Génesis

  Éxodo

  Levítico

  Números

  Deuteronomio

  Josué

  Jueces

  I Samuel

  II Samuel

  I Reyes

  II Reyes

  Isaías

  Jeremías

  Ezequiel

  Oseas

  Joel

  Amós

  Abdías

  Jonás

  Miqueas

  Nahúm

  Habacuc

  Sofonías

  Hageo

  Zacarías

  Malaquías

  Salmos

  Proverbios

  Job

  Cantos de Salomón

  Rut

  Lamentaciones

  Eclesiastés

  Ester

  Daniel

  Esdras

  Nehemías

  I Crónicas

  II Crónicas

Volver a I Samuel


I Samuel 17

1. Y los filisteos reunieron sus ejércitos para la batalla, y fueron reunidos en Soco de Judá, y acamparon entre Soco y Azeca en Efes-Damim.

2. Y Saúl y los hombres de Israel se habían reunido y acampado junto al valle de Ela, y puesto en orden la batalla contra los filisteos.

3. Y los filisteos estaban sobre una montaña a un lado, e Israel estaba sobre una montaña al otro lado. Y había un valle entre ellos.

4. Y un campeón llamado Goliat salió del campamento de los filisteos; él era de Gat. Su altura era de seis codos y un palmo.

5. Y había un yelmo de bronce sobre su cabeza, y estaba armado con una armadura escamada. Y el peso de la armadura era cinco mil shekels de bronce.

6. Y en sus piernas había grebas de bronce, y una jabalina de bronce colgaba de sus hombros.

7. Y el báculo de su lanza era como un rodillo de telar. Y la punta de su lanza pesaba seiscientos shekels de hierro. Y el escudero iba delante de él.

8. Y se paró y gritó a los ejércitos de Israel, y les dijo, “¿Por qué han salido a poner en orden su batalla? ¿No soy yo un filisteo, y no son ustedes siervos de Saúl? Elijan un hombre para ustedes y déjenlo venir a mí.

9. Si él es capaz de pelear conmigo y matarme, entonces seremos sus esclavos. Pero si prevalezco contra él y lo mato, entonces ustedes serán nuestros esclavos y nos servirán.”

10. Y el filisteo dijo, “Desafío a los ejércitos de Israel en este día. Denme a un hombre y pelearemos juntos.”

11. Y Saúl y todo Israel oyeron aquellas palabras del filisteo, y quedaron consternados y muy asustados.

12. Y David era el hijo de un efrateo de Belén Judá, llamado Isaí. Y para él había ocho hijos. Y el hombre era viejo entre los hombres en los días de Saúl.

13. Y los tres hijos mayores de Isaí salían y seguían a Saúl a la batalla. Y los nombres de sus tres hijos que iban a la batalla eran Eliab el primogénito; y su segundo, Abinadab; y el tercero Sama.

14. Y David era el menor. Y los tres mayores seguían a Saúl.

15. Y David iba y volvía de Saúl para alimentar las ovejas de su padre en Belén.

16. Y el filisteo se acercaba mañana y tarde, y se presentó durante cuarenta días.

17. E Isaí dijo a su hijo David, “Por favor, toma para tus hermanos un efa de este grano tostado y estas diez hogazas, y corre al campamento a tus hermanos.

18. Y lleva estas diez tajadas de queso al comandante de sus mil, y ve cómo les está yendo a tus hermanos, y tráeme algún recuerdo de ellos para mí.”

19. Y Saúl, y ellos, y todos los hombres de Israel, estaban en el valle de Ela peleando con los filisteos.

20. Y David se levantó temprano en la mañana y dejó las ovejas con un guardián, y se levantó y fue como Isaí le había mandado. Y él llegó a la barricada, y al ejército que estaba saliendo a pelear, gritando un grito de batalla,

21. Porque Israel y los filisteos habían puesto en orden la batalla, rango por rango.

22. Y David dejó su valija en manos del guardián de las valijas y corrió hacia el ejército, y vino y saludó a sus hermanos.

23. Y él estaba hablando con ellos. Entonces he aquí, el campeón llamado Goliat, el filisteo de Gat, subió de entre las filas de los filisteos y habló conforme a estas palabras. Y David oyó.

24. Y todos los hombres de Israel, cuando vieron al hombre, huyeron de él y tuvieron mucho miedo.

25. Y los hombres de Israel dijeron, “¿Han visto a este hombre que ha subido? Ciertamente él ha venido a desafiar a Israel. Y sucederá, que el rey enriquecerá con grandes riquezas al hombre que lo mate, y le dará a su hija, y liberará la casa de su padre en Israel.”

26. Y David habló a los hombres que estaban junto a él, diciendo, “¿Qué se le hará al hombre que mate a este filisteo y quite la vergüenza de Israel? Porque ¿quién es este filisteo incircunciso para que desafíe a los ejércitos del Dios vivo?”

27. Y el pueblo le respondió en esta manera, diciendo, “Así será hecho al hombre que lo mate.”

28. Y su hermano mayor Eliab lo oyó cuando hablaba con los hombres. Y se encendió la ira de Eliab contra David. Y dijo, “¿Por qué has bajado? ¿Y con quién has dejado aquellas pocas ovejas en el lugar desolado? Conozco tu orgullo y la malicia de tu corazón, porque has bajado a ver la batalla.”

