Epístola de
Segunda de Pedro No.3
Fred R.
Coulter—30 de septiembre, 1995
www.LaVerdaddeDios.org
El día de hoy vamos a terminar la sección donde Pedro
nos habla de las cosas que necesitamos hacer; las cosas en las cuales debemos crecer
y aplicar en nuestras vidas.
Vayamos a II Pedro 1:5; solamente repasaremos un poco y
después llegaremos a la sección donde se muestra que en el Antiguo Testamento
habían profecías de que los profetas terminarían la Palabra de Dios. Veremos la
evidencia en el Nuevo Testamento de que Pedro, Pablo y Juan fueron los que
hicieron la canonización. Si usted entiende la Palabra de Dios y entiende cómo
trabaja Dios, entonces puede darse cuenta de que la verdadera canonización tenía
que ser hecha por los apóstoles. Dios no dejaría que fuera hecha por un grupo de
teólogos paganos y filosofados, quienes supuestamente se acababan de convertir del
paganismo al cristianismo, en los años 300 D.C.
Lo cierto es, que los apóstoles canonizaron el Nuevo
Testamento—y cuando llegó el momento de canonizarlo en los 300 D.C. y los 400
D.C. lo único que hicieron tanto la iglesia ortodoxa como la católica… fue
poner un sello de aprobación en el gran número de manuscritos existentes, que
es el que tenemos aquí. Así que, cuando usted entienda eso, se dará cuenta que
Dios es Quien inspiró a los apóstoles para que canonizaran el Nuevo Testamento.
La Palabra de Dios ha sido inspirada por Él, escrita por los apóstoles, y
preservada para nosotros como veremos más adelante.
II Pedro 1:5: “Y
por esta misma razón también, habiendo además aplicado toda diligencia…”— Así
que, tenemos que ser diligentes.
Ahora leamos el verso 10: “Por esta razón, hermanos… [Después
de que él resume todo, dice]…sean aún más diligentes para hacer su llamado y
elección seguros…”—así que la diligencia, la fidelidad
y la vigilancia son parte del crecimiento y entendimiento
cristiano.
De nuevo el verso 5: “…por esta misma razón también,
habiendo además aplicado toda diligencia, añadan a su fe… [Es un poco extraño
traducirlo literalmente del griego, porque en el Interlinear vimos que ‘añadan’
es: en—añadir en. Se refiere a poner en; lo cual en
realidad, es algo que está creciendo desde adentro]…añadan a su fe,
virtud; y a la virtud, conocimiento; y al conocimiento, auto-control; y
al auto-control, resistencia; y a la resistencia, santidad; y a la santidad,
amor fraternal; y al amor fraternal, el amor de Dios” (versos 5-7). Y la razón por la cual lo
traduje de esa manera es porque así está en el griego, como vimos la última vez.
Ahora cubramos algunos puntos acerca del amor;
porque es muy importante que lo entendamos. Sin embargo, ya hicimos una serie sobre
el tema cuando estudiamos 1era, 2nda y 3era de
Juan, llamada el amor de Dios.
Esta serie incluye todo lo que viene ahí, porque es algo muy importante.
Más adelante veremos en los escritos de Pedro, que el
libro de Marcos también fue escrito bajo su tutela, (porque Marcos era quién le
asistía). También veremos, que Marcos le ayudó a Pablo a reunir todas las
epístolas para canonizar el Nuevo Testamento. Ustedes verán que el amor no era
un punto fuerte para Pedro. Yo pienso que Pedro aprendió más acerca del amor ya
casi al final de su vida, aunque no fue tan fuerte en ese aspecto como Juan, o como
Pablo.
I Pedro 4:8: “Pero,
sobre todo, tengan ferviente amor entre sí… [La Reina Valera dice caridad,
pero la traducción correcta es amor. El griego es ‘ágape’ y en la mayoría de
los lugares del Nuevo Testamento donde se usa la palabra caridad, la palabra
leída en griego es ‘ágape’—la cual se traduce como amor.]…porque el amor
cubrirá una multitud de pecados.” Ahora, ¿Por qué el amor ‘cubre una multitud
de pecados’? ¡Porque El amor entiende los problemas y dificultades de la
naturaleza humana! Esto es, cuando hay arrepentimiento por supuesto. Esto no
quiere decir que el amor vaya a blanquear, minimizar, ocultar, negar o mentir
acerca de ello. Ese no es el tipo de cubrimiento del que habla. Está hablando
de ‘cubrir una multitud de pecados’ porque ¡entiende!
Mateo 18 nos da una muy buena lección acerca del
arrepentimiento, y de la aceptación después del arrepentimiento (en cuanto a lo
que una persona hace o no hace). Todo esto tiene que ver con que ‘el amor cubre
una multitud de pecados’ Y ¡Los va a cubrir! A veces hay pecados
que necesitan ser expuestos y Jesús habla acerca de esos pecados. Él dijo,
‘aquello que es hablado en secreto será gritado desde la azotea.’ Usted tiene
que discernir la diferencia entre ambos. A veces se tienen que exponer, porque aún
no ha habido arrepentimiento. Hay muchos pecados que afectan abiertamente a
muchas personas, y un ejemplo de ello es lo que hemos estudiado acerca de la
aceptación de la Navidad en algunas de las Iglesias de Dios. Ese es un pecado
que debería ser expuesto, y ‘gritado desde la azotea’ como algo incorrecto.
Pero en cuanto a tratarnos unos a otros con amor fraternal:
Vamos a conectar estos dos porque Pedro es quien
escribió la segunda epístola de Pedro. Mateo 18:21: “Entonces Pedro vino a Él y
dijo, ‘Señor, ¿Cuan a menudo pecará mi hermano contra mí y yo lo perdonaré?
¿Hasta siete veces?’… [Eso parece razonable, pero no cubre el alcance de la naturaleza
humana. ¿Tiene usted pecados que ha cometido más de siete veces? ¡Por
supuesto que sí! Ahora, él no nos dice el periodo de tiempo, pero
consideremos que fuera un día]…
Jesús le dijo, “No te digo que hasta
siete veces, sino hasta setenta veces siete’” (versos 21-22). Entonces, así es
como el amor cubre una multitud de pecados.
Veámoslo también
de esta manera; vayamos a Juan 3:16 para
mostrar que el amor de Dios es lo que cubre el pecado. Dios es amor, y Él eventualmente
va a cubrir todos los pecados del mundo. Ya sea que haya arrepentimiento y los
pecados sean puestos bajo la sangre de Cristo; o como sabemos por las
Escrituras, ocurrirá la muerte de los malvados y serán quemados en el lago de
fuego; pero Dios se va a encargar de todos ellos.
Juan 3:16: “Porque Dios amó tanto al mundo… [Él nos
ama; Él ama al mundo, aun lo ama y lo va a salvar. A pesar de que ha dejado que
la humanidad se desvíe de la manera que lo ha hecho, Dios es más grande que
todos los pecados que puedan hacer los seres humanos. Dios es capaz de
encargarse de ello]…que dio Su único Hijo engendrado, para que todo el que crea
en Él no pueda morir (o pueda no morir), sino pueda tener vida eterna. Porque
Dios no envió a Su hijo al mundo para que pudiera juzgar al mundo, sino para
que el mundo pudiera ser salvo a través de Él” (versos 16-17). Esto
requiere de muchísimo perdón para poder hacerlo ¿verdad? Entonces, así es como el
amor cubre una multitud de pecados. Y vean cómo Juan profundiza en lo
que Pedro escribió.
Pienso que tal vez somos una de las pocas iglesias que
hacen esto que leeremos a continuación.
Vayamos a I Pedro 5:13: “La iglesia en
Babilonia, escogida junto con ustedes, los saluda, como también
Marcos, mi hijo… [Quien escribió el libro de Marcos, y vino a ayudarle a Pablo.
Él fue quien trajo los pergaminos y las otras cosas, para que pudiera
terminarse el Nuevo Testamento]…Salúdense uno al otro con un beso de amor…” (Versos
13-14).
Creo que nosotros hacemos esto más que ninguna otra
iglesia. Algunas iglesias se vuelven tan formales que todos se dicen señor y
señora, se saludan de manos, y no se atreven a mostrar ninguna emoción unos con
otros; yo pienso que eso es totalmente incorrecto. Esta escritura nos muestra
el tipo de amor que debemos tener.
