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Entendiendo el pecado

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Bienvenidos a Abre mis Ojos. Abre mis Ojos está patrocinado por la Iglesia de Dios Cristiana y Bíblica en donde estamos dedicados a restaurar el cristianismo original para hoy. Mi nombre es Eduardo Elizondo y me da mucho gusto saludarlos en esta edición de Abre mis Ojos, donde vamos a hablar acerca del pecado.

 

Vamos a iniciar haciéndonos la pregunta de que es el pecado, y también vamos a hablar acerca de cómo afecta el pecado en nuestras vidas, que tiene que ver el pecado con nuestra relación con Dios, como define Dios el pecado, que es lo que conlleva el pecar y otros aspectos que son muy importantes que tomemos en cuenta acerca del pecado. También vamos a quizás dar un paso atrás y ver en nuestro pasado si hay cosas que tenemos que des-aprender de lo que hemos calificado como pecado, de lo que se nos ha enseñado quizás en organizaciones religiosas, en iglesias, en nuestras familias, en la sociedad con nuestros amigos, cosas que quizás no hemos visto como pecado y lo son, o cosas que quizás se han marcado como si fueran pecado y no lo son. Es importante que tengamos una opinión clara, una visión clara acerca de la verdad. Y para conocer la verdad y para responder a esta pregunta de que es pecado, vayamos a la palabra de Dios que es la única fuente de verdad al 100%.

 

En 1era Juan 3 y versículo 4 se define el pecado. Aquí se nos dice, versículo 4: “Todo aquel que practica pecado está también practicando ilegalidad, pues pecado es ilegalidad.

 

Es muy claro que la definición del pecado es ilegalidad. Ahora tenemos entonces que definir que es ilegalidad. La ilegalidad tiene dos definiciones primarias:

1. Una falta de conformidad o acuerdo con la ley.

2. Acción o cosa ilegal

Eso también es ilegalidad.

 

Y de acuerdo a la primera definición: Es una falta de conformidad o acuerdo con la ley, pero debemos también nosotros pensar y analizar: ¿Cual ley? ¿En conformidad de acuerdo con cual ley? ¿Quien determina lo que es bueno y lo que es malo? ¿Es acaso el hombre quien determina lo que es bueno y lo que es malo? ¿Es acaso la ley del país donde vivimos? ¿Es acaso leyes de iglesias... o dictaminaciones que tengan ciertas organizaciones? ¿Quien decide?

 

Nosotros sabemos que hay un Creador supremo, que es Dios el Padre y Jesucristo. Sabemos que ellos han creado al mundo y a todos los seres humanos. Y ellos nos han dado también Su ley. Sabemos que Cristo, quien es Dios del Antiguo Testamento, Él es el legislador, Él es quien dio Su ley. Porque nosotros el día de hoy podemos quizás hacernos la pregunta de quienes son los que legislan. ¿Quienes hacen las leyes? ¿Son los ricos? ¿Son los fuertes? ¿Es la mayoría? ¿Es un consenso?

 

Los gobiernos de las naciones el día de hoy están en su mayoría organizados por las personas, están—la mayoría de las naciones tienen quizás algunas más en papel que en realidad, pero tienen la mayoría una forma de democracia, una forma de elección de sus gobernantes. A través de la historia, a través de los años ha habido muchas revueltas en los países, muchas guerras y muerte para poder llegar a un punto donde la población decide, o por lo menos donde se aparenta que la población decide. ¿Pero es acaso un consenso, acaso son estas leyes lo que define el pecado? ¿O es un concepto totalmente separado, un concepto totalmente diferente?

 

Nosotros sabemos que Dios es el Legislador, y Él ha dado Sus leyes que son los 10 Mandamientos. Y el mundo en general ha tomado algunos de estos mandamientos y los ha puesto en sus leyes. Obviamente desde el punto secular ellos simplemente lo toman y dicen: ‘Es que tienen que haber ciertas leyes básicas o de otra manera la sociedad no puede funcionar.’ Toman algunos de estos mandamientos.

