Restaurando el Cristianismo Original—para hoy!
Iglesia de Dios Cristiana y Bíblica
P.O.
Box 1442
Hollister,
California 95024-1442
(831)-637-1875
iglesiadedioscristianaybiblica.org
cbcg.org
Fred R. Coulter
Ministro
Carta
para Septiembre y Octubre
Septiembre
27, 2011
Queridos
Hermanos,
Dado
el tiempo de los Días Santos y la Fiesta de Tabernáculos este año, estamos combinando
las cartas de Septiembre y Octubre en una sola. Mientras la mayoría de los
hermanos estarán atendiendo uno de nuestros 15 sitios de fiesta, algunos—por la
edad, salud u otras circunstancias—no serán capaces de atender. Por eso es que
en nuestro ultimo envío enviamos todos los mensajes para los Días Santos y
Fiestas de este año—para que aquellos que deban permanecer en casa no pierdan esto.
En verdad, Dios desea que todos guardemos Sus muy importantes Fiestas. Mas aun,
todos nuestros mensajes de las Fiestas estarán disponibles en nuestro sitio web
iglesiadedioscristianaybiblica.org, donde pueden ser descargados en cualquier
momento en formato de audio y texto.
Con agradecimiento especial a Roy Assanti, nuestro gerente
de oficina en Australia, estamos incluyendo en este envío el folleto de la
conferencia de Ancianos y hombres lideres del 2011, mantenida a finales de Mayo.
Nos tomó mas de lo que anticipamos compilar todo esto en su forma final y
haberlo impreso. Esperamos que disfrute viendo a todos quienes atendieron, así
como leyendo todos los excelentes consejos de salud presentados por Roger
Kendall, nuestro Anciano en Vermont y la región noreste.
La
importancia de los Tiempos Señalados de Dios
Como
vemos el continuo alboroto en el mundo, ansiosamente miramos las venideras
Fiestas y Días Santos de Dios. Recuerde, estos son los “tiempo señalados” o las
“fiestas señaladas” del Señor (Levítico 23). Estos tiempos señalados—el Sábado
semanal, Días Santos y Fiestas—son tiempos santos. Dios diseñó estos tiempos
usando los cielos, la tierra y la luna: “Y Dios dijo,
“Hayan luces en el firmamento de los cielos para dividir entre el día y la noche,
y sean por señales, y por temporadas designadas [literalmente,
tiempos señalados], y por días y años; y sean por luces en el firmamento de los cielos y den luz a
la tierra.” Y fue así.” (Génesis 1:14-15). Así entonces, los “tiempos señalados”
de Dios son permanentes.
Dado
que Dios creó estos “tiempos señalados,” ellos le pertenecen a Él. Esto
significa que Él no creó estos días solamente para los Israelitas y judíos,
como los religiosos afirman a menudo. En vez, Él los creó para toda la
humanidad. Por esto es que Jesús declaró que Él era el “Señor del Sábado.” Al
decir esto, Jesús también estaba declarando que Él es el Señor de Sus “tiempos
señalados.”
Esta
declaración es importante porque Jesucristo, como el Señor Dios del Antiguo Testamento,
fue Uno de los Que crearon el día Sábado y los “tiempos señalados”—y los santificó,
bendijo y los hizo santos (Génesis 2:2-3; Levíticos 23). Jesús hizo inequívocamente
claro que Él no vino a abolir la Ley o los Profetas: “No piensen que
he venido a abolir la Ley o los Profetas; no vine a abolir, sino a cumplir.
Porque verdaderamente les digo, hasta que el cielo y la tierra pasen, una jota
o una tilde en ninguna forma pasará de la Ley hasta que todo haya sido
cumplido. Por tanto, cualquiera que rompa uno de estos mandamientos menores,
y enseñe a los hombres así, será llamado menor en el reino del cielo; pero
cualquiera que los practique y enseñe, éste será llamado grande en el
reino del cielo.” (Mateo 5:17-19).