Vayamos a II Corintios 6. Y esto es importante porque
nos muestra que a pesar de todo lo que tenemos que atravesar—que no es poco— el
apóstol Pablo también pasó por muchísimas cosas. Pienso que todo el sufrimiento
y la dificultad que Pablo tuvo que pasar, le enseñó muchísimo acerca del amor
de Dios; le enseñó mucho acerca de cómo Dios realmente tiene la capacidad de
perdonar a partir del arrepentimiento, ¡y lo hace!
II Corintios 6:1: “Nosotros entonces, trabajando junto
con Él, estamos también exhortándolos a no recibir la gracia de Dios en
vano.” La gracia de Dios no es una licencia para pecar. La gracia de Dios es
para cubrir el pecado—a partir del arrepentimiento. La gracia de Dios es para
ponernos en un status con Dios que:
·
Nos da el fruto de Su Espíritu
·
Nos da Su amor
·
Nos da Su entendimiento
·
Nos da las cosas que Dios quiere
que tengamos para crecer en la gracia y en el conocimiento de Jesucristo
Todo eso es parte de la gracia de Dios. Y él
dice que ‘no la recibamos en vano.’
Verso 2: “(Porque Él dice, “En un tiempo aceptable te he oído, y en un
día de salvación…” Hoy no es el único día
de salvación. Si usted mira alrededor del mundo, tendría que concluir que si
este fuera el único día de salvación, ciertamente Dios estaría
perdiendo, porque sin duda, Satanás está ganando en este tiempo. Así que, es un
día de salvación; y es para nosotros—nosotros somos llamados a salir.
“…te
he ayudado.’ He aquí, ahora es un tiempo
aceptable. He aquí ahora es un día de salvación.)” (Verso 2). Este no es un día de salvación para el
mundo, sino para nosotros.
Después en el verso 3, él habla acerca de su
ministerio: “Nosotros no
damos ofensa a nadie en nada, para que el ministerio no pueda ser culpado; sino que en todo estamos confirmándonos nosotros mismos como
siervos de Dios, en mucha resistencia, en tribulación, en necesidades, en
angustias, en azotes, en encarcelamientos, en
tumultos, en trabajos, en vigilias, en ayunos” (versos 3-5).
Esto no me recuerda a muchas personas que conozco. ¿A
usted le parece familiar? ¿Piensa usted que ha tenido un tiempo difícil como
cristiano? Y eso que las dificultades apenas comienzan.
Verso 6: “En pureza, en conocimiento, en paciencia, en bondad, en el
Espíritu Santo, en amor no fingido.” Y a
través de cada una de estas cosas, Pablo pudo desarrollar:
·
El amor de Dios
·
La paciencia
·
La pureza
·
El conocimiento
Entre otras cosas.
Verso 7: “En la Palabra de verdad, en el poder de Dios; a
través de la armadura de justicia en la mano derecha y en la izquierda, A través de gloria y deshonra, por medio de reporte malvado y buen
reporte, como engañadores y verdaderos…
[Parece que habían muchas personas alrededor de Pablo diciéndole cosas]… Como desconocidos y bien conocidos; como
muriendo, pero he aquí, estamos vivos; como castigados, pero no puestos a
muerte; Como tristes, pero siempre regocijándonos;
como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, pero poseyendo
todas las cosas. ¡Oh ustedes
Corintios! Nuestras bocas han sido abiertas a ustedes, y nuestros corazones han
sido ampliados hacia ustedes. Ustedes no están reprimidos por nosotros,
sino que están restringidos en sus propios corazones” (versos 7-12). En otras
palabras, les está diciendo que está tan preocupado por ellos, hasta el punto de
estar afligido dentro de sí.
Ahora noten lo que él dice en el verso 14: “No sean
unidos desigualmente con incrédulos. Porque ¿Qué tienen en común la
justicia y la ilegalidad?... [¿No es este un dicho verdadero? ¿No es
cierto esto en la actualidad?]…Y ¿Qué compañerismo tiene la luz
con la oscuridad?... [Usted no puede traer un poco de oscuridad y
esperar que la luz de Dios continúe. La oscuridad se va a apoderar de usted,
porque se estaría rindiendo ante Satanás]…Y ¿Qué unión tiene Cristo con
Belial? O ¿Qué parte tiene un creyente con un incrédulo? Y ¿Qué acuerdo hay
entre un templo de Dios y los ídolos? Porque ustedes son
templo del Dios vivo…” (Versos 14-16).
¿Habrá un templo durante el Milenio? La respuesta
es no, ¡no habrá! No va a haber un sacerdocio levítico durante el Milenio.
Nosotros seremos los reyes y los sacerdotes y tampoco habrá sacrificios
animales. Si Cristo está aquí, ¿Por qué habría sacrificios animales? En la
Fiesta de Tabernáculos repaso toda la sección de Ezequiel 40-47 donde hay
algunas cosas que se proyectan hacia la profecía del Milenio y más allá. Pero
de lo que se habla en Ezequiel 40-47, es del segundo templo y la predicación
del Evangelio saliendo del segundo templo y el comienzo de la Iglesia.
Verso 16: “Y ¿Qué acuerdo hay entre un templo
de Dios y los ídolos? Porque ustedes son templo del Dios vivo,
exactamente como Dios dijo: ‘Viviré en ellos y caminaré en ellos; y seré
su Dios, y ellos serán Mi pueblo. Por tanto, salgan de en medio de ellos
y sepárense,’ dice el Señor…” (Versos 16-17). Aquí Pablo estaba
diciéndoles que no se unieran al mundo. El amor no le da a uno el derecho de
salir y unirse al mundo; eso es de lo que está hablando.
“…‘y no toquen lo impuro… [Mucho menos
comerlo]…y Yo los recibiré; y seré un Padre para ustedes, y ustedes serán Mis
hijos e hijas,’ dice el Señor Todopoderoso” (versos 17-18). Aquí vemos
todo lo que abarca el cristianismo resumido en un capítulo (II Corintios 6),
donde también se menciona todo lo que vamos a experimentar como cristianos.
Estoy convencido de que antes que termine el tiempo del fin, vamos a
experimentar muchas de las cosas por las que él tuvo que pasar y sin duda
alguna, así será.
Vayamos a I Timoteo capítulo cuatro, y aquí veremos
algunas instrucciones concernientes al amor de Dios, que no cubrimos
anteriormente. I Timoteo 4:12: “No dejes que nadie desprecie tu juventud; sino sé
un ejemplo a los creyentes—en palabra, en conducta, en amor, en Espíritu, en fe
y en pureza.” Esto no significa que él no tenía sus dificultades y sus
problemas—ciertamente los tenía; todos los tenemos.
También tenemos aquí otra amonestación del apóstol
Pablo para Timoteo, II Timoteo 2:22: “Pero huye lujurias juveniles; y ve tras
justicia, fe, amor y paz con aquellos quienes están llamando al Señor
con un corazón puro… [Esta es una buena amonestación, porque uno puede llegar a
desviarse por estas cosas— ¿verdad?]…Pero rechaza especulaciones tontas e
ignorantes, sabiendo que ellas engendran argumentos” (versos 22-23).
Y vaya que eso puede pasar. Puedo decirles que a
través de la historia ha habido más discusiones acerca de lo que significa y lo
que no significa la Biblia, ¡que de ningún otro libro en el mundo!
·
¿Acaso discuten las personas acerca
de Shakespeare? ¡No!
·
¿Discuten las personas acerca de
los escritos de Homero, La Ilíada y la Odisea? ¡No!
·
¿Discuten acerca del libro del
Corán?
No he escuchado de mártires por algún pleito acerca
del libro del Corán, aunque supongo que los ha habido. Pero sí que los hay por
la Biblia, ¿cierto? Es interesante que ‘preguntas tontas e ignorantes’ definan
el tipo. Algunas personas hacen preguntas solamente para causar problemas; no
preguntan para aprender, para saber o entender. Así que debemos evitar a esas
personas.
