UNA
TRADUCCION FIEL
Por
Philip Neal
Noviembre
2007
El
verdadero fundamento de todas las traducciones de la Biblia es que el significado
del texto debería ser transmitido en una manera tan clara y precisa
como sea posible en el propio lenguaje de uno. Pero sobre todo, una
traducción debe ser honesta a los textos originales hebreo y griego.
Qué
más grande responsabilidad pudiera haber que traducir la Palabra de Dios en una
manera precisa, autentica y fiel—sin añadir a ni quitar de las palabras
de Dios. (Apocalipsis 22:18-19). Fidelidad al traducir requiere fidelidad a
Dios y amor a la verdad para comunicar correctamente el significado de las
palabras y frases del lenguaje siendo traducido.
Acerca
de esta nueva traducción
La
base para esta nueva traducción es la palabra inspirada de Dios, originalmente
escrita y canonizada por los siervos escogidos de Dios en el lenguaje hebreo y
griego. Dios el Padre y Jesucristo han guardado celosamente la Palabra de Dios
para que nunca sea perdida o destruida. Jesús prometió que Él mantendría Sus
palabras: “El cielo y la tierra pasarán, pero Mis
palabras nunca pasarán.” (Mateo
24:35).
A
pesar de los intentos de los hombres cuya meta es modificar o corromper la
Palabra de Dios, la promesa de Dios permanece firme. A través de los siglos,
Dios ha guiado a hombres fieles a reproducir copias precisas de los textos
originales hebreos y griegos respirados por Dios. Dios se ha asegurado que
copias auténticas de los textos canonizados hebreos fueran mantenidos por los
sacerdotes y escribas levíticos (Romanos 3:2). Con consistencia, desde el
tiempo de Esdras en el siglo 5to a.C, sacerdotes y levitas fieles han copiado
el Antiguo Testamento hebreo en una forma precisa. De la misma manera, desde
los días de los apóstoles, escribas fieles han hecho copias auténticas del
Nuevo Testamento griego. Hoy, las Santas Escrituras están fielmente preservadas
como el Texto Hebreo Masorético del Antiguo Testamento y el Texto
Recibido (griego) del Nuevo Testamento (Textus Receptus).
La
porción del Antiguo Testamento de esta nueva traducción está basada en el Texto
Hebreo Masorético Ben Asher. Fred Coulter colaboró directamente con el
consultor del hebreo del Antiguo Testamento, E. Michael Heiss, para desarrollar
esta versión fiel. Juntos han peinado abundantemente a través de todas y cada
una de las palabras y frases, produciendo una versión que es fiel a los textos
masoréticos originales, mientras retiene mucha de la gracia de la versión King
James.
La
porción del Nuevo Testamento es de la propia traducción de Fred Coulter del
2004—El Nuevo Testamento en Su orden original—traducido directamente del
Texto Griego Stephens de 1550. Al traducir, Coulter se ha esforzado por
trasmitir claramente el significado preciso del texto griego como está definido
por las reglas de la gramática y sintaxis griega—guiado por una convicción
absoluta de que cada palabra en el Nuevo Testamento es auténtica y esencial
para un completo entendimiento de toda Escritura. Además, Coulter consultó con
expertos en Griego Koiné cuando un término o frase en el griego era
ambiguo o abierto a duda. Esta combinación de esfuerzo diligente y fe en la
inspiración del Espíritu Santo ha llevado a una traducción que expone fielmente
y en forma precisa el verdadero significado del texto del Nuevo Testamento.