Dios es Quien nos ha traído a Cristo para
que seamos de Él!
Versos 3-4: “Porque esto es vida eterna, que ellos puedan
conocerte, el único verdadero Dios, y a Jesucristo, a Quien Tú enviaste. Te he glorificado en la tierra. He acabado la obra que Me diste
para hacer.” ¡Se refiere a la parte de predicar el Evangelio!
Luego, se completó parte de la obra cuando Él expiró el día que
fue crucificado. Luego, se completó otra parte de la obra con Su resurrección y
el comienzo de la Iglesia, lo cual se relata en Hechos 2.
Versos 5-6: “Y ahora, Padre, glorifícame con Tu propio ser, con la
gloria que tuve Contigo antes que el mundo existiera. He manifestado Tu nombre a los hombres que Me has dado del mundo.
Ellos eran Tuyos, y Me los has dado, y han guardado Tu Palabra.”
Esto nos dice que si guardamos la Palabra de Dios, la cual viene
del Padre, estaremos ahí con Cristo.
Versos 7-8: “Ahora ellos han conocido que todas las cosas que Me
has dado son de Ti. Porque
les he dado las palabras que Me diste…” Esto es interesante porque Jesús dijo:
‘Yo no hago nada por Mí mismo, sino que así como el Padre me enseñó; como Él me
ordenó, esas cosas hago.’
“… las han recibido; y verdaderamente han
conocido que vine de Ti; y han creído que Me enviaste.” (Verso 8). Esta
oración es por todos nosotros, y veremos que Él reitera estas cosas más
adelante.
Versos 9-11: “Estoy orando por ellos; no estoy orando por el
mundo… [¿Por qué? ¡Porque ahora no es el tiempo para salvar al mundo!]…
sino por aquellos que Me has dado, porque son Tuyos. Todos los Míos son Tuyos, y todos los Tuyos son Míos;
y he sido glorificado en ellos. Y ya
no estoy más en el mundo, pero éstos están en el mundo, y Yo vengo a Ti. Padre
Santo, guárdalos en Tú nombre… [El cual es el Padre]… aquellos que Me has
dado, para que puedan ser uno, así como Nosotros somos uno.” ¡Este
es todo el plan de Dios!
Versos 12-15: “Cuando estaba con ellos en el mundo, Yo los guardé
en Tu nombre. Protegí aquellos que Me has dado, y ninguno de ellos ha muerto
excepto el hijo de perdición, para que las escrituras pudieran ser cumplidas. Pero ahora vengo a Ti; y estas cosas estoy hablando mientras
aún en el mundo, para que puedan tener Mi gozo cumplido en ellos. Les he dado Tus palabras, y el mundo los ha odiado porque no son
del mundo, así como Yo no soy del mundo. No oro que los saques del mundo, sino que los guardes del maligno.”
Versos 16-20: “No son del mundo, así como Yo no soy del mundo. Santifícalos en Tu verdad… [Hacer Santos en la Verdad de Dios; las palabras de Dios, pues
Jesús dijo que son espíritu y vida]… Tu Palabra es la verdad. Así como Me enviaste al mundo, Yo también los he enviado al mundo. Y por amor a ellos Me santifico a Mí mismo, para que ellos también
puedan ser santificados en Tu verdad. No oro por éstos solamente, sino también por aquellos que creerán
en Mí a través de su palabra.” ¡Esos somos nosotros!
Cristo ora por nosotros, además de que nosotros oramos a Él y Él
responde nuestras oraciones. ¡Cuán maravilloso es esto ciertamente!
Verso 21: “Que todos ellos puedan ser uno; así como Tú,
Padre, estás en Mí, y Yo en Ti; que ellos también puedan
ser uno en Nosotros, para que el mundo pueda creer que Tú sí Me enviaste.” Pensemos en la importancia de todo esto sabiendo que Pentecostés
representa la Resurrección.
Verso 22: “Y Yo les he dado la gloria que Me diste, para que
puedan ser uno, en la misma forma que Nosotros somos uno.” ¡Ni
siquiera puedo imaginar cuán grandioso será esto! Este es todo el plan de
Dios.
Versos 23-24: “Yo en ellos, y Tú en
Mí, para que puedan ser perfeccionados en uno…
[La obra del Padre]… y que el mundo pueda saber que Tú sí Me enviaste, y que
los has amado como Me has amado. Padre,
deseo que aquellos que Me has dado, también puedan estar Conmigo donde Yo esté…”— ¡En el Reino de Dios! Y eso comienza sobre el Mar de
Vidrio en el día de la resurrección.
Versos 24-26: “…para que puedan ver Mi gloria, la
cual Me has dado; porque Me amaste antes de la fundación
del mundo. Padre justo, el mundo no Te ha conocido;
pero Yo Te he conocido, y éstos han sabido que Tú sí Me enviaste. Y les he hecho conocer Tu nombre, y lo haré
conocido; para que el amor con el cual Me has amado esté en ellos, y Yo en
ellos.”
¡Ese es el significado completo de la
Fiesta de Pentecostés!
Referencias Bíblicas:
1)
Levítico 23:18-21
2)
Deuteronomio 5:29
3)
Deuteronomio 6:1-7
4)
Lucas 4:16-22
5)
Hechos 2:1-13, 34-40
6)
Apocalipsis 1:1-5
7)
Efesios 2:1-5, 7-10
8)
Apocalipsis 1:6, 8-20
9)
Apocalipsis 2:2, 7, 9-11, 14, 16-17, 19-20, 22-23, 26-27
10)
Apocalipsis 3:1-2, 4-5
11)
Apocalipsis 5:9-14
12)
Apocalipsis 6:12-17
13)
Apocalipsis 11:3-15
14)
Apocalipsis 14:16-18
15)
Apocalipsis 15:1-4
16)
Isaías 57:15
17)
Salmos 93:1-2
18)
Salmos 90:2
19)
Salmos 145:12-13
20)
Jeremías 31:3
21)
Salmos 112:1-4
22)
Juan 3:15-16
23)
Juan 17:1-26
Escrituras referenciadas pero no citadas textualmente:
• Mateo 13
• Éxodo 20
• Isaías 61
• Efesios 1
• Hebreos 4
• Mateo 22
• Apocalipsis 4
• Oseas 5 a 6: 1-3
• Apocalipsis 7
• Zacarías 3; 4
También referenciado:
Sermón: “Calendar May: Exodus 12: Passover Timeline” (www.truthofGod.org)
Sermón: “¿Cuál es la diferencia entre tentación y tribulación?”