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Restoring Original Christianity—for Today

Restaurando el cristianismo original—¡para hoy! 

Iglesia de Dios Cristiana y Bíblica

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Fred R. Coulter

Ministro

 

Octubre 14, 2021

         

Queridos hermanos,

 

          Mientras vemos a través de USA, hay muy pocos quienes comprenden que nuestros problemas—sean nacionales o individuales—son en realidad espirituales y no fiscos. ¿Por qué? Porque la mayoría ha olvidado a Dios. Incluso el establecimiento “cristiano” carece de este entendimiento—porque han rechazado las leyes y mandamientos de Dios. Sin embargo muchos pueden ver nuestro rápido decline nacional: el crimen rampante, la escalada en el abuso de drogas, el odio penetrante, los viles pecados sexuales, la inmigración ilegal masiva—todo emparejado con la corrupción del gobierno a todo nivel. En verdad, USA está tambaleando bajo ilegalidad generalizada, la cual ha incrementado dramáticamente en los últimos 2 años.

          Muchos perciben que la verdad y honestidad están cayendo por el camino. Ellos diariamente atestiguan la destrucción de la familia, la caída de la educación, la falla del gobierno, la codicia de los negocios. Y reconocen que incluso el “cristianismo” ha llegado a ser impotente. Pero lo que no ven es que todos esos problemas son espirituales—y reflejan el juicio sobre la nación.

          Encima de todos estos problemas, estamos enfrentado una creciente dictadura del gobierno federal, así como en muchos gobiernos estatales. Estos líderes corruptos, desde Biden hacia abajo, están literalmente deshaciendo la Constitución con sus decretos y políticas destructivas. Ellos están oprimiendo a la gente—y obviamente son ¡odiadores de Dios!

          Los siguientes versos de Proverbios 29 muestran lo que pasa a cualquier nación que es gobernada por malvados. Podemos ver claramente el contraste entre un líder recto—sea este un rey o cualquier otro líder—y aquellos que son malvados. Estos pasajes también revelan cómo la gente es bendecida u oprimida por sus líderes: “Cuando los justos están en autoridad, el pueblo se alegra; pero cuando el malo gobierna, el pueblo llora.El rey establece la tierra por justicia, pero el que toma soborno la derriba. Hombres desdeñosos llevan una ciudad a una trampa, pero el sabio rechaza ira.Los sanguinarios odian al recto, pero el justo busca su bienestar.Si un gobernante escucha mentiras, todos sus siervos son malvados. Un rey quien juzga fielmente al pobre, su trono será establecido por siempre. Cuando los malvados son multiplicados, la transgresión incrementa; pero el recto verá su caída” (Proverbios 29:2, 4, 8, 10, 12, 14, 16).

          Pocos entienden que Dios está activamente ahora juzgando a USA por tres grandes pecados particularmente: 1) El aborto—hasta ahora van 63 millones y contando; 2) Nuestra adherencia a la observancia del domingo y nuestra observancia de los festivos paganos (mientras ignoran el Sábado verdadero); 3) Nuestro uso rampante de drogas, legales e ilegales. Estos 3 grandes pecados son el resultado de rechazar a Dios. En verdad, como dijo Jesús sobre el tiempo llevando a Su regreso, “Y porque la ilegalidad será multiplicada, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12). No hay duda que la nación está despedazándose en casi todo nivel a causa de estos 3 grandes pecados—además de muchos otros pecados graves.

          Mientras algunos líderes pueden considerar pedir la ayuda de Dios, rara vez Él es considerado en sus “soluciones.” En verdad, todos los remedios intentados en el pasado han ultimadamente fallado. ¿Por qué? Porque nuestros líderes no entienden esta verdad básica sobre la naturaleza humana, como Jeremías lamentaba: “Oh SEÑOR, conozco que el camino del hombre no está en sí mismo; no está en el hombre que camina dirigir sus pasos. El corazón es engañoso sobre todas las cosas, y desesperadamente malo; ¿Quién puede conocerlo?” (Jeremías 10:23; 17:9). Así, porque confiamos en el hombre, ¡casi todas nuestras soluciones fallan!

          La verdad es, nosotros como nación necesitamos volver a Dios en verdadero arrepentimiento—con todos nuestros corazones—confesando y abandonando nuestros pecados. Tal vez entonces Dios pueda levantar Su mano de corrección y darnos un poco de paz. Pero incluso si un regreso al protestantismo y al catolicismo tuviera lugar, eso sólo sería un regreso parcial a Dios—tal vez un regreso al 30% en el mejor de los casos.