 

Vamos a Éxodo 20 donde están los 10 mandamientos dados por Dios en el Monte Sinaí. En Éxodo 20 Dios habló desde lo alto del monte con sonido de trueno, y le dio los 10 mandamientos a Moisés, los escribió en dos tablas de piedra y las puso en sus manos. Como sabemos nosotros, los 10 Mandamientos son la guía, son la guía y las leyes que Dios ha dado para toda la humanidad. Muchas personas han dicho que no, que eso solamente son los mandamientos para el pueblo de Israel, que son para los judíos, y en realidad son excusas porque si Dios nos hizo a todos—Dios es el Padre de Adán y Eva y de ahí venimos todos—esta Ley es para todos. Estas leyes son el fundamento de toda la sociedad para que la sociedad funcione.

 

Por ejemplo, en el versículo 13 de Éxodo 20 dice: “No asesinarán.” La mayoría de las naciones en la tierra, si no es que todas, están de acuerdo en que el asesinato es incorrecto, es ilegalidad. ¿Por qué? Porque la mayoría de los gobiernos tienen en sus leyes escrito que no se debe cometer asesinato, que el asesinato está mal. De otra manera, si todo mundo matara a quien se le diera la gana cuando se le diera la gana, no habría ni siquiera una sociedad, no podríamos existir como una sociedad, como un país, como comunidades. Pero esta ley ha sido tomada de los 10 mandamientos, ha sido tomada de la ley de Dios, que es el primer record que existe en la historia de una ley de esta magnitud.

 

En el versículo 14 dice: “No cometerán adulterio” En realidad es muy triste que ahora esta ley en los gobiernos, simplemente quizás se ignora, no hay consecuencias, es causa de divorcio, puede ser causa de divorcio en términos legales pero en realidad el adulterio no está condenado en general en la sociedad como debiera ser. Porque esto es lo que desquebraja las familias, desquebraja los matrimonios, los despedaza.

 

Qué hay del siguiente mandamiento: “No robarán.” De nuevo, es un mandamiento universal. Prácticamente en todas las naciones de la tierra es ilegal robar, tomar algo que no nos pertenece. Entonces, de nuevo, la primera legislación de un mandamiento tan general y tan básico para la sociedad, fue dada por Dios mismo en el Monte Sinaí.

 

El siguiente mandamiento en el versículo 16: “No darán falso testimonio contra su prójimo.” Y esto también, no mentir. En todas las naciones de la tierra es ilegal, o debería ser ilegal. Aunque las personas siempre buscan la manera de evadir la ley, de decir que no es una mentira diciendo medias verdades, tratando de tergiversar lo que está en las leyes porque las leyes muchas veces son confusas, porque vienen del razonamiento de los seres humanos y no vienen de un ser perfecto como Dios que escribió Su ley de una manera simple y entendible de no dar falso testimonio. Porque incluso en las cortes y los juzgados se jura que solamente se va a decir la verdad, y solo la verdad y toda la verdad.

 

Entonces, los mandamientos de Dios son la base de las leyes de la humanidad. Pero el quebrantamiento de estos mandamientos, la falta de conformidad o acuerdo con esta ley eso es lo que es pecado. El último de los 10 mandamientos en el versículo 17 en Éxodo 20 nos dice: “No codiciarán la casa de su prójimo. No codiciarán la esposa de su prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su burro, ni nada que sea de su prójimo.” Y esto realmente es para no crear los efectos de la codicia. Los efectos de la codicia son el fraude, las mentiras, son todas las trampas que pone el gobierno, los robos, todo el fraude que existe en todos los sentidos: el fraude fiscal, el fraude en los negocios, todo lo que el hombre no quiere. Pero esta codicia es el principio de esto. Desgraciadamente la codicia no está en la mayoría de las leyes de los países, no hay leyes contra la codicia, al contrario se promueve. Incluso los mismos comerciales de televisión y los anuncios siempre nos ponen en la cabeza: ‘Es que tú mereces esto, es que tú mereces aquello, tú deberías tener esto, tú deberías tener lo otro’, codiciar lo que otros tienen, que es contra de la ley de Dios, que es pecado.