Note
cuan grandes son las leyes y mandamientos de Dios, y como ellas son bendiciones
maravillosas para nosotros: “La ley del SEÑOR es perfecta, restaurando el
alma; el testimonio del SEÑOR es seguro, haciendo sabio al simple. Los
preceptos del SEÑOR son rectos, regocijando el corazón; los mandamientos
del SEÑOR son puros, iluminando los ojos. El temor del SEÑOR es
limpio, perdurando por siempre; los juicios del SEÑOR son verdaderos y
justos juntamente, más para ser deseados que el oro,
si, mucho oro fino; mas dulces también que la miel y el panal. Mas aún por ellos
Tu siervo es advertido; en guardarlos hay gran recompensa. ¿Quien puede
entender sus errores? Oh, límpiame de mis faltas secretas; y mantén
atrás a Tu siervo también de pecados pretenciosos; no les permitas gobernar sobre mí; entonces seré
sin culpa, y seré inocente de gran transgresión. Las palabras de mi boca
y la meditación de mi corazón sean aceptables a Tu vista, Oh SEÑOR, mi Roca y
mi Salvador.””
(Salmo 19:7-14).
Piense
acerca de esto: ¿Por qué alguien creería y enseñaría que Jesús vino a abolir
una ley perfecta y santa? Recuerde, Jesús era el Señor Dios manifestado en la
carne. Como Creador, Él dio Sus leyes y mandamientos a la humanidad al
comienzo. Después del diluvio, Él se los dio a Abraham, Isaac y Jacob. Luego, Dios
rescató a los hijos de Israel de la esclavitud de Egipto, y les dio Sus leyes y
mandamientos a través de Moisés—y les dio la Tierra Prometida. Las siguientes
descripciones—encontradas a través de la Biblia—revelan igualmente el carácter
de ambos Jesucristo y Dios el Padre:
·
Dios es
recto. Su camino es recto.
·
Dios es
perfecto. Su camino es perfecto. Su Ley es perfecta.
·
Dios es
el verdadero Dios. Sus mandamientos son verdaderos. Su Ley es verdad. Su Palabra
es verdad.
·
Dios es
amor. Dios ama al mundo.
Dios
dio Sus leyes y mandamientos porque Él nos ama. Por esto es que el apóstol Juan
escribió: “Porque este es el amor de Dios: que
guardemos Sus mandamientos; y Sus mandamientos no son pesados.” (I Juan
5:3).
Dado que estas declaraciones son verdaderas, ¿por qué
alguien creería y enseñaría que Jesús vino a “eliminar” la Ley de Dios y el
testimonio de los profetas? O, poniéndolo de otra forma, ¿es Jesucristo el
ministro de pecado e ilegalidad? ABSOLUTAMENTE NO! Mas aun, es imposible para
cualquier hombre abolir la Ley y los Profetas porque ningún hombre tiene el poder
de hacer que los cielos y la tierra pasen.
Así entonces, ningún hombre—sin importar cuan importante
pueda ser para sí mismo o para otras personas—tiene autoridad de Dios para
proclamar que Dios ha abolido Sus Fiestas como son ordenadas en la Ley. Es
imposible! El cielo y la tierra están aun aquí! Para estar seguro, Dios no
reconoce las enseñanzas religiosas presuntuosas de los “eruditos” que rechazan
Su Sábado y “tiempos señalados”—que proclaman en su lugar, los festivos ocultos
de este mundo: domingo, halloween, navidad, años nuevos, cuaresma y easter—ciegamente
llamándolos “Cristianos.”
Las Escrituras revelan que tales días falsificados—con
todos sus mitos y fabulas—no se originaron solo en la mente de hombres. Ellos
son, de hecho, las convocaciones impías de Satanás el diablo—el dios de
este mundo (II Corintios 4:4). Esos son los impíos “tiempos señalados” de Satanás.” Mientras
reconocemos los frutos de los caminos de la humanidad, no hay duda que Satanás
ha engañado casi al mundo entero y cegado a la humanidad a la Verdad de la
Palabra de Dios y el Evangelio de Jesucristo (Apocalipsis 12:9). Por esto es
que el Nuevo Testamento llama al camino de Satanás el “Misterio de Ilegalidad”
(II Tesalonicenses. 2:7) y el “espíritu de engaño” (I Juan 4:6).
