Génesis

  Éxodo

  Levítico

  Números

  Deuteronomio

  Josué

  Jueces

  I Samuel

  II Samuel

  I Reyes

  II Reyes

  Isaías

  Jeremías

  Ezequiel

  Oseas

  Joel

  Amós

  Abdías

  Jonás

  Miqueas

  Nahúm

  Habacuc

  Sofonías

  Hageo

  Zacarías

  Malaquías

  Salmos

  Proverbios

  Job

  Cantos de Salomón

  Rut

  Lamentaciones

  Eclesiastés

  Ester

  Daniel

  Esdras

  Nehemías

  I Crónicas

  II Crónicas

Volver a I Crónicas


I Crónicas 17

1. Porque sucedió que mientras David se sentaba en su casa, David dijo a Natán el profeta, “He aquí, yo vivo en una casa de cedros, pero el arca del pacto del SEÑOR vive bajo cortinas.”

2. Y Natán dijo a David, “Haz todo lo que está en tu corazón, porque Dios está contigo.”

3. Y sucedió la misma noche que la palabra de Dios vino a Natán, diciendo,

4. “Ve y dile a David Mi siervo, ‘Así dice el SEÑOR, “No construirás una casa para Mi para vivir,

5. Porque no he vivido en una casa desde el día que saqué a Israel, incluso hasta este día, sino que he ido de carpa en carpa, y de un tabernáculo a otro.

6. Donde sea que he caminado con todo Israel, ¿hablé Yo una palabra a alguno de los jueces de Israel, a quienes ordené alimentar a Mi pueblo, diciendo, ‘¿Por qué no Me has construido una casa de cedros?’ ” ’

7. Ahora por tanto, así dirás a Mi siervo David, ‘Así dice el SEÑOR de los ejércitos, “Te tomé del pastoreo, de seguir las ovejas, para que fueras gobernador sobre Mi pueblo Israel.

8. Y he estado contigo donde sea que has caminado, y he cortado todos tus enemigos de delante de ti, y te he hecho un nombre como el nombre de los hombres grandes que están en la tierra.

9. Y dispondré un lugar para Mi pueblo Israel, y los plantaré, y vivirán en su lugar y no serán movidos más; ni los hijos de maldad los echarán a perder más como al comienzo,

10. Y desde el tiempo que ordené jueces para estar sobre Mi pueblo Israel. Y someteré a todos tus enemigos. Y te declaro que el SEÑOR te construirá una casa.

11. Y sucederá, cuando tus días hayan terminado de modo que debas ir para estar con tus padres, Yo levantaré tu semilla tras de ti, quien será de tus hijos. Y haré su reino seguro.

12. Él Me construirá una casa, y estableceré su trono para siempre.

13. Yo seré su Padre y él será Mi hijo. Y no quitaré Mi firme amor (1) de él como lo quité del que estuvo antes que tú.

14. Y lo estableceré en Mi casa y en Mi reino para siempre. Y su trono será establecido para siempre.” ’ ”

15. De acuerdo a todas estas palabras y de acuerdo a toda esta visión, así Natán habló a  David.

16. Y David el rey vino y se sentó delante del SEÑOR, y dijo, “¿Quién soy yo, Oh, SEÑOR Dios, y qué es mi casa que me has traído tan lejos?

17. Y aun así esto fue una cosa pequeña a Tus ojos, Oh Dios, porque también has hablado de la casa de Tu siervo para un buen tiempo por venir y me has considerado de acuerdo al estado de un hombre de grado alto, Oh SEÑOR Dios.

18. ¿Qué más Te puede decir David por el honor de Tu siervo? ¡Porque conoces a Tu siervo!

19. Oh SEÑOR, por amor a Tu siervo, y de acuerdo a Tu propio corazón, has hecho toda esta grandeza en hacer conocidas todas estas grandes cosas.

20. Oh SEÑOR, no hay ninguno como Tú; ni hay ningún Dios además de Ti, de acuerdo a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.

21. ¿Y qué nación en la tierra es como Tu pueblo Israel, a quien Dios fue a redimir para ser Su propio pueblo, para hacer para Ti un nombre de grandeza y terribilidad al expulsar naciones de delante de Tu pueblo a quien Tú has redimido de Egipto?

22. Y has escogido Tu pueblo Israel para Ti mismo, por Tu propio pueblo para siempre. Y Tú, SEÑOR, has llegado a ser su Dios.

23. Y ahora, Oh SEÑOR, que la cosa que has hablado, concerniente a Tu siervo y concerniente a su casa, sea establecida para siempre, y haz como has dicho.

24. Que sea incluso establecida, para que Tu nombre pueda ser magnificado para siempre, diciendo, ‘El SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel, es Dios para Israel.’ Y que la casa de David Tu siervo sea establecida delante de Ti,

25. Porque Tú, Oh Dios mío, has dicho a Tu siervo que le construirás una casa. Por tanto, Tu siervo ha encontrado en su corazón orar delante de Ti.

26. Y ahora, SEÑOR, Tú eres Dios, y has prometido esta bondad a Tu siervo.

27. Y ahora, que te plazca bendecir la casa de Tu siervo para que pueda estar delante de Ti para siempre, porque Tú la has bendecido, Oh SEÑOR, y será bendita para siempre.”

 

(1) Misericordia

 

Volver a I Crónicas
  Mateo

  Marcos

  Lucas

  Juan

  Hechos

  Santiago

  I Pedro

  II Pedro

  I Juan

  II Juan

  III Juan

  Judas

  Romanos

  I Corintios

  II Corintios

  Gálatas

  Efesios

  Filipenses

  Colosenses

  I Tesalonicenses

  II Tesalonicenses

  Hebreos

  I Timoteo

  II Timoteo

  Tito

  Filemón

  Apocalipsis

© 2024 www.laVerdaddeDios.org Derechos Reservados