Génesis 

  Éxodo 

  Levítico 

  Números 

  Deuteronomio 

  Josué 

  Jueces 

  I Samuel 

  II Samuel 

  I Reyes 

  II Reyes 

  Isaías 

  Jeremías 

  Ezequiel 

  Oseas 

  Joel 

  Amós 

  Abdías 

  Jonás 

  Miqueas 

  Nahúm 

  Habacuc

  Sofonías 

  Hageo 

  Zacarías 

  Malaquías 

  Salmos 

  Proverbios 

  Job 

  Cantos de Salomón

  Rut 

  Lamentaciones

  Eclesiastés 

  Ester 

  Daniel 

  Esdras 

  Nehemías 

  I Crónicas 

  II Crónicas 

Volver a Proverbios


Proverbios 23

1. Cuando te sientes a comer con un gobernante, considera cuidadosamente que está delante de ti;

2. Y pon un cuchillo en tu garganta, si eres un hombre dado al apetito.

3. No codicies sus manjares, porque son el pan de mentiras.

4. No te afanes por hacerte rico; desiste de tu propia sabiduría.

5. Cuando tus ojos lo considera, ¡se ha ido! Porque ciertamente las riquezas hacen alas para sí mismas, y vuelan al cielo como un águila.

6. No comas el pan de quien tiene un ojo malvado, ni desees sus alimentos exquisitos;

7. Porque como piensa en su corazón, así es él; "come y bebe," te dice, pero su corazón no está contigo.

8. El bocado el cual has comido, vomitarás y dañará tus palabras placenteras.

9. No hables a los oídos de un tonto, porque él despreciará la sabiduría de tus palabras.

10. No remuevas los viejos puntos de referencia, y no entres en los campos de los huérfanos;

11. Porque su Redentor es poderoso; Él pleiteará su causa contigo.

12. Aplica tu corazón a la instrucción y tus oídos a las palabras de conocimiento.

13. No retengas la corrección de un niño, porque si lo golpeas con la vara, él no morirá.

14. Lo golpearás con la vara, y librarás su alma de la tumba.

15. Hijo mío, si tu corazón es sabio, mi corazón se regocijará, incluso el mío.

16. Sí, mi corazón se regocijará cuando tus labios hablen cosas rectas.

17. No permitas que tu corazón envidie a los pecadores, sino mantente en el temor del SEÑOR todo el día;

18. Porque ciertamente hay un futuro, y tu esperanza no será cortada.

19. Hijo mío, oye y se sabio, y guía tu corazón en el camino.

20. No estés entre aquellos que beben mucho vino, entre glotones de carne,

21. Porque el borracho y el glotón irán a la pobreza, y somnolencia vestirá a un hombre con harapos.

22. Escucha a tu padre quien te engendró, y no desprecies a tu madre cuando ella sea vieja.

23. Compra la verdad, y no la vendas; también sabiduría, e instrucción, y entendimiento.

24. El padre del justo se regocijará grandemente, y el que engendra un hijo sabio tendrá gozo de él.

25. Tu padre y tu madre estarán contentos, y quien te dio a luz se regocijará.

26. Hijo mío, dame tu corazón, y deja que tus ojos observen mis caminos,

27. Porque una ramera es una zanja profunda, y una mujer libertina es un hoyo angosto.

28. Ella también está al acecho como por presa e incrementa los transgresores entre los hombres.

29. ¿Quién tiene dolor? ¿Quién tiene tristeza? ¿Quién tiene pelea? ¿Quién anda balbuceando? ¿Quién tiene heridas sin motivo? ¿Quién tiene los ojos rojos?

30. Aquellos que permanecen largamente en el vino, aquellos que buscan vino mezclado.

31. No mires al vino cuando está rojo, cuando da su color en la copa, cuando baja suavemente;

32. Al final muerde como áspid y pica como una víbora.

33. Tus ojos mirarán cosas extrañas y tu corazón hablará cosas perversas.

34. Sí, serás como uno que se acuesta en el medio del mar, o como alguien que se acuesta sobre la punta de un mástil,

35. Diciendo “Me pegaron; no fui herido; me golpearon, pero no lo sentí. Cuando despierte lo buscaré aun otra vez.”

 

Volver a Proverbios
 
Para frases, use comillas
  Mateo 

  Marcos 

  Lucas 

  Juan 

  Hechos 

  Santiago 

  I Pedro 

  II Pedro 

  I Juan  

  II Juan 

  III Juan 

  Judas 

  Romanos 

  I Corintios 

  II Corintios 

  Gálatas 

  Efesios 

  Filipenses 

  Colosenses 

  I Tesalonicenses 

  II Tesalonicenses 

  Hebreos 

  I Timoteo 

  II Timoteo 

  Tito 

  Filemón 

  Apocalipsis 

© 2024 www.laVerdaddeDios.org Derechos Reservados