Restaurando el cristianismo original—¡para hoy!
Iglesia de Dios Cristiana
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Fred R. Coulter
Ministro
Febrero 12, 2020
Queridos hermanos,
Por fin, el juicio al Presidente Donald
Trump ha terminado. Después de todas las investigaciones de sus acciones, no
encontraron nada—¡absuelto! El proceso, sin embargo, expuso las intenciones
engañosas de los demócratas, así como la corrupción rampante del “Estado
profundo” y el “pantano” de Washington. Desde una perspectiva Bíblica, el
resultado indica que el cumplimiento de muchas profecías del tiempo del fin está
aún lejos. ¿Cuantos años más? No lo sabemos.
Al
considerar el cumplimiento de profecía, necesitamos recordar la advertencia de
Jesús acerca de proclamar Su regreso: “El cielo y la
tierra pasarán, pero Mis palabras nunca pasarán. Pero concerniente a ese día, y a la hora, nadie sabe, ni
siquiera los ángeles del cielo, sino solamente Mi Padre. Entonces como fue en los días de Noé, así
también será a la venida del Hijo de hombre. Porque como en los días que fueron antes del Diluvio,
estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día
que Noé entró al arca; y no fueron
conscientes hasta que el Diluvio vino y se los llevó a todos lejos; así también
será a la venida del Hijo de hombre.
“Entonces dos estarán en el campo; uno será tomado, y el otro
será dejado; dos mujeres estarán moliendo
en el molino; una será tomada, y la otra será dejada. Vigilen, por tanto,
porque no saben a qué hora viene su Señor.
Pero sepan esto, que si el señor de la casa hubiera
sabido a qué hora vendría el ladrón, habría estado vigilando, y no habría
permitido que su casa fuera forzada. Por
tanto, ustedes también estén listos. Porque el Hijo de hombre viene a la hora
que no piensan” (Mateo 24:35-44).
¿Cómo
velamos?
Es obvio que necesitamos ver los eventos del mundo y examinarlos a la luz de la
profecía Bíblica. Hacemos esto al dividir correctamente la verdad de
Dios (II Timoteo 2:15). Pero si estamos muy enfocados en ver eventos, podemos
perder lo más importante—vigilarnos ¡nosotros mismos!
En su
epístola a los Romanos, Pablo corrige duramente a los judíos porque
ellos—siendo simiente de Abraham y teniendo las Escrituras—aunque ellos estaban
en una “posición especial” con Dios. Ellos despreciaban a los gentiles mientras
pensaban que eran rectos y que estaban en “buena posición” con Dios. Pero eran
realmente tan pecadores como los gentiles—si no peor. Note como Pablo los
corrigió por su arrogante auto justicia—y pienso en cómo estos pasajes podrían
aplicase a nosotros si nos permitimos entrar en la misma actitud: “He aquí, usted es llamado un judío, y se apoya a sí
mismo en la ley, y se jacta en Dios, y
conoce Su voluntad, y aprueba las cosas que son más excelentes, siendo
instruido de la ley; y está persuadido en
que usted mismo es un guía del ciego, una luz para aquellos en
oscuridad, un instructor de tontos, un profesor
de bebés, teniendo la forma del conocimiento y de la verdad contenida en
la ley.
“Usted, entonces, que está enseñando a otro, ¿no se enseña
también a sí mismo? Usted quien predica, “No robar,” ¿está robando? Usted que dice, “No cometa adulterio,” ¿está cometiendo
adulterio? Usted que aborrece ídolos, ¿está cometiendo sacrilegio? Usted que se jacta en la ley, ¿está deshonrando a
Dios por medio de su transgresión de la ley? Porque a través de usted el nombre de Dios es blasfemado entre los
gentiles, exactamente como está escrito. Porque
por un lado, la circuncisión aprovecha si está observando la ley;
por otro lado, si es un transgresor de la ley, su circuncisión se ha
vuelto incircuncisión. Por tanto, si el incircunciso [gentil] está guardando los
requerimientos de la ley, ¿no será su incircuncisión contada como circuncisión?
