Génesis 

  Éxodo 

  Levítico 

  Números 

  Deuteronomio 

  Josué 

  Jueces 

  I Samuel 

  II Samuel 

  I Reyes 

  II Reyes 

  Isaías 

  Jeremías 

  Ezequiel 

  Oseas 

  Joel 

  Amós 

  Abdías 

  Jonás 

  Miqueas 

  Nahúm 

  Habacuc

  Sofonías 

  Hageo 

  Zacarías 

  Malaquías 

  Salmos 

  Proverbios 

  Job 

  Cantos de Salomón

  Rut 

  Lamentaciones

  Eclesiastés 

  Ester 

  Daniel 

  Esdras 

  Nehemías 

  I Crónicas 

  II Crónicas 

Volver a Hebreos


Hebreos 3

1. Por esto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, consideren al Apóstol y Sumo Sacerdote de la fe que profesamos—Jesucristo,

2. Quien fue fiel a Aquel que lo ordenó, así como lo fue Moisés en toda Su casa.

3. Porque Él ha sido considerado digno de mayor gloria que Moisés, incluso como Quien construyó la casa tiene mucho más honor que la casa misma.

4. Porque toda casa es construida por alguien, pero Quien construyó todas las cosas es Dios.

5. Ahora, por un lado, Moisés fue fiel en toda su casa, como un siervo ministrador, para testimonio de aquellas cosas las cuales iban a ser habladas posteriormente.

6. Pero por otro lado, Cristo fue fiel como el Hijo sobre Su propia casa; cuya casa somos nosotros, si verdaderamente estamos reteniendo firmes hasta el fin la confianza y el regocijo de la esperanza.

7. Por esta razón, incluso como el Espíritu Santo dice, “Hoy, si oyen Su voz,

8. No endurezcan sus corazones, como en la rebelión, en el día de tentación en el lugar desolado,

9. Donde sus padres Me tentaron y Me probaron, y vieron Mis obras cuarenta años.

10. Por causa de esto, estuve indignado con esa generación, y dije, ‘Siempre se están extraviando en sus corazones, y no han conocido Mis caminos.’

11. Así que juré en Mi ira, ‘Si entran en Mi descanso—’ ”

12. Tengan cuidado, hermanos, no sea que de pronto haya en alguno de ustedes un corazón malo de incredulidad, en apostatar del Dios vivo.

13. Más bien, sean animados unos a otros cada día, mientras es llamado “hoy,” para que ninguno de ustedes llegue a estar endurecido por el engaño del pecado.

14. Porque somos compañeros de Cristo, si verdaderamente retenemos firme hasta el final la confianza que tuvimos al principio.

15. Como está siendo dicho, “Hoy, si oyen Su voz, no endurezcan sus corazones, como en la rebelión.”

16. Porque algunos, luego de oír, sí se rebelaron, pero no todos los que salieron de Egipto por Moisés.

17. ¿Pero con quien estuvo indignado Él por cuarenta años? ¿No fue con aquellos quienes habían pecado, cuyos cuerpos muertos fueron esparcidos en el lugar desolado?

18. ¿Y a quienes juró Él que no entrarían en Su descanso, excepto a aquellos que habían desobedecido?

19. Entonces vemos que ellos no fueron capaces de entrar a causa de la incredulidad.

 

Volver a Hebreos
 
Para frases, use comillas
  Mateo 

  Marcos 

  Lucas 

  Juan 

  Hechos 

  Santiago 

  I Pedro 

  II Pedro 

  I Juan  

  II Juan 

  III Juan 

  Judas 

  Romanos 

  I Corintios 

  II Corintios 

  Gálatas 

  Efesios 

  Filipenses 

  Colosenses 

  I Tesalonicenses 

  II Tesalonicenses 

  Hebreos 

  I Timoteo 

  II Timoteo 

  Tito 

  Filemón 

  Apocalipsis 

© 2024 www.laVerdaddeDios.org Derechos Reservados