CAPITULO 2

(Tomado de la sección de comentarios y apéndices a “La Santa Biblia en Su orden original—Una versión fiel con comentario”, segunda edición.)

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El diseño divino de Dios de la Santa Biblia

y Su conexión numérica

 

Por

Fred R. Coulter

www.idcb.org

 

Una vez el orden manuscrito original respirado de Dios de los libros de la Santa Biblia—el Antiguo y Nuevo Testamento—ha sido restaurado, el diseño divino de Dios de las Escrituras comienza a desenvolverse. Una clave esencial para entender el diseño de la Palabra de Dios son los numéricos bíblicos. Tales conexiones y patrones numéricos, cuando son descubiertos y entendidos, revelan el trabajo manual de Dios. Algunos patrones numéricos son obvios, mientras otros están escondidos.

A través del profeta Isaías, Dios retó a los hombres a saber que solo Él es Creador. La evidencia es fácilmente aparente: La complejidad asombrosa de la tierra misma, así como también la vastedad infinita del universo—la cual el hombre no puede ni siquiera comenzar a comprender—son testigos silenciosos de la existencia de un Creador Maestro. Aun así, Dios ha numerado y nombrado todas las galaxias—literalmente todo cuerpo celestial del universo: ““¿A quién entonces Me compararán, o quien es Mi igual?” dice el Santo. Levanten sus ojos a lo alto, y he aquí, ¿Quién ha creado estas cosas, quien hace resaltar sus ejércitos por número? Él los llama a todos por nombres por la grandeza de Su poder, porque Él es fuerte en poder; ni uno falla… Él cuenta el número de las estrellas; las llama a todas por sus nombres. Grande es nuestro SEÑOR y poderoso en poder; Su entendimiento es infinito.” (Isaías 40:25-26; Salmo 147:4-5).

Dios diseñó y creó el universo basado en leyes matemáticas—leyes que continúan gobernado toda la creación. Ciertamente, Dios se ha revelado maravillosamente a través de Su creación (Romanos 1:20). Aunque la comunidad científica ha descubierto cierto numero de estas leyes inmutables, el hombre en realidad sabe “poco o nada” acerca del universo sin límites de Dios.

Exactamente como Dios ha empleado leyes matemáticas para crear el universo, Él ha usado numéricos bíblicos en el diseño de la Biblia. Ciertamente, las Escrituras exhiben un diseño numérico que únicamente puede ser explicado por la inspiración directa divina del Dios Creador.

Enfáticamente, la Biblia no es el producto de ideas humanas. Más bien, “los santos hombres de Dios hablaron [y escribieron] como fueron movidos por el Espíritu Santo.” (II Pedro 1:21). Como lo escribió el apóstol Pablo, “toda la Escritura es respirada de Dios.” Reflejando la misma mente de Dios, las Escrituras están colocadas en una manera ordenada, definida y útil. Con un examen más cercano llega a ser aparente que los patrones numéricos están entretejidos en la misma tela de la Palabra de Dios—en ambos, el hebreo del Antiguo Testamento y el griego del Nuevo Testamento. Traducciones precisas retienen el significado de tales patrones.

El Dr, Edward F. Vallowe, en su libro Matemática Biblica, escribe: “Los números son el código secreto de la palabra de Dios. Únicamente para los estudiantes de la Palabra, aquellos a quienes el Espíritu de Dios les ha dado visión espiritual, será hecho claro el código. Dios ha sido llamado ‘El Gran Geómetra’ y es dicho que hace todo según un plan por número, peso y medida. Si Dios es el Autor de las Escrituras y el Creador del universo, y Él [lo] es, entonces las Palabras de Dios y las Obras de Dios deberían y serán armonizadas [numéricamente].” (pág. 19).

Imagine lo que sería la Biblia sin la inspiración directa de un solo Autor, “[Los] diversos escritores de los diferentes libros, hombres que vivieron en diferentes siglos, y la mayoría de quienes nunca vieron a los otros, se habrían cruzado el uno al otro si ellos no hubieran sido guiados por una mente maestra, UNO, Quien nunca comete un error, y Cuyo conocimiento y sabiduría comprende los eventos de todo tiempo. La precisión con la cual todos los números de la Biblia caen dentro de sus lugares no puede ser explicada excepto por el poder sobrenatural y la sabiduría de un Dios que es infinito” (Ibíd., pág.20; énfasis añadido).

Pare y piense. Ningún otro libro siquiera comienza a aproximarse a la complejidad numérica interrelacionada de la Biblia. Aun así, ¿cuántos escritores bíblicos hubo? Hay 32 escritores verificables del Antiguo Testamento—más un número desconocido de individuos que mantuvieron registros históricos los cuales utilizaron los escritores. El Nuevo Testamento fue escrito por solamente 8 hombres. Pero de nuevo, los escritores tuvieron acceso a los registros personales de numerosos creyentes (Lucas 1:1-2).

Así, desde la creación hasta más o menos el 90 d.C, unos 40 escritores claves estuvieron involucrados en compilar las Escrituras. Un solo autor tendría que ser un absoluto genio para desarrollar el diseño numérico encontrado en la Biblia. Pero 40 autores separados, escribiendo sobre un periodo de casi 3800 años, consistentemente siguiendo un patrón complejo de números—la probabilidad estaría más allá del cálculo. Seria simplemente imposible—separado de la inspiración directa de Dios.

Humanamente, los hombres tienden a oponerse y desacordar. Sea testigo del hecho de que los escritos de las religiones mayores del mundo—tales como esas del catolicismo y el judaísmo—son típicamente confusas, auto-contradictorias y generalmente carecen de algún diseño significativo. No hay duda de que sin la mano guía de Dios en su escritura y preservación, las Escrituras habrían llegado a ser de la misma manera completamente corruptas, con varias partes añadidas o borradas. Y mientras los manuscritos originales de las Escrituras—incluyendo sus copias autorizadas—no hubieran sido corrompidos, hombres tales como Jerome los habrían tomado sobre si mismos para re-arreglar el orden de los libros e incluir los libros no-canónicos de la apócrifa. Comenzando tarde en el siglo 19 con Westcott y Hort, los traductores comenzaron a tomarse libertades y licencias considerables con las Escrituras—e incuso comenzaron a alterar copias del texto hebreo y griego original. Esto inevitablemente llevó a traducciones inferiores y corruptas. Siguiendo la guía de James Moffatt—con su traducción liberal Moffatt de 1913—cambios al por mayor comenzaron a aparecer en varias traducciones. Para finales del siglo 20 había una plétora de traducciones corruptas. La última década ha visto varias así llamadas “traducciones” que son abominaciones absolutas delante de Dios.

A la inversa, los hombres que Dios usó eran de una mente convertida y fueron guiados por el Espíritu Santo; ellos nunca habrían presumido insertar sus propias ideas o estropear el diseño y orden de las Santas Escrituras.

Asombrosamente, esta corrupción extensiva virtualmente no ha tenido efecto en los patrones numéricos de la Biblia—los cuales permanecen como prueba de la inspiración divina de la Palabra de Dios. Ciertamente, es un absoluto milagro de Dios que la Biblia no solo haya sido escrita con tal diseño perfecto y armonioso, sino que haya sido preservada intacta para nosotros hoy.

 

El significado de los numéricos bíblicos

 

Es interesante notar que, en promedio, uno de cada cinco versos en la Biblia contiene un número. Muchos de estos números tienen significado—revelando la mente de Dios en las Escrituras y el diseño divino de Su revelación a la humanidad. Primariamente, los numéricos bíblicos justifican la inspiración de la Palabra de Dios y la unidad de la Escritura—desde Génesis hasta Apocalipsis. Dios también usa numéricos en conjunto con “los tiempos y temporadas” para mostrar el progreso de Su propósito y el plan maestro de salvación. (Nota: Todas las fechas calendario se refieren únicamente al Calendario Hebreo Calculado sagrado—el calendario que Dios dio al sacerdocio Aarónico/Levítico para determinar precisamente los días, meses, temporadas y años. Más aun, las Escrituras cuentan todos los días de ocaso a ocaso.)

Los numéricos bíblicos es un tema vasto. Varios libros han sido escritos los cuales discuten las conexiones numéricas de las Escrituras en gran detalle. Por lo tanto, únicamente serán presentados los números más significativos que se relacionan al diseño divino de la Biblia y los numéricos de los días santos. Los siguientes puntos numéricos han sido estilizados de Matemática Biblica por Vallowe y están notados por (V). Otros son de Fred R. Coulter y están notados por (C).

 

Numero 1: Significa unidad y unicidad (V)

·     La unidad y unicidad de Dios: “Oye, Oh Israel. Nuestro único Dios es el SEÑOR, el SEÑOR.” (Deuteronomio 6:4). Hebreo: “Nuestro único Elohim es Jehová, Jehová.”

·     La unidad y unicidad de Dios el Padre y Jesucristo (Juan 10:30; Juan 17:21).

·     Por Su sacrificio único, Jesús remueve nuestros pecados para siempre (C)

·     Jesús es el único Mediador y el único Pastor (I Timoteo 2:5; Juan 10:16).

·     Hay un cuerpo, la Iglesia; un espíritu, un Señor, una fe, un bautismo (Efesios 4:4-6).

·     La unidad y unicidad eventual de los verdaderos creyentes con Dios (Juan 17:21) (V).

Número 2: Significa unión, división y verificación por testigos.

·     La unión de esposo y esposa como uno.

·     La unión de Cristo y la Iglesia (V).

·     La unidad entre el Antiguo y Nuevo Testamento.

·     Los testigos de Dios en el Antiguo y Nuevo Testamento (C).

·     Dios requiere un mínimo de dos testigos en cualquier juicio o disputa.

·     Jesús envió a los discípulos de dos en dos a testificar.

·     Los testigos finales de Dios durante la tribulación—los “dos testigos” (V).

Número 3: Usado 467 veces; representa lo completo, aunque en un grado menor que el 7 (V).