¿Y el incircunciso, quien por naturaleza está cumpliendo la ley, no lo juzgará
a usted, quien, con la letra y circuncisión, es un transgresor de
la ley?
“Porque no es judío quien lo es exteriormente, ni es
esa circuncisión la cual es externa en la carne; sino, es
judío quien lo es interiormente, y la circuncisión es del
corazón, en el espíritu y no en la letra; cuya alabanza no
es de hombres sino de Dios” (Romanos 2:17-29).
Cuando Pablo estaba en su camino a
Jerusalén, llamó a los ancianos de la iglesia de Éfeso para que se reunieran con él
en Mileto. Esta fue la última vez que lo verían. Su advertencia, aunque
principalmente para los ancianos, es una amonestación para todos
hoy—especialmente con tanta confusión en el mundo y en las iglesias de Dios: “Y ahora he aquí, estoy atado en el espíritu, y voy a
Jerusalén, no sabiendo las cosas que me pasarán allí; excepto que el Espíritu Santo testifica completamente en
toda ciudad, diciendo que cautiverios y tribulaciones me esperan. Pero yo mismo no tomo ninguna de estas cosas en
cuenta, ni mantengo mi vida estimada para mí mismo, para poder terminar mi
camino con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para testificar
completamente el evangelio de la gracia de Dios. Y ahora he aquí, sé que todos ustedes, entre quienes he andado
proclamando el reino de Dios, no verán más mi cara; por eso les testifico en este día que soy puro de la sangre
de todos, porque no me he retenido de predicarles todo el consejo de
Dios.
“Por tanto presten atención a ustedes mismos y a todo el
rebaño, entre el cual el Espíritu Santo los
ha hecho supervisores, para alimentar a la iglesia de Dios, la cual Él
compró con Su propia sangre. Porque se esto:
que tras mí partida lobos crueles entrarán entre ustedes, no escatimando el
rebaño; y de entre sus mismos propios
hombres se levantarán hablando cosas perversas para apartar discípulos
tras ellos mismos. Vigilen, por tanto, recordando que por tres años no cesé de
amonestar a cada uno noche y día con lágrimas” (Hechos 20:22-31).
Hoy, Satanás el diablo está trabajando
tiempo extra para desarrollar su religión mundial final y el gobierno mundial.
Todas las religiones están lentamente llegando a una aceptación mutua. Incluso el papa ha
proclamado, “Es la voluntad de Dios que hayan todas las diferentes religiones.”
En verdad, líderes católicos y musulmanes están trabajando juntamente para
traer entendimiento y paz mundial.
En
otro frente importante, Satanás está trabajando para destruir toda moral
sexual—de modo que incluso niños jóvenes pueden legalmente ser permitidos en
participar en actividades sexuales. Esto es nuevamente Sodoma y Gomorra.
Mientras Satanás está endureciendo su garra en este mundo, necesitamos “ceñir
los lomos” de nuestras mentes y resistir los caminos y planes del diablo
y de esta sociedad. El libro de Proverbios nos da instrucciones detalladas
sobre cómo podemos tomar las decisiones correctas para ser fieles y caminar en
el camino recto y angosto de Dios que lleva a vida: “Reten
la instrucción; no la dejes ir; mantenla, porque ella es tu vida.
No entres en el camino de los malvados, y no vayas
en el camino de hombres malignos. ¡Evítalo,
no entres en el; vuélvete de el, y pásalo! Porque
ellos no duermen excepto cuando han hecho maldades; y su sueño es quitado a
menos que hagan a alguien caer, porque
comen el pan de maldad y beben el vino de violencia.
“Pero el camino del justo es como la luz brillante,
que brilla más y más hacia el día perfecto. [Por otro lado] El camino del malvado es como oscuridad; ellos no
saben con que tropiezan.
“Hijo mío, atiende a mis palabras; inclina tu oído a mis
dichos. No se aparten de tus ojos; guárdalos en
medio de tu corazón, porque son vida
para aquellos que los encuentran, y salud para toda su carne. Sobre todo guarda la puerta de tu mente con diligencia,
porque de ella salen los problemas de la vida.
