Génesis

  Éxodo

  Levítico

  Números

  Deuteronomio

  Josué

  Jueces

  I Samuel

  II Samuel

  I Reyes

  II Reyes

  Isaías

  Jeremías

  Ezequiel

  Oseas

  Joel

  Amós

  Abdías

  Jonás

  Miqueas

  Nahúm

  Habacuc

  Sofonías

  Hageo

  Zacarías

  Malaquías

  Salmos

  Proverbios

  Job

  Cantos de Salomón

  Rut

  Lamentaciones

  Eclesiastés

  Ester

  Daniel

  Esdras

  Nehemías

  I Crónicas

  II Crónicas

Volver a Hechos


Hechos 10

1. Ahora, había en Cesarea un cierto hombre llamado Cornelio, un centurión de una banda que es llamada la banda italiana,

2. Un hombre devoto quién también temía a Dios con toda su casa, en dar muchas limosnas al pueblo y en suplicarle a Dios continuamente en oración.

3. Él claramente vio en una visión, alrededor de la novena hora del día, un ángel de Dios viniendo a él y diciéndole, “Cornelio.”

4. Pero mientras él fijaba sus ojos en él, tuvo miedo y dijo, “¿Qué es, Señor?” Y él le dijo, “Tus oraciones y tus limosnas han subido como un memorial delante de Dios.”

5. Y ahora envía hombres a Jope, y llama a Simón quien es apodado Pedro.

6. Él está alojándose con un cierto Simón, un curtidor, cuya casa está junto al mar. Él te dirá lo que debes hacer.”

7. Y cuando el ángel quien le había hablado partió, Cornelio llamó a dos de sus sirvientes y a un soldado devoto de entre aquellos quienes continuamente esperaban en él;

8. Y después de relatarles todo, los envió a Jope.

9. Y al siguiente día, como a la hora sexta mientras éstos estaban viajando y aproximándose a la ciudad, Pedro subió sobre la azotea a orar.

10. Y tenía mucha hambre y deseaba comer. Pero mientras estaban preparando la comida, un trance cayó sobre él;

11. Y vio el cielo abierto; y una cierta vasija descender sobre él, como una gran sabana, atada por las cuatro esquinas  y dejada caer sobre la tierra;

12. En la cual estaban todas las bestias de cuatro patas de la tierra, incluyendo las bestias salvajes, y las cosas rastreras y las aves del cielo.

13. Entonces una voz vino a él, diciendo, “Levántate, Pedro, mata y come.”

14. Pero Pedro dijo, “En ninguna forma, Señor; porque nunca he comido nada común o impuro.”

15. Y una voz vino a él nuevamente la segunda vez, diciendo, “Lo que Dios ha limpiado, no lo debes llamar común.”

16. Ahora, esto tuvo lugar tres veces, y la vasija fue tomada nuevamente al cielo.

17. Y mientras Pedro estaba cuestionando dentro de sí mismo que podía significar la visión que él vio, los hombres quienes fueron enviados de Cornelio, habiendo preguntado por la casa de Simón, inmediatamente se pararon en el pórtico;

18. Y ellos llamaron, preguntando si Simón quien era apodado Pedro estaba alojándose allí.

19. Entonces, mientras Pedro estaba meditando la visión, el Espíritu le dijo, “He aquí, tres hombres están buscándote;

20. Ahora levántate y baja, y sal con ellos, dudando nada, porque Yo los he enviado.”

21. Y Pedro bajó a los hombres quienes le habían sido enviados de Cornelio y dijo, “Miren, yo soy el que ustedes están buscando. ¿Para qué propósito han venido?”

22. Y ellos dijeron, “Cornelio, un centurión, un hombre recto y quien teme a Dios, y quien tiene un buen reporte por la nación entera de los judíos, fue instruido divinamente por un santo ángel para enviar por ti para venir a su casa, y escuchar palabras de ti.”

23. Entonces él los hizo entrar para hospedarlos allí. Y al día siguiente Pedro fue con ellos,  y algunos de los hermanos de Jope lo acompañaron.