          Sume a todos estos problemas los millones de ilegales que están inundando el país. Ultimadamente, este problema será central para la destrucción de USA. En Deuteronomio 28, Dios advirtió: “El extraño viviendo entre ustedes se levantará por encima de ustedes muy alto, y ustedes bajarán muy bajo. Él les prestará, y ustedes no le prestarán. Él será la cabeza, y ustedes serán la cola. Y todas estas maldiciones vendrán sobre ustedes, y los perseguirán y alcanzarán, hasta que sean destruidos porque no obedecieron la voz del SEÑOR su Dios para guardar Sus mandamientos y Sus estatutos los cuales Él les ordenó. Y estarán sobre ustedes por señal y por maravilla, y sobre su semilla para siempre. Porque no sirvieron al SEÑOR su Dios con alegría y con regocijo de corazón por la abundancia de todas las cosas” (versos 43-47).

          Como descendientes modernos de las antiguas 10 tribus de Israel—USA, Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda, Australia y Europa noroccidental—todos nosotros estamos haciendo exactamente como ellos hicieron. Hemos dejado al verdadero Dios por nuestros ídolos y las obras de nuestras manos. Así como Dios trató con el antiguo Israel a través del profeta Jeremías, estas mismas palabras aplican a nuestras naciones hoy en día: “Oigan la Palabra del SEÑOR, Oh casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel. Así dice el SEÑOR, “¿Qué injusticia han encontrado sus padres en Mí, que se han ido lejos de Mí y han caminado tras vanidad, y han llegado a ser vanos?...

          “Y Yo los traje a un país abundante, para comer su fruto y su bondad; pero cuando entraron, profanaron Mi tierra e hicieron Mi herencia una abominación. Los sacerdotes no dijeron, ‘¿Dónde está el SEÑOR?’ Y quienes manejan la ley no Me conocieron; los gobernadores también se rebelaron contra Mí, y los profetas profetizaron por Baal y caminaron tras cosas que no benefician. Por tanto Yo contenderé con ustedes,” dice el SEÑOR, “y contra los hijos de sus hijos contenderé.…. ¿Ha cambiado una nación sus dioses quienes aún no son dioses? Pero Mi pueblo ha cambiado su gloria por eso lo cual no beneficia. Sean espantados, Oh cielos, en esto, y estén asustados horriblemente; sean desolados absolutamente,” dice el SEÑOR, “Porque Mi pueblo ha cometido dos males; Me han abandonado, la Fuente de aguas vivas, y excavado cisternas para sí mismos, cisternas rotas que no pueden retener agua.

          ¿No han traído esto sobre ustedes, en que han abandonado al  SEÑOR su Dios, cuando Él los guió por el camino? ¿Y ahora qué beneficio hay en ir el camino de Egipto, a beber las aguas de Sihor? ¿O qué tienen que hacer ustedes en el camino de Asiria, para beber las aguas del Río? Su propio mal los corregirá, y sus apostasías los reprobarán; por tanto conozcan y vean que es un mal y cosa amarga que han abandonado al SEÑOR su Dios, y que Mi temor no está en ustedes,” dice el Señor DIOS de ejércitos.

          “¿Pero dónde están sus dioses que han hecho para ustedes? Que se levanten, si ellos pueden salvarlos en el tiempo de su problema; porque de acuerdo al número de sus ciudades son sus dioses, Oh Judá. ¿Por qué contenderán ustedes conmigo? Todos ustedes han pecado contra Mi,” dice el SEÑOR. “En vano he golpeado a sus hijos; ellos no recibieron corrección.…” (Jeremías 2:4-5, 7-9, 11-13, 17-19, 28-30).

          Dios lamenta que Israel no responda y regrese a Él: “Este pueblo que Yo formé para Mí mismo; ellos declararán Mi alabanza. Sin embargo, tú no Me has llamado, Oh Jacob; y mucho menos te has preocupado por Mí, Oh Israel.[pero] Me has hecho servir con tus pecados; Me has cansado con tus iniquidades. [A pesar del hecho que] Yo, incluso Yo, soy Quien borro tus transgresiones por amor a Mí mismo, y no recordaré tus pecados. Ponme en recuerdo; entremos juntos en juicio; declárate a ti mismo, que puedas ser justificado” (Isaías 43:21-22, 24-26).

          Estas profecías son duales—aplicando al tiempo que Jeremías e Isaías las dieron y al tiempo del fin, justo ahora. Dios continua Su acusación, advirtiendo que Él traerá mal en contra de las naciones del Israel moderno, del tiempo final: “Por tanto oigan, ustedes naciones [del Israel moderno], y sepa, Oh congregación [las iglesias de Dios], que les pasará a ellos. Oye, Oh tierra; he aquí, traeré mal sobre esta gente, incluso el fruto de sus pensamientos porque no han oído a Mis palabras, ni a Mi ley, sino que la han rechazado” (Jeremías 6:18-19).

