Restaurando el
cristianismo original—¡para hoy!
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Fred R. Coulter
Ministro
Febrero 11, 2021
Queridos hermanos,
Las fuerzas más poderosas de maldad en el
mundo se han unido en contra del pueblo de USA—especialmente contra aquellos
que creen en Dios y en la Biblia. Buscan destruir la unidad de familia como
Dios la creó. Quieren abolir la dignidad individual y la libre elección,
gobierno limitado, y nuestras libertades civiles como son garantizadas por la constitución.
Un esfuerzo concertado está siendo hecho
para controlar la vida de los americanos—incluyendo nuestros propios
pensamientos e ideas y nuestro derecho a la libre expresión. Este esfuerzo está
ocurriendo a todo nivel: corporaciones, educación, principales redes
sociales y canales de comunicación, los gigantes de computación e internet, TV
y redes de cable, los grandes bancos, Hollywood; industrias importantes
nacionales, principales publicadores; etc. Y todo esto está siendo guiado y
motivado por el partido demócrata bajo Joe Biden. Su meta es rehacer USA como
una nación comunista socialista—aparentemente como preparación para el gobierno
único mundial.
Pasando por alto al Congreso, Biden ha
sacado 40 órdenes ejecutivas—casi todas ellas inconstitucionales. Esto lo hace
a él el primer dictador de USA—si no es detenido por el Congreso o las cortes.
Alarmantemente, cada acción que Biden ha tomado parece ser hecha para agradar
al gobierno chino.
Estas personas odian a Dios. Odian al
cristianismo y buscan destruirlo. Desprecian a todo el que no piense
exactamente como ellos. Se han colocado como dictadores tiránicos para oprimir
al pueblo americano y someterlos a sus dictados impíos.
¿Quién es el poder detrás de estas tácticas
de maldad? El poder no visto detrás de esta agenda ilegal y destructiva
no es otro que Satanás el diablo y sus demonios. Están empujando este esfuerzo
mundial para engañar a todo el mundo. El apóstol Juan escribe que “el
mundo entero se encuentra en poder del maligno” (I Juan 5:19).
Satanás gana este poder sobre los pueblos y naciones a través de mentiras y
engaño. Dios describe cuan inmenso llegará a ser el poder de Satanás justo
antes del regreso de Cristo: “Y el gran dragón fue echado fuera, la
serpiente antigua que es llamada el diablo y Satanás, quien está engañando [activamente] al
mundo entero…” (Apocalipsis
12:9).
El engaño de Satanás está descrito en Isaías
como una inmensa “cubierta” que afecta a todas las naciones: “Y destruirá [Jesús a Su regreso] en esta montaña la faz de la cubierta la cual cubre a
toda la gente y el velo [de engaño] que
está tejido sobre todas las naciones” (Isaías 25:7).
Ultimadamente,
este engaño resultará en todas las naciones adorando un final gran líder
mundial quien clama ser “Dios manifestado en la carne”—para “salvar al mundo.” Líderes
mundiales darán sus gobiernos a este poder de la bestia: “Y adoraron
al dragón, quien dio su autoridad a la bestia. Y adoraron a la bestia,
diciendo, “¿Quién es como la bestia? ¿Quién tiene el poder de hacer
guerra contra él?”
Y una boca hablando grandes cosas y blasfemias le fue dada; y
autoridad le fue dada para continuar por cuarenta y dos meses. Y abrió
su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar Su nombre, y Su tabernáculo,
y a aquellos que viven en el cielo. Y le fue dado poder
para hacer guerra contra los santos, y vencerlos; y le fue dada autoridad sobre
toda tribu e idioma y nación. Y todos los que viven sobre la tierra lo
adorarán, cuyos nombres no han sido escritos en el libro de vida del Cordero…” (Apocalipsis
13:4-8).
¿Por
qué está pasando todo esto? Todos estos males han llegado a USA—así como
al Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda—porque como descendientes
modernos del antiguo Israel, hemos dejado a Dios y rechazado Sus mandamientos y
leyes. Mientras profesamos ser gente con buena moral, nos engañamos mientras
caemos más y más en ilegalidad e inmoralidad. Consecuentemente, ¡Dios está castigándonos
por nuestros pecados y abominaciones colectivas! Lo mismo le pasó al antiguo
Israel.