24. Y al día siguiente, llegaron a Cesarea. Ahora, Cornelio estaba esperándolos y había llamado juntamente a sus parientes y amigos íntimos.

25. Y mientras Pedro estaba entrando, Cornelio se reunió con él y cayó a sus pies, adorándolo.

26. Pero Pedro lo levantó, diciendo, “Párate, porque yo mismo soy también un hombre.”

27. Y mientras él estaba hablando con él, entró y encontró a muchos reunidos juntamente.

28. Y les dijo, “Ustedes saben que es ilegal para un hombre que es judío asociarse con o acercarse a cualquiera de otra raza. Pero Dios me ha mostrado que ningún hombre debe ser llamado común o impuro.

29. Por esta razón, yo también vine sin objeción para cuando fui enviado. Por tanto pregunto, ¿para qué propósito enviaron por mí?”

30. Y Cornelio dijo, “Hace cuatro días estaba ayunando hasta esta hora, y en la hora novena estaba orando en mi casa; y de pronto un hombre se paró ante mí en vestido brillante,

31. Y dijo, ‘Cornelio, tu oración ha sido escuchada y tus limosnas han sido recordadas delante de Dios.

32. Ahora entonces, envía a Jope y llama a Simón quien es apodado Pedro; él está hospedándose junto al mar en la casa de Simón, un curtidor. Cuando él venga, él te hablará.’

33. Por tanto, yo envié por ti en seguida; y tú hiciste bien al venir. Así entonces, estamos todos presentes ante Dios para escuchar todas las cosas que te han sido ordenadas por Dios.”

34. Entonces Pedro abrió su boca y dijo, “De una verdad percibo que Dios no es un discriminador de personas,

35. Sino que en cada nación, aquel que le teme y obra justicia es aceptable a Él.

36. La palabra que Él envió a los hijos de Israel, predicando el evangelio de paz a través de Jesucristo (Él es Señor de todos),

37. Ustedes tienen conocimiento; tal declaración vino a través de la totalidad de Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que Juan proclamó,

38. Concerniente a Jesús, Quien era de Nazaret: como Dios lo ungió con el Espíritu Santo y con poder, y Él anduvo haciendo el bien y sanando a todos quienes eran oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Él.

39. Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Él hizo, en la región de los judíos y en Jerusalén. Ellos lo mataron colgándolo en un árbol.

40. Pero Dios lo resucitó al tercer día, y abiertamente lo mostró,

41. No a todas las personas, sino a testigos quienes habían sido escogidos antes por Dios, a aquellos de nosotros quienes comimos y bebimos con Él después que había resucitado de los muertos.

42. Y Él nos ordenó predicar a la gente, y testificar plenamente que es Él Quien ha sido escogido por Dios para ser Juez de los vivos y los muertos.

43. En Él todos los profetas dan testimonio, que todo el que cree en Él recibe remisión de pecados a través de Su nombre.”

44. Mientras Pedro estaba aún hablando estas palabras, el Espíritu Santo vino sobre todos aquellos quienes estaban escuchando el mensaje.

45. Y los creyentes de la circuncisión estaban sorprendidos, tantos como habían ido con Pedro, que también sobre los gentiles el regalo del Espíritu Santo había sido derramado;

46. Porque ellos los oyeron hablar en otros idiomas y magnificar a Dios. Entonces Pedro respondió diciendo,

47. “¿Puede alguno prohibir el agua, que estos no deberían ser bautizados, quienes también han recibido el Espíritu Santo como nosotros?”

48. Y él les ordenó ser bautizados en el nombre del Señor. Entonces ellos le rogaron permanecer por un número de días.

 

Volver a Hechos
  Mateo

  Marcos

  Lucas

  Juan

  Hechos

  Santiago

  I Pedro

  II Pedro

  I Juan

  II Juan

  III Juan

  Judas

  Romanos

  I Corintios

  II Corintios

  Gálatas

  Efesios

  Filipenses

  Colosenses

  I Tesalonicenses

  II Tesalonicenses

  Hebreos

  I Timoteo

  II Timoteo

  Tito

  Filemón

  Apocalipsis

© 2024 www.laVerdaddeDios.org Derechos Reservados