          “Como una fuente mantiene frescas sus aguas, así ella mantiene fresca su maldad; violencia y despojo es escuchado en ella; continuamente ante Mí hay dolor y heridas. Oh Jerusalén [todas las naciones modernas de Israel], toma la advertencia, no sea que Mi alma se aparte de ti; no sea que te haga desolada, una tierra sin pueblo.”“Porque todos desde el más insignificante de ellos incluso al más grande de ellos es avaro por ganancia; y desde el profeta incluso hasta el sacerdote, todos negocian falsamente. También han sanado ligeramente al herido de la hija de Mi pueblo, diciendo, ‘Paz, paz,’ cuando no hay paz. ¿Estuvieron avergonzados cuando habían cometido abominación? No, no estuvieron avergonzados en lo absoluto, ni pudieron sonrojarse; por tanto caerán entre aquellos que caen. En el momento en que los castigue, serán abatidos,”…” (versos 7-8, 13-15).

          Dios deja claro que aquellos pecados no son  tan solo con los líderes políticos y religiosos, sino con toda la gente—desde el menor hasta el mayor, el joven y el viejo. Todos han sido desviados al pecado e idolatría. Sin embargo, en sus tiempos de problema, ellos quieren que Dios los salve; pero muy pocos están dispuestos verdaderamente a regresar a Dios. Ellos son como sus antepasados, quienes halagaban a Dios, como se registra en el Salmo 78. Note: “Ellos no guardaron el pacto de Dios y rechazaron caminar en Su ley. Y olvidaron Sus obras y Sus maravillas las cuales Él les había mostrado.Cuando los mató [en Su corrección], entonces ellos lo buscaron; y se volvieron y buscaron a Dios fervorosamente. Y recordaron que Dios era su Roca, y que el Dios Altísimo era su Redentor.

          “Sin embargo ellos lo halagaron con sus bocas, y le mintieron con sus lenguas, porque su corazón no era recto con Él; ni fueron fieles en Su pacto. Pero Él, estando lleno de compasión, perdonó su iniquidad y no los destruyó; sí, muchas veces Él apartó Su enojo y no avivó toda Su ira, porque recordó que eran solo carne, un viento que pasa y no viene otra vez” (Salmo 78:10-11, 34-39).

          Nuestro Dios es un Dios de amor y misericordia. Así que incluso en medio los tiempos más difíciles, de gran aflicción y angustia, SI nuestras naciones regresan de todo corazón a Dios—en arrepentimiento genuino y humilde; en una actitud de obediencia dispuesta—Dios escuchará y Él regresará a nosotros. ““Por tanto incluso ahora,” dice el SEÑOR, “vuélvanse a Mi con todo su corazón, y con ayuno, y con lamento, y con luto. Sí, desgarren su corazón y no sus vestidos, y vuélvanse al SEÑOR su Dios; porque Él es graciable y misericordioso, lento para la ira, y de gran bondad, y se arrepiente de la maldad” (Joel 2:12-13). Entonces Dios cumpliría Su promesa con nosotros: “Regresen a Mí, y Yo regresaré a ustedes…” (Malaquías 3:7).

          Esto es lo que se necesitará para que Dios levante Su mano pesada de juicio en contra de nosotros. Sin embargo, un regreso substancial a Dios es muy improbable. No obstante, Dios continúa Su llamado al arrepentimiento, advirtiendo a nuestras naciones de Su corrección inminente. Nuevamente, Jeremías escribe: “¿Estuvieron avergonzados cuando habían cometido abominación? No, no estuvieron avergonzados en lo absoluto, ni pudieron sonrojarse; por tanto caerán entre aquellos que caen. En el momento en que los castigue, serán abatidos,” dice el SEÑOR.

          “Así dice el SEÑOR, “Párense en los caminos y vean, y pregunten por las viejas sendas dónde está el buen camino y caminen en el, y encontrarán descanso para sus almas. Pero ellos dijeron, ‘No caminaremos en el.’ También coloqué vigilantes sobre ustedes, diciendo, ‘Oigan el sonido del cuerno de carnero.’ Pero ellos dijeron, ‘No oiremos’” (Jeremías 6:15-17).

          Dado que es evidente que no habrá regreso masivo a Dios por el pueblo moderno de Israel—aunque ellos han sido y están siendo advertidos—depende de cada uno de nosotros, como familia espiritual de Dios, siempre estar buscando los caminos de Dios. Debemos amar a Dios con todo nuestro corazón y permanecer cerca de Dios el Padre y Jesucristo a través de oración diaria y estudio Bíblico. El apóstol Pedro escribe: “Por tanto, amados, ya que conocen esto por adelantado, estén en guardia contra tales prácticas, no sea que sean extraviados con el error de los ilegales, y caigan de su propia firmeza; sino, estén creciendo en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A Él sea la gloria ahora y en el día de eternidad” (II Pedro 3:17-18).