·     Hubo 3 patriarcas justos antes del Diluvio—Abel, Enoc y Noé. Hubo 3 patriarcas justos después del Diluvio—Abraham, Isaac y Jacob.

·     Pedro, Santiago y Juan, los 3 apóstoles claves quienes testificaron la transfiguración de Jesús (C).

·     Jesús oró 3 veces en el Jardín de Getsemaní antes de Su arresto (V).

·     Jesús fue crucificado a la 3era hora y murió a la 9na hora; 3 x 3 = 9 (C).

·     Hubo 3 horas de oscuridad, desde la 6ta hora hasta la 9na hora (V)

·     Hay 27 libros en el Nuevo Testamento, lo cual es 3 x 3 x 3—o lo completo a la tercera potencia (33) (C).

Numero 4: El número de creación lo cual marca el trabajo creativo de Dios. Es la firma del mundo.

·     La creación material fue terminada en el día 4to—el sol, la luna y las estrellas ordenadas para 4 cosas: señales, temporadas, días y años.

·     El 4to Mandamiento—“Recuerden el día Sábado para guardarlo santo.”—fue dado al hombre en la creación.

·     Los 4 registros de la vida y ministerio de Jesús: Mateo, Hijo de David y Rey; Marcos, El siervo sufriente; Lucas, El hombre perfecto; y Juan, El único Hijo engendrado de Dios (V).

Numero 5: El número de gracia o bondad de Dios hacia el hombre; mencionado 318 veces en la Biblia.

·     Las cinco ofrendas que Dios ordenó a ser ofrecidas sobre el altar.

·     Los 10 Mandamientos tienen dos juegos de 5 mandamientos—5 hacia Dios y 5 hacia el prójimo (V).

·     Los Salmos están divididos en 5 libros.

·     Los 5 libros de la Ley, también conocido como el Pentateuco.

·     Los 4 Evangelios más Hechos equivale a 5 libros o el Pentateuco del Nuevo Testamento—revelando las enseñanzas de Jesús concernientes a la Ley y los Profetas (C).

·     El apóstol Juan escribió 5 libros centrados en la gracia de Dios y la vida eterna (V).

·     Juan 3:16: Cuando estos números son sumados (3 + 1 + 6), usted tiene 10—o 2 x 5

·     El griego del Nuevo Testamento tiene 24 letras. Sin embargo, tiene dos formas de la letra sigma, σ y ç, haciendo un total de 25 letras. Cinco es el número de gracia, y 5 x 5 = 25, o “gracia sobre gracia” (Juan 1:16) (C).

Numero 6: El número del hombre y la debilidad humana, las maldades de Satanás y la manifestación del pecado.

·     El hombre fue creado en el 6to día.

·     Al hombre se le señalaron 6 días de trabajo.

·     Un esclavo hebreo debía servir 6 años y ser liberado en el 7mo año.

·     6 años fueron señalados para que la tierra fuera sembrada y cosechada (V).

·     6 está asociado con Satanás en su tentación a Jesús.

·     “666” es el número y la marca de la Bestia de Apocalipsis 13. Simboliza la perfección del sistema del hombre—separado de Dios y bajo el gobierno de Satanás—en dos formas. Primero, 6 ÷ 2 = 3. El sistema del hombre está compuesto de 3 partes, las cuales cada una está representada por un 6: los gobiernos del hombre bajo Satanás, las religiones del hombre adorando a Satanás, y los sistemas económicos del hombre bajo Satanás. Segundo, 666 x 7 = 4.662, lo cual representa la imperfección completa del hombre bajo Satanás. Si sumamos a través, 4 + 6 + 6 + 2 = 18, y 18 ÷ 3 = 6 (C).

Número 7: Usado 735 veces, toda la Palabra de Dios está fundada sobre el número 7. “7 veces” es usado 6 veces y “7mo” es usado 119 veces, trayendo todas las referencias entre 7 y 860. Es usado 54 veces solamente en Apocalipsis. 7 es el número de lo completo y la perfección y está atado directamente a la creación de Dios de los cielos y la tierra.

·     La palabra “creado” es usada 7 veces describiendo el trabajo creativo de Dios (Génesis 1:1, 21, 27 tres veces; 2:3; 2:4).

·     Hay 7 días en una semana.

·     El Sábado es el 7mo días de la semana.

·     El 7mo año es el Sábado de la tierra.

·     Hay 7 fiestas de Dios, comenzando con la Pascua (V).

·     Hay 7 días santos anuales.

·     Hay 7 semanas de la cosecha de primavera.

·     El ciclo de los 7 días santos es completado en 3 temporadas de festival en el 7mo mes del calendario sagrado: Pascua y Panes sin Levadura, 1er mes; Pentecostés, 3er mes; y Trompetas, Expiación, Tabernáculos y Ultimo Gran Día, 7mo mes (C).

·     En el libro de Apocalipsis hay 7 iglesias, 7 ángeles a las iglesias, 7 sellos, 7 plagas de las trompetas, 7 truenos y las 7 últimas plagas (V).

·     La resurrección tiene lugar a la 7ma trompeta, completando la salvación para la Iglesia.

·     Hay 7 divisiones de la Biblia: 1) La Ley; 2) Los Profetas; 3) Los Escritos, o Salmos; 4) Los Evangelios y Hechos; 5) Las Epístolas Generales; 6) Las Epístolas de Pablo; y 7) Apocalipsis. (Las 7 divisiones están cubiertas aquí).

·     Hay 49 libros en la Biblia—7 x 7—demostrando la perfección absoluta de la Palabra de Dios (C).

Numero 8: Viniendo después del 7, el cual significa lo completo, el numero 8 simboliza un nuevo comienzo, o un nuevo orden de cosas, una nueva creación, un nuevo nacimiento (V), y la resurrección a vida eterna (C).

·     Una escala musical tiene 7 notas, con la 8ava nota comenzando una nueva escala, un octavo desde la primera nota.

·     8 personas fueron llevadas en el arca de Noé para un nuevo comienzo después del Diluvio.

·     4 es el número de la primera creación, y 8 (4 + 4) representa la nueva creación después del Diluvio

·     David, el 8vo hijo de Jesé, fue el nuevo rey para reemplazar a Saúl.

·     La suma de las letras en el nombre de Jesús en griego es 888 (I-10, E-8, S-200, O-70, U-400, S-200 = 888)—el Hombre perfecto, Dios manifestado en la carne (V).

·     Cristo fue seleccionado como el Cordero Pascual en el 10mo día del primer mes, un Sábado semanal (Juan 12:28-29). Él fue crucificado en el 14avo día (7 + 7, o lo completo doblemente) el cual fue también el 4to día de la semana. Él estuvo en la tumba exactamente 3 días y 3 noches. Fue resucitado al final del siguiente Sábado semanal, el 17avo (el número de victoria). El 17avo fue también el 8vo día cuando es contado inclusivo desde el 10mo día, el día de Su selección. Así, la confluencia de estos números muestra el sacrificio perfecto de Jesús y Su victoria total sobre la muerte (C).

·     Los niños debían ser circuncidados al 8vo día (V).

·     8 simboliza circuncisión del corazón a través de Cristo y el recibimiento del Espíritu Santo (Romanos 2:28-29, Colosenses 2:11-13).

·     Aquellos en Cristo están llegando a ser una nueva creación (8), con el carácter piadoso siendo creado por el poder del Espíritu de Dios (II Corintios 5:17; Efesios 2:10; 4:23-24).

·     Después de 7 semanas de la cosecha de primavera, el siguiente día—el 50avo día—es Pentecostés (7 x 7 +1 = 50). Este día es también el “8vo día de la 7ma semana.” Como tal, este 8vo/50avo día representa la primera resurrección, el día en que los Cristianos son “nacidos de nuevo” de carne a espíritu (I Corintios 15:20-23; 35-55; Juan 3:3-12; Apocalipsis 14:14-16; 20:4-6).

·     Después de 7 días de la Fiesta de Tabernáculos, hay un 8vo día—el Ultimo Gran Día (C).

·     Hay 8 escritores del Nuevo Testamento, quienes escribieron de la vida, muerte y resurrección de Jesús (V).

·     Las Escrituras fueron escritas por 40 individuos diferentes, 40 es 5 (gracia) veces 8 (un nuevo comienzo). Por la gracia de Dios la humanidad tiene la oportunidad para un nuevo comienzo—como está expuesto a través de la Palabra de Dios (C).

Número 9: Usado 49 veces; representa finalidad o terminación divina de parte del Señor.

·     Jesús murió a la 9na hora, la terminación de Su vida física. Su muerte fue el principio de la terminación del pecado y Satanás.

·     Como el 8 simboliza la circuncisión del corazón y el recibimiento del Espíritu Santo, el 9 significa el fruto del Espíritu. Hay 9 frutos del Espíritu (Gálatas 5:22-23) (V).

Número 10: El 10 es usado 242 veces, y “10mo” es usado 79 veces. Como un número histórico significativo, el 10 significa testimonio, ley y responsabilidad. El 10 es también visto como un número completo, como lo es el 3, 7 y 12.

·     El 10 está compuesto del 4, el número de la creación física, y el 6, el número del hombre.

·     En Génesis 1 encontramos “Dios dijo” 10 veces—el testimonio de Dios concerniente a Su poder creativo.

·     Dios dio los 10 Mandamientos al hombre.

·     El 10 es el número para la ley y la responsabilidad del hombre de guardar los mandamientos de Dios.

·     Un diezmo es la 10ma parte de nuestras ganancias y es un testimonio de nuestra fe en el Señor (V).

·     El cordero de la Pascua era seleccionado en el 10mo día del primer mes (Éxodo 12:3), como lo fue Jesús, nuestro Cordero Pascual (Juan 12:28-29; I Corintios 5:7).

·     El 10mo día del 7mo mes es el Día de Expiación para los hijos de Israel, cuando ellos recibían expiación por sus pecados. Proféticamente, el día representa la remoción de Satanás, el autor del pecado, antes de que comience el reinado milenial de Cristo (Apocalipsis 20:1-12) (C).