Juan
escribió: “Sabemos que somos de Dios, y que
el mundo entero se encuentra en poder del maligno. Y sabemos
que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado un entendimiento, para que podamos
conocerlo a Él Quien es verdad; y estamos en Él Quien es verdad, y
en su Hijo, Jesucristo. Él es el verdadero Dios, y la vida eterna.” (I Juan
5:19-20).
¿Cómo
ve Dios el camino del “mundo cristiano” que ha rechazado Sus “tiempos señalados”
y abrazado los festivos impíos, clamando que ellos son ordenados por Dios? “Pero al malvado Dios dice, “¿Qué derecho tienes para
declarar Mis estatutos, y tomar Mi pacto en tu boca [clamando creer la
Palabra de Dios, pero rechazando su autoridad]? Sí, odias
ser enseñado, y echas Mis palabras tras de ti.” (Salmo 50:16-17). Como
resultado, llegan a creer que su camino es bueno y que el camino de Dios es
malo, como Isaías escribió: “¡Ay de aquellos
que llaman al mal bien y al bien mal; que ponen oscuridad por
luz y luz por oscuridad; que ponen lo amargo por dulce y lo dulce
por amargo! ¡Ay de aquellos que son sabios
en sus propios ojos, y prudentes en su propia vista! ¡Ay de aquellos que son poderosos para beber vino, y hombres
de fuerza para mezclar bebida fuerte [la fuerte bebida espiritual de Babilonia la
Grande—Apocalipsis 17:1-5]: Quienes justifican al malo por un soborno, y quitan la
justicia del justo de él! Por tanto como el fuego devora el rastrojo, y la
llama quema la paja; su raíz será como podredumbre, y sus flores subirán como
polvo porque han desechado la ley del SEÑOR de los ejércitos, y
despreciado la Palabra del Santo de Israel.” (Isaías 5:20-24).
El
“cristianismo” moderno nunca reconoce los “tiempos señalados” de Dios—Su Sábado,
Días Santos y Fiestas—o Su plan profético. Sin embargo el plan de Dios esta oculto
a plena vista justo en la Biblia! Mientras profesan creer y aceptar a Jesús
como Salvador, su desobediencia a la Palabra de Dios los ha dejado ciegos e
incapaces de entender. Note lo que Isaías escribe: “¡Estén
aturdidos y asombrados! ¡Cieguen sus ojos y sean ciegos! Ellos están borrachos,
pero no con vino; tambalean, pero no por bebida fuerte, porque el
SEÑOR ha derramado sobre ustedes el espíritu de sueño profundo, y ha cerrado
sus ojos; Él ha cubierto a los profetas y sus gobernantes, y a
los videntes. Y la visión de todos ha llegado a ser para ustedes como las
palabras de un libro que esta sellado, el cual ellos dan a uno que es
aprendido diciendo, “Por favor lee esto,” y él dice, “No puedo, porque está
sellado.” Y el libro es entregado a quien no es aprendido, diciendo, “Por favor
lee esto,” y él dice, “No soy aprendido.” Y el SEÑOR dijo, “Porque este
pueblo se acerca a Mí con sus bocas, y con sus labios Me honran, pero su
adoración de Mí es conforme a las tradiciones de hombres aprendidas por rutina,
y su temor hacia Mi es enseñado por los mandamientos de hombres; Por tanto,
he aquí, procederé a hacer de nuevo una obra estupenda entre este pueblo, incluso
una obra estupenda y una maravilla, porque la sabiduría de sus sabios morirá, y
la sabiduría de sus inteligentes desaparecerá.” ” (Isaías 29:9-14).
Los
Tiempos Señalados de Dios revelan las profecías de Su Plan
Cuando
verdaderamente dejamos que la Biblia interprete a la Biblia, encontramos que el
Sábado de Dios, los Días Santos y Fiestas son la estructura profética que
Dios el Padre y Jesucristo usan para llevar a cabo Su plan de salvación para la
humanidad. En las Escrituras, Dios no revela todo aspecto del significado de
estos días en un solo lugar. En vez, Dios los revela en varios lugares en Su
Palabra, como Él dijo: ““¿A
quien Él le enseñará conocimiento? Y ¿A quien Él hará entender doctrina? A
aquellos
que son destetados de la leche y retirados del pecho, porque el precepto debe ser sobre el precepto,
precepto sobre precepto; línea sobre línea, línea sobre línea; aquí un poquito,
allá un poquito;”” (Isaías 28:9-10). Por esto es que debemos
“dividir correctamente la Palabra de Verdad” (II Timoteo 2:15), lo cual haremos
si amamos a Dios y guardamos Sus mandamientos como dijo Jesús.
