Restaurando el
cristianismo original—¡para hoy!
Iglesia de Dios Cristiana y Biblica
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Fred R. Coulter
Ministro
Febrero 15, 2017
Queridos hermanos,
En California, así como en toda la región de
la costa occidental, hemos estado recibiendo demasiada lluvia. Después de dos años
de precipitación deficiente, seguido por 5 años de sequía, la lluvia es muy
necesaria. Si bien ha habido algunas inundaciones, hemos recibido un record
en precipitación en muchas áreas. En las montañas, hemos sido bendecidos con
una gran cantidad de nieve—lo cual significa agua para los cultivos este
verano. En este momento, el 85% de California no está más bajo condiciones de sequía,
y la mayoría de represas y reservas de agua están rebosando. Y mucha más lluvia
esta pronosticada. Esto significa que en un par de semanas todo el estado debería
estar fuera del estado de sequía extrema. Por todo esto, estamos muy
agradecidos con Dios, por Su amor y misericordia al enviar la lluvia. Es
una bendición tremenda para todos.
Aquí en el área de Hollister, han habido
inundaciones menores en las áreas rurales al norte. Pero dado que estamos en
una tierra más alta, no hemos sido afectados. Recuerde, Jesús dijo que el Padre
“...hace
que Su sol se levante sobre el malo y sobre el bueno, y envía
lluvia sobre el justo y sobre el injusto” (Mateo 5:45). Nuevamente,
estamos muy agradecidos por Su amor y misericordia en todas las cosas.
¿Qué significa “bajo ley”?: En la corta serie “Falsas profecías, obras de ley y justificación,”
aprendimos que los protestantes malinterpretan y malentienden Romanos 6:14—“[Ustedes]
no están bajo ley, sino bajo gracia.” Ellos creen que la frase “no
están bajo ley” significa que los
creyentes no tienen que guardar las leyes y mandamientos de Dios, porque están “bajo
gracia.” Abogan que aquellos que guardan los mandamientos de Dios están
tratando de ganar salvación por guardar los mandamientos.
¿Cuál es la verdad? ¿Qué significa en
realidad la frase “bajo ley” o “bajo la ley”? ¿Y qué revela la Biblia sobre quien
está “bajo la ley”?
Puede ser una sorpresa para muchos, pero el apóstol
Pablo nos da respuestas
claras a estas preguntas en su epístola a los Romanos. En Romanos 7:1 escribe:
“…la ley gobierna sobre un hombre [o mujer] por
tanto tiempo como pueda vivir él.” Del
griego ho nomos, es claro que Pablo está hablando de la Ley—los
primeros 5 libros de la Biblia (el Pentateuco). La base para la Ley son
los 10 Mandamientos, los cuales son expuestos en muchas maneras a través de
toda la Biblia.
¿Quién
está bajo ley? La Ley gobierna sobre una persona en tanto que ella
viva. Esto significa que todo hombre y mujer, a través de todo su
tiempo de vida, está bajo la Ley de Dios, aun si no están conscientes
de tales leyes. Pablo escribe: “Porque cuando los
gentiles, los cuales no tienen la ley, practican por naturaleza las
cosas contenidas en la ley, esos que no tienen la ley son una ley hacia
sí mismos; quienes muestran la obra de la ley escrita en sus propios corazones,
sus conciencias dando testimonio, y sus razonamientos también, mientras se
acusan o defienden el uno al otro” (Romanos 2:14-15).
Así es
como Dios reconoce la obediencia o desobediencia humana—ya que todos estamos
bajo la Ley: “Porque ya hemos acusado a ambos judíos y gentiles—TODOS—con
estar bajo pecado,
[porque todos hemos pecado y transgredido la Ley]. Exactamente
como está escrito: “Porque no hay un justo—¡ni siquiera uno! No
hay uno que entienda; no hay uno que busque a Dios. Todos
ellos han salido del camino [de justicia]; juntos todos ellos
han llegado a ser depravados. No hay siquiera uno que esté practicando
bondad. ¡No, no hay tantos como uno! Sus gargantas son como una tumba
abierta; con sus lenguas han usado engaño; el veneno de áspides está
bajo sus labios, cuyas bocas están llenas de maldición y amargura;…
“Sus
pies son rápidos para derramar sangre; destrucción y miseria están
en sus caminos;
y el camino de paz no han conocido. No
hay temor de Dios delante de sus ojos.” Ahora entonces, sabemos que cualquier
cosa que la ley diga, habla a aquellos que están bajo la ley, para que toda
boca pueda ser cerrada, y todo el mundo pueda llegar a ser culpable delante de
Dios” (Romanos 3:9-19).