·     El último gran reinado mundial del hombre bajo Satanás esta simbolizado por los 10 dedos de Daniel 2 y los 10 cuernos de Apocalipsis 13 y 17 (V).

Numero 11: Significa desorden y juicio. Usado 24 veces; “11avo” es usado 19 veces. Viniendo después del 10 (ley y responsabilidad), el 11 representa lo opuesto—la irresponsabilidad de romper la Ley, lo cual trae desorden y juicio (V).

·     En Génesis 11, los hombres se rebelaron contra Dios y construyeron la torre de Babel. Dios los juzgó al confundir su idioma, resultando en caos (C).

·     En el 11avo año de Sedequías, el último rey de Judá, Dios ejecutó Su juicio final contra Judá con la completa destrucción de Jerusalén y el templo y el exilio de los judíos remanentes a Babilonia.

·     El apóstol Juan vio 11 cosas en conexión con el juicio final de Apocalipsis 20:12-14 (V).

Número 12: Representa autoridad divina y señalamiento, así como también fundamento gubernamental y perfección; muestra finalización. Usado como una firma de Israel. El 12 es encontrado 187 veces y es usado 22 veces en Apocalipsis. La verdad es simbolizada por 144, o 12 X 12.

·     Hay 12 divisiones del cielo llamadas Mazzaroth [constelaciones en el ecuador celestial], las cuales Dios usa para señales y temporadas. El testimonio de las estrellas esta numéricamente en armonía con la Biblia: “Los cielos declaran la gloria de Dios, y el firmamento proclama la obra de Sus manos.” (Salmo 19:1).

·     Hay 12 hijos de Jacob, cuyas familias formaron las 12 tribus de Israel con 12 príncipes; hay también 12 príncipes de Ismael.

·     La coraza del sumo sacerdote, usada para juicio, tenía 12 piedras representando las 12 tribus.

·     Los “panes de la proposición” consistían de 12 hogazas.

·     Durante el periodo de los jueces, 12 jueces juzgaron a Israel.

·     Salomón designó 12 oficiales sobre Israel (V).

·     A la edad de 12 años, Jesús apareció en el templo.

·     Jesús ordenó 12 apóstoles, quienes fueron enviados con autoridad a predicar el Evangelio y a ser testigos de Su resurrección. Después de Su resurrección, Jesús le dijo a los apóstoles que a Él le había sido dada toda autoridad en el cielo y en la tierra—la autoridad divina de Dios.

·     Durante la tribulación, 12.000 de cada una de las 12 tribus de Israel son salvados, totalizando 144.000 (Apocalipsis 7). Otros 144.000 son reunidos de la tierra para servir al Cordero y seguirlo (Apocalipsis 14:1-5) (C).

·     La Novia de Cristo es representada con una corona de 12 estrellas (Apocalipsis 12:1).

·     La Nueva Jerusalén tiene 12 puertas de perlas, 12 ángeles en las puestas y los nombres de las 12 tribus de Israel sobre las puertas. El muro de la ciudad tiene 12 fundamentos de piedras preciosas; en ellos están los nombres de los 12 apóstoles. El muro es 144 codos de alto (12 x 12). La ciudad es 12.000 furlones (2414 km) cuadrados (V).

Numero 13: Asociado con rebelión y depravación. Usado 15 veces en la Biblia.

·     Todos los nombres de Satanás son divisibles por 13.

·     Nimrod, el jefe rebelde después del Diluvio, fue el 13avo en la línea de Can. En su 13avo año de servidumbre, los reyes de las naciones se rebelaron (Génesis 14:4).

·     El 12 representa el gobierno de Dios y el 13 representa los gobiernos de los hombres en rebelión contra Dios.

·     Moisés escribió de las 21 rebeliones de Israel en Deuteronomio 31:27: “Porque conozco su rebelión y su cuello rígido. He aquí, mientras estoy todavía vivo con ustedes hoy, ustedes han sido rebeldes contra el SENOR…” (V). Cuando esta referencia escritural es sumada a través (3 + 1 + 2 + 7), usted tiene 13, el número de rebelión. (C).

·     Amán el agagueo hizo firmar un decreto en el 13avo día del primer mes de que en el 13avo día del 12avo mes todos los judíos en el Imperio Persa debían ser muertos. (Ester 3:8-13).

·     El dragón, un símbolo para Satanás, es encontrado 13 veces en Apocalipsis. Satanás está detrás de todas las rebeliones contra Dios.

·     Jesús mencionó 13 cosas que están en los corazones de los depravados y rebeldes (Marcos 7:21-22). En Romanos 1, Pablo lista 23 cosas contra los hombres pecadores; la 13ava es odiadores de Dios (V).

Numero 14: Representa liberación o salvación. Usado 22 veces; “14avo” es encontrado 24 veces (V).

·     El 14avo día del primer mes es la Pascua—cuando Dios libró a los primogénitos de Israel de la muerte.

·     Unos 430 años antes, en la noche del 14avo día del primer mes, Dios hizo dos promesas de pacto a Abraham—una de la semilla física, Isaac y sus descendientes, y una de la semilla espiritual, Jesucristo y los hijos de Dios quienes vendrían a través de Él, quienes brillaran como las estrellas del cielo (Mateo 13:43). En la porción diurna del 14, Dios confirmó las promesas con un pacto sacrificial especial (Génesis 15:1-11).

·     En el 14avo día del primer mes, el día de la Pascua en el 30 d.C, Jesucristo, Dios manifestado en la carne, el único Hijo engendrado de Dios el Padre, y el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, fue crucificado como el sacrificio perfecto para salvar a la humanidad del pecado. La muerte de Jesús en la Pascua completó Su ministerio en la carne. Siete es el número de lo completo—así 7 + 7 = 14, indicando lo completo doble: 1) Su ministerio en la carne fue completado; y 2) Su sacrificio terminó o cumplió la necesidad de sacrificios animales (C).

Numero 15: Representa descanso, el cual viene después de la liberación, el número 14.

·     El 15avo día del primer mes es el primer día de la Fiesta de Panes sin Levadura, un día de descaso para los hijos de Israel. el 15avo día del 7mmo mes comienza la Fiesta de Tabernáculos, también un día de descanso (V).

·     Dios libró a los primogénitos de Israel de la muerte en el 14avo día; luego, al comienzo del 15avo día al ocaso, los hijos de Israel comenzaron a salir de Egipto de noche. Esta noche es llamada “La Noche para ser muy observada al Señor” (Éxodo 12:40-42; Números 33:3; Deuteronomio 16:1).

·     En este mismo día 430 años antes, después que el sol había bajado terminando el 14, Dios le dijo a Abraham en una visión que sus descendientes a través de Isaac terminarían como esclavos en un país extranjero—pero que Él los liberaría de su esclavitud después de 400 años (Génesis 15:12-16). Exactamente 430 años más tarde—en la misma noche—esta profecía fue cumplida mientras los hijos de Israel dejaban Egipto en el 15avo día del primer mes (Éxodo 12:40-41).

·     En la misma noche—para garantizar Sus promesas de pacto a Abraham—el Señor pasó entre las partes de los animales sacrificiales (Génesis 15:17-20). Al desempeñar esta ceremonia, Dios estaba prometiendo Su muerte futura como el sacrificio perfecto por los pecados del mundo—garantizando el futuro “descanso” del pecado para todo el que herede vida eterna.

·     En este mismo día—el 14avo día del primer mes en el 30 d.C, mientras el sol se estaba poniendo al final del 14—el cuerpo de Jesús fue puesto en la tumba. Así, Jesús comenzó Sus tres días y tres noches en el corazón de la tierra.

·     Para los Cristianos, el 15avo día del primer mes, el primer día de la Fiesta de Panes sin Levadura, representa el descanso de sus pecados, habiendo sido removidos por la sangre derramada de Cristo en el 14.

·     El 15avo día del 7mo mes comienza la Fiesta de Tabernáculos. Para los hijos de Israel, representaba el descanso de la larga temporada de cosecha. Ellos debían vivir en cabinas en memoria de su migración en el lugar desolado.

·     Proféticamente, el 15avo día del 7mo mes representa el Milenio venidero cuando el mundo tendrá descanso del pecado debido a la atadura de Satanás en el Día de Expiación. Bajo el reinado de Cristo, la salvación será entonces ofrecida a todo el mundo—la gran cosecha espiritual de Dios por 1.000 años (C).

Numero 16: Simboliza amor.

·     Hay 16 nombres de Dios en el Antiguo Testamento que significan Su amor firme por los hijos de Israel (V).

·     El creyente convertido debe llegar a ser perfeccionado en el amor de Dios y en mostrar amor hacia los otros (Mateo 22:37-41). Esta dualidad de amor espiritual es indicada por 8 + 8 = 16.

·     En I Corintios 13:4-8, Pablo dice 16 cosas acerca de la calidad de amor. La 16ava vez que la palabra “amor” es usada en I Juan dice “…el amor perfecto echa fuera el temor…” (I Juan 4:18) (C).

Numero 17: Significa “vencer al enemigo” y “completa victoria en Cristo.”

·       Durante los días de Noé, Dios venció a la humanidad rebelde con el Diluvio el cual empezó en el 17avo día del 2do mes. El arca descansó en el 17avo día del 7mo mes (V).

·       Jesús fue victorioso sobre la muerte cuando Dios lo levantó de los muertos en el 17avo día del primer mes.

·       La 17ava vez que amor es mencionado en I Corintios 13, dice, “…el más grande de estos es el amor.” (verso 13). De aquí que el amor de Dios (Juan 3:16) es victorioso en todas las cosas. Los verdaderos creyentes serán victoriosos sobre la muerte en la resurrección (I Corintios 15: 54-55).