II Timoteo 3:10: “Pero tú has seguido de cerca mi doctrina, conducta, propósito, fe,
paciencia, amor, resistencia,
persecuciones y
sufrimientos—como las que me sucedieron en Antioquía, en Iconio, y en
Listra. Tú sabes qué clase de persecuciones resistí… [Reunieron a las multitudes, incitaron a una
revuelta, fueron contra Pablo; lo apedrearon, y lo dejaron ahí pues lo dieron
por muerto. Pero Él se levantó, caminó, y regresó predicando porque]:…el Señor me libró de todas ellas. Y ciertamente, todo quien desee vivir piadosamente en Cristo Jesús
será perseguido. Pero hombres malvados e impostores llegarán a ser peor
y peor, engañando a otros y siendo engañados ellos mismos”
(versos 10-13).
¿No es esto cierto? ¡Esto es exactamente lo que está
sucediendo! Un engaño lleva a otro engaño. Una de las preguntas que se generan
es: ¿Está mal que los cristianos introduzcan novedades en su adoración a Dios?
Y después dicen, ‘Bueno, si adoramos a Dios quitando las partes paganas de la
navidad, entonces todo está bien, ¡se desvían en su propio razonamiento! Por lo
tanto, se van enfriando más y más. Y estamos viendo estas cosas suceder justo
frente a nosotros.
Vayamos a Colosenses 3 y terminaremos la sección de amonestaciones
que escribió Pedro, las cuales tenemos que usar para crecer en gracia y
conocimiento. Además, debemos agregar las diferentes características del Espíritu
Santo para tener mayor crecimiento y entendimiento.
Colosenses 3:12: “Vístanse entonces, como los
elegidos de Dios, santos y amados, de profundo afecto interior,
amabilidad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándose uno al otro,
y perdonándose uno al otro… [Es por esto que ‘el amor cubre una multitud de
pecados.’]…si cualquiera tiene una queja contra otro; incluso como Cristo los
perdonó, así también ustedes deberían perdonar. Y sobre todas estas
cosas… [Este es el aspecto más remarcable; de esto estaban hablando Pablo y
Pedro. Es por esto que Pablo dijo que hay fe, hay esperanza y amor—y el amor es
el más grande]…vístanse de amor, el cual es el vínculo
de la perfección” (versos 12-14).
¿Cómo puede usted ser perfecto, como su Padre en el
cielo es perfecto? Lo puede hacer:
·
Al revestirse del amor de Dios
·
Al dejar que el Espíritu de Dios esté
en usted
·
Al permitir que el Espíritu de
Dios lo guie
·
Al permanecer en la gracia de Dios,
para que estas cosas crezcan en usted
Volvamos a II Pedro capítulo uno. Ahí veremos algunas
cosas muy interesantes acerca de cómo los apóstoles canonizaron, reunieron y
terminaron el Nuevo Testamento… de una manera que mucha gente no entiende.
II Pedro 1:8: “Porque si estas cosas existen y
abundan en ustedes…”
·
La fe
·
La virtud
·
El conocimiento
·
El auto-control
·
La resistencia
·
La piedad
·
El amor fraternal
·
Y el amor
En realidad existen y abundan en usted.
¿Cuál sería un término moderno para decir que algo está en usted? Es
algo conocido por mucho tiempo, pero existe una frase moderna para ello. La
palabra es internalización. Internalización significa que usted
entiende las reglas y regulaciones; usted entiende las leyes de Dios;
pero para ser internalizadas deben de estar escritas en nuestra mente
y corazón. Entonces, él está diciendo lo mismo aquí, que si estas
características listadas en los versos 5, 6 & 7…
“…existen y abundan en ustedes, no les harán estar
carentes de esfuerzo ni carentes de fruto en el conocimiento de nuestro
Señor Jesucristo… [En otras palabras, cumpliríamos con una de las últimas cosas
que él dijo: crecer en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor
Jesucristo]…Pero aquel en quien estas cosas no están presentes está espiritualmente
ciego—tan miope que ha olvidado que fue purificado de sus antiguos
pecados” (versos 8-9).
Veamos lo que sucede cuando alguien no tiene estas
cosas dentro de sí mismo, cuando se usa el nombre de Cristo para beneficio
propio y cuando se usa el nombre de Cristo para combinarlo con el de Belial.
II Pedro 2:18: “Pues ellos hablan palabras rimbombantes de vanidad,
atrayendo a otros por medio de las lujurias de la carne
al conceder indulgencias para pecar, y atrapando a aquellos
quienes ciertamente habían escapado de aquellos quienes viven en el engaño.” Aquí se habla de un grupo de personas que aún estaban
en proceso de salir del mundo, estaban acercándose al conocimiento y
entendimiento de la Verdad, y alguien vino a ellos con engaños y empezó a
decirles—por medio de ‘seductoras lujurias de la carne’— las cosas que estaban
permitidas hacer.
Verso 19: “Mientras le prometen libertad, ellos mismos son en realidad
esclavos de corrupción; porque por cualquier cosa que alguno es vencido,
él también es mantenido en esclavitud…”
Si usted tiene algo que lo ha vencido, usted ha sido derrotado por eso, y usted
necesita del triunfo de Cristo para vencer aquello que no ha podido dejar de
hacer.
“…él
también es mantenido en esclavitud. Porque si,
después de escapar las contaminaciones morales del mundo por medio del conocimiento
del Señor y Salvador Jesucristo, ellos nuevamente se enredan en ellos, y son
vencidos, el último fin es peor que el principio.” (Versos 19-20). Eso es lo que podemos ver suceder ante nuestros ojos.
“…Porque
hubiera sido mejor para ellos no haber conocido el camino de justicia que,
después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que fue
entregado a ellos. Mas el pronunciamiento que se encuentra
en el proverbio verdadero les ha sucedido a ellos: El perro ha vuelto a comer
su propio vómito; y la puerca que fue lavada ha regresado
a su lugar de revolcarse en el cieno asqueroso.” (Versos 21-22). Y vamos a ver esto suceder dentro de
la Iglesia de Dios, y estaba sucediendo también en tiempos de Pedro; así que él
dio esta advertencia antes de llegar al capítulo dos, diciendo:
II Pedro 1:9: “Pero aquel en quien estas cosas no
están presentes está espiritualmente ciego…” ¿Se referirá a aquellos que
están ‘ciegos, desnudos y destituidos’? ¡Sí! ¡Son los Laodiceanos!
Aunque no vamos a irnos en contra de ellos porque también hay muchos otros que están
ciegos.
Vayamos a Juan capitulo nueve porque Jesús dio una
gran lección con esta parábola. Todo el capítulo es acerca de un hombre que fue
curado de ceguera, la cual tenía de nacimiento. Aquí se nos muestra todo el relato,
pero sólo cubriremos los primeros versos del capítulo y después leeremos
algunos versos al final, para ver la lección.
Juan 9:1: “Ahora al pasar Jesús, Él vio a un
hombre quien era ciego de nacimiento. Y Sus discípulos Le preguntaron,
diciendo, ‘Rabí, ¿Quién pecó, éste hombre o sus padres, que él fuera nacido
ciego?’” (Versos 1-2). Esa no es una muy buena pregunta, ¿verdad? Porque
¿cómo podría alguien pecar en el vientre, para nacer ciego?
Verso 3: “Jesús respondió, ‘Ni este hombre pecó, ni
sus padres; más bien, ésta ceguera vino de modo que las obras de Dios
pudieran ser manifestadas en él.’” Dios deliberadamente ha hecho que algunas
personas nazcan en una situación de discapacidad; para mostrar Su poder y Su gloria.
Este hombre ciego fue uno en particular, para enseñar una lección que ha sido
preservada en las Escrituras para nosotros hasta este día.
Verso 4: “Yo debo obrar las obras de Quien Me envió
mientras es aun día. Cuando la noche viene, nadie es capaz de trabajar. Mientras
estoy en el mundo, Yo soy la luz del mundo.’ Después de decir estas
cosas, Él escupió en la tierra, e hizo barro de la saliva, y aplicó el
barro a los ojos del hombre ciego” (versos 4-6).
Esta escena es impresionante, ¿no es así? ¡Piénsenlo!
¿Le gustaría a usted que le hicieran eso? Claro que no podría ver lo que estaba
pasando, pero los discípulos y los apóstoles lo vieron. Cristo se agachó, y escupió
sobre la tierra—probablemente tuvo que escupir bastante y mezclarlo para
ponerlo sobre los ojos del hombre. Yo me imagino que los discípulos pensaron, ‘Vaya,
eso no es algo muy inteligente.’ Pero sí lo fue, pienso yo, en relación a la
pregunta tonta de ellos. Después, el hombre fue a la piscina de Silo, se lavó y
volvió.