Así, las Escrituras dejan claro que todo el
mundo (Jeremías 18)—lo que significa cada ser humano, sin importar la edad—esta
“¡bajo la ley!” Dios requiere que todos obedezcan Sus leyes y
mandamientos en la letra de la Ley. Esta es la “relación” que Dios
tiene con cada persona en el mundo quien no es convertido con el Espíritu Santo
de Dios. (Como veremos después, aquellos que son convertidos están “bajo
gracia.”)
Estar “bajo la ley” significa no solamente
las leyes y mandamientos de Dios como se encuentran en la Biblia, sino toda ley
natural de existencia humana—aquellas que regulan el mundo físico, la
vida humana y salud, etc. Y dado que Dios no hace acepción de personas, hay bendiciones
automáticas por la obediencia a las leyes de Dios (para judío o gentil) y maldiciones
automáticas por la desobediencia a Sus leyes (para judío o gentil) (vea Deuteronomio
27, 28 y Levítico 26).
En verdad, como Dador de ley, todo
lo que Dios ha creado—desde lo finito hasta lo infinito, desde lo físico
hasta lo espiritual—está gobernado por Su propio conjunto de leyes
inherentes en Su diseño.
La Ley
define justicia y pecado: Pablo también escribe, “…donde
no hay ley, no hay trasgresión.… el pecado
no es imputado cuando no existe ley” (Romanos 4:15; 5:13). Sin embargo, la
Ley existe. Como una espada de dos filos, esta define justicia y pecado. Porque
pecado es la transgresión de la Ley—o ilegalidad
(I Juan 3:4)—justicia y bendición vienen si uno obedece a Dios, pero pecado y maldición
si uno desobedece.
Como el Soberano de toda creación, Dios es
Dador de ley (Santiago 4:12). Dios es perfecto y recto, por tanto todas Sus
leyes son perfectas (Salmo 19:7). Así, el salmista declara, “…todos Tus mandamientos son justicia” (Salmo 119:172).
Sin embargo la justicia se extiende mucho más
allá de la mera observancia de la Ley. Note: “Tu eres recto, Oh SEÑOR, y Tus
juicios son íntegros. Tú has ordenado Tus testimonios en justicia
y fidelidad excesiva.… Tu palabra es muy pura; por tanto Tu siervo la ama.… Tu justicia es una justicia eterna, y Tu ley es la verdad.…
Tus mandamientos son mi
deleite. La justicia de Tus testimonios es eterna; dame entendimiento, y viviré” (Salmo 119:137-138, 140, 142-144).
Libre albedrio—debemos escoger: Dios le ha dado a todos los seres humanos libre
albedrio. Todos deben escoger sí aman y obedecen a Dios o no. Note como Él le pone
esto a los hijos de Israel justo antes que entraran a la tierra prometida: “He
aquí, he colocado delante de ustedes en este día vida y bien, y muerte y
mal,
en que les ordeno en este día amar al SEÑOR su Dios, caminar
en Sus caminos, y guardar Sus mandamientos y Sus estatutos y Sus juicios para
que puedan vivir y multiplicarse. Y el SEÑOR su Dios los bendecirá en la tierra
donde van a poseerla.
“Pero
si su corazón se aparta, de modo que no escuchen, sino sean arrastrados y
adoren a otros dioses y los sirvan, Yo les denuncio en éste día
que ciertamente morirán; no prolongarán sus días sobre la tierra a donde
pasan sobre el Jordán para ir a poseerla. Yo llamo al cielo y la
tierra para registrar este día contra ustedes que he colocado delante
de ustedes vida y muerte, bendición y maldición. Por tanto, escojan vida,
para que ustedes y su semilla puedan vivir, que puedan amar al SEÑOR su
Dios, y puedan obedecer Su voz, y puedan unirse a Él; porque Él es su
vida y la longitud de sus días, para que puedan vivir en la tierra la cual el
SEÑOR juró a sus padres—a Abraham, a Isaac, y a Jacob—dárselas.”” (Deuteronomio
30:15-20).