·       La bestia de Daniel 7 tiene 7 cabezas y 10 cuernos, totalizando 17. La bestia simboliza los reinos gobernantes mundiales del tiempo de Daniel hasta el regreso de Cristo—reinos los cuales reinan victoriosamente sobre las naciones que rechazan el gobierno de Dios. Apocalipsis 13:1-8 describe el sistema satánico de los últimos tiempos como teniendo 7 cabezas y 10 cuernos, totalizando otra vez 17. El mundo entero adorará a Satanás y a la Bestia, y nadie será capaz de hacer guerra contra él (v. 4, 8); él hará guerra contra los santos (v. 7) y tendrá una victoria temporal sobre ellos. Los santos serán ultimadamente victoriosos sobre la Bestia cuando Dios los levante de los muertos en la primera resurrección (Apocalipsis 15:2; 20:4).

·       En el 10mo día del 7mo mes, el Día de Expiación, Satanás es atado (Apocalipsis 20:1-3). Así, 10 + 7 = 17, representando a Jesucristo venciendo a Satanás (C).

Numero 18: Representa esclavitud.

·       Los hijos de Israel fueron esclavos de sus enemigos dos veces por 18 años (Jueces 3:14; 10:7-8).

·       Jesús sanó a una mujer que Satanás había atado por 18 años (Lucas 13:16).

·       Esteban habló del cautiverio de Israel por los egipcios como una esclavitud (Hechos 7:6). Esta esclavitud particular es mencionada 18 veces. La 10ma vez es en Éxodo 20:2, en el contexto del Primer Mandamiento. Después de la palabra “esclavitud,” Dios le ordena a los hijos de Israel: “No tendrán otros dioses delante de Mí.” (V)

·       Servir a otros dioses coloca a la gente en esclavitud espiritual bajo Satanás y sus demonios, lo cual Dios castiga con esclavitud física (Jueces 2:10-15) (C).

Numero 21: Representa la maldad excesiva del pecado.

·       Hubo 21 rebeliones mayores de los hijos de Israel durante su viaje en el lugar desolado. El 13, la depravación del pecado y rebelión, y el 21 están asociados cercanamente; 21 es la extensión del 13 y representa el fruto de esa naturaleza (V).

·       “Rebelión y depravación” (13) + un “nuevo comienzo” (8) = 21, representando el “nuevo comienzo” de uno hacia las profundidades de la depravación satánica.

·       En II Timoteo 3:2-5, Pablo escribe 21 pecados los cuales muestran la maldad excesiva del yo y el pecado.

·       En el 21avo día del primer mes, el último día de la Fiesta de Panes sin Levadura, Dios ejecutó Su juicio final contra el faraón y sus ejércitos—el símbolo de la maldad excesiva del pecado.

·       El 21avo día del 7mo mes es el último día de la Fiesta de Tabernáculos, representando el fin del Milenio cuando Satanás y los demonios son liberados temporalmente. Ellos inmediatamente guían a la gente a la guerra y la rebelión. Luego Dios ejecuta Su juicio final contra Satanás y los demonios—lo sumo de la maldad excesiva del pecado (Apocalipsis 10:10) (C).

Numero 22: Significa luz.

·       El alfabeto hebreo está compuesto de 22 letras—las cuales son usadas para componer la Palabra de Dios. La Biblia es llamada una lámpara (Salmo 119:105; Proverbios 6:22), así es la luz por la cual debemos vivir.

·       La palabra luz es encontrada 264 veces en la Biblia; cuando es dividido por 12 (autoridad divina) tenemos 22, el número de luz (V).

·       Dios creó 22 cosas en los seis días de la creación. Hay 22 libros en el Antiguo Testamento Aarónico/Levítico—la luz de Dios para Israel (C).

·       Desde Adam hasta Jacob hay 22 generaciones. Cuando Moisés levantó el tabernáculo de Dios, el número de levitas consagrados para servir fue exactamente 22000.

·       Luz es usado 22 veces en el Evangelio de Juan (V). La 22ava vez que Juan usa la palabra, él cita a Jesús: “Yo he venido como una luz al mundo para que todo el que cree en Mi no pueda permanecer en oscuridad.” (Juan 12:46) (C).

·       Los Cristianos deben caminar en la luz de Cristo (Juan 3:21), y ser la luz del mundo (Mateo 5:14-15) (V).

·       La Epístola de Pablo a los Hebreos, escrita para los judíos griego-parlantes y los gentiles, es el libro 22 del Nuevo Testamento (C).

Numero 24: Asociado con el sacerdocio.

·       Habían 24 órdenes de sacerdotes y cantantes en el templo. Alrededor del trono celestial de Dios hay 24 ancianos, cada uno teniendo coronas y sentándose sobre tronos, quienes aparentemente ayudan a Dios en el gobierno del universo (C).

·       El Salmo 72 lista 24 cosas que Jesucristo—como Sumo Sacerdote del orden de Melquisedec—hará cuando se siente sobre Su trono y gobierne como Rey y Sacerdote durante el Milenio (V).

Numero 25: Representa “gracia sobre gracia.”

·       La Redención (20) más la gracia (5) = 25 o “gracia sobre gracia” (también 5 X 5 = 25).

·       Los levitas debían comenzar a la edad de 25 a ayudar con los sacrificios—los cuales eran un tipo físico del perdón y redención para la gente (V).

Numero 30: Representa dedicación. También representa la sangre de Cristo.

·       Los sacerdotes aarónicos eran dedicados para servir a la edad de 30. Juan el Bautista, el hijo de un sacerdote, comenzó su ministerio a la edad de 30, seis meses antes que Jesús comenzara el Suyo a la edad de 30.

·       Judas traicionó a Jesús por 30 monedas de plata. Cuando él tiró la plata de regreso en el templo, los sacerdotes dijeron: “ “No es legal ponerlas en el tesoro, dado que es el precio de sangre.” ” (Mateo 27:6). El dinero fue usado para comprar un campo que fue llamado “El campo de Sangre” (v. 8) (V).

·       En el día de la Pascua en el 30 d.C Jesucristo derramó Su sangre y murió en la cruz—la sangre del Cordero que quita el pecado del mundo (C).

Numero 33: Conectado a promesa.

·       La 33ava vez que es usado el nombre de Noé, Dios prometió nunca destruir el mundo otra vez con un diluvio y selló Su promesa con la señal del arcoíris.

·       La 33ava vez que el nombre de Abraham es usado, Isaac—el hijo de la promesa—nació (Génesis 21).

·       La 33ava vez que el nombre de Jacob es mencionado, él prometió dar un décimo de todo a Dios.

·       A la edad de 33, Jesús murió en la cruz para cumplir todas las promesas concernientes al Mesías (C).

Numero 34: Puede relacionarse a ponerle nombre a un hijo.

·       La 34ava vez que el nombre de Abraham es mencionado es cuando nombró a Isaac (V).

Numero 40: Mencionado 146 veces, 40 apunta a aflicción o periodo de prueba.

·       Cristo fue tentado por el diablo 40 días y 40 noches

·       Jesús fue visto 40 días por Sus discípulos después de Su resurrección.

·       Fueron 40 años desde la crucifixión de Jesús hasta la destrucción de Jerusalén y el templo en 70 d.C.

·       Moisés estuvo 40 años en Egipto, 40 años en el desierto, y 40 años en el lugar desolado guiando a los hijos de Israel.

·       Moisés estuvo con Dios en el Monte Sinaí 2 veces por 40 días y 40 noches recibiendo la Ley.

·       12 espías investigaron la Tierra Prometida por 40 días.

·       Elías estuvo 40 días en el Monte Horeb.

·       Jonás predicó que el juicio iba a venirle a Nínive en 40 días.

·       Ezequiel se acostó sobre su lado derecho por 40 días simbolizando los pecados de Judá. (V)

·       [Josué tenía 40 años cuando reconoció la tierra, metió a los hijos de Israel 40 años después de estar en el lugar desolado].

·       Israel estuvo 40 años bajo Otoniel, 40 años bajo Barac [Débora], 40 años bajo Gedeón, [40 años bajo Elí, 40 años bajo Saúl], 40 años bajo David, 40 años bajo Salomón, 40 años bajo Jeroboam II.

·       Judá estuvo 40 años bajo Joas (V).

·       La Biblia fue escrita por 40 personas diferentes—y 40 representa periodo de prueba. Los Cristianos están bajo juicio ahora—bajo periodo de prueba—basado en cómo viven su vida por cada palabra de Dios (C).

Numero 50: Usado 154 veces. el 50avo año es el Jubileo, el año de liberación y redención.

·       50 es también conectado con la venida del Espíritu Santo (V).

·       En el Día de la Gavilla Mecida (Levítico 23:9-11), Jesús ascendió al cielo por primera vez, para ser aceptado por el Padre como lo primero de los primeros frutos. Comenzando con ese día, hay un conteo de 50 días a Pentecostés, la Fiesta de los Primeros frutos, cuando el Espíritu Santo fue derramado primero sobre la Iglesia—los primeros frutos de la cosecha espiritual (C).

·       Dios el Padre no envió al Espíritu Santo hasta que Cristo, como el nuevo Sumo Sacerdote, colocara Su sangre (30) sobre el altar de expiación (20)—lo cual equivale a 50 y apunta a Pentecostés (V).

·       Pentecostés es también el 8vo día de la 7ma semana en el conteo de 7 semanas a Pentecostés; es también el 1er día de la 8va semana. Como tal, 8 (nuevo comienzo) y 50 (el día/año de redención) representa la primera resurrección de todos los que son de Cristo a Su venida—el día en que son “nacidos de nuevo” de carne a espíritu (I Corintios 15:20-23, 35-55; Juan 3:3-12; Apocalipsis 14:14-16; 20:4-6) (C).

 

Por cualquier medida (sin juego de palabras), los números delineados en este breve resumen a duras penas rascan la superficie de los numéricos bíblicos. Incluso después de traducir la Biblia y dividirla en capítulos y versículos, los numéricos bíblicos no han sido perdidos. De hecho, la mano guía de Dios es evidente en la forma en que la Biblia está dividida en capítulos y versículos. Por ejemplo, se anima al lector a hacer un estudio de todos los lugares en el Nuevo Testamento donde un capitulo 3 y un verso 16 sea encontrado (siguiendo el bien conocido Juan 3:16). Usted encontrará que cada uno de esos versículos “3:16” dice una historia espiritual reveladora. Defensores de los numéricos bíblicos también han encontrado patrones asombrosos en el número y frecuencia de ciertas palabras hebreas y griegas—lo cual es prueba adicional de que Dios inspiró no solamente cada palabra de la Biblia, sino también el arreglo de los libros en sus autógrafos originales.