Todo
comenzó hace más de 100 años con los así llamados líderes del falso
cristianismo y los políticos corruptos. Esto ha crecido ahora hasta permear
casi todo aspecto de la sociedad. Las profecías de Isaías en contra del Israel
antiguo aplican directamente a nosotros hoy: “Oigan,
Oh cielos, y da oído, Oh tierra; porque el SEÑOR ha hablado, “He levantado y
criado hijos, pero se han rebelado contra Mí. El buey conoce a su dueño, y el burro el pesebre de
su señor; pero Israel no Me conoce; Mi pueblo no entiende.”
“Ah, nación pecadora, un pueblo cargado con iniquidad,
una semilla de malhechores, ¡hijos que negocian corruptamente! Han abandonado
al SEÑOR; han provocado al Santo de Israel a ira; han marchado hacia atrás. ¿Por qué deberían ser
afligidos más? Ustedes se rebelarán más y más; la cabeza entera está enferma, y
el corazón entero desmaya. Desde la planta del
pie incluso hasta la parte superior de la cabeza no hay solidez
en ello; solo heridas y moretones y llagas putrefactas; no han sido
cerradas, ni vendadas, ni calmadas con ungüento.
“Su país es una desolación, sus ciudades están
quemadas con fuego. Extraños devoran su tierra justo en su misma
presencia, y es desperdiciada, como derrocada por extraños.… Salvo que el SEÑOR de los ejércitos nos
hubiera dejado un remanente muy pequeño [todo el pueblo de Dios en las
iglesias de Dios], habríamos sido como Sodoma;
habríamos llegado ser como Gomorra” (Isaías 1:2-9).
Mientras
muchas personas profesan una creencia en Dios y son “religiosos,” no aman
verdaderamente a Dios ni guardan Sus mandamientos. No son mejores que Sodoma y
Gomorra—física y espiritualmente: “Oigan la Palabra
del SEÑOR, gobernadores de Sodoma; den oído a la ley de nuestro Dios, pueblo de
Gomorra. “¿Para qué propósito es la multitud de
sus sacrificios a Mi?” dice el SEÑOR; “Estoy saciado de holocaustos de
carneros, y lo gordo de las bestias alimentadas; y no Me deleito en la
sangre de toros, o de corderos, o de machos cabríos. Cuando vienen a
aparecer ante Mí, ¿quién ha requerido esto de su mano, para pisotear Mis
patios? No traigan más sacrificios
vanos; incienso es una abominación para Mi—luna nueva y Sábado [su
observancia del domingo y los festivos], el llamado de
asambleas; ¡no puedo soportar iniquidad junto con la asamblea solemne!
“Sus lunas nuevas y sus fiestas designadas odia Mi alma; son
un problema para Mí; estoy cansado de llevarlas. Y cuando extiendan sus manos, ocultaré Mis ojos de ustedes;
sí, cuando hagan muchas oraciones, NO OIRÉ; sus manos están llenas de sangre”
(versos 10-15).
Después que Dios expone sus pecados y malas
acciones, Él los llama a dejar de pecar y arrepentirse delante de Él: “Lávense ustedes mismos, límpiense ustedes mismos; repudien
el mal de sus obras de delante de Mis ojos; cesen de hacer el mal;
aprendan a hacer el bien; busquen juicio,
reprueben al opresor. Juzguen al huérfano, aboguen por la viuda.
“Vengan ahora, y
razonemos juntos,” dice el SEÑOR. “Aunque sus pecados sean como escarlata,
serán tan blancos como la nieve; aunque sean rojos como carmesí serán
como la lana. Si están dispuestos y son
obedientes, comerán lo bueno de la tierra; pero si se rehúsan
y rebelan, serán devorados con la espada;”
porque la boca del SEÑOR lo ha hablado” (versos 16-20).
Así
mismo, el profeta Jeremías acusó a los líderes religiosos de Israel porque
adoraban a Baal en vez del verdadero Dios: ““Y Yo he visto cosas repulsivas
en los profetas de Samaria; ellos profetizaron por Baal e hicieron que Mi
pueblo Israel se desviara. También he visto una cosa horrible en los
profetas de Jerusalén; ellos cometen adulterio y andan en mentiras. También
fortalecen las manos de malhechores, de modo que ninguno se vuelve de su
maldad; todos ellos son como Sodoma para Mí, y sus habitantes como Gomorra.