 

Y no vamos a hablar el día de hoy acerca de los otros mandamientos, los primeros 5. Solamente hemos hablados de los últimos 5 de los 10 mandamientos. Los primeros 5 son diferentes porque realmente hablan acerca de nuestra relación con Dios. Pero que dice Dios acerca del pecado, como nos ve Dios a la luz de Su definición del pecado que es ilegalidad, que no estamos en conformidad o de acuerdo con Su ley, que no solamente son los 10 mandamientos, hay más. Pero esa es la base, el fundamento. Obviamente tenemos los 2 más grandes mandamientos: “Amar a Dios con toda nuestra alma, con toda nuestra mente, con todas nuestras fuerzas, y con todo nuestro corazón” y también “Amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos”. Que por cierto también es la regla de oro, que la mayoría de las sociedades, la mayoría de las religiones, la mayoría de los filósofos están de acuerdo con ello, ¿por qué? Porque da los resultados de lo que todos los seres humanos desean, cuando tratamos a los demás como nos gustaría que nos trataran.

 

¿Pero que dice Dios acerca del pecado? En Romanos 3:23 el apóstol Pablo nos dice realmente cual es nuestra condición, y como nos ve Dios con respecto a Su ley, con respecto a la falta de conformidad con Su ley. E incluso el apóstol Pablo mismo se incluye en esta frase. Dice: “Porque todos hemos pecado [incluso él], y estamos destituidos de la gloria de Dios;” Está hablando acerca de nuestra condición natural, de nuestra inclinación.

 

Ahora, ¿somos todos pecadores? Y si es que lo somos, ¿hay esperanza? ¿Cuál es el propósito de Dios? ¿Que lleguemos a no pecar? O acaso servimos a un Dios que está constantemente enojado con nosotros porque desgraciadamente nosotros caemos en pecado constantemente, todos. Porque es muy importante que lo tengamos en cuenta, que nos demos cuenta de nuestra naturaleza, de lo que somos en nuestro interior, que admitamos nuestros errores porque el primer paso para cambiar y para que Dios nos cambie es admitir realmente nuestros pecados, nuestros errores, nuestras faltas. ¿Pero que dice Dios acerca del pecado en toda la humanidad?

 

Vamos al Salmo 14 que nos habla de esto. El Salmo 14 en el versículo 3 nos dice algo muy importante. Dice: “Todos... [y esto significa absolutamente todos en el mundo] ...Todos se han desviado, juntos han llegado a ser corruptos; no hay ninguno que haga bien, no, ni siquiera uno. ¿No tienen conocimiento todos los trabajadores de iniquidad, aquellos que devoran a Mi pueblo como hombres comen pan y no invocan al SEÑOR?

 

¿Por qué? Porque no hay conocimiento, por eso dice, “no tienen conocimiento todos los trabajadores de iniquidad.” No hay conocimiento de Dios, no hay conocimiento de Sus leyes, no hay conocimiento de lo que el pecado produce.

 

Versículo 5: “Allí están ellos en gran temor, porque Dios está con la generación de los justos.” Y hay gran temor, eso es realmente lo que tenemos en la sociedad, el mundo está lleno de temor, está lleno de pánico. ¿Por qué? Por lo que está sucediendo con todo: Con los virus, con los gobiernos, con las restricciones, la gente está llena de temor y de angustia. Porque en realidad estamos cosechando como sociedad lo que hemos sembrado, hemos sembrado iniquidad, hemos sembrado pecado. Aquí lo dice, que todos, todos nos hemos desviado, todos hemos llegado a ser corruptos y no hay nadie que haga bien, ni siquiera uno. Y eso en realidad se mantiene hasta el día de hoy. Es la verdad. ¿Por qué?

 

Vamos a ver en este mismo capítulo al principio de este Salmo, se nos dice la razón. La razón es porque dice: “El tonto ha dicho en su corazón, “¡No hay Dios!” Son corruptos; han hecho obras abominables, no hay ninguno que haga bien.” Y estas maldades abominables están ocurriendo delante de nuestros ojos, se están revelando en la sociedad delante de nuestros ojos, obras abominables: En tráfico de menores, tráfico de órganos, tráfico de drogas, pornografía, vicios, en todas las abominaciones que existen en esta sociedad. Estamos en un mundo lleno de corrupción. ¿Por qué? Porque el mundo dice: ‘No hay Dios’ cuando Dios dice: ‘Yo existo porque Yo lo hice todo y soy legislador y les di Mis leyes para que las siguiesen.’

