Génesis 

  Éxodo 

  Levítico 

  Números 

  Deuteronomio 

  Josué 

  Jueces 

  I Samuel 

  II Samuel 

  I Reyes 

  II Reyes 

  Isaías 

  Jeremías 

  Ezequiel 

  Oseas 

  Joel 

  Amós 

  Abdías 

  Jonás 

  Miqueas 

  Nahúm 

  Habacuc

  Sofonías 

  Hageo 

  Zacarías 

  Malaquías 

  Salmos 

  Proverbios 

  Job 

  Cantos de Salomón

  Rut 

  Lamentaciones

  Eclesiastés 

  Ester 

  Daniel 

  Esdras 

  Nehemías 

  I Crónicas 

  II Crónicas 

Volver a Génesis


Génesis 43

1. Y la hambruna era severa en la tierra.

2. Y sucedió, cuando ellos habían consumido el grano el cual habían traído de Egipto, su padre les dijo, “Vayan de nuevo, cómprenos un poco de comida.”

3. Y Judá le habló, diciendo, “El hombre protestó solemnemente a nosotros, diciendo, ‘No verán mi rostro a menos que su hermano esté con ustedes.’

4. Si envías a nuestro hermano con nosotros, bajaremos y te compraremos comida.

5. Pero si no lo envías, nosotros no bajaremos, porque el hombre nos dijo, ‘No verán mi rostro a menos que su hermano esté con ustedes.’ ”

6. E Israel dijo, “¿Por qué han lidiado mal conmigo al decirle al hombre que tenían aún un hermano?”

7. Y ellos dijeron, “El hombre nos preguntó estrictamente de nuestro estado y de nuestra parentela, diciendo, ‘¿Está aún vivo su padre? ¿Tienen aún otro hermano?’ Y nosotros le dijimos de acuerdo al tono de estas palabras. ¿Podíamos nosotros de alguna manera saber que diría, ‘Traigan a su hermano.’?”

8. Y Judá le dijo a Israel su padre, “Envía al muchacho conmigo, y nos levantaremos e iremos, para que podamos vivir y no morir, ambos nosotros y tú, también nuestros pequeños.

9. Yo seré garante por él. Tú lo requerirás de mi mano. Si no te lo traigo y lo pongo frente a ti, yo seré un pecador contra ti todos los días,

10. Porque si no nos hubiéramos retrasado, seguramente para ahora ya habríamos regresado la segunda vez.”

11. Y su padre Israel les dijo, “Si tiene que ser así ahora, hagan esto: Tomen de los mejores frutos de la tierra en sus vasijas y traigan un presente al hombre, un poco de bálsamo, un poco de miel, especias, y mirra, nueces de pistacho, y almendras.

12. Y tomen doble plata en su mano, y la plata que fue traída de nuevo en la boca de sus costales, llévenla de nuevo en su mano. Tal vez fue un descuido.

13. Tomen también a su hermano y levántense; vayan de nuevo al hombre.

14. Y Dios Todopoderoso les de misericordia delante del hombre, para que él pueda enviar a su otro hermano y a Benjamín. Si soy privado de mis hijos, entonces que sea privado de mis hijos.

15. Y los hombres tomaron ese presente, y tomaron doble plata en su mano, y a Benjamín. Y se levantaron y bajaron a Egipto, y se pararon delante de José.

16. Y cuando José vio a Benjamín con ellos, dijo al dirigente de su casa, “Trae a los hombres adentro de la casa, y mata un animal y prepáralo, porque los hombres comerán conmigo al mediodía.”

17. Y el hombre hizo como José le dijo. Y el hombre entró a los hombres a la casa de José.

18. Y los hombres tuvieron miedo porque fueron entrados a la casa de José. Y dijeron, “Por la plata que fue devuelta en nuestros costales la primera vez somos traídos, para que él pueda buscar algo en contra de nosotros y caer sobre nosotros, y tomarnos por esclavos y a nuestros asnos.”

19. Y ellos se acercaron al hombre que estaba sobre la casa de José y hablaron con él a la puerta de la casa,

20. Y dijeron, “Oh señor, ciertamente vinimos la primera vez a comprar comida.

21. Y sucedió, cuando vinimos a la posada, que abrimos nuestros costales, y he aquí, la plata de cada hombre estaba en la boca de su costal, nuestra plata en peso completo. Y la hemos traído de nuevo en nuestras manos.

22. Y hemos traído otra plata en nuestras manos para comprar comida. No podemos decir quién puso nuestra plata en nuestros costales.”

23. Y él dijo, “Paz a ustedes, no teman. Su Dios, y el Dios de su padre, les ha dado tesoro en sus costales. Yo tuve su plata.” Y él les trajo a Simeón.

24. Entonces el hombre entró a los hombres a la casa de José y les dio agua, y ellos lavaron sus pies. Y él dio forraje a sus asnos.

25. Y ellos alistaron los presentes para la venida de José al mediodía, porque oyeron que debían comer pan ahí.

26. Y cuando José vino a casa, le trajeron los presentes en sus manos adentro de la casa, y se inclinaron a sí mismos a la tierra ante él.

27. Y él les pregunto acerca de su bienestar, y dijo, “¿Está bien su padre, el anciano de quien hablaron? ¿Está él aún vivo?”

28. Y ellos respondieron, “Tu siervo, nuestro padre, está en buena salud. Él aún está vivo.” Y ellos inclinaron sus cabezas y cayeron ante él.

29. Y él levantó sus ojos y vio a su hermano Benjamín, el hijo de su madre, y dijo, “¿Es este su hermano más joven de quien me hablaron?” Y él dijo, “Dios te bendiga, hijo mío.”

30. Y José se apresuró, pues su corazón anhelaba a su hermano. Y él buscó un lugar para llorar. Y entró en su cuarto y lloró ahí.

31. Y lavó su cara y salió, y se controló a sí mismo, y dijo, “Sirvan la comida.”

32. Y le sirvieron a él aparte, y a ellos aparte, y a los egipcios que comían con él aparte porque los egipcios no pueden comer pan con los hebreos, pues eso es una abominación para los egipcios.

33. Y ellos se sentaron ante él, el primogénito según su derecho de nacimiento, y el más joven según su juventud. Y los hombres se asombraron los unos con los otros. 

34. Y uno tomó porciones para ellos de delante de él. Pero la porción de Benjamín era cinco veces más que cualquiera de las de ellos. Y ellos bebieron, y estuvieron alegres con él.

 

Volver a Génesis
 
Para frases, use comillas
  Mateo 

  Marcos 

  Lucas 

  Juan 

  Hechos 

  Santiago 

  I Pedro 

  II Pedro 

  I Juan  

  II Juan 

  III Juan 

  Judas 

  Romanos 

  I Corintios 

  II Corintios 

  Gálatas 

  Efesios 

  Filipenses 

  Colosenses 

  I Tesalonicenses 

  II Tesalonicenses 

  Hebreos 

  I Timoteo 

  II Timoteo 

  Tito 

  Filemón 

  Apocalipsis 

© 2024 www.laVerdaddeDios.org Derechos Reservados