“Por
tanto así dice el SEÑOR de los ejércitos respecto a los profetas, ‘He
aquí, Yo les daré de comer ajenjo, y haré que beban agua venenosa; porque de
los profetas de Jerusalén impiedad ha salido a toda la tierra.’ ”
“Así
dice el SEÑOR de los ejércitos, “No escuchen las palabras de los
profetas que les profetizan. Ellos los hacen vanos; hablan una visión de su
propio corazón, no de la boca del SEÑOR. Ellos todavía le dicen
a aquellos que Me desprecian, ‘El SEÑOR ha dicho, “¡Ustedes tendrán paz!” ’ Y le
dicen a todo el que camina tras la imaginación de su propio corazón, ‘¡Ningún
mal vendrá sobre ti!’ ””
(Jeremías 23:13-17).
Luego
Dios pregunta, concerniente a aquellos quienes son de Él: “Porque
¿quién ha estado de pie en el consejo del SEÑOR para ver y oír Su Palabra?
¿Quién ha atendido a Su Palabra y la oyó?” (verso 18). Esto es lo que
necesitamos estar hacienda cuando lleguen los tiempos difíciles. Necesitamos
permanecer cerca de Dios y de Su Palabra, porque más maldad va a llegar. “He
aquí, la tempestad del SEÑOR ha salido en furia, una tempestad de torbellino.
Caerá gravosamente sobre la cabeza del malvado. La
ira del SEÑOR no regresará, hasta que haya ejecutado y hasta que haya cumplido
los propósitos de Su corazón; en los postreros días ustedes lo entenderán
perfectamente.
“Yo no he enviado a estos profetas, aun así ellos corrieron;
Yo no les he hablado, aun así profetizaron. Pero si hubieran permanecido
de pie en Mi consejo y hubieran hecho a Mi pueblo oír Mis palabras, entonces
ellos se habrían vuelto de su mal camino y de la maldad de sus obras” (versos
19-22).
Aferrándose
a su adoración en domingo y festivos paganos—y rechazando el Sábado de Dios y
los días santos—estos líderes del mundo “cristiano” rechazan arrepentirse y
volver a Dios. Rechazan enseñarle a la gente para que abandonen sus pecados y
que amen y obedezcan los mandamientos de Dios. Así, la corrección de Dios crece a un nivel más intenso. Dios le dice
a Ezequiel: “Más aun la Palabra del SEÑOR vino a mí,
diciendo, “Ahora tú, hijo de hombre, ¿juzgarás,
juzgarás la ciudad sangrienta? Y sí, tú le harás saber todas sus abominaciones.
“Entonces dirás, ‘Así dice el Señor DIOS, “La ciudad derrama sangre en medio de ella que
su tiempo pueda llegar, y hace ídolos hacia sí misma para profanarse. Tú eres
culpable por la sangre que has derramado; y te has profanado tu misma con tus
ídolos que has hecho. Y has causado tus días acercarse, y han llegado tus
años. Por tanto te he hecho un reproche a las naciones, y una burla a todos los
países. Aquellos quienes están cerca y aquellos lejos de ti se burlarán contra ti,
Oh infame y llena de tumulto.
“He aquí, el
príncipe de Israel [los líderes políticos],
cada uno ha usado su poder para derramar sangre en ti. En ti han despreciado padre y madre. En medio de ti han
tratado con el extranjero por opresión. En ti oprimieron al huérfano y la
viuda. Tú [líderes religiosos] has despreciado Mis cosas santas, y has profanado Mis
Sábados. En ti hay hombres
calumniadores quienes derraman sangre; y en ti ellos que comen en
las montañas; en medio tuyo cometen inmundicia” (Ezequiel 22:1-9).
Dado que no hay arrepentimiento entre los líderes
religiosos, los políticos, o el pueblo, el castigo de Dios nuevamente se
intensifica. Dios le dice a Ezequiel: “Y la Palabra
del SEÑOR vino a mí, diciendo, “Hijo de hombre, dile a ella, ‘Eres una
tierra que no está limpiada, ni llovida en el día de indignación.’ Hay conspiración de sus profetas en medio de ella, como un
león rugiente desgarrando su presa. Ellos han devorado almas; han tomado el
tesoro y cosas preciosas; ellos hicieron muchas viudas en medio de ella.