29. Y David dijo, “¿Qué he hecho ahora? ¿No fue sólo una pregunta?”

30. Y se volvió de él hacia otro y habló conforme a esta palabra. Y el pueblo volvió a responderle en la misma manera.

31. Y las palabras las cuales David habló fueron oídas. Y fueron dichas delante de Saúl. Y él envió por él.

32. Y David le dijo a Saúl, “Que ningún corazón de hombre desfallezca por causa de él. Tu siervo irá y peleará con este filisteo.”

33. Y Saúl le dijo a David, “Tú no eres capaz de ir en contra de este filisteo para pelear con él, porque tú no eres sino un joven, y él es un hombre de guerra desde su juventud.”

34. Y David le dijo a Saúl, “Tu siervo guardaba las ovejas de su padre, y allí llegaron un león y un oso, y tomaron un cordero del rebaño.

35. Y salí tras él y lo golpeé, y libré al cordero de su boca. Y cuando se levantó contra mí, lo atrapé por la barba, y lo golpeé y maté.

36. Tu siervo mató ambos el león y el oso. Y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, ya que él ha desafiado los ejércitos del Dios vivo.”

37. Y David dijo, “El SEÑOR quien me ha librado de la garra del león y de la garra del oso, Él me librará de la mano de este filisteo.” Y Saúl le dijo a David, “Ve, y pueda el SEÑOR estar contigo.”

38. Y Saúl armó a David con su armadura, y puso sobre su cabeza un yelmo de bronce. También lo armó con una armadura escamada.

39. Y David ciñó su espada sobre su armadura, y trató de ir. Pero él no la había probado. Y David dijo a Saúl, “No puedo ir con estas, porque no las he probado.” Y David se las quitó.

40. Y él tomó su vara en su mano, y escogió cinco piedras lisas del arroyo para sí mismo, y las puso en una vasija de pastor la cual él tenía, incluso en una bolsa. Y su onda estaba en su mano. Y él se acercó al filisteo.

41. Y el filisteo vino y se acercó a David. Y el hombre que cargaba el escudo estaba delante de él.

42. Y el filisteo miró y vio a David, y lo desprecio, porque él era sólo un joven, y rojizo con una apariencia hermosa.

43. Y el filisteo le dijo a David, “¿Soy yo un perro que vienes a mí con palos?” Y el filisteo maldijo a David por sus dioses.

44. Y el filisteo le dijo a David, “Ven a mí, y yo daré tu carne a las aves del aire y a las bestias del campo.”

45. Y David le dijo al filisteo, “Tú vienes a mí con una espada y con una lanza y con una jabalina. Pero yo vengo a ti en el nombre del SEÑOR de los ejércitos, el Dios de los ejércitos de Israel, a quien tú has desafiado.

46. El SEÑOR te entregará en mi mano hoy, y yo te golpearé y tomaré tu cabeza de ti y daré los cuerpos del ejército de los filisteos a las aves del aire hoy, y a las bestias salvajes de la tierra, para que toda la tierra pueda saber que hay un Dios en Israel.

47. Y toda esta multitud sabrá que el SEÑOR no salva con espada y con lanza; porque la batalla es del SEÑOR, y Él los entregará en nuestras manos.”

48. Y sucedió que cuando el filisteo se levantó y fue y se acercó a encontrar a David, David se apuró y corrió hacia las filas para encontrar al filisteo.

49. Y David puso su mano en su bolsa y tomó una piedra de allí, y la lanzó y golpeó al filisteo en su frente, de modo que la piedra se hundió en su frente. Y él cayó sobre su cara a la tierra.

50. Y David fue más fuerte con la honda y con la piedra que el filisteo. Y él golpeó al filisteo y lo mató. Pero no había espada en la mano de David.

51. Y David corrió y se paró sobre el filisteo, y sacó la espada de él, y la desenvainó, y lo mató, y lo decapitó con ella. Y cuando los filisteos vieron que su campeón estaba muerto, huyeron.

52. Y los hombres de Israel se levantaron y gritaron, y Judá persiguió a los filisteos hasta que llegaron al valle y a las puertas de Ecrón. Y los heridos de los filisteos cayeron junto al camino de Saaraim, incluso hasta Gat y hasta Ecrón.

53. Y los hijos de Israel volvieron de perseguir a los filisteos, y saquearon sus carpas.

54. Y David tomó la cabeza del filisteo y la trajo a Jerusalén, pero él puso la armadura de él en su carpa.

55. Y cuando Saúl vio a David salir contra el filisteo, dijo a Abner, el capitán del ejército, “Abner, ¿de quién es hijo este joven?” Y Abner dijo, “Como vive tu alma, Oh rey, no puedo decirlo.”

56. Y el rey dijo, “Tú ve y pregunta de quién es hijo el joven.”

57. Y cuando David regresaba de matar al filisteo, Abner lo tomó y lo llevó delante de Saúl, con la cabeza del filisteo en su mano.

58. Y Saúl le dijo, “¿De quién eres hijo, joven?” Y David respondió, “Soy el hijo de tu siervo Isaí de Belén.”

 

Volver a I Samuel
  Mateo

  Marcos

  Lucas

  Juan

  Hechos

  Santiago

  I Pedro

  II Pedro

  I Juan

  II Juan

  III Juan

  Judas

  Romanos

  I Corintios

  II Corintios

  Gálatas

  Efesios

  Filipenses

  Colosenses

  I Tesalonicenses

  II Tesalonicenses

  Hebreos

  I Timoteo

  II Timoteo

  Tito

  Filemón

  Apocalipsis

© 2024 www.laVerdaddeDios.org Derechos Reservados