¿Podría ser que él no tuviera ojos? ¡No lo sé!
¿Podría ser que el lodo fuera parte de la creación milagrosa de sus ojos? No lo
sé. Tendremos que dejar eso como una incógnita.
Él entró en la sinagoga y los fariseos le preguntaron,
‘¿Tú eras ciego? ¿Quién te sanó? Entonces él les dijo quién lo sanó. Los
fariseos no lo creyeron, así que les preguntaron a los padres, ‘¿Es éste su
hijo?’ Sí, este es nuestro hijo. ‘¿Cómo es que él puede ver? No
sabemos, pregúntenle a él, ya tiene edad. Ellos respondieron ‘Nosotros los
vamos a echar de la sinagoga si no nos dicen la verdad, porque sabemos que este
hombre es un pecador.’ Así que la lección es:
Leamos lo que el hombre que fue sanado les dijo en el
verso 30: “El hombre respondió y les dijo, ‘Ésta es
verdaderamente una cosa increíble… [Aquí, él les está
instruyendo a los fariseos]…que ustedes no sepan de dónde ha venido Él, aun así Él ha abierto
mis ojos. Ahora, nosotros sabemos que
Dios no escucha a pecadores. Pero si alguno es temeroso de Dios y está haciendo
Su voluntad, Él lo escucha. Desde
el principio del mundo nunca se ha oído que alguien haya abierto los ojos de uno quien nació ciego. Si este Hombre no fuera de Dios, no podría hacer
nada.’” (Versos 30-33). Aun así, los fariseos dijeron que él
era un pecador.
Verso 34: “Ellos respondieron y le
dijeron, ‘Tú naciste completamente en pecado, y ¿estás enseñándonos a nosotros?’…”
Aquí aconteció un milagro que nunca había ocurrido—ni algo parecido—desde la
fundación del mundo; pero ¿en qué estaban más interesados los fariseos, que en
el hecho de que él podía ver y el milagro que se hizo? Estaban interesados
en condenar a Jesús, y ¡en retener su propio poder y autoridad política!
Eso era lo que les preocupaba.
“…Y lo expulsaron… [Esto se escucha como la experiencia que
han tenido algunas personas que conocemos]… Jesús
oyó que ellos lo habían expulsado; y cuando lo encontró, le dijo, ‘¿Crees en el
Hijo de Dios?’ Él respondió y
dijo, ‘¿Quién es Él, Señor, para que yo pueda creer en Él?’ Y Jesús le dijo, ‘Tú
lo has visto, y Él es aquel Quien incluso está hablándote ahora.’ Entonces él dijo, ‘Señor, creo.’ Y lo
adoró.” (Versos 34-38).
Si Él no hubiera sido Dios en la carne, entonces no
habría permitido que aquel hombre le adorara, porque en el libro de Apocalipsis,
Juan se arrodilló ante un ángel y el ángel le dijo, ‘No hagas esto, yo soy uno
de tus ayudantes y de tus hermanos—adora a Dios.’ Y aquí leemos que el que fue
sanado le adoró a Él.
Verso 39: “Y Jesús dijo, ‘Para juicio he venido a
este mundo…” En otro lugar de la Biblia dice
que Él no vino para juicio, pues ciertamente Él no vino para juicio para
aquellos que se arrepienten, porque sus pecados serán perdonados—sino que Él
vino para juicio para aquellos que no se arrepientan.
Aquí está la razón: “…para que aquellos quienes no
ven puedan ver… [Así como este hombre ciego; de bajo nivel social; que
obviamente no poseía alguna educación digna de considerarse por los fariseos]…y aquellos quienes ven puedan
llegar a ser ciegos.’ Y aquellos de los fariseos quienes estaban con Él oyeron
estas cosas; y le dijeron, ‘¿Nosotros también somos ciegos?’” (Versos
39-40). Ahí está toda la lección. Usted va con alguno de estos ‘expertos’—como el
doctor Martin ha señalado muchas veces acerca de los doctores. Si usted fuera
con un doctor y le dijera, ‘Usted está completamente equivocado y solamente está
aquí por el dinero,’ sería echado fuera. Incluso podría ser arrestado y puesto
en prisión si hace el escándalo suficiente. Ellos dicen que ven, igual que los
fariseos o como los religiosos—dicen ver.
Verso 41: “Jesús les dijo, ‘Si ustedes fueran ciegos,
no tendrían pecado, pero ahora dicen, “Vemos.” Por tanto, su pecado permanece.’”
Entonces, cuando uno llega a este punto de ceguera
espiritual, se mete en grandes problemas con Cristo. ¿Por qué? Porque no
podrá ver sus pecados y no podrá arrepentirse de ellos. La persona que está
pecando y se está arrepintiendo, no es la que está en problemas. Sino la
persona que está pecando y se rehúsa a reconocer el pecado, y no se arrepiente.
Ése es el que está en problemas, porque dice ‘veo.’ Por lo tanto, su pecado
permanece.
Es por eso que Pedro escribió: “Pero aquel en quien
estas cosas no están presentes…”. Ahora leamos II Pedro 1:10: “Por esta razón,
hermanos, sean aún más diligentes para hacer su llamado y elección
seguros…” Aquí tenemos dos veces: diligencia, ¿Cierto? Usen toda
diligencia; y aquí dice sean más diligentes que toda
diligencia. “…para hacer su llamado y elección seguros…”
No quiere decir que sea algo que podamos garantizar;
sino que Dios nos ha dado una tremenda responsabilidad, para poder asegurar
nuestro llamado y elección. Hay cosas que debemos hacer; nosotros somos
responsables y Dios se está asegurando que les demos seguimiento.
“…porque si están haciendo estas cosas…” [Haciendo
en el griego significa practicando]…nunca caerán en ningún momento. Porque
en esta forma, les será ricamente concedida una entrada en el reino eterno de
nuestro Señor y Salvador, Jesucristo” (versos 10-11). Y sabemos que esto
ocurrirá en la resurrección.
Ahora hablemos más a fondo sobre el llamado y
la elección. El Llamado y la elección son muy
interesantes. Nadie puede llamarse a sí mismo; veamos cómo es este llamamiento,
¿cómo es uno llamado? ¿Puede alguien presentarse ante Dios y hacer que Él lo
llame? Si fuera así, entonces ¿Quién estaría haciendo la voluntad de quién?
Nadie va a forzar a Dios, Él es Quien está llamando. Esto es algo muy
importante, que necesitamos volver a repasar y entender.
Juan 6:44—aquí está lo que dijo Jesús: “Nadie puede
venir a Mí a menos que el Padre, Quien Me envió, lo atraiga…” Usted no
puede ir a Dios por usted mismo; Dios tiene que llamarlo. El sólo hecho de
vivir en el mundo, el solo hecho de vivir en la justicia de la letra de la ley,
nos presenta un escenario un poquito diferente. Pero estamos hablando de lo espiritual,
donde usted recibe el Espíritu de Dios. Puesto que Dios el Padre es Quien da el
Espíritu Santo, Dios es Quien tiene que traer y Quien tiene que poner en la
mente el desear el camino de Dios.
“…y Yo lo levantaré en el último día… [Este es el
resumen más corto de todo el proceso del Evangelio, ¡justo ahí!]…Está escrito
en los profetas, ‘Y todos ellos serán enseñados por Dios.’…” (Versos 44-45). Todos
los que son llamados; así es como aprendemos realmente. ¿Cómo entiende usted la
Biblia y sabe cosas de la Biblia? La Biblia es la Palabra de Dios; y si
es la Palabra de Dios, ¿Quién le está enseñando a usted? ¡Dios lo está
haciendo! Si el Espíritu de Dios está en usted, y Dios lo está guiando a
entender Su Palabra, ¿Quién le está enseñando? ¡Dios lo está haciendo!
“…Por tanto, todo el que ha oído… [Usted tiene que
responder ese llamado]…del Padre, y ha aprendido, viene a Mí. Nadie ha visto al
Padre excepto Quien es de Dios; Él ha visto al Padre” (versos 45-46) —Cristo está
hablando aquí de Sí mismo.