“Quita de ti una boca engañosa, y labios tortuosos pon lejos
de ti. Tus ojos miren lo recto, y tus
parpados miren derecho delante de ti. Considera
la senda de tus pies, y todos tus caminos serán establecidos. No dobles a mano derecha ni a la izquierda, remueve tu pie
del mal” (Proverbios 4:13-27).
Debemos
alcanzar esto a través del poder del Espíritu Santo guiándonos, de modo que
tomamos decisiones correctas. Pablo escribe: “Pero
si Cristo está dentro de ustedes, el cuerpo ciertamente está muerto
por causa del pecado; sin embargo, el Espíritu es vida por causa de
justicia. Entonces si el Espíritu de Quien
levantó a Jesús de los muertos está viviendo dentro de ustedes,
Quien levantó a Cristo de los muertos también resucitará sus
cuerpos mortales por causa de Su Espíritu que vive dentro de ustedes. Entonces, hermanos, no somos deudores a la carne, para vivir
de acuerdo a la carne; porque si están
viviendo de acuerdo a la carne, morirán; pero si por el Espíritu
están condenando a muerte los hechos del cuerpo, vivirán. Porque tantos como son guiados por el Espíritu de
Dios, esos son los hijos de Dios.… Los
exhorto por tanto, hermanos, por las misericordias de Dios, a presentar sus
cuerpos como un sacrificio vivo, santo y bien agradable a Dios,
el cual es su servicio espiritual. No se
conformen ustedes mismos a este mundo, sino sean transformados por la
renovación de sus mentes para que puedan probar lo que es bien
agradable y bueno, y la perfecta voluntad de Dios” (Romanos 8:10-14; 12:1-2).
El apóstol Pedro adiciona a esto: “Consecuentemente, dado que Cristo ha sufrido por nosotros en
la carne, ármense a sí mismos también con la misma mente porque aquel
que ha sufrido en la carne ha terminado de vivir en pecado para
este fin: que no viva más su tiempo restante en la carne para
las lujurias de los hombres, sino para la voluntad de Dios”
(I Pedro 4:1-2).
Aquí está
como resistir a Satanás y pararse por Dios y la verdad: “Finalmente, hermanos míos, sean fuertes en el Señor,
y en el poder de Su fuerza. Vístanse toda la armadura de Dios para que puedan ser
capaces de aguantar contra las artimañas del diablo porque no estamos luchando contra carne y sangre, sino
contra principados y contra poderes, contra los gobernadores del mundo
de la oscuridad de este siglo, contra el poder espiritual de maldad en lugares
altos.
“Por tanto, tomen toda la armadura de Dios para que puedan
ser capaces de resistir en el día malo, y habiendo resuelto todas las
cosas, estar de pie. Estén por tanto, teniendo
sus lomos ceñidos con verdad, y vistiendo la coraza de justicia, y teniendo sus pies calzados con la preparación del evangelio
de paz. Además de todo esto, tomen el
escudo de la fe, con el cual tendrán el poder de apagar todos los dardos
ardientes del maligno; y vístanse el casco
de salvación, y la espada del Espíritu, la cual es la Palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el
Espíritu, y en esta misma cosa siendo vigilante con toda
perseverancia y súplica por todos los santos” (Efesios 6:10-18).
Cada día, en toda manera, necesitamos permanecer
cerca de Dios el Padre y Jesucristo, porque la lucha es constante. Como escribe
Pablo: “Continúen firmemente en oración, velando
en ella con acción de gracias,… Y en
todo—lo que sea que hagan en palabra o en hecho—háganlo todo en el
nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios y Padre por Él” (Colosenses 4:2; 3:17).
Hermanos, les damos gracias por su amor y
oraciones por nosotros y todos los hermanos. Oramos por ustedes cada día que
Dios los continúe bendiciendo en todo, los sane de toda enfermedad, los
fortalezca en sus pruebas, y vele por ustedes y proteja. Gracias por sus
diezmos y ofrendas que dan libremente—las cuales nos habilitan para continuar
alcanzando a nuevas personas y a otros hermanos.
Con amor en Cristo Jesús,
Fred R. Coulter
FRC