Nuevamente,
es exactamente como escribe Pablo, “…la ley gobierna sobre un
hombre [o
mujer] por tanto tiempo como pueda vivir él” (Romanos 7:1). Para material adicional concerniente
a la Ley, por favor estudie los apéndices R
y Z en La Santa Biblia en Su orden original—una versión fiel. Estos
estudios detallados le darán un entendimiento más completo.
Un resumen de “bajo gracia”:
Claramente, la vasta mayoría de la humanidad está “bajo ley” en relación a
Dios. ¿Quiénes entonces, están “bajo gracia” en relación a Dios? Dado que la
“gracia de Dios” y estar “bajo gracia” es la base de todo el Nuevo Testamento
y Nuevo Pacto, es un tema de vital importancia. (Tenemos tres estudios
profundos—La
gracia de Dios, La
gracia de Dios y el guardar los mandamientos, y Gracia
sobre gracia)
Jesús declaró,
“Porque muchos son llamados, pero pocos son escogidos” (Mateo 22:14). Solo aquellos quienes son escogidos
están “bajo gracia” en su relación con Dios. ¿Quiénes son los escogidos? No
aquellos que simplemente trclaman creer que hay un Dios, o aquellos que
simplemente profesan creer en Jesús (como enseñan los protestantes). Sino,
aquellos que están “bajo gracia” han respondido el llamado de Dios, se han
arrepentido de sus pecados, han sido bautizados y han recibido el Espíritu
Santo. Esos son los pocos, los únicos que están “bajo gracia”—y no “bajo
ley” como lo está el resto del mundo.
Aquellos “bajo gracia” han entrado en una relación
espiritual directa y personal con Dios el Padre y Jesucristo—llamada la
filiación de parte de Dios: “Pero cuando vino el tiempo
del cumplimiento, Dios envió a Su propio Hijo, nacido de una mujer,
nacido bajo ley, para poder redimir a aquellos quienes están bajo
ley, para que pudiéramos recibir el don de filiación de parte de
Dios.
Y porque ustedes son hijos, Dios ha enviado el Espíritu de Su Hijo
a sus corazones, gritando, “Abba, Padre.” Así entonces, ustedes ya no son
siervos, sino hijos. Y si son hijos, también son herederos de
Dios a través de Cristo”
(Gálatas 4:4-7).
Pablo,
más aun, escribe que aquellos que están “bajo gracia” reciben no solo el Espíritu
de Cristo, sino también el Espíritu del Padre. “Sin embargo, ustedes
no están en la carne, sino en el Espíritu, si el
Espíritu de Dios [el
Padre] está ciertamente viviendo dentro de ustedes. Pero si
cualquiera no tiene el Espíritu de Cristo, no pertenece a Él [porque esta
“bajo ley” y no “bajo gracia.”].
“Pero si
Cristo está dentro de ustedes, el cuerpo ciertamente está muerto
por causa del pecado; sin embargo, el Espíritu es vida por causa de
justicia.
Entonces si el Espíritu de Quien levantó a Jesús de los muertos
[Dios
el Padre] está viviendo dentro de ustedes, Quien levantó a Cristo de los
muertos también resucitará sus cuerpos mortales [en la primera resurrección]
por causa de Su Espíritu que vive dentro de ustedes.… Porque
tantos como son guiados por el Espíritu de Dios, esos son los
hijos de Dios. Ahora, ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud otra
vez hacia temor, sino han recibido el Espíritu de filiación, por el
cual gritamos, “Abba, Padre.” El Espíritu mismo da testimonio conjuntamente
con nuestro propio espíritu, testificando que somos hijos de Dios” (Romanos 8:9-11,
14-16).