Sus sacerdotes han hecho violencia a Mi ley y han
profanado Mis cosas santas. No han puesto diferencia entre lo santo y lo
profano, y no han enseñado la diferencia entre lo impuro y lo puro, y han
ocultado sus ojos de Mis Sábados, y Yo soy profanado entre ellos.
“Sus
gobernadores en medio de ella son
como lobos desgarrando la presa, para derramar sangre y destruir almas, para
conseguir ganancia injusta. Y sus profetas
se han cubierto ellos mismos con blanqueador, viendo visiones falsas y
adivinando mentiras hacia ellos, diciendo, ‘Así dice el Señor DIOS;’ cuando el
SEÑOR no ha hablado.
El pueblo de la tierra ha usado opresión y cometido robo, y han causado problema
al pobre y necesitado. Sí, han oprimido al extranjero injustamente.
“Y busqué un hombre entre ellos quien debería construir un
muro para la tierra, y estar de pie en la brecha delante de Mí, de modo que Yo
no debería destruirla. Pero no encontré uno. Por
tanto he derramado Mi furia sobre ellos. Los he quemado con el fuego de Mi ira.
He recompensado su propio camino sobre sus cabezas,” dice el Señor DIOS”
(Ezequiel 22:23-31).
Dado
que esta nación—así como el Reino Unido, Canadá y Australia—serán confrontadas
incrementadamente con la corrección de Dios, necesitamos permanecer cerca de
Dios en oración diaria y estudio Bíblico, de modo que amaremos a Dios y a
Jesucristo y a los hermanos. Mientras lo hacemos, podemos reclamar la promesa
de la misericordia y protección de Dios, tal como encontramos en el Salmo 91: “El que vive en el lugar secreto del Altísimo permanecerá
bajo la sombra del Todopoderoso. Diré del
SEÑOR, “Él es mi refugio y mi fortaleza, mi Dios, en Quien confiaré.”
“Ciertamente Él te librará de la trampa del cazador de aves y
de la pestilencia destructora. Te cubrirá con
Sus plumas, y bajo Sus alas tendrás refugio. Su verdad será tu escudo y defensa.
“No estarás asustado del terror nocturno, ni por la flecha
que vuele de día, ni por la plaga que camine en
oscuridad, ni por la destrucción arrasando al mediodía. Mil pueden caer a tu lado y diez mil a tu mano derecha; no
vendrá cerca a ti.
“Únicamente con tus ojos observarás y verás la recompensa del
malvado. Porque has hecho al SEÑOR, Quien es
mi refugio, incluso al Altísimo, tu habitación. Ningún
mal te acontecerá, ni ninguna plaga vendrá cerca a tu vivienda, porque Él dará a Sus ángeles encargo sobre ti para
guardarte en todos tus caminos. Ellos te
sostendrán en sus manos, no sea que tropieces tu pie contra una piedra. Pisarás sobre el león y el áspid, el león joven y el
chacal pisotearás.
““Porque ha colocado su amor sobre Mí, por tanto lo libraré;
lo colocaré en alto porque ha conocido Mi nombre. Me invocará, y Yo le responderé; estaré con él en el problema;
lo libraré, y honraré. Con larga vida lo
saciaré, y le mostraré Mi salvación”” (Salmo 91).
Hermanos, el futuro es tenso con dificultades.
Pero podemos permanecer cerca de Dios—amando al Padre y a Jesús con todo
nuestro corazón, nuestra mente, y nuestra fuerza. Recuerde, ¡Dios ha prometido
darnos salvación—vida eterna y gobierno con Cristo en el Reino de Dios!
Nuevamente, gracias por su amor y oraciones
por todos los hermanos—y por nosotros. Gracias por alcanzar a otros hermanos
para ayudarles en su tiempo de necesidad. Y gracias por sus diezmos y ofrendas.
Que Dios los bendiga ricamente de acuerdo a cada necesidad de ustedes.
Con amor en Cristo Jesús,
Fred R. Coulter
FRC