Génesis

  Éxodo

  Levítico

  Números

  Deuteronomio

  Josué

  Jueces

  I Samuel

  II Samuel

  I Reyes

  II Reyes

  Isaías

  Jeremías

  Ezequiel

  Oseas

  Joel

  Amós

  Abdías

  Jonás

  Miqueas

  Nahúm

  Habacuc

  Sofonías

  Hageo

  Zacarías

  Malaquías

  Salmos

  Proverbios

  Job

  Cantos de Salomón

  Rut

  Lamentaciones

  Eclesiastés

  Ester

  Daniel

  Esdras

  Nehemías

  I Crónicas

  II Crónicas

Volver a Juan


Juan 13

1. Ahora, antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo que Su tiempo había venido para partir de este mundo al Padre, Jesús, habiendo amado a los Suyos quienes estaban en el mundo, los amó hasta el fin.

2. Y durante la cena (habiendo el diablo ya puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que debería traicionarlo),

3. Jesús, sabiendo que el Padre le había dado todas las cosas en Sus manos, y que Él había venido de Dios, e iba a Dios,

4. Se levantó de la cena y colocó a un lado Sus vestidos; y después de tomar una toalla, se la ató alrededor de Sí mismo.

5. Luego, vertió agua en un lavabo y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a secarlos con la toalla la cual Él se había atado.

6. Entonces vino a Simón Pedro; y él le dijo, “Señor, ¿Vas a lavar mis pies?”

7. Jesús respondió y le dijo, “Lo que estoy haciendo ustedes no lo entienden ahora, pero sabrán después de estas cosas.”

8. Pedro le dijo, “Tú no lavarás mis pies, jamás.” Jesús le respondió, “Si no te lavo, no tienes parte Conmigo.”

9. Simón Pedro le dijo, “Señor, no sólo mis pies, sino también mis manos y mi cabeza.”

10. Jesús le dijo, “Aquel que ha sido lavado no necesita lavarse ninguna otra cosa sino los pies, pues está completamente limpio; y ustedes están limpios, pero no todos.”

11. Porque sabía quién estaba traicionándolo; esta fue la razón por la que Él dijo, “No todos ustedes están limpios.”

12. Por tanto, cuando Él les había lavado los pies, y había tomado Sus vestidos, y se había sentado nuevamente, les dijo, “¿Saben lo que les he hecho?

13. Ustedes Me llaman el Maestro y el Señor, y hablan correctamente, porque lo Soy.

14. Por tanto, si Yo, el Señor y el Maestro, he lavado sus pies, ustedes también están obligados a lavarse los pies los unos a los otros;

15. Porque les he dado un ejemplo, para mostrarles que también deberían hacer exactamente como Yo les he hecho.

16. Verdaderamente, verdaderamente les digo, un siervo no es más grande que su señor, ni un mensajero más grande que el que lo envió.

17. Si saben estas cosas, benditos son si las hacen.”

18. No estoy hablando de todos ustedes; porque sé a quienes he escogido, para que la escritura pudiera ser cumplida: ‘Quien come pan Conmigo, ha levantado su talón contra Mí.’

19. Les estoy diciendo en este momento, antes que suceda, para que cuando suceda, puedan creer que Yo SOY.

20. Verdaderamente, verdaderamente les digo, aquel que reciba a quienquiera que envíe está recibiéndome; y aquel que Me recibe está recibiendo a Quien Me envió.”

21. Mientras Él estaba diciendo estas cosas, Jesús estaba afligido en espíritu, y declaró, diciendo, “Verdaderamente, verdaderamente les digo, uno de ustedes Me traicionará.”

22. Entonces los discípulos se miraron uno al otro, preguntándose de quién estaba hablando.

23. Ahora, uno de Sus discípulos, aquel que Jesús amaba, estaba inclinado sobre el pecho de Jesús.

24. Y así, Simón Pedro le hizo señas para que preguntara quién era aquel de quien estaba hablando.

25. Entonces él se inclinó otra vez sobre el pecho de Jesús y le preguntó, “Señor, ¿quién es?”

26. Jesús respondió, “Es aquel a quien Yo daré un bocado después de que lo haya mojado.” Y cuando Él había mojado el bocado, lo dio a Judas Iscariote, hijo de Simón.

27. Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo, “Lo que haces, hazlo rápidamente.”

28. Pero ninguno de aquellos sentados a la mesa supo por qué le dijo esto;

29. Porque algunos pensaron, ya que Judas tenía la bolsa, que Jesús estaba diciéndole, “Compra las cosas que necesitamos para la fiesta”; o que debería dar algo a los pobres.

30. Así entonces, después de recibir el bocado, salió inmediatamente; y era de noche.

31. Cuando se había ido, Jesús dijo: “Ahora el Hijo de hombre ha sido glorificado, y Dios ha sido glorificado en Él.

32. Si Dios ha sido glorificado en Él, Dios también lo glorificará en Sí mismo, e inmediatamente lo glorificará.

33. Hijitos, Yo estoy con ustedes aún un poco más. Ustedes Me buscarán; pero como le dije a los judíos, ‘A donde Yo voy, ustedes no pueden venir,’ también se los estoy diciendo ahora.

34. Un nuevo mandamiento les doy; que se amen el uno al otro en la misma forma en que Yo los he amado, así es como deben amarse el uno al otro.

35. Por esto todos sabrán que son Mis discípulos—si ustedes se aman el uno al otro.”

36. Simón Pedro le dijo, “Señor, ¿a dónde vas?” Jesús le respondió, “A donde Yo voy, tú no puedes seguirme ahora; pero Me seguirás después.”

37. Pedro le dijo, “¿Por qué no te puedo seguir ahora? Yo pondré mi vida por Ti.”

38. Jesús le respondió, “¿Tú pondrás tu vida por Mi? Verdaderamente, verdaderamente te digo, el gallo no cantará hasta que Me hayas negado tres veces.”

 

Volver a Juan
  Mateo

  Marcos

  Lucas

  Juan

  Hechos

  Santiago

  I Pedro

  II Pedro

  I Juan

  II Juan

  III Juan

  Judas

  Romanos

  I Corintios

  II Corintios

  Gálatas

  Efesios

  Filipenses

  Colosenses

  I Tesalonicenses

  II Tesalonicenses

  Hebreos

  I Timoteo

  II Timoteo

  Tito

  Filemón

  Apocalipsis

© 2024 www.laVerdaddeDios.org Derechos Reservados