 

La división de Dios de la Biblia en siete partes

 

Como hemos visto, hay 49 libros (7 X 7) en la Biblia en Su orden original—22 para el Antiguo Testamento y 27 para el Nuevo Testamento. Sin embargo hay aun otro patrón de siete que Dios ha usado para el marco de trabajo general de las Escrituras—la división en 7 partes de la Biblia—simbolizando el más alto grado de terminación o perfección. Las 7 divisiones de la Biblia son:

1.           La Ley

2.           Los Profetas

3.           Los Escritos

4.           Los Evangelios y Hechos

5.           Las 7 Epístolas Generales

6.           Las Epístolas de Pablo, y

7.           El libro de Apocalipsis

Más aun, dentro de cada una de las 7 divisiones hay patrones numéricos adicionales que confirman aún más la inspiración de Dios.

 

Las 3 divisiones del Antiguo Testamento

 

Las primeras 3 divisiones de la Biblia comprenden en el Antiguo Testamento—la Ley, los Profetas y los Escritos. 3 significa lo completo, pero a un grado menor que el 7. Los 22 libros del Antiguo Testamento están formados en dos patrones de 5 y 6. Hay 5 libros en la Ley, seguidos por 6 libros de los Profetas, haciendo un total de 11. Estos son seguidos por los 11 libros de los Escritos, lo cual es la suma de 5 y 6. Ya que 2 es el número de unión y verificación, estos dos patrones de 5 y 6 representan la unidad de los testigos duales de Dios para los hijos de Israel y la humanidad a través del Antiguo Testamento. Como veremos, subdivisiones adicionales pueden ser encontradas dentro de la estructura general triple del Antiguo Testamento.

La primera división—La Ley: Génesis, el primer libro de la Ley, es el fundamento para toda la Biblia. El da el registro de la creación de Dios de los cielos y la tierra, Adán y Eva, su pecado y caída al desobedecer a Dios—así como también la civilización ilegal formada por sus descendientes que resultó en la destrucción de toda carne por el Diluvio en los días de Noé. Siguiendo el Diluvio, la tierra fue llenada con los animales que Noé liberó del arca, y la vida humana resumió de los tres hijos de Noé, Sem, Can y Jafet, y sus esposas. En Génesis 2, Dios llamó a un hombre, Abram, quien Él más tarde renombró Abraham. Por la fe, amor y obediencia de Abraham a Dios, Él lo bendijo especialmente y a su hijo Isaac y al hijo de Isaac, Jacob. Todo el resto de la Biblia y el plan de Dios—física y espiritualmente, desde Génesis hasta Apocalipsis—fluye de estos patriarcas fieles, Abraham, Isaac y Jacob, y sus descendientes. Todas las historias y profecías del Antiguo Testamento apuntan hacia la figura central de la Biblia: Jesucristo—Quien fue el Dios del Antiguo Testamento antes de ser el Jesucristo del Nuevo Testamento, Dios manifestado en la carne. Ciertamente, en Génesis 3:15, la primera profecía de la Biblia fue hablada por Dios mismo después que Adán y Eva pecaron, pavimentando el camino para un Salvador a venir y redimir la humanidad del pecado y Satanás.

La Ley contiene 5 libros. 5 simboliza la gracia y bondad de Dios hacia los hijos de Israel al darles Sus leyes, mandamientos, estatutos, juicios y testimonios contenidos en la Ley. Moisés testificó a los hijos de Israel concerniente a la grandeza de las Leyes de Dios y el pacto que Él hizo con ellos: “He aquí, les he enseñado estatutos y juicios, incluso como el SEÑOR mi Dios me ordenó, de modo que ustedes deberían hacer así en la tierra donde van a poseerla. Y los guardarán y harán, porque esta es su sabiduría y su entendimiento a la vista de las naciones, las cuales oirán todos estos estatutos y dirán, ‘Seguramente esta gran nación es un pueblo sabio y entendido.’ Porque ¿qué nación es tan grande cuyo Dios está tan cerca de ellos, como el SEÑOR nuestro Dios está, siempre que nosotros lo invocamos?” (Deuteronomio 4:5-7). La Ley describe 5 profecías mayores del venidero Salvador: Génesis 3:15; 15; 22; 49:10; Deuteronomio 18:15-20.

La segunda división—Los Profetas: Hay tres secciones dentro de los Profetas—otra vez, un numero de lo completo. La primera es llamada los Profetas antiguos y tiene dos partes: 1) Josué/Jueces, contado como un libro; y 2) El libro de los Reinos, compuesto de I y II Samuel y I y II Reyes—también contado como un libro.

La segunda sección de los Profetas es llamada los Profetas posteriores y está compuesta de tres libros: Isaías, Jeremías y Ezequiel. Estos tres son también llamados los Profetas Mayores.

La tercera sección es designada como Los Doce—porque contiene doce libros cortos de doce profetas diferentes de Dios. Es también referida como los Profetas Menores—no porque contengan profecías “menores o insignificantes”, sino porque son más pequeños en tamaño (combinados, son 2/3 del tamaño de Isaías).

Las secciones dos y tres de los Profetas están llenas de profecías mayores referentes al Mesías venidero, Jesucristo, y el Reino mundial que Él establecerá cuando regrese. Sin embargo, la mayoría de estas profecías no pueden ser interpretadas apropiadamente sin el Nuevo Testamento.

La tercera división—Los Escritos: Estos once libros están divididos en tres secciones de tres, cinco y tres libros respectivamente. La primera sección contiene los Salmos, Proverbios y Job. Estos libros debían ser leídos—o cantados, en el caso de los Salmos—“en el portal de la porción de los hombres de la corte de los Israelitas… cerca a la sección sacerdotal del Templo. Los Salmos fueron escritos por reyes, para reyes, o por y para gobernadores sacerdotales.” (Ernest Martin, Restaurando la Biblia original, pág. 129). Los libros de Proverbios y Job fueron destinados también para ser leídos y estudiados por líderes y gobernadores.

La segunda sección de los Escritos contiene cinco libros y es llamada en hebreo el Megillot; son también conocidos como los Libros Festival. Hay un aspecto femenino en tres de estos libros: 1) Cantar de Cantares, por Salomón, es un libro profundamente romántico simbolizando la unión marital entre esposo y esposa y tiene numerosas profecías relacionadas a Cristo y Su novia, la Iglesia; 2) Rut; y 3) Ester. Los sacerdotes en el templo y los rabinos en las sinagogas debían leer un libro específico durante cada uno de los cinco festivales anuales. Tres eran leídos durante las temporadas de festival ordenadas por el Señor: 1) Cantar de Cantares [o Cantos de Salomón] en la Pascua/Panes sin Levadura; 2) Rut en Pentecostés; y 3) Eclesiastés en la Fiesta de Tabernáculos. Los otros dos eran leídos en fiestas instituidas por los judíos: 4) Lamentaciones debía ser leído cada año en el 9 de Ab, el cual fue la víspera de la destrucción del templo en el 586 a.C y otra vez en el 70 d.C. (Es irónico que, en el 70 d.C, mientras los sacerdotes estaban leyendo Lamentaciones en el templo conmemorando su destrucción por Nabucodonosor, los ejércitos romanos estaban comenzando su asalto en terrenos del templo.) Y, 5) El libro de Ester era leído durante la fiesta de Purín en el 14 y 15 de Adar para celebrar la liberación de Dios de genocidio de los judíos bajo el gobierno persa.

La tercera sección de los Escritos contiene tres libros—Daniel, Esdras/Nehemías (contado como un libro) y el Libro de Crónicas (I y II Crónicas son también contados como un libro). El libro de Daniel—aunque contiene profecías del tiempo de Daniel hasta el fin de la era y el regreso de Cristo—no es incluido en los Profeta Mayores ni Menores porque Daniel escribió en Babilonia durante el exilio de 70 años de los judíos. Esdras/Nehemías recuenta el regreso de los judíos de Babilonia y la reconstrucción de Jerusalén y el templo. Para finalizar el Antiguo Testamento, Esdras escribió el Libro de Crónicas el cual contiene la historia de los reyes de Judá, de la casa de David. Una historia similar fue escrita antes del cautiverio en el Libro de los Reinos, el cual incluía las diez tribus norte de Israel y sus reyes. Sin embargo, el enfoque de Esdras fue en los reyes de Judá, Jerusalén y el templo. Sus registros en el Libro de Crónicas incluyen información no encontrada en el Libro de los Reinos.

Otros Tiempos requeridos para leer el Antiguo Testamento: Dios le ordenó a Moisés que todos los cinco libros de la Ley debían ser leídos al final de cada 7 años, el año de liberación, en la Fiesta de Tabernáculos (Deuteronomio 31:9-13). Mientras el Antiguo Testamento estaba siendo canonizado, cualquier libro o salmo recientemente añadido debía de la misma manera ser leído durante el año y en los festivales.

Cuando Dios le dio los planos para el templo al rey David, Él también le dio instrucciones para las divisiones de los sacerdotes a servir en el templo. Los sacerdotes que servían fueron divididos en 24 cursos o turnos (I Crónicas 24). Cada curso servía por una semana, desde el mediodía del Sábado hasta el mediodía del [siguiente] Sábado, dos veces al año. Todos los cursos trabajaban durante la Pascua/Panes sin Levadura, Pentecostés y la Fiesta de Tabernáculos. Los levitas cantantes también estaban divididos en 24 cursos y servían de manera similar. Ciertas porciones de la Ley y los Profetas eran asignadas para ser leídas en voz alta, y ciertas porciones de los Salmos debían ser cantados como parte de los servicios de adoración en el templo.

