Génesis 

  Éxodo 

  Levítico 

  Números 

  Deuteronomio 

  Josué 

  Jueces 

  I Samuel 

  II Samuel 

  I Reyes 

  II Reyes 

  Isaías 

  Jeremías 

  Ezequiel 

  Oseas 

  Joel 

  Amós 

  Abdías 

  Jonás 

  Miqueas 

  Nahúm 

  Habacuc

  Sofonías 

  Hageo 

  Zacarías 

  Malaquías 

  Salmos 

  Proverbios 

  Job 

  Cantos de Salomón

  Rut 

  Lamentaciones

  Eclesiastés 

  Ester 

  Daniel 

  Esdras 

  Nehemías 

  I Crónicas 

  II Crónicas 

Volver a Salmos


Salmo 31

Al músico jefe.

Un Salmo de David.

1. En Ti, Oh SEÑOR, he tomado refugio, nunca me dejes ser avergonzado; líbrame en Tu justicia.

2. Inclina Tu oído a mí; líbrame rápidamente; sé mi Roca fuerte, una fortaleza de defensa para salvarme;

3. Porque Tú eres mi Roca y mi fortaleza; por tanto por amor a Tu nombre lidérame y guíame.

4. Sácame de la red que ellos han ocultado para mí, porque Tú eres mi fortaleza.

5. En Tu mano encomiendo Mi espíritu; Tú Me has redimido, Oh SEÑOR Dios de verdad.

6. He odiado a aquellos quienes prestan atención a vanidades mentirosas, pero yo confío en el SEÑOR.

7. Estaré contento y me regocijaré en Tu amorosa bondad, porque Tú has mirado mi aflicción; Tú has conocido los problemas de mi alma

8. Y no me has entregado a la mano del enemigo; Tú has puesto mis pies en un lugar amplio.

9. Sé graciable hacia mí, Oh SEÑOR, porque estoy en angustia; mi ojo es consumido con dolor, sí, incluso mi alma y mi cuerpo;

10. Porque mi vida es gastada con dolor y mis años con suspirar; mi fortaleza falla a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido.

11. A causa de todos mis adversarios he llegado a ser un reproche, pero especialmente entre mis vecinos, y un pavor a mis amigos; aquellos de afuera quienes me vieron huyeron de mí.

12. Soy olvidado como un hombre muerto, fuera de quicio; soy como una vasija rota,

13. Porque he oído la calumnia chismosa de muchos; terror está en todo lado; ellos planearon juntos contra mí, planearon quitar mi vida.

14. Pero yo confié en Ti, Oh SEÑOR; dije, “Tú eres mi Dios.”

15. Mis tiempos están en Tu mano; líbrame de la mano de mis enemigos, y de aquellos que me persiguen.

16. Haz brillar Tu cara sobre Tu siervo; sálvame en Tu amorosa bondad.

17. No me dejes ser avergonzado, Oh SEÑOR, porque Te he invocado; deja que el malo sea avergonzado. Siléncialos en la tumba.

18. Los labios mentirosos sean silenciados—los labios que hablan arrogantemente contra el justo con orgullo y desprecio.

19. ¡Oh, cuán grande es Tu bondad, la cual has establecido para aquellos que Te temen, la cual has preparado para aquellos que toman refugio en Ti delante de los hijos de hombres!

20. Tú los esconderás en el lugar secreto de Tu presencia de las conspiraciones del hombre; Tú los esconderás en un refugio lejano de las contiendas de lenguas.

21. Bendito es el SEÑOR, porque ha mostrado Su maravillosa bondad amorosa en una ciudad asediada,

22. Porque dije en mi afán, “Estoy cortado de delante de Tus ojos;” no obstante oíste la voz de mis suplicas cuando rogué a Ti.

23. ¡Oh amen al SEÑOR, todos ustedes Sus santos! El SEÑOR preserva al fiel, y repaga plenamente al hacedor orgulloso.

24. Sean fuertes, y su corazón tenga coraje, todos ustedes quienes esperan en el SEÑOR.

 

Volver a Salmos
 
Para frases, use comillas
  Mateo 

  Marcos 

  Lucas 

  Juan 

  Hechos 

  Santiago 

  I Pedro 

  II Pedro 

  I Juan  

  II Juan 

  III Juan 

  Judas 

  Romanos 

  I Corintios 

  II Corintios 

  Gálatas 

  Efesios 

  Filipenses 

  Colosenses 

  I Tesalonicenses 

  II Tesalonicenses 

  Hebreos 

  I Timoteo 

  II Timoteo 

  Tito 

  Filemón 

  Apocalipsis 

© 2024 www.laVerdaddeDios.org Derechos Reservados