Lo que
Pablo escribe acerca del Espíritu de Cristo y el Espíritu de Dios verifica lo
que Jesús enseñó a Sus discípulos—que hay dos aspectos del Espíritu Santo:
uno de Cristo y uno del Padre. “Si Me aman, guarden los
mandamientos—a saber, Mis mandamientos. Y Yo pediré al Padre, y Él les dará
otro Consolador, para que pueda estar con ustedes a través de los siglos: Incluso el
Espíritu de la verdad, el cual el mundo no puede recibir porque no lo percibe,
ni lo conoce; pero ustedes lo conocen porque vive con ustedes, y estará
dentro de ustedes.…
En aquel día, sabrán que Yo estoy en Mi Padre, y ustedes están
en Mí, y Yo estoy en ustedes. Aquel que tiene Mis mandamientos, y los está
guardando, ese es quien Me ama; y quien Me ama será amado por Mi Padre, y Yo lo
amaré, y Me manifestaré Yo mismo a él.”
“Judas
(no Iscariote) le dijo, “Señor, ¿qué ha pasado que estas a punto de
manifestarte a nosotros, y no al mundo?” Jesús respondió y le dijo, “Si
alguno Me ama, guardará Mi palabra; y Mi Padre lo amará, y Nosotros
vendremos a él, y haremos Nuestra morada con él [ambos el Padre
y el Hijo a través del poder el Espíritu Santo]. Aquel
que no Me ama, no guarda Mis palabras; y la palabra que ustedes oyen no es Mía,
sino del Padre, Quien Me envió.… Pero cuando el Consolador venga,
el Espíritu Santo, el cual el Padre enviará en Mi nombre, ese les
enseñará todas las cosas, y les traerá a su memoria todas las cosas que les he
dicho.…
Pero cuando el Consolador haya venido, el cual les enviaré
del Padre, el Espíritu de la verdad, el cual procede del Padre, ese dará
testimonio de Mí”
(Juan 14:15-17, 20-24, 26; 15:26).
Así, aquellos que tienen el Espíritu Santo están
“bajo gracia” y tienen una relación personal con Dios (Mateo 6:9; Juan 16:26-27;
Efesios
2:18). El apóstol Juan escribe sobre esta relación: “…el
compañerismo—ciertamente, nuestro compañerismo—está con el Padre y con
Su propio Hijo, Jesucristo” (I Juan 1:3).
Es por eso que son los “llamados, escogidos y fieles” (Apocalipsis 17:14).
Sin embargo, aquellos que están “bajo gracia”
no son relevados de guardar los mandamientos y leyes de Dios. De hecho
es lo opuesto, como dijo Jesús a Sus apóstoles: “Si Me aman, guarden los mandamientos—a
saber, Mis mandamientos.” Más aun, bajo el Nuevo Pacto de gracia, Dios ha
colocado un estándar espiritual más alto para guardar Sus
mandamientos y leyes—más grande que la letra de la Ley. Porque aquellos “bajo gracia”
tienen el Espíritu Santo de Dios dentro de sus corazones y mentes, están empeñados
y habilitados para mantener Sus leyes y mandamientos “en
novedad de espíritu, y no [meramente] en la vejez de la
letra”
(Romanos 7:6).
De hecho, aquellos que están “bajo gracia” deben
tener las leyes y mandamientos de Dios escritos en sus corazones y mentes a
través del poder del Espíritu Santo. Pablo escribe: “Y
el Espíritu Santo también nos da testimonio; porque después que Él había
previamente dicho, “ ‘Este es el pacto que estableceré con ellos después
de aquellos días,’ dice el Señor: ‘Yo daré Mis leyes dentro de sus
corazones, y las inscribiré en sus mentes; Y sus pecados e ilegalidad no
recordaré nunca más’ ” ” (Hebreos 10:15-17).
Hermanos, estos son tiempos tumultuosos.
Necesitamos permanecer cerca de Dios a través de la oración y el estudio y al vivir
en una manera agradable a Él. Él nos dará fortaleza y animo en
tiempos de problema—y bendiciones en cada área de nuestras vidas. Nuevamente,
apreciamos verdaderamente su amor, oraciones y soporte a través de sus diezmos
y ofrendas. Gracias por su participación en alcanzar a hermanos y nuevas
personas. Dios está bendiciendo nuestros esfuerzos combinados mientras
avanzamos en servirlo con todo nuestro corazón, mente y fortaleza.
Con amor en Cristo Jesús,
Fred R. Coulter
FRC