En Juan 6:65 Él lo vuelve a reiterar. Es un regalo de
Dios el llegar al conocimiento del entendimiento de la Verdad, pero si ese don
es rechazado, entonces se está metiendo en problemas porque:
·
El Espíritu Santo es un regalo de
Dios
·
El llamamiento es un regalo de
Dios
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El Hijo de Dios como sacrificio para
el perdón de nuestros pecados, es un regalo de Dios
Y a final de cuentas, como hemos dicho anteriormente, no
tenemos nada que no hayamos recibido.
(Ir a la pista siguiente)
Leamos Juan 6:65 de nuevo—porque necesitamos entender a
profundidad cómo hacer seguros nuestro llamamiento y elección. Miren lo que
dijo Jesús aquí: “…Por esta razón, les he dicho, nadie puede venir a Mí a
menos que le haya sido concedido por Mi Padre.” Entonces, Dios es Quien
tiene que hacerlo, Dios es Quien tiene que llamarlo (como lo vimos en el verso
44); usted no puede venir a Jesucristo, a menos que el Padre le dé la habilidad
para hacerlo. Así que, esta es la manera en que Dios el Padre va a asegurarse
de que los llamados—aquellos que Él llama y realmente tienen Su Espíritu—sepan
y entiendan.
Sé que estas son Escrituras muy básicas y que todos
deberíamos saber. Sin embargo, son fundamentales para entender nuestro llamado;
para que no nos exaltemos en nuestra vanidad y en nuestras propias obras y
lleguemos pensar que estamos haciendo algo por nosotros mismos. Recuerden, no hay
ninguna obra de ninguna ley que pueda sustituir el sacrificio de Jesucristo. También
reitero que no hay ninguna obra de ninguna ley que pueda sustituir la
imputación o aplicación de la justicia de Jesucristo, que le fue dada como un
regalo. Ningún hombre puede hacerse justo a si mismo ante Dios—este
es el llamamiento que debemos asegurar.
Llevemos esto más allá en el libro de Hebreos capitulo
tres, porque necesitamos entender qué tipo de llamado es este. Este no es un
llamado a una religión, para hacerse mejor a sí mismo en el mundo. Este es un
llamado directamente de Dios el Padre, el Ser más grande del universo. Por
favor entiendan esto: solamente Él es apto para sentarse en el trono del
universo. Nadie más es apto. Por lo tanto, cuando usted realmente comprenda eso,
entonces entenderá el pecado de Satanás, que él se iba a exaltar a si mismo
sobre ‘las estrellas y sentarse en el trono en los lados del norte.’
Hebreos 3:1: “Por esto, santos hermanos…” Eso viene de
la palabra santificar—eso es lo que lo hace santo a usted. Si usted
tiene el Espíritu Santo, si usted tiene el Santo llamado; si tiene a Cristo en usted,
entonces usted es santo.
“…participantes del llamamiento celestial…” (Verso
1). ¡Este llamado es tremendo y fantástico! Llamado viene del griego,
‘klesis’—que (como hemos estado estudiando) significa que Dios lo tiene que
hacer. Es por eso que es un llamado celestial; el Padre tiene que
hacerlo.
“…consideren al Apóstol y Sumo Sacerdote de la fe que
profesamos—Jesucristo, Quien fue fiel a Aquel que lo ordenó, así como lo fue
Moisés en toda Su casa. Porque Él ha sido considerado digno de mayor gloria
que Moisés, así como El que construyó la casa tiene mucho más honor que la casa
misma” (versos 1-3). Cristo es Quien está construyendo la casa; de
hecho, es el dueño de la casa—obviamente, Él tiene más honor que la casa.
Verso 6: “Pero por otro lado, Cristo fue fiel como
el Hijo sobre Su propia casa; Cuya casa somos nosotros, si
verdaderamente estamos reteniendo… [Este es el mismo uso de palabras del
apóstol Pedro: hagan su llamado y elección seguros. Usted tiene que
retener]…la confianza… [Y esa confianza viene del poder del Espíritu de Dios]…y
el regocijo de la esperanza firmes hasta el fin.”
Ahora veamos Quien es el Iniciador y el Terminador; el
Autor de nuestra fe. Es importante entender esto, porque encaja perfectamente
con el llamado que Dios ha hecho.
Hebreos 12:1: “Por tanto, dado que estamos
rodeados por tan gran multitud de testigos, dejemos a un lado todo peso, y el
pecado que tan fácilmente nos atrapa; y corramos la carrera
puesta delante nuestro con resistencia… [Eso también es hacer su llamado
y elección seguros]…Teniendo nuestras mentes fijas en Jesús,
el Iniciador y Terminador de nuestra fe…” (1-2). Cuantas veces
leemos en las Escrituras donde Jesús dijo, ‘Yo Soy el Principio y el Fin; Yo
Soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Final.’
Aquí está, Él es: “…el Iniciador y Terminador de nuestra
fe…” (Verso 2). Él es el único que puede hacerlo posible. Es por eso que
necesitamos mirar hacia Él. No miramos hacia un hombre y no necesitamos mirar
hacia una organización. Cuando usted hace eso, todas esas cosas se vuelven
ídolos; porque los hombres lo van a decepcionar, las organizaciones lo van a
decepcionar, ¡pero Cristo nunca lo va a decepcionar!
“…Quien por el gozo que tenía delante de Él resistió la
cruz, aunque despreció la vergüenza, y se ha sentado a la
mano derecha del trono de Dios. Ahora mediten profundamente en Quien resistió
tan gran hostilidad de pecadores contra Sí mismo para que no lleguen a estar
cansados y desmayen en sus mentes. Ustedes aún no han resistido al punto de perder
sangre en su lucha contra el pecado” (versos 2-4).
También estamos en un tiempo de corrección; esta
corrección está llegando como una sesión de vómito—eso es lo que está
sucediendo ahora en las Iglesias de Dios—para que puedan ‘hacer
su llamado y elección seguros’ si tan sólo se esforzaran por hacerlo.
El verso 5 es muy importante: “Y ustedes ya han
olvidado la amonestación que Él les dirige como a hijos: “Hijo Mío, no
desprecies el castigo del Señor, ni te canses de ser reprobado por Él; porque
a quien el Señor ama… [Amor constante; tiempo presente]…Él castiga, y Él
disciplina severamente a cada hijo a quien Él recibe’… [Todos esos son en
tiempo presente]…Si soportan castigo, Dios está tratando con ustedes como un
Padre con Sus hijos… [Eso es tan importante, hermanos. Necesitamos
entender que el final de nuestro llamado es ser los hijos mismos de Dios]…Porque
¿quién es el hijo a quien el Padre no castiga? Pero si están sin
castigo, del cual todos [cada uno de nosotros] son participes, entonces son
bastardos y no hijos” (versos 5-8).
¡Ahí está! Es muy importante que entendamos que Dios también
quiere que nosotros ‘hagamos seguro nuestro llamamiento y elección.’ Él es
Quien nos ha llamado y Él es Quien lo hace posible.
Ahora veamos dónde estamos en la historia de la
Iglesia, si pudiéramos verlo de esa manera. Vayamos a I Corintios capitulo uno
y después iremos a Mateo 22. Veamos lo que dice la Biblia acerca de nuestro
llamado. Conocemos este verso y lo sabemos bien; pero leemos esto para el
registro, porque está hablando acerca de nuestro llamamiento y es algo que
solamente Dios hace.
I Corintios 1:23: “Pero nosotros proclamamos a Cristo crucificado. Para los
judíos es una causa de ofensa… [Y
la piedra les va a caer encima y los va a moler]… y para los griegos es insensatez; Pero para aquellos quienes son llamados…” (Versos 23-24). Noten la palabra llamado; seleccionados
de Dios. Usted ha sido seleccionado personal e individualmente por Dios el
Padre.
“…—ambos
judíos y griegos—Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios” (verso 24). Usted no necesita la sabiduría de la
filosofía; no necesita el poder del demonismo; no necesita el poder de la
personalidad; no necesita el cerebro de un genio, ¡usted necesita a
Cristo! ¿Por qué?