          El Salmo 119 es tal vez uno de los Salmos más importantes al cual debemos buscar para ayudarnos a continuar creciendo en gracia y conocimiento. Este subraya la actitud humilde de fe que necesitamos tener hacia los preceptos, estatutos, leyes y mandamientos de Dios.

          Es en realidad bastante asombroso cuando el Salmo 119 es contrastado con declaraciones hechas por el patriarca Job. Job usó la palabra “yo” 198 veces, dirigidas hacia sí mismo, indicando cuan recto era. Después que se arrepintió, él usó “yo” solo 14 veces—todas dirigidas hacia Dios. Sin embargo, en el Salmo 119 hay 135 lugares que usan “yo”—y todas ellas están dirigidas a Dios y Sus caminos. El Salmo 119 está centrado en Dios; Job estaba centrado en sí mismo. Este es un patrón que deberíamos estar siguiendo en nuestra adoración de Dios. El Salmo 119 es una buena guía para crecer en gracia y conocimiento. Mientras solo citaremos aquí algo de los primeros versos del Salmo 119, sería bueno para usted estudiar personalmente el capítulo desde el principio hasta el final. Sin duda este Salmo refleja los mismos pensamientos de Jesús, mientras Él estaba en la carne, sobre las enseñanzas e instrucciones de Dios.

 

1.     Benditos son los puros en el camino, quienes caminan en la Ley del SEÑOR.

2.     Benditos son aquellos quienes guardan Sus testimonios y quienes Lo buscan con todo el corazón.

3.     Ellos tampoco hacen iniquidad; caminan en Sus caminos.

4.     Tú nos has ordenado guardar Tus preceptos diligentemente.

5.     ¡Oh que mis caminos fueran dirigidos para guardar Tus estatutos!

6.     Entonces [yo] no seré avergonzado cuando [yo] tenga respeto hacia todos Tus mandamientos.

7.     [yo] Te alabaré con rectitud de corazón cuando haya aprendido Tus justos juicios.

8.     [yo] Guardaré Tus estatutos; no me abandones completamente.

9.     ¿Con que limpiará un hombre joven su camino? Al prestar atención conforme a Tu palabra.

10.  Con todo mi corazón [yo] Te he buscado; Oh no me dejes extraviar de Tus mandamientos.

11.  Tu palabra [yo] he guardado en mi corazón, para que [yo] no pueda pecar contra Ti.

12.  Bendito eres Tú, Oh SEÑOR; enséñame Tus estatutos.

13.  Con mis labios [yo] he declarado todos los juicios de Tu boca.

14.  [yo] Me he alegrado en el camino de Tus testimonios tanto como en todas las riquezas.

15.  [yo] Meditaré sobre Tus preceptos y [yo] tendré respeto a Tus caminos.

16.  [yo] Me deleitaré a mí mismo en Tus estatutos; [yo] no olvidaré Tu palabra.

17.  Trata generosamente con Tu siervo, para que pueda vivir y guardar Tu palabra.

18.  Abre mis ojos, para que [yo] pueda observar cosas maravillosas procedentes de Tu ley.

 

          Mientras vemos todos los problemas en el mundo, necesitamos acercarnos a Dios el Padre y Jesucristo a través de oración y estudio, así como con ayuno personal. Dios nos fortalecerá mientras sigamos verdaderamente el Gran mandamiento: “Y amarán al Señor su Dios con todo su corazón, y con toda su alma, y con toda su mente, y con toda su fuerza.’ Este es el primer mandamiento. Y el segundo es como este: ‘Amarán a su prójimo como a ustedes mismos.’ No hay otro mandamiento más grande que estos”” (Marcos 12:30-31).

          Hermanos, gracias por su amor, y por sus oraciones por todos los hermanos, y por nosotros en Hollister. Gracias por alcanzar a otros hermanos y a aquellos quienes necesitan ayuda. Estamos orando por ustedes diariamente que Dios el Padre y Jesucristo continúen bendiciéndolos, fortaleciéndolos, sanándolos y protegiéndolos. Permanezcan cerca de Dios. “Ahora, a Él, Quien es capaz de hacer abundantemente excesivo por encima de todo lo que pedimos o pensamos, según el poder que está obrando en nosotros, a Él sea gloria en la iglesia por Cristo Jesús a lo largo de todas las generaciones, incluso hasta los siglos de eternidad. Amén” (Efesios 3:20-21).

 

Con amor en Cristo Jesús,

 

Fred R. Coulter

 

FRC

 

 
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