 

Y aquí es lo que dice que hizo el Eterno, en el versículo 2 dice: “El SEÑOR miró desde el cielo sobre los hijos de los hombres para ver si había alguno que entendiera, que buscara a Dios.” Porque usted está buscando a Dios, usted está buscando que Dios abra sus ojos. Pero tenemos nosotros que hacernos una pregunta honestamente: ¿Está usted dispuesto a vivir por la Palabra de Dios? ¿Por cada una de la Palabras de la boca de Dios? Porque como hemos visto, Dios dice: “No mentirás, no darás falso testimonio.” Pero que hay acerca de las mentiras en su vida, dejemos la sociedad de lado, la sociedad va a hacer lo que la sociedad va a hacer, pero si hablamos en nivel personal, si somos sinceros con nosotros mismos, debemos de verdad de preguntarnos si mentimos, o más bien, ¿en qué mentimos? O si hay cosas que no vemos como mentiras que sí lo son.

 

¿Hay mentiras blancas acaso? ¿Como por ejemplo el decirle a nuestros niños que existe un viejo gordito, simpático con una barba blanca que les trae regalos en Diciembre? Porque debemos hablar la verdad y enfrentar que eso es una mentira, porque eso no existe, esa persona no existe y son tradiciones humanas pero eso no está ni siquiera en la Biblia. Y si de pequeños estamos acostumbrados a mentirles a nuestros hijos acerca de un ser mítico que no existe y también les enseñamos de Dios a quien tampoco pueden ver, ¿cómo van a creer acerca de este Dios que nos hizo y que existe? Y que sabemos que existe porque Su mano está en toda la creación.

 

Otro ejemplo, el robar. La Biblia dice que no debemos robar, no debemos hurtar. ¿Pero lo aplicamos nosotros en nuestra vida en cualquier aspecto? Porque en este mundo, a los ambiciosos se les promueve y a los que quieren hacer trampa para sacar ventaja no se ve con desagrado, al contrario, muchas veces se les remunera, se les recompensa, porque lo hagan por el bien de la empresa, porque lo hagan por el bien común, porque lo hagan para sacar ventaja y ganarle a la competencia, pero si es robar, ¡es robar!

 

Que hay acerca de cometer adulterio, de ver una mujer con deseo, porque eso nos lo dice Cristo en Mateo 5:27-30. Nos dice que el que mira a una mujer con deseo para codiciarla ya ha cometido adulterio en su corazón.

 

Ya hablamos también acerca de la codicia que es un mandamiento aparte, cómo la sociedad la promueve. ¿Pero que acerca de nuestra vida, acerca de usted en lo personal? ¿Rechaza usted la codicia? ¿Está contento y agradecido con Dios con lo que tiene? Lo poco o mucho porque sabemos que gran parte de nuestra situación económica tiene que ver con las circunstancias en las que nacimos, tiene obviamente mucho que ver con las cosas que hacemos también, ¿pero en donde nos enfocamos? Porque si estamos buscando a Dios, debemos estar concientes de lo que es la ilegalidad.

 

Vamos a Mateo 7. Mateo 7 y versículo 21 nos explica cómo ve Dios aquellas cosas que nosotros hacemos, que quizás hemos hecho como parte de iglesias o de organizaciones, que nosotros pensamos que están bien y que en realidad, por si solas no están mal, pero vamos a ver algo muy importante que dijo Jesucristo. Versículo 21: “No todo el que me dice, ‘Señor, Señor,’ entrará en el reino del cielo; sino aquel que está haciendo la voluntad de Mi Padre, Quien está en el cielo.

 

Versículo 22: “Muchos me dirán en aquel día, ‘Señor, Señor, ¿No profetizamos por medio de Tu nombre? Y ¿No echamos fuera demonios por medio de Tu nombre? Y ¿No hicimos muchas obras de poder por medio de Tu nombre?’

