Génesis 

  Éxodo 

  Levítico 

  Números 

  Deuteronomio 

  Josué 

  Jueces 

  I Samuel 

  II Samuel 

  I Reyes 

  II Reyes 

  Isaías 

  Jeremías 

  Ezequiel 

  Oseas 

  Joel 

  Amós 

  Abdías 

  Jonás 

  Miqueas 

  Nahúm 

  Habacuc

  Sofonías 

  Hageo 

  Zacarías 

  Malaquías 

  Salmos 

  Proverbios 

  Job 

  Cantos de Salomón

  Rut 

  Lamentaciones

  Eclesiastés 

  Ester 

  Daniel 

  Esdras 

  Nehemías 

  I Crónicas 

  II Crónicas 

Volver a Hechos


Hechos 23

1. Y después de mirar fijamente sobre el Sanedrín, Pablo dijo, “Hombres y hermanos, yo me he conducido en toda buena consciencia hacia Dios hasta este día.”

2. Entonces el sumo sacerdote Ananías ordenó a aquellos parados junto a él que lo golpearán en la boca.

3. Y Pablo le dijo, “Dios está a punto de golpearte, tú pared blanqueada. ¿Me juzgas tú mismo ahora de acuerdo a la ley, mientras ordenas que sea golpeado contrario a la ley?”

4. Pero aquellos quienes estaban parados junto a él dijeron, “¿Protestas en contra del sumo sacerdote de Dios?”

5. Y Pablo dijo, “Hermanos, yo no sabía que él es un sumo sacerdote; porque está escrito, ‘No hablarán maldad de un gobernante de su pueblo.’ ”

6. Ahora, cuando Pablo supo que una parte eran saduceos y la otra parte eran fariseos, gritó en el Sanedrín, “Hombres y hermanos, yo soy un fariseo, y un hijo de un fariseo: Estoy siendo llamado a interrogación respecto a la esperanza y a la resurrección de los muertos.”

7. Y después que él dijo esto, hubo disensión entre los fariseos y los saduceos, y la multitud fue dividida;

8. Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel u otro espíritu; pero los fariseos confiesan a ambos.

9. Entonces hubo un gran clamor; y los escribas quienes eran parte de los fariseos se pusieron de pie y contendieron, diciendo, “Nosotros no encontramos nada malo en este hombre; y si un espíritu le habló, o un ángel, no luchemos contra Dios.”

10. Y cuando un gran argumento surgió, el capitán jefe tuvo miedo de que Pablo pudiera ser destrozado por ellos; y ordenó a la tropa que bajara y lo sacaran de en medio de ellos por la fuerza, y que lo entraran a la fortaleza.

11. Ahora, a la noche siguiente, el Señor se paró junto a él y dijo, “Sé de buen ánimo, Pablo; porque así como has testificado completamente las cosas concernientes a Mí en Jerusalén, también debes dar testimonio en Roma.”

12. Y cuando fue de día, algunos de los judíos se juntaron y se pusieron bajo una maldición, declarando que no comerían ni beberían hasta haber matado a Pablo.

13. Y fueron más de cuarenta quienes habían hecho esta conspiración.

14. Ellos vinieron a los sacerdotes jefes y a los ancianos y dijeron, “Nos hemos puesto a nosotros mismos bajo una maldición, de que no probaremos nada hasta que hayamos matado a Pablo.

15. Ahora por tanto, ustedes deben ir con el Sanedrín al capitán jefe y decir que quieren examinarlo más detalladamente, para que él se los baje a ustedes mañana, y nosotros estaremos listos para matarlo incluso antes de que se acerque.”

16. Pero el hijo de la hermana de Pablo oyó de su plan de estar al acecho; y vino y entró en la fortaleza y lo reportó a Pablo.

17. Y Pablo llamó a uno de los centuriones y dijo, “Lleve a este joven al capitán jefe, porque tiene algo que reportarle a él.”

18. Luego él lo tomó y lo trajo al capitán jefe, y dijo, “El prisionero Pablo me llamó a un lado y solicitó que le trajera a este joven, porque tiene algo que decirle a usted.”

19. Y el capitán jefe tomó de su mano, y fueron a un lugar privado; y él inquirió, “¿Qué es lo que tienes que reportarme?”

20. Y él dijo, “Los judíos han acordado solicitar que usted baje a Pablo al Sanedrín mañana, como si desearan interrogarlo más minuciosamente.

21. Pero usted entonces, no sea persuadido por ellos; porque algunos estarán al acecho por él, más de cuarenta hombres quienes se han puesto a sí mismos bajo una maldición para no comer ni beber hasta que lo hayan matado; y ellos están ahora listos, esperando una promesa de usted para traerlo.”

22. Entonces el capitán jefe despidió al joven, habiéndole encargado no decirle a nadie esas cosas que le había reportado a él.

23. Y llamó a dos ciertos centuriones y dijo, “Preparen doscientos soldados, y setenta hombres de a caballo, y doscientos hombres de lanza para la tercera hora de la noche, de manera que puedan ir tan lejos como Cesárea.

24. Y tengan listas bestias de carga, de manera que puedan poner a Pablo sobre ellas, y puedan llevarlo seguramente hasta Félix el gobernador.”

25. Luego él escribió una carta de esta manera:

26. “Claudio Lisias al más excelente gobernador, Félix: ¡Saludos!

27. Este hombre fue capturado por los judíos, y estaba a punto de ser condenado a muerte por ellos cuando yo vine con una tropa y lo rescaté, después de enterarme que él es un romano.

28. Y deseando saber la causa por la cual ellos lo acusaban, lo bajé al Sanedrín de ellos.

29. Encontré que era acusado de cuestiones concernientes a la ley de ellos, pero no había hecho nada digno de muerte o ataduras. 

30. Pero cuando fui informado que un complot contra este hombre estaba a punto de ser llevado a cabo por los judíos, lo envié a usted de una, y también he ordenado a los acusadores que digan las cosas en contra de él delante de su silla de juicio. Adiós.”

31. Entonces los soldados, de acuerdo a las órdenes dadas a ellos, tomaron a Pablo y lo trajeron de noche a Antípatris;

32. Y al día siguiente ellos volvieron a la fortaleza, dejando a los hombres de a caballo para que continuaran con él;

33. Quienes, cuando llegaron a Cesárea, dieron la carta al gobernador y también le presentaron a Pablo.

34. Y después de leer la carta, el gobernador preguntó de qué provincia era él. Y cuando supo que era de Cilicia,

35. Dijo, “Te daré una audiencia completa cuando tus acusadores hayan llegado también.” Y él le ordenó ser mantenido en el Pretorio de Herodes.

 

Volver a Hechos
 
Para frases, use comillas
  Mateo 

  Marcos 

  Lucas 

  Juan 

  Hechos 

  Santiago 

  I Pedro 

  II Pedro 

  I Juan  

  II Juan 

  III Juan 

  Judas 

  Romanos 

  I Corintios 

  II Corintios 

  Gálatas 

  Efesios 

  Filipenses 

  Colosenses 

  I Tesalonicenses 

  II Tesalonicenses 

  Hebreos 

  I Timoteo 

  II Timoteo 

  Tito 

  Filemón 

  Apocalipsis 

© 2024 www.laVerdaddeDios.org Derechos Reservados