Verso 25: “Porque la insensatez de Dios es más sabia
que el hombre, y la debilidad de Dios… [Si es que Él tiene algo de
debilidad]…más fuerte que el hombre. Porque ustedes ven su llamado,
hermanos… [Dios está haciendo algo maravilloso; pero ¡va a anonadar al mundo!]…que
no hay muchos que sean sabios… [Eso significa solamente unos pocos]…de
acuerdo a la carne, no muchos que sean poderosos… [Se refiere a aquellos que
tienen habilidad y fuerza política, son poderosos en el mundo. Yo diría que no
conozco a ninguno]…no muchos que sean de alta alcurnia entre ustedes”
(versos 25-26). Aquellos de nacimiento en la realeza.
Verso 27: “Antes bien, Dios ha escogido… [Escogido
es el verbo para llamado, que es el sustantivo. Escogido significa seleccionado]…las
cosas tontas del mundo, para que Él pudiera avergonzar a aquellos quienes son
sabios; y Dios ha escogido las cosas débiles del mundo para que Él pudiera
avergonzar las cosas fuertes. Y lo vil del mundo… [Tal vez usted se ha
preguntado de vez en cuando: ¿Por qué Dios me ha llamado? Ahí leemos por qué]…y
lo despreciado ha escogido Dios—incluso las cosas que son contadas como
nada… [Nosotros ni siquiera existimos para el mundo; somos igual a nada para
ellos]… —para que Él pudiera llevar a nada las cosas que son…
[Aquí está la razón]…Para que ninguna carne pudiera gloriarse en Su
presencia… [Nadie se va a gloriar en Su presencia]…Pero ustedes son de
Él en Cristo Jesús, Quien fue hecho sabiduría de Dios para nosotros—incluso
justicia, y santificación, y redención; de modo que, como está escrito, ‘El que
se gloria, gloríese en el Señor’” (versos 27-31).
Veamos qué sucede cuando hay personas que piensan que
son llamados, o piensan que son majestuosos y que lo merecen. Vayamos a Mateo
22 para tener un buen análisis de dónde estamos actualmente, en relación a la
Iglesia.
Mateo 22:1: “Y nuevamente Jesús respondió y les habló
en parábolas, diciendo, ‘El reino del cielo es comparado a un hombre que era
un rey, quien hizo una fiesta de bodas para su hijo… [Este es un tipo de la
Iglesia y de Jesucristo]…Y envió a sus siervos a llamar a aquellos que habían
sido invitados para la fiesta de bodas; pero rechazaron ir. Más tarde envió a
otros siervos, diciendo, “Díganles a aquellos que habían sido invitados, ‘He
aquí, he preparado mi cena; mi buey y las bestias gordas están muertas, y todas
las cosas listas. Vengan a la fiesta de bodas.’ Pero ellos no prestaron
atención y se fueron, uno a su granja, y otro a su negocio. Y el resto, tras
agarrar a sus siervos, los insultaron y mataron’”” (versos 1-6).
¿No vemos lo mismo ahora en la Iglesia de Dios?
¿Cuántos fueron llamados, que ahora empiezan a rechazarlo? ¿No está Dios rechazando
todo el establecimiento de la organización que estaba ahí? ¿Las tierras? ¿Los
edificios? ¿Los lideres? ¡Sí, porque están tomando el llamado a la ligera!
De hecho, están hablando blasfemamente acerca de la Verdad. Ya hablaremos de
eso cuando lleguemos a II Pedro 2, pero están empezando a decir que el camino
del mundo es mejor; que la navidad es mejor; que las pascuas son mejores; y que
todas esas cosas son mejores. Aman más la interpretación de Satanás acerca de
la Palabra de Dios, que la interpretación de Dios acerca de Su propia Palabra.
¿Qué hicieron? Echaron a mucha gente; los desasociaron; los mataron espiritualmente,
por así decirlo. ¡Sí, lo hicieron! Pero hay algo más que Dios está
haciendo, que también pone un peso sobre nosotros.
Verso 7: “Ahora cuando el rey escuchó esto, se
enojó; y envió sus ejércitos y destruyeron aquellos asesinos, y quemaron
su ciudad.” Eso es exactamente lo que Él le hizo a Jerusalén y es exactamente
lo que Él les está haciendo a las Iglesias de Dios que se elevan en poder y
arrogancia y rechazan la Verdad de Dios. Él les va a quitar todo lo que tienen.
¿No es eso lo que dijo Jesús acerca de los talentos? ¡Sí, lo hizo! Será
tomado y ‘dado a aquellos que den fruto.’ Esa organización va a ser destruida,
para que podamos entender que Dios no está mirando las cosas físicas.
Dios no está mirando un templo físico. Él destruyó a Jerusalén
y el templo en el 70 D.C. ¿no es así? ¿Por qué? ¿Qué es lo que Jesús está
buscando? ¿Qué dijo que estarían haciendo los verdaderos adoradores de Dios, en
adoración a Dios? Jesús dijo, ‘La hora viene, y ahora es cuando el Padre buscará
a aquellos que Lo adoran en espíritu y en verdad. Porque Dios es Espíritu, y
aquellos que lo adoran a Él ¡deben adorarlo en espíritu y en verdad!’
Eso es lo que Dios quiere.
Verso 8: “Luego él dijo a sus siervos, ‘La fiesta de
bodas está en verdad lista, pero aquellos que estaban invitados no eran dignos…
[¿Por qué no fueron dignos? Porque consideraron el llamado como algo trivial]…Por
tanto, vayan a las carreteras bien transitadas, e inviten a todos los que
encuentren a la fiesta de bodas.’ Y tras salir a las carreteras, aquellos
siervos reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos; y la fiesta de
bodas estuvo llena con los invitados. Y cuando el rey entró para ver los
invitados, notó un hombre allí que no estaba vestido en atuendo apropiado
para la fiesta de bodas’” (versos 8-11).
Esto también nos dice que una vez que usted es
llamado, es responsable de vestirse a sí mismo; y si usted deja que Cristo esté
en usted y se viste de la justicia de Dios; si tiene el Espíritu de Dios, entonces
sabe que el atuendo de boda es la justicia de los santos, como se nos
dice en Apocalipsis 19:7-8). Así que tenemos que estar listos y hay cosas que
necesitamos hacer. ¿Cuál es uno de los problemas con los Laodiceanos? Hay que
recordar que estamos viviendo en esa era. Ellos son pobres, miserables,
ciegos y desnudos— ¡No están vestidos!
Verso 12: “Y le dijo, ‘Amigo, ¿cómo entraste aquí sin
un vestido apropiado para la fiesta de bodas?’ Pero él no tuvo
respuesta.” Se quedó mudo. Él no supo que decir. La verdad es que cuando usted
se pare ante Dios en el trono de juicio, no tendrá nada que decir, porque dice,
‘todos vendrán ante el trono de juicio de Jesucristo y darán cuentas de sí
mismos.’ Nadie más lo va a hacer por usted.
Verso 13: “Entonces el rey dijo a los siervos, ‘Aten
sus manos y pies, y sáquenlo, y échenlo en las tinieblas de afuera.’ Allí
será el llanto y crujir de dientes. Porque muchos son llamados, pero
pocos son escogidos” (versos 13-14). ¿Por qué pocos son escogidos? Porque
pocos se arrepienten y usted siempre tiene que tener una actitud de sumisión y un
corazón humilde ante Dios; lo cual es una actitud de arrepentimiento. Usted
puede tener eso, una vez que entiende realmente el grandioso y fantástico
llamado. Una vez que entiende y se da cuenta de que:
·
Fue Dios el Padre Quien lo llamó
personalmente
·
Es Dios el Padre Quien lo llevó a
Cristo
·
Es Dios el Padre Quien está
haciendo estas cosas
Entonces Dios empieza a abrir su mente al
entendimiento de Su voluntad, en lugar de su propia
voluntad.
Vayamos a Efesios capitulo uno, porque es muy
importante que entendamos esto. Dios nos ha dado el entendimiento de Su
voluntad personal, con Su Espíritu. Van a notar que en estas series,
veremos algunos de estos versos varias veces. Y la razón es porque éstos nos
dan el impacto más grande de lo que Dios está haciendo.
Efesios 1:4: “De acuerdo a como Él
personalmente nos ha escogido para Sí mismo…” Dios el Padre es Quien lo ha
hecho. Recuerden, estamos estudiando de II Pedro 1, que habla de que debemos
hacer nuestro llamado y elección seguros. Eso se vuelve nuestra
responsabilidad. Dios nos va a ayudar con ello. Dios tiene que hacerlo
en nosotros, pero nosotros tenemos que elegirlo; tenemos que elegir
rendirnos ante Dios.