 

Pero veamos la respuesta de Cristo, versículo 23: “Y entonces les confesaré, ‘Nunca los conocí. Apártense de Mí, ustedes quienes obran ilegalidad.’ ” Porque la ilegalidad, como ya lo hemos mencionado y lo definimos, es la falta de conformidad o acuerdo con la ley, la ley de Dios, con la ley de Cristo. Entonces el profetizar en Su nombre pero haciendo ilegalidad, no nos va a llevar al Reino de Dios. Echar demonios en Su nombre—porque el nombre de Cristo es poderoso, el nombre de Jesús es muy poderoso—pero cual fue la respuesta: ‘No los conozco,’ Incluso hacer obras de poder en Su nombre, pero Él dice: ‘No los conozco.’ Y la razón es por obrar ilegalidad, por no tomar en cuenta Sus mandamientos para llevarlos a cabo y esforzarnos por llevarlos a cabo. Porque en realidad, la ley de Dios y nuestra relación con la ley de Dios, con todos los mandamientos y ordenanzas de Su Palabra, es la base de nuestra relación con Dios.

 

Isaías 1 y versículo 18 Dios dice: “Vengan ahora, y razonemos juntos,” dice el SEÑOR. “Aunque sus pecados sean como escarlata, serán tan blancos como la nieve; aunque sean rojos como carmesí serán como la lana. Si están dispuestos y son obedientes, comerán lo bueno de la tierra; pero si se rehúsan y rebelan, serán devorados con la espada;” porque la boca del SEÑOR lo ha hablado.” Es la base de nuestra relación con Dios. Él está dispuesto a perdonarnos pero nuestro primer paso es entender lo que verdaderamente es el pecado y las cosas que hacemos en nuestra vida diaria y también las cosas que dejamos de hacer que también, algunas de ellas son pecado.

 

En Deuteronomio 30 Dios claramente determina lo que debemos hacer, lo que Él espera de nosotros. En el versículo 10 dice: “Si obedecen la voz del SEÑOR su Dios para guardar Sus mandamientos y Sus estatutos los cuales están escritos en este libro de la ley, y si se vuelven al SEÑOR su Dios con todo su corazón y con toda su alma;

 

Y nos explica la razón: Que Él está cerca de nosotros, Él está cerca de usted, Él quiere una relación con usted, pero quiere que primero vengamos arrepentidos delante de Él por las cosas que hemos hecho, que tengamos un entendimiento del pecado, que estudiemos Sus leyes, para ver qué es lo que estamos haciendo mal, que Él nos muestre, que le pidamos en oración que Él nos muestre cuales son nuestros pecados de acción y de omisión, porque Él nos dice: “...este mandamiento el cual les ordeno hoy no está oculto de ustedes, ni está lejos.

 

Versículo 12: “No está en el cielo que debieran decir, ‘¿Quién subirá al cielo por nosotros, y lo traerá a nosotros, para que podamos oírlo y hacerlo?’ Ni está más allá del mar que debieran decir, ‘¿Quién irá sobre el mar por nosotros para traerlo a nosotros, para que podamos oírlo y hacerlo?’ Sino la palabra está muy cerca de ustedes, en su boca y en su corazón, para que puedan hacerla.

 

Y Dios nos hace una invitación. Esta invitación es para usted y para mí, para todos aquellos que estamos buscando que Dios abra nuestros ojos.

 

Versículo 15: “He aquí, he colocado delante de ustedes en este día vida y bien, y muerte y mal, en que les ordeno en este día amar al SEÑOR su Dios, caminar en Sus caminos, y guardar Sus mandamientos y Sus estatutos y Sus juicios para que puedan vivir y multiplicarse. Y el SEÑOR su Dios los bendecirá en la tierra donde van a poseerla.

 

Como hemos visto en el día de hoy, el pecado es ilegalidad, actuar de manera que es no conforme con la ley, una falta de conformidad o acuerdo con la ley de Dios, con Sus 10 Mandamientos. Pero Dios nos hace una invitación a conocerlo y para conocerlo debemos conocer Su Ley, porque Él no puede vivir donde hay pecado, donde hay ilegalidad, pero acepta arrepentimiento como vimos en Isaías, Él acepta arrepentimiento para limpiarnos, para recibirnos, para enseñarnos en Su camino de vida.

 

Fue un placer saludarlos en este episodio de Abre mis Ojos. Por el momento me despido. Mi nombre es Eduardo Elizondo y nos vemos en la próxima edición de Abre mis Ojos.

 

 

 

 
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