Después que los judíos regresaron a Judea y Jerusalén de su exilio a Babilonia, Esdras y la Gran Asamblea, o sinagoga de sacerdotes y levitas, finalizaron el canon del Antiguo Testamento. Ellos también establecieron un patrón conjunto de lecturas requeridas de la Ley, los Profetas y los Escritos en el templo, y en todas las sinagogas judías a través de Judea y la Diáspora. Estas lecturas requeridas eran conocidas como el Ciclo Trienal (o de tres años). El ciclo de Escrituras recitadas y canto de Salmos comenzaba con el primer mes del año. Una combinación de secciones designadas de la Ley, los Profetas y los Escritos debía ser leída cada Sábado y durante las temporadas de festival mientras progresaban a través del Ciclo Trienal—hasta que todo el Antiguo Testamento había sido leído al pueblo. Este ciclo debía ser repetido cada tres años (Enciclopedia judía (1912), vol. XII, “Ciclo Trienal,” págs. 255-256).

El Antiguo Testamento completo: Con la terminación del Antiguo Testamento, tenemos la Palabra de Dios dada a Moisés, los Profetas y aquellos que escribieron los Escritos. Estas primeras tres divisiones de la Biblia están fundadas en el pacto patriarcal que Dios hizo con Abraham, Isaac y Jacob—y en el pacto que Él estableció con Israel. Todos los libros del Antiguo Testamento miran atrás a Moisés, la Ley y los patriarcas, mientras al mismo tiempo miran adelante al venidero Mesías, el Salvador de Israel y el mundo, y el establecimiento del Reino de Dios sobre la tierra. Ciertamente, mientras el Antiguo Testamento fue terminado con la canonización de Esdras, en todos  sus escritos Dios también mostró que debía venir más—la terminación de la Ley y la Palabra de Dios a través de Jesucristo y Sus apóstoles escogidos en la forma del Nuevo Testamento y el Nuevo Pacto de vida eterna.

 

Las 4 divisiones del Nuevo Testamento

 

Ambos, el Antiguo y el Nuevo Testamento son necesarios para completar la Palabra de Dios. Combinados, ellos representan la revelación completa de Dios a la humanidad. El Antiguo Testamento es comparable a un conjunto de cerraduras, y el Nuevo Testamento es comparable a un conjunto de llaves coincidentes. Es evidente que cerraduras sin llaves coincidentes son de pequeño valor; a la inversa, llaves sin cerraduras coincidentes presentan un problema también. Obviamente, ambos testamentos tienen gran valor espiritual—y ambos son requeridos si los hombres deben captar los gloriosos tesoros espirituales sepultados dentro de la Palabra de Dios. Infortunadamente, algunas religiones rechazan un testamento mientras aceptan el otro. Atestigüe la hostilidad del judaísmo hacia el Nuevo Testamento, y el resentimiento clandestino del cristianismo ortodoxo hacia el Antiguo Testamento.

Después de Su resurrección, Jesús le explicó a los apóstoles que Su vida y enseñanzas—las cuales debían llegar a ser las bases del Nuevo Testamento—eran las mismas llaves necesitadas para desbloquear las profecía del Antiguo Testamento. “Y les dijo, “Estas son las palabras que les hablé cuando estaba aun con ustedes, que todas las cosas que fueron escritas concerniente a Mí en la Ley de Moisés y en los Profetas y en los Salmos deben ser cumplidas.”  Entonces les abrió sus mentes para entender las Escrituras, y les dijo, “De acuerdo a como está escrito, era necesario para el Cristo sufrir, y resucitar de los muertos al tercer día. Y en Su nombre, arrepentimiento y remisión de pecados deberían ser predicados a todas las naciones, comenzando en Jerusalén. Porque ustedes son testigos de estas cosas.” (Lucas 24:44-48).

En la validación de Jesús de las Escrituras, Él confirmó las tres divisiones del Antiguo Testamento, las cuales el judaísmo también acepta. Sin embargo, si el judaísmo y el cristianismo ortodoxo aceptaran completamente el diseño de siete partes de la Biblia en Su orden original—Antiguo y Nuevo Testamento—ellos tendrían las cerraduras y las llaves necesarias para abrir las puertas de la Palabra de Dios.

Para establecer aun más la relación entrelazada entre los Testamentos, los escritores del Nuevo Testamento  citaron autoritariamente el Antiguo Testamento un total de 326 veces. Casi la mitad, o 158 de estas citas, se encuentran en los Evangelios y Hechos solamente. Cuando estas citas directas son combinadas con las otras alusiones al Antiguo Testamento, completamente un tercio del Nuevo Testamento funciona como una “extensión” del Antiguo Testamento. Claramente, el Nuevo Testamento está construido directamente sobre el fundamento del Antiguo.

Exactamente como una casa es construida sobre su fundamento, Cristo “construyó” Sus enseñanzas espirituales del Reino de Dios sobre el fundamento de la Ley y los Profetas. Las enseñanzas, profecías e interpretaciones de Jesús tienen una autoridad final más grande porque Él—como Dios manifestado en la carne—las enseñó personalmente. Como dijo Jesús, “La Ley y los Profetas fueron hasta Juan; desde entonces el Reino de Dios es predicado, y todos se esfuerzan celosamente por entrar en él. Pero es más fácil que pasen el cielo y la tierra, a que falle una tilde de la ley.” (Lucas 16:16-17). Por lo tanto, el Nuevo Testamento, aunque esté construido sobre el fundamento del Antiguo, es más grande porque eleva todas las enseñanzas de Dios a un nivel espiritual más alto (Mateo 5-7).

Jesús también les dijo a Sus discípulos que Sus enseñanzas desmitificarían las profecías, incrementarían el entendimiento espiritual y mejorarían el conocimiento del Reino de Dios en formas que los profetas y hombres justos de la antigüedad nunca pudieron experimentar. “… “Porque ha sido dado a ustedes el saber los misterios del reino del cielo, pero esto no ha sido dado a ellos. Porque quienquiera que tenga entendimiento, a él más será dado, y tendrá abundancia; pero quienquiera que no tenga entendimiento, incluso lo que tiene le será quitado… Pero benditos son sus ojos, porque ven; y sus oídos, porque oyen. Porque verdaderamente les digo, muchos profetas y hombres justos han deseado ver lo que ustedes ven, y no han visto; y oír lo que ustedes oyen, y no han oído… cosas ocultas desde la fundación del mundo.” ” (Mateo 13:11-12, 16-17, 35).

Al escribirle a los Colosenses, el apóstol Pablo amplificó lo que dijo Jesús: “Incluso el misterio que ha estado escondido desde siglos y desde generaciones, pero que ha sido revelado ahora a Sus santos; a quienes Dios quiso dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; el cual es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria;” (Colosenses 1:26-27). De la misma manera, él le escribió a los Efesios que ellos también serían capaces de comprender el misterio de Cristo “el cual en otras generaciones no fue hecho conocido a los hijos de hombres, como ha sido ahora revelado a Sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu; que los gentiles podían ser coherederos, y un cuerpo conjunto, y coparticipes de Su promesa en Cristo a través del evangelio,” (Efesios 3:5-6).

Por lo tanto, las enseñanzas del Nuevo Testamento acerca del espíritu de la Ley llegan a ser superiores a las enseñanzas del Antiguo Testamento acerca de la letra de la Ley. Además, porque el Nuevo Testamento tiene las llaves necesarias para desbloquear e interpretar el Antiguo Testamento y sus profecías, es el más grande. Sin embargo, esto no significa que la Ley o los Profetas hayan sido en alguna forma abolidos o disminuidos. (Vea Apéndice I, “Una comparación entre el Antiguo y Nuevo Pacto”).

La cuarta división—los cuatro Evangelios y Hechos: La cuarta división de la Biblia o la de “en medio” es el enfoque central de la Escritura—la vida y enseñanzas de Jesús. Es también la primera división del Nuevo Testamento. Como tal, es comparable a la primera división del Antiguo Testamento, la Ley—también llamada el Pentateuco. Exactamente como el Pentateuco tiene cinco libros, los cuatro Evangelios y Hechos hacen un “Pentateuco espiritual” de cinco libros. Y, exactamente como el Pentateuco define la letra de las leyes y mandamientos de Dios, las enseñanzas de Cristo en el “Pentateuco espiritual” magnifican y glorifican la Ley para traer su significado e intensión espiritual (Isaías 42:21).

Cada registro de los Evangelios contribuye detalles importantes necesarios para formar un cuadro completo de la vida y enseñanzas de Jesús. Con sus muchas similitudes y registros paralelos, los Evangelios sinópticos, Mateo, Marcos y Lucas, cumplen el requerimiento de Dios de que un asunto sea establecido en el testimonio de dos o tres testigos. El cuarto Evangelio, Juan, es considerado el más espiritual, su estructura sigue la secuencia de las temporadas de festival bíblico durante el ministerio de Jesús. Hechos comienza con la ascensión final de Jesús al cielo en el 30 d.C y termina abruptamente con el apóstol Pablo en prisión en Roma en el 63 d.C.

Mateo: Como Dios usó sacerdotes y levitas para escribir mucho del Antiguo Testamento, Él usó un levita, el apóstol Mateo, para escribir el primer libro del Nuevo Testamento—estableciendo de este modo el Nuevo Testamento como una extensión y cumplimiento del Antiguo Testamento.

Mateo comienza su Evangelio con “la genealogía de Jesucristo, el hijo de David, el hijo de Abraham:”, la cual es una extensión de la genealogía de Esdras en el último libro del Antiguo Testamento, el libro de Crónicas. Mateo cita el Antiguo Testamento 56 veces para probar que el ministerio y enseñanzas de Jesús fueron profetizadas.

Marcos: Mientras Marcos no fue un apóstol, él fue el asistente literario o secretario del apóstol Pedro. “El antiguo testimonio de Papias, temprano en el siglo 2, de que Marcos era el secretario del apóstol Pedro (no un testigo ocular real [de todo el ministerio de Jesús]) tiene buenas credenciales, y la evidencia interna del Evangelio mismo… [es] que el Evangelio de Marcos es realmente el Evangelio de Pedro.” (Martin, Restaurando la Biblia original, págs. 335-336). Hay 26 citas del Antiguo Testamento en el corto Evangelio de Marcos.