“…antes de la fundación del mundo… [Ese siempre
fue el plan de Dios, así como Cristo fue ‘matado desde antes de la fundación
del mundo’ pero aun así, Él no fue matado físicamente hasta que fue
crucificado]…para que pudiéramos ser santos e inocentes… [Inocente
significa que no hay nada de pecado, porque la justicia de Jesucristo es
imputada a nosotros y así nos ve Dios el Padre]…delante de Él en amor.”
Es por eso que nunca puede haber suficiente
predicación del amor de Dios, porque eso es lo único que nos va a llevar ahí.
Es lo único que nos va a traer el conocimiento, la verdad y el entendimiento de
Dios y Su camino; todo es con el amor de Dios.
Noten que este es nuestro destino, verso 5: “Habiéndonos
predestinado por filiación… [No ‘adopción’ (VRV) porque al
recibir el engendramiento del Espíritu Santo, somos los hijos mismos de Dios el
Padre]…para Sí mismo a través de Jesucristo… [Dios nos va a presentar ante
Cristo como su novia]…de acuerdo al buen placer de Su propia voluntad.” De eso
se trata el llamado.
Ahora veamos otros versos que son muy importantes que
entendamos. Aquí es donde necesitamos estar, hermanos. Esto es lo que debemos
estar haciendo siempre; para que podamos entender lo que Dios el Padre está
haciendo realmente y cómo es que lo está haciendo.
Para que entendamos cómo fluye todo esto en conjunto,
vayamos al verso 13: “En Quien también confiaron ustedes después de oír la
Palabra de la verdad, el evangelio de su salvación; en Quien también, después
de creer, fueron sellados con el Espíritu Santo de la promesa.” Este Espíritu
Santo de la promesa es el engendramiento de Dios el Padre. De hecho, nos imparte
el principio de la naturaleza de Dios y la mente de Cristo.
Verso 14: “El cual es las arras… [Es el pago
inicial, porque la plenitud del camino de Dios aún no ha sido dada]…de nuestra
herencia hasta la redención de la posesión comprada, para la
alabanza de Su gloria… [Nosotros vamos a ser de la alabanza de la gloria de
Dios para que podamos saber y entender esto]…Por esta causa, yo también,
después de oír de la fe en el Señor Jesús que está entre ustedes, y el amor
hacia todos los santos, no ceso de dar gracias por ustedes, haciendo mención de
ustedes en mis oraciones” (versos 14-16).
Esto es por lo que él estaba orando; esta oración está
escrita para nosotros ahora. Este es el deseo de Dios para nosotros. Así es
como podemos hacer nuestro llamado y elección seguros, como nos amonestó el
apóstol Pablo.
Verso 17: “Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el
Padre de gloria, pueda darles el espíritu de sabiduría y revelación en el
conocimiento de Él.” Esto:
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Tiene que venir de Dios
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Tiene que venir de Su Palabra
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Tiene que venir de Su Verdad
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Tiene que venir de Su Espíritu
Verso 18: “Y puedan los ojos de su mente ser
iluminados…” Hermanos, esto es algo que sucede espiritualmente; esto solamente
puede venir con la oración, por medio de la sumisión; con la elección de tener una
actitud que viene de Dios el Padre, pero usted debe proveer la elección de que
su corazón está rendido ante Dios.
“Y puedan los ojos de su mente ser iluminados…
[Dios quiere que sepamos]…para que puedan comprender cuál es la esperanza
de Su llamado… [Él no quiere que dudemos, Él quiere que sepamos que esa
esperanza es lo más grande que hay para los hijos e hijas mismos de Dios. ¡Es
por eso que Dios lo ha llamado!]…y cuál es la riqueza de la gloria de Su
herencia en los santos” (verso 18). Es anonadante cuando eso se entiende.
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¿No sostiene Cristo al universo
por la ‘palabra de Su poder’? ¡Sí!
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¿Cristo va a heredar el universo? ¡Sí!
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¿No somos nosotros llamados ‘co-herederos
con Cristo’? ¡Sí, por supuesto!
Eso es glorioso, hermanos.
Verso 19: “Y cuál es la excesiva grandeza de Su poder
hacia nosotros que creemos…” Dios tiene ese poder y quiere que lo recibamos.
Dios tiene ese poder que Él quiere usar en nuestras mentes y en nuestros
corazones, para que podamos ser verdaderamente convertidos y
verdaderamente sumisos a Dios.
“…de acuerdo al trabajo interno de Su enorme poder, el
cual Él forjó en Cristo, cuando lo levantó de los muertos, y lo
colocó a Su mano derecha en los lugares celestiales, muy por encima de
todo principado y autoridad y poder y señorío, y de todo nombre que es
nombrado—no solo en este siglo, sino también en el siglo por venir” (versos
19-21). Ese es nuestro Salvador. Dios el Padre quiere que entendamos eso, para
que podamos asegurar nuestro llamado y elección. Esto es lo más grande y
profundo que hay.
Verso 22: “Porque Él ha subordinado todas las cosas
bajó Sus pies, y le ha dado ser cabeza sobre todas las cosas a la
iglesia, la cuál es Su cuerpo—la plenitud de Él Quien llena todas las cosas en
todo” (versos 22-23). Eso también es cumplir y llenar la plenitud del
llamamiento de Dios.
Veamos cual era la actitud del apóstol Pablo hacia
todo esto y cómo miraba él su llamamiento. Después de mencionar todas las cosas
físicas en las que podía confiar y lo grandioso que él era, dijo:
Filipenses 3:8: “Pero entonces verdaderamente, cuento
todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús
mi Señor…Y poder ser encontrado en Él… [Ahí es donde queremos ser encontrados,
hermanos. ¡En Cristo!]…no teniendo mi propia justicia, la cual es
derivada de ley…” (Versos 8-9). Ah sí, usted puede ser una persona que
permanece en la ley, sin Cristo. Pero usted no puede ser una persona morando
espiritualmente en la ley, sin la justicia de Cristo.
“…sino esa justicia la cual es por la
fe de Cristo—la justicia de Dios que está basada en fe… [Esa es la verdadera
fe, ¡Cristo en usted!]…Para poder conocerlo… [Necesitamos
conocer realmente a Cristo]…y conocer el poder de Su resurrección, y el
compañerismo de Sus sufrimientos, siendo conformado a Su muerte; si por
cualquier medio puedo alcanzar hasta la resurrección de los muertos; no como si
lo hubiera ya recibido, o si ya hubiera sido perfeccionado; sino
estoy luchando… [Eso significa que él presiona con fuerza tras de eso]…para
poder también agarrarme de eso por lo cual también fui agarrado por Cristo
Jesús” (versos 9-12).
Aquí hay un verso clave para poder vencer, verso 13: “Hermanos,
no me cuento a mí mismo como habiéndolo alcanzado; pero esta única cosa hago—olvidando
las cosas que están atrás, y extendiéndome a las cosas que están adelante.”
Eso se conecta de nuevo con Mateo 6:33, ‘busca primero el Reino de Dios y Su
justicia; suficiente para el día es su propio mal.’
Ya tenemos suficientes problemas y dificultades día a día,
así que necesitamos olvidarnos de aquellos que quedaron atrás. Usted no los
puede cambiar, no puede repararlos; no puede volver y hacerlos de nuevo. No
arruine el minuto de hoy por lo que pasó ayer; y no se preocupe del mañana,
porque aún no llega. Tampoco se lleve ninguno de sus problemas de ahora hacia
el futuro, así como no debería traer los problemas del pasado al presente.
Noten lo que él está haciendo, porque así es como
usted puede cambiar, crecer y vencer, verso 14: “Yo presiono hacia la
meta por el premio del alto llamado de Dios en Cristo Jesús.” Siempre
presionando hacia eso. Siempre dirigiéndose hacia eso. Siempre dándose cuenta
de que:
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Dios es más grande
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Dios es amor
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Dios es misericordioso
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Dios perdona
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Dios le ha dado a usted la
justicia de Cristo
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La gracia de Dios es para cubrir
todo lo que usted tiene en su vida
Por lo tanto, usted puede ‘presionar hacia la marca
del alto llamado.’ Sí, como vimos, es un llamado celestial.