Entender
los Días Santos de Dios comienza por aplicar el principio bíblico: “…lo espiritual no fue primero,
sino lo natural [físico]—luego
lo espiritual.” (I Corintios 15:46). Así, para los hijos de Israel, Dios
centró el significado de esos días anualmente alrededor de las tres épocas de
cosechas físicas. Sin embargo, el Nuevo Testamento revela el significado
espiritual detrás de las épocas de cosecha. Este es el significado
espiritual que representa el perfil del Plan de Dios, el cual refleja Su voluntad
para la humanidad.
Importantemente,
el significado espiritual del los “tiempos señalados” de Dios es revelado
solamente por el Espíritu Santo—no por intelecto humano! Note lo que escribió
el apóstol Pablo: “Mas bien, hablamos la
sabiduría de Dios en un misterio, incluso la sabiduría escondida
que Dios pre-ordenó antes de los siglos hacia nuestra gloria La cual ninguno de los gobernadores de este mundo ha
conocido (porque si hubieran sabido, no habrían crucificado al Señor de
gloria); pero de acuerdo a como está escrito, “El ojo no ha visto, ni
el oído ha oído, ni han entrado al corazón del hombre, las
cosas que Dios ha preparado para aquellos que lo aman.” Pero Dios nos las
ha revelado por Su Espíritu, porque el
Espíritu examina todas las cosas—incluso las cosas profundas de Dios. Porque ¿Quién entre los hombres entiende las cosas del
hombre excepto por el espíritu del hombre el cual está en
él? En la misma manera también, nadie entiende las cosas de Dios excepto por
el Espíritu de Dios. Entonces no hemos recibido el espíritu del mundo, sino
el Espíritu que es de Dios, para que pudiéramos saber las cosas
graciablemente dadas a nosotros por Dios, tales cosas también hablamos, no en palabras enseñadas
por sabiduría humana, sino en palabras enseñadas por el Espíritu
Santo para comunicar cosas espirituales por medios espirituales.
Pero el hombre natural
no recibe las cosas del Espíritu de Dios; porque son tonterías para él, y no
puede entenderlas porque son discernidas espiritualmente.” (I Corintios
2:7-14).
En
nuestro libro El Plan de Dios para la humanidad revelado por Su Sábado y Días
Santos, el plan espiritual de Dios—oculto a plena vista en las
Escrituras—es explicado totalmente. (Si no tiene este libro, escribanos y
le enviaremos una copia sin costo alguno.)
Guardar el
Sábado de Dios es también una señal que conocemos a Dios: Nuestra fiel
observancia del Sábado semanal y Días Santos (los cuales son Sábados anuales)
constituye la señal que dio Dios para mostrar que le pertenecemos a Él:
““Habla
también a los hijos de Israel, diciendo, ‘Verdaderamente ustedes guardarán
Mis Reposos [semanales y anuales], porque esto es una señal entre ustedes y Yo a
través de sus generaciones para que sepan que Yo soy el SEÑOR Quien los
santifica…
Por
tanto los hijos de Israel guardarán el Sábado, para observar el Sábado a través
de sus generaciones como un pacto perpetuo. Esta es una señal entre
los hijos de Israel y Yo para siempre [la Iglesia es el Israel espiritual]; porque en seis
días el SEÑOR hizo los cielos y la tierra y en el séptimo día descansó, y fue
refrescado.’ ”
” (Éxodo 31:13, 16-17).
