Génesis

  Éxodo

  Levítico

  Números

  Deuteronomio

  Josué

  Jueces

  I Samuel

  II Samuel

  I Reyes

  II Reyes

  Isaías

  Jeremías

  Ezequiel

  Oseas

  Joel

  Amós

  Abdías

  Jonás

  Miqueas

  Nahúm

  Habacuc

  Sofonías

  Hageo

  Zacarías

  Malaquías

  Salmos

  Proverbios

  Job

  Cantos de Salomón

  Rut

  Lamentaciones

  Eclesiastés

  Ester

  Daniel

  Esdras

  Nehemías

  I Crónicas

  II Crónicas

Volver a Romanos


Romanos 1

1. Pablo, un esclavo de Jesucristo, un apóstol llamado, apartado para predicar el evangelio de Dios,

2. El cual Él había prometido antes por medio de Sus profetas en las Sagradas Escrituras

3. Concerniente a su Hijo; Quién vino de la semilla de David de acuerdo a la carne,

4. Quien fue declarado el Hijo de Dios con poder, de acuerdo al Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos—Jesucristo nuestro Señor;

5. A través de Quien hemos recibido gracia y apostolado para obediencia a la fe entre todas las naciones, a nombre de Su nombre;

6. En Quien ustedes también son llamados de Jesucristo:

7. A todos aquellos quienes están en Roma, amados por Dios, los santos llamados: Gracia y paz sean a ustedes de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

8. Primero, le agradezco verdaderamente a mi Dios a través de Jesucristo por todos ustedes, porque de su fe se habla en el mundo entero;

9. Porque Dios es mi testigo, a Quien yo sirvo en mi espíritu en el evangelio de Su Hijo, de cómo incesantemente hago mención de ustedes en mis oraciones,

10. Siempre suplicando, si por cualquier medio seré ahora prosperado por la voluntad de Dios a venir a ustedes al fin.

11. Porque estoy anhelando verlos, para poder impartirles algún regalo espiritual de manera que puedan ser establecidos;

12. Y que yo pueda ser confortado junto con ustedes a través de la fe en cada uno de nosotros, tanto suya como mía.

13. Por otra parte, no deseo que sean ignorantes, hermanos, que muchas veces he propuesto venir a ustedes (pero he sido impedido hasta el presente), para que también pudiera tener algún fruto entre ustedes, incluso como lo tengo entre los otros gentiles.

14. Soy un deudor a griegos y a bárbaros, a sabios y a indoctos;

15.  Así que, tanto como está en mí, estoy listo para predicarles el evangelio a ustedes quienes están en Roma también.

16. Porque no estoy avergonzado del evangelio de Cristo porque es el poder de Dios hacia salvación para todos quienes creen—ambos, a los judíos primero, y a los griegos.

17. Porque en esto la justicia de Dios es revelada de fe hacia fe, de acuerdo a como está escrito: “El justo vivirá por fe.”

18. Ciertamente, la ira de Dios es revelada desde el cielo sobre toda impiedad e injusticia de los hombres que suprimen la verdad en injusticia;

19. Porque eso que puede ser conocido de Dios es manifiesto entre ellos, porque Dios se los ha manifestado;

20. Porque las cosas invisibles de Él son percibidas desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que fueron hechas—Su eterno poder y Divinidad—de modo que no tienen excusa;

21. Porque cuando conocieron a Dios, no lo glorificaron como Dios, ni fueron agradecidos; sino se hicieron vanos en sus propios razonamientos, y sus tontos corazones fueron oscurecidos.

22. Mientras profesaban a sí mismos ser los sabios, se hicieron tontos

23. Y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en la semejanza de una imagen de hombre corruptible, y de aves, y criaturas de cuatro patas, y cosas rastreras.

24. Por esta causa, Dios también los abandonó a la inmundicia a través de la lujuria de sus corazones, a deshonrar sus propios cuerpos entre ellos mismos,

25. Quienes intercambiaron la verdad de Dios por la mentira; y adoraron y sirvieron a la cosa creada más que Aquel Quien es el Creador, Quien es bendito en las eras. Amén.

26. Por esta causa, Dios los abandonó a pasiones vergonzosas; porque incluso sus mujeres cambiaron el uso natural del sexo a eso que es contrario a la naturaleza;

27. Y en la misma manera también los hombres, habiendo dejado el uso natural del sexo con la mujer, fueron encendidos en sus pasiones lujuriosas el uno al otro—hombres con hombres cometiendo desvergonzadamente actos obscenos, y recibiendo de regreso dentro de sí mismos un castigo apropiado por su error.

28. Y en la proporción exacta como ellos no consintieron tener a Dios en su conocimiento, Dios los abandonó a una mente reprobada, a practicar aquellas cosas que son inmorales;

29. Estando llenos con toda injusticia, inmoralidad sexual, maldad, codicia, malicia; llenos de envidia, asesinato, contienda, engaño, malas disposiciones; chismosos,

30. Calumniadores, odiadores de Dios, insolentes, orgullosos, altivos, inventores de cosas y practicas malas; desobedientes a los padres,

31. Nulos de entendimiento, rompedores del pacto, sin afecto natural, implacables e inmisericordes;

32. Quienes, sabiendo el juicio justo de Dios, que aquellos que cometen tales cosas son dignos de muerte, no solamente practican estas cosas ellos mismos, sino que también aprueban a aquellos que las cometen.

 

Volver a Romanos
  Mateo

  Marcos

  Lucas

  Juan

  Hechos

  Santiago

  I Pedro

  II Pedro

  I Juan

  II Juan

  III Juan

  Judas

  Romanos

  I Corintios

  II Corintios

  Gálatas

  Efesios

  Filipenses

  Colosenses

  I Tesalonicenses

  II Tesalonicenses

  Hebreos

  I Timoteo

  II Timoteo

  Tito

  Filemón

  Apocalipsis

© 2024 www.laVerdaddeDios.org Derechos Reservados