Aquí hay una promesa, verso 15: “Así entonces, tantos
como sean perfectos sean de esta mente. Y si en cualquier cosa
ustedes son de otra mentalidad, Dios les revelará incluso esto.” Es por eso que
Dios le muestra cuando usted tiene una mala actitud, Él se lo está revelando;
para que pueda arrepentirse de ello, para que pueda cambiar, crecer y vencer.
Es tremendo cuando eso se entiende, hermanos.
Vayamos a Romanos capítulo ocho, y ¡aquí hay algo para
recordar siempre! ¡Nunca olviden esto! Es tan profundo, verdadero, y es algo
que usted debe hacer desde su ser. Romanos 8:28: “Y sabemos… [Es lo que tenemos
que saber ¿Usted sabe esto? ¿Puede usted decir esto como el apóstol Pablo? ¿Está
convencido en su corazón, mente, alma y ser que esto es cierto?
Independientemente de lo que sea]…que todas las cosas… [¡Eso
significa todo!]…trabajan juntas para el bien de
aquellos que aman a Dios, para aquellos que son llamados de acuerdo a Su
propósito.” Usted es llamado para el propósito mismo de Dios y usted debe
hacer ese llamado y elección seguros.
Volvamos a II Pedro 1—porque no solamente debemos
hacer nuestro llamado seguro, sino ambos nuestro llamado y elección.
La elección es entonces su respuesta. Dios lo llama y usted elige. Usted
es elegido, es seleccionado, ¡es llamado! Pero entonces usted tiene que
elegir responderle a Dios y esto es lo que se vuelve muy importante. Leamos eso
de nuevo, y veremos otros versos que ayudan a resaltar este llamado y elección,
o selección, si se pudiera decir de esa manera. Tenga en mente que su
decisión está involucrada.
II Pedro 1:10: “Por esta razón, hermanos, sean aún más
diligentes… [Significa que debemos trabajar en eso; a raíz de todo lo que está
sucediendo, debemos ser más diligentes]…para hacer su llamado y elección
seguros… [¿Cómo hace eso? Él nos dice ahí, en la última parte del verso]:…porque
si están haciendo estas cosas… [¿Cuáles cosas?]…nunca caerán en ningún
momento.” ¿Cuáles cosas? Lo que dice en los versos 5, 6 & 7—leamos esos de
nuevo.
Verso 5: “Y por esta misma razón también, habiendo
además aplicado toda diligencia, añadan a su fe… [Como aprendimos: pongan en
su fe]…virtud; y a la virtud, conocimiento; y al conocimiento,
auto-control; y al auto-control, resistencia; y a la resistencia,
santidad; y a la santidad, amor fraternal; y al amor fraternal, el
amor de Dios” (versos 5-7). Lo que él nos da para inspirarnos;
porque es muy importante la manera en que esto está escrito.
Volvamos a los versos 2, 3 & 4 y repasémoslos de
nuevo, porque esto es lo que debemos estar haciendo. Este es nuestro llamado,
es nuestra elección y es lo que debemos asegurar. Dios está haciendo esto para
inspirarnos, porque nunca seremos capaces de soportar los asaltos de los falsos
maestros de los que él habla en el capítulo dos, a menos que estemos haciendo
esto.
Verso 2: “Gracia y paz sean multiplicadas a ustedes en
el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor… [Es en lo que
necesitamos estar creciendo]…De acuerdo a como Su divino poder nos ha
dado todas las cosas que pertenecen a la vida…” (Versos 2-3). No
necesitamos la filosofía; no necesitamos la teología de los hombres. Él nos ha
dado todas las cosas que conciernen a la vida.
“…y a la santidad, a través del
conocimiento de Quien nos llamó por Su propia gloria y virtud; a través
de la cual Él nos ha dado las más grandes y preciosas promesas…” (Versos 3-4). Hermanos,
estas son las promesas más grandes y preciosas que Dios puede dar. ¡Ser como
Dios! ¡Verlo cara a cara! Eso vamos a hacer.
“…que a través de estas ustedes pueden convertirse en
participes de la naturaleza divina… [Eso es lo que Dios nos ha dado, a
través del engendramiento de Su Espíritu Santo y Dios quiere darnos la
consumación de ello. Él quiere darnos la plenitud de ello y quiere que seamos
como Él es]…habiendo escapado de la corrupción que está en el mundo
a través de lujuria” (verso 4).
Ahora, ¿Por qué él construye esta epístola de esta
manera? Hagamos un pequeño estudio y veamos eso.
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Él ha dado las promesas: versos 1-4—grandes y preciosas promesas
·
Él nos dice cómo podemos
crecer: versos 5-10—para
asegurarse de que podamos hacer nuestro llamado y elección seguros.
Para que entonces, verso 11: “Porque en esta forma,
les será ricamente concedida una entrada en el reino eterno de nuestro Señor y
Salvador, Jesucristo.” Es para que podamos entrar al Reino de Dios y claro que
eso va a ser en la resurrección, porque sabemos que las Escrituras nos dicen
que ‘la carne y sangre no pueden heredar el Reino de Dios.’ ¡Debemos ser espirituales!
Como ‘hemos llevado la imagen de lo terrenal, así también llevaremos la imagen
de lo celestial.’ Así que necesitamos tener esa entrada, hermanos. Recuerden, leímos
que muchos van a querer entrar, ¡pero no lo harán! Ellos van a ver todas las
cosas que dirán que son buenas obras, y Jesús va a decir, ‘Nunca te conocí,
apártate de Mí, tú que obras iniquidad.’ Pero estas cosas nos dan la garantía
de entrar al Reino eterno.
Verso 12: “Por tanto, no descuidaré el hacerlos
siempre conscientes de esas cosas…” Y como veremos la próxima vez, él las va a
escribir también.
Después él dice en el verso 16: “Porque no seguimos
mitos inteligentemente inventados, cuando les hicimos saber el poder y la
venida de nuestro Señor Jesucristo, sino que fuimos testigos oculares de
Su magnífica gloria.”
Así que también tenemos la “…Palabra profética
confirmada…” (Verso 19).
Los versos 20-21 nos dicen cómo fue ensamblada la
Palabra de Dios, pero eso vamos a estudiarlo la próxima vez. Necesitamos
entender cómo se adjunta esto—la manera y la secuencia en la que se adjunta.
Para que al llegar al capítulo dos veamos la parte de los falsos profetas, de
todas las cosas que están sucediendo, y también vamos a estudiar la Epístola de
Judas a la vez, porque son paralelas.
Una vez que estudiemos esto, seremos capaces de
entender que el llamado de Dios es tan grande, que ningún hombre, ningún
maestro falso, ningún hermano falso puede quitárnoslo; pero debemos entender y
saber cómo reconocer maestros falsos, falsos profetas, falsas doctrinas y cosas
así—los cuales veremos después de cubrir que los apóstoles son quienes canonizaron
la Palabra de Dios. Así que esto es de lo que nos habla la última parte del capítulo
uno de II Pedro.
Escrituras citadas:
·
II Pedro 1:5, 10, 5-7
·
I Pedro 4:8
·
Mateo 18:21-22
·
Juan 3:16-17
·
I Pedro 5:13-14
·
II Corintios 6:1-12, 14-18
·
I Timoteo 4:12
·
II Timoteo 2:22-23
·
II Timoteo 3:10-13
·
Colosenses 3:12-14
·
II Pedro 1:8-9
·
II Pedro 2:18-22
·
II Pedro 1:9
·
Juan 9:1-6, 31-41
·
II Pedro 1:10-11
·
Juan 6:44-46
·
Juan 6:65
·
Juan 14:6
·
Hebreos 3:1-3, 6
·
Hebreos 12:1-8
·
I Corintios 1:23-31
·
Mateo 22:1-14
·
Efesios 1:4-5, 13-23
·
Filipenses 3:8-15
·
Romanos 8:28
·
II Pedro 1:10, 5-7, 2-4, 11-12,
16, 19
Escrituras mencionadas, no citadas:
·
Ezequiel 40:47
·
Apocalipsis 19:7-8
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Mateo 6:33
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II Pedro 1:20-21
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Judas
También mencionados:
Serie de sermones: Serie del Amor