Lucas: Como Marcos, Lucas no fue un apóstol o un testigo ocular del ministerio de Jesús. Él fue un médico griego que se convirtió en Antioquia, la sede principal de la Iglesia de Pablo. Lucas acompañó a Pablo en sus viajes y llegó a ser su secretario. (Del texto griego, es evidente que Pablo le dictó muchas de sus Epístolas a Lucas.) Porque Lucas escribió bajo la supervisión de Pablo, el Evangelio de Lucas bien podría llamarse el “Evangelio de Pablo.” En los versos de apertura de su Evangelio, Lucas nos informa que él reunió su información de otros registros escritos de testigos oculares. Es también aparente que él entrevistó a tales testigos oculares. Él cita el Antiguo Testamento 25 veces en su Evangelio.

Juan: Conocido como el apóstol a quien Jesús amaba especialmente, Juan fue también el apóstol de creencia, fe y amor—todos los temas de sus escritos. En el principio de su Evangelio, él escribió de la preexistencia de Jesús como Dios, Quien compartía gloria con el Padre. Como uno de los apóstoles líderes, Juan y su hermano Santiago, junto con Pedro, fueron los únicos apóstoles en ver la visión de la transfiguración de Jesús. Como el apóstol que vivió más tiempo, Juan fue el último en finalizar su Evangelio—tal vez en algún momento antes de escribir Apocalipsis y canonizar el Nuevo Testamento (con la ayuda de Felipe, Andrés y Marcos). Juan indudablemente colocó su Evangelio después del de Lucas como una confirmación y aprobación de los Evangelios sinópticos. Más aun, el Evangelio de Juan fue afirmado por los tres ayudantes mencionados como está registrado en Juan 21:24: “Este es el discípulo quien testifica concerniente a estas cosas y a quien escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero.

El libro de Hechos: Lucas acompañó a Pablo en sus viajes y fue un testigo ocular de la mayoría de su ministerio—y claramente escribió Hechos bajo la supervisión de Pablo. Como una continuación del Evangelio de Lucas, Hechos es un registro histórico de los viajes y enseñanzas tempranas de los apóstoles. Sin embargo, del capítulo 13 hasta el final del libro, es una historia de los viajes de Pablo y su predicación del Evangelio. De esto Martin escribe: “El registro de los primeros [cuatro[ libros para el periodo cuando Cristo enseñó en la carne (antes y después de Su resurrección) y el quinto libro [Hechos] ocupa el periodo desde la conclusión de Sus enseñanzas tempranas (Hechos 1:4-11) y continua con la progresión de esa enseñanza (ahora dirigida [por Jesús] desde el cielo) hasta que alcanza la ciudad de Roma… ‘Todo el propósito del Libro de Hechos… es nada menos que el Evangelio del Espíritu Santo’ ” (Ibíd., pág. 332).

Así, Hechos pertenece correctamente a la cuarta división de la Biblia como parte del Evangelio de Jesucristo. De acuerdo con el diseño de Dios, hay cinco libros en el Pentateuco del Antiguo Testamento, y hay cinco libros en el “Pentateuco del Nuevo Testamento.” Cinco es el número de gracia, y el Evangelio de Jesucristo es llamado “el evangelio de la gracia de Dios” en Hechos 20:24. Finalmente, hay 35 citas del Antiguo Testamento en el libro de Hechos—haciendo un total de 158 citas del Antiguo Testamento en la cuarta división de la Biblia.

La quinta división—Las siete Epístolas Generales: El orden correcto de las siete Epístolas Generales es: Santiago; I y II Pedro; I, II y III Juan, y Judas. Su posición apropiada es inmediatamente después de Hechos y antes de las catorce Epístolas de Pablo. Hay cinco razones importantes para este arreglo:

1.          Está basado en el principio de que el Evangelio debía ser predicado a los judíos primero, luego a los gentiles (Romanos 1:16).

2.          Tres de los cuatro quienes escribieron las Epístolas Generales fueron apóstoles antes de que Pablo fuera ordenado apóstol.

3.          En vez de ser escritas para individuos o congregaciones particulares, estas fueron Epístolas Generales escritas para los judíos Cristianos dispersos en el exterior en la Diáspora (aunque no estaban destinadas a excluir a los gentiles).

4.          Todas ellas defienden la fe del creyente, la esperanza y creencia en Cristo, el amor de Dios y de los hermanos, así como también el guardar los mandamientos siendo un requerimiento para la salvación, lo cual refleja verdaderamente la fe interna de la persona.

5.          Proveen el fundamento apropiado para entender completamente las Epístolas doctrinales a menudo difíciles de Pablo.

Martin explica aún más la ubicación de las Epístolas Generales: “El principio de rango y tema es la razón para que la Epístola de Santiago deba preceder a la de Pedro, y Pedro a aquellas de Juan y esa de Judas. El profesor Scott [escribe:] ‘Al guardar este principio [de rango superior], el primer lugar de todos fue concedido a la Epístola de Santiago.’ Esto es suficientemente cierto. Incluso Pablo reconoció el rango de los apóstoles pilares en esta forma, ‘… Santiago y Cefas [Pedro] y Juan—aquellos considerados ser pilares…” (Gálatas 2:9). El orden de estos ‘pilares’ esta exactamente en conformidad con el principio de rango. Con razón que las Epístolas Generales siguen este orden exacto en el canon del Nuevo Testamento… Note una vez más los autores de las Epístolas Generales. Santiago y Judas eran los hermanos legales de Cristo. Esto hace a Santiago y Judas del linaje real de David. Ya que el libro de Hechos termina con la enseñanza a los judíos en Roma acerca del Reino de Dios, la mismísima siguiente sección del Nuevo Testamento está dominada por Santiago y Judas (dos vástagos reales de David) quienes continúan el tema de entrar al Reino de Dios [Santiago es el primer escritor de las Siete Epístolas y Judas es el último]. Ambos, Pedro y Juan toman un rol inferior en este aspecto. Pedro era en realidad del linaje ordinario judío… mientras que Juan era del linaje sacerdotal. Aunque Pedro era claramente el apóstol principal en rango, Santiago (el hermano de Jesús) era de sangre Davídica y llegó a ser cabeza de la congregación en Jerusalén. Estos hombres (Santiago y Judas) eran los representantes principales de la dinastía Davídica. Pedro era el ‘apóstol principal,’ y Juan era parte del sacerdocio Aarónico” (Martin, Restaurando la Biblia original, págs. 352-353).

Hay 20 citas del Antiguo Testamento dentro de esta quinta división de la Biblia. Para un comentario adicional sobre el lugar y los temas de las siete Epístolas Generales, vea “La colocación original de las Epístolas Generales en el Nuevo Testamento.”

La sexta división—Las Epístolas de Pablo: Hay también cinco razones importantes del por qué las 14 Epístolas de Pablo son colocadas después de las Epístolas Generales:

1.           Las 7 Epístolas Generales contienen únicamente enseñanzas generales.

2.           Cristo llamó a Pablo de últimas.

3.          Aunque él primero fue a los judíos dispersos en la Diáspora, Pablo era el apóstol a los gentiles.

4.           Pablo era de la última tribu de Israel—Benjamín.

5.           Pablo fue el último apóstol en ser ordenado.

Que Pablo entendiera todo esto es obvio: “Y que [Jesús] apareció a Cefas, y luego a los doce. Luego apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de quienes la mayor parte están vivos hasta ahora, pero algunos han dormido. Siguiente apareció a Santiago; luego a todos los apóstoles; y al final de todos se me apareció a mí también, como a uno que fue nacido de un aborto espontaneo. Porque soy el menor de los apóstoles, y no me ajusto siquiera para ser llamado un apóstol, porque perseguí a la Iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y Su gracia hacia mí no ha sido en vano; sino que, he trabajado más abundantemente que todos ellos; sin embargo, no fui yo, sino la gracia de Dios conmigo.” (I Corintios 15:5-10).

Martin comenta sobre el linaje de Pablo: “Aunque él fue un judío de religión [la del judaísmo] y crianza, Pablo era un descendiente de la tribu de Benjamín. Esto puede parecer al principio como una distinción insignificante; pero para los judíos del primer siglo, entre quienes los asuntos genealógicos eran de suma importancia (I Timoteo 1:4; Tito 3:9), eso tenía una relevancia en autoridad y prestigio. El hecho es que Benjamín fue el último en nacer de los hijos e Jacob. No había tribu en Israel a un escalón más bajo de autoridad por razón de nacimiento. Incluso en la lista de las doce tribus registrada en el libro de Apocalipsis, Judá es colocado primero (Apocalipsis 7:5) y Benjamín ultimo (verso 8).” (Martin, Restaurando la Biblia original, pág. 353).

Esto sigue el patrón que Dios ha usado a menudo—que “el último será primero.” Muchos caracteres bíblicos mayores fueron los hijos más jóvenes—Abel, Jacob, José, Efraín, David, etc. Moisés era más joven que Aaron pero mayor en autoridad (Ibíd., pág. 353). De la misma manera, Pablo—el último y el menor de los apóstoles—fue tal vez el trabajador más duro y más productivo de todos, como esta evidenciado por sus 14 Epístolas y sus extensos viajes.

Interesantemente, hay numéricos bíblicos conectados con las Epístolas de Pablo, mostrando el trabajo manual de Dios. Pablo escribió 14 Epístolas—el número de liberación y redención; 14 es 7 (lo completo) doblado—representando la terminación doble de sus Epístolas. Además, están divididas en 3 subsecciones (3 también siendo el número de lo completo). La primera está compuesta de nueve (3 x 3) epístolas escritas a 7 iglesias—Roma, Corinto (dos veces), Galacia, Éfeso, Filipo, Coloso, y dos veces a Tesalónica. La segunda es la Epístola general a los Hebreos, la cual fue escrita para todas las iglesias—judíos y gentiles. La subsección final consiste de cuatro Epístolas pastorales—dos a Timoteo, una a Tito, y una a Filemón. El colocamiento correcto de Hebreos es importante ya que separa las Epístolas congregacionales de sus Epístolas pastorales.