Dado que guardar
el Sábado es un pacto perpetuo, es evidente que Dios tuvo la intención
que Sus Sábados sean guardados hoy por la Iglesia. Por esto Jesús—Quien fue el Señor
Dios del Antiguo Testamento, “Dios manifestado en la carne”—proclamó que Él es
(tiempo presente) Señor del Sábado. Cuando fue confrontado por los fariseos, Jesús
hizo este hecho absolutamente claro: “Y les dijo, “El
Sábado fue hecho para el hombre [no solamente para los judíos, sino
para toda la humanidad; vea Isaías 56:4-7; 58:13-14],
y no el hombre para el Sábado; por tanto, el Hijo de hombre es Señor
incluso del Sábado.” (Marcos 2:27-28).
Dado
que el mundo no le cree realmente a Dios, no están deseosos de obedecer la “voz
de Dios.” Ellos no tienen “fe para obediencia” para guardar Sus Sábados y Días
Santos. Mientras pueden profesar un amor de Dios y tienen alguno
conocimiento de la Biblia, no tienen el verdadero amor espiritual—hecho posible
por el Espíritu Santo—necesario para obedecer los caminos de Dios. Note: “Si Me aman, guarden los mandamientos—a saber, Mis mandamientos. Y Yo pediré al Padre, y Él les dará otro Consolador, para
que eso pueda estar con ustedes a través de los siglos: El Espíritu de la verdad,
el cual el mundo no puede recibir porque no lo percibe, ni lo conoce;
pero ustedes lo conocen porque vive con ustedes, y estará dentro de ustedes.…
En aquel día, ustedes sabrán que Yo estoy en Mi
Padre, y ustedes están en Mí, y Yo estoy en ustedes. Aquel que tiene Mis
mandamientos, y los está guardando, ese es quien Me ama; y quien Me ama será
amado por Mi Padre, y Yo lo amaré, y Me manifestaré Yo mismo a él.” Judas (no Iscariote) le dijo, “Señor, ¿Qué ha pasado que
estas a punto de manifestarte a nosotros, y no al mundo?” Jesús respondió y le
dijo, “Si alguno Me ama, guardará Mi palabra; y Mi Padre le amará, y
Nosotros vendremos a él, y haremos Nuestra morada con él. Aquel que no Me
ama, no guarda Mis palabras; y la palabra que ustedes escuchan no es Mía,
sino del Padre, Quien Me envió. ” (Juan 14:15-17, 20-24).
La mayoría de los “cristianos profesantes” tienen celo
por Dios, pero no de acuerdo al conocimiento correcto (Romano 10:2). Así
entonces, no guardan las palabras de Jesús, las cuales en realidad son las palabras
que Dios el padre Le dio a hablar. Mientras condenan a aquellos que guardan las
leyes y mandamientos de Dios en cuanto a intentar ganar la salvación a través
de obras, van estableciendo su “propia justicia” a través de sus obras
que no están en las escrituras (verso 3)—tales como guardar el domingo y los
festivos paganos de este mundo. Creen que son justos delante de Dios mientras colocan
a un lado la verdadera justicia que viene de seguir el camino de Dios—el
cual incluye seguir Sus “tiempos señalados.”
Entendimiento sería dado a
los verdaderos discípulos de Jesús: Cuando Jesús explicó la Parábola del
sembrador a Sus discípulos, Él dijo que la mayoría de la gente no sería capaz
de entender el plan de salvación de Dios, el cual Él llamó los “Misterios del
Reino de Dios.” Tal conocimiento solo sería revelado a Sus verdaderos siervos y
discípulos. Note la explicación de Jesús: “Y Sus
discípulos vinieron a Él y preguntaron, “¿Por qué les hablas en parábolas?” Y
Él respondió y les dijo, “Porque ha sido dado a ustedes el saber los
misterios del reino de los cielos, pero esto no ha sido dado a ellos.
Porque quienquiera que tenga entendimiento, a él más será dado, y tendrá
abundancia; pero quienquiera que no tenga entendimiento, incluso lo que tiene
le será quitado. Por esta razón les hablo a ellos en parábolas,
porque viendo, ellos no ven; y oyendo, ellos no oyen; ni entienden. Y en
ellos es cumplida la profecía de Isaías, la cual dice, ‘Oyendo ustedes oirán y
en ninguna forma entenderán y viendo verán, y en ninguna forma percibirán;
porque el corazón de esta gente se ha engordado, y sus oídos son sordos para
oír, y sus ojos han cerrado; no sea que ellos vean con sus ojos, y oigan con
sus oídos, y entiendan con sus corazones, y sean convertidos, y Yo los sane.’
