Génesis 

  Éxodo 

  Levítico 

  Números 

  Deuteronomio 

  Josué 

  Jueces 

  I Samuel 

  II Samuel 

  I Reyes 

  II Reyes 

  Isaías 

  Jeremías 

  Ezequiel 

  Oseas 

  Joel 

  Amós 

  Abdías 

  Jonás 

  Miqueas 

  Nahúm 

  Habacuc

  Sofonías 

  Hageo 

  Zacarías 

  Malaquías 

  Salmos 

  Proverbios 

  Job 

  Cantos de Salomón

  Rut 

  Lamentaciones

  Eclesiastés 

  Ester 

  Daniel 

  Esdras 

  Nehemías 

  I Crónicas 

  II Crónicas 

Volver a Filipenses


Filipenses 4

1. Por tanto, hermanos míos, amados y anhelados, mi gozo y mi corona, permanezcan firmes en el Señor, amados.

2. Exhorto a Evodia, y exhorto a Síntique, a ser de la misma mente en el Señor.

3. Y te pido a ti, mi verdadero compañero de yugo, que ayudes a estas mujeres, quienes trabajaron conmigo en el evangelio, y con Clemente, y al resto de mis colaboradores, cuyos nombres están en el libro de la vida.

4. Regocíjense en el Señor siempre. Nuevamente diré, ¡regocíjense!

5. Su moderación sea conocida a todos los hombres; el Señor está cerca.

6. No estén ansiosos por nada; sino en oración y súplica con acción de gracias, sus requerimientos sean conocidos a Dios en todo;

7. Y la paz de Dios, la cual sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

8. Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo que es honorable, todo lo que es justo, todo lo que es puro, todo lo que es amoroso, todo lo que es de buen reporte; si hay alguna virtud y si hay alguna alabanza, piensen en esas cosas.

9. Todo lo que han aprendido y recibido y escuchado y visto en mí, hagan también; y el Dios de paz estará con ustedes.

10. Pero me regocijé grandemente en el Señor, de que al fin su preocupación por mí ha revivido—aunque ustedes ya estaban pensando en mí, pero les faltaba una oportunidad para proveer.

11. No estoy diciendo esto en cuanto a estar desposeído; pues he aprendido a estar conforme en cualquier circunstancia en la que esté.

12. Porque he experimentado el ser humillado, y he experimentado abundancia. En todo y en todas las cosas he sido enseñado a estar lleno y a tener hambre, a abundar y a estar sin nada.

13. Puedo hacer todas las cosas a través de Cristo, Quien me da poder.

14. Pero hicieron bien en comunicarse conmigo en mi angustia.

15. Porque ustedes Filipenses también saben que en el principio del evangelio, cuando vine de Macedonia, ninguna iglesia se comunicó conmigo respecto a dar y recibir, excepto solo ustedes.

16. Y cuando estuve en Tesalónica, ustedes enviaron para abastecer mi necesidad una vez y dos veces.

17. No digo esto porque esté buscando un regalo, sino porque estoy buscando fruto que pueda abundar a mérito suyo.

18. Pero tengo todas las cosas y abundo. Estoy lleno después de recibir de Epafrodito las cosas que ustedes enviaron, un aroma dulce, un sacrificio aceptable y bien agradable a Dios.

19. Pero mi Dios suplirá toda su necesidad de acuerdo a Sus riquezas en gloria por Cristo Jesús.

20. Ahora, a nuestro Dios y Padre sea la gloria en las eras de la eternidad. Amén.

21. Saluden a todos los santos en Cristo Jesús. Los hermanos conmigo los saludan.

22. Todos los santos los saludan, y especialmente aquellos de la casa de César.

23. Pueda la gracia de nuestro Señor Jesucristo estar con todos ustedes. Amén.

 

Epístola a los Filipenses, escrita desde Roma,

entregada por Epafrodito.

 

Volver a Filipenses
 
Para frases, use comillas
  Mateo 

  Marcos 

  Lucas 

  Juan 

  Hechos 

  Santiago 

  I Pedro 

  II Pedro 

  I Juan  

  II Juan 

  III Juan 

  Judas 

  Romanos 

  I Corintios 

  II Corintios 

  Gálatas 

  Efesios 

  Filipenses 

  Colosenses 

  I Tesalonicenses 

  II Tesalonicenses 

  Hebreos 

  I Timoteo 

  II Timoteo 

  Tito 

  Filemón 

  Apocalipsis 

© 2024 www.laVerdaddeDios.org Derechos Reservados