Otra consideración vital es que mientras el Evangelio de Lucas y el libro de Hechos fueron escritos por Lucas, su trabajo fue completado bajo la supervisión de Pablo. Si estos dos libros fueran añadidos a las 14 Epístolas de Pablo, significaría que él fue responsable por 16 libros—o casi dos tercios del Nuevo Testamento. 16 (8 + 8) representa amor—y 8 (nuevo comienzo) doblado significa un “nuevo comienzo” doble o una “bendición de redención” doble. Este tema es reflejado en la apertura de 7 de las Epístolas de Pablo a las iglesias y 3 de sus Epístolas pastorales—apuntando otra vez a lo completo. La apertura de Pablo a la Iglesia de Éfeso ilustra como él invoca la doble bendición de Dios el Padre y Jesucristo: “Pablo, un apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos que están en Éfeso y a los fieles en Cristo Jesús: Gracia y paz sean a ustedes de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Quien nos ha bendecido con toda bendición espiritual en las cosas celestiales con Cristo.” (Efesios 1:1-3).

Finalmente, Pablo cita del Antiguo Testamento 145 veces: Romanos, 60; I Corintios, 16; II Corintios, 9; Gálatas, 10; Efesios, 5; Filipenses, 1; Hebreos, 43; y Timoteo, 1. Si las 25 citas del Antiguo Testamento de Lucas y las 35 de Hechos fueran incluidas, entonces Pablo y Lucas combinados son responsables por 205 de las 326 citas del Antiguo Testamento en el Nuevo Testamento.

La séptima división—El libro de Apocalipsis: No como las otras seis divisiones las cuales tienen cinco o más libros, el libro de Apocalipsis solo conforma la séptima y última división de las Escrituras. El apóstol Juan escribió Apocalipsis en griego Koiné (común) no sofisticado. Su uso pesado de simbolismo, sin embargo, lo hace el libro más difícil de entender de la Biblia. Construido cuidadosamente sobre las divisiones precedentes de la Biblia, Apocalipsis es la piedra angular y el coronamiento glorioso de la Palabra de Dios. Mientras la mayoría de profecías de la Biblia únicamente comienzan a predecir el asombroso plan maestro de Dios, Apocalipsis completa la escena. El solo contiene las llaves que son esenciales para desbloquear los misterios proféticos—tales como aquellos de los libros de Daniel e Isaías.

Perplejo por las visiones que él había visto, el profeta Daniel preguntó que significaban. Pero a Daniel se le dijo que las profecías estaban cerradas—selladas hasta el tiempo del fin: “Y oí, pero no entendí. Entonces dije, “Oh mi señor, ¿Cuál será el fin de estas cosas?” Y él dijo, “Sigue tu camino, Daniel, porque las palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. Muchos serán purificados, y emblanquecidos, y refinados. Pero el malvado hará malvadamente; y ninguno de los malvados entenderá, pero el sabio entenderá.” (Daniel 12:8-10).

Desde el tiempo de Daniel hasta ahora, el significado completo de sus profecías no podrían incluso empezar a ser entendido sino hasta que:

1.           El libro de Apocalipsis mismo fuera escrito

2.           El “tiempo del fin” llegara en realidad; y

3.           Dios empezara a revelar la verdadera interpretación de estas profecías complejas a sus verdaderos siervos—aquellos que lo aman, guardan Sus mandamientos y tienen el testimonio de Jesús. Únicamente entonces las llaves coincidentes de Apocalipsis abrirían las profecías cerradas y selladas del tiempo del fin.

Apocalipsis abre con Juan proclamando el regreso glorioso, todopoderoso de Cristo: “He aquí, Él viene con las nubes, y todo ojo lo verá, y aquellos que lo traspasaron; y todas las tribus de la tierra gemirán por causa de Él. Aun así, Amén. Juan luego cita a Jesús, diciendo: “ Yo soy el Alfa y el Omega, el Principio y el Fin,” dice el Señor, “Quien es, y Quien era, y Quien debe venir—el Todopoderoso.” ” (Apocalipsis 1:7-8).

Jesús, cuando es comparado con Escrituras claves de Isaías, revela que Él es nada menos que el Señor Dios del Antiguo Testamento, el Creador del cielo y la tierra—el Dios de Israel. “¿Quién lo ha planeado y hecho, llamando a las generaciones desde el principio? ‘Yo, el SEÑOR, soy el primero y el ultimo; Yo soy Él.’ ”… Yo soy el primero, y Yo soy el ultimo; y aparte de Mi no hay Dios… Óigame, Oh Jacob e Israel, Mi llamado; Yo soy Él; Yo soy el primero, Yo también soy el ultimo.” (Isaías 41:4; 44:6; 48:12). Además de esto, Jesús usó esta misma frase—“YO SOY EL PRIMERO Y YO SOY EL ULTIMO”—cuatro veces en Apocalipsis para un total de siete veces en la Biblia.

Una clave fundamental para los misterios de Apocalipsis es que uno debe comenzar por el principio de la Biblia, en Génesis. Luego uno debe primero llegar a tener un conocimiento funcional de toda la Biblia. Es por eso que la proclamación de Jesús de apertura de Apocalipsis comienza con “YO SOY EL PRINCIPIO Y EL FIN… el Todopoderoso.” Es una completa idiotez tratar de comprender este libro aisladamente, cuando uno sabe muy poco acerca del resto de la Palabra de Dios.

Los numéricos bíblicos de Apocalipsis: Los numéricos bíblicos embebidos en este 49avo libro final revelan la verdad asombrosa de que Jesucristo terminará el trabajo el cual Él comenzó en el Jardín del Edén. A través de la Biblia, el 7 y el 3 expresan lo completo y la perfección. Por lo tanto, no es de sorprenderse que estos dos números sean usados a través de Apocalipsis. El numero 7 es usado un total de 54 veces. Mas notablemente son las 7 iglesias, 7 estrellas, 7 ángeles a las iglesias, 7 espíritus de Dios, 7 candelabros de oro, y 7 lámparas de fuego; el Cordero tiene 7 cuernos y 7 ojos; hay 7 sellos, 7 ángeles que tocan 7 trompetas, y 7 truenos; 7.000 hombres son muertos; la bestia tiene 7 cabezas y 10 cuernos; hay 7 coronas y reyes; y hay 7 ángeles con las 7 últimas plagas en 7 frascos de oro.

El segundo número más usado en Apocalipsis es el 3, también un número de lo completo. 3 es usado 11 veces y “tercero” es encontrado 22 veces, para un total de 33. El numero 33 es el producto de 3 veces 11, lo cual representa juicio. Así, Apocalipsis ilustra el juicio final completo de Dios al mundo—cumplido en el periodo final de 3 años y medio llevando al regreso de Cristo.

Encontrado 21 veces, el tercer número más usado en Apocalipsis es el 12, simbolizando el fundamento gubernamental. (Note que 21 es el producto de 7 x 3—los números para lo completo y la perfección). El uso más prominente del 12 es en referencia a las 12 tribus de Israel—en donde 12 x 12.000 = 144.000 (vea Apocalipsis 7). La corona de la Novia de Cristo tiene 12 estrellas.

Los 8 usos que quedan del 12 describen a la Nueva Jerusalén. Ya que 8 señala un “nuevo comienzo,” tal vez esta combinación de 8 y 12 significa el último nuevo gobierno de la Familia Dios—el cual será administrado por la eternidad desde la Nueva Jerusalén.

En este libro asombroso y aun así misterioso, Jesús revela que todas las profecías en la Biblia concernientes al fin de la era encajarán ultimadamente—llegando a un clímax en el juicio de Dios contra una humanidad rebelde, engañada y guiada por la Bestia, el Falso Profeta, y Satanás el diablo y sus demonios. Una vez sea derramada la ira final de Dios a través de las 7 asombrosas ultimas plagas, Jesucristo y todos los santos resucitados—desde Abel hasta los “dos testigos”—descenderán desde el “Mar de Vidrio” en las nubes sobre Jerusalén para la última batalla victoriosa de las eras. Los últimos ejércitos de hombres serán destruidos, y la Bestia y el Falso Profeta serán echados en el lago de fuego. Cristo entonces hará que un angel ate a Satanás y los demonios, encerrándolos en el abismo.

Jesucristo y los santos establecerán el Reino de Dios sobre la tierra y gobernarán por 1.000 años. Después del juicio final de Cristo, un nuevo cielo y una nueva tierra serán establecidos, todos aquellos que estén en la primera resurrección vivirán en la Nueva Jerusalén y las naciones que sean salvas vivirán en la nueva tierra. Así, la palabra revelada de Dios, desde Génesis hasta Apocalipsis, será completada. Juan escribe: “Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra estaban desaparecidas, y no había más mar. Y yo, Juan, vi la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, bajando de Dios desde el cielo, preparada como una novia adornada para su esposo. Y escuché una gran voz desde el cielo decir, “He aquí, el tabernáculo de Dios es con los hombres [perfeccionados como seres espirituales]; y Él vivirá con ellos, y ellos serán Su pueblo; y Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Y Dios borrará toda lágrima de sus ojos; y no habrá más muerte, o pena, o llanto, ni habrá más dolor, porque las cosas anteriores han desaparecido.” Y Quien se sienta sobre el trono dijo, “He aquí, Yo hago todas las cosas nuevas [el plan de Dios para la eternidad].” Entonces Él me dijo, “Escribe porque estas palabras son verdaderas y fieles.” Y me dijo, “Está hecho. Yo soy Alfa y Omega, el Principio y el Fin. Al sediento, Yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de vida. Aquel que venza heredará todas las cosas; y Yo seré su Dios, y él será Mi hijo.” (Apocalipsis 21:1-7).