PERO BENDITOS SON SUS OJOS, PORQUE VEN; Y SUS OÍDOS, PORQUE OYEN. Porque
verdaderamente les digo, muchos profetas y hombres justos han deseado
ver lo que ustedes ven, y no han visto; y oír lo que ustedes oyen, y no han
oído. ” (Mateo 13:10-17).
Lo
que Jesús dijo a Sus discípulos se aplica a nosotros hoy. El conocimiento de
los misterios del Reino de Dios—de Su plan y propósito, las cosas profundas de
Dios—también serían dadas a nosotros. Cuando el profeta Daniel quiso saber la
verdad de las profecías que Dios le había dado, se le dijo, “Sigue tu camino, Daniel, porque las palabras están
cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. Muchos serán purificados, y
emblanquecidos, y refinados. Pero el malvado hará impíamente; y ninguno de
los malvados entenderá, pero el sabio entenderá.” (Daniel 12:9-10).
Las Escrituras dejan claro que los cristianos verdaderos—quienes
están en pacto con Dios y bajo Su gracia—guardan los Sábados y Días Santos de
Dios, los “tiempos señalados” de Dios. Porque amamos y tememos a Dios, somos
bendecidos con un entendimiento que no ha sido dado al resto del mundo: “El temor del SEÑOR es el comienzo de la sabiduría; un buen
entendimiento tienen todos aquellos que hacen Sus mandamientos…” (Salmo
111:10).
Esto
solamente es posible porque Dios revela las cosas profundas de Su plan—el misterio
o secreto de Su voluntad—a nosotros a través de Su Palabra y Su Espíritu. En
Efesios, Pablo expande aun mas sobre lo que escribió en I Corintios 2: “En Quien tenemos redención a través de Su sangre, incluso
la remisión de los pecados, de acuerdo a las riquezas de Su gracia, la cual ha
hecho abundar hacia nosotros en toda sabiduría e inteligencia; habiéndonos
hecho saber el misterio de Su propia voluntad, de acuerdo a Su buen placer, el
cual se propuso en Sí mismo; que en el plan divino para el
cumplimiento de los tiempos [a través de los tiempos señalados
de Dios], pudiera traer todas las cosas juntas en
Cristo, ambas las cosas en los cielos y las cosas sobre la tierra; Sí,
en Él, en Quien también hemos obtenido una herencia, habiendo sido
predestinados de acuerdo a Su propósito, Quien está haciendo todas las cosas de
acuerdo al consejo de Su propia voluntad” (Efesios 1:7-11).
La voluntad de
Dios el Padre es revelada en las Santas Escrituras, por hombres escogidos,
santos y fieles. Ellos fueron los instrumentos personales de Dios, los cuales Él
usó a través de poder de Su Santo Espíritu—el Espíritu de la Verdad—para
escribir Su mensaje personal a Su pueblo para que ellos pudieran ser participes
de Su voluntad por gracia a través de Jesucristo hacia vida eterna.
El
apóstol Pedro deja esto absolutamente claro: “Porque
no seguimos mitos inteligentemente inventados, cuando les hicimos saber el
poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, sino que fuimos testigos
oculares de Su magnifica gloria; porque Él
recibió gloria y honor de Dios el Padre cuando la voz vino a Él
desde la Majestuosa Gloria, “Este es Mi Hijo, el Amado, en Quien estoy bien
complacido.” Y esta es la voz desde el cielo que oímos cuando
estuvimos con Él en la montaña santa. También poseemos la Palabra profética [el
Antiguo y Nuevo Testamentos respirados por Dios] confirmada
a la cual ustedes hacen bien en prestar atención, como a una luz
brillando en un lugar oscuro [la verdad de Dios brillando en la
oscuridad del mundo], hasta que el día amanezca
[el regreso de Jesucristo] y la estrella
de la mañana surja en sus corazones [la primera resurrección a vida
eterna]; sabiendo esto primero, que ninguna
profecía de la Escritura se originó como interpretación privada
propia de alguien; Porque la profecía no fue traída en ningún momento
por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron como
fueron movidos por el Espíritu Santo.” (II Pedro. 1:16-21).
