Romanos
6:14—El
verdadero significado de la frase, “No están bajo ley, sino bajo gracia”
(Tomado del
librillo “Entendiendo las Escrituras difíciles de Pablo
concernientes a
la Ley y los Mandamientos de Dios”)
Por
Fred R. Coulter
www.iglesiadedioscristianaybiblica.org
Este solo pasaje, por
ser típicamente sacado de contexto por “cristianos”
nominales—ha causado una gran
confusión. Leídos en aislamiento, éste pasaje da la apariencia de que
los Cristianos, ya no se les requiere guardar las leyes y mandamientos de Dios.
Romanos 6:14—
“Porque el pecado no gobernará sobre ustedes porque no están bajo
ley, sino bajo gracia.”—no
puede ser entendido en aislamiento; todo el contexto de Romanos seis, debe ser
examinado, si es que hemos de entender la intención de Pablo. De hecho, la
clave se da realmente en los primeros dos versos del capítulo. Pablo hace, y
contesta la pregunta: “¿Qué diremos entonces? ¿Continuaremos en pecado, para que la gracia
pueda abundar? ¡NUNCA PUEDA SER! Nosotros quienes morimos al pecado, ¿Cómo
viviremos más en él?”
(Versos 1-2).
Recuerden que el pecado
es la transgresión de la ley (I Juan 3:4) Entonces, obviamente, si los
Cristianos no deben de continuar viviendo en el pecado, ellos deben de
estar guardando las leyes y los mandamientos de Dios. Sin embargo, las leyes de
Dios son ahora guardadas en el espíritu—
¡bajo la gracia de Dios!
Pablo continúa en
Romanos seis, explicando que la operación del bautismo representa la “muerte
y sepultura” del hombre viejo y
pecador—la
cual lo justifica a uno, ante Dios el Padre, y le trae perdón de pecados
pasados. Él lo explica de ésta manera: “¿O son
ustedes ignorantes que nosotros, como tantos que fuimos bautizados en Cristo
Jesús, fuimos bautizados en Su muerte [ya que Cristo
murió por nuestros pecados]? Por tanto, fuimos
sepultados con Él a través del bautismo en la muerte; para que, así como Cristo
fue levantado de los muertos por la gloria del Padre, en la misma forma,
deberíamos también caminar en novedad de vida [ahora con el Espíritu
Santo de Dios—en obediencia
espiritual].
“Porque si hemos sido unidos juntamente en la semejanza de Su
muerte, así también lo seremos en la semejanza de Su
resurrección. Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue co-crucificado con Él,
para que el cuerpo de pecado pudiera ser destruido, para que ya no
pudiéramos ser esclavizados para pecar; Porque quien ha muerto al pecado
[a través de arrepentimiento, y bautismo
en agua] ha sido justificado del pecado [por medio de la sangre de Jesucristo].
“Entonces si morimos junto con Cristo, creemos que también viviremos
con Él, Sabiendo que Cristo, habiendo sido levantado de los muertos, no
muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre Él. Porque cuando murió,
murió al pecado una vez por todas; pero en lo que vive, vive hacia Dios.
En la misma forma también, ustedes ciertamente deberían considerarse a sí
mismos muertos al pecado, pero vivos para Dios a través de Cristo Jesús nuestro
Señor.
“Por tanto, no dejen que el pecado gobierne en su cuerpo mortal
obedeciéndolo en su lujuria. Así mismo, no cedan sus miembros como
instrumentos de injusticia para pecar; sino, cédanse a sí mismos a Dios como
aquellos que están vivos de los muertos, y sus miembros como
instrumentos de justicia para Dios.
“Porque el pecado no gobernará sobre ustedes porque no están bajo
ley [para perdón y justificación], sino bajo gracia [para perdón y justificación]. ¿Entonces qué? ¿Pecaremos
porque no estamos bajo ley [para perdón y justificación], sino bajo gracia
[para perdón u justificación]? ¡NUNCA PUEDA SER! ¿No se dan cuenta que a quien
ustedes ceden como siervos para obedecer, son siervos de aquel que
obedecen, si es de pecado hacia muerte, o de obediencia hacia justicia?
Pero gracias a Dios, que eran siervos de pecado, pero han obedecido de corazón
esta forma de doctrina la cual fue entregada a ustedes.”
(Versos 3-17).
Tengan en mente que de
Romanos 3:20 a 6:23, la explicación completa de Pablo acerca de la
justificación de pecados pasados por gracia, a través de la sangre de
Jesucristo, se contrasta con la inhabilidad absoluta de cualquier ley,
para traer verdadera justificación espiritual al pecador. Ese es el contexto en
el cual fue escrito Romanos 6:14. Cuando Pablo escribe que los cristianos “no
están bajo la ley, sino bajo la gracia,”
quiso decir que no estamos tratando de alcanzar la justificación, a través
de la ley—lo cual, de hecho, es
imposible—sino a través de
la gracia de Dios.
Éste es, entonces, el
verdadero significado espiritual de Romanos 6:14.
Además, el apóstol
Juan, explica la continua justificación y el perdón de pecados que
tienen los creyentes, a través de la fe en el sacrificio y la sangre de
Jesucristo: “Si
proclamamos que tenemos compañerismo con Él, pero estamos caminando en la
oscuridad [viviendo en pecado], estamos mintiéndonos a
nosotros mismos, y no estamos practicando la Verdad [‘Tú
Palabra es la verdad,’
(Juan 17:17)]. Sin embargo, si caminamos en la luz [de
la Palabra de Dios, en obediencia y amor], como Él está en la luz, entonces tenemos compañerismo
unos con otros, y la sangre de Jesucristo, Su propio Hijo, nos limpia de
todo pecado.”
“Si decimos que no tenemos pecado, estamos engañándonos a nosotros
mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros propios
pecados, Él es fiel y justo, para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de
toda injusticia. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a Él un
mentiroso, y Su Palabra no está en nosotros… Mis pequeños hijos, les estoy
escribiendo estas cosas para que no pequen. Y aun así, si alguno
peca, tenemos un Abogado con el Padre, Jesucristo el Justo; Y Él es la
propiciación por nuestros pecados; y no solamente por nuestros pecados, sino
también por los pecados del mundo entero.”
(I Juan 1:6-10; 2:1-2).
Entonces, Juan continúa
su explicación sobre el perdón de nuestros pecados a través de la sangre de
Jesucristo, con la amonestación de que nosotros requerimos igualmente guardar
los mandamientos de Dios. De nuevo, esto corrobora que la gracia misericordiosa
de Dios no permite que nadie continúe viviendo en pecado. Noten: “Y por este estándar sabemos que Lo conocemos: si guardamos
Sus mandamientos. Aquel que dice, “Lo conozco,” y no guarda Sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está
en él.” De otro lado, si
cualquiera está guardando Su Palabra, verdaderamente en aquel el amor de Dios
está siendo perfeccionado. Por este medio sabemos que estamos en Él.
Cualquiera que reclame vivir en Él está obligándose a sí mismo también a
caminar incluso como Él mismo caminó.”
(I Juan 2:3-6). Éste es el significado pleno y verdadero de vivir en la
gracia de Dios.