Génesis 

  Éxodo 

  Levítico 

  Números 

  Deuteronomio 

  Josué 

  Jueces 

  I Samuel 

  II Samuel 

  I Reyes 

  II Reyes 

  Isaías 

  Jeremías 

  Ezequiel 

  Oseas 

  Joel 

  Amós 

  Abdías 

  Jonás 

  Miqueas 

  Nahúm 

  Habacuc

  Sofonías 

  Hageo 

  Zacarías 

  Malaquías 

  Salmos 

  Proverbios 

  Job 

  Cantos de Salomón

  Rut 

  Lamentaciones

  Eclesiastés 

  Ester 

  Daniel 

  Esdras 

  Nehemías 

  I Crónicas 

  II Crónicas 

Volver a Salmos


Salmo 44

Al músico jefe.

Una contemplación para los hijos de Coré.

1. Hemos oído con nuestros oídos, Oh Dios; nuestros padres nos han dicho la obra la cual hiciste en sus días, en los días de antigüedad.

2. Expulsaste a las naciones con Tu mano y los plantaste; sí afligiste los pueblos y los echaste,

3. No por su propia espada poseyeron la tierra, ni su propio brazo los salvó; sino fue Tu mano derecha, y Tu brazo, y la luz de Tu rostro porque los favoreciste.

4. eres mi Rey, Oh Dios; ordena salvación para Jacob.

5. A través de Ti haremos retroceder a nuestros enemigos; por medio de Tu nombre pisotearemos a aquellos que se levantan contra nosotros,

6. Porque no confiaré en mi arco, ni mi espada me salvará.

7. Pero nos has salvado de nuestros enemigos y los has puesto a vergüenza, a aquellos quienes nos odiaban.

8. En Dios nos jactamos todo el día y alabamos Tu nombre para siempre. Selah.

9. Sin embargo nos has desechado, y nos has avergonzado, y no avanzaste con nuestros ejércitos.

10. Nos haces retroceder del adversario y aquellos quienes nos odian saquean para sí mismos.

11. Nos has ofrecido como ovejas para ser comidas y nos has esparcido entre los paganos.

12. Has vendido Tu pueblo por precio no grande, ganando nada de su venta.

13. Nos has hecho una maldición a nuestros vecinos, un desdén y una burla a aquellos quienes están alrededor nuestro.

14. Nos has hecho un proverbio entre las naciones, una sacudida de cabeza entre los pueblos.

15. Mi confusión está delante de mí todo el día, y la vergüenza de mi cara me ha cubierto

16. A causa de la voz del que calumnia e injuria, y a causa del enemigo y vengador.

17. Todo esto ha venido sobre nosotros, sin embargo no Te hemos olvidado ni hemos lidiado falsamente en Tu pacto.

18. Nuestro corazón no se ha vuelto, ni se han apartado nuestros pasos de Tu camino,

19. Sin embargo nos has aplastado en el lugar de chacales y nos has cubierto con la sombra de muerte.

20. Si hemos olvidado el nombre de nuestro Dios, o extendido nuestras manos a un dios extraño,

21. ¿No descubrirá esto Dios? Porque Él conoce los secretos del corazón.

22. Sí, por amor a Ti somos condenados a muerte todo el día; somos contados como ovejas para la matanza.

23. ¡Despierta! ¿Por qué duermes, Oh SEÑOR? ¡Levántate! No nos deseches para siempre.

24. ¿Por qué escondes Tu cara, y olvidas nuestra aflicción y nuestra opresión?

25. Porque nuestra alma está inclinada hasta el polvo; nuestra barriga se adhiere a la tierra.

26. Levántate para ayuda nuestra, y redímenos por amor a Tu firme amor.

 

Volver a Salmos
 
Para frases, use comillas
  Mateo 

  Marcos 

  Lucas 

  Juan 

  Hechos 

  Santiago 

  I Pedro 

  II Pedro 

  I Juan  

  II Juan 

  III Juan 

  Judas 

  Romanos 

  I Corintios 

  II Corintios 

  Gálatas 

  Efesios 

  Filipenses 

  Colosenses 

  I Tesalonicenses 

  II Tesalonicenses 

  Hebreos 

  I Timoteo 

  II Timoteo 

  Tito 

  Filemón 

  Apocalipsis 

© 2024 www.laVerdaddeDios.org Derechos Reservados