Pablo
confirma la inspiración personal de Dios de la Escritura, aunque Él usó
hombres para escribirla. Note lo que él le escribe a Timoteo: “Y que desde niño has conocido los sagrados escritos [el
Antiguo Testamento], los cuales son capaces de hacerte
sabio hacia salvación a través de fe, la cual es en Cristo Jesús. Toda
la Escritura [Antiguo y Nuevo Testamento] es
respirada por Dios y es útil para doctrina, para convicción, para
corrección, para instrucción en justicia; para
que el hombre de Dios pueda ser completo, totalmente equipado para toda buena
obra.” (II Timoteo 3:15-17).
Las
buenas obras de las que Pablo escribe son las obras que Dios pre-ordenó para
que caminemos como un camino de vida—amando a Dios y guardando Sus mandamientos
a través de la fe y la gracia de Dios. “Porque por
gracia han sido salvos [de Satanás el diablo] a
través de fe, y esta no es de ustedes mismos; es el regalo de Dios, no
de obras [nuestras propias obras], para que
nadie pueda jactarse. Porque somos Su hechura, creados en Cristo Jesús hacia
las buenas obras que Dios ordenó de antemano para que pudiéramos caminar
en ellas.” (Efesios 2:8-10).
Como
Pedro escribe, Dios está dándonos Su naturaleza divina, la cual será perfeccionada
en la resurrección. “De acuerdo a Su divino poder nos
ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y a la
santidad, a través del conocimiento de Quien nos llamó por Su propia gloria
y virtud; a través de la cual Él nos ha dado las mas grandes y preciosas
promesas, que a través de estas ustedes pueden convertirse en participes de la
naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que
esta en el mundo a través de lujuria.” (II Pedro 1:3-4).
El
plan y propósito de Dios el Padre y Jesucristo es que aquellos que son llamados
para la primera resurrección al regreso de Cristo lleguen a ser los propios
hijos e hijas de Dios como seres espirituales divinos. Como Juan escribe: “¡He aquí! ¡Que glorioso amor nos ha dado el Padre,
que deberíamos ser llamados los hijos de Dios! Por esta misma razón, el mundo
no nos conoce porque no lo conoce a Él. Amados, ahora somos los hijos de Dios,
y no ha sido revelado aún lo que seremos; pero sabemos que cuando Él sea
manifestado, seremos como Él, porque Lo veremos exactamente como Él es.” (I Juan 3:1-2).
El propósito
de Dios es incrementar Su familia divina a través de Su creación humana. Dios
revela este plan en Su Santa Palabra, la Biblia—donde está oculto a plena vista
del mundo y de los escépticos. La clave para entender el Plan de Dios es Sus “tiempos
señalados”—el Sábado semanal, los Días Santos y Fiestas—como son reveladas
graciablemente por el Espíritu de Dios a aquellos que verdaderamente aman a
Dios el Padre y a Jesucristo en espíritu y verdad.
Con este conocimiento en mente, esperamos y oramos que
ustedes sean verdaderamente bendecidos viniendo a los Días Santos y la Fiesta
de Tabernáculos. Necesitamos regocijarnos en todo lo que Dios hace por
nosotros—por el conocimiento de Su plan y propósito para toda la humanidad como
es revelado por Su Sábado y Días Santos, y por la promesa de recibir la naturaleza
divina en la primera resurrección cuando Jesús regrese en poder y gloria.
Hermanos, como vemos los eventos de la profecía desenvolviéndose,
estamos orando por ustedes diariamente—por su salud y sanidad, y por su protección.
Nuevamente, gracias por su amor y oraciones por nosotros. Gracias por alcanzar
a otros hermanos y personas nuevas. Gracias por sus diezmos y ofrendas para que
podamos servir a los hermanos y predicar el Evangelio al mundo. Pueda la bendición
de Dios reposar sobre ustedes en todo.
Con amor en Cristo Jesús